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Escuela secundaria y superior N° 1 - Cesáreo Bernaldo de Quirós.

Trabajo práctico: N° 8

Carrera: Profesorado de Artes Visuales. 1er Año.

Asignatura: Arte Cultura y Sociedad I

Tema: Arte Renacentista.

Nombre del Docente: Gómez Alfredo.

Nombre del Alumno: Kober; Emiliana.

Servín; Carolina.

Ciudad y Fecha: Concordia - Entre Ríos. –


1. Ubicación espacio temporal del movimiento artístico renacentista.

2. ¿A qué se llamó Renacimiento?

3. ¿A qué se llamó Quattrocento?

4. ¿A qué se llamó Cinquecento?

5. ¿A qué se llamó Humanismo?

6. ¿Cómo era el artista renacentista?

7. ¿Cómo era la arquitectura, la escultura y la pintura renacentista?

8. Elige una obra artística renacentista de arquitectura, escultura y pintura con


sus correspondientes imágenes y analiza en profundidad cada una teniendo en
cuenta el material, fecha de realización, que representa o simboliza, medidas,
función, etc.
1. UBICACIÓN ESPACIO TEMPORAL Y EVOLUCIÓN DEL MOVIMIENTO
RENACENTISTA.

A lo largo del siglo XV las nuevas tendencias artísticas se desarrollaron en


Italia. Florencia, Roma y las escuelas del norte de Italia -Venecia, Padua y
Ferrara- fueron los centros de producción artística más importantes.

En el siglo XVI, después del sacco di Roma, el Renacimiento se extendió por


los países europeos gracias a los contactos y a los viajes a Italia de artistas de
toda Europa, los llamados artistas vagi (viajeros).

Culturalmente, huyendo de la invasión Otomana y a través de Constantinopla,


el norte de Italia recibió a filósofos, científicos y matemáticos del mundo árabe
procedentes de Egipto y de Oriente. Los recién llegados trajeron consigo
innumerables textos griegos que pusieron a disposición de los italianos. Éstos
aprovecharon las academias, en especial las de Venecia y Florencia, para
enseñar como leer e interpretar los antiguos textos clásicos griegos. Así se
desarrollan nuevos centros artísticos, entre los que cabe destacar algunos muy
particulares, como las escuelas alemana, francesa y española, y en menor
medida, la inglesa.

Cronológicamente, el Renacimiento comprende tres períodos:

El Trecento (siglo XIV): ciclo de los años 1300 en Italia. Se trata de la


transición o inicio al pleno Renacimiento. Esta renovación estética da lugar a
dos grandes escuelas: la sienesa y la florentina.

El Quattrocento (siglo XV) o Renacimiento inicial: Su principal centro es la


ciudad de Florencia.

El Cinquecento (siglo XVI) que comprende:

o Renacimiento pleno: Sus principales centros son Roma y Venecia. De


1500 a 1527 confluyen los grandes maestros del Renacimiento italiano y
es la época de máximo esplendor del nuevo estilo.
o El Manierismo (parte siglo XVI) o Renacimiento tardío: Tiene unas
características muy particulares que lo diferencian marcadamente de
etapas anteriores. Abarca los años comprendidos entre 1530 y el final
del siglo.

No obstante mientras en Italia se desarrolla el Renacimiento inicial y el pleno,


en el resto de Europa se continúa bajo la influencia gótica; y cuando en Italia
ya se está pasando el Manierismo, en Europa se consolida el Renacimiento.
CONTEXTO HISTÓRICO Y CULTURAL DEL MOVIMIENTO
RENACENTISTA

La Italia renacentista era un mosaico político formado por pequeñas


ciudades-estado, como Florencia o Milán, dominadas por algunas familias
(Médiccis, Sforza, Colonna.) de aristócratas o de banqueros. En los Estados
Pontificios, el papa Nicolás V (1447-1455) reformó la ciudad de Roma y mandó
construir la basílica de San Pedro. Los “príncipes” de estos estados compitieron
por contar con la creación de los nuevos artistas renacentistas para su mayor
gloria y en el siglo XVI, las continuas luchas entre Francisco I de Francia y
Carlos V convirtieron Europa en un campo de batalla. Carlos de Habsburgo
había conseguido el título de emperador del Sacro Imperio Romano Germánico
en contra de Francisco I. Este conflicto tuvo también grandes repercusiones en
Italia, pues el apoyo del Papa al monarca francés provocó el asalto de la ciudad
de Roma por las tropas imperiales en 1527 (íl sacco di Roma). Este hecho fue
la principal causa de la decadencia del papado y de la posterior diáspora de
pintores, escultores y arquitectos que exportaron el Renacimiento al resto de
Europa Occidental.

En la Italia del Quattrocento, las dinastías de príncipes y tiranos, como los


Médiccis en Florencia, fueron capaces de mantenerse en el poder de algunas
ciudades durante muchos años. En el resto de Europa, sobre todo a partir del
siglo XVI, los monarcas gobernaban con el apoyo de la burguesía urbana, que,
lentamente, pero de manera progresiva, ganó influencia respecto a la nobleza.
La burguesía, la nobleza aburguesada, los reyes y los príncipes introducen
definitivamente la temática profana en el arte e incluso llega a “secularizar” los
temas religiosos, los aproxima a la realidad cotidiana.

En este contexto, el Renacimiento surge en Italia ya que Huygue estima que la


civilización y cultura italianas no se fundan en la Edad Media sino que es más
antigua.

Sus condiciones político-sociales son más propicias que en el resto de Europa,


tras alcanzar una total autosuficiencia económica y política con respecto a la
estructura feudal, se buscó una cultura y un arte no anclados en una visión que
contradecía las conquistas terrenales de las sociedades urbanas. El hombre
había creado su paraíso en las ciudades del norte de Italia, el hombre podía
crear igual que Dios, de ahí que el artista deje definitivamente el anonimato y
reivindique su “fama” y grandeza. “Después de Dios, el artista”.

En el terreno económico, a finales del siglo XV se produjo un crecimiento


notable como consecuencia de la actividad manufacturera y comercial de
Alemania y de los descubrimientos geográficos de España y Portugal, gracias
a los cuales empezaron a llegar a Europa el oro y la plata procedentes de
América. Esta nueva riqueza repercutió en el arte, ya que gracias al poder
económico se produjo un mayor desarrollo cultural en las cortes de los reyes y
en la residencia de los príncipes del siglo XVI.

Mapa del movimiento renacentista.


Florencia, la ciudad del Renacimiento.
2. Se llamó Renacimiento a un movimiento artístico, que se dio a conocer en
Italia, a partir del siglo XV y XVI.

Este movimiento se apoyó fundamentalmente en la expresión de las ideas del


humanismo, las cuales determinaron una nueva forma de pensar acerca del
hombre y del mundo. En esta etapa se fue sustituyendo el teocentrismo por el
antropocentrismo, sin renunciar a la tradición cristiana, pero sustituyendo la
visión religiosa del mundo medieval por una afirmación de los valores del
mundo y del hombre.

Se basó en una búsqueda de la belleza centrada en el individuo y la


naturaleza, recuperando las reglas y principios del arte clásico como lo son el
movimiento, la unidad, la variedad, el equilibrio, la proporción y el patrón. Los
edificios han de construirse a escala humana y lo vertical no ha de
sobreponerse a lo horizontal. La plástica se fijó en los modelos de la
arquitectura de las ruinas y en los relieves de arcos y columnas
conmemorativos.

El movimiento Renacentista se opuso al arte contemporáneo del norte de


Europa. El desarrollo del Renacimiento coincidió con el inicio de la Edad
Moderna marcada por la unión de los Estados Europeos, la descomposición
del feudalismo, el ascenso de la burguesía y la afirmación del capitalismo.

A grandes rasgos, este movimiento se caracteriza por la distorsión de las


figuras, la creación de espacios irreales y la utilización de colores muy claros o
muy vivos. Los temas del Manierismo son fantásticos o esotéricos, pero
también eróticos y cortesanos. La plástica y la arquitectura se vuelven
caprichosas, extrañas y conceptualmente crípticas. Su público es la
aristocracia que busca obras en las cuales destacan la elegancia formal, el
virtuosismo en la ejecución y la búsqueda de una belleza artificiosa. Se trata
de un arte frívolo, refinado, lujoso, teatral, ampuloso, decadente y sensual.

EL RENACIMIENTO EN FLORENCIA 1420-1500

El renacimiento del espíritu Vasari describió las innovaciones y los cambios


que se habían llevado a cabo durante el Trecento como una "rinascitá" un
renacimiento. Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX que se utilizó la palabra
"Renacimiento" como término que describe el período de creación artística de
los siglos XV y XVI. El impulso innovador del Renacimiento no sólo se limitaba
al mundo artístico. Lo más fascinante para el hombre de entonces era la
ideología humanística de la antigüedad; el interés por el hombre, la reflexión
sobre Dios y el mundo y el uso de la razón y encontró ese espíritu justamente
en los tesoros artísticos clásicos. Roma se convirtió para los artistas en una
cantera de formas e ideas. Allí estudiaban las proporciones de la arquitectura
de la antigüedad y admiraban las esculturas, que les parecían mucho más vivas
y ágiles que todo lo que jamás había producido el gótico, el arte de los godos
del norte, un pueblo "bárbaro" según la ideología italiana. A ello había que
remitirse si se quería dejar atrás la Edad Media, el período intermedio entre las
culturas florecientes.

Fue la ciudad de Florencia donde vivían y trabajaban los artistas más famosos,
que gozaban del mecenazgo de ricas familias de patricios, que hacían de
comitentes. Destacó sobre todo la familia de banqueros de los Médicis, que
durante generaciones impulsó y marcó la vida cultural e intelectual de la ciudad.
Cosimo de Médici fundó la Academia Platónica, donde un círculo de eruditos
estudiaba a los clásicos, y construyó, como más tarde Lorenzo, una biblioteca.
La cultura y el interés por el arte eran de buen tono; también los círculos
burgueses ponían una atención hasta entonces desconocida en obtener una
cultura general amplia.

El clima existente era del todo estimulante: Pues se estudiaban la aparición de


los Diez libros de arquitectura de VlTRUVIO (s. I a.C), la teorización de
ALBERTI (s. XV d.C) (De pictura, De statua, De re aedificatoria) y los textos de
EUCLIDES, a su vez se discutía sobre geometría, poesía y filosofía. Los
secretos de la composición artística ya no pasaban confidencialmente del
maestro al alumno como en tiempos de Giotto, sino que se discutían
abiertamente; también se publicaron las primeras teorías del arte. El artista y
escritor León Battista Alberti presentó en 1435 su tratado Sobre la pintura.
Alberti consiguió representar matemáticamente los principios de la perspectiva
tal y como Giotto la había desarrollado por primera vez en sus obras.

Cosimo di Giovanni de Medici (1389 -1464). Fundador de la academia


platónica.
Lorenzo de Medici (1449 -1492). Fundador de la biblioteca de la basílica de
san Lorenzo.

Giotto di Bondoner (1267 - 1337). Pintor, muralista, escultor y


arquitecto florentino de la Baja Edad Media. Autor del Trecento,
considerado uno de los iniciadores del movimiento.
3. El término Quattrocento en castellano significa cuatrocientos por los años
pertenecientes al período del arte italiano (1401-1500) correspondiente al s. XV
comprendido dentro de la corriente renacentista. También fue denominado
como Primer Renacimiento o Bajo Renacimiento para la designación de
dicho momento.
Va a ser éste un siglo de descubrimiento por parte de la comunidad artística en
la república de Florencia que se constituirá como sede central de la misma,
gracias al apoyo de mecenazgo realizado por parte de grandes familias como
los Medici y al extraordinario desarrollo económico del que será protagonista.

En este periodo se recuperan los ideales de la Antigüedad grecorromana: el


arte y el pensamiento giran en torno al ser humano (antropocentrismo) al que
se considera medida de todas las cosas, de este modo, la cultura pierde su
contenido absoluto y objetivo y se convirtió en una cultura individualista y, por
ende, laica y crítica. En esta época aparece la figura del artista, por lo que se
abandona definitivamente el anonimato, y surge el taller del maestro, que es
quien recibe los encargos de los clientes. También propició la aparición de los
talleres donde se enseñaban técnicas artísticas, siempre bajo la dirección de
un maestro artista. Se diferencia entre artista y artesano así como los
conceptos de arte y artesanía. Utilizar el arte como una forma de inversión
monetaria. En esta etapa, hubo una consolidación entre las artes, ya que
muchos artistas fueron contratados para construir, pintar cuadros y realizar la
construcción de proyectos arquitectónicos. Intentaron profundizar en los
aspectos que implican el humanismo renacentista y la perfección de sus obras
(realismo).

Los mecenas eran hombres de gran poder económico, en muchos casos se


trataban de familias completas como los Medici o los Sforza, los Bentivoglio,
los Este y también el Vaticano entre otros. Los mecenas no solo veían el arte
como una forma de embellecer la ciudad sino que también se daban gloria a sí
mismos.

Massaico fue uno de los pintores que valoró el uso de esta perspectiva. Como
él, Sandro Botticelli intentó explorar elementos de naturaleza espiritual,
religiosa y simbólica en varias de sus obras. Leonardo da Vinci en el
Quattrocento es considerado uno de los genios de la historia del arte, se
aventuró por el universo artístico desarrollando obras en escultura, pintura,
filosofía, entre otras.

Entre las obras más conocidas de da Vinci, cabe mencionar “Gioconda”, más
conocida como Mona Lisa, “Virgen de las rocas” y la significativa reproducción
de “La Santa Cena”.
Brunelleschi, cuya Cúpula de Santa María de la Catedral de Florencia marca la
ruptura con el quehacer gótico y es considerado manifiesto del gótico, su
principal figura. Introduce el nuevo estilo al crear iglesias de planta cuadrada
(capilla Pazzi), utilizar, por primera vez en el renacimiento, el arco de medio
punto, y crear el modelo de palacio renacentista (Pitti), con predominio de las
líneas horizontales. Otro de sus grandes representantes en arquitectura son
Alberti, gran teórico, más proyectista que realizador, que se dedicó
especialmente a la construcción de edificios de carácter funcional, grandioso y
urbanístico y Michelozzo michelozzi con una de sus obras el “Palacio Médici-
Ricardi de Florencia”
En escultura, destacan Lorenzo Ghiberti, que propugna una vuelta a la
estatuaria grecorromana y esculpe como si fuera un pintor, sobre todo relieve;
Donatello, que aprendió en el taller de Ghiberti y esculpió la figura humana con
todo tipo de matizaciones; Andrea Verrocchio, maestro del bronce, cuya obras
están impregnada de sensualidad; Lucca della Robbia con la “Madonna y el
niño” y Antonio Pollaiuolo con una de sus creaciones “Hércules y Anteo”.
La pintura del Quattrocento busca imitar las cosas como son, presta especial
atención a la profundidad, la expresividad y el movimiento; busca la
representación científica del espacio mediante la aplicación de un sistema de
proporción y de la perspectiva de punto de fuga o científica y tuvo a Florencia,
Roma y Venecia como centros.
En cuanto a temáticas, pervive la pintura religiosa y se desarrollan con fuerza
el retrato y la pintura mitológica. La luz cobra valor en la unidad ambiental y en
la plasmación de los cuerpos. Fueron pintores destacados del periodo
Masaccio, Ucello, los Lippi, Domenico Veneziano, Fra Angélico, Andrea del
Castagno, Piero della Francesca y Mantegna.

Talleres y Mecenazgo
Escudo y la divina familia Medici

ARTISTAS RECONOCIDOS DEL PERIODO QUATTROCENTO


Arquitectos

Filippo di Ser Brunellesco Lapi (1377-1446)

Leon Battista Alberti (1404-1472)


Escultores

Lorenzo Ghiberti (1378-1455)

Donato di Niccolò di Betto Bardi / Donatello (1386-1466)

Pintores

Fra. Angélico (1395-1455)

Sandro Botticelli (1445-1510)


4. EL CINQUECENTO 1500-1530

Gran arte para la gloria de Roma.

Este movimiento comprende dos fases: comienza con el denominado Alto


renacimiento (últimos años del siglo XV y primeras décadas del siglo XVI), y
termina con el denominado Bajo renacimiento o Manierismo.

Las constantes intrigas, conspiraciones y luchas por el poder condujeron a


finales de siglo a que Florencia perdiera su posición privilegiada tras la muerte
de Lorenzo el Magnífico, de Padua o de Mantua. Bajo el pontificado de los
Papas Humanistas Julio II y León XIII, Roma fue durante un corto espacio de
tiempo (primera mitad del siglo XVI) el centro cultural de Italia. También
Venecia, dirigida por el Dux, se convertirá en un centro artístico de primer
orden. En un tiempo en el que era de buen tono destacar por la cultura, también
el Papa tenía interés en ofrecer trabajo a los mejores artistas. En el intento de
legitimar el poder y la grandeza de la Iglesia mediante el arte y la cultura,
esperaba derrotar con sus propios medios a los reyes y emperadores, en
constante lucha para acrecentar su poder.

Miguel Ángel y Rafael fueron llamados a Roma, donde entraron al servicio del
papa. Como los artistas ya dominaban a la perfección la representación del
espacio, color, cuerpo, luz, la perspectiva aérea, el sfumato, el claroscuro y el
movimiento, se concedió mucho más a la capacidad de invención que a la de
la pura representación de la realidad, por la que habían luchado tanto los
artistas del siglo XV.

Ahora el arte debía poetizar las bellezas de la naturaleza y recrearlas


artísticamente. Los pintores alcanzaron esta nueva meta gracias a la síntesis
entre la experiencia y la idealidad, entre la concepción de la naturaleza junto a
las leyes artísticas y la interpretación individual.

La representación de la realidad y la creación artística se compenetran de tal


forma que las pinturas, con toda su regularidad de composición, nunca daban
la impresión de ser rebuscadas, sino que parecía que tenían que ser
necesariamente configuradas tal y como eran. Estas grandes creaciones de
una sola pieza, que unían la forma y el contenido, y cuyas composiciones
simétricas piramidales y circulares representan con texturas armónicas y
ensimismadas que durante siglos habían sido el ideal clásico de belleza,
caracterizan el arte del Cinquecento.

Dentro de los diferentes campos, destacan:

En arquitectura, se volverá a utilizar la planta basilical en las iglesias y destacan


las obras de Bramante, Miguel Ángel, Vignola, Palladio y Peruzzi.
En escultura, se rompe con las líneas rectas, y se opta por las líneas curvas y
retorcidas. Destacan escultores como Juan de Bolonia, Cellini y Miguel Ángel
más conocido principalmente por sus obras religiosas como "La Piedad”.

En pintura, Tiziano, Bronzino, Pontorno, Parmigianio y grandes genios como


Rafael, Leonardo y Miguel Ángel, que elevaron la categoría de la pintura a
niveles insospechados. Mientras que los nombres de Miguel Ángel y Rafael se
relacionan con Roma, el de Tiziano representa la pintura de Venecia.

En general se sigue incidiendo en la puesta en valor de la antigüedad clásica y


el humanismo, pero este renacimiento pleno abarca únicamente hasta el
denominado “saco de Roma” (toma de Roma por las tropas de Carlos I de
España, 1527). Este saqueo de Roma marcó la diáspora de muchos artistas
renacentistas por las cortes europeas y la difusión de este estilo por todo
occidente. A partir de este momento se inicia una segunda etapa en la que
surge ya el dinamismo protobarroco, el Manierismo.

El Manierismo (segunda mitad del siglo XVI) fue el estilo que caracterizó el
arte europeo entre los años 1520 y 1600, aproximadamente. Este surgió en
Italia y desde allí se difundió hacia casi toda Europa, a través del trabajo de los
artistas italianos en las distintas cortes reales.

Se suele establecer su inicio a partir de la muerte de Rafael Sanzio, el último


representante de un Renacimiento clasicista y equilibrado.

El nombre manierismo deriva de la palabra «maniera», que en el italiano del


siglo XVI significaba «estilo». Sin embargo, en su origen tenía una connotación
negativa: los teóricos del siglo XVII lo llamaron de esta manera en referencia a
lo que parecía ser la imitación del estilo renacentista por parte de artistas no
tan talentosos como los de la generación anterior. A su vez, la pintura
manierista usa formas que ya anticipan el siguiente período, el Barroco.
PONTIFICADO DE LOS PAPAS HUMANISTAS

Giuliano della Rovere / Julio II (1443-1513)

Gioacchino Vicenzo Raffaele Luigi Pecci / Leon XIII (1878-1903)


ARTISTAS RECONOCIDOS DEL PERIODO CINQUECENTO

Arquitectos

Giacomo Barocci de Vignola (1507-1573)

Andrea di Pietro della Góndola / Andrea Palladio (1508-1580)


Escultores

Michelangelo Buonarroti (1475-1564)

Jean Boulogne (Douai 1529- Florencia 1553)


Pintores

Raffaello Sanzio (1483 - 1520)

Tiziano Vecellio di Gregorio (1488 - 1576)


5. El humanismo es el movimiento que tiene su inicio en la Italia del siglo XIV,
justo antes del renacimiento, expandiéndose por gran parte de Europa en el
transcurso del siglo XVI, ocasionando el nacimiento de los Ismos, se trataba de
la vanguardias que buscaban romper con el pasado y exponer una nueva forma
de percibir lo que se consideraba real.
El humanismo es el aspecto filosófico y literario del Renacimiento que
revaloriza la dignidad del espíritu humano, enlazando la cultura de la época con
la de la antigüedad clásica. El humanista es el escritor, el pensador que no se
limita al estudio de la teología, como en los siglos anteriores, sino que da gran
importancia al estudio de las ciencias humanas. Estamos pues ante una cultura
antropocéntrica. La belleza no va a ser un reflejo de la divinidad, como en el
arte medieval, sino la expresión de un orden intelectual y profano (no religioso)
basado en la medida, el número y la proporción. La naturaleza será estudiada
en sí misma, al margen de lo divino y encontrará en la perspectiva, el modo
adecuado de su representación. Se estudiará el cuerpo humano desnudo,
buscando la perfección como reflejo del antropocentrismo del pensamiento
humanista.
Su objetivo principal era recuperar todas las disciplinas que provenían de la
antigüedad clásica y la filosofía grecolatina para formar un nuevo hombre y un
nuevo mundo. Hubo acontecimientos que fueron fundamentales para su
desarrollo como la caída de Constantinopla, el éxodo, crecimiento cultural y el
renacimiento.
Las características más resaltantes son su estudio acerca de las obras antiguas
provenientes de la antigüedad clásica y de la filosofía grecolatina, también la
destacan su interés por las artes y ciencias, su carácter literario, los temas
principales son el hombre y la naturaleza, rechaza la visión teocrática, se
enfocó en la enseñanza de las escuelas neoplatónicas, una visión optimista al
pesimismo medieval y la fomentación del estudio, del pensamiento, el arte y
lenguas de la antigüedad.
El hombre en el centro de atención: El retrato
El espíritu del humanismo, que sitúa al hombre en el centro del universo, se
manifiesta durante el Renacimiento más allá de los tema sacros con la
aparición de un nuevo género: el retrato. Al principio los pintores pusieron todo
su empeño en buscar la forma de individualización más importante, el rostro,
que ofrecía la posibilidad de representar los detalles con precisión y firmeza. El
Perfil de una joven, que se adjudica a Antonio del Pollaiuolo, es un ejemplo
típico de un retrato pintado a principios del siglo XV. El punto de vista preferido
era el del perfil, porque se creía que era la parte que menos se podía
embellecer y variar de forma que podían satisfacerse completamente las
exigencias de veracidad y exactitud que regían en aquel tiempo. Aunque los
pintores se esforzaban en mostrar al retratado como una personalidad
individual, el perfil concede muy poco espacio para recrear una delineación viva
o una figuración psicológica del ser. Es más, son tan cerrados que recuerdan
los retratos de las monedas y medallas antiguas que, como se ha podido
comprobar posteriormente, eran objeto de estudio para los artistas del
Renacimiento. No obstante, en la segunda mitad del siglo se impuso cada vez
más el retrato de medio perfil, que permitía una caracterización mucho más
sutil.
Antonio del Pollaiuolo, Perfil de una joven, hacia 1460. Temple sobre
tabla, 52,5 x 36,5 cm. Staatliche Museen, Berlín. Patrimonio Cultural
Prusiano, Pinacoteca

La escuela de Atenas de Rafael Sanzio. Boceto entre 1509 y 1510.


Pintada entre 1510 y 1512. Ahí se enseñaba filosofía, las
matemáticas, astronomía, medicina, la retórica entre otras nobles
ciencias.
6. Reuniendo características de otros artistas del movimiento como lo son
Donatello, Miguel Ángel y Ghiberti podemos saber que había gran formación a
través de trabajos en talleres y por colaboraciones en equipo con grandes
artistas, destacando sus obras por la serenidad, la elegancia y la sencillez
clásica que tanto se anhelaba, siendo meticulosos con cada detalle, como en
la escultura de David de Miguel Ángel, un clásico contraposto, musculoso y con
todos sus rasgos anatómicos detalladamente descritos (venas, tendones,
uñas).
Pero en el año 1304, durante el Trecento, los pintores todavía eran
considerados simples artesanos. El concepto de "artista" tal y como lo
entendemos actualmente, no existía. Los trabajos más nobles que realizaban
eran la confección de pinturas murales en la iglesia, mediante las cuales se
transmitía la historia de las Sagradas Escrituras a una población
mayoritariamente analfabeta, o bien se dedicaban a la decoración de altares o
sólo se trataba de pintar pequeños cromos de devoción, que los señores
transportaban en el equipaje. No obstante, esta forma artística "móvil" no llegó
a imponerse del todo hasta el siglo XV. De acuerdo con su posición social de
artesano, no solía ser usual que el pintor del Trecento (denominación italiana
del siglo XIV) diera la forma que él estimara conveniente a las obras que se le
encargaban.
Si hasta el Renacimiento se había visto al artista como un simple artesano,
ahora se reivindicaba que debía considerarse la pintura como un arte liberal
(ars liberalis) y no como una de las artes mecánicas (ars mechanica). En el
mundo de los dioses, se dice que Saturno y las ninfas era sinónimo de libertad
también para los artistas. Puesto que estos temas no estaban sometidos a
ningún canon, ni existía una iconografía determinada que debía seguirse, como
en el caso de las representaciones cristianas, el pintor disfrutaba en estos
lienzos de una gran libertad que sólo estaba limitada por sus conocimientos en
el ámbito de las ciencias: matemáticas, filosofía y literatura. A consecuencia de
ello, se otorgó tanto a la pintura como a los pintores una autonomía
desconocida hasta entonces: el fundamento del arte ya no era la coherencia
religiosa, aunque los temas cristianos todavía dominarán por mucho tiempo la
pintura, sino que residía básicamente en las ciencias. De esta forma el pintor,
que las dominaba, se acercaba a la posición del científico. El pintor-artesano
se había convertido en un erudito. Este cambio marca entre otras cosas la
frontera entre el principio y el final del Renacimiento, cuyo máximo exponente
de "artista-erudito" fue Leonardo da Vinci.
La pintura siempre fue considerada, como el resto de las bellas artes, un oficio;
Instituciones y personas distinguidas encargaban a los maestros pintores la
elaboración de temas concretos, para un fin determinado, que debían realizar
dentro de un plazo de tiempo. No fue hasta hace unos 700 años que los
pintores comenzaron a ganarse lentamente la libertad creadora de dar a los
cuadros una finalidad absoluta, o sea, un contenido que iba más allá del tema
en sí.
Pero fue el artista Giotto quien reivindicó el reconocimiento de los artistas y que
estos mismos se destaquen por sus hazañas logradas y queden marcados a lo
largo del tiempo. El hecho de que Giotto encabece la lista de pintores de la
Edad Moderna que se describen en la Vida de los más eminentes pintores,
escultores y arquitectos italianos es del todo acertado, porque su concepción
no sólo introdujo la tridimensionalidad en la pintura sino que también fue el
primer artista que firmó su obra. Con este signo de individualidad creadora puso
en marcha un desarrollo, cuya consecuencia fue que los pintores comenzaron
a valorarse a sí mismos como algo especial, distanciándose de la tradicional
idea del artesano.
Al final fue en la época del Manierismo (segunda mitad del siglo XVI) el último
período del Renacimiento que se caracteriza principalmente por la mayor
libertad que se le da al artista, dentro del decoro que supone el realizar
principalmente obras religiosas, sin embargo, el artista crea sus obras
combinando los elementos clásicos usados en épocas anteriores. Durante el
manierismo, el artista no buscará las líneas rectas y clásicas, sino que buscará
algo nuevo y sorprendente.
7. ARQUITECTURA RENACENTISTA
La arquitectura renacentista supone una ruptura con la arquitectura medieval.
La nueva visión del mundo cristaliza en el Urbanismo. La ciudad gótica crece
sin ordenamiento previo; En el Renacimiento se trata de que la ciudad sea
producto de la planificación. El plan urbano obedece a esquemas
geométricos ortogonales o radioconcéntricos.
Durante esta época no surgieron nuevas ciudades en Europa. Las novedades
urbanísticas se plantean en la remodelación de los centros urbanos de las
grandes ciudades. Los edificios (ayuntamientos, lonjas, palacios) financiados
por la burguesía, los monarcas y la Iglesia, cambiaron la fisonomía del centro
de las ciudades. En general prima la idea de predominio del edificio sobre el
entorno; se crea un escenario urbano para acoger la obra arquitectónica (o
escultórica).
En el Renacimiento se escribieron tratados teóricos sobre la ciudad ideal, estos
proyectos si se van a llevar a cabo en América, donde se construyeron
ciudades con criterios de regularidad y de ordenación racional de la trama
urbana.
La arquitectura se organiza en torno a dos principios:
1) Utilización de elementos constructivos de la antigüedad: Bóvedas de
cañón con casetones o aproximación de hiladas, cúpulas de media
naranja, entablamentos, arcos de medio punto, frontón, columnas y
pilastras con los órdenes clásicos. Predomina la libertad ornamental y
fantasía, el muro recupera su función tectónica (de soporte) aunque
recubierto con mármoles de colores o aparejo rústico decorados con los
“grutescos”: Decoración a partir de seres fantásticos humanos,
vegetales y animales, completamente entrelazados y utilizados
libremente.
2) Consecución de la unidad espacial:
o Se entiende el edificio como resultado de un cálculo matemático;
En la estructura y en la planta se buscan efectos de calculada y
matemática perfección. Todo el edificio se basa en buscar la
proporción matemática de sus elementos.
o Se busca la claridad de los espacios, contrapuesta con la
coloreada penumbra gótica; Para lograr esa claridad en los
espacios se utilizan diferentes modelos de plantas, centralizadas
y longitudinales, cúpulas semiesféricas u ojivales.
o La arquitectura renacentista es racionalista y consecuencia de ello
es que el edificio ideal es simétrico en todos sus ejes.
o Proporción geométrica y equilibrio con el fin de crear un espacio
unitario; Debe existir una relación proporcional entre las partes y
el todo.
o Se aprecia una tendencia a la horizontalidad, frente a la
verticalidad del gótico.
Etapas arquitectura renacentista italiana.
La arquitectura del Quattrocento (siglo XV)
Se intenta recuperar el concepto de Orden Arquitectónico como conjunto de
reglas formales que unen entre sí de manera preestablecida todas las partes
de un edificio. Pero en el siglo XV estas soluciones proporcionales se
consiguen mediante un módulo y con soluciones matemáticas nuevas. Un
módulo es un cubo cuyas proporciones se aplican en todas las partes del
edificio. Según Bramante el módulo ideal sería un cubo de 1 metro de alto por
1,61 metros de largo. La misma medida humana que los griegos encontraron
para sus edificios en su parte exterior encuentran ahora los arquitectos italianos
pero en el interior.
En el gótico las dimensiones están hechas para Dios pero en el Renacimiento
el hombre es quien domina al edificio y sus proporciones son siempre
humanas. El equilibrio entre base y altura responde a una exigencia estética
humana, no divina, y por ello las líneas verticales no deben preponderar sobre
las horizontales.
Las proporciones deben ser sencillas, ceñidas a una geometría simple y
comprensible ya que la belleza se halla más cerca de la pureza y la sencillez
que de lo artificioso. Al ser más bajos los edificios no necesitan de la estructura
gótica y desaparecen los arcos apuntados, los gruesos estribos, arbotantes y
pináculos. Vuelve el arco de medio punto como figura esencial del clasicismo.
Se tiende, como en todas las artes, al sentido unitario de la obra, con un
espacio interno que debe ser visto de una sola vez. Este sentido de visión
unitaria llevará a la Arquitectura a reducir la altura de la nave central de los
templos con respecto a las naves laterales, a la planta de salón y sobre todo a
las plantas centralizadas, circulares, cuadradas o de cruz griega. El edificio
ideal es aquel que es simétrico tanto interior como exteriormente, en plata y en
alzado.
La rivalidad entre repúblicas y la fuerte personalidad de algunos artistas hacen
que estos mismos sean reclamados, conocidos y casi adorados. El artista
definirá con exclusiva personalidad su obra (no con libertad porque el “pagador”
aún manda mucho). Por eso a partir de ahora la Historia del Arte se escribe
con artistas en vez de con obras de arte.
Esta nueva arquitectura empieza en la ciudad que va a ser el centro del arte en
Italia: Florencia, y empieza con dos arquitectos que serán los pioneros del
Renacimiento: Filipo Brunelleschi y León Battista Alberti.
El urbanismo como marco de la arquitectura, presento propuestas de ciudades
ideales (Filarete), al tiempo que desarrollaba nuevas propuestas para la
organización de los jardines. En este contexto la arquitectura civil y religiosa,
más en la teoría que en la práctica, hizo suyos los postulados vitrubianos de
firmitas, utilitas y venustas (resistencia, funcionalidad, belleza).
La Arquitectura Civil. Supone toda una renovación tipológica:
o Pierde el carácter militar de los palacios góticos porque las
circunstancias sociales son diferentes, de paz.
o Sus propietarios son la nueva burguesa urbana la cual exige un edificio
más funcional, más urbano pero también un diseño comprometido con la
nueva moda arquitectónica.
o Se unifican en altura y tienen una forma cúbica y sencilla. Se tiende a la
simplificación en la planta.
o Hay una regularización de los vanos en la fachada en ese deseo de
ordenar todos los elementos del edificio.
o Se dispone a partir de un patio interior, con cuatro fachadas que reciben
el mismo tratamiento.
Algunos ejemplos: Palacio Pitti. Es una obra de transición y sin un autor preciso
aunque se le atribuye a Brunelleschi. Tiene todavía rasgos medievales, tipo
fortaleza con aspectos rústicos y vanos sin organización aún no regularizada.
El piso tercero es menos ancho.
La arquitectura del Cinquecento (siglo XVI
En arquitectura se desarrollará un estilo solemne y monumental basado en la
medida y el equilibrio. Un papado humanista hace del clasicismo su cultura
oficial con la intención de transmitir la grandeza de la Iglesia.
Representa el clasicismo y la perfección de todos los planes del s. XV. No sólo
la perfección técnica sino también emblemática, el edificio se convierte en
emblema. Serán de planta centralizada, tanto en edificios grandes como en
pequeños. Del 1500 al 1525 se dan los años de pleno clasicismo. A partir de
esta fecha hay que diferenciar entre arquitectura civil y religiosa.
La religiosa vuelve a la tradicional planta longitudinal por influjo del Concilio de
Trento. En la arquitectura civil tiene entrada el manierismo (que en lo religioso
es más comedido). Palacios y Villas serán las más manieristas. El principal foco
ahora es Roma (y no Florencia), la cual emprende una labor constructiva
imponente sobre todo en el Vaticano. Después Venecia, sobre todo en la
segunda mitad del siglo XVI, encontrando su arquitecto preferido en Palladio,
el cual realiza casi todos los palacios y villas rústicas de Venecia.
En Roma trabaja Donato Bramante (1454-1514). Hasta el 1500 trabaja en
Milán y después en Roma. Antonio de Sangallo es una figura que va unida a
Miguel Ángel, quizá el principal arquitecto de este siglo, aunque empieza como
arquitecto tardíamente, en 1546. Gacopo Varoci Vignola (1507-1573) será con
Palladio los teóricos de la arquitectura de este siglo.
El periodo manierista se caracterizará por la ruptura con la normativa clásica,
por alterar la morfología de los órdenes arquitectónicos establecidos y por
realizar una arquitectura experimental, tanto en los planteamientos
escenográficos como en la voluntad antifuncionalista. El manierismo es, en
definitiva, una arte aristocrático ligado a las Cortes Europeas que, después del
Concilio de Trento, incidirá especialmente en el diseño de jardines como el
Sacro Bosco y la Villa de l’Este.
La arquitectura del manierismo a partir del 1530 se abandona la severidad,
la claridad y el equilibrio del clasicismo. Aparecen elementos de tensión y se
rompe el sentido unitario del Cinquecentto. El vocabulario clásico se
empleará de modo libre y caprichoso: ruptura de ritmos, órdenes gigantes,
gran desarrollo del entablamento, frontones inacabados, alternancia de
elementos formales, esculturas en cornisas. El primer arquitecto en romper el
lenguaje clásico será Miguel Ángel, arquitecto, escultor y pintor será quien
inicie estas nuevas formas, sometiendo los elementos clásicos a una
interpretación personal.
IMÁGENES DE REFERENCIA

Santa María Novella. Mezcla del gótico con el renacimiento. Se


aprecia el decorado de mármol blanco y negro, los arcos de medio
punto, frontón y un rosetón más sencillo. Del periodo del
Quattrocento, por León Baptista Alberti.

Basílica de San Pedro del vaticano donde se aprecia la Cúpula de


media naranja creado por Miguel Ángel Bounarroti. Del periodo del
Cinquecento.
Arquitectura civil.

Imagen 1: Palacio Farnesio. Antonio da Sangallo El Joven.


Cinquecento.

Imagen 2: Palacio Medici-Riccardi. Michelozzo. Quattrocento.

Imagen 3: Palacio Pitti de Brunellechi. Quattrocento.

En estas obras arquitectónicas civiles se aprecia la tendencia de la


horizontalidad.
Esquemas geométricos ortogonales o radioconcéntricos.

Imagen 1: Capilla Pazzi (Brunelechi). Quattrocento.

Imagen 2: Basílica de San Pietro in Montorio (Bramante).


Cinquecento.

Imagen 3: esquema radioconcentrico de la basílica de San Pietro in


Montorio.
Planta longitudinal en la aquitectura.

Imagen 1: Diseño de la planta de la iglesia de San Andrés de


Mantua. León Battista Alberti. Quattrocento

Imagen 2: Diseño de la planta de la iglesia del Gesú en roma por


Jacopo Vignola. Cinquecento.

ESCULTURA RENACENTISTA
La escultura del Renacimiento italiano no es más que el resultado de una
evolución desde el gótico y por eso encontramos una cierta fusión entre los dos
estilos: del gótico hay un predominio por las formas esbeltas, esa elegancia
curvilínea y una tendencia al gusto narrativo, es decir, contar cosas con la
escultura pero de una vez, sin viñetas o pisos, racionalmente, a estas
características se suman novedades esenciales como el concepto de
composición y orden, hay también un nuevo gusto por lo expresivo, por el
movimiento suave y clásico, por el realismo a la hora de enfrentarse con la
figura humana y la naturaleza, el estudio por la anatomía y desde luego un
mejor tratamiento del desnudo.
Materiales y técnicas: Se trabaja sobre todo en mármol (de Carrara) porque
se busca la perfección ideal con el material más noble. También se trabaja a
menudo el bronce, mucho menos la cerámica policromada o vidriada y casi
nada la madera.
Los tipos de esculturas: son de bulto redondo y en relieve. La primera tienden
a la monumentalidad o a la de pequeño tamaño como objeto privado de
colección. En el bulto redondo es donde se experimenta más y mejor
desarrollando los primeros y aún poco frecuentes temas mitológicos y paganos.
En cuanto al relieve se trabajan los tres tipos y además Donatello crea el
Stiacciato: relieve aplastado o pictórico y en unos planos finísimos.
Temas: Se trata sobre todo la religiosa y dentro de ella la funeraria que va a
cobrar mucha relevancia, pero también se empieza a dar la estatuilla profana
y mitológica. Florencia al ser la ciudad más rica y poderosa del momento se
había creado una tradición escultórica en torno a la fachada de la catedral, la
cual se convertirá en un taller de escultura durante 30 años. Además de esta
fachada había también numerosas obras inconclusas como las puertas del
Baptisterio. Los encargos eran numerosos y ello convertía a esta ciudad en el
centro.
LA ESCULTURA EN EL QUATTROCENTO
Las obras escultóricas dejaron de estar concebidas para integrarse en espacios
arquitectónicos (como había sucedido en el gótico) y perdieron así la función
de decorar el exterior de los edificios.
Características principales:
o La adopción de las formas clásicas grecorromanas.
o La búsqueda de la belleza formal; el gusto por la representación del
desnudo y el interés por la anatomía humana.
o La búsqueda del naturalismo realista.
o La temática fue muy variada: obras de género religioso, retratos,
sepulcros, figuras mitológicas, etc.
o El retrato individual adquirió una gran difusión, destacando los retratos
de busto y los retratos ecuestres (retomados de la tradición clásica
romana).
o El interés por la representación de la profundidad y la perspectiva
espacial en los relieves.
o Los materiales más usados fueron el mármol y el bronce.
o Se realizaron esculturas para su colocación en plazas y espacios
públicos, integradas en el medio urbano.
Artistas principales dentro del Quattrocento:
o Ghiberti como buen humanista es un ejemplo del nuevo artista que se
diferencia del artesano medieval. Fue arquitecto, escultor y pintor. Entre
sus obras destaca “Las puertas del paraíso” realizadas en bronce. En
estas puertas logra la perspectiva al trabajar el bronce como si de una
pintura se tratase: utiliza el alto-medio-bajo relieve obteniendo así, la
profundidad.
o Donatello, es el escultor más importante del Quattrocento. Cultivó la
orfebrería y supo de arquitectura y pintura. Su escultura oscila entre la
búsqueda del equilibrio clásico y la belleza, y el cultivo de un cierto
expresionismo, de valores dramáticos.
LA ESCULTURA EN EL CINQUECENTO
La escultura del siglo XVI continuó con la línea clásica del Quattroccento,
interesada por el naturalismo y por el hombre, continuando con el sentido
clasicista de equilibrio y armonía y con tendencia clara al monumentalismo.
Pero poco a poco surge una tendencia a la agitación en la composición, a la
búsqueda constante del movimiento hasta llegar al manierismo e
intensificación de las líneas curvas, que recuerdan la escultura griega del
helenismo con la utilización de la forma serpentinata, que refuerza el
dinamismo. A partir de la segunda década del XVI la tendencia será la
búsqueda de la tensión frente al equilibrio clásico, la volumetría frente a la
gracilidad y la expresividad frente al idealismo, inquietud, sorpresa y zozobra
frente al orden clásico.
El siglo XVI está marcado por la figura de Miguel Ángel.
o Es el máximo exponente del clasicismo.
o Iniciador del lenguaje manierista.
o Es el prototipo de hombre del Renacimiento, arquitecto, escultor y pintor,
considerado uno de los grandes genios de toda la historia.
o Su obra es variada y compleja pero donde destaca es en la escultura.
o Utiliza siempre el mármol de Carrara blanco y, compacto por ser para él,
el material que más se acerca a la belleza.
o Su fuerte personalidad queda reflejada en la escultura mejor que en
cualquier otro campo. Dota a la escultura de una fuerza y viveza
excepcionales, conseguida a través del dominio de la técnica.
o Sus figuras son grandiosas, verdaderos titanes que contienen una gran
fuerza contenida que surge del interior y aplasta al espectador. Refleja
toda la tensión interna es la terribilitá de Miguel Ángel.
Destacan su “Piedad” obra maestra de equilibrio, y “David” donde refleja al
héroe con fuerza, vigor y tensión en contraste con el modelo delicado del
Quattrocento. Trabaja en “El Mausoleo de Julio II”, un enorme monumento de
mármol con más de cuarenta figuras de tamaño natural que por presiones
políticas quedó reducido a tres figuras entre las que destaca la figura de
Moisés. “El Moisés” es el ejemplo de la terribilitá miguelangesca, de la fuerza
contenida y la grandiosidad. Si Miguel Ángel defiende un único punto de vista
óptimo y frontal para sus obras junto con un solo bloque de origen en el cual
está incluida la obra “per forza di levare” (a fuerza de quitar), los manieristas
como Giambologna o Benvenuto Cellini utilizan diversos bloques, lo que se ha
llamado multifacialidad, es decir, el uso de múltiples puntos de vista óptimos.
IMÁGENES DE REFERENCIA
Esculturas de bronce

“David” (1430-1440). Escultura religiosa. Creado por Donatello en el


periodo Quattrocento. Técnica del vaciado. Esta obra se emplea el
desnudo, el contraposto, naturalismo, realismo, atención por la
figura humana y estudio de la anatomía.

Escultura ecuestre del famoso condotiero Bartolomeo Colleoni.


(1480 y 1488). Hecho por Andrea de Verrochio. Se aprecia una
expresión todo lo contrario a la escultura anterior, un rostro más
severo con más detalles en toda la escultura en sí.
Andrea del verrochio (1435-1488) Broncista postdonatelliano, orfebre y pintor del
siglo XV.

“Perseo y Medusa” (1545). Creado por Benvenuto Cellini (1500-


1571) escultor de la época Cinquecento y Manierista. Escultura
mitológica.
Escultura religiosa

“La Piedad” Composición triangular, de bulto redondo. Hecho con


mármol blanco de carrara. (1498-1499) creado por Miguel Ángel
durante el Cinquecento. Se aprecia por el movimiento, la tensión,
mayor expresividad, perfección, serenidad en el rostro de la virgen,
monumentalidad y terribilitá

Escultura funeraria

Mausoleo de julio II. Composición escultórica y arquitectónica de


Miguel Ángel para el monumento funerario del papa Julio II

(1505-1545)
El Panteón de los hermanos Medici en la Iglesia de San Lorenzo.
Comenzada por Brunelleschi y acabado por Miguel Ángel (1520-
1524). Diseño clásico y monumental con los sepulcros de los dos
hermanos Medici, Juliano y Lorenzo.

Esculturas de relieve

El milagro de la mula, de la serie “Los milagros de san Antonio”, en


el Altar del Santo. Relieve de bronce con el uso de la Técnica
stiacciato creado por Donatello.
“Puertas del paraíso” del Baptisterio de Florencia. Escultor y orfebre
Lorenzo Ghiberti del Quattrocento (1425-1452) hecho con bronce
dorado con técnica vaciado y con los 3 tipos de relieves
representando escenas del antiguo testamento.

PINTURA RENACENTISTA
En aquel tiempo, en las postrimerías del siglo XIII, los pintores superaron el
concepto artístico de la Edad Media y desarrollaron una forma de
representación en perspectiva que caracteriza hasta hoy nuestras costumbres
visuales a la hora de contemplar un cuadro. A medida que crecía el interés del
hombre por el mundo que lo rodeaba, también en la pintura puede observarse
una tendencia que apunta a un realismo hasta entonces inusitado. Esta
concepción nueva se documenta por primera vez en las obras de Giotto di
Bondone.
No era nada corriente encontrar representaciones naturalistas que se
correspondiera con la impresión visual. El mundo divino, tema principal de la
pintura, se entendía como una esfera del más allá, cuya magnificencia y
excelsitud se simbolizaba preferentemente mediante un fondo de oro. La
disposición de los elementos del cuadro debía seguir una perspectiva
jerárquica en la que lo importante se pintaba de gran tamaño y lo secundario,
más pequeño. Giotto abandonó esta forma de representación tradicional e
introdujo un nuevo realismo que captaba al hombre, el espacio y el paisaje de
igual forma. En su "Lamento por Cristo muerto” ya no se estereotipan las figuras
según un modelo tradicional, sino que se representan como seres con rasgos
personales que tienen sentimientos y sufren, y el fondo de oro se sustituye por
un paisaje. Gracias a un primer y segundo plano claramente reconocibles el
fresco adquiere profundidad; la superficie se convierte en espacio. Ahora el
tema se reconoce al momento y quien contempla la obra ya no necesita
recomponer una a una todas las piezas tal como sucedía cuando el pintor se
valía de la perspectiva jerárquica.
Junto a Giotto, otro de los pintores preocupados por captar el realismo en sus
obras fue Ambrogio Lorenzetti, contemporáneo suyo. Con una gran pasión por
el detalle creó una representación de su próspera ciudad natal para el Palazzo
Pubblico de Siena. Aunque el estilo lineal y gráfico de Lorenzetti se diferencia
notablemente de las composiciones monumentales de Giotto, dispuestas en
bloque, se cree que Lorenzetti conocía las reglas fundamentales de Giotto
sobre la representación del espacio. En este fresco la plaza, que se encuentra
en primer plano, se convierte en el escenario, mientras que la arquitectura
gradual y con un considerable nivel de perspectiva otorga a todo el fresco una
profundidad espacial.
La epidemia de peste que tuvo lugar en 1348 y que también acabó con el
esplendor de Siena, se llevó consigo todo el conocimiento de la perspectiva,
que por aquel entonces sólo se transmitía de forma oral. No fue hasta cien años
más tarde en que fue redescubierta por Masaccio y a lo largo de todo el siglo
XV fue investigada matemática y científicamente por los artistas, que la llevaron
a su máximo esplendor.
La técnica de la veladura que Piero había aprendido de los holandeses que
trabajaban en la corte de Urbino, proporcionó a sus cuadros una claridad
luminosa y, por primera vez, el efecto de una luz natural y diurna. Mediante
esta iluminación que capta de igual forma la totalidad de los elementos del
cuadro se funden todas las partes en una composición única.
Piero della Francesca enriqueció la pintura con una nueva dimensión: al
espacio, color y cuerpo añadió la luz como nuevo medio compositivo. Y ya no
pasará mucho tiempo hasta que la pintura relativamente estática del
Quattrocento adquiera el movimiento insospechado del torbellino revoltoso de
los elfos bailarines de Botticelli, con lo que los pintores dominan a la perfección
los cinco elementos más importantes de la pintura: color, espacio,
plasticidad, luz y movimiento.
El fundamento del arte ya no era la coherencia religiosa, aunque los temas
cristianos todavía dominarán por mucho tiempo la pintura, sino que residía
básicamente en las ciencias.
Leonardo desarrolla la técnica del difuminado
Durante su estancia en Milán, Leonardo recibió, además, una abundante
cantidad de encargos para la creación plástica de temas religiosos y bíblicos.
En este período llevó la técnica del difuminado (sfumato en italiano) a su más
alta perfección. El difuminado se alcanza mediante una suave fusión de luces
y sombras; los cuerpos pierden su rigidez y la realidad aparece desvanecida y
esfumada. Todos estos elementos causan numerosos sentimientos al
espectador. La recíproca debilitación de los contornos y la casi total ausencia
de las delimitaciones crean una atmósfera de libre representación pictórica, en
la que el color parece adaptarse a los lugares y objetos; el día y la noche, la
claridad y la oscuridad se convierten en componentes significantes de la
pintura.
La aplicación de un nuevo hallazgo técnico: la perspectiva.
El escultor y constructor de la cúpula de la catedral de Florencia, Filippo
Brunelleschi, se dio cuenta algunos años antes que Alberti de que todas las
líneas paralelas de la naturaleza convergen ante nuestros ojos en un punto
determinado del horizonte. Sobre la base de esta perspectiva lineal, Alberti
desarrolló un concepto que permitía la representación espacial de objetos
tridimensionales sobre una superficie bidimensional y comparó esta superficie
con una "ventana abierta" por la que el pintor mira al mundo. Esta ventana se
interpone entre el ojo y el motivo y recoge los rayos que parten de la naturaleza
y apuntan como una flecha a los ojos del pintor.
Según esta teoría todos los elementos del cuadro se dirigen al punto de fuga.
Alberti calculó las distancias entre las líneas horizontales proporcionalmente a
la reducción de las líneas que convergen en el fondo del cuadro y consiguió
una retícula en la que los objetos se hacen más pequeños conforme aumenta
su distancia. De esta forma se crea un cuadro que se corresponde con nuestra
visión tridimensional. El método perspectivo de distribución del cuadro fija la
vista en un punto y, por lo tanto, se diferencia considerablemente de la
alineación superficial de la perspectiva jerárquica. El artista, que dominaba las
leyes desde la perspectiva central, se presentaba a sí mismo como el
"encargado de ordenar el mundo". En esos momentos la realidad se
comprende intelectualmente y se le otorgaba una nueva configuración sobre la
base de las leyes matemáticas.
La perspectiva es fruto del sentido racional y científico del arte renacentista. Se
recupera así, la importancia del paisaje.
La pintura italiana renacentista participa también de las nuevas ideas. Hay una
vuelta a la cultura clásica, a la búsqueda de la belleza basada en la medida, el
número y la proporción. Se trata de una pintura preocupada por la
representación de la realidad de la naturaleza. Por ello aporta un nuevo sistema
visual: la perspectiva tridimensional, lineal y aérea que hace posible la
representación de lo real en las dos dimensiones. Hay un interés por la
representación naturalista, por la percepción de los volúmenes, así como por
reflejar la psicología de los personajes. La temática es predominantemente
religiosa en los frescos que decoran iglesias y en las tablas de altares y
oratorios, pero se cultivan también temas mitológicos o profanos. La pintura se
practica sobre muro, tabla y lienzo y las técnicas más comunes son el fresco,
el temple y el óleo. Después de Giotto (siglo XIV) hay que esperar hasta el siglo
XV en el Quattrocento para que la pintura se inspire en el mundo clásico, en la
observación de la naturaleza y al estudio de la plasmación de la perspectiva.
Durante algún tiempo, aún predomina un gusto lineal y cromático, un gusto
cortés propio del gótico internacional. Pero pronto se impone una reacción
contra este estilo. Se investiga en la plasmación del movimiento, la anatomía y
el espacio.
LA PINTURA DEL QUATTROCENTO
Son dos conceptos de pintura renacentista que se influyen entre sí. Las
técnicas flamencas nada tienen que ver con las italianas.
A la pintura flamenca se le ha llamado renacimiento nórdico y es una
renovación figurativa y conceptual basada en la observación fiel de la
naturaleza y del hombre. Pero el sistema de visión es aún medieval, se
preocupan por la realidad tangible y material de los objetos despreocupándose
del conjunto y del sistema de perspectiva. En Italia mientras tanto se elaboran
esquemas integrales, ideas y formas, concediendo más importancia al conjunto
que al detalle. Aun así el cambio de la pintura flamenca con respecto al resto
de Europa es fundamental (sólo en pintura porque en lo demás siguen en el
Gótico). Sin embargo lo que estaba sucediendo en Florencia era algo más: era
una auténtica revolución pictórica a todos los niveles.
Sus bases racionales y características son:
o La perspectiva. En un acercamiento a la realidad, el cuadro debe tener
tres dimensiones. Para eso cuentan con las obras de los teóricos. Para
eso los pintores investigan en una tercera dimensión mensurable
(espacios cerrados), no como en los Países Bajos.
o La anatomía. Afán de aproximación al natural pero con unos cánones
de belleza ideal (el arte ahora persigue la belleza). Realismo
(naturalidad, estudio corporal) e idealismo como en la Grecia clásica.
o Los temas: dentro de los religiosos (que todavía siguen siendo la
mayoría) el más habitual es la Sagrada Conversación donde aparece la
Virgen hablando con Santos. En lo profano destaca el retrato, muchas
veces de perfil para eternizar la figura y darle un aire intemporal. También
son frecuentes las alegorías: ideas abstractas representadas como
imágenes. Las alegorías suelen ser paganas con toques mitológicos. En
el siglo XVI la alegoría ya será más religiosa, pero ahora se pretende una
conjunción entre cristianismo y paganismo clásico: ideas cristianas y
fondos con formas y apariencia clásica griega.
o El paisaje llega a convertirse en género independiente conforme avanza
el siglo XV. Observamos como la categoría humana es tratada por el
artista como si se tratara de divinidad. No es que Jesús o la Virgen bajen
a la Tierra para hablar con los hombres, es que son los hombres los que
se elevan en su perfecta idealización hasta tocar el cielo. Por eso los
temas religiosos aparecen como profanos.
o Técnicas: Hasta 1475 no se introduce la técnica del óleo. Hasta
entonces se hacían frescos murales o frescos en caballete o bien en
madera directamente.
o Cada cuadro es un todo y no depende del exterior, por eso
desaparecen los grupos como los retablos. Se tiende a la unidad y
aunque haya varios temas, todos pueden entrar en un mismo cuadro.
o El dibujo es un elemento fundamental ya que de la línea nacen
contornos nítidos y claros aunque a veces esto derive en una apariencia
plana de las formas. La luz es uniforme y a veces sirve para modelar y
para crear espacios aunque hay pintores que sólo buscan los espacios
a través de la perspectiva con líneas de fuga (Ucello), y sus figuras son
planas.
o También la composición preocupa al pintor. El paisaje, sin detallismos,
sirve para encuadrar escenas y darles una dimensión espacial y las
figuras se reparten ordenadamente y con un plan preconcebido.
Principales autores Podemos dividirlos en tres grupos:
o Pintores arcaizantes que siguen la tradición del gótico internacional pero
con evidentes mejoras. Entre ellos destaca Fra. Angélico (1387-1454).
o Pintores de vanguardia e innovadores pertenecientes a la escuela
principal que es la florentina. Entre ellos el más importante es Massaccio
(1400-1428) aunque su producción es poca porque sólo vivió 28 años.
Paolo Ucello (1397-1475) fue discípulo de Guiberti y es el más
comprometido con la renovación espacial. De una segunda generación
son Doménico Ghirlandaio y Sandro Botticelli donde se llega a un
clasicismo idealizado con un manejo perfecto de todas las técnicas.
o Pintores innovadores fuera de la escuela florentina. En Urbino trabaja
Piero della Francesca (1420+1492) y en Padua trabaja Andrea de
Mantegna, quizá el más revolucionario en cuanto a la preocupación de
los escorzos, anatomías en perspectiva y uso de la luz.
PINTURA DEL CINQUECENTO
Encontramos dos tendencias: la clasicista y la manierista. A lo largo de esta
centuria, la pintura evoluciona desde un clasicismo, hacia una pintura más
dinámica y menos monumental, caracterizada por un mayor juego de luces y
sombras y más volumen. La luz adquiere una importancia nueva y con ella las
sombras. El logro de la perspectiva hace que las obras adquieran más
profundidad. Aparecen en el paisaje fondos nebulosos, crepúsculos. La
composición es clara y las figuras se relacionan entre ellas. Se introducen
elementos cotidianos (influencia flamenca).
El lenguaje clásico característico de la primera etapa, se distorsiona y pierde
claridad, entramos así, en el Manierismo. En el siglo XVI destacan pintores de
la talla de Leonardo da Vinci, Rafael y Miguel Ángel.
Leonardo propondrá un nuevo sistema de perspectiva. Para él la perspectiva
lineal da una sensación falsa de la naturaleza y de las cosas. En la naturaleza
todo cambia, todo es fugaz, y se debe reflejar en la obra. La consecuencia es
la perspectiva aérea: perfecciona la perspectiva lineal, representando la
atmósfera que envuelve los objetos, esfumando las líneas convergentes,
eliminando los límites de forma y color, dando una impresión muy real de la
distancia. Es una pintura de aire misterioso, aparentemente inacabada y de
perfiles difuminados (sfumato) que recrea el aire entre los objetos. Desde el
punto de vista estrictamente pictórico la aportación de la nueva perspectiva
supondrá:
o La utilización sistemática del sfumato.
o La difuminación de los colores.
o Variable cromática según se trate de primeros o segundos planos.
o La acumulación de azules en los fondos, consecuencia de la existencia
de aire entre los objetos.
o La utilización de una luz tibia y difusa en sus cuadros, de contrastes
suaves.
Otro pintor que destaca es Rafael. Representa el ideal humanista y se le ha
considerado el mejor ejemplo del equilibrio clásico del Cinquecento: medida,
belleza ideal, de la asimetría axial, de la claridad compositiva y la armonía.
También es un retratista personal e innovador, de gran penetración psicológica.
Entre sus obras destaca “La escuela de Atenas”, “El triunfo de Sacramento” y
“La Transfiguración”.
Miguel Ángel, estudiado ya como arquitecto y escultor también es pintor. Es
ante todo escultor de ahí que en sus obras pictóricas concede especial
importancia al tratamiento anatómico y al volumen. Realiza figuras poderosas
y monumentales, casi siempre en actitudes difíciles y desequilibradas,
remarcando escorzos y movimientos. Su obra principal es la decoración de la
“bóveda de la Capilla Sixtina” donde resume la historia de la Salvación. Divide
la bóveda en compartimentos, utilizando arquitecturas fingidas de las que
parecen flotar las figuras. No hay ni equilibrio ni serenidad. Los cuerpos se
alejan del concepto de belleza clásica. No se trata de representar la belleza de
las formas sino la fuerza que emana de las figuras. El lenguaje, es por tanto,
más manierista que clásico.
Existen dos grupos de artistas del Cinquecento:
Artistas mayores: Leonardo (1452-1519), Rafael (1483-1520) y Miguel Ángel
(1475-1564). De 1495 a 1530 es el periodo del clasicismo italiano, es la cúspide
y los genios en esa época muestran todo lo que se debía mostrar. Es el ideal.
Pintores manieristas: de 1530 al 1600 se da la época llamada de Bajo
Clasicismo o Manierismo, con características propias que definiremos más
adelante. Lo representan los pintores Parmigianino, Antonio Allegri (il Corregio)
y Bronfino.

IMÁGENES DE REFERENCIA
Pintores vanguardistas del Quattrocento

Paolo di Dono/Paolo Uccello (1397-1475)


Tommaso di ser Giovanni di Mone Cassai/ Masaccio (1401-1428)
Pintores innovadores del Quattrocento

Piero di Benedetto de' Franceschi/Piero della Francesca

(1415-1492)

Andrea Mantegna (1431- 1506)


Pintores mayores del Cinquecento

Leonardo da Vinci (1452-1519)


Pintores manieristas del Cinquecento

Antonio Allegri da Correggio (1489-1534)

Girolamo Francesco Maria Mazzola/ Parmigianino (1503-1540)


La Maestà. Pintura al temple sobre tabla (1308 y 1311). Obra
maestra del pintor italiano Duccio del periodo Trecento. Instalada
inicialmente en la catedral de Siena. Esta obra representa, junto con
otras obras más, la jerarquía de los personajes, la falta de
perspectiva, la bidimencionalidad y el fondo de oro.

Giotto di Bondone, Lamento por Cristo muerto (1304-1306).


Técnica Fresco. Capella Scrovegni, Padua. El cuadro dispone
personajes de pie en el suelo y profundo dolor, incluso los
personajes religiosos, sustituye el fondo de oro por un paisaje,
principio de perspectiva, corporeidad e individualidad.
Ambrogio Lorenzetti, Alegorías y efectos del buen y del mal gobierno
en la ciudad y en el campo (1337-1340). Fresco de más de 12 metros de
longitud pintado en el Palazzo Pubblico, Siena. Se alaba las alegorías, los
detalle, armonía en una composición global, el contorno de los edificios
se alinea en un punto de fuga y la reducción proporcional de los
personajes del fondo transmite profundidad al plano.

Monna Lisa (1503-1518) Óleo sobre tabla, 77 x 53 cm. Musée du Louvre,


París. La magia del sfumato, de la luz mortecina sin rigidez ni severidad, el
paisaje de fondo envuelto en neblinas, todos los colores está trabajado a
base de blancos y grises que diluyen las formas e integra a la figura dentro
del paisaje, tonos aterciopelados, medios tonos difuminados. Dependiendo
de las expectativas que cada uno albergue al contemplar el rostro de la
Gioconda le devuelve la mirada.

8. OBRA ARQUITECTONICA.
La Bolsa; Copenhague, Dinamarca.
La historia de la Bolsa de Copenhague
Es un edificio situado en Slotsholmen, en el centro de Copenhague, Dinamarca.
Se construyó entre 1619 y 1640 por orden del monarca Christian IV, es la bolsa
de valores más antigua de Dinamarca, siendo un gran impulsor de la actividad
comercial de la capital danesa. Y en efecto, hasta mediados del siglo XIX el
edificio fue escenario de negociaciones y transacciones comerciales que lo
convirtieron en uno de los ejes fundamentales de la vida económica danesa
hasta que la bolsa fue trasladada a un edificio más moderno.
Actualmente, el lugar alberga la Cámara de Comercio de Copenhague. Cristián
IV tenía la aspiración de convertir a Copenhague en una metrópoli y fortalecer
la posición de la ciudad como centro comercial, para lo que quería una bolsa
de valores junto con la nueva ciudad de comerciantes Christianshavn que
estaba construyendo en el otro lado del puerto. Pidió a Lorentz y Hans van
Steenwinckel el Joven que diseñaran un edificio de estilo renacentista holandés
con 40 pequeños puestos en la planta baja y una gran sala en la planta
superior.

El edificio fue restaurado por Nicolai Eigtved en 1745 y renovado interiormente


en 1855. Albergó la bolsa de Dinamarca hasta 1974. En 1918, unos anarquistas
desempleados atacaron Børsen, evento que pasó a la historia danesa como
"stormen på Børsen" (el asalto de la bolsa), todo debido al gran desempleo
durante la primera guerra mundial, los llamados sindicalistas rompieron con la
política de negociación socialdemócrata y en su lugar agitaron por la
revolución. Bajo el lema "acción directa", brindaron apoyo a los inquilinos que
fueron desalojados de sus casas, sabotearon el reclutamiento de trabajadores
a las naciones beligerantes y organizaron un ataque a la Bolsa de Valores de
Copenhague en febrero de 1918.
"Después de todo, en este momento la Bolsa de Valores era el punto de reunión
de toda la camarilla que se benefició generosamente de la guerra: tiburones
bursátiles, armadores, accionistas, cambistas, etc., y por eso decidimos que un
día después de una reunión irrumpimos en la Bolsa, sacamos de allí a todos
los señores de la Bolsa y colgaría un cartel en la puerta que dijera: "El garito
está cerrado por los desempleados"
Descripción:
El viejo edificio de la bolsa es uno de los más famosos y queridos en
Copenhague; de corte renacentista y ladrillo rojo, su diseño corrió a cargo de
los arquitectos Lorentz y Hans van Steenwinckel.
El estilo empleado para el diseño de la fachada fue el renacentista holandés.
Posee tejados de cobre (idea de Christian IV, según se cuenta) y un salón en
la primera planta donde se celebran actos oficiales y recepciones.
Pero sin duda lo que más llama la atención a cualquiera que contemple este
edificio es su enorme chapitel de color verde jade.

Posee una espiral de colas de dragón con sus casi 55 metros de altura; el
altísimo chapitel del antiguo palacio de la bolsa sobresale en el skyline de
Copenhague.Si te fijas bien, verás que este chapitel está compuesto por cuatro
colas de dragón que se enroscan en forma de espiral: representan a cada uno
de los países nórdicos (Dinamarca, Suecia, Noruega y Finlandia). El capitel es
lo más significativo del antiguo edificio de la bolsa. Además, el capitel está
rematado por varias coronas en la parte más alta, que se eleva en espiral hacia
el cielo y que puede verse casi desde cualquier punto de la ciudad.
Pero el capitel que vemos hoy no es el original, pues tuvo que ser reemplazado
por uno nuevo en el siglo XVIII debido a su mal estado de conservación. No
obstante, desde entonces se ha mantenido en pie (y cuentan algunos daneses
que ha sido gracias a la protección de los dragones).

OBRA ESCULTORICA
“El David” de Miguel Ángel
El David es una escultura de mármol blanco de 5,17 m. de altura realizada por
Miguel Ángel Buonarroti entre 1501 y 1504 por encargo de la Opera del Duomo
de la Catedral de Santa María del Fiore de Florencia. Miguel Ángel concentraba
su atención en el hombre y sus cualidades humanas, esas mismas virtudes
que le permitirían encarar la amenaza de un gigante, la escultura representa al
Rey David bíblico en el momento previo a enfrentarse con Goliat, y fue acogida
como un símbolo de la República de Florencia frente a la hegemonía de sus
derrocados dirigentes, los Médici, y la amenaza de los estados adyacentes,
especialmente los Estados Pontificios.
El David es una de las obras maestras del Renacimiento según la mayoría de
los historiadores, y una de las esculturas más famosas del mundo. Actualmente
se encuentra expuesta en la Galería de la Academia de Florencia, aunque
hasta 1910 estuvo ubicada en la Plaza de la Señoría de la capital toscana;
desde entonces en su lugar se erige una copia de la obra a tamaño real
realizada también en mármol. El bloque de mármol a partir del cual se creó el
David había sido extraído de la cantera de Fantiscritti, en Carrara, y había sido
transportado a Florencia por el mar Mediterráneo y remontando el río Arno
hasta la ciudad. El bloque, de 18 pies de altura y denominado «el gigante»,
había sido dañado por un artista llamado Simone da Fiesole, que lo había
estropeado tratando de esculpir en él. El bloque fue apartado por los
encargados de Santa María del Fiore y abandonado durante años. Tanto
Agostino di Duccio como Antonio Rossellino esculpieron el bloque sin éxito,
abandonándolo con varias fracturas y partes a medio trabajar. Las autoridades
de la Opera del Duomo comenzaron la búsqueda de un escultor que lograra
terminar el trabajo. Varios artistas fueron consultados sobre las posibilidades
de esculpir el David, entre ellos Miguel Ángel.
Tras la expulsión de los Médici de Florencia en 1494, Miguel Ángel se había
visto obligado a volver a la casa de su padre, viajando a Venecia, Bolonia y
Roma. En Roma, el papa Julio II le había encargado la Pietà del Vaticano.
Miguel Ángel no había realizado todavía ninguna obra importante en su ciudad
natal, por lo que tomó una postura agresiva para que le encargasen a él la
escultura del David, lo que generó tensiones con el resto de los escultores
florentinos. El 16 de agosto de 1501, la Opera del Duomo de Florencia encargó
oficialmente la escultura del David a Miguel Ángel, veinticinco años después de
que Rossellino abandonase el trabajo sobre el bloque de mármol. El artista
comenzó a trabajar en la escultura el 13 de septiembre, un mes después de
recibir el encargo, y trabajaría en ella durante dos años.
Tras ver la obra ya terminada, el confaloniero de justicia Piero Soderini decidió
finalmente ubicarla en la Piazza della Signoria, atribuyéndole a la obra un valor
más civil que el religioso original. Miguel Ángel se impuso a una comisión de
artistas célebres florentinos, entre los que se encontraban Andrea della Robbia,
Piero di Cosimo, Pietro Perugino, Leonardo da Vinci, Sandro Botticelli y Cosimo
Rosselli, que pretendían colocar la estatua en la Loggia dei Lanzi. Miguel Ángel
impuso su criterio de colocarla frente al Palazzo Vecchio, aunque esta decisión
dejó al David desprotegido frente a las inclemencias del tiempo. La escultura
fue trasladada desde la Opera del Duomo a la Piazza della Signoria la noche
del 18 de mayo de 1504, y fue alzada y colocada en su emplazamiento
definitivo el 8 de junio del mismo año. Finalmente, el David fue descubierto en
la ciudad de Florencia el 8 de septiembre de 1504.

REPRESENTACIÓN: El héroe hebreo del Antiguo Testamento aparece


representado como un joven atleta desnudo en un clásico contraposto, con
un cuerpo musculoso y con todos sus rasgos anatómicos detalladamente
descritos (venas, tendones, uñas). Su rostro posee una enorme fuerza
expresiva, tenso, con la mirada penetrante y los ojos fijos en la distancia. El
tamaño exagerado de la cabeza y de las manos, así como el excesivo
alargamiento de los brazos responde al interés del artista por destacar las dos
mejores cualidades del hombre: el pensamiento (la cabeza) y la acción (brazos
y manos). La estatua del David fue colocada en la principal plaza de la ciudad
de Florencia como símbolo de esta república y de la defensa de su libertad
frente a sus enemigos externos.

Es una versión muy distinta a las que en ese momento había. Donatello y
Verrocchio mostraban al muchacho, enclenque pero victorioso pisando la
cabeza de su contrincante, en cambio, en la versión de Miguel Ángel, Goliat no
aparece, por lo que se interpreta que aún no ha sido vencido. Él expresa que
David aparece en tensión y preparado para el combate, su cuerpo se
encuentra girado, la pierna izquierda se adelanta a la derecha
El brazo izquierdo se eleva y se curva hasta que la mano casi toca el hombro,
mientras que el brazo derecho se deja caer hasta que la mano toca el muslo,
el torso se curva sutilmente.

La cabeza mira hacia su izquierda, manteniendo los ojos fijos en su objetivo,


con el ceño fruncido. El rostro evidencia esta tensión contenida, gran
concentración y las aletas de la nariz bastante abiertas. El movimiento es
contenido, centrípeto con líneas de fuerza que vuelven al bloque. La mirada
ha sido interpretada en el sentido de que la escultura muestra el momento en
el que David ha tomado la decisión de atacar, pero aún no ha comenzado el
combate.
Otros expertos, como Giuseppe Andreani (director de la Academia de Bellas
Artes de Florencia) opinan, sin embargo, que la escena muestra el momento
inmediatamente posterior al final de la batalla, y que David contempla
tranquilamente su victoria.

TÉCNICA: El trabajo de preparación de la escultura definitiva incluyó bocetos,


dibujos y modelos a pequeña escala de cera o terracota. Miguel Ángel pasó
directamente de estos estudios preliminares al trabajo sobre el mármol, sin
hacer un modelo de yeso a escala real, como hacían otros artistas de la época
como Giambologna. El David fue esculpido mediante cincel desde distintos
puntos de vista, puesto que Miguel Ángel lo diseñó para que fuese admirado
desde cualquier punto de su perímetro, es decir, es una escultura de bulto
redondo, de forma diametralmente opuesta a la manera medieval que diseñaba
las esculturas para ser vistas exclusivamente desde el frente.

OBRA PICTORICA
Tema: Arcángel Rafael y Tobías
(L'arcangelo Raffaele e Tobiolo) composición de Tiziano Vecellio di Gregorio.
En plena "crisis manierista" Tiziano realizó algunos retablos de pequeñas
dimensiones como es el caso de su obra religiosa Arcángel Rafael y Tobías,
es un cuadro realizado en 1511, época del Cinquecento manierista, utilizando
la técnica de óleo sobre tela que se encuentra actualmente en la Galería de la
Academia de Venecia.
En este caso se representa a Tobías como un niño, a diferencia de otras
versiones, como la de Francesco Botticini, que le pinta más desarrollado, ya
adolescente, u otra composición de Tiziano donde inclusive aparece el padre
de Tobías en segundo plano.
A pesar de no ser muy frecuente en su producción, Tiziano sigue el Antiguo
Testamento, precisamente el libro de Tobías donde se narra la historia del
joven hijo de Tobías que es acompañado por el arcángel Rafael en su viaje a
Ragués, donde desposará a Sara. De forma icónica, aparece con bastante
frecuencia en el siglo XV, especialmente en Florencia pero más raramente en
Venecia, se atribuye a menudo al encargo de familias de mercaderes que, con
motivo del primer viaje emprendido por los miembros más jóvenes, invocaban
la protección del arcángel Rafael.
Descripción de la obra.
El gran arcángel conduce de la mano a Tobías, que le mira con ternura mientras
caminan, con el pez (al que los pintores aludían con insistencia por su
significado cristológico) que le identifica como motivo iconográfico. A la
izquierda de los personajes, un pequeño perrito que representa la fidelidad
hacia el hombre, quien los acompaña en el camino. Las figuras de Tobías y el
arcángel están interpretadas de manera monumental, colocadas en primer
plano y recortadas ante el cielo, ocupando la mayor superficie posible de la
tela. Esta monumentalidad está directamente inspirada en Miguel Angel.
Tiziano emplea un toque de pincel denso y compacto, así como una pasta muy
rica, elementos identificativos de esta época final de la década de 1511, al igual
que la tipología del paisaje y la actitud enfática del arcángel. El resultado es
una obra de elevada calidad en la que la luz y el color están ocupando el mayor
protagonismo en los trabajos del maestro.
La pintura pertenece a la primera fase del artista y fue encargada para la iglesia
veneciana de Santa Catalina, sobre un altar dedicado al arcángel Rafael. La
presencia del escudo de armas de la familia Bembo presupone que la pintura
fuera encargada por un familiar del humanista y erudito Pietro Bembo, con que
el artista mantuvo una larga amistad. Esta hipótesis, sin embargo, no se basa
en hechos comprobados.

L'arcangelo Raffaele e Tobiolo (1511)


Pietro Bembo (1470-1547) humanista, filólogo, escritor, poeta y
erudito italiano y el que encargo la obra “arcángel Rafael y Tobías”

L'arcangelo Raffaele e Tobiolo (1547) Óleo sobre lienzo.


Escuela Venecia. Dimensiones 193 x 130 cm. Museo Iglesia de San
Marcial de Venecia. En esta versión se puede observar con más
claridad y en segundo plano al padre de rodillas suplicando que
vuelva su hijo.
Los tres arcángeles y Tobías. Francesco Botticini. Temple sobre
tabla. Dimensiones 135 x 154 cm. Florencia, Galleria degli Uffizi.
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