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CONTEMPORÁNEO ESPAÑOL
1. PANORAMA GENERAL DEL ARTE ESPAÑOL DEL SIGLO XIX (ARQ. Y ESC.)
Influencia del pintor escocés David Roberts (1796-1864), al que conoció en Sevilla en
1833 (a partir de entonces cambia su estilo hasta ese momento academicista) y del
inglés Turner (1775-1851) en la gama cromática.
Paisaje con ruina antigua. Paisaje con puente (atribuidos, h. 1830). Museo Nacional del Prado
David Roberts. Castillo de Alcalá de Guadaíra (1833). Museo Nacional del Prado
Manada de toros junto a un río, al pie de un castillo (1837). Museo Nacional del Prado
4. LA PINTURA REALISTA: EL ESPLENDOR DE LA PINTURA DE HISTORIA
- A ello se suma también el surgimiento del estado liberal hacia mediados del siglo
XIX, que indaga sobre el pasado y la identidad nacional. Se lleva a cabo un proyecto de
construcción nacional.
“La construcción de una identidad nacional nace en España con el Estado Liberal
hacia mediados del siglo XIX”. Edward Inman Fox, La invención de España.
Nacionalismo liberal e identidad nacional, Madrid, Cátedra, 1997.
¿Causas?
Guerra de la Independencia contra los franceses. Acentúa el espíritu español de
independencia.
Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós. 46 novelas históricas redactadas entre
1872 y 1912. Tratan de la historia de España desde 1805 hasta 1880. Acontecimientos
históricos de la España del siglo XIX, con especial atención a la Guerra de la
Independencia.
Edad Moderna. Reinado de los Reyes Católicos. Núcleo temático más abundante de
toda la pintura de historia, muy representado también en el monumento conmemorativo.
Isabel, mayor protagonismo que Fernando. Paralelismo con Isabel II, factor clave.
La Conquista de Granada se erige en el símbolo más representativo de la unidad
española con los Reyes Católicos.
Recaredo (Muñoz Degrain), Navas de Tolosa (Van Halen)
Reyes Católicos (Eduardo Cano de la Peña, Francisco Pradilla)
3. Glorificación de la patria
Se plasman hechos, acontecimientos y personajes que traspasan el ámbito nacional y
alcanzan repercusión internacional.
3. Pintores que buscan plasmar la España negra, áspera y pesimista, entroncando con
el pensamiento de la llamada “Generación del 98”: Ignacio Zuloaga.
Con todo, podemos establecer algunas notas comunes a los pintores españoles del
último cuarto del siglo XIX:
Interpretación de lo genuinamente español. F. Calvo Serraller: “Lo español se convierte
en el tema del arte español contemporáneo”. Los pintores de este período conceden
gran importancia la identidad, coincidiendo así con toda una corriente de pensamiento
característica de la Generación del 98.
Ignacio Zuloaga
( Eibar, 1870-
Madrid, 1945)
- Zuloaga nace en Eibar, Guipúzcoa, en 1870. Abandona sus estudios de ingeniero para
dedicarse a la pintura.
- Tras un primer viaje a Roma en 1889, más tarde marcha a París, donde conoce a los
pintores del momento (Gauguin, van Gogh, Toulouse).
- Sin embargo, vuelca su pintura hacia las raíces autóctonas de los campos y gentes
de Castilla, insistiendo en la sobriedad de sus paisajes y en la dignidad de sus
habitantes. Su amor por la tierra castellana entronca con la Generación del 98
(Unamuno, Baroja, Azorín). “Con él, la Generación del 98 se hace pintura” (Emiliano
Aguilera). Lectura trágica y regeneracionista de la España de su época (paralelismo con
Unamuno).
“No deja de ser curioso que los hombres que vienen a cantar con mayor pasión la
austera belleza de los paisajes castellanos sean precisamente tres vascos: Unamuno,
Baroja y Zuloaga”. Enrique Lafuente Ferrari, “Los paisajes de Ignacio Zuloaga”.
- Obras con una visión áspera y pesimista, recargada de tintes sombríos y negativos.
Dibujo marcado para acentuar la intensidad expresiva de figuras y paisajes.
Ignacio Zuloaga
- Modernismo.
- Arquitectura regionalista.
- Presencia de las vanguardias.
- Rascacielos.
- Arquitectura racionalista.
Modernismo
En un primer momento se impone el Modernismo que, lejos de ser un estilo uniforme,
se enriquece con influjos internacionales, franceses, austriacos, belgas, italianos.
Los arquitectos dirigen su mirada hacia las construcciones españolas de los siglos del
Renacimiento y Barroco. Da lugar al Neoplateresco (inspiración en el palacio
Monterrey de Salamanca) y Neobarroco (retoma los modelos de Pedro de Ribera,
Churriguera).
En general, la arquitectura española de los años veinte quiso ser americana pero sin
perder de vista algunas señas de identidad propias: arquitectura que trata de conciliar
el verticalismo (siempre comedido) con los balcones y torreones tradicionales, así
como con motivos decorativos herrerianos y riberescos.
Edificio de Telefónica
Madrid
Luis Ignacio de Cárdenas
(1926-1929)
89 m. de altura
(82 m. en su construcción)
15 plantas
Arquitectura de pureza geométrica, antes fruto del cálculo que del sentimiento artístico.
Los nuevos espacios se definen por su diafanidad, luz e higiene. Pureza de líneas,
ausencia decorativa. Maquinismo. Ingeniería. Barcos y aviones.
La creación en 1930 del GATEPAC (Grupo de Artistas y Técnicos Españoles para el
Progreso de la Arquitectura Contemporánea) es clave en este sentido. Fue creado en
Zaragoza con el objetivo de promover la arquitectura racionalista.
A comienzos del siglo XX, la familia se traslada a París, donde conoce a figuras como
Brancusi o Picasso. Gracias a este último se introduce en el marco del lenguaje cubista,
desde el que evoluciona rápidamente para dar lugar a un lenguaje expresivo rico y
variado, que hace del hierro protagonista de su obra.
Sus propuestas son tan originales y versátiles que traspasan la clasificación en distintas
tendencias. Julio González es él mismo, por encima de escuelas concretas. Admirado
por cubistas, expresionistas y surrealistas, es capaz de entremezclar en sus obras
piezas figurativas de enorme consistencia y fuerza expresiva con construcciones
prácticamente abstractas.
Características de su obra:
- Se siente atraído por el hierro: “Ya es hora de que este material deje de ser mortífero
y penetre en el dominio del arte, y sea forjado con pacientes manos de artistas”. El
hierro forjado, cortado, curvado y soldado será la técnica que le permita alcanzar sus
soluciones más radicales.
- Nueva luminosidad en las piezas, que arrojan luces y sombras que enmarcan planos
o líneas.
1928
Mujer sentada I
(1935)
Museo Reina Sofía
1930
Mujer sentada I
(1935)
Museo Reina Sofía
1933
Mujer sentada I
(1935)
Museo Reina Sofía
1935
Don Quijote
(1929-1930)
Museo Reina Sofía
1904
Mujer peinándose
(1931)
Centro Georges Pompidou
París
1928
Dafne
(1937)
Museo Reina Sofía
Dafne
(1937)
Museo Reina Sofía
Hombre cactus
(1940)
Escultura fitomórfica
(de formas vegetales)
9. LA GENERACIÓN ABSTRACTA
PANORAMA GENERAL DE LA GENERACIÓN ABSTRACTA ESPAÑOLA
Desde finales de la década de 1940 comienzan a mostrarse síntomas de recuperación,
de la mano de un grupo de artistas que recorrieron el camino que conduce del
surrealismo a la abstracción.
Reflexión sobre esta idea, tomando como ejemplo el feroz combate gráfico de Antonio
Saura contra el franquismo. Por primera vez se expone completa España la serie
‘Mentira y sueño de Franco’. Son 41 dibujos satíricos elaborados entre 1958 y 1962 y
conectados con Goya y Picasso (febrero 2020).
Visita de Franco a la Bienal Hispanoamericana de arte de 1955 en Barcelona.
Alguien le advirtió que se encontraba en la sala de los pintores modernos. Eran los sauras, los
tàpies, los oteizas… Artistas que encarnaban la idea de una España nueva, en proceso de
modernización. “Excelencia -le dijeron al caudillo-, esta es la sala de los revolucionarios”. A lo que
Franco respondió: “Mientras hagan la revolución así…”.
Antonio Saura
(Huesca, 1930-
Cuenca, 1998)
1943. Enfermo de tuberculosis, debe
someterse a varias operaciones que le
obligarán a cinco años de inmovilidad.
https://www.youtube.com/watch?v=v0LVdDOjy8c
Aunque se mueve en el terreno de la abstracción, no renuncia por completo a los
elementos figurativos; desde este punto de vista, hay quien ha visto en su obra una
alianza entre tradición y vanguardia. Y entre arte español e informalismo
norteamericano.
Saura deja de ser abstracto en el momento en que decide pintar la imagen del cuerpo
humano, al que va a dedicar su pintura. sin embargo, la ausencia de preparación
académica lo aleja de la imagen del cuerpo perfecto de tradición clásica; por el
contrario, Saura activa un proceso violentador estrictamente plástico, que
descoyunta el armazón estructural para alcanzar el esquematismo del cuerpo humano.
Tal y como el propio artista señala, hay cuadros que pueden verse indistintamente
desde el enfoque abstracto y desde el figurativo, una situación ambivalente entre los
límites de lo visible y lo invisible.
- Autorretratos
- Crucifixiones
- Multitudes
- Retratos imaginarios
- Mujeres
- Desnudos
- Retratos
Serie de autorretratos
Punto de partida de la trayectoria expresionista de Saura. Pincelada enérgica y gestual
para plasmar la problemática del ser humano creando un lenguaje figurativo a partir del
gesto, cercano a De Kooning y Dubuffet.
“Si decidí poner el titulo genérico de autorretratos a esta larga serie comenzada en
París en 1956, no es por una preocupación narcisista ni por una actitud masoquista
frente a mi propio rostro. Más justo hubiera sido titularlos Antirretratos… Al no referirse a
un rostro determinado y habiendo surgido de mi propia mano, pensé que algo reflejarían
de mí mismo, optando por este titulo equívoco que aún sigue provocando en mí cierto
júbilo desmitificador. De todas formas, todo cuanto el pintor realiza es autorretrato”.
“Para realizar un retrato, la presencia del modelo cuenta menos que el fantasma mental
por él forjado”.
Felipe II
Sofonisba Anguissola
Retrato de Felipe II (1573)
Rembrandt, Autorretrato
(1669)
Rembrandt
(1987 y 1989)
Antonio Saura. Retratos imaginarios de Goya, 1967-68 y 1985. MNCARS y Museo Guggenheim Bilbao
“Para mí, es el cuadro más bello del mundo [...] La cabeza de perro asomándose, siendo
nuestro retrato de soledad, no es otra cosa que el propio Goya contemplando algo que está
sucediendo […] Desde niño me he sentido fascinado por esa imagen”. Antonio Saura
Goya, Perro semihundido, 1819-1823. MNP
Antonio Saura, El perro de Goya, (1959, ed. 2013)
Grito nº 7
(1959)
Museo Reina Sofía
Edvard Munch. El grito, 1893. Galería Nacional de Noruega, Oslo
Antonio Saura. Grito nº 7, 1959. MNCARS
Francisco de Goya. No harás nada con clamar, 1814-1817. Col. particular, Estados Unidos
Antonio Saura. Grito nº 7, 1959. MNCARS
https://www.filmaffinity.com/es/film984821.html
Carlos Saura. Llanto por un bandido, 1964
Goya. Duelo a garrotazos, 1820-1823. MNP
Manolo Millares
(Las Palmas, 1926-Madrid, 1972)
Sexto hijo de Juan Millares, poeta, dibujante y catedrático de Instituto, y de Dolores Sell,
pianista.
Desde pequeño, interesado por la historia de Gran Canaria. Lee la Historia General de
Canarias, de su bisabuelo Agustín Millares. Le atrae la cultura canaria aborigen.
Visita el Museo Canario, lugar clave en su devenir artístico, pues en él descubre las
momias guanches, a través de las cuales descubre las posibilidades de la arpillera.
La arpillera es una evocación de las telas con que se envolvían las momias guanches,
descubiertas por el artista en el Museo Canario.
“Lo insólito que me aguarda en la dimensión perdida de una burda arpillera encuentra
su único paralelo en lo oscuro e inatrapable de lo desconocido” (1956).
“No admito la tercera dimensión ficticia, óptica, pero sí una dimensión auténtica,
material. Es lo que yo llamo ‘dimensión perdida’, porque su fondo es real y, en
consecuencia, no rompe la frontalidad mural”.
Abstracción matérica y espacialista. Arpillera o tela de saco (también la emplean
otros artistas como el italiano Alberto Burri).
En 1941 comienza Derecho, pero abandona la carrera sin terminar. Sus primeras
obras son totalmente realistas, principalmente retratos de familiares y amigos. En
1948 funda el grupo Dau al Set, uno de los más influyentes del panorama de
posguerra española, influido por el dadaísmo y el surrealismo. Realiza paisajes
oníricos, con un componente mágico, en los que se percibe la influencia de Klee y
Miró.
Gato y pirámides (1948-49) Personaje (1950)
Dríadas, ninfas, arpías (1950) El lector final. La carta (1950)
En 1951 viaja a París, donde conoce las nuevas corrientes europeas y las nuevas
técnicas pictóricas (dripping, matérica). Contacta con artistas abstractos (Dubuffet).
Abandona el surrealismo y se concentra en la abstracción y en la pintura matérica,
caracterizada por el empleo de materiales heterogéneos, muchas veces de reciclaje,
mezclados con los tradicionales del arte, buscando un nuevo lenguaje de expresión
artística. Trabaja con los más diversos materiales y técnicas, con los que consigue
encontrar un lenguaje personal que coincide con su proyección internacional. El
informalismo matérico será desde 1950 el principal medio de expresión de Tàpies,
trabajando con sus distintas posibilidades hasta su fallecimiento.
Su obra se hace cada vez más matérica, destacando la presencia física de los cuadros,
y el lienzo se concibe como una pared o muro. El poder evocador de las imágenes
murales siempre atrajo a Tàpies, por motivos de origen diverso: etimología de su
apellido, recuerdos de infancia y juventud, cultura urbana del Graffiti, filosofía oriental
Zen.
“Ya desde 1945 mis obras tenían algo que ver con los grafitti de la calle y con todo mi
mundo de protesta reprimida, clandestina, pero llena de vida”.
Influencia de Bodhidharma (502-549), monje budista, fundador del budismo Zen, autor
de Contemplación del Muro en el Mahayana. Enseñaba una nueva forma de meditación
conocido como “contemplación de la pared”, lo que refiere a un estado interior de la
mente libre de deseos.
A través de ellos refleja su preocupación por los problemas del ser humano, desde
una concepción existencialista (Nietzsche, Sartre), que señala el destino trágico del
hombre, pero también reivindica su importancia individual. Con su arte, Tàpies pretende
hacernos reflexionar sobre nuestra propia existencia: “Pienso que una obra de arte
debería dejar perplejo al espectador, hacerle meditar sobre el sentido de la vida”.
“Hay una tendencia a buscar lo que dicen los colores alegres: el rojo, el amarillo.
Pero en cambio para mí, los colores grises y marrones son más interiores, están
más relacionados con el mundo filosófico”.
“Muere Eduardo Arroyo, icono de la neofiguración. Vinculado al pop art, fue un pintor
clave del arte español del último siglo”. La Vanguardia, 14-10-2018.
“Muere Eduardo Arroyo, el artista rebelde que ridiculizó a los caballeros españoles”. El
Español, 14-10-2018.
“Muere Eduardo Arroyo, el último león de la figuración. Nada le impidió pintar, escribir y
continuar rugiendo con esa fuerza de palabra con la que disfrutaba poniendo patas
arriba el tingladillo del arte. Desde los 60 hasta hoy estableció un discurso lúdico,
febril, autónomo y potencial donde asume el arte como un acontecimiento urticante, un
espejo ácido ante un presente que repite sus vicios y malformaciones”. El Mundo, 14-
10-2018.
“Muere Eduardo Arroyo, el pintor contestatario. El artista y también escritor fue una
figura clave del arte figurativo español del siglo XX. El cáncer no llegó a minar en ningún
momento su característico espíritu rebelde que jamás se adaptó a las actitudes más
acomodaticias”. El Periódico, 14-10-2018.
Caballero español
1970
Centre Georges Pompidou
El Greco
El caballero de la mano en el pecho
1614. Museo Nacional del Prado
Nacido en Madrid aunque con raíces leonesas, tras finalizar periodismo en 1958 se
exilia en París, huyendo del ambiente opresivo del franquismo.
Optó por la pintura figurativa en unos años de dominio casi absoluto de la pintura
abstracta en la capital francesa.
Realiza una pintura figurativa, dentro de los parámetros del pop art, pero siempre
desde una óptica muy personal. Estética cercana al cómic: colorido vivo, plano y
brillante, muy contrastado, y pincelada lisa; ausencia generalizada de profundidad
espacial, figuras recortadas y aplanamiento de la perspectiva.
Referencias a España y a la
imposibilidad del retorno.
José María Blanco Crespo
(“Blanco White”)
(Sevilla, 1775-Liverpool, 1841)
Escritor, teólogo y periodista.
En la Academia conoció a otro grupo de artistas -entre ellos su esposa, María Moreno-
que se inclinan por una figuración realista, que se resiste al enorme influjo que desde
los años 50 tuvo en España el expresionismo abstracto.
Sus primeras pinturas, en la década de los 50, son figuras de cierta monumentalidad
en las que resulta perceptible una influencia italianizante. Fundamentalmente retratos,
muchas veces dobles, que parten con frecuencia de las fotografías matrimoniales
conservadas en las casas. A ello suma el recuerdo de la escultura funeraria romana y
los frescos pompeyanos.
Sinforoso y Josefa (1955). Abuelos maternos de AL Lauda sepulcral con pareja romana (I)
Antonio y Carmen, 1956. Museo Reina Sofía. Abuelos paternos de AL
Mis padres, 1956. Centre Georges Pompidou, París
Segunda etapa. Década 1960. Objetos y espacios cotidianos
Desde los años 60 se produce el cambio de las personas al de los objetos y lugares.
Su obra se abre a los interiores cotidianos, algo lúgubres, donde el paso del tiempo es
evidente, con una cierta carga melancólica. Su pintura no es siempre agradable y
amable.
Las imágenes vuelven una y otra vez sobre el entorno familiar, que se nos muestra algo
inquietante, debido a la ausencia de la figura humana. Antonio López nos asoma a la
poética de lo decadente gracias a la minuciosidad de la observación, y a la importancia
de la mirada, que se posa sobre un objeto o conjunto de objetos.
Ya en estos interiores apreciamos el virtuosismo del pintor, que muestra con emoción el
inexorable paso del tiempo y la huella que deja en los objetos y estancias. Podemos
hablar de vanitas modernas.
“Antonio López convierte las cosas cotidianas en el pretexto para una meditación
sobre el tiempo”. Guillermo Solana.
La alacena
(1963)
Col. particular
La alacena
(1963)
Col. particular
Casa de su tío
Antonio López
Torres
La lámpara (1959) Figuras en una casa (1967)
Nevera de hielo (1966)
El cuarto de baño
(1966)
Col. privada
Lavabo y espejo
(1967)
Col. particular
PINTURA PAISAJÍSTICA XX
Tercera etapa. Década 1970 en adelante. Madrid, la ciudad
Pero si algún tema se identifica con la figura de Antonio López, éste es el de sus
perspectivas urbanas. La ciudad -Madrid, siempre Madrid- es un tema constante en
su obra. en sus vistas, las calles, avenidas y edificios ofrecen su piel a nuestra mirada.
El artista subraya el anonimato radical de la ciudad contemporánea, el mar de casas
que se pierde hasta el horizonte.
Son visiones de la ciudad vacía que transmiten el peso de la soledad que transmiten.
Aunque no pretende excluir la figura humana, se concentra en la descripción de lo
inerte.
Las vistas de Madrid son obras de largo proceso. Ejecutadas al aire libre, depende de
la luz natural y de sus variaciones. Para captar cierta luz, tiene que trabajar a cierta
hora, durante cierto tiempo cada día y durante ciertos días y meses del año. Cada vista
de Madrid ha crecido a través de muchas interrupciones.