Está en la página 1de 228

Definir la relación

Matrimonio arreglado
Este Gaiden es un mundo icticio basado en la esencia de obras
existentes. En esta historia paralela, el entorno familiar y la ubicació n
de Ash cambian, y la razó n para conocerlos es diferente, pero el primer
encuentro y otras emociones son generalmente las mismas. Ademá s, es
importante tener en cuenta que Karlyle es alfa, pero está embarazada,
por lo que si no te gusta esto, ten cuidado al ver la abducció n. Es un
mundo diferente al escenario de esta cosmovisió n.
Volver al punto de par da
Ya sabes, Lyle.
Era una noche en que las luces de la ciudad se extendı́an como estrellas
bajo los rascacielos. Las canciones de Julie London estaban sonando en
el restaurante, y los amantes estaban sentados en todas partes
hablando y riendo. Fue una cita casual. Para ser precisos, era una cena
dos dı́as antes del primer aniversario de bodas de Karlyle Frost con Ash
Jones, con quien acababa de hablar.
“¿Nos divorciamos?”
El dedo que solo frotaba la copa de vino se detuvo. Me pregunté qué
habı́a escuchado por un momento. Sin cambiar de expresió n, Karlyle
levantó lentamente la mirada hacia la comida. Sus ojos parpadearon
con una expresió n pá lida e inexpresiva. Incluso despué s de escuchar
algo que no entendió correctamente, el hombre frente a é l tenı́a una
cara amistosa como siempre.
Labios suaves que siempre sonrı́en suavemente, una nariz a ilada, ojos
inamente curvados como un viento fragante, y dos ojos de diferentes
colores por dentro. Con hermosos ojos azules y grises, Ash me estaba
hablando sobre el divorcio. Siendo tan casual, Karlyle pensó por un
momento que estaba escuchando alucinaciones, incluso despué s de que
hubieran pasado unos segundos.
Puede ser.
Estaba en un estado de agotamiento, y eso le di icultaba trabajar. La
razó n por la que regresé de un viaje de negocios a toda prisa fue porque
no me sentı́a bien. Ası́ que no habı́a posibilidad de escuchar
alucinaciones. Oh, ahora que lo pienso, originalmente iba a decirle a
Ash sobre esto. No por el momento… … .
El interior de mi oı́do se sintió tapado por un momento y mi tinnitus
sonó . Despué s de un momento de sobresalto por la sensació n de estar
aislada de todo ruido, Karlyle recobró el sentido de inmediato. Tuve que
responder. Ash ya ha esperado unos segundos.
“… … ¿Dijiste divorcio?
La voz inquisitiva era demasiado contundente, y las palabras de Karlyle
sonaron má s a con irmació n que a sorpresa. Combinado con una cara
frı́a que no mostraba signos de rezumar emoció n, parecı́a realmente
impasible.
Ante la respuesta de Karlyle, Ash levantó lentamente la barbilla. Las
largas pestañ as se levantaron lentamente. Los dos ojos de diferentes
colores miraron a Karlyle durante mucho tiempo como si estuvieran
examinando algo en silencio. Como alguien que busca pruebas, o
alguien que quiere algo. En el momento en que tuve la extrañ a ilusió n
de que una mirada triste pasaba por mis ojos, Ash abrió la boca.
“Sı́, divorcio”.
Esta vez, Ash habló con claridad y calma para que no pudiera pensar en
ello como una alucinació n auditiva. El hombre que pronunció las
palabras crueles con voz cariñ osa pronto sonrió levemente. Su sonrisa
habitual era suave, parecida a la personalidad de Ash. Las sonrisas a las
que me he acostumbrado durante el añ o pasado siempre me dieron un
sentimiento amistoso, pero me duele verlos reı́r hoy.
Llamado divorcio.
Karlyle contuvo la respiració n. Sin emitir un sonido, cerró la boca, miró
directamente a Ash y bajó la mirada. Por alguna razó n, sentı́ que mis
labios estaban a punto de colapsar. No deberı́a haberle ocurrido a
Karlyle romperse la cara en pú blico, ası́ que deliberadamente bajó la
mirada hacia la comida. Cabeza ligeramente inclinada. El endureció sus
labios con fuerza.
La comida apenas tocada apareció a la vista. Fue algo raro. Karlyle dijo
que habı́a una razó n por la que no podı́an comer, pero por lo general
tienden a dejar una comida. Deberı́a haberlo sabido de inmediato.
Entonces, de repente, pensé que aunque lo notara primero, nada
cambiarı́a. Probablemente nada ha cambiado má s que escuchar lo que
acabas de escuchar má s rá pido que ahora. El hecho de que Ash
mencionara esa palabra en primer lugar signi ica que tomó una
decisió n.
Tan pronto como me di cuenta de eso, mi pecho se apretó de repente. Se
siente como si sus costillas estuvieran tensas y sus mú sculos se
estuvieran tensando. Fue tan doloroso y rı́gido que soporté el sonido
casi instantá neo. Tan pronto como se dio cuenta de que Ash estaba
pensando en divorciarse, sintió un hormigueo bajo los pies.
¿por qué ?
¿No estuvo todo bien? Aunque ligado a la promesa esté ril de un
matrimonio arreglado, despué s de muchos giros y vueltas, se llegó a un
acuerdo y el matrimonio fue un é xito. No ha habido enemistad entre
ellos en el ú ltimo añ o. Ash siempre ha sido amable y a Karlyle le
encantaba estar ası́ con ella. Me tomó un tiempo sentirme incó modo
acerca de casarme con Alpha, pero pronto me acostumbré y pensé que
valı́a la pena vivir.
Por supuesto, no estuvo exento de problemas. La libé lula… … No fue
fá cil para Karlyle aceptar. Alpha, que en primer lugar solo habı́a tenido
una relació n con Omega, forjó una relació n de una manera diferente,
incluso ahora, era algo a lo que no podı́a adaptarse por completo.
Serı́a má s exacto decir que fue difı́cil acostumbrarse porque era extrañ o
en lugar de desagradable. No es que Ash fuera malo. Ash fue lo
su icientemente há bil como para confundir a Karlyle. ¿Puedo sentir
estas cosas, mezclar tanto mi cuerpo, cosas ası́… … .
“¿Lyle?”
Fue Ash quien trajo a Karlyle, erosionado por la avalancha de
pensamientos, de vuelta a la realidad. Karlyle se despertó con el apodo
que solo llamó Ashman. Karlyle apretó los puñ os debajo de la mesa ante
una llamada innecesariamente amistosa. Una imagen en el interior de
la ropa exterior del traje presionaba fuertemente mi pecho.
“Lo siento. Lo pensé por un momento.”
Karlyle se disculpó corté smente. Al contrario de sus puñ os cerrados, su
voz era demasiado frı́a, lo que hacı́a que Karlyle pareciera un hombre
que no sentı́a agitació n. Ash, que habı́a estado mirando ijamente a
Karlyle de esa manera, abrió lentamente los labios.
“¿Qué es?”
Ash tenı́a una mirada extrañ a. Una cierta sensació n de dé jà vu que
habı́a sentido antes me invadió de nuevo. Ash parecı́a como si Karlyle
quisiera una respuesta. No es difı́cil leer los colores. La negociació n era
lo que mejor se le daba a Karlyle Frost.
Sin embargo, no podı́a leer tanto como pensaba Ash. Ash siempre ha
sido ası́. El alma de Karlyle era diferente a las que habı́a visto en su vida,
y no podı́a atreverse a interpretarlo.
… … Está bien, negociemos.
Karlyle pensó eso. Ante la pregunta de Ash, respiró hondo. Solo tienes
que averiguar qué quiere Ash. El interrogatorio directo no era el
favorito de Karlyle. Fue porque los nobles consideraban tonta la forma
directa de hablar. Pero ahora no habı́a manera.
“¿Te faltó algo, Ash?”
Karlyle preguntó eso primero. Ash sonrió inexplicablemente y negó con
la cabeza.
“no.”
“Si cometı́ un error, por favor dı́melo. Si hay una acció n que le gustarı́a
corregir, o si hay un problema de discusió n que le gustarı́a corregir, no
dude en hablarlo tambié n. Puedo encajarlo. Ası́ que divorcio… … .”
Karlyle vaciló . Cuando la palabra divorcio salió de su boca, se le
atragantó la garganta. Continuó hablando de nuevo, tratando de evitar
que su voz temblara desagradablemente.
“Si te divorcias, los adultos se sentirá n muy decepcionados”.
Primero se abordaron cuestiones prá cticas. Los matrimonios
arreglados rara vez conducen a la ruptura. Es una promesa entre
familias, y hay bene icios mutuos, por lo que era normal mantenerla a
menos que la falla unilateral de un lado fuera demasiado grande. No,
incluso si hubo un error, era normal preguntar al respecto y seguir
adelante.
Ash sonrió lentamente ante las palabras de Karlyle. Ash volvió a
preguntar con ojos que parecı́an preocupados y decepcionados.
“… … ¿Fue eso lo primero que le vino a la mente a Lyle?
Ash ha estado haciendo preguntas desde antes. Ahora que lo pienso,
siempre ha sido ası́. Excepto cuando es hora de dejarlo en claro, Ash
suele preguntarle a Karlyle qué piensa. Lo que te gusta, lo que está s
pensando, lo que quieres hacer, cosas tan triviales e insigni icantes.
Karlyle pensó por un momento en la pregunta de Ash. ¿Qué fue lo
primero que se te vino a la mente? Miré hacia atrá s en el pasado
momentá neo y miré hacia atrá s en mis pensamientos. Pero su mente
divagaba tan lentamente que no pudo pensar en nada má s de
inmediato.
“Sı́.”
“¿Algo má s? La idea de no querer separarse… … .”
Ash extendió su mano que habı́a estado sobre la mesa. Miré la mano
que se extendı́a hacia mı́ como para sostenerla. Lo primero que no
pensó fue en hablar de divorcio, y este hombre le rogaba que le tomara
la mano como si buscara cariñ o. Al igual que el dı́a que tomaste mi
mano por primera vez.
“¿No es ası́?”
Estaba confundido por las palabras que se dijeron hasta el punto de la
seriedad. Karlyle miró a Ashe con incredulidad. No podı́a averiguar lo
que querı́a. Ashe era la mayor maravilla de Karlyle.
“por supuesto… … No quiero divorciarme”.
“¿por qué ?”
Ash preguntó rá pidamente. Karlyle se humedeció los labios y dijo lo
que tenı́a que decir.
“No es algo bueno para mirar. Es un matrimonio con mucho en juego.
Incluso cuando nos conocimos, lo hablamos entre nosotros. ¿Habı́a algo
que le faltaba explicació n? Que no… … .”
Las preocupaciones que habı́an persistido en la mente de Karlyle
durante todo el añ o estaban vacilando y hablando.
“¿Sigues interesado en que yo sea un alpino?”
Ash miró hacia abajo por un momento con su propia mano, que Karlyle
no contuvo. Sacudió la cabeza mientras miraba el dorso de su mano.
“¿Es posible? No hay forma de que pueda odiar a Lyle. Lo dejé claro
cuando te propuse matrimonio. No me importa que seas alpino”.
Entonces no entendı́ má s.
“¿Entonces cuá l es el problema?”
“El problema es que Lyle me gusta demasiado”.
“Está s hablando de algo que no entiendes”.
Ash lo miró a los ojos lentamente. El rostro que recuperó la sonrisa era
el mismo de siempre, pero habı́a una leve tristeza.
“Cuando hablé de divorciarme, lo primero que me vino a la mente fue
que nunca te volverı́a a ver”.
Me quedé sin palabras por un momento. Sentı́ que me enfrentaba a una
di icultad irresoluble.
“A diferencia de Lyle, tenı́a otras cosas en mente”.
La mano que habı́a estado extendié ndose para agarrarlo retrocedió
lentamente. Poniendo sus manos debajo de la mesa, Ash se recostó
holgadamente en la silla. Una cara sonriente apareció en problemas.
“Entonces sı́.”
La autoayuda de Ash continuó .
“Pensé que podrı́a hacerlo… … No creo que lo haga.
Ash continuó , acariciando su frente con su gran mano.
“No puedo vivir con alguien que no me ama”.
Un pesado silencio descendió . Solo el ruido a su alrededor se instaló
entre ellos, y ninguna palabra salió de sus bocas. Parpadeé . Mi pecho se
ha tapado. Como una resaca Pero no pude averiguar la causa. ¿Es
porque no me siento bien? Nunca he oı́do que efectos secundarios
como este aparezcan en el cuerpo cuando está s en una situació n como
esta… … .
Karlyle, sin saberlo, puso su mano en el bote. Una mano larga y pá lida
tocó suavemente mi estó mago irme. Mientras tanto, Ash rompió el
silencio.
“Lo siento.”
Frotá ndose el estó mago, Karlyle miró a Ash en silencio. Tenı́a algo que
decir, pero se me quedó atascado en la punta de la garganta y no salió .
Fue frustrante, pero no pude averiguar la causa. Las palabras que Ash
acaba de escupir, ‘Vivo con alguien a quien no amo’, circularon por mi
cabeza. Cuanto má s se repetı́an sus palabras en su estó mago, má s se
hinchaba su estó mago. Habı́a una extrañ a sensació n de as ixia.
“Pensé que podrı́a mejorar. Pero cada vez que veo a Lyle soportarlo en
mi vida… … .”
La sonrisa se desvaneció lentamente del rostro de Ash. Se frotó la frente
con una expresió n cansada en su rostro e inmediatamente enterró su
rostro entre sus manos.
“Estaba todo dolorido”.
Karlyle se apresuró a negarlo ante el sonido de su voz doliendo como si
hubiera sido herida.
“No es ası́.”
Ash bajó la mano. Los ojos cansados miraron a Karlyle.
“¿En realidad?”
“Sı́.”
“Entonces, ¿está s bien conmigo?”
Karlyle vaciló . Si me preguntas si está bien… … .
“No me gusta”.
Nunca he tenido a nadie tan cerca de mı́, ası́ que no hay nada con lo que
comparar. Pero estaba claro que Ash estaba má s có modo que mis
padres y mi familia. Pero bueno era un sentimiento que Karlyle nunca
habı́a sentido exactamente.
No puedo mentir, ası́ que Karlyle expresó mis sentimientos con mayor
precisió n en palabras. Ash tenı́a una cara infantil. Con una expresió n
repetida de expectativa y decepció n, volvió a preguntar.
“¿Tienes una relació n conmigo? ¿me gusta?”
“ese… … .”
Cerré la boca ante la delicada historia. Dijo la intuició n. Al menos para
esta pregunta, tenı́a que decir que está bien mezclar algunas mentiras.
¿no te gusta? No, no es. Pero no podrı́a decirlo con certeza.
Dormir con Ash era extrañ o, incó modo y extrañ o, como si llevara ropa
que no le quedaba bien. No, si me preguntas, el placer está excluido,
pero Karlyle no querı́a admitir que sentı́ placer por tal acto.
Ash sonrió como si hubiera leı́do la respuesta por vacilació n. Parecı́a
que estaba bien y susurró suavemente.
“Lyle es una buena persona. No soy el tipo de persona que pasa el resto
de su vida atado a un matrimonio infeliz. ¿Eso es todo? Es tan genial
que ni siquiera se puede comparar conmigo. Es demasiado para un
medio noble y alfa que ni siquiera me ayuda.
Nunca lo habı́a pensado de esa manera. Ashe fue la ú nica que me trató
ası́, por lo que Karlyle no podı́a relacionarse con su descuido.
Todavı́a recuerdo lo que dijo mi abuelo el dı́a que se decidió mi pareja.
Decir que es una exageració n para mı́. Ası́ es. Para Karlyle, Ash era
demasiado para desbordarse.
“Nunca lo pensé de esa manera”.
Mientras endurecı́a su rostro y lo negaba, Ash asintió .
“sé . Lyle no lo cree ası́. Pero no eres feliz. No hay nada que pueda darte.
“Ya me has dado mucho”.
“¿Qué es?”
De nuevo Ash se quedó sin habla.
“Estamos en una balanza desequilibrada. Lyle no está tan feliz como yo
con ella, ¿có mo es esto justo? Por eso no puedo hacerlo”.
“Ash.”
El cerebro, que solı́a hacer juicios ló gicos y cı́nicos, hoy no hizo su
trabajo. Pensé que tenı́a que detenerlo, y tambié n sentı́ disgusto, pero
fue difı́cil encontrar palabras para convencer a Ash.
“El matrimonio es una realidad. Entonces, no puedes ser feliz como una
pelı́cula. Estoy completamente satisfecho con mi relació n con usted y
no he tenido ningú n problema. Entre los formados a travé s del
matrimonio concertado, es difı́cil encontrar una relació n que sea tan
luida como la mı́a y la tuya. Estoy bien con esta relació n”.
“¿Puedes vivir tu vida ası́?”
Ash frunció el ceñ o con tristeza.
“¿Hay algú n signi icado para tal matrimonio?”
“No sabı́as que este matrimonio no era tan romá ntico”.
“Querı́a hacerlo de esa manera, yo”.
Ash empujó gradualmente la parte superior de su cuerpo hacia atrá s. La
persona que siempre es lo primero.
“Eso pensé cuando te propuse matrimonio. Deberı́amos tratar de ser
felices. Porque me gustaba Lyle. Soy… … .”
Ash se mordió el labio y bajó los ojos. Un pesado suspiro resonó en voz
muy baja.
“Basta, nosotros”.
Ash puso in a su relació n. Karlyle apenas sacudió la cabeza ante la frase
que caı́a ante sus ojos.
“No quiero”.
Hana Ash parecı́a haberse decidido. Ash, que habı́a aceptado la petició n
de Karlyle sin negarse, no cedió tanto como hoy.
“Dejaré las relaciones y sociedades establecidas por el matrimonio,
Lyle. El divorcio no interrumpirá las interacciones familiares. Tambié n
le diré a Marquis Frost. Ni mis conexiones personales ni mi relació n con
Philip o el marqué s Gordon cambiará n. Entonces Lyle no perderá nada.
A este ritmo, lo que obtuviste de mı́ es lo mismo, y será de alguna
ayuda… … .”
La silla de Ash fue empujada lentamente hacia atrá s.
“Entonces Lyle podrá casarse en condiciones mucho mejores. No es un
matrimonio que no puede tener hijos, es un matrimonio que se
considera normal en la sociedad aristocrá tica”.
Las palabras de Ash contenı́an lo que habı́an pasado durante el ú ltimo
añ o. El matrimonio arreglado es la condició n má s importante, pero
Karlyle escuchó hablar mucho sobre su matrimonio con Alpha. La
utilidad de Ash, el hecho de que la persona con la que se casó sea medio
aristó crata, y que sea una pareja anormal que no puede tener hijos… …
Se habló mucho.
Ash siempre parecı́a reacio y ni siquiera parecı́a importarle, pero
parece haber estado escuchando al inal. Aú n ası́, fue mi propio error
pensar que habı́a aprendido un poco sobre Ashe en el transcurso de un
añ o. Ash no estaba bien.
“Esto es lo que querı́a hacer. Lo siento, el aniversario de bodas está a la
vuelta de la esquina… … .”
La voz de Ash parecı́a estar genuinamente angustiada. Al ver al hombre
arqueando las cejas y disculpá ndose, Karlyle movió el dedo que se
habı́a puesto sobre el estó mago antes.
Yo tambié n tenı́a algo que decir.
“No má s.”
Decir que algo que te preocupa se ha solucionado… … .
“Lo siento mucho.”
No pude hablar con el hombre que dijo que no podı́a soportarlo. Mi
estó mago palpitó . Ash cerró la boca como si hubiera terminado de decir
lo que tenı́a que decir. Miré a Ash, que permaneció en silencio durante
mucho tiempo, sin señ ales de romper el silencio. El impulso aumentó y
luego disminuyó una y otra vez. Llegué a una conclusió n despué s de
repetir una pelea entre cierta emoció n y razó n que no sabı́a que estaba
dentro.
No hay nada realmente malo con las palabras de Ash.
Lo que el abuelo querı́a era la riqueza del abuelo materno de Ash Jones
y las conexiones que Ash tenı́a. Será etiquetado como divorciado, pero
no es má s que un escá ndalo que Alpha y Alpha se hayan casado.
Ademá s, como dijo Ash, si la relació n no era positiva para el otro, no
habı́a razó n para mantenerla. Ash dijo que no me siento feliz, y eso
pareció molestarla… … .
Serı́a correcto seguir
“bien.”
Karlyle asintió en voz baja y apagada.
“Entiendo lo que dices. Si eso es lo que Ash quiere… … .”
Volvió la mirada por la ventana. La vista nocturna, que parecı́a brillante
antes de venir aquı́, ahora hace que mi corazó n se sienta vacı́o. A
primera vista, el rostro re lejado en la ventana de vidrio transparente
estaba pá lido.
“Te seguiré .”
Y cuando vi a Ash junto a mi imagen dé bilmente condensada en el
cristal de la ventana, algo se apresuró .
“Lo siento, pero levanté monos primero. Yo haré los cá lculos.
Las cosas que habı́an tocado mi compostura poco a poco desde hace un
tiempo me carcomieron gradualmente. Karlyle se levantó de su asiento,
pensando que su expresió n se alterarı́a si se quedaba ası́. Sé que es un
movimiento de mente estrecha, pero fue difı́cil estar en esta posició n.
Ash se estremeció como si fuera a agarrar a Karlyle, pero luego se
detuvo. Pude ver la culpa de no saber qué hacer con la cara de Ashe. Eso
serı́a correcto. Simplemente llegaron a su in a petició n de Ash.
Metı́ la mano dentro del traje y saqué mi billetera. En la punta de mi
dedo habı́a una foto que habı́a juntado con mi billetera. Para negar que
sintió el toque, Karlyle sacó su billetera con un movimiento frı́o y dejó
el billete de una libra que habı́a atrapado. Despué s de arreglar varios
billetes de 50 libras esterlinas, Karlyle se dio la vuelta sin mirar a Ash a
los ojos.
Ash tampoco lo atrapó .
Salimos primero del restaurante. Al pasar junto a mesas llenas de gente
que reı́a y charlaba, salió al pasillo. Dirigié ndose directamente al
ascensor, Karlyle se dio la vuelta por si acaso se encontraba con Ash.
Tan pronto como entré al bañ o, salió arcilla. Parece que todo lo que
estuvo bien todo el tiempo surgió tan pronto como se alivió la tensió n.
Se olvidó de su cara y fue directamente al compartimento visible.
Luego, calmó a la fuerza la cerá mica gorgoteante. Karlyle trató de
contenerse, respiró hondo y se lavó la cara para secarla. Mi estó mago
estaba revuelto, y mi cabeza estaba mareada.
Recordé lo que habı́a dicho Luther, el mé dico.
‘No puedo creerlo, pero sorprendentemente, es la sexta semana. Quizá s
este milagro sucedió porque heredó la sangre de la joven.
Antes de ir a ver a Ash, Karlyle se encontró con un resultado inesperado
en su hospital.
‘A partir de ahora, por supuesto, debes dejar de beber y tratar de evitar
el estré s tanto como sea posible. Es extremadamente raro que una alfa
quede embarazada, por lo que debes tener mucho cuidado. Hay una
probabilidad muy alta de aborto espontá neo, maestro. Incluso el má s
mı́nimo error podrı́a provocar un aborto espontá neo.
Tartamudeó y bajó la mano. El vientre irme y plano solo sintió los
mú sculos abdominales bien establecidos, pero no sintió el nacimiento
de la vida en é l. Tal vez ya esté muerto. En esta situació n, podrı́a ser
mejor, pero las otras palabras de Luther golpearon sus oı́dos
nuevamente.
El señ or Jones debe estar muy contento.
Yo no negué eso. Ni siquiera podı́a imaginar có mo reaccionarı́a Ash,
pero tambié n pensé que no lo odiarı́a. Se sintió extrañ o para Alpha
concebir en sı́ mismo, pero fue una leve alegrı́a que precedió a la rareza.
Sentı́ que podı́a completar algo que nunca podrı́a completarse en su
relació n.
Karlyle se quedó inexpresiva y abrazó su estó mago. Como estaba en un
espacio donde nadie me miraba, mis pensamientos luı́an lentamente
uno tras otro. La historia de la que iba a hablar hoy cruzó por mi mente.
Es absurdo, pero… … Tú y mi hijo nacen.
Supongo que eso es lo que estaba tratando de decir. Mirando al aire
como si estuviera frené tico, lentamente metió su mano dentro del traje
donde estaba la billetera. Luego habı́a un trozo de papel para sujetar
con la punta de los dedos. Agarré el extremo del papel con mis dedos
ı́ndice y medio y lo saqué . Salió una foto en blanco y negro que cabe en
la palma de la mano.
No puedo creerlo, pero parece una coincidencia. Me gustarı́a darte un
nombre si te parece bien. Si crees que es prematuro, el nombre
tampoco estarı́a mal. Tu nombre te queda bien. Porque Ash tiene
mucho má s talento que yo. El gé nero aú n no se sabe, pero serı́a bueno
verte cuando quieras. ¿Es raro? Yo tampoco lo esperaba. Aunque no lo
odio.
En el centro de la foto, con la fecha y el nombre, habı́a una forma tenue,
capturada por ultrasonido. Era difı́cil creer que algo que parecı́a un
pequeñ o bulto, tal vez incluso un tumor, se convertirı́a en su hijo. La
mirada de Karlyle, que habı́a estado mirando ijamente la foto, se movió
hacia arriba con la fecha y el nombre escritos en ella. Luego, con la
punta de la lengua, gritó el nombre sin hacer ruido.
Ash Frost.

.
Superpuesto a la foto de hace un añ o, cuando dio vida a un hombre que
una vez se hizo llamar Ash Jones.
Era inales de la primavera. Que conocı́ a un hombre
Semana 1
“La pareja de matrimonio ha sido decidida”.
Las primeras palabras que Karlyle Frost escuchó nada má s llegar a la
mansió n fueron: Fue bastante vulgar para las primeras palabras que le
dijo a su nieto, quien habı́a llegado a Londres desde Qatar en ocho
horas. Karlyle, que estaba a punto de abrir la puerta y saludarla
despué s de un cuidadoso golpe, cerró la boca. La fatiga que se habı́a
acumulado todo el camino hasta este punto se deslizó por la parte
posterior de mi cuello.
“¿Có mo está s, abuelo?”
Ignorando las emociones de cansancio que subı́an por la nuca, Karlyle
los saludó . El abuelo inalmente captó su mirada en la voz tranquila y
formal. Ni una sola expresió n vino a la mente en la cara seca. A pesar de
que parecı́a familiar, su cuello estaba especialmente cerrado hoy. Tal vez
sea por lo que acabas de escuchar.
… … Se dice que se ha decidido una novia.
Karlyle meditó la frase para sus adentros. Era algo para lo que me habı́a
estado preparando toda mi vida mientras crecı́a como miembro de la
familia Marquis Marquis Frost, y pensé que se decidirı́a un oponente
cada vez que lo necesitara, pero se sentı́a extrañ o cuando se trataba de
la realidad. Serı́a una expresió n precisa decir que no se siente real.
Por un momento me pregunté quié n era, y luego me di cuenta de que
no importaba. ¿No eligió mi abuelo lo que querı́a que yo hiciera? Debe
ser un omega de la familia noble que ayude a la familia a revitalizarse.
Podrı́a ser alguien que conociste en una reunió n social, o podrı́a ser
alguien de quien escuchaste.
Tal vez se habı́a dado cuenta de los pensamientos de Carlisle, el abuelo
no respondió a los saludos y fue directo al grano. Miró a Karlyle antes
de abrir la boca.
“Es demasiado para ti”.
Karlyle bajó la cabeza sin expresió n ante la expresió n de un oponente
inmerecido. Si tu abuelo lo hiciera, tambié n lo serı́a. No, por supuesto
que lo fue. Karlyle Frost no era un gran yerno en el mundo social.
Nacido como nieto de su abuelo Arthur Frost, Karlyle en sı́ era
insigni icante, excepto por las ventajas de ser hijo de una marquesa y el
negocio de sus padres. Eso es porque es só lo alfa.
El alfa dominante, que se dice que es solo el 1% del mundo, apareció
principalmente en la sangre de los aristó cratas en Inglaterra, y por esta
razó n, fue considerado como un rasgo natural entre los aristó cratas
britá nicos. El alfa dominante, incomparablemente superior al alfa
general en todos los sentidos, era una existencia esencial para el
renacimiento de la familia, y los nobles valoraban mantener ese linaje.
Puede sonar extrañ o en la era moderna donde la jerarquı́a ha
desaparecido, pero aquı́ en Inglaterra era normal. Al menos en el
mundo de Karlyle.
Debido a esta obsesió n por el linaje, los matrimonios de los nobles se
centraron en conversaciones de matrimonio que podrı́an dar a luz a un
alfa dominante. Un buen compañ ero de matrimonio es Una familia con
un alfa dominante, y una familia prestigiosa que dio a luz a un alfa
dominante de generació n en generació n.
El propio abuelo Arthur Frost revivió a la familia como el alfa
dominante, pero la ú nica hija de su esposa era un alfa. En tal tema,
conoció y se casó con un Alfa plebeyo, que ni siquiera era un Omega,
por lo que parece que su abuelo pensó que el Marqué s de Frost caerı́a
ası́.
Entonces mi madre quedó embarazada. Esto tambié n era muy inusual,
junto con los matrimonios alfa a alfa, porque en general, los alfas,
independientemente del gé nero, no quedan embarazadas. Es probable
que sea posible, pero era tan raro que el embarazo de la madre se
convirtió en tema de discusió n.
Los cı́rculos sociales conservadores murmuraron sobre esto. El abuelo
sobrevivió a la vergü enza con una ú nica expectativa del cará cter de
Karlyle. Sin embargo, desafortunadamente, Karlyle nació como un alfa
comú n, por lo que era natural que su abuelo estuviera indignado por
eso.
Afortunadamente, mi querido hermano menor y segundo hijo, Kyle,
nació como un alfa dominante, por lo que la ira hacia sus padres se
habı́a desvanecido, pero eso no cambió sus valores. Es el hijo mayor,
pero ni siquiera puede dirigir a la familia. Ese era Karlyle Frost.
“… … gracias.”
Karlyle abrió la boca y expresó su gratitud. Frente a mi abuelo, que no
era nadie má s, me sentı́ expuesta al suelo, viendo mi miseria
objetivamente. Una sensació n de asombro creció bajo mis pies.
“Puedo preguntarte quié n eres, abuelo”.
El abuelo guardó silencio por un momento ante la pregunta de Karlyle.
A pesar de que habı́an pasado muchos añ os, una feromona
desalentadora luı́a de su abuelo, que seguı́a siendo el mismo que un
hombre de mediana edad corregido. Era algo que Karlyle habı́a
aprendido a leer en las caras de las personas durante mucho tiempo, y
no le resultó difı́cil sentir que su abuelo estaba ofendido. Tenı́a una
prometida inmerecida, pero no sabı́a por qué .
“Sabes que te has estado preparando para hoy”.
La voz de mi abuelo salió despué s del silencio. Karlyle estaba
desconcertado por eso, pero internamente lo a irmó . Por supuesto que
es un hecho conocido. Por temor a conocer a alguien que no fuera
aristocrá tico como su madre, Karlyle tenı́a un control estricto sobre sus
relaciones. Las interacciones se hacı́an ú nicamente con los hijos de la
nobleza o los de los rangos má s altos. Durante el perı́odo de celo, tuvo
una relació n con el omega pasajero que su abuelo le habı́a asignado, y
no hubo repetició n de eso para evitar sentimientos innecesarios.
“Sı́.”
“Entonces, debes tratar de asegurarte de que no haya algo tan
desafortunado como la ruptura de un matrimonio”.
“Lo tendré en cuenta.”
El abuelo enfatizó algo una y otra vez, como si lo instara, luego frunció
el ceñ o ante la respuesta de Karlyle y volvió su mirada hacia el
escritorio. El abuelo presionó el papeleo en el escritorio con su dedo
ı́ndice y lo giró hacia Karlyle.
“La historia de la familia ha terminado, pero dependiendo de lo que
hagas, el matrimonio sucederá ”.
Era una palabra signi icativa. Por lo general, si la historia ha terminado
entre las familias, las partes del matrimonio no tienen otra opció n. Era
extrañ o que el matrimonio se decidiera por las acciones de las partes
involucradas.
Karlyle se acercó lentamente a su abuelo. El sonido de los zapatos
resonando fuertemente resonó en el suelo de madera. Unos pasos
pesados se detuvieron frente al escritorio, y alargó la mano y recogió
los papeles.
Lo primero que vio fue su nombre. Ash Jones. ¿Habı́a un noble llamado
Jones? Recordé los apellidos de los nobles que estaban memorizando
todo, pero nada coincidı́a. En una situació n completamente
desconocida, Karlyle incluso leyó los documentos. Lo siguiente a
considerar fue la edad y la personalidad. 33 añ os, Alfa.
… … ¿Alfa?
La mano que sostenı́a elegantemente el papel rá pidamente ganó fuerza.
La parte que sostenı́a se arrugó y la feromona se volvió aguda
momentá neamente. Sin darme cuenta, dejé el papeleo por un momento
e hice contacto visual con mi abuelo. Como era de esperar, estaba
mirando a Karlyle con una expresió n inexpresiva.
Aunque tenı́a ojos grises como los mı́os, la mirada de su abuelo era má s
frı́a que la de Karlyle. Ante una cara frı́a, Karlyle sabı́a lo que tenı́a que
hacer. Supongo que eso signi ica leerlo.
Mis manos estaban frı́as. Obligando a su mirada a volverse, Karlyle
volvió a leer el texto escrito sobre la otra persona. Ocupació n:
Diseñ ador, persona experimentada que trabaja en un gran estudio en
Londres. Despué s de hojear los premios y trabajos, Karlyle saltó a la
historia de su familia. Despué s de leer la historia familiar de inmediato,
llegué a una conclusió n.
Ash Jones era medio aristó crata.
Su apellido es Jones porque su padre es una persona comú n, pero su
madre fallecida era sangre colateral del Marqué s de Winchester. El
nombre era inaudito en los cı́rculos sociales porque estaba mezclado
con sangre francesa y vivı́a allı́. Sus abuelos maternos tenı́an bastantes
propiedades en Marsella y Parı́s y dirigı́an una empresa de joyerı́a.
Pero Karlyle Frost no estaba en una familia lo su icientemente grande
como para casarse. Má s aú n si es contra un alfa en lugar de un omega.
En el momento en que me di cuenta, la vergü enza cruzó por mi mente.
Karlyle siempre estuvo ausente a los ojos de mi abuelo, pero me
preguntaba si no era lo su icientemente bueno para ser tratado ası́. Una
cierta emoció n que habı́a sido olvidada surgió de repente. El tiempo
pasado, en el que vivı́ ferozmente para evitar convertirme en un
miembro de la familia, pasó por mi mente.
Se quedó despierto toda la noche para aprender todo para no quedarse
atrá s de ninguna manera entre los alfas dominantes. Aprendı́ todo lo
que mi abuelo querı́a para que no le faltara nada, y afortunadamente
tenı́a tanto cerebro, ası́ que no hubo retroceso en su aprendizaje.
Aprendı́ el negocio de mi padre desde una edad temprana y querı́a
ayudar, y nunca me sentı́ enferma aunque estaba enferma porque mi
madre querı́a que mi abuelo la reprendiera por no ser su iciente.
Aú n ası́, las de iciencias innatas eran inevitables.
“Mi padre era muy codicioso al entrar en la mansió n de un noble como
yerno. Solo nacieron dos niñ os alfa, y pidieron una charla de
matrimonio mientras citaban la historia de sus antepasados antiguos.
No es asunto de mi familia. Parece que los plebeyos no pueden hacer
nada con el há bito del parasitismo”.
El abuelo mencionó la historia justo a tiempo. Como un buen nieto que
nunca desobedeció a su abuelo, Karlyle tragó saliva en silencio y
escuchó a su abuelo en lugar de pronunciar sus palabras internas.
Pero hubo una fuerte reacció n que nunca abandonó mi mente. Tuve que
comprobar esto. Seguro que a tu abuelo tampoco le gustará , ası́ que
contestará .
“Nunca he oı́do hablar de un Alfa conociendo a un Alfa”.
El abuelo no lo negó .
“Es una locura, ¿verdad?”
Era una voz joven de claro desprecio.
Pero no puedes ignorar la relació n de tu prometida con el marqué s
Gordon. La mitad tenı́a lo que tú no tenı́as. Marquis Gordon es un amigo
cercano mı́o para ser guardiá n, ası́ que asegú rate de lucir bien”.
Entonces la pregunta fue resuelta. El marqué s Gordon, cuyo abuelo
siempre habı́a querido hacer cometas, in luyó en la polı́tica de
generació n en generació n. ¿No es una persona que tiene una larga
historia de amistad con los pocos duques? Fue un matrimonio que valió
la pena como abuelo, donde lo má s importante fue aumentar la
in luencia de la familia.
“Dijeron que si los conocı́an y les gustaban, se casarı́an. Es absurdo
pedirlo porque es la mitad del precio, pero aguanta”.
La conversació n ha llegado a su in. Karlyle apretó el papeleo que
sostenı́a ante la orden de bloquear refutaciones o preguntas sin
sentido. La impredecible identidad de la prometida revuelta en un lı́o.
“La reunió n es dos dı́as despué s. Te veré en Londres, le he contado los
detalles a tu secretaria. Ve a ver.”
Se entregó el negocio y se retiraron las ó rdenes de felicitació n. El
abuelo giró la silla hacia un lado como si su negocio hubiera terminado.
Karlyle se quedó mirando su per il hostil durante unos segundos y
luego retrocedió . Incliné mi cabeza levemente hacia mi abuelo, quien no
me miró .
“Vamos.”
El adió s no volvió . El abuelo siempre fue ası́. A menos que viniera aquı́
con su hermano Kyle, siempre se veı́a ası́. A pesar de que estaba
grabado en mis ojos porque no estaba acostumbrado, hoy, esta escena
fue frustrante.
Sentı́ como si me apretaran la garganta y me obstruyeran el estó mago.
Pensé que era porque el aire era pesado. Pensando que estarı́a bien
salir, salió en silencio de la habitació n de su abuelo. Mientras cerraba la
puerta, respiré el aire frı́o del espacioso pasillo.
Pero la frustració n no daba señ ales de desaparecer y oprimı́a aú n má s
el pecho de Karlyle.
*
Soplaba un viento fresco. Londres en mayo, cuando el cielo sombrı́o fue
despojado, era como un cuento de hadas en todas partes. La hierba
verde brillante me llamó la atenció n. Las ramas de los á rboles que se
balanceaban con frescura crearon sombra en cada parque, y todas las
personas que se quedaron en la casa durante el invierno salieron.
En una atmó sfera libre y desconocida, Karlyle no pudo encontrar un
lugar para enfocar su mirada y consultó su reloj. Quedan 10 minutos
para la hora de la cita. No es demasiado tarde, ası́ que no puedo culpar a
la otra persona, pero no pude detener el sentimiento de resentimiento
hacia la persona que prometı́.
No es culpa de tu oponente. Esto simplemente surgió de lo
desagradable de esta reunió n en sı́. Solı́a tratar de convencerlo, pero
Karlyle se sentı́a poco realista, incluso en este mismo momento, de pie
para encontrarse con Alpha.
Ash Jones ha pedido reunirse en Primrose Hill. Hice una cita a travé s de
la secretaria, y se hizo hoy. Probablemente iba a tener una comida, pero
era un coche que no le gustaba por el hecho de que tenı́amos que verlo
en un lugar como este. Esta renuencia se duplicó cuando se dio cuenta
de que no era del tipo que sale antes de tiempo.
No es como yo.
Karlyle admitió . Sentir emociones innecesarias era lo má s excluido de la
vida de Karlyle. Los directores crean factores de riesgo y crean
con lictos. Para é l, que dirigió el negocio desde una edad temprana y no
se molestó incluso cuando conoció a personas abiertamente groseras,
Ash Jones era una presencia extrañ amente temblorosa antes de
conocerlo.
Probablemente sea porque es la primera vez. Dicho esto, no es comú n
dar la bienvenida a una prometida como Alfa. Al menos en el mundo de
Karlyle. Incluso en tiempos en que todos los gustos comenzaban a ser
respetados, la vida de la nobleza siempre quedó en el pasado. Un
matrimonio sin hijos no valı́a nada en su mundo.
Independientemente de si es ú til o no, a Karlyle no le gustó el Alpha en
primer lugar. A pesar de que creció solo con Alpha en lugar de Omega,
era seguro que no hubo un momento en el que se sintiera atraı́do por
ellos. Dado que Alpha tiene el instinto de descon iar de las feromonas
de los demá s y de la existencia misma, serı́a bastante natural ser
honesto.
Era una vida que no podrı́a gustarme de todos modos.
La autodefensa dolió un poco. De todos modos, mi opinió n no tenı́a
sentido. Si el abuelo querı́a que sucediera este matrimonio, Karlyle
tenı́a un trabajo. No sé có mo quedar bien con Alpha… … .
Paté tica consigo misma por pensar ası́, Karlyle decidió aclararse la
cabeza. Volvı́ a mirar mi reloj y era hora de mi cita. Con la cara seca,
miró a su alrededor. Sabı́a má s o menos lo que la otra persona estaba
usando mirando las fotos. No parecı́a que fuera difı́cil de encontrar
porque era una apariencia llamativa.
Primrose Hill, cuando se acercaba la hora del almuerzo, estaba lleno de
gente comiendo en el cé sped. Habı́a canastas de picnic y perros
corriendo. Aunque estaba pasando justo frente a ti, la incomodidad
envolvı́a tu cuerpo como si estuvieras en otro lugar.
Nacido en Londres y viviendo en Londres durante má s de la mitad, este
lugar es incó modo porque Karlyle nunca ha estado en un lugar como
este voluntariamente. El Londres que conocı́a estaba dominado por
edi icios grises de gran altura y ventanas de vidrio seco. No era lo que
má s le gustaba hacer a Karlyle, acostarse y comer mientras tenı́a mucho
que hacer.
“Llegaste temprano”.
Karlyle se volvió hacia la voz detrá s de ella. Lo primero que vio fueron
dos ojos de diferentes colores. Los ojos, que tenı́an una saturació n
completamente diferente a los que se ven en la foto, contenı́an gris y
azul, respectivamente. Sus ojos brillantes se curvaron suavemente
mientras capturaban la luz del sol brillantemente dispersa.
“Hola, mi nombre es Ash Jones”.
Una suave voz de tono bajo me saludó cá lidamente. Lo miró ijamente,
parpadeando sus ojos que solo podı́an ser enfrentados levantando la
mirada levemente. Karlyle, al ver un rostro blanco con una brillante
sonrisa, la saludó con retraso.
“Hola.”
Dando un paso atrá s, dijo corté smente. Cuando mi campo de visió n se
amplió , pude ver a Ash Jones de un vistazo. El hombre má s alto que
Karlyle era lo su icientemente atractivo como para mantener la vista
ija al pasar. Un hombre guapo con una atmó sfera que llama la atenció n
incluso antes de que mires sus rasgos. Lo rodeaba una atmó sfera
extrañ a que no podı́a ser capturada en una fotografı́a.
“Es Karlyle Frost”.
La respuesta llegó unos segundos má s tarde de lo habitual. Se acercó a
Ash como lo harı́a con una persona de negocios. No tenı́a ningú n
signi icado porque era un acto habitual. Las muñ ecas pá lidas estaban
expuestas debajo de cada una de las mangas del traje.
Ash miró la mano extendida e inclinó la cabeza en á ngulo. Una mirada
curiosa brilló en sus ojos, y Ash le tendió la mano. Ash agarró la mano
de Karlyle cuando ella pidió un apretó n de manos. La mano que se
parecı́a era má s grande de lo que pensaba, y aú n quedaba un poco para
envolver alrededor de la mano de Karlyle. Su dedo ı́ndice extendido
rozó ligeramente el hueso de la muñ eca de Karlyle expuesto bajo la
manga.
“Llá mame Ash”.
Un extrañ o cosquilleo se propagó cuando tocó los huesos de la muñ eca
levantados. Karlyle puso rı́gido su cuerpo cuando sintió una extrañ a
sensació n subiendo por su brazo. Era la primera vez que ocurrı́a este
tipo de contacto, por lo que Karlyle inalmente sacó su mano primero.
Los ojos de Ash se agrandaron mientras lo miraba.
“¿Es demasiado temprano todavı́a?”
Ash continuó hablando con naturalidad como si nunca se hubieran
conocido. Incluso en pú blico, Karlyle era bueno para dirigir
conversaciones, pero no estaba seguro de qué tema era apropiado para
este tipo de reunió n. Fue mi error por no prepararme para esto.
“Si quieres, lo haré ”.
Las palabras de su abuelo, que le habı́a dicho a Ashe que se viera bien,
pasaron por su cabeza, y Karlyle respondió obligado. Es similar a
negociar para obtener lo que quieres. Nada demasiado di icil
“No, Karlyle tiene que hacer lo que quiera”.
Ash miró la expresió n inexpresiva de Karlyle y negó con la cabeza.
Karlyle estaba un poco agitado por su casualidad llamando a su
nombre, pero no lo demostró .
“¿Has comido?”
Ash sonrió con tristeza. No dejó de sonreı́r ni un momento, quizá s
porque era un rostro sonriente. El cabello moderadamente barrido caı́a
suavemente sobre la frente, haciendo que la impresió n de Ash fuera
má s suave.
“Todavı́a no. ¿Ha comido, señ or Jones?
Ante el nombre Sr. Jones, Ash sonrió y sacudió la cabeza.
“no. Quiero comer con Karlyle.
Asintió levemente con la cabeza. Debido a que se estableció un lugar
extrañ o como lugar de reunió n, los restaurantes cercanos eran todos
mediocres. Solo habı́a heladerı́as, café s, casas de sá ndwiches y pubs, ası́
que tuve que caminar un poco para conseguir una comida decente.
Cuando estaba a punto de decir que habı́a un lugar que estaba
buscando, Ash apareció de repente frente a mı́.
“Aquı́.”
Lo vi sosteniendo algo en su mano izquierda, pero… … .
“Desde entonces, soy bueno cocinando”.
“… … No tenı́as que hacerlo.
Ash arrugó un ojo. Se acercó juguetonamente y le susurró al oı́do a
Karlyle.
“Querı́a lucir bien”.
El aliento tocó dé bilmente el pinna de la oreja y cayó . Ashe siguió
mientras Karlyle retrocedı́a ante una extrañ a sensació n.
“Entonces, ¿debemos elegir un asiento?”
Dijo Ash con una cara de no saber que fue tan divertido.
Ash eligió debajo del á rbol moderadamente inclinado. Ash dejó la cesta
de mimbre donde la sombra estaba bien y se quitó la chaqueta de punto
que llevaba puesta.
“¿No se supone que Karlyle debe simplemente sentarse en el cé sped?”
Miré la hierba. Era obvio que era un lugar sucio, pero Karlyle estaba del
lado bueno. No lo harı́a voluntariamente, pero pude tolerarlo con mi
oponente.
“está bien.”
“Lo dejaré ”.
“no.”
Naturalmente, le impedı́ que pusiera el cá rdigan sobre la hierba. No era
familiar que alguien me cuidara de esta manera, por lo que mi voz sonó
bastante seca.
“¿De Verdad?”
“No importa.”
“No quiero ensuciar mi bonito traje”.
Karlyle negó con la cabeza. Es un traje sucio, solo có mprate uno nuevo.
“Puedes comprarlo.”
Ash, ah, hizo un ruido y se rió .
“Yo se, verdad. Karlyle era un noble.
Despué s de decir eso como un milagro, Ash dobló el cá rdigan y lo puso
sobre el cé sped.
“Aú n ası́, puedes usarlo cuando quieras”.
Ash, naturalmente, se sentó en el cé sped y dejó la canasta de picnic. Fue
extrañ o ver una escena que hasta hace poco parecı́a una escena de un
mundo completamente diferente desarrollá ndose frente a mı́. Ash sacó
cuatro sá ndwiches de chapata bien empaquetados de la canasta.
“No sabı́a qué le gustarı́a a Karlyle, ası́ que lo preparé con diferentes
ingredientes. El restaurante es bueno, pero hace buen tiempo en estos
dı́as, por lo que comer mientras contemplaba la hermosa vista se veı́a
bien”.
Lo que me pasó por primera vez en mi vida fue repentino. Nunca he
comido fuera de la mesa.
“¿De verdad te gustan las cosas como esta?”
Cuando pregunté porque no entendı́a, Ash se rió .
“Cuando es un dı́a muy agradable como hoy”.
“Parece que lo haces a menudo”.
“Cuando ves cosas bonitas, te sientes bien”.
Entonces sus ojos se encontraron. Sintié ndose un poco extrañ a, Karlyle
desvió la mirada y luego recogió lo que vio del sá ndwich de Ashe.
“Elegı́ pavo”.
Ash asintió para sı́ mismo e hizo una pregunta.
“¿Hay alguna comida que no te guste?”
“No hay absolutamente nada”.
Un buen estó mago tambié n se puede aplicar a la comida, por lo que
Karlyle no eligió la comida. Ash continuó la pregunta.
“¿Tambié n comes morcilla?”
“Sı́.”
Lo que fue tan divertido, Ash se rió para sı́ mismo de nuevo.
“Karlyle es increı́ble. Entonces, por otro lado, ¿qué es lo que má s te
gusta?”
Ash pregunta por qué tiene tanta curiosidad. Es extrañ o para é l pedir
informació n tan privada e inú til, por lo que Karlyle, sin saberlo, miró a
Ashe nuevamente. Nuestros ojos se encontraron de nuevo.
“¿Eres el tipo de persona que le pregunta a todo el mundo estas cosas
por primera vez?”
“Para mi cita”.
Ante la palabra “cita”, la mano que sostenı́a el sá ndwich se puso rı́gida.
“… … ¿Dijiste fecha?
“Sı́, hoy es la primera cita”.
Despué s de todo, es una reunió n con la persona con la que te vas a
casar, ası́ que deberı́as poder llamarlo ası́… … . Despué s de pensar por
un momento, Karlyle decidió sacar el tema. La forma directa de hablar
no era noble, pero no habı́a manera porque no podı́a adivinar lo que
querı́a Ash Jones.
“Si hay un comienzo, ¿cuá ndo terminará ?”
Ante la pregunta de Karlyle, Ash se rió jaja. Despué s de doblar
ligeramente las rodillas, colocó los codos sobre ellas y Ash presionó su
barbilla contra la suya. Luego miró a Karlyle y puso los ojos en blanco.
¿Qué piensas de Karlyle?
“YO… … .”
Karlyle tomó aliento. No tenı́a elecció n, ası́ que la respuesta estaba
decidida.
“No importa.”
“¿Está todo bien?”
“No tengo ninguna objeció n a este matrimonio”.
“¿Te re ieres a casarte con alguien que no conoces?”
¿No es eso un matrimonio arreglado? Incluso si el oponente no era
Ashe, por supuesto, eso era algo que Karlyle tenı́a que aceptar, por lo
que no tenı́a nada de especial. Karlyle asintió sin cambiar de expresió n.
Entonces Ash hizo un sonido ahogado y preocupado y continuó .
“Como ya sabrá s, no soy un noble como Karlyle. Aunque estaba
mezclado con sangre, creció como ningú n otro. Aunque el entorno
familiar es diferente, la gente con la que salgo es gente comú n”.
“¿Eso signi ica que no tienes intenció n de aceptar el matrimonio?”
En ese caso, las cosas se complican. Karlyle comenzó a re lexionar sobre
qué mano tenı́a que mostrarle a su oponente para que aceptara.
Despué s de un breve silencio, Ash negó con la cabeza.
“Es por eso que lo llamé una cita. Creo que lo sabremos cuando nos
encontremos”.
“El resultado se decidirá despué s de eso”.
“¿No crees que eso serı́a bueno tanto para mı́ como para Karlyle?”
“Como dije antes, todavı́a no me importa”.
Entonces Ash lo miró a los ojos como si estuviera realmente
desconcertado. Los vı́vidos ojos azules y los ojos grises que parecı́an
haber reducido la saturació n allı́ pusieron a Karlyle en eso. A primera
vista, parecı́an los propios ojos grises de Karlyle, pero el gris de Ash era
un poco diferente. Era mucho má s animado.
“¿Está bien casarse con alguien a quien no amas?”
La palabra amor se me quedó grabada en los oı́dos muy poco familiar.
Era una palabra que no habı́a escuchado en mucho tiempo. No recuerdo
haber escuchado tal cosa de mi madre o mi padre, y solo lo escuché
unas pocas veces cuando era joven de mi hermano menor, Kyle, quien al
menos lo expresó .
¿Hay algo má s lujoso e innecesario que el amor?
Si las decisiones impulsivas de las madres y los padres estaban
impulsadas por el amor, Karlyle no querı́a conocer el amor. Como
resultado, nacimos Kyle y yo, pero no sé si la prueba por la que pasó mi
madre valió la pena. Especialmente lo que me dio a luz.
No solo fue el tema de innumerables miembros de la alta sociedad, sino
que al ver que su madre aú n era odiada por su abuelo, Karlyle siempre
sintió que el sentimiento de amor era innecesario. Nunca he amado a
nadie, y he vivido una vida que no deberı́a haber amado. Si nos
casá ramos, lo respetarı́a y apreciarı́a, pero nunca pensé que me
enamorarı́a de é l.
“No sé si el matrimonio necesita amor”.
Karlyle dijo lentamente.
“Mientras haya con ianza y respeto, eso parece ser su iciente”.
Ash escuchó en silencio las palabras de Karlyle y luego re lexionó un
momento. Cometiste un error Mirando hacia atrá s al sá ndwich que
sostenı́a, Karlyle se sintió apretada. Esta atmó sfera libre era incó moda,
como si llevaran un traje que no les quedaba bien. Eran tan diferentes
entre sı́ de lo que esperaba. Me sentı́ escé ptico en lugar de disgustado.
No parecı́a que fuera a salir bien.
Porque esta es una relació n personal, no una relació n personal. Y
Karlyle, que podı́a hacer todo lo demá s, no tenı́a experiencia. Habrı́a
sido diferente si fuera un Omega, pero lo fue aú n má s cuando el
oponente era Alphani.
“Siempre quise casarme con alguien a quien amo desde una edad
temprana”.
Entonces Ash rompió el silencio. Me giré y lo miré de nuevo.
“Incluso si está s con alguien por el resto de tu vida, cada minuto y cada
segundo es un desperdicio”.
El matrimonio, hablando francamente Ash, era todo lo contrario de su
situació n. Incluso se preguntó por qué habı́a aceptado esta oferta. Me
preguntaba para qué estaba aquı́ la otra persona.
“si es ası́… … Debes haber tenido razó n al rechazarlo.
Ash se rió ante el comentario bastante directo.
“Está .”
Fue divertido escuchar esto de una raza mixta, no aristocrá tica, incluso
Alpha. Su abuelo le dijo que se viera bien, pero era poco probable que
pudiera hacerlo en un paı́s donde su pareja no querı́a casarse.
Pero no podı́a rendirme. No es que su baja autoestima vaya a traer
ningú n bene icio a su familia. Pensé en silencio por un momento. No es
del todo posible. A menos que sea 0%, tienes que probar todo para
saber el resultado.
“Sin embargo, si dices que quieres vernos, no parece que no hayas
pensado en el matrimonio”.
“Derecha.”
“¿Puedo preguntar por qué ?”
“Es má s difı́cil encontrar una pareja adecuada de lo que pensaba”.
Estaba un poco desconcertado. Era una respuesta que no encajaba con
el hombre que habı́a estado hablando antes sobre el amor fatı́dico.
Ademá s… … No es cuestió n de gustos, pero Ash Jones fue alguien que
llamó la atenció n de todos. No hay forma de que esta persona no tenga
un amante.
“Ademá s, hay algunas circunstancias”.
Ash agregó una declaració n signi icativa. Fue una palabra pasajera, pero
Karlyle rá pidamente se dio cuenta de que esa era la razó n por la que era
tan importante. Karlyle No creo que sea la misma situació n que yo, pero
será la razó n por la que un hombre que no parece interesado en
matrimonios arreglados venga aquı́. Si es ası́, eso es mejor. Pensé que
podrı́a ser un trato que valiera la pena. Si me das una mano decente.
“Parece ser un asunto importante”.
Ash puso los ojos en blanco y sonrió en silencio. Se frotó los labios con
el dedo ı́ndice y luego asintió .
“¿Hay algo que necesites de mı́?”
“No, no es ası́. Estoy buscando una manera.
“Tal vez pueda ayudar”.
Ash no declinó con un solo golpe. Karlyle decidió aprovechar esta
oportunidad para escapar unilateralmente de su actual posició n
desventajosa.
“No es tan bueno como el Sr. Jones, pero sabe cosas que el Sr. Jones no
sabe”.
El hombre frente a é l no parecı́a tener nada que ver con hacer negocios
o presionarlo. Si era una situació n que podı́a resolverse con eso, no le
resultó difı́cil a Karlyle resolverla.
“¿No es su iciente?”
Preguntó Ash, rodando los ojos. Karlyle cerró la boca en un tono que no
pudo entender. ¿Cometiste un error de habla? No es comú n.
“Lo siento si te disculpé ”.
“No eso no es. No creo que Karlyle sea el tipo de persona que se ve
de iciente”.
“No me conoces”.
Hay algo que ver.
“¿De qué está s hablando?”
“En primer lugar, es bonito”.
Karlyle rara vez endurecı́a su expresió n ante la palabra que era bonita.
No me considero genial, pero la propia Karlyle sabe có mo se ve
objetivamente. Serı́a una evaluació n precisa en la medida en que la
apariencia no fuera particularmente defectuosa. Si era promedio, era
má s alto que eso, pero la impresió n no era buena. Porque soy el
primero en escuchar que se ve frı́o y asustado debido a su mandı́bula
a ilada y su expresió n inexpresiva.
Por lo tanto, la expresió n “bonita” era la palabra má s lejana entre las
descripciones de la persona. La altura tampoco es signi icativamente
diferente de la del oponente. Desde que era joven, cuidé mi cuerpo a
travé s de la equitació n, la esgrima y el ejercicio, por lo que ni siquiera
era una igura delgada. Era claramente un alfa.
“… … ¿Dije bonito?
“Sı́.”
“Es la primera vez que escucho esa expresió n”.
Ash sonrió ante la desgana.
“Pero es verdad.”
“Soy Alpha, Sr. Jones”.
“por supuesto. Eso es lo que te dicen las feromonas”.
Ash habló ası́, luego hizo un ruido y de repente se inclinó . La distancia
entre ellos, con una canasta de picnic entre ellos, se redujo en un
instante. Giró la cabeza para mirar a Ash, que se acercaba de inmediato.
Ash susurró , apoyando ligeramente la cabeza en la nuca de Karlyle.
“Pero Karlyle es el aroma má s ligero que he conocido”.
El dé bil aliento de Ash tocó la nuca de su cuello. Karlyle volvió la cabeza
ante la tensió n que aumentó involuntariamente.
“Debes haber conocido a Alpha a menudo”.
“Sı́.”
¿Es por eso que está s siendo amable con Alpha de esta manera? A
diferencia de los alfas normales, que son reacios a estar cerca el uno del
otro, esta persona debe… … .
“¿Eras ası́ desde el principio?”
“No eso no es.”
Ash sonrió y mordió su cuerpo. En lugar de continuar con la historia
sobre é l, Ash volvió al tema anterior.
“De todos modos, Karlyle es bonita y, a diferencia de mı́, es una noble
que hace muchas cosas. Puede que no sea su iciente”.
“Entonces, ¿por qué no lo compartes para que podamos decidir si es
algo en lo que puedo ayudar?”
Ash pensó por un momento. Ash, que habı́a estado mirando a la gente al
pie de la colina abierta, abrió la boca despué s de un rato.
“Mi padre querı́a que saliera”.
A primera vista, recordé algo que habı́a dicho mi abuelo. ¿Mencioné que
la persona que habló sobre el matrimonio fue el padre de Ash Jones?
“¿No podrı́as haberte negado?”
“Apostó una mano que no pudo rechazar”.
Ash sonrió casualmente, esta vez hacié ndole una pregunta a Karlyle.
“¿Karlyle salió ası́?”
Sacudió la cabeza.
“Es algo para lo que me he estado preparando desde que era pequeñ o”.
“Pero incluso una persona como yo nunca ha oı́do hablar de un
aristó crata que se haya casado con Alpha”.
“No es comú n”.
“No creo que sea la situació n que Karlyle habı́a imaginado para casarse
con un Alfa, que despué s de todo apenas se llama noble”.
Una cara sonriente solo parecı́a una buena persona, pero Ash se dio
cuenta rá pidamente.
“No importa.”
Llegó a una conclusió n de initiva. Fue realmente bueno. Es algo para lo
que me he estado preparando desde el momento en que nacı́, ası́ que no
importa quié n sea la persona, estoy haciendo lo que se supone que
debo hacer de todos modos. Con el paso del tiempo, llegué a
comprender que yo valı́a tanto. ¿No serı́a má s bene icioso para la
familia usarme como una mano ú til que esperar que un alfa, no un alfa
dominante, se case con un omega y produzca un alfa dominante?
“Entonces, ¿qué tal esto?”
Ash dijo sin dejar de mirar hacia adelante.
“Si las necesidades de Karlyle se satisfacen sin casarse, no creo que yo
necesite casarme”.
“¿Qué quieres decir?”
“Nos damos unos a otros lo que necesitamos”.
“… … ?”
“Mi problema no es tan difı́cil. Solo toma un poco de tiempo. ¿Y qué si
resolvemos el problema de Karlyle y terminamos sin tener que
casarnos?”.
“… … No es tan simple.”
“Entonces dime. ¿Qué quieres de mı́, la familia Karlyle?
Contrariamente a su suave impresió n, Ash no tuvo miedo de decir lo
que querı́a.
“Escucharé lo que sea. Incluso si no está n vinculados por matrimonio.
Incluso puedo escribir un contrato si quieres.
“No parece un trato justo”.
“¿Pero no es mejor para el otro que casarse con personas que no se
aman?”
Conceptualmente lo era. Tu abuelo podrı́a estar má s que feliz con esto.
Si obtiene solo lo que necesita y se conecta con otras familias, entonces
para la familia Frost, obtiene conexiones entre las dos familias. Pero si
preguntas si Ash Jones saca algo de esto.
Sorprendentemente no hubo
Esta situació n no era familiar para el noble Karlyle Frost, que no tenı́a
nada que dar. Un trato unilateralmente ventajoso se sentı́a como si
tuviera una debilidad, y mientras lo re lexionaba, Ash sonrió
amablemente.
“Solo me ves tres veces. En primer lugar, se dicen mutuamente que
está n pensando en casarse”.
“¿Por qué tres veces?”
“Creo que mi problema se resolverá en ese tiempo. ¿Qué tal hacer que
parezca que es la primera vez y luego decirles que no está n de acuerdo?
Por supuesto, como dije antes, siempre cooperaré con Karlyle para lo
que ella quiera”.
Lo que su abuelo querı́a era la conexió n que Ash Jones tenı́a con Philip
Gordon y el negocio que tenı́an sus abuelos maternos. Si todo eso
estaba garantizado, Karlyle no tenı́a nada que perder.
“… … ¿Está bien, señ or Jones?
“No te preocupes. Diré que es por mi capricho. No creo que sea malo ser
un playboy de vez en cuando. ¿Qué tal?”
Se calcularon varias variables y situaciones. Despué s de unos minutos
de deliberació n, llegué a la conclusió n de que esto serı́a má s có modo
para Karlyle, ası́ como si las condiciones estuvieran claramente escritas
por escrito. No habı́a razó n para negarse.
“bien. Pero no creo que sea necesario decirlo ası́. No quiero causar
problemas.
“Está bien, mis abuelos maternos dicen que está bien que haga
cualquier cosa”.
Fue extrañ o ver el tono de voz que realmente no le importaba. Como me
sentı́ desde el momento en que nos conocimos, era como una persona
que estaba completamente en el lado opuesto de mı́. Ası́ que pensé que
era feliz. No era lo que esperaba, pero no pensé que me llevarı́a bien
con alguien que no encajaba ası́. Si fuera un Omega, habrı́a igualado
incluso eso, pero no sé có mo lidiar con Alpha, ası́ que eso es algo bueno.
“Entonces hablamos entre nosotros de inmediato, entonces, ¿realmente
almorzamos ahora?”
Ash, quien evocaba la atmó sfera, susurró juguetonamente.
“Vine aquı́ esperando ver có mo cali icarı́a Karlyle mi comida”.
Ash cambió rá pidamente el tema para que no se pudiera recordar la
historia seria hasta ese momento. Sacó agua embotellada y agua
carbonatada de la canasta.
“¿Te gusta el agua de manantial o con gas? Pensé en traer alcohol, pero
no conocı́a el gusto de Karlyle. Necesito conocer a Kim despué s de
conocerlo hoy”.
Miré la mano que alternativamente extendı́a el agua de la botella de
vidrio. Mirando ijamente la botella de agua burbujeante, Karlyle puso
su dedo sobre el agua embotellada.
“gracias.”
Ash envolvió suavemente los dedos de Karlyle cuando estaba a punto
de tomar el vial. Los dedos se frotaron por un momento y la sensació n
de cosquilleo, como el apretó n de manos anterior, se extendió y luego se
desvaneció . Ash, quien entregó el agua embotellada ası́, dijo con una
brillante sonrisa.
“Ası́ es.”
“¿Sı́?”
Cuando hice una pregunta de la nada, Ash agitó ligeramente la botella
de agua carbonatada que me quedaba en la mano.
“Me gusta saltar”.
Luego se cubrió la canasta de mimbre y se colocó una pequeñ a estera a
cuadros sobre ella. Ash colocó la canasta como una mesa pequeñ a y
colocó los dos sá ndwiches restantes sobre ella.
“Podrı́a encajar mejor de lo que piensas, nosotros”.
Al contrario de lo que habı́a pensado Karlyle, Ash susurró la verdad.
Semana 2
Eran las 9 de la mañ ana de un domingo, hora del desayuno. Cuando
regresó a Londres, era un momento familiar que era un ritual todos los
ines de semana, pero Karlyle era el ú nico en el comedor de la casa de
Mayfair. No fue nada especial. Estaba cerca de una situació n especial
para que toda la familia se reuniera.
Su hermano, Kyle, no esperaba verlo. Cha-ni acaba de casarse con la
persona que amaba desde que era joven, despué s de un desamor. Dado
que tengo mi propia familia, es natural que toda la atenció n se centre
allı́. Es una pena que rara vez veo a la ú nica familia en la casa que habla
entre ellos, pero es porque mi hermano menor está feliz.
Entonces, las ú nicas personas que pueden venir son las madres y los
padres. Mi abuelo siempre reside en la mansió n de Frost en Bath, ası́
que no lo veo en Londres. Como se volvió a casar rá pidamente, era
prá cticamente un extrañ o.
Mi madre, que habı́a crecido sin abuelos, dedicó gran parte de su
corazó n a su abuelo. Por eso, las comidas familiares eran tantos
recuerdos de ver a mi madre desde niñ a.
Probablemente fue lo mismo hoy.
Karlyle se quedó mirando el comedor vacı́o y la mesa larga, sentado
solo, y tomó una decisió n. Parecı́a que yo era la ú nica persona que iba a
comer aquı́ hoy. Es familiar Desde que era joven, tenı́a que mantener
una casa vacı́a o encargarme de las cosas que hacer, por lo que era
extrañ o ver a mis padres a mi lado. Ya no estaba en edad de desear
eso… … .
“Lo siento, estoy tarde.”
Mi padre se acercó a mı́ cuando estaba a punto de pedirle al usuario
una comida sencilla para comer solo. Karlyle echó la silla hacia atrá s
ante el sonido de la voz detrá s de ella. Se puso de pie con cuidado, sin el
sonido de las patas de la silla siendo arrastradas por el suelo, y su padre
se paró a su lado.
“Alice tiene trabajo que hacer ahora, ası́ que dijo hasta luego”.
Los ojos grises de su padre se entrecerraron con tristeza. A pesar de la
apariencia que se me transmitió , mi padre, Jonathan, tenı́a muchas
expresiones a diferencia de Karlyle.
Nacido como el hijo mayor de la familia Frost, Karlyle no tenı́a ninguno
de los rasgos transmitidos de generació n en generació n. Como nacı́ ası́,
desearı́a tener al menos una personalidad triste como la de mi padre,
pero Karlyle no sabı́a có mo ser amable con mi familia.
Sonreı́a bien a las personas que conocı́a por negocios, pero no les
sonreı́a a sus padres ni a Kyle. No sé exactamente cuá ndo desapareció
esa expresió n, pero es algo que he estado aprendiendo desde que era
joven. A mi madre no le gustaba estar decepcionada o triste.
“Buenos dı́as padre.”
A pesar del saludo de su hijo seco, Jonathan asintió como si estuviera
familiarizado con é l. Levantó la mano y llamó al camarero, y pidió
comida. Se sentó en la silla, puso sobre la mesa el perió dico que
siempre habı́a guardado y fue directo al grano.
“Parece que Alice tiene muchas cosas para las que prepararse debido a
su matrimonio. En cambio, me disculpo”.
Una mañ ana de domingo, que no fue muy especial, de repente se volvió
desconocida para mı́ cuando escuché la palabra “preparació n para el
matrimonio”. Parpadeando, se quedó en silencio por un momento,
luego evitó ligeramente la mirada de su padre.
“No querı́a molestar a nadie que estuviera ocupado. Yo me encargare.”
“Es tu matrimonio, ası́ que, por supuesto, tienes que cuidarlo”.
La corbata apretaba ligeramente el cuello. Se me pasaron por la cabeza
cosas de las que hablamos en Ash Jones y Primrose Hill. En el almuerzo
de hace una semana, cuando estaban comiendo sá ndwiches
torpemente, establecieron condiciones simples despué s de comer. La
reunió n debe ser unas tres veces, y hasta entonces, no presumirá s ante
tu familia.
La idea de que mi madre se estaba preparando para un matrimonio que
nunca sucederı́a me hizo sentir culpable. El matrimonio con Alpha no
fue agradable, pero la suposició n de que arruiné lo que querı́an mis
abuelos y mi madre me hizo sentir incó modo.
“¿Está s bien?”
Jonathan preguntó como si hubiera notado a Karlyle.
“está bien.”
Matrimonio, Karlyle.
Lo miré ijamente, preguntá ndome si realmente sabı́a algo. Pero
Jonathan estaba preguntando algo má s.
“Porque tu oponente es alfa”.
Parece que mi padre recordó lo que pensó tan pronto como escuchó eso
de su abuelo. Era un poco como pretender no ser el padre que captó la
esencia má s problemá tica.
“Está s preguntando porque sabes que no es lo que querı́as. No es fá cil
para alguien que nunca antes conoció a Alpha, ¿no es ası́?
Todos parecen pensar eso, pero cuando lo escucho en palabras, no me
siento muy bien. Para ser precisos, serı́a correcto decir que es
vergonzoso. No por el hecho de haber conocido a Alpha, sino porque
era obvio lo que signi icaba este matrimonio.
Karlyle Frost es una mano descartada.
Lo supe desde que nacı́, pero no sabı́a que mi abuelo lo nombrarı́a tan
claramente. Por supuesto, el oponente está exagerado. Las
posibilidades que la familia obtendrá de las conexiones que é l tiene son
incomparables con lo que he logrado.
Mi mente estaba intrincadamente enredada. Ash Jones dijo que
obtendrı́amos lo que querı́amos, pero el trabajo de la gente es
impredecible, ¿no? Si cambia de opinió n o cambia má s tarde, no puedo
causarle ningú n problema en el futuro, a menos que sea una relació n
ligada por matrimonio.
“Si no te gusta, te diré algo”.
Quizá s ası́ interpretó el largo silencio de Karlyle, Jonathan dijo primero
las palabras difı́ciles. En mi corazó n, la propuesta de mi padre era
bienvenida, pero era imposible. No querı́a encender ninguna chispa en
la cara de mi padre, a quien su abuelo le faltó el respeto por decir que
habı́a venido a la casa de un aristó crata bajo el tema de los plebeyos.
“no. No es comú n, pero no es raro”.
Mientras sacudı́a la cabeza con decisió n, Jonathan se rió con seguridad
en sı́ mismo.
“Sı́, hay casos mı́os y de Alice”.
Jonathan, que miró a Karlyle con expresió n de disculpa, volvió a hablar
con cautela.
“Sin embargo, el matrimonio entre alfas del mismo gé nero es inaudito
en este mundo”.
No habı́a nada de malo en las palabras de Jonathan mientras miraba
alrededor de la mansió n. Karlyle no estaba familiarizado con ver el
rostro preocupado de su padre por primera vez en mucho tiempo y lo
miró ijamente en silencio.
A diferencia de mi madre, que no expresaba emociones ni expresiones
faciales de manera similar a mı́, mi padre era má s expresivo. Pero no
era algo que vi a menudo. Entonces, una preocupació n sin sentido cruzó
por mi mente que mi madre tambié n estaba tratando de prestar
atenció n.
“¿Qué piensa tu madre?”
“Bueno, esto se debe a que Alice realmente no expresa este tipo de
historia”.
Parece que estaba lloviendo de nuevo. El hecho de que no expresara sus
intenciones signi icarı́a que tenı́a las mismas intenciones que su abuelo.
Una sensació n de presió n que se habı́a dispersado por un momento
presionó silenciosamente el hombro de Karlyle.
“Ası́ es.”
Despué s de una breve respuesta, Karlyle decidió terminar la historia.
“Estoy bien. Es algo ijo, pero no quiero ir en contra de lo que querı́a mi
abuelo”.
Jonathan se humedeció los labios y luego asintió con un suspiro.
“¿Quié n era tu oponente?”
Ante esa pregunta, Karlyle inalmente recordó a la persona que era el
tema de la conversació n. No fue una reunió n larga para de inir, por lo
que fue difı́cil responder con facilidad. Lo primero que sentı́ fue… … .
“Se veı́a bien”.
Solo hablé secamente cuando me vino a la mente, pero Jonathan sonrió
despué s de hacer una expresió n de sorpresa.
Debe haberte gustado.
“Ası́ no.”
Só lo estaba declarando hechos objetivos. Era la primera vez en mi vida
que conocı́a a una persona con una palabra tan brillante. El color de los
ojos tambié n era diferente. A pesar de que se ve pulcro, cuando lo miras
a la cara, es un hombre guapo que llama la atenció n con cada
caracterı́stica, y tiene un buen fı́sico. Era difı́cil ver oponentes má s altos
que yo, ası́ que esas cosas permanecieron en mi memoria.
Feromona… … No era lo su icientemente fuerte como para ser
repulsivo. Fue el aroma amaderado de Primrose Hill donde lo conocı́.
Tiene una presencia fuerte, pero es difı́cil encontrar una fragancia que
no desprenda la sensació n alfa ú nica cuando la hueles.
“Es la primera vez que te escucho decir eso”.
“Aparte de eso, no hay nada má s que evaluar. No era una mala persona”.
Realmente eso fue todo.
“Ves bien a la gente. Entonces debes ser una buena persona.
Parecı́a ası́, pero no podrı́a decirlo con certeza porque aú n no lo he
experimentado. Mientras recordaba al hombre al que habı́a empujado
deliberadamente má s allá de mis pensamientos durante los ú ltimos
dı́as, el incidente en Primrose Hill siguió igual que ayer. Era la primera
vez en mi vida que estaba llena de cosas, ası́ que hubo muchos
momentos en los que sentı́ que iba a ingir.
Era extrañ o comer comida que alguien habı́a preparado personalmente,
y no era familiar venir y sonreı́r sin dudarlo, llamarlo por su nombre y
tener una mentalidad opuesta a la de aquellos que habı́an pasado por
eso antes. Lo má s destacado de todos fue llamar a Karlyle bonita.
La torpeza le pesaba mucho en el estó mago. La mañ ana llegó justo a
tiempo para que eligiera qué decir. El bró coli y las verduras estaban
bien espolvoreados sobre las claras de huevo a medio cocer para untar.
Se sirvió con mantequilla y pan mezclado con trufa, café y té .
Karlyle tomó té de Assam y su padre, Jonathan, eligió el lat white. La
idea de mi abuelo culpando a mi padre por no ser corté s al tomar café
cruzó por mi mente a primera vista. Diferente al nacimiento.
Despué s de agregar un poco de leche al té , Karlyle se tomó un momento
para mirar el paisaje sobre la mesa. ¿Ash Jones es el mismo? ¿Tomamos
café o té ?
Sin saberlo, despué s de pensar en el desayuno con el hombre, Karlyle se
dio cuenta de que estaba pensando en el matrimonio en contra de lo
que le habı́a prometido. Sin embargo, claramente, si Ash Jones dijo que
serı́a bueno para todos destruirlo.
Quizá s fue porque estaba preocupado por las reacciones de su abuelo y
su madre. No pensemos demasiado profundamente. Si rompemos la
promesa que nos hicimos, la con ianza con la otra persona se pasará de
la raya de todos modos, ası́ que es correcto ir segú n lo planeado.
En ese momento, hubo una vibració n en mis brazos. El timbre del
celular que tenı́a guardado dentro de mi saco resonó en el silencioso
comedor. Jonathan, que acababa de recoger su cuchillo, miró a Karlyle.
“Creo que me han contactado”.
“No será urgente”.
“Usted puede comprobarlo.”
Karlyle sacó su telé fono celular sin decir una palabra, ante la invitació n
que contenı́a una presió n sutil. Los telé fonos celulares que se usan en
pú blico generalmente se los dejan a la secretaria durante las comidas,
ası́ que el que tengo ahora es un telé fono celular para uso personal.
Todas las reuniones con los nobles se manejaban pú blicamente, por lo
que las conexiones personales de Karlyle eran sorprendentemente
escasas. No me gusta tener gente a mi lado, y el propó sito es obvio. Su
ú nica informació n de contacto era su familia, Alpha y Aiden Heywood,
con quienes habı́a estado desde la infancia.
[buenos dı́as.]
No, estaba Ash Jones.
[¿Có mo está s?]
Aparentemente, tenı́a un contrato con Ash Jones, ası́ que no pude
contactarlo a travé s de la secretaria, ası́ que intercambiamos
informació n de contacto. Es natural recibir llamadas, pero cuando vi el
texto, me sorprendió un poco.
A los dos mensajes de texto que siguieron, Karlyle respondió unos
segundos despué s. Podı́a sentir la mirada de Jonathan, pero supongo
que obtuve permiso y sentı́ que tenı́a que responder.
[Si estoy bien. ¿Tuviste una buena semana?]
“Hablemos có modamente”.
“Pero la comida… … .”
“Cuando se enfrı́e, puedes traer uno nuevo”.
Jonathan dijo que estaba bien y empezó a comer primero. Mientras
Karlyle vacilaba, la respuesta llegó rá pidamente.
[Karlyle tambié n envı́a mensajes de texto sexys.]
Mis dedos se detuvieron y se pusieron rı́gidos. Lo pensé desde la ú ltima
vez, pero la otra parte dijo algo fuera de lo comú n en un momento
especı́ ico. Esperé un rato, pero parecı́a que no habı́a señ ales de que la
conversació n continuara hasta que Karlyle habló . Al inal, Karlyle dio
una respuesta ija.
[No particularmente.]
[Es lo mismo que cuando nos encontramos y hablamos. ¿Sigues usando
un traje?]
[Sı́.]
[Quiero verte pronto. El traje te queda muy bien.]
Mis dedos se detuvieron de nuevo. Un cumplido que salió de la nada,
como un saludo, desconcertó a Karlyle.
[Ası́ que, por cierto, ¿está bien si muevo la hora de la cita de la 1 a las 11
en punto? Creo que serı́a bueno verlo un poco antes. Por supuesto,
puedes rechazarlo.]
Karlyle miró la hora en la pantalla. Pasó mucho tiempo entre las
conversaciones. Segú n el horario original, faltaban má s de 4 horas para
la hora de la cita.
Es porque ambos tenemos trabajo entre semana, ası́ que prometimos
encontrarnos el in de semana y tenı́amos una cita para almorzar hoy.
Sin embargo, si la hora se cambiaba de acuerdo con la solicitud de Ash,
los preparativos debı́an hacerse rá pidamente.
[¿Hay algo mal contigo?]
[Esta mañ ana, hay una exposició n inaugural en la Galerı́a Hayward.
Quiero ir allı́ juntos. Lo pensé durante unos dı́as, pero pensé que serı́a
Q j p ,p p q
bueno mostrá rtelo. ¿Qué tal un domingo para ver una exposició n y
tomar un brunch?]
Escuché que iba a haber una nueva exposició n en la Galerı́a Hayward,
pero parece que era un conocido de Ash Jones. Dijo que era una
persona famosa con mucha in luencia en esta á rea, por lo que puede ser
natural, pero parecı́a que nadie en particular no conocı́a a Ash Jones.
Esa fue la impresió n.
[¿Está s participando en la subasta?]
La razó n por la que los nobles participan en exposiciones suele ser para
coleccionarlos. No es que no los haya como pasatiempo, pero habı́a
bastantes, y la mayorı́a de ellos eran para exhibirlos en nombre de la
cultura. En el caso de Karlyle, participó en todas las exhibiciones
notables obligatorias, pero no las coleccionó . No habı́a ninguna razó n
para estar interesado de esa manera.
[Hay veces, pero el propó sito de hoy es apreciar. Es un buen escritor. Me
preguntaba có mo serı́a verlo con Karlyle.]
Karlyle pensó por un momento. El auto estaba a punto de comer, ası́
que el brunch fue excesivo. Sin embargo, si lo pone en espera, reunirse
temprano para la exhibició n fue ambiguo.
“Si pasa algo, puedes ir a verlo”.
No fue hasta que escuchó la voz de Jonathan que Karlyle se dio cuenta
de que habı́a estado sosteniendo el telé fono má s tiempo del esperado.
Avergonzado por ser grosero en la cena, rá pidamente dejó su telé fono
celular.
“Perdó neme.”
“Tu oponente es tu oponente”.
Jonathan dijo que lo sabı́a todo, pero Karlyle negó con la cabeza.
“La comida familiar es má s importante”.
“Tú y yo nos vemos a menudo. Ademá s, esa persona será tu familia.”
Una sensació n de culpa se apoderó de mi pecho. Mi padre, que estaba
preocupado por haber malinterpretado mi reacció n, ahora hablaba
como si estuviera aliviado. Es cierto que la impresió n de Ash Jones no
fue mala, pero no es que me gustara ni nada por el estilo.
Pero no hay manera de que pueda decir que no se convertirá en una
familia. Despué s de un momento de vacilació n entre opciones, el
telé fono vibró de nuevo. Jonathan parpadeó para con irmar. Mientras
revisaba cuidadosamente mi telé fono, un sı́mbolo que nunca antes
habı́a visto apareció en la pantalla.
[=(]
Karlyle re lexionó un momento sobre la extrañ a combinació n de
personajes. Pensé que cometı́ un error tipográ ico.
[Es triste, pero está bien negarse. Porque soy un adulto.]
Estaba a punto de preguntar qué signi icaba eso, pero afortunadamente
siguió un mensaje de texto. Iró nicamente, la voz de Ash Jones se
superpuso ligeramente al texto.
[no. Revisé el horario por un tiempo.]
Dudé porque no era propio de mı́ responder a un plan tan improvisado.
Si se trata de un horario relacionado con el trabajo, lo ajustaré de
manera lexible, pero ¿no es una reunió n privada? El sonido de la tos de
Jonathan empujó a Karlyle, quien estaba preocupada por perder el
tiempo.
[Creo que estará bien.]
A regañ adientes, Karlyle accedió . Entonces, un sı́mbolo casi similar al
anterior apareció en la pantalla.
[=D]
Miró la pantalla con una expresió n inexpresiva. Me preguntaba qué es
esto. Esta no es la primera vez que trata con alguien que no es
aristocrá tico, el hombre era demasiado heterogé neo. Fue má s porque
nunca he sido relativamente bajo en ninguna parte.
[Hiciste que fuera una molestia, ası́ que iré a recogerlo. ¿Podrı́a darme
su direcció n?]
Mientras pensaba en el extrañ o personaje, Ash sugirió una escolta.
[está bien.]
[=(]
El texto que vi antes ha llegado de nuevo. Karlyle inalmente decidió
preguntar el signi icado.
[¿Qué signi ica eso?]
Ash no respondió la pregunta de Karlyle durante unos minutos.
Sintié ndose un poco tı́mida, Karlyle colgó su telé fono. Pero su mirada
siguió desplazá ndose hacia el telé fono.
“¿Está s yendo ahora?”
“Ah, todavı́a no. Pero parece que tendremos que salir pronto”.
“Parece que quieren comer juntos”.
Jonathan dijo como si supiera.
“Perdó n por irme primero”.
“No digas eso”.
Levantando la mano, Jonathan bebió su café de nuevo. Mientras tanto,
no hubo respuesta de Ash, y aumentó un poco el nerviosismo. Mi dedo
se movió cerca del telé fono y inalmente sonó la vibració n.
[Quise decir que si no me permitı́as ir a buscarte, podrı́a llorar porque
estoy triste.]
Karlyle entrecerró los ojos ante un pensamiento inesperado.
[Si me dejas acompañ arte, te diré exactamente lo que signi ica.]
Era una propuesta extrañ a. Karlyle re lexionó por un momento ya que
no podı́a entender al hombre que decı́a ser molesto, pero parecı́a que
negarse a hacerlo la ofenderı́a. En cualquier caso, soy yo quien má s se
arrepiente de esta relació n.
Simplemente se lo quitaré , pero é l no recibe nada de mı́.
[…] … bien.]
Sentı́ que le estaba tirando la pelota a alguien sin valor. Una cierta
sensació n de rareza me golpeó . No era un sentimiento desconocido. Era
el sentimiento que sentı́a mi abuelo cada vez que estaba decepcionado
por mi inutilidad.
Si quieres convertirte en un ser humano ú til, aunque sea un poco, serı́a
mejor coincidir con la solicitud de la otra persona. Karlyle envió la
direcció n como una má quina.
[gracias. Te veo luego.]
Ash dijo gracias por las cosas por las que no necesitas estar agradecido.
Mientras lo leı́a, la sensació n de vergü enza que habı́a atacado a Karlyle
hace un tiempo se desvaneció lentamente. Sin estar familiarizada con
este sentimiento, Karlyle deslizó su telé fono en sus brazos, ingiendo
ignorarlo.
*
Coincidentemente, Jonathan no se fue inmediatamente despué s de
terminar su comida. Sé que debe haber una cita en la mañ ana, pero
Jonathan no salió de la casa a las 11 en punto. Estaba sentado en la sala
de estar, leyendo el perió dico y bebiendo té .
Karlyle notó sin di icultad que estaba tratando de encontrarse con
Ashe. Fue di icil. Mientras estaba considerando si deberı́a decı́rselo a
Ash con anticipació n, sonó el timbre. Comprobé la hora. 10 minutos
antes de la hora señ alada.
Fue sorprendente Pensé que vendrı́a bien.
“No me estoy yendo.”
Jonathan pasó junto a Karlyle, que acababa de bajar las escaleras, hacia
la puerta. Karlyle se apresuró a seguirlo, quien tomó la delantera sin
darle oportunidad de detenerse.
“No tienes que hacerlo”.
“Soy el que será tu có nyuge, ası́ que por supuesto que tengo que
conocerte”.
Mientras la palabra có nyuge se detenı́a, provocando culpa, Jonathan
abrió la puerta. Lo primero que vi detrá s de la puerta abierta en
silencio fue un ramo de rosas rojas. Jonathan hizo una pausa, con los
ojos muy abiertos. Tardı́amente, Karlyle se paró junto a é l.
Ash sostenı́a un ramo tan hermoso. Sin avergonzarse cuando Jonathan
abrió la puerta, sonrió y pidió un apretó n de manos.
“Hola. Este es Ash Jones.
Levantando la mano corté smente, no parecı́a estar avergonzado en
absoluto. Jonathan miró brevemente a Ash y tomó su mano.
“Puedes llamarme Jonathan. Es el padre de Karlyle”.
“Un placer conocerte. Por favor, sié ntete libre de decı́rmelo.
Ash lo saludó hoscamente. Luego miró a Karlyle, que estaba de pie
junto a é l. Mientras bajaba lentamente los ojos, dijo refrescantemente.
“hola.”
Se ofreció un ramo de lores junto con saludos. Un olor a rosa brillante
me golpeó .
Será Carla.
Despué s de darle la mano, Jonathan se echó hacia atrá s. Karlyle se
quedó mirando el ramo que se extendı́a frente a mı́. Nunca he recibido
lores como regalo en mi vida, excepto en las ceremonias de graduació n
y entrada. Tampoco incluı́a lores tan hermosas.
“… … gracias.”
No es que no me gustara, pero se sentı́a raro. No esperaba ser tratado
ası́ por el mismo Alfa.
“Te conviene.”
Ash miró a Karlyle como si le gustara, luego le dijo a Jonathan.
“Lamento interrumpir su tiempo, pero ¿puedo tomar prestado a Karlyle
por un momento?”
“por supuesto. Karlyle, me llevaré las lores.
Karlyle, que habı́a estado congelado durante un tiempo en una serie de
situaciones inesperadas, le con ió cuidadosamente el ramo.
“Gracias Padre.”
Jonathan, que tomó la lor, olió la lor en lugar de Karlyle y sonrió .
“Alice se sentirá aliviada. Entonces ven y divié rtete.
A Jonathan parecı́a gustarle mucho Ash. Ash miró con el ceñ o fruncido a
Jonathan, quien sonrió mientras se referı́a a su madre.
“Dé jamelo a mı́.”
Jonathan estaba apoyado contra la puerta y los miraba, pretendiendo
cerrar la puerta cuando los vio irse. Cuando estaba llevando al socio
Omega designado por mi abuelo a una iesta de graduació n, mi padre
nunca me habı́a despedido ası́. No es mi primera cita, pero sentı́ que iba
a tener una primera cita.
Y Ash extendió su mano como para apoyar ese pensamiento.
¿Nos vamos, Karlyle?
La mano extendida, como para escoltar, era blanca y grande. Parecı́a
bastante natural que Ashe le hiciera esto a Alpha. No recordaba haber
tomado la mano de Alpha, pero no podı́a dejar sola a Ashe. Vacilante,
Karlyle tomó su mano lentamente.
Palmas tocadas. La cá lida temperatura del cuerpo envolvió la frı́a piel
de Karlyle. A diferencia de Karlyle, que tenı́a callos por montar a caballo
o practicar esgrima, las manos de Ash eran suaves. Aú n ası́, la sensació n
era claramente diferente de la mano de Omega.
La brecha penetró los lı́mites de Karlyle.
Mientras estaba nervioso por la mano torpemente tomada, salı́ de la
mansió n. Ash tomó su mano y condujo a Karlyle. La mano frı́a se habı́a
derretido debido a la temperatura corporal de Ash. Una agradable
temperatura corporal subió por la palma de mi mano con una sensació n
de cosquilleo.
“Estaba pensando en conseguir un automó vil, pero no está tan lejos de
la Galerı́a Hayward, ası́ que voy a tomar un taxi. ¿está s bien?”
“No importa.”
Estaba má s preocupado por cuá ndo soltar la mano que sostenı́a.
“Dado que el clima es agradable, creo que está bien caminar cuando
regreses. Oh, por supuesto, siempre y cuando Karlyle esté bien.
¿Puedes seguir sostenié ndolo ası́?
—¿Karlyle?
Ah, aparté la mirada de mi mano sin darme cuenta. Ash me miró y
parpadeó .
“Lo siento si te ofendı́.”
Ashe inmediatamente se disculpó porque pensó que estaba mirando su
mano con una expresió n inexpresiva.
“Ası́ no.”
La mano que pareció soltarse se detuvo ante la respuesta de Karlyle.
Ash bajó la mirada y miró a Karlyle. Preguntó , mirando ijamente su
rostro inexpresivo.
“¿Asi que?”
“… … Miré para ver cuá nto tiempo deberı́a aferrarme a é l”.
Ash hizo una mueca al escuchar las palabras inesperadas. Parpadeó , y
luego sonrió en voz alta jaja, y puso los ojos en blanco.
“¿Entonces me miraste?”
“Sı́.”
“Linda.”
“… … ?”
La expresió n de Karlyle cambió ante la primera expresió n que habı́a
escuchado. Entrecerró los ojos ligeramente y lo miró . Ash suspiró y se
inclinó .
“¿Sabes lo lindo que era cuando envié un mensaje de texto?”
“Creo que nunca he hecho algo ası́”.
Como bonito o lindo, Ash parece tener un está ndar ligeramente
diferente al de los demá s.
“¿Có mo puede no ser lindo preguntar el signi icado de los emoticonos?
Lo vi y fue tan lindo que olvidé responder de inmediato”.
Ası́ que la respuesta fue lenta. Karlyle insistió en la vergü enza que habı́a
sentido antes.
“Parecı́a que Karlyle no sabı́a nada”.
“No era una expresió n que solemos usar a nuestro alrededor, pero lo
era”.
“Puede ser.”
No parecı́a estar de acuerdo en absoluto.
“Ni siquiera busco cosas que no necesito saber y las aprendo”.
“por supuesto. Karlyle no tiene que hacer eso, porque no sé muchas
cosas inú tiles”.
Ash se acercó a é l y extendió su otra mano, que no sostenı́a. Un dedo
alcanzó lentamente y tocó suavemente la mejilla de Karlyle. Tomando
un descanso de la acció n inesperada, Ash levantó su dedo ligeramente
hacia arriba, haciendo que las comisuras de los labios de Karlyle se
elevaran.
“La razó n por la que pongo una D en el signo igual es una sonrisa como
esta”.
El dedo que acariciaba su mejilla descendió lentamente cerca de sus
labios. El tacto suave picaba. Una advertencia sonó en mi cabeza ante el
contacto demasiado ı́ntimo. Karlyle dio un paso atrá s cuando Ash se
acercó .
“Otros signi ican lo contrario”.
Al ver a Karlyle retroceder como si estuviera arrepentido, Ash bajó la
mano. Los dos se alejaron el uno del otro cuando se dieron la vuelta y se
sacudieron la mano que sostenı́an.
No era mi intenció n sorprenderte.
“¿Eres el tipo de persona que siempre tiene mucho contacto fı́sico como
este?”
Karlyle preguntó como la ú ltima vez. Ash inclinó la cabeza y mostró una
expresió n preocupada.
“Para una fecha.”
Estaba a punto de preguntar si está bien ser un Alfa, pero pronto
recordé que Ash dijo que tambié n conocerı́a a un Alfa en la ú ltima
reunió n. Mi estó mago luctuó ante el toque inesperado. No hace falta
decir que Karlyle nunca habı́a tenido un contacto tan ı́ntimo con
Omega.
No tenı́a muchas fechas. No fue intencional, pero tenı́a una relació n con
los Omegas que conoció por necesidad. Si la persona con la que quieres
ser amigo cercano quiere que la conozcas. Incluso si nunca habı́a salido
con nadie, una noche me cansó . Al mé dico de Karlyle realmente no le
importaba. Porque su propio valor estaba determinado por la
necesidad.
En esa reunió n, tal contacto fue innecesario. Tomarse de la mano de los
acompañ antes solo en pú blico, besarse solo cuando sea absolutamente
necesario. Esa era la regla que Karlyle se habı́a impuesto. No quiero que
mi corazó n se arruine porque me gusta alguien que no me deberı́a
gustar.
No sea que mi abuelo se convierta en una persona despreciable.
No cometas los mismos errores que tu madre.
Ese era el camino para su familia, y lo que le habı́an enseñ ado. Es por la
misma razó n que se volvió tacañ o al expresar sus emociones. Me
enamoré de alguien que no era mi prometida, ası́ que no debı́ crear un
factor de riesgo.
Sin embargo, el oponente frente a é l era diferente. Ash Jones es alpino
y… … porque es novio No habı́a necesidad de empujar.
“Sin embargo… … .”
Pero al mismo tiempo, iró nicamente, el hombre no se comprometerá en
unas pocas semanas.
“¿No es una reunió n con un inal despué s de todo?”
Una voz frı́a, contrariamente al clima brillante, se dividió entre los dos.
La voz, que estaba demasiado excluida emocionalmente, daba la
sensació n de trazar una lı́nea.
Podrı́a reaccionar de forma extrañ a ante su apariencia frı́a, pero en
lugar de sobresaltarse o avergonzarse, Ash hizo contacto visual con
Karlyle. La suave luz del sol se derramaba por el estrecho cielo del
callejó n. Ash, bajo la suave luz, tenı́a unos tranquilos ojos azules.
“Toda relació n tiene un inal”.
Ash dijo tan pronto.
“¿Pero no signi ica que el momento no tiene sentido solo porque tiene
un inal? De todos modos, nos veremos por un tiempo como novios, y
no quiero pasar ese tiempo siendo obligatoria y seca. ¿Cuá l es el
signi icado de tal reunió n?”
Ash estaba pensando exactamente lo contrario de Karlyle.
“Ademá s, Karlyle no es solo una cita. ¿Eres el primer prometido que he
tenido en mi vida? Carlisle tiene razó n, pero incluso si no se casan, no
es como si nunca se fueran a ver. De todos modos, para cumplir la
promesa que hice, tenemos que verlo a menudo.
… … Eso es correcto. Para traer las condiciones que mi abuelo querı́a
como está n, tenı́an que seguir reunié ndose en el futuro.
Aú n ası́, habı́a algo atascado en la esquina de su pecho. Era correcto
verlo como una leve ansiedad. Era como un miedo desconocido. Aunque
no habı́a absolutamente ninguna razó n para hacerlo.
“¿No te gusta que me toquen?”
“… … No es ası́. Es porque no estoy acostumbrado.
“Es sorprendente que una persona genial como Karlyle no esté
acostumbrada a esto”.
“Supongo que es porque realmente no lo disfruto. Nunca sentı́ la
necesidad de hacerlo”.
Ash se cruzó de brazos. Contemplando algo, se acercó a Karlyle.
Exactamente la distancia que habı́a recorrido Karlyle.
“No conozco bien a Karlyle, pero no creo que Karlyle haya vivido nunca
una vida libre, a juzgar por conversaciones pasadas”.
Apuñ aló la esquina Las cosas má s importantes no siempre se le daban a
elegir a Karlyle, y Karlyle tenı́a derecho a elegir solo las cosas triviales
que no tenı́an sentido. Hay muchas cosas que incluso se han hecho.
“Puedes pensar que es presuntuoso, pero creo que Karlyle es má s… …
Quiero que conozcas las pequeñ as alegrı́as. Espero que nos
acostumbremos a tocarnos y no creamos que es innecesario”.
¿Por qué esta persona me está haciendo esto, a quien solo he visto dos
veces?
“Lo siento, pero no creo que esa sea la parte que te importa. Sr. Jones,
estoy de acuerdo con lo que dije antes. Pero hasta má s tarde, no es
asunto tuyo”.
“Dije, pero nos seguimos viendo”.
“No creo que esa sea una razó n para siquiera considerar mis datos
personales”.
“La ló gica es só lida”.
Ash hizo un um, un sonido molesto, y luego inmediatamente pensó en
algo.
“Entonces tó malo como mi pedido”.
“… … ¿Dijiste por favor?
“Es un poco irrespetuoso, pero creo que es justo verlo como un
intercambio por lo que le doy a Karlyle lo que quiere”.
Ash rió suavemente. Parecı́a un niñ o inocente.
“¿Es solo una petició n? No parece un trato justo”.
Me avergonzaba llamar a esto una petició n. Ash Jones sigue sin recibir
nada, ¿no? Es natural pedirle un favor en lugar de deberle un favor
unilateralmente, pero no se sentı́a como un trato para pagar la deuda.
“Lo hago porque quiero. Má s tarde, cuando Karlyle conoce a la persona
con la que realmente quiere casarse, no se siente incó modo tocarse”.
“có mo… … .”
Karlyle.
Ash estiró la mano que habı́a soltado. Un dedo rozó suavemente el
dorso de la mano de Karlyle.
“Si realmente amas a alguien, no puede haber un momento má s feliz
que conocer a esa persona”.
Las sensaciones que habı́a sentido antes giraban alrededor de mi piel.
Cosquillas leves, tensió n rı́gida e incomodidad causadas por acciones
demasiado ı́ntimas. Ese sentimiento tomó todos los nervios de Karlyle.
“De todos modos, creo que fue una especie de destino que nos
conocié ramos ası́, yo. Entonces, espero que Karlyle algú n dı́a conozca a
una buena persona y sea feliz. Lo siento, está bien pensar ası́. No puedo
evitarlo aunque no entienda. Yo solı́a ser ese tipo de persona”.
Los dedos que habı́an estado acariciando suavemente el dorso de su
mano se entrelazaron lentamente y se clavaron entre sı́.
“Entonces dé jame tocarlo, ¿de acuerdo?”
La ansiedad que habı́a sentido antes resurgió en mi mente. Karlyle
Frost ahora está siendo in luenciado por este hombre en un grado
absurdo. Incluso si fue un comienzo desfavorable en primer lugar,
estaba haciendo má s de lo necesario.
“… … No será muy efectivo.
Ante esas palabras renuentes, Ash sonrió de la manera má s brillante
que jamá s habı́a visto.
“¿Lo permitiste?”
A pesar de que no le agradaba, Karlyle no pudo encontrar ninguna
razó n para negarse al inal. Estuvo de acuerdo dejando que Ash
agarrara mi mano.
Y Ash, como si lo hubiera entendido bien, sonrió en silencio, tomó su
mano y comenzó a caminar de nuevo.
*
Afortunadamente, Ash no se tomó de la mano intencionalmente
despué s de subirse al taxi. Blackcap los dejó en su destino en menos de
20 minutos. Ash detuvo a Karlyle, que estaba tratando de calcular
primero, y pagó la tarifa del taxi. Despué s de la ú ltima vez, cuando
estaba en una situació n en la que solo recibı́a de é l, sentı́ un poco de
vergü enza. No sé si dan o reciben, pero me preguntaba si podrı́a existir
una bondad tan unilateral.
La Galerı́a Hayward estaba mucho menos concurrida de lo habitual, ya
que la entrada estaba cerrada para una exposició n privada por la
mañ ana. En Waterloo, donde el color gris lú gubre es abrumador, las
esculturas de la galerı́a son las ú nicas que lucen su presencia con color.
Ashe se acercó a la entrada de la galerı́a, que tenı́a un lado decorado
con vidrio, y caminó primero hacia la puerta automá tica cerrada.
Disculpe, sacó su celular e inmediatamente llamó a alguien.
“Buenos dı́as, Vanesa. Si, estoy aqui. Esta es la entrada.
Es natural tener un tono amigable, pero Ash habló por telé fono con una
cara relajada. Mientras llamaba, volvió la mirada para mirar frente a é l,
levantó la mano y la agitó .
“¡Ash!”
Una mujer alta se acercó agitando la mano. Era una belleza
impresionante con su cabello escarlata atado en trenzas. La mujer con
anteojos de gran tamañ o corrió rá pidamente, se paró frente a ellos e
inmediatamente encontró a Karlyle y abrió los ojos.
“¿Es este caballero ridı́culamente guapo el que trajiste? Oh lo siento. ¡Mi
nombre es la amiga de Ash, Vanessa Lord!”
Vanessa, que se presentó con un nombre nuevo, se volvió rá pidamente
para mirar a Karlyle y Ash con una expresió n de recuerdo en el rostro.
“Hola. Mi nombre es Karlyle Frost”.
“Un placer conocerte. ¿No es un honor para una persona tan
maravillosa ver la exposició n?
Vanessa parecı́a encajar bien. Me hace preguntarme si solo hay
personas ası́ alrededor de Ash Jones.
“Gracias por dejarme ir contigo”.
Karlyle puso una leve sonrisa en su rostro. Era una sonrisa que se usaba
como una má scara para las personas que me encontraba afuera. La
mirada de Ash estaba ija en Karlyle por la sonrisa que mostraba, quien
nunca habı́a sonreı́do. Karlyle miró a Ash con una mirada descarada.
Ash abrió mucho los ojos y miró a Karlyle.
“Lamento decir esto al principio, pero tal vez… … ¿Eres noble?
Cuando Ash estaba a punto de preguntar por qué estaba haciendo esto,
Vanessa hizo su pregunta de una manera realmente extrañ a. Era fá cil
escuchar esa pregunta en sı́ misma. Cuando estaba en el extranjero,
pocas personas entendı́an el inglé s de los aristó cratas, y cuando estaba
en Corea, rara vez me encontraba con gente comú n.
“Eso es porque es una pronunciació n que solo he escuchado en dramas
y pelı́culas. Fue tan genial que le pregunté ”.
Me hizo reı́r cuando me presenté como un noble. Para la mayorı́a de la
gente comú n, el sistema de clases en sı́ está muy lejos de lo que parece.
“Es cierto para los nobles y las cosas geniales, entonces, ¿por qué no
entras tú primero?”
Ash se hizo cargo de la respuesta. Ash, que miraba ijamente a Karlyle,
tomó su mano y le respondió a Vanessa. Vanessa miró a Ashe con
asombro mientras tomaba su mano y luego se echó a reı́r.
“Dijiste que conociste a alguien el in de semana pasado, ¿fue una cita?”
“sı́.”
Agarrando há bilmente su mano, Ash atrajo a Karlyle hacia mı́. Vanessa
sonrió discretamente y le indicó que entendiera.
“¿Quié n no es Ash Jones, ya está s en alerta?”
“Vanessa”.
Ash, quien siempre parecı́a estar sonriendo, mostró otra aparició n
inesperada. Aunque su rostro aú n era suave, Vanessa asintió mientras
é l parpadeaba con una leve sonrisa en su rostro. Cuando tomó la
delantera y se dirigió a la galerı́a primero, los o iciales que custodiaban
la puerta dejaron entrar a Karlyle y Ash.
Vanessa dijo disculpe un momento y volvió a la sala de exposiciones
con paso acelerado. Ashe le susurró al oı́do a Karlyle cuando vio que un
grupo de personas ya llegaba.
“Todo el mundo es muy hablador como Vanessa, ası́ que no hay
necesidad de responder a cada uno. No te traje aquı́ para molestarme”.
“¿Está bien?”
“Sı́, Karlyle es un hombre guapo que es difı́cil de ver en la vida
cotidiana, y parece un noble, por lo que de initivamente molestará a la
gente”.
Con una interpretació n desconocida, Ash sonrió mientras observaba a
la gente acercá ndose gradualmente a ellos. Antes de entrar en la sala de
exposiciones, Ash volvió a preguntarle a Karlyle.
“Entonces, qué date cerca de mı́. No traje a Karlyle aquı́ para ver chismes
de otras personas”.
A primera vista, las palabras de Vanessa Lord que habı́a escuchado
antes cruzaron por mi mente. Sus palabras de precaució n y las acciones
de Ash se superpusieron por un momento, pero pronto se convenció de
que sus pensamientos eran en vano. No importaba cuá nto lo pensara,
no habı́a ninguna razó n para que Ash hiciera eso.
Para Karlyle, que nunca habı́a tenido una relació n personal con un
artista, la exposició n de hoy fue bastante interesante. La exposició n
privada, que se estrena antes de lo previsto, só lo fue visitada por
crı́ticos y coleccionistas, ademá s de conocidos del artista y funcionarios
del museo.
El tiempo pasó má s rá pido de lo esperado. Fue sorprendentemente
divertido escuchar los motivos, procesos e interpretaciones de la obra
directamente del artista. Se sentı́a diferente de escuchar a un docente
personal o estudiar por separado. Ah, y tambié n fue la virtud de Ash la
que contribuyó a este inesperado placer.
Ash sabı́a mucho má s que Karlyle, al menos en esta á rea. No solo las
obras de Vanessa Lord, sino tambié n una explicació n de los artistas que
la in luenciaron. Ash se quedó a su lado por un segundo para que
Karlyle no se sintiera incó modo.
Pasadas las 12 horas se sirvieron aperitivos y bebidas preparadas por
la galerı́a. La galerı́a, donde luye la mú sica de un artista del que nunca
has oı́do hablar, se ha transformado en un pequeñ o ambiente de saló n
de iestas. Beber en el almuerzo no es muy especial para los britá nicos,
por lo que las bebidas que se sirven incluyen una variedad de có cteles.
“¿Karlyle bebe alcohol?”
Miraron alrededor de la sala de exposiciones y se sentaron en una mesa
colocada en la entrada de la sala de exposiciones. Ash miró el menú
para elegir una bebida y le preguntó a Karlyle.
“Sı́, Sr. Jones, ¿a usted tambié n le gusta beber?”
“Cuando se trata de alcohol, tiendo a beberlo por un tiempo. No estoy
muy borracho.
Fue sorprendente Tal vez se sentı́a ası́ porque parecı́a que no habı́a
nada que no pudiera hacer.
“Entonces, ¿qué tipo de bebida te gusta?”
Curioso por lo que era, Ash me preguntó qué estaba bebiendo. Fue lo
mismo mientras miraba la exposició n. Karlyle le dijo muchas cosas, ya
que hizo todas las preguntas como si fueran muy importantes, como
qué tipo de artista le gusta y con qué frecuencia asiste a exposiciones.
Tal vez sea porque no he hablado con nadie sobre mis gustos en tanto
tiempo, me siento má s có modo teniendo este tipo de conversaciones
con Ash un poco, un poco, en una hora.
“Bebo vino o algú n tipo de licor fuerte”.
“Entonces, ¿cuá nto?”
Ash apretó la barbilla y ijó su mirada en Karlyle. Estaba sonriendo todo
el tiempo sobre lo que era tan divertido.
“No recuerdo haber estado borracho”.
“Realmente no hay nada que Karlyle no pueda hacer”.
“no.”
“No me interesa el arte, pero sé mucho. Es la persona má s genial que he
visto en mi vida”.
… … Es un cumplido desconocido. Un alfa, que nunca podrı́a sobresalir
entre los alfas dominantes, era demasiado para escuchar.
“Pareces haberlo sobreestimado. No sabes nada comparado con el Sr.
Jones.
“Perfecto excepto por ser demasiado humilde.”
Ash continuó la conversació n con seriedad.
“Oh, tengo uno má s”.
Cuando me di cuenta de que habı́a algo má s, estaba un poco aprensivo.
Karlyle preguntó vacilante.
“… … ¿Qué es?”
“Lo ú nico que hace reı́r a todos excepto a mı́”.
Las palabras inesperadas salieron de Ash. Miré a Ash para ver qué
signi icaba eso, y me hizo sentir lá stima por é l con sus tristes ojos de
cachorro.
“El nunca me sonrió , ası́ que nunca pensé que Karlyle sonreirı́a”.
Ah Entonces lo miraste?
“¿Por qué está s sonriendo excepto yo?”
Ash puso una cara triste. Karlyle re lexionó sobre có mo explicar esto.
Pensé que podı́a sentirme ası́. No estaba consciente de ello, pero creo
que me reı́a cada vez que Ash me presentaba a la gente. Debe haberse
convertido en un há bito.
“usualmente… … No me estoy riendo personalmente. Fue porque todos
eran conocidos del Sr. Jones antes”.
“Creo que es muy injusto mostrarle a la gente aquı́ una sonrisa que
nunca antes habı́a visto”.
No hay mucho que ver, dijo Ash como si se hubiera perdido algo muy
importante.
“Entonces, ¿tiendes a hacer esto cuando está s con otros nobles?”
Todos se conocieron solo en relaciones pú blicas, por lo que
probablemente ese fue el caso.
“Es un trabajo”.
“No sé si esto es desafortunado o afortunado”.
“Puedo hacerte sonreı́r si quieres”.
“ese… … .”
Ash dejó escapar un sonido ahogado y sacudió la cabeza.
“La sonrisa de Karlyle es má s bonita de lo que imaginaba, pero está
bien. No quiero reı́rme, pero no me gusta hacer reı́r a la gente”.
Todas las palabras de Ash, que continuaron sin interrupció n, fueron tan
amistosas que Karlyle no supo có mo reaccionar.
“No signi ica nada a menos que Karlyle sonrı́a porque está feliz”.
Ha pasado demasiado tiempo desde que sentı́ la emoció n de la felicidad
misma. Karlyle, que parpadeó , desvió un poco la mirada sin darse
cuenta.
“Ası́ que, por ahora, tengo que empezar a comer comida deliciosa.
Averiguaré si hay una bebida que le pueda gustar a Karlyle”.
“Voy a ir.”
“Karlyle es una invitada, ası́ que se siente có moda aquı́. Volveré pronto.”
Ash se levantó hablando como si le hubieran asignado una tarea
importante. Antes de irse, se acercó a Karlyle como si tuviera algo en
mente e inclinó el torso. Una mano naturalmente extendida agarró la
barbilla de Karlyle. Respiré hondo ante la acció n inesperada.
“Espera aquı́.”
Era una voz suave, como si se tratara de un amante. Ash miró a Karlyle
por un momento con ternura y luego le mordió la mano lentamente.
Debió agarrarse la barbilla con una fuerza ligera, pero incluso despué s
de que Ash se retirara, el toque permaneció vı́vidamente en su barbilla.
Karlyle tuvo la mirada ija ahı́ por unos segundos sin darse cuenta,
mientras miraba hacia atrá s mientras iba a tomar un trago. Fue despué s
de que Vanessa le habló que volvió en sı́.
“¡Oh, Sr. Frost! Está s aquı́. ¿Ash?”
Sentada en el asiento vacı́o de Ash, Vanessa habló alegremente.
“Salı́ a tomar una copa”.
“Quié n no es Ash Jones, toma terriblemente a su amante”.
Los ojos de Vanessa se iluminaron de placer. Los labios de Karlyle se
torcieron ante la palabra amante.
“… … No un amante.
“Oh, ¿sigues saliendo?”
Para ser precisos, romperı́an el compromiso cuando se encontraran un
cierto nú mero de veces, pero Karlyle asintió una vez.
“Entonces, ¿puedo preguntar qué fecha es hoy?”
Vanessa parecı́a que iba a morir porque estaba realmente interesada en
la situació n. La extrañ a sensació n de culpa que sentı́ cuando le conté a
mi padre sobre los asuntos de Ashe me atravesó el corazó n a primera
vista. No me gustó porque estaba mintiendo como si estuvié ramos
saliendo.
“Nos encontramos un par de veces”.
“Realmente no voy a posventa, pero creo que a Frost realmente le
gustó ”.
Despué s de todo, el nú mero de veces que nos vemos es ijo, pero… … .
“Hace tiempo que no veo a nadie, por lo que algunas personas aquı́
tambié n han estado buscando a Ash, pero al ver que hay un gran
oponente como el Sr. Frost, todos lloran porque no hay esperanza”.
Tenı́a una vaga idea desde el principio de que serı́a popular, pero
realmente lo parece. Era extrañ o tener ese tipo de apariencia y ese tipo
de personalidad.
“Parece que a mucha gente le gusta el Sr. Jones”.
Estaba destinado a con irmar la verdad, pero Vanessa se sobresaltó y
agitó la mano.
“Oops, estoy sin palabras. ¡Olvidalo! De todos modos, la conclusió n es
que el Sr. Frost es realmente genial”.
“está bien.”
“Ash, es un tipo realmente bueno. Cuando conozco a alguien, realmente
ni siquiera miro a nadie má s que a esa persona, ¡ası́ que no tienes que
preocuparte por lo que estoy diciendo! Eh, ¿está s ofendido? No tengo ni
idea. ¡No soy malicioso, por favor perdó name!”
Vanessa levantó sus copas, juntó las manos y rezó .
“Señ or, no tienes que decir eso”.
“¿En realidad?”
“Sı́.”
“Entonces, ¿lo verá s? Nos veremos a menudo en el futuro. Desde
entonces, he sido uno de los mejores amigos de Ash”.
Esto fue sorprendente.
“Parece que tienes muchos amigos”.
“Hay mucha gente alrededor, pero no hago que mucha gente se acerque
a mı́. Hay muchas personas que quieren ser amigables unilateralmente”.
Vanessa arrugó un ojo.
“A veces, hay personas que miran erró neamente su apariencia y
personalidad, por lo que esa persona tambié n tuvo mucho trabajo. De
todos modos, la conclusió n es que los dos van muy bien juntos”.
No sé por qué estaba emocionada, pero Vanessa repetı́a lo mismo.
Entonces, Ash con un trago en ambas manos volvió a su asiento. Los
ojos de Vanessa se agrandaron ante las sombras proyectadas detrá s de
su espalda, y rá pidamente se puso de pie.
“¡Ah, aquı́ está !”
Karlyle, ¿te molestó Vanessa?
Preguntó Ash, señ alando a Vanessa con un guiñ o. Karlyle los miró a su
vez y sacudió la cabeza. No me molestó mucho porque escuché muchas
historias inesperadas.
“¿En realidad?”
“¿Es real? Confı́o totalmente en el Sr. Frost. Ah, la gente me llama. Iré a
ver Frost, ¡hasta la pró xima!”
Vanessa rá pidamente cedió su asiento a Ash y corrió como un niñ o que
no querı́a ser regañ ado y se dirigió a la exhibició n. Corrı́a rá pidamente,
pero por un momento, se tambaleó y se tambaleó . Era el tipo de
persona que nunca habı́a visto antes.
En lugar de disgustarlo, era solo que todo esto era como un mundo
diferente.
“Llegué un poco tarde porque tenı́a que elegir una bebida. Lo siento.”
Ash dejó el martini frente a Karlyle. Ash puso un có ctel rosa frente a mı́
que se veı́a dulce. No en una reunió n o iesta o icial, sino en un lugar
pequeñ o como este, Karlyle se quedó mirando el có ctel por un rato, sin
saber que estarı́a bebiendo durante el dı́a.
“¿Elegiste bien, yo?”
Ash preguntó como un cachorro buscando un cumplido. En el momento
en que lo vi, un sentimiento desconocido atravesó mi corazó n. No era
un cierto sentimiento, tal vez… … .
Es posible que hayas pensado que era un poco lindo.
Has elegido bien.
“Qué alivio. Estaba muy nervioso porque tenı́a miedo de haber tomado
la decisió n equivocada”.
“Estoy bien con cualquier bebida”.
“Aú n ası́, es mejor si a Karlyle le gusta”.
Ash hizo una mueca de gran alivio, seguida de una bonita sonrisa. Con
los ojos bien abiertos, agarró un có ctel y se lo tendió frente a Karlyle.
“Espero que Karlyle tenga un buen dı́a hoy”.
Las palabras tranquilizadoras de Ash eran má s dulces que el aroma de
los có cteles.
Despué s de un bocado rá pido en la sala de exposició n, llegaron a un
pub en una cala a pocos pasos de Waterloo. Al contrario del exterior, el
pub elegantemente decorado estaba lleno incluso a la hora del
almuerzo.
Sentados en el patio, los dos comieron un asado de domingo. El asado
del domingo, que no comı́a desde niñ o, estaba delicioso aunque no era
el tipo de comida que solı́a comer. Ash bebió un poco de sidra y Karlyle
bebió vino. Era la primera vez que bebı́a alcohol desde la mañ ana sin
ningú n propó sito. Pero no lo odié .
Era tarde cuando terminamos de comer. No parece que haya hecho
nada especial, pero extrañ amente, Karlyle tambié n estaba sorprendido
por el tiempo que pasaba tan rá pido. Como tenı́amos planes para la
cena, era hora de volver naturalmente. Karlyle tenı́a que prepararse
para la reunió n de mañ ana y Ash tenı́a trabajo que hacer en casa.
A la vuelta, como dijimos por la mañ ana, decidimos caminar juntos en
lugar de tomar un taxi. Aunque a Karlyle no le gusta caminar por el
centro de la ciudad debido a las bocinas fuertes, las multitudes y la
tierra en el camino, aceptó la oferta de Ash.
De camino a casa, Ash caminó hablando. Las manos se tomaron todo el
tiempo. Mientras pasaban entre la multitud de personas, caminaron por
el camino como si se hubieran convertido en amantes.
Solo se habı́an visto dos veces, y aunque era un contacto de punta a
punta, a los ojos de los transeú ntes parecı́an amantes muy cariñ osos.
Karlyle escuchó varias veces sin querer que alguien los miraba y
susurraba que encajaban bien.
Esos susurros a menudo continuaban hasta que llegaban a la casa de
Karlyle. Cada vez, Vanessa, que llamó a los dos amantes, resonaba en
sus oı́dos.
Los dos se detuvieron frente a la puerta principal de la mansió n a la que
inalmente llegaron. A medida que el sol comenzaba a ponerse
lentamente, el cielo adquirió un tenue color rojo. Una suave brisa
primaveral acarició el lequillo suelto de Ash. El cá lido color similar a la
madera se re lejaba cuando la luz del sol se mezclaba sobre su cabello
negro que ondeaba suavemente.
“Gracias por esperar.”
“Es natural. Fue divertido hoy. Espero que Karlyle tambié n lo disfrute”.
Ash susurró . Karlyle miró al hombre un poco má s alto que yo y
respondió despué s de unos segundos de silencio.
“Yo tambié n.”
Ser realmente raro.
“Fue divertido.”
Fue un placer pasar tiempo con este hombre. Pensé que era un dı́a tan
especial, pero mirando hacia atrá s, estaba lleno de cosas que nunca
antes habı́a experimentado. Las personas que rodeaban a Ash eran el
tipo de personas que Karlyle nunca habı́a visto, y la alegrı́a y la
indecisió n que mostraban eran asombrosas.
Karlyle aprendió hoy por primera vez que es posible charlar
continuamente sin ningú n cá lculo de ganancias o pé rdidas.
“Entonces nos vemos má s tarde”.
Ash soltó lentamente la mano que sostenı́a y dijo. Claramente, esta
sensació n, que era incó moda y desconocida incluso en la mañ ana, se
acostumbró a las manos de Karlyle en solo medio dı́a. A medida que
desaparecı́a la temperatura cá lida y suave del cuerpo, mis manos se
vaciaron.
“Te contactaré .”
Las yemas de sus dedos resbalaron y se cayeron. Sentı́ que estaba
momentá neamente vacı́o, inconscientemente, de modo que lo que
habı́a estado agarrando con fuerza todo el dı́a estaba eclipsado.
“… … Por favor echa un vistazo.”
Karlyle tambié n está descansando.
Despué s de despedirse, Ash se dio la vuelta prolijamente. Al contrario
de los extrañ os sentimientos persistentes de arrepentimiento en algú n
lugar de la mente de Karlyle. Cuando se giró y miró la espalda de Ash
mientras caminaba hacia el otro lado, sus pasos no cayeron. En la
mansió n que tiene a sus espaldas, le espera el trabajo de Karlyle.
Pensando que este no era el momento, Karlyle pudo moverse solo
despué s de que Ash deambulara por el callejó n y desapareciera por
completo.
Semana 3
La tercera reunió n no fue una semana despué s, como habı́a esperado
Karlyle. Mientras tanto, el tiempo transcurrı́a sin fecha ija. Ash, que iba
a contactarme, no me contactó durante cuatro dı́as. Pensé que me
comunicarı́a contigo cuando fuera el momento adecuado, pero estaba
preocupado por eso sin saber qué decir. Sentı́ que estaba llevando a
cabo una tarea no resuelta.
Un nervio puntiagudo habı́a molestado a Karlyle durante varios dı́as,
como en los dı́as en que se prolongaban los contratos difı́ciles. Fue
molesto Es porque no tenı́an mucho tiempo. Mi madre estaba haciendo
los preparativos de la boda rá pidamente. A este ritmo, nos casaremos el
pró ximo mes.
Mi padre mencionó que la fecha habı́a sido ijada. A pesar de que era mi
boda, era divertido que la iesta no lo supiera, pero Karlyle no tenı́a
derecho a tomar una decisió n de todos modos. ¿No le corresponde a
Ash Jones incluso anular el matrimonio?
No hay poder de decisió n, só lo ha pasado el tiempo. Sentirse
impaciente era inevitable, pensó Karlyle.
No puedo hablar de romper con la boda a la vuelta de la esquina, ası́
que tenı́a que hablar con mis padres dentro de al menos tres semanas.
Mientras contaba el tiempo, pronto se sintió inú til y caminó hacia el
espejo. En el largo espejo de cuerpo entero se vio a un hombre con traje
de iesta.
Traje de sastre negro de tres piezas con pajarita hecho a mano. El
rostro, que estaba claramente expuesto bajo el cabello cuidadosamente
rizado, estaba inexpresivo como de costumbre. El hombre de aspecto
gris que solo parecı́a frı́o tenı́a una apariencia decente, pero no tenı́a el
encanto para llamar la atenció n como Ash Jones.
Tal vez la razó n por la que no he estado en contacto es porque es
vergonzoso verme.
Karlyle pensó en por qué Ash no habı́a sido contactado. Si fuera un
Omega, sentirı́a que mi personalidad y apariencia eran similares a las
de un alfa, pero no pensé que este tipo de aspecto serı́a atractivo para el
mismo Alfa. Incluso si el oponente habı́a conocido a Alpha antes, valió
la pena.
De repente, la luz de la autoayuda brilló . Era divertido pensar en la
apariencia y la personalidad. Al menos cuando conocı́ a Omega, no tuve
que pensar ası́.
No, no hay necesidad de caer en este tipo de pensamiento. Ash no tenı́a
intenció n de casarse desde el principio, ası́ que no habı́a razó n para
quedar bien con é l. ¿No deberı́a ser su iciente obtener un interé s lo
su icientemente bueno para continuar la relació n sin ir en contra de su
corazó n?
… … Al menos parecı́a tener ese tipo de interé s.
A primera vista, habı́a un leve indicio de arrepentimiento. Sin notar el
color de esa emoció n, Karlyle apartó la mirada del espejo. A veces hay
dı́as en los que me siento ası́. Tal vez sea por el clima. En un dı́a lluvioso,
la melancolı́a ú nica de este paı́s tocó el lado interior de Karlyle.
El sonido de las gotas de lluvia rebotando violentamente a travé s de la
ventana de vidrio transparente continuaba desde la mañ ana. El Saló n
del Marqué s Philip Gordon, que habı́a sido programado durante varios
meses, se estaba llevando a cabo por la noche, pero el clima no era
bueno. Pensé que era el tı́pico clima britá nico, pero no me gustaba la
humedad del aire, ası́ que endurecı́ mi boca.
He vivido una vida sin grandes curvas, pero no tengo gratos recuerdos
de dı́as de lluvia. Pensá ndolo ahora, no es nada, pero parece haberme
impresionado cuando era niñ o. Los recuerdos del pasado pasaron por
mi mente sin parar.
Debido a que una madre enfermó durante algú n tiempo despué s de dar
a luz a Kyle, Karlyle pasó la mayor parte de su infancia con su abuelo.
No fue un mal momento. Gracias a mi abuelo, crecı́ para ser una
persona que puede hacer mi parte.
Karlyle carecı́a de muchos aspectos de su infancia en comparació n con
su abuelo alpino dominante. Karlyle se retrasó en aprender que los
Alfas dominantes, quienes sobresalı́an en fuerza innata, condició n fı́sica
e inteligencia. Con un poco de esfuerzo, Karlyle podrı́a aprender un
idioma extranjero en medio añ o, y a Karlyle le llevarı́a un añ o. Los
demá s tambié n.
Mi abuelo es una persona que piensa que incluso regañ ar es una
pé rdida de tiempo.
Luego sonreı́a a veces. De vez en cuando, en los dı́as en que Karlyle
supera a los alfas dominantes de su edad.
Afortunadamente, Karlyle estaba dotado para montar a caballo y cazar.
No era un talento muy ú til para la gente comú n que vivı́a en la realidad,
pero los nobles eran un poco diferentes. En un buen dı́a, celebraban
iestas en sus amplios jardines y organizaban diversos eventos.
Ese dı́a fue uno de esos dı́as. Para conmemorar la mejora del cuerpo de
su madre Alice, su abuelo organizó una iesta. Tambié n fue el dı́a en que
el dominante Alpine Kyle fue presentado a la gente por primera vez. Era
como una pintura de nieve justo antes del debut de Tangte.
La iesta fue un é xito. Se congregó una gran cantidad de personas y se
sirvió la Santa Cena al aire libre. Entre ellos, lo má s destacado fue el
escondite, un evento que mi abuelo disfrutó má s. Este juego de las
escondidas era diferente de lo que pensaba la gente. Es un juego donde
gana la persona que má s visitas para encontrar las ichas escondidas
por todo el bosque.
Todo parecı́a tener é xito. El pronó stico del tiempo con irmó un clima
soleado, y los nobles que estaban orgullosos de sus hijos hicieron sus
propias apuestas con expectativas. Mi abuelo, por supuesto, apostó má s
por Karlyle.
Los niñ os y niñ as que hicieron su debut corrieron por el bosque. En ese
momento, probablemente se reı́a a menudo. Aunque la expresió n de su
rostro era pequeñ a, no era tacañ o con la risa cuando estaba con sus
compañ eros. Luego, cuando cada uno de ellos se dispersó y comenzó a
buscar la icha, el cielo se nubló .
Unas pocas gotas de lluvia se convirtieron en una fuerte lluvia en pocos
minutos. Querı́a volver, pero no estaba oscuro en absoluto, ası́ que
decidı́ continuar con lo que estaba haciendo. Porque la cara de mi
abuelo estaba en juego.
Fue entonces cuando me di cuenta de que las cosas no siempre salen
segú n lo planeado. Parece que Karlyle sabı́a que el nacimiento de un
humano era la prueba de eso, pero tenı́a un malentendido en su
corazó n. Karlyle se perdió bajo la lluvia.
Si te pierdes en el bosque de tu abuelo, que no es el primer lugar al que
vas, quedará s muy asombrado.
Ese fue el primer pensamiento que cruzó mi mente antes que cualquier
otra cosa. Era difı́cil determinar la direcció n del cielo cuando el sol
habı́a desaparecido. A una edad habı́a aprendido mucho pero nunca
aprendı́ sobre este tipo de angustia, para mi vergü enza Karlyle estaba
perplejo.
La ropa de montar bien vestida se mojó en un instante. El cabello que se
habı́a volteado se pegaba a la frente, y la piel, que originalmente era
pá lida, se volvió blanca. Karlyle contó las ichas que habı́a recogido.
Habı́a seis Era un nú mero ambiguo considerando la cantidad de
participantes y el nú mero que mi abuelo habı́a repartido por todo el
bosque. Si volviera ası́, existı́a la posibilidad de que no pudié ramos
ganar.
Mientras la vacilació n se come el tiempo, la lluvia ha aumentado su
ı́mpetu. Justo antes de que los dı́as se pusieran oscuros y negros,
Karlyle tomó una decisió n. El bosque por la noche es peligroso sin
importar cuá nto mi jardı́n delantero sea. Volver le causará menos
preocupació n.
El doble del tiempo que tardó en entrar en el bosque, Karlyle logró salir
del bosque. Ni siquiera noté los rasguñ os en mi piel porque estaba
tratando de calmar a mi caballo asustado. Karlyle llegó a la mansió n en
un desorden que no era noble.
Y Karlyle se enfrentó a un jardı́n vacı́o. La mesa que habı́a sido puesta
en el jardı́n hacı́a unas horas habı́a sido retirada como si nunca hubiera
estado allı́. Los clientes y usuarios ocupados no se veı́an por ninguna
parte. Volviendo la mirada, Karlyle se quedó mirando la mansió n
brillantemente iluminada.
Creo que todos entraron. Aunque era un procedimiento natural, Karlyle
se sintió solo en este enorme espacio por un momento. Un escalofrı́o
que no habı́a sentido porque habı́a regresado a toda prisa envolvió
gradualmente mi cuerpo. Se sacudió el cabello hú medo y pegajoso,
luego se bajó del caballo y se dirigió al granero.
Peterson asintió en silencio y anunció que todos estaban en el saló n de
la mansió n. Peterson le entregó una toalla y dijo que la gente estarı́a
preocupada por é l.
Ası́ que podrı́as haberlo esperado.
La propia Karlyle conoce mejor las tendencias de la familia, pero las
palabras de Peterson podrı́an hacer que sus padres y abuelos se
preocupen por mı́.
Al pasar por la puerta principal, Karlyle subió las escaleras. Mientras
me acercaba al saló n de iestas de mi abuelo, que habı́a sido
remodelado como un saló n de baile en todo el tercer piso, podı́a
escuchar voces fuertes. A medida que se acercaba la calidez, la luz y la
excitante atmó sfera, el cuerpo de Karlyle tambié n se derritió . Ver a mi
abuelo ya mi familia sentados en el centro me dio incluso una leve
sensació n de alivio.
La mú sica luida se desvaneció cuando entró Karlyle. Los ojos de la
gente se volvieron hacia mı́. Caminé lentamente hacia mi abuelo y me
detuve frente a é l. Kyle, que estaba sentado al lado de mi padre, me
miró con atenció n y mi padre tenı́a una cara preocupada. Fue difı́cil
encontrar la expresió n en su madre y su abuelo.
‘Perdó n por llegar tarde… … .’
‘¿Cuá ntas ichas has recogido?’
Mi abuelo dejó de decir que lo sentı́a. Karlyle parpadeó ante las
palabras de la icha. No fue hasta que sintió las indicaciones de su
silencioso abuelo que Karlyle se dio cuenta de que yo habı́a estado en
silencio. Bajó la mirada y lentamente sacó la icha que tenı́a en el
bolsillo. Los escalofrı́os volvieron a aparecer, hacié ndole difı́cil moverse.
La expresió n de su abuelo se endureció cuando sacó las seis monedas
de oro. Alguien que habı́a estado observando desde su lado gritó como
si se acercara.
¡El Conde Inevers ha ganado!
El sonido de la mú sica, que se habı́a apagado, de repente se hizo má s
fuerte y los alrededores se volvieron ruidosos. Las seis monedas en su
mano se veı́an en mal estado despué s de escuchar esas palabras. La
palabra de que ganó por una diferencia pasó por sus oı́dos.
Mi abuelo ni siquiera me dio la oportunidad de disculparme. Luchando
por contener su amarga ira, apartó la cabeza de Karlyle y habló con su
madre en su lugar.
‘Es paté tico hacer tal expresió n por lo que hiciste bien.’
Madre inclinó la cabeza. Karlyle tuvo que capturar la vista de su madre
siendo regañ ada por mı́ debido a mis defectos. Karlyle miró a su madre
y su abuelo, que nunca me regañ aban, e inclinó la cabeza con culpa. El
abuelo trató a Karlyle como a un extrañ o toda la noche.
Mayam, la niñ era, se dio cuenta de Karlyle y lo condujo a la habitació n.
Despué s de lavar su cuerpo mojado, se sentó en la cama. No tenı́a cara
de ir a la iesta. No mucho despué s, el fuerte aire frı́o se cuela.
Karlyle estaba acostado al dı́a siguiente, saltá ndose la cena. La iebre
era tan alta que inalmente llamaron a Luther Milan, el mé dico tratante.
Mayam dijo que mis padres se detuvieron mientras yo dormı́a, pero no
podı́a recordar. El ú nico joven Kyle iba a venir a mı́ cuando me
despertara, pero no podı́a dejar que mi precioso heredero se resfriara.
Probablemente no he sido capaz de reı́rme bien desde entonces.
Despué s de saber que revelar emociones es bastante venenoso, era
mejor no hacer má s expresiones faciales que las necesarias. Despué s de
todo, era un mundo ventajoso. Es un lugar culto para no mostrar tus
sentimientos internos, por lo que fue ventajoso en muchos sentidos
mantener una cara de pó quer.
Karlyle volvió a la realidad al escuchar el sonido de las ramas rotas
golpeando la ventana con el viento y la lluvia. Me estaba ahogando en
pensamientos inú tiles. Si tienes muchos pensamientos, aparecerá n en
tus acciones. Era mejor despejar la cabeza rá pidamente. El Marquis
Philip Gordon’s Salon solo tiene lugar dos veces al añ o, ası́ que no se
equivoque yendo allı́.
Despué s de tragarse un suspiro de alivio, Karlyle salió de la habitació n.
*
A pesar de las inclemencias del tiempo, la puerta principal de la
mansió n del Marqué s Gordon estaba llena de gente. La mansió n
Marquis en South Kensington, una de sus muchas propiedades, solo
estaba abierta al pú blico cuando celebraba principalmente iestas
sociales.
La luz de las farolas se esparcı́a sobre el agua de lluvia que corrı́a por la
calzada. En lugar del cielo sin sol, todas las direcciones estaban
iluminadas con luces, y la mansió n del marqué s se veı́a esplé ndida
incluso en una noche nublada.
Es una molestia dejar a los invitados en la puerta principal y quedarse
atrapado entre los autos cuando salen, ası́ que Karlyle le pidió a su
conductor que me dejara a una cuadra de distancia. Superando
amablemente las preocupaciones del conductor de que lloverı́a, salió
del coche.
No fue hasta que Karlyle salió del auto que se dio cuenta de que habı́a
olvidado el paraguas que el conductor tenı́a en el asiento delantero. El
conductor tambié n notó que el automó vil se detuvo, pero Karlyle solo
sacudió la cabeza porque un automó vil venı́a por detrá s. Está justo en
frente de tu nariz, por lo que incluso si se moja un poco, se secará
rá pidamente. Estaba acostumbrado a que me golpeara la lluvia.
Despué s de caminar unos pasos, las gotas de lluvia mojaron su cabello.
La lluvia caı́a má s fuerte de lo que esperaba, y aceleré mis pasos. Las
gotas de lluvia cayeron sobre los zapatos negros movié ndose a grandes
zancadas, luego se detuvieron.
“… … ?”
Cuando levanté la cabeza hacia la parada repentina de la lluvia, una
sombra cayó sobre ella. Se colocó un paraguas negro sobre su cabeza.
“hola.”
Karlyle se estremeció ante el saludo justo detrá s de ella. Sus ojos
ligeramente curvos miraban a Karlyle.
“¿Ash?”
No esperaba ver nada aquı́, ası́ que Karlyle se sorprendió un poco. No
esperaba encontrarme aquı́ con Ash Jones, que no era nadie má s.
“Sı́, es Ash”.
Ash no sabe si está de buen humor, pero sus ojos se abrieron aú n má s.
La impresió n amistosa instantá neamente envolvió una atmó sfera
extrañ a. Al darse cuenta de eso, Karlyle se dio cuenta de que estaban
tan cerca como abrazados. La gran mano de Ash, que sostenı́a el mango
del paraguas, estaba justo cerca de su oı́do.
“Dijiste mi nombre”.
“¿Sı́?”
“Es mi nombre. Te llamé por primera vez hoy.
No fue hasta que Ash habló que Karlyle se dio cuenta de que lo habı́a
hecho. Teniendo en cuenta que le tomó meses decir el nombre de su
amigo cercano, Aiden Haywood, no fue ası́. ¿Te avergonzaste porque
nos conocimos en un lugar inesperado?
Karlyle, que estaba tratando de corregir su error, se detuvo cuando vio
la cara sonriente de Ash. Ash envolvió a Karlyle con su paraguas y se
quedó allı́.
“Es bueno escuchar que Karlyle está cantando”.
¿Es algo que te encantará tanto? Karlyle vaciló y decidió seguir
adelante. No habı́a razó n para no llamar. Es solo que el momento de
decir tu nombre se ha retrasado. Si te casas, ah… … , no es ası́, pero en
in, es algo que deberı́amos seguir viendo.
“Parece que otras personas no te llaman por tu nombre a menudo”.
“Bien.”
Ash pensó por un momento y luego sonrió .
“En realidad, es todo lo contrario. La vocació n de Karlyle es especial”.
“Tienes que pasar por algo especial má s a menudo”.
“Conocer a Karlyle es algo especial en sı́ mismo”.
No era algo que no quisiera oı́r. Podrı́a decirse que Karlyle decidió ir
una vez má s.
“Pero, ¿a qué has venido aquı́?”
Ash se rió de la pregunta de Karlyle.
¿Vamos de inmediato? Karlyle parece odiar llegar tarde.
De hecho, la iesta de Marquis Gordon no tenı́a que llegar a tiempo
porque el comienzo no estaba bien, pero é l tenı́a razó n. Con un leve
asentimiento, Ash tomó la delantera.
Ash, vestido con una tú nica azul oscuro y un traje de pantaló n gris,
parecı́a má s alto que de costumbre. No me resultaba familiar porque no
habı́a muchas personas má s altas que Karlyle, que por lo general solo
miraban a alguien.
El paraguas era lo su icientemente grande para que los dos salié ramos
de la lluvia, pero los hombros de Ash sobresalı́an del paraguas.
Contrariamente a su apariencia suave, tenı́a un buen fı́sico, por lo que
era inevitable, pero prevaleció el arrepentimiento.
“Tus hombros está n mojados”.
Karlyle, que estaba preocupado, se hizo a un lado un poco.
“está bien.”
Tanto como eso, Ash volvió a hacerse a un lado. Parecı́a que estaba
lloviendo má s que antes, ası́ que Karlyle dijo seriamente.
“Estoy en una situació n en la que me acostumbro, ası́ que es correcto
que me moje”.
“Ya ha llovido. ¿Qué pasa si me resfrı́o?
Karlyle se quedó perpleja, ya que no estaba en condiciones de resfriarse
solo por estar bajo la lluvia durante unos segundos. A veces no podı́a
entender có mo me miraba este hombre.
“Si te sientes incó modo, Karlyle te abrazará ”.
“¿Sı́?”
“Sigo inclinando mi paraguas hacia Karlyle, ¿y qué si Karlyle toma mi
mano? ¿Es justo?”
Ash bajó ligeramente el paraguas que sostenı́a un poco má s alto que el
nivel de los ojos. Era obvio lo que signi icaba la mano que se detuvo en
silencio como para agarrarlo.
No importará si no lo atrapas. Pero Ash seguirá mojá ndose. Realmente
tampoco importa. Pero fue extrañ amente difı́cil decir que no.
“Derecha. Te ruego que me tomes de la mano, yo”.
Ash susurró como si hubiera notado una señ al de preocupació n.
Avergonzado por la oració n en sı́, Karlyle respiró hondo. No sé por qué
me siento ası́ cuando veo a un alfa, que es má s grande que yo,
susurrando. El sentimiento era diferente a la seducció n de muchas
hermosas mujeres que pasaban.
“Estas orgulloso.”
Con una pequeñ a reprimenda, Karlyle se rindió . No hubo cambio en su
expresió n, pero los ló bulos de sus orejas ardı́an. Tuve la suerte de no
poder verlo gracias a la luz pú rpura del cielo nocturno.
Karlyle tomó con cuidado la mano de Ash en su paraguas. Aunque el
clima era cá lido, llovió hoy y el aire estaba frı́o. Debido a eso, el dorso
de la mano de Ash, que estaba expuesto afuera, estaba bastante frı́o. Era
diferente de la temperatura que recordaba la ú ltima vez.
“Hacı́a frı́o.”
La temperatura corporal siempre fresca de Karlyle fue su iciente para
derretir el dorso de la mano de Ash hoy. Ash, cuya emoció n estaba
expuesta en su rostro, frotó suavemente su mejilla contra el dorso de la
mano superpuesta de Karlyle para ver si estaba de buen humor.
“Kyle Karlyle me calienta”.
Las suaves mejillas eran suaves y diferentes de las manos. Karlyle se
olvidó de apartar la mirada del comportamiento felino y lo miró como
si lo hubieran capturado. Luego, despué s de escuchar extrañ amente las
siguientes palabras de Ash, giró la cabeza.
“Es mejor irse antes de que sea demasiado tarde”.
Karlyle decidió seguir adelante antes de que Ashe se sintiera encantada
con otra palabra. Ash inmediatamente se quedó a su lado.
Gradualmente igualaron los pasos del otro. Dos zapatos de diferentes
colores caminaban uno al lado del otro sobre el suelo de ladrillo
mojado.
Pasaron unos minutos sin decir nada. Mientras nos dirigı́amos a la
mansió n de Gordon, uno de los hombros del otro se mojó de manera
similar y sus manos entrelazadas permanecieron inmó viles. Karlyle no
podı́a mover un dedo cuando sintió que el dorso de la mano de Ash se
calentaba por la temperatura de mi cuerpo.
Los dos llegaron a la mansió n en el momento en que el interior de su
pecho comenzó a doler mientras su respiració n delgada y temblorosa
continuaba. No llovı́a debajo de los pilares del porche anticuado.
Uno de los portadores del paraguas reconoció a Karlyle y se le acercó .
Los nobles no invitados no pueden venir a este lugar, por lo que era
natural que los empleados memorizaran las caras de todos los que
participaron. Cuando Ash bajó el paraguas, Karlyle inalmente respiró
hondo.
“Ya ha llegado”.
Antes de soltarlo, Ash tomó el paraguas con la otra mano y se lo entregó
al usuario. Gracias, gracias, salió con una sonrisa. Sin darle tiempo a
reaccionar, Ash condujo a Karlyle de inmediato. Su mano todavı́a estaba
sujeta. En cambio, esta vez giraron sus palmas para tomarse de las
manos.
“Mis manos se está n enfriando”.
Despué s de entrelazar, Ash acarició suavemente el dorso de la mano de
Karlyle con el dedo. Me gustó la sensació n del calor extendié ndose
como pintura. Se sentı́a como hielo delgado derritié ndose al sol.
“… … Hay muchos ojos para ver”.
Las personas siempre está n interesadas en el trabajo de otras personas
dondequiera que vayan, pero aquı́ está n especialmente. Esta noche, los
rumores estará n por todas partes. Los rumores sobre el matrimonio de
Karlyle Frost que se avecinaban está n lotando, hacié ndose realidad.
“¿No me está s mirando demasiado ingenuamente?”
Ash contuvo suavemente a Karlyle, quien estaba considerando si soltar
su mano. La fuerza de sostener su mano era su iciente para golpearlo
cuando quisiera. Si quieres, puedes salir rá pidamente.
“Sé que está s aquı́.”
Sin embargo, Ash eliminó fá cilmente el tı́tulo de escape.
“De todos modos, si Karlyle quiere una conexió n con Philip, eso es lo
que tengo que hacer”.
Nunca he visto a nadie llamada Marqué s Gordon Philip. Parecı́a que las
palabras del abuelo que tenı́a una relació n no eran falsas. Era una
condició n del contrato, pero yo no sabı́a que iba a llegar tan lejos.
“Siempre me dices que venga, pero decidı́ venir despué s de un tiempo
por Karlyle”.
Ash, que llegó despué s de mucho tiempo, entró en la mansió n del
marqué s Gordon con un movimiento má s familiar que el de Karlyle.
Pude ver los ojos de la gente enfocados en Ash mientras caminaba
tomados de la mano. Habı́a mucha gente cotilleando mientras los
miraban tomados de la mano, y tambié n habı́a muchos Omegas que
mostraban interé s en sus rostros por primera vez.
Karlyle agarró la mano de Ash con fuerza, inconscientemente ante la
mirada descarada que miraba de arriba abajo y susurraba que era
guapo. Me paré junto a é l, dando un paso detrá s de Ash, quien lo guiaba.
Estaba acostumbrado al hecho de recibir crı́ticas, pero no querı́a que el
objetivo se convirtiera en Ash.
“Debes haber conocido al marqué s Gordon durante mucho tiempo”.
“Sı́, ella era amiga de mi madre”.
Miré hacia atrá s en mis recuerdos, pero la historia de la juventud de
Philip Gordon fue difı́cil de entender para Karlyle de inmediato. La
informació n sobre el conocido de alguien suele ser má s como un
chisme, y solo puedes averiguarlo si quieres.
Como recordará n aquellos que esté n interesados, Karlyle no era un
miembro de la alta sociedad. Despué s de mostrar vergü enza en una
iesta que dio mi abuelo en el pasado, no salı́a a menos que fuera
realmente necesario.
“¿Eres curioso?”
Ash preguntó solo. No pude evitar tener curiosidad. Tambié n era
informació n a tener en cuenta.
“No lo negaré ”.
“Entonces intercambiamos informació n”.
“¿Qué quieres?”
Responde a tus preguntas sobre Karlyle y te lo diré .
“Usted es muy curioso.”
Los gatos que se habı́an visto superpuestos antes se superpusieron.
Parece una familia canina, pero era ambiguo clasi icarlo como cualquier
lado de la personalidad.
“¿No me gusta?”
Preguntó Ash, frotá ndose la mano. Era como una sú plica, ası́ que no
podı́a negarme, y no habı́a ninguna razó n para eso.
“No importa.”
Mientras intercambiaban historias, de repente entraron al saló n
principal donde se colocó la comida de la iesta. El Marqué s Gordon fue
visto en la distancia. Por lo general, es una persona que no parece
desaparecer repentinamente despué s de organizar una iesta, pero por
alguna razó n estaba de pie y tratando con personas. Por eso, toda la
gente se reunió aquı́.
Quizá s porque nunca habı́a estado en un evento con su pareja, su
mirada era consciente. Ashe parecı́a tener pensamientos similares, por
lo que, naturalmente, ambos se dieron la vuelta, pero apareció un
obstá culo.
Karlyle.
Un hermoso cabello medio rubio apareció de repente. Este hombre
guapo con una sonrisa satisfecha era Aiden Heywood, el amigo de la
infancia de Karlyle.
“Aiden”.
Por supuesto, esperaba asistir, pero nos conocimos antes de lo
esperado. El tipo que siempre lleva Omega a su lado no tiene pareja
estos dı́as. En cambio, solo tenı́a un vaso de whisky en la mano. Parece
que acaban de romper.
“¿Es irrazonablemente tarde? ¿Por qué tu traje está mojado de nuevo?
Aiden, como siempre, se acercó a Karlyle. Mi reacció n fue tocar sin
prestar atenció n, ası́ que Aiden casualmente agarró el hombro de
Karlyle. Cuando estaba a punto de secarme los ojos con el ceñ o
fruncido, otra persona salió .
“¿Quié n eres?”
Preguntó Ash, hacié ndose a un lado. Soltó la mano que acababa de
sujetar y, en su lugar, la colocó sobre el hombro de Karlyle. Ashe empujó
suavemente la mano de Aiden, frotando suavemente la curva del cuello
y los hombros. Aiden parpadeó y miró a Ash y Karlyle.
“Entonces, realmente quieres saber tu identidad, ¿verdad? Soy Aiden
Heywood, un amigo de Karlyle”.
Aiden parpadeó hacia Karlyle como para explicarle.
“El ú nico mejor amigo”.
Aiden, quien enfatizó su posició n, miró a Ashe abiertamente. Ash estaba
sonriendo de una manera diferente a la habitual. Se presentó con una
boca sonriente pero sin ojos. Karlyle ni siquiera le dio la oportunidad de
intervenir.
“Soy la prometida de Karlyle. Mi nombre es Ash Jones”.
No sabı́a que Ash dirı́a tal cosa é l mismo. Karlyle miró a Ash con ojos
desconcertados y Aiden dejó escapar un suspiro. Aiden se turnó para
mirarlos a los dos con una mirada pensativa, luego bebió el whisky tal
como estaba. El cuello se movió con frialdad y tragó la bebida.
“Entonces lo tomarı́a”.
Luego salió Karlyle porque era yo quien la estaba molestando. Cuando
me acerqué para agarrar la bebida de Aiden, Ash salió primero.
“Lo aceptaré ”.
Ashe volvió a sonreı́r como siempre mientras avanzaba con la
engorrosa tarea. Aiden dio un paso atrá s en lugar de ofrecer la bebida.
Luego miró a Ash y le hizo una pregunta aguda.
“¿Desde cuá ndo se conocen ustedes dos?”
“Es un negocio familiar”.
Ash respondió a las palabras de Aiden de manera sucinta. Justo a
tiempo, la mano que habı́a estado acariciando su hombro bajó a su
espalda. La sensació n de una mano colocada ligeramente sobre el hueco
de la espalda era extrañ a. Aiden, que miraba a los dos con las cejas
levantadas, susurró algo al oı́do de Karlyle. A medida que Aiden se
acercaba, la fuerza de la mano por encima de su cintura comenzó a
aumentar, pero ya no le hizo nada a Karlyle.
‘Há blame.’
Como normalmente me mantengo en contacto con Aiden, habı́a má s
ocasiones en que Aiden decı́a tonterı́as unilateralmente, no habı́a razó n
para hacerlo en un lugar como hoy. Cuando estaba a punto de negarme,
esta vez apareció otro bloqueador.
“Ash, está s aquı́”.
Una persona con una fuerte presencia para ser llamada un obstá culo se
paró junto a ellos. Sintiendo la atenció n de la izquierda, Karlyle tambié n
miró a su oponente. Un hombre de mediana edad de la misma altura
que Ash tenı́a cabello oscuro y ojos azules. A pesar de que su cabello
canoso se veı́a escaso, no se veı́a viejo y tenı́a una impresió n elegante,
tal como se veı́a Ash despué s de envejecer.
“Señ or Gordon”.
Nunca pensé que fueran iguales, pero Ash y Philip Gordon se parecı́an
tanto que parecı́an una pareja rica. Podı́a sentir los susurros de la gente
si solo Karlyle tenı́a ese pensamiento.
“Sr. Frost, Sr. Heywood”.
El Marqué s Gordon saludó a Karlyle y Aiden, cada uno con un guiñ o.
Marquis Gordon sonrió mientras inclinaba levemente la cabeza y lo
saludaba.
“Ashe está aquı́ hoy, y escuché que el Sr. Frost hizo un gran trabajo. Es
un niñ o cuya cara es difı́cil de ver, ası́ que tengo que expresar su
gratitud”.
Para Karlyle, a quien no habı́a visto unas cuantas veces, Marquis
Gordon era bastante amistoso. Escuché que las personas son raras para
un aristó crata, pero esa a irmació n parecı́a ser cierta. La dulzura
caracterı́stica de una persona amable se sintió en el marqué s. Era
similar a Ash.
Felipe, ¿có mo está s?
Como si fuera imposible ignorar la atenció n de la gente, Ash puso una
expresió n que parecı́a no tener má s remedio que ayudar. Llamando su
nombre de manera amistosa, Ash abrazó a Gordon, y Gordon lo abrazó
cara a cara.
“Lamento no haber podido verte en absoluto”.
“Lo siento. Estaba ocupado con el trabajo.
Los dos estaban hablando má s amigablemente que cualquier otro
noble, por lo que Karlyle dio un paso atrá s. En ese momento intervino
Aiden.
“Entonces me mantendré alejado por un tiempo para no molestarlos a
ustedes dos para que no disuelvan el huipo”.
Sin darle a Ash la oportunidad de sostener a Karlyle, Aiden entró en
acció n. Ash solo hizo una expresió n preocupada y no pudo seguir. No
puedo faltarle el respeto al dueñ o de la iesta. Dejar atrá s a Ashe fue
demasiado oneroso para Karlyle, ası́ que siguió a Aiden por primera
vez.
Aiden se detuvo solo despué s de ir al tercer piso, donde habı́a pocas
personas. Aiden tembló mientras se golpeaba la mano que sostenı́a el
traje.
“Pensé que era solo un rumor, ¿realmente está s casado con Alpha?”
Supongo que no sabı́a nada. No sé qué tipo de rumores está n
circulando, pero parece que las cosas ya se han extendido entre los dos.
“… … No se ha decidido con seguridad”.
Me recordó una realidad que habı́a olvidado por un tiempo. No puedo
decir que irmé un contrato, y no puedo decir que no es una historia
entre miembros de la familia, por lo que solo salieron respuestas vagas.
“Al verlos a los dos juntos, parece que ya se ha decidido”.
Miró a Aiden como si estuviera hablando de algo. Aiden, quien se dio
cuenta sin hacer una expresió n especial, continuó hablando. No se
podı́a ignorar el tiempo, y Aiden, que habı́a visto a Karlyle con má s
frecuencia que su familia, era muy consciente de los cambios sutiles en
sus emociones.
“Se quedaron allı́ como una pareja amorosa. Al ver que me dejas en paz,
que nunca ha dejado que nadie te toque, parece que tambié n le gustas…
… .”
Aiden llegó solo a la conclusió n.
“¿Dijiste que ni siquiera me dejaste tocarte?”
“Debe ser una ilusió n”.
Ash no tenı́a ninguna razó n para hacer eso.
“¿Ya está s de tu lado? ¿Estoy triste?
Aiden expresó una tristeza exagerada. A medida que continuaba la
historia de Ash, me sentı́ incó modo. Puede ser ahora, pero es una boda
que nunca sucederá tarde o temprano. Porque Ash no lo quiere,
independientemente de có mo sea Karlyle.
Entonces, de repente, tuve una pregunta. Las personas que no quieren
hacer esto por lo general. Apareciendo en la iesta del marqué s que no
ha visto su rostro durante añ os, sin importarle tomarse de la mano
frente a los demá s, actuando como un dulce amante… … ¿Es normal?
La frustració n aumentó y disminuyó en un instante. Se sentı́a similar a
cuando recordaba a Ash Jones sin contacto. La sensació n de la mano
que habı́a estado sosteniendo hasta ahora todavı́a era clara, hacié ndolo
aú n má s perturbado. Solo tomados de la mano
“¿Qué pregunté mal?”
Cuando no hubo respuesta, Aiden preguntó amablemente. Karlyle negó
con la cabeza. Pensar en ello no cambiaba nada.
“¿No es porque encontramos algú n tipo de debilidad?”
“De ningú n modo.”
“De lo contrario, ¿por qué conocer a Alpha de repente?”
Tu abuelo lo querı́a. Eso es todo.”
Re irié ndose a su abuelo, Aiden hizo una mueca convincente. Se
revolvió el pelo.
“El Marqué s es realmente… … .”
Como crecieron disfrutando de la riqueza de la familia, ambos pagan el
precio por ello, por lo que ni siquiera Aiden pudo oponerse con
entusiasmo. No era muy especial casarme con alguien elegido por la
familia.
“Aú n ası́, no es un alfa”.
Aparentemente, Karlyle tambié n lo pensó al principio, pero cuando
Aiden dijo eso, fue sutil.
“Aiden”.
Aiden se apresuró a agregar a la llamada para reemplazar la
reprimenda.
“Por supuesto, era lo su icientemente guapo como para superarlo,
pero… … . ¿Fue eso su iciente? ¿Está s realmente bien?
Aiden estaba de acuerdo, pero parecı́a confundido. En lugar de
reaccionar como esperaba, Aiden estaba preocupado por algo.
“No sé lo que te preocupa. De todos modos, si las condiciones fueran las
adecuadas, ¿no serı́a ası́?
Me hizo gracia que de repente estuviera hablando ası́. Debe haber sido
la primera vez que sentı́ una sensació n de rechazo hacia la existencia de
Ash Jones.
“¿Sabes có mo jugar con alfas?”
“¿Qué ?”
Aiden tenı́a una cara seria. Era un tema reacio para Karlyle, que no tenı́a
nada que ver con la obscenidad. Mientras entrecerraba los ojos, Aiden
salió serio.
“Dime si necesitas ayuda”.
Poniendo sus manos sobre sus hombros, Aiden dijo muy serio. Estaba a
punto de golpear a Aiden con la palabra hecho, pero Karlyle se echó
hacia atrá s con un brazo abrazando su cintura. Al mismo tiempo que lo
jalaban con una fuerza suave, alguien lo sostuvo en los brazos.
Parpadeé ante lo que habı́a sucedido en un abrir y cerrar de ojos.
“¿Estuviste aquı́?”
Una voz dulce y derretida resonó en mis oı́dos. El olor de abrazarlo al
mismo tiempo me dijo quié n era el oponente. Ash, que parecı́a tener un
fı́sico similar, tenı́a la parte superior del cuerpo má s ancha que Karlyle.
Los mú sculos que tocaban la parte posterior de su espalda se sentı́an
claramente debajo del traje. Era completamente diferente a entrar en
contacto con Omega. De repente, una sensació n escalofriante me
recorrió la columna vertebral.
“… … ¿Ash?”
Estaba tan avergonzado que nunca pensé que me abrazarı́an ası́.
Cuando giré la cabeza hacia atrá s, Ash estaba casi tan lejos como mis
labios se tocaban. De lo contrario, realmente lo habrı́a tocado. Mi
corazó n de repente latió rá pido.
“Lo he estado buscando por un tiempo. Qué triste fue quedarse solo”.
Ni siquiera tengo tiempo para hablar sobre el acto de abrazá ndome.
“Lo siento.”
“Lo siento. Perdiste a Karlyle.
Ash susurró como si lo sintiera. El dé bil aliento en el pabelló n de la
oreja era cá lido y le hacı́a cosquillas. Mis hombros se encogieron de
hombros involuntariamente.
Entonces, ¿puedo llevar a mi prometida, señ or Heywood?
Aiden miró a los dos con los ojos bien abiertos. Karlyle agarró con
cuidado el brazo de Ash, pensando que se lo estaba clavando frente a su
amigo cercano. Ante el gesto de restricció n, Ashe se detuvo y luego
soltó la cintura de Karlyle. Karlyle arregló su atuendo ligeramente
desordenado y luego limpió la situació n.
“Aiden, te llamaré má s tarde, ası́ que es su iciente por hoy”.
“de acuerdo.”
De todos modos, sabiendo que era algo entre los dos, Aiden no cruzó la
lı́nea. Miró a Ashe con una cara que no le gustó nada, pero no era
inusual ya que los Alfas no suelen caerse bien. Tan pronto como Karlyle
terminó de hablar, Ash miró a Aiden con una ceja y tomó la mano de
Karlyle.
Tomarse de la mano era muy poco familiar, pero yo ya estaba
acostumbrado a tomarme de la mano. Entonces, no es que esté bien, es
que es lo su icientemente bueno como para dejarlo en paz. Ash
naturalmente entrelazó sus manos y comenzó a caminar por el pasillo
con Karlyle. Parecı́a querer salir de este lugar rá pidamente, pero no
tenı́a prisa.
“Ash, no fue mi intenció n dejarte solo. Parece que Sir Gordon tiene algo
que decir… … .”
“sé . Deberı́a haber sido atrapado por un tiempo de todos modos. Es má s
como un padre que su verdadero padre”.
Esas palabras plantearon una pregunta sobre la relació n entre Philip
Gordon y Ash, que habı́a sido olvidada por un tiempo. Tal vez al darse
cuenta de eso, Ash se volvió un poco para mirar a Karlyle. Una frı́a
sonrisa se dibujó en su rostro blanco.
El pasillo vacı́o estaba en silencio. Karlyle notó que este era uno de los
lugares que el marqué s Gordon no permitı́a al pú blico. Solo he estado
allı́ una vez. Incluso cuando era muy joven.
El sonido de la mú sica sonó desde muy lejos. Las luces á mbar se
extendieron sobre los candelabros del pasillo. Una oscuridad tranquila
se iltraba desde la ventana larga, y Ash estaba enterrado en su color
misterioso. Tan pronto como las palabras terminaron, Ash se acercó a
Karlyle. Aunque no fue un movimiento amenazante en absoluto, se
sintió extrañ o. Sin darme cuenta, retrocedı́ un poco.
Karlyle.
“… … Sı́.”
“¿Vamos a hacer lo que ı́bamos a hacer?”
La pared del pasillo me tocó la espalda. Ash miró a Karlyle con la cabeza
inclinada en á ngulo. Lo que estaba a punto de hacer… … ¿qué ? Ash
estaba tan cerca que su mente se quedó en blanco por un momento. Fue
la escena en la que nuestros labios casi se tocaron hace unos minutos la
que rozó el espacio en blanco.
“… … No sé de qué está s hablando”.
El cuello esta relleno La tensió n envolvió todo su cuerpo sin saber qué
decir. La sensació n espeluznante que habı́a sentido antes se deslizó por
mi espalda.
Ash se quedó en silencio durante unos segundos. En cambio, miró el
rostro de Karlyle con una mirada desconocida. Un silencio sofocante
pasó entre ellos. Tan pronto como se dio cuenta de que no estaba
respirando, Ash se echó hacia atrá s.
“Acordaron hacerse preguntas”.
Se sentı́a como si algo estuviera pasando. Se siente como una cierta
tensió n justo antes de que explote y se vea obligado a luir. Las palabras
de Ashe entendieron lentamente, y Karlyle se dio cuenta de que lo habı́a
interpretado de otra manera. Tardı́amente, la vergü enza se arrastró .
Por qué … … ?
Mientras re lexionaba por mi cuenta porque no podı́a entender mi
cabeza, Ash abrió la puerta justo al lado de Karlyle. Respirando, levantó
la espalda de la pared y Ash agarró el pomo de la puerta.
Karlyle entra primero.
Karlyle miró dentro. Era la habitació n en la que me habı́a colado sin
querer una vez cuando era niñ o.
“¿No es esta la biblioteca del marqué s Gordon?”
Eso signi icaba un lugar donde a Karlyle no se le permitı́a entrar.
“¿Sabı́as? Sé que es un espacio que Philip no muestra”.
Ash dijo con curiosidad. No era un recuerdo muy orgulloso, ası́ que
Karlyle no dijo nada. Ese dı́a estuvo má s allá del control de Karlyle en
muchos sentidos.
“Como dije, este es un lugar donde nadie má s puede venir, ası́ que
seremos solo nosotros dos. ¿O Karlyle querrı́a volver a la iesta?
El propó sito de asistir a esta iesta era establecer una conexió n con
Marquis Gordon, por lo que no habı́a razó n para bajar e interactuar con
otras personas. Es un momento aburrido para las iestas sociales, por lo
que no perderá dinero si no asiste hoy.
“No lo es.”
“feliz.”
Una cara sonriente llena de alegrı́a era como un niñ o. Cuando pensó en
la palabra niñ o, Karlyle tambié n encontró un recuerdo de este lugar que
habı́a sido olvidado durante mucho tiempo. Pasé toda mi vida sin
pensar en ello, pero parece que la persona que entró en esta habitació n
conmigo era como Ash, por lo que mis recuerdos se hicieron añ icos.
“Solı́a jugar mucho aquı́ cuando era joven. Desde que murió mi madre.
Philip fue especialmente generoso conmigo y con Natalie,
permitié ndome entrar y salir de su casa con frecuencia”.
Era una historia desconocida. La vida privada de Philip Gordon era
inusualmente reservada, por lo que el pú blico sabı́a muy poco al
respecto, aparte de los grandes rumores. Aunque es el mejor amigo del
duque, recibe mucha atenció n. Tal vez todos esté n descansando debido
a las repercusiones de cuando lo desenterraron.
“La expresió n de Karlyle es difı́cil de leer, pero creo que es una
expresió n curiosa”.
“Mentirı́a si dijera que no”.
“No es solo una historia secreta como una pelı́cula”.
Ash llevó a Karlyle a la ventana. No era tan amplia como la casa del
Marqué s Frost, pero podı́a ver un hermoso jardı́n con esculturas e
iluminació n instalada con el sentido ú nico del Marqué s Gordon. Hace
mucho tiempo, hubo un espectá culo de fuegos arti iciales allı́.
La suave luz naranja del estudio brillaba sobre el alfé izar de la ventana.
Las ventanas eran lo su icientemente altas y largas para que personas
altas como Ash y Karlyle se sentaran y leyeran. Yo no lo harı́a, pero no
puedo imaginar a Ash hacié ndolo.
Nos sentamos juntos en el alfé izar de la ventana. Todavı́a tomados de la
mano, se miraron como si fueran amantes afectuosos. Ash dijo con una
sonrisa.
“¿No crees que podrı́a ser el hijo ilegı́timo de Philip?”
Karlyle estaba preocupado por las palabras directas. Los dos se parecen
tanto que parecen ser padres bioló gicos. Los ojos de Ash son de
diferentes colores en ambos lados, pero si miras de cerca, lo es aú n má s
por la diferencia en el tono del color basado en el azul.
“Parece que lo has escuchado mucho”.
“Sı́, desde el nacimiento”.
Ash continuó hablando casualmente.
“Pero no soy un hijo ilegı́timo. Porque mi madre amaba mucho a mi
padre. Sin embargo, mi madre y Philip han estado creciendo juntos toda
su vida desde que eran jó venes, por lo que habı́a muchos rumores que
seguı́an. Mi padre pasó por allı́. De hecho, me parezco má s a mi padre”.
Escuché sobre el padre de Ash por su abuelo. No sé qué tipo de pacto
tuvo con el tatarabuelo de Ash en la é poca de su tatarabuelo, pero de
todos modos, parecı́a ser una persona lo su icientemente codiciosa
como para poner a su hijo, que no era un noble. , en un matrimonio
arreglado usando la historia de esos dı́as como excusa. Para ser
honesto, me preguntaba si Ash tambié n era ası́.
“Mi madre es bastante rubia, por lo que mi hermana Natalie se parece a
su madre rubia. Tengo el pelo mixto. Si te ves bien… … .”
Ash se acercó a Karlyle. Al igual que frente a Aiden, giró la cabeza y se
detuvo a una distancia donde la punta de su nariz podı́a alcanzar.
Largas pestañ as parpadearon frente a mi nariz. Era casi como si
pudiera oı́r un crujido.
“Es marró n bajo la luz”.
Mirando sus ojos sonrientes como si pidiera verme, Karlyle me hizo
algo desagradable. Como si estuviera poseı́do, extendió su otra mano
que no sostenı́a la mano de Ash. Luego, tocó ligeramente el cabello que
se veı́a suave con solo mirarlo. Agarré el pelo que me caı́a por encima
de la frente con el ı́ndice y el pulgar. Era tan suave como la seda.
“… … Realmente es.”
Se sentı́a de alguna manera familiar. Recuerdos del pasado
superpuestos. Era medianoche, escondié ndose de la gente en la
oscuridad. El color de cabello de la persona que me miró en la
oscuridad era ası́. No pude ver tu cara… … .
“Despué s de eso, mi relació n con mis padres no fue muy buena. Mi
padre lo pasó mal unilateralmente. La historia que sigue es
simplemente aburrida. Philip sintió mucha pena por nosotros en el
proceso”.
Ash continuó con calma. Estoy seguro de que no es algo que pueda
decirle fá cilmente a los demá s, pero me equivoqué cuando lo escuché
retorcié ndose hacia mı́.
Es como si ustedes dos se estuvieran acercando.
“Despué s de que mi madre falleció , me siento aú n má s en deuda, por lo
que nos está cuidando a mı́ y a Natalie como a un niñ o”.
La historia de Ash terminó ahı́. Sonrió e inclinó la cabeza, frotando su
mejilla con la mano de Karlyle mientras tocaba mi cabello. Al sentir el
calor de su piel, Karlyle se dio cuenta de que habı́a estado tocando
bruscamente el cabello de Ash durante mucho tiempo.
“Lo siento.”
Mientras retiraba rá pidamente su mano, Ash sonrió levemente.
“Se sintió bien.”
“Aú n ası́, cometı́ un error”.
“No, en absoluto, pero ¿puedo usar eso como una excusa para hacer una
pregunta ahora?”
Era tal condició n. Despué s de escuchar esto de Ash, por supuesto era su
turno de responder.
“Sı́, tó matelo con calma”.
“Es una oportunidad ú nica, ası́ que pié nsalo con cuidado”.
Ash estaba inmerso en sus pensamientos como si hubiera estado
pensando en toda su vida. Estaban uno frente al otro. Pestañ as largas,
ojos azules y grises, miraban ijamente a Karlyle. Solo se escuchaba la
respiració n. El sonido de la mú sica exterior no se escuchaba en
absoluto en el estudio. Solo el sonido de las gotas de lluvia
detenié ndose en silencio resonó a travé s de la ventana.
“Hay.”
Ash preguntó con voz ronca. El tono medio-bajo má s bajo de lo habitual
me dio una sensació n espeluznante.
“… … Sı́.”
“Tenı́a tantas preguntas que elegı́ una realmente estú pida… … .”
Ash se acercó gradualmente. Como la punta de tu nariz tocará . Tuve que
dar un paso atrá s, pero extrañ amente, era difı́cil moverme porque
estaba atragantado.
“primer beso. ¿Cuá ndo lo hiciste?”
La palabra beso sonaba particularmente sensacional. Al mismo tiempo
que su estó mago se encendió , los recuerdos del pasado de Karlyle que
habı́an estado nadando en su cabeza desde antes se superpusieron. Fue
una extrañ a coincidencia. La pregunta de Ash me hizo sentir como si
estuviera apuntando a este lugar.
Porque aquı́… … .
“… … Era temprano.”
“¿cuando?”
Un suave susurro me hizo olvidar mi vergü enza. Karlyle metió
lentamente en la punta de su lengua un secreto secreto que nunca le
habı́a dicho a nadie má s.
“Creo que tenı́a 12 añ os”.
El oponente no recuerda Entré en la sala de estudio donde las luces
estaban apagadas. Estaba jugando al escondite con sus compañ eros. La
iesta de Añ o Nuevo estaba en pleno apogeo y Karlyle encontró un lugar
tranquilo como excusa para esconderse. Estaba cansado de que la gente
le hablara.
Abrı́ la puerta y vi a un niñ o parado en la oscuridad. Tenı́a la misma
edad, pero má s alto que Karlyle. A Karlyle, que estaba contemplando si
encender la luz, el chico shhh y levantó el dedo.
‘¿Tambié n está s aquı́ para esconderte?’
Karlyle asintió ante su silencioso susurro como si estuviera tratando a
su hermano menor. Me acerqué a é l, hacié ndole señ as para que se
acercara. Cuando Karlyle se acercó , el chico se sentó debajo del alfé izar
de la ventana. No era familiar sentarse casualmente en el suelo, ası́ que
cuando miré hacia abajo, el chico hizo un gesto. Unos ojos apenas
visibles en la oscuridad sonreı́an.
‘Está bien porque está tranquilo aquı́. Yo tambié n me escapé .
Era un aristó crata que nunca habı́a visto antes. Todos los nobles de mi
edad lo estaban memorizando, pero escondido en la mansió n del gran
marqué s Gordon parecı́a un pariente cercano. Con ese pensamiento en
mente, los dos permanecieron en silencio. El chico parecı́a
acostumbrado a estar quieto.
Nuestros ojos se encontraron cuando escuchamos la cuenta regresiva
afuera. Una mujer y un hombre de traje con copas de champá n estaban
parados frente a una luz preparada en el jardı́n. Los dos chicos
levantaron ligeramente la cabeza y observaron la escena exterior.
‘¿Yo sé eso?’
Al ver al chico sin decir una palabra, habló de nuevo.
—Oı́ decir a los mayores, y el dı́a de Añ o Nuevo cualquiera besa a
alguien que ve por primera vez.
Parpadeé . Pensando que estaba avergonzado, el chico se rió
suavemente.
Aquı́ solo estamos tú y yo.
Los nú meros comenzaron a disminuir. Karlyle se quedó mirando al
chico, escuchando un grito contando hacia atrá s desde diez.
Bueno, demasiado joven.
Creo que he oı́do algo ası́.
‘quieto… … .’
El grito fue tan fuerte que la parte de atrá s quedó enterrada. Nú mero se
acorta. 3, 2, el inal ha llegado. Al mismo tiempo que se escuchó el grito
de 1, el exterior de la ventana se iluminó . Pero Karlyle no podı́a mirar
por la ventana. Solo cerré los ojos ante la suave y cá lida sensació n que
tocó mis labios por primera vez en mi vida.
Se escuchó la voz de un niñ o sonriendo por lo bajo, y pronto
desapareció el calor. Sus labios fueron tocados ligeramente, y el
oponente caı́do acarició su mejilla.
‘Feliz añ o nuevo.’
Cuando el niñ o terminó de celebrar el añ o nuevo, escuchó pasos fuera
del pasillo. Probablemente eran nobles que buscaban un lugar vacı́o. Me
viene a la mente el dicho de que este es un lugar al que no deberı́as
venir. Ya que estaba acompañ ado por mi abuelo, no deberı́a haber
hecho nada que pudiera ser censurable.
Creo que deberı́a ir a verlo.
Karlyle se levantó apresuradamente. No ser capaz de calmar mi
estó mago tembloroso por la sorpresa probablemente tambié n in luyó .
Espera, Karlyle salió del estudio sin ver al chico que estaba a punto de
tomar su mano. Su padre encontró a Karlyle, quien regresó a la iesta
despué s de correr durante mucho tiempo por el oscuro pasillo.
Mire hacia atras. No habı́a nadie en las escaleras. Incluso te preguntaré
tu nombre. Tenı́a tales pensamientos e impulsos, pero no tenı́a razó n
para rechazar la mano de mi padre que me apartaba.
“Es similar.”
Ante las palabras de Ash, Karlyle escapó del recuerdo. En un instante,
los labios rosados de Ash aparecieron a la vista. Abriendo los ojos
ligeramente como platos, dirigió su mirada a los ojos de Ash, ingiendo
que nada estaba mal.
“Karlyle es un añ o menor que yo, ası́ que debe ser de la misma é poca”.
“… … Nunca pensé que serı́a má s rá pido”.
“Yo se, verdad. Ahora que te veo, soy menos ingenuo de lo que pensaba,
¿verdad?”
Ash sonrió lá nguidamente y miró el rostro de Karlyle.
“No sé quié n es el objetivo, pero debe ser bendecido”.
En un ambiente tenso, Karlyle re lexionó sobre las acciones de Ash hoy.
Ash, quien me abrazó por la espalda sin dudarlo, estaba ası́, y era
extrañ o.
Ash estaba hablando como un hombre celoso.
Volvió la confusió n que sentı́ mientras hablaba con Aiden. Karlyle bajó
la mirada hacia las manos del otro.
Saber. Que esto tambié n es un tipo de transacció n. Ashe era una
persona completamente diferente a Karlyle y, a menudo, hacı́a favores
incomprensibles. Entonces, ¿por qué sigues permitiendo excepciones?
Mi corazó n se ha estado sintiendo congestionado, tal vez por los
recuerdos del pasado y la tensió n constante provocada por este lugar.
Karlyle pensó que era hora de señ alar una cosa.
“hoy dia… … No sabı́a que me llamarı́as prometido”.
Ash, que no habı́a quitado los ojos de Karlyle, hizo una mueca de
perplejidad. Karlyle sacó la mano y se levantó del alfé izar en el que
habı́a estado sentada.
“Será inaudito en dos semanas como má ximo, ası́ que no esperaba que
lo revelaras”.
Ash parpadeó y escuchó . El olor ú nico a papel y madera emanaba de la
biblioteca con estanterı́as dobles de madera por todas las paredes. La
igura de Ash en el medio se volvió familiar. En tan poco tiempo, puede
que me haya acostumbrado demasiado a esa existencia.
“Como tomarse de la mano en pú blico frente a la gente, yo… … No sé lo
que está pensando el Sr. Jones. No sé si es el mundo que te vas, pero
para mı́ es un mundo en el que tengo que vivir. Si actú a de manera
demasiado ı́ntima, es posible que tenga mucho con lo que lidiar. Los
preparativos de la boda tambié n van má s rá pido de lo que piensas”.
Restableciendo lı́mites sueltos, Karlyle se dio cuenta de que tenı́a que
concentrarme. Como acabo de decir con mi propia boca, Ash no
pertenece a este tipo de sociedad. Era demasiado ingenuo y simpá tico
para estar aquı́. Ni siquiera crecı́ aquı́ en primer lugar.
Al inal, Karlyle Frost debe ser el ú nico que queda, pero el
comportamiento de Ash hoy es como una persona que visualiza el
futuro… … Fué confuso. Si hubiera sido un poco má s tonto, me habrı́a
confundido con la voluntad de Ashe de aceptar el matrimonio.
Ash todavı́a estaba pensando por un momento despué s de que Karlyle
terminó de hablar. Frotá ndose los labios, asintió con una expresió n
sutil.
“Está .”
Ash admite, como si no lo supiera.
“Fue frı́volo, yo. Eso no deberı́a haber sucedido. Lo siento.”
Mientras ofrecı́a una disculpa sincera, Ash levantó una ceja. Pero no me
sentı́ mejor. Parece una situació n razonable, pero la disculpa en sı́ fue
extrañ amente insatisfactoria.
“Tengo mucho monopolio, yo”.
Ash negó con la cabeza como si é l tambié n estuviera avergonzado.
Volvió a hablar, mordié ndose repetidamente los labios.
“De todos modos, é l es mi novio en este momento, ası́ que no quiero
que otras personas me toques … … Supongo que era. Lo sentimos.
Nunca fue mi intenció n ofender a Karlyle “.
Ash dijo en voz baja. Como si la sutil atmó sfera que los habı́a envuelto
antes fuera una fantası́a, los dos volvieron a la realidad. Ası́ que la
conclusió n sigue siendo la misma. La disculpa de Ash signi icaba que
querı́a mantener su contrato.
Parecı́a que algo habı́a cambiado, pero de hecho, nada habı́a cambiado.
“Lo siento. ¿Puedes perdonarme? Por supuesto, si no te gusta, no tienes
por qué hacerlo. Actué como un idiota, ası́ que por supuesto que está
bien”.
Podrı́a ser
Karlyle no tenı́a elecció n en esta relació n. Desde el principio, no pudo
resistirse a Ash Jones, y todavı́a lo es. Empujar a Ash no era una opció n
en el patio donde se confundió docenas de veces en caso de que
cambiara de opinió n.
“No estoy enojado. Só lo… … .”
Estoy confundido, si.
“Pensé que serı́a bueno para los demá s tener cuidado”.
La calle que creı́a que se acercaba volvió a su lugar original. Ash, que se
acercaba tanto como Karlyle retrocedı́a, se quedó quieto por hoy. Ash,
que habı́a estado re lexionando en silencio, dijo con una sonrisa.
“Porque no quiero que Karlyle haga má s dañ o por mi culpa… … ¿Será la
pró xima semana la ú ltima?
En la ú ltima palabra, mis dedos se enfriaron involuntariamente. Si tenı́a
que terminar, pensé que serı́a correcto que lo hiciera pronto, pero por
un momento me quedé aturdido.
“… … ¿Dijiste la semana que viene?
“No quiero hacer cosas que requieran tiempo para el trabajo personal,
incluso incomodar a Karlyle. En primer lugar, apagué el fuego
realmente urgente, ası́ que tengo que soportar el resto. Pensé que era
demasiado fá cil. Ası́ son las bodas. No esperaba que fuera tan rá pido.
Por lo general, se tarda medio añ o en proceder… … .”
Podrı́a ser. Si lo piensas, solo Kyle tardó meses en prepararse para la
boda. Teniendo en cuenta que su situació n es un poco especial incluso
en un lugar como este, no era irrazonable que Ashe pensara de esa
manera.
“No tienes que ir hasta la semana que viene si quieres”.
Ash tomó una decisió n rá pida. Estaba hablando del inal, por lo que la
amabilidad con la que habı́a estado actuando hace dos horas se vio
ensombrecida. Con una sonrisa tan amistosa
Si tuvié ramos que ver el inal, cuanto antes mejor, pero Karlyle de
alguna manera no estaba dispuesto a hacerlo. Fue un sentimiento
repentino. Aunque era predecible. Karlyle miró a Ash por un momento
antes de la decisió n. Ash solo esperaba la respuesta de Karlyle con una
cara amigable.
“¿Cuá ndo te gustarı́a verme?”
Karlyle dio una respuesta de initiva. Cuando dije la fecha, Ash puso los
ojos en blanco como si tuviera suerte.
“¿Tendremos el in de semana que siempre vemos?”
“¿Es su iciente tiempo?”
“Sı́, todo lo que tienes que hacer es prepararte para que tu hermana te
dé una palmada en la espalda”.
Ash dijo corté smente, luego miró a Karlyle. Ash dijo, sentá ndose en el
alfé izar de la ventana mirando a Karlyle.
“Me alegro de haber conocido a Karlyle”.
Entonces la mano se extendió como pidiendo un apretó n de manos. Los
gestos eran diferentes.
“Incluso si no nos convertimos en novios, qué date con nosotros como
amigos”.
Las palabras de Ash fueron razonables. Porque las condiciones de las
que hablamos primero eran ası́. Todo fue por esa razó n que el corazó n
de Ash no podı́a ofenderse mucho, y que no podı́a ser expulsado. Trate
de no cortar futuras relaciones.
Ash tenı́a ninguna duda que le tendió la mano que acababa de salir. A
pesar de que sabı́a que no estaba sosteniendo su mano en ese sentido,
se sentı́a extrañ o mirar a su mano.
En lugar de juntar sus manos, Ash agarró suavemente el dorso de su
mano. Fue un corté s apretó n de manos. No se sentı́a como si quisiera
tocar a Karlyle y la abrazó con fuerza. Como si no se arrepintiera de lo
que habı́a hecho antes.
Como si el ú nico arrepentimiento fuera el color.
Semana 4
Ash actuó rá pidamente para que lo que habı́a presenciado en las
ú ltimas semanas se sintiera como su propia ilusió n. Por mucho que se
acercó sin dudarlo, retrocedió sin arrepentirse. No fue un iambre.
Simplemente expresó su voluntad de tomarse el tiempo para limpiar.
Fue Ash quien envió el contrato.
Los documentos fueron entregados primero a travé s de la secretaria.
Era el sá bado anterior a la reunió n. El nombre de Karlyle estaba escrito
con letra elegante en el centro del sobre de color albaricoque pá lido.
Estimado Karlyle.
La voz de Ash, que solı́a cantar dulcemente mientras leı́a las cartas,
resonó en su oı́do. Aunque la llamada no tenı́a nada de especial, la voz
de Ash resonó como si tuviera un sello en la oreja. Era un fenó meno que
era difı́cil de entender incluso para Karlyle.
Solo han pasado unas pocas semanas, nos hemos visto tres veces y el
tiempo total que hemos estado juntos es de 20 horas.
Si la vida pasada se reemplaza por un nú mero, la proporció n de Ash ni
siquiera pertenecı́a a la parte muy corta. No era diferente a alguien que
acababa de pasar, pero no podı́a entender por qué lo recordaba ası́.
¿Quizá s fue porque nos reunimos con frecuencia en poco tiempo? Dos
veces el in de semana y una vez el ú ltimo mié rcoles. Si es a menudo, es
a menudo, si no, no es.
Karlyle lo miró ijamente durante un largo rato, con el contrato frente a
é l que decı́a el inal aunque no era el inal. Mirando el nombre escrito
en la primera pá gina sin tocarlo, dejó el sobre a un lado por un
momento, inventando otras excusas para ello. Era tarde en la noche
cuando revisé los documentos. Fue por un mensaje de texto de Ash.
[Hola, Karlyle. ¿Recibiste bien los documentos? Incluso sin eso,
seguiremos siendo buenos amigos de Karlyle, pero creo que la manera
de Karlyle es inalizar nuestro contrato por escrito. Lo envié porque
pensé que serı́a má s conveniente enviarlo primero de mi parte.
Despué s de con irmar los puntos a corregir, si me lo envı́an, lo re lejaré
tal como está .]
No habı́a belleza que se habı́a mostrado ayer en el tono aburrido.
Incluso hablando del futuro, Karlyle tenı́a la sensació n de que los
separaba una gran distancia. Entonces, un sutil disgusto de un dı́a en
que un trato injusto tuvo que ser cambiado se deslizó dentro de Karlyle.
De repente tuve la urgencia de no saber qué hacer. Querı́a enviar una
respuesta al mensaje de texto, pero no podı́a recordar el contenido. De
mala gana, Karlyle abrió el sobre que habı́a estado posponiendo todo el
dı́a. No habı́a respuesta que pudiera darse al texto de Ash excepto por el
papeleo.
Retiró con cuidado la parte sellada con la navaja y sacó los documentos
con movimientos tranquilos de la mano. El documento de dos pá ginas
era bastante descuidado para un contrato. Karlyle dejó el sobre a un
lado y desdobló los papeles sobre el escritorio. Luego suspiró mientras
tomaba la pluma estilográ ica. Su mirada vacilante pronto alcanzó la
tipografı́a del documento.
El contenido del contrato fue tan breve como su longevidad. Bajo el
tı́tulo del acuerdo de ruptura estaba escrito “Ash Jones y Karlyle Frost
acuerdan lo siguiente con respecto a la ruptura”. Habı́a dos
disposiciones.
Una era la disposició n de que Ash le concederı́a una solicitud al
marqué s Gordon en nombre de Frost, y la otra era que Karlyle podı́a
llamar a Ash cuando lo necesitara.
Era pura tonterı́a. Ash ni siquiera podı́a imaginar lo fá cil que era abusar
de este contrato. Ni siquiera sabı́a hasta dó nde se podı́a torcer el azul
relacionado, y no parecı́a poder adivinar có mo se podı́a usar Ash.
Aparte de no saber el nivel de codicia y crueldad de los nobles, era
obvio que no habı́an irmado un contrato. Era obvio que lo escribió solo
sin consultar a un abogado. Debe haber sido porque era un asunto
privado conmigo, pero eso en sı́ mismo era prueba de ingenuidad.
Karlyle examinó los papeles con una cara inexpresiva. Una mano que
parecı́a tan frı́a como su expresió n pasó el papel a la pá gina siguiente.
Se dejó una breve nota escrita a mano por Ash en la ú ltima pá gina, que
pensé que era un complemento.
Lo siento, Karlyle.
Sin siquiera parpadear, Karlyle se quedó mirando la escritura durante
mucho tiempo. Exhalé solo cuando mis globos oculares estaban secos y
rı́gidos. Era una negativa obvia.
Negarse a casarse contigo.
Estaba escrito de manera amable que el destino y el amor del que
hablaba Ash eran imposibles y que su relació n tenı́a que llegar a su in.
Se decidió desde el principio, por lo que no habı́a nada nuevo, pero era
extrañ amente desconocido.
Me sentı́a miserable, pero no podı́a entender por qué . ¿Tu autoestima
está herida? Es mezquino y vergonzoso, pero se puede hacer. Esto
puede deberse a que la situació n en sı́ no es familiar para el mismo alfa
que está siendo rechazado de esta manera. Pensé en la razó n por la que
adiviné y luego me detuve. Pensarlo no cambia nada.
Despué s de lavarse la cara, Karlyle empujó los papeles a un lado en
silencio. Serı́a bene icioso aceptar el contrato tal como está , pero yo no
querı́a. Sintié ndose miserable, cerró los ojos por un momento y luego
tomó el telé fono.
El mensaje de texto de Ash ya fue hace una hora. No hubo mensajes de
texto que siguieron. Cuando no hubo respuesta, la señ al que se envió no
llegó . A primera vista, pude sentir que el aspecto que habı́a mostrado
por un corto perı́odo de tiempo era un trato especial.
[Los documentos fueron bien recibidos. Mirando el contrato, parece
que hay algo que mejorar. Cuando nos veamos mañ ana, parece mejor
hacer una revisió n inal despué s de discutirlo. Le recomendamos que
traiga un abogado.]
En un tono muy profesional, Karlyle hizo una pausa antes de enviar.
Pero fue la propia Karlyle de todos modos. Como a Ash no le gustó esta
clá usula al inal, no habı́a necesidad de molestarse. La expresió n de
intentarlo en sı́ misma era representativa de mi situació n hasta el
momento, por lo que apareció la autoayuda.
En cuanto a lo que hice, realmente no hice nada. Fue Ash quien lo guió ,
y Karlyle se dejó llevar extrañ amente por é l. Pensé que aguantarı́a
hacer algo que no habı́a hecho en mi vida, pero de hecho, nunca he
tenido ningú n disgusto.
Los recuerdos luyeron como arena en mi mano. El nombre de Ash
Jones, luyendo ası́, parecı́a completamente fuera de mis manos. Eso es
gracioso. La apariencia de sı́ mismo, quien expresó su disgusto por la
historia del matrimonio con Alpha, se superpuso.
Mientras la confusió n llenaba el mundo interior de Karlyle, su telé fono
celular vibró . Las manos reaccionaron antes que la cabeza. Cuando
revisé la pantalla de mi telé fono, llegó la respuesta de Ash.
[Mañ ana es el ú ltimo dı́a para ver a Karlyle en privado, pero creo que
será sombrı́o si hay un abogado involucrado. Estoy bien. Karlyle hace lo
que quiere.]
Ash fue ingenuo hasta el inal. Sin saber quié n era Karlyle Frost. Mostró
tal creencia en un tema que ni siquiera sabı́a lo aterrador que podı́a ser.
Karlyle era ingenuo hasta el punto de querer dar sin recibir nada, y eso
era molesto.
El ancho irregular de la emoció n en sı́ era incó modo. Estar con esta
persona está fuera de control y todo sucede por primera vez. Mirando
los resultados, eso es bueno. Está bien Karlyle siguió repitiendo el
hecho obvio. Despué s de unos cuantos susurros, mi corazó n palpitante
se calmó .
Estoy acostumbrado a esto Estaba có modo conmigo mismo ya que
estaba tranquilo y calmado, sin causar olas. Las emociones crean
situaciones innecesarias. No querı́a desperdiciar mi mente en eso.
[bien.]
Como si la tormenta anterior fuera una mentira, Karlyle salió
audazmente a escribir el texto.
[¿Dó nde deberı́a verte mañ ana?]
Ash estaba mirando su telé fono y respondió rá pidamente.
[¿Qué hay de Hyde Park? Si quieres incluso comer, otros lugares son
buenos.]
En su mirada casual, Karlyle se dio cuenta de que a los hombres les
gustan mucho los parques. Le siguió Hampstead Heath, hogar de mi
propia mansió n. Si te hubiera presentado antes, me hubiera gustado. La
vista de Hampstead Heath desde la mansió n es bastante buena.
Rá pidamente negó con la cabeza y siguió el desorden. No habı́a
necesidad de comer hasta el almuerzo, por lo que parecı́a má s
conveniente seguir la solicitud de encontrarnos en el parque. Ni
siquiera podı́a pensar en ningú n otro lugar. No sé por qué ,
simplemente.
[bien. ¿Qué tal a la 1:00 p. M.?]
[me gusta. Entonces nos vemos frente a la Estació n del Puente
Nocturno. Te veré en la salida en direcció n a Harvey Nichols.]
La cita transcurrió sin problemas. Karlyle, considerando si dar una
respuesta, inalmente envió un mensaje inal. No hay necesidad de
hacer nada en contra de la etiqueta, ası́ que pensé que serı́a mejor
saludarlos.
[te veo mañ ana.]
[Hasta mañ ana, Karlyle.]
Me sentı́ extrañ o por el amistoso saludo de vuelta. Lo hice porque
parecı́a que estaba haciendo una promesa para la pró xima vez sin
pensarlo. Karlyle miró el texto de Ash que Karlyle escribió durante
mucho tiempo, luego cubrió la pantalla del telé fono para que tocara el
escritorio. Luego, despué s de capturar los documentos en un sobre, los
puse en los documentos junto con mi telé fono celular. Ajustá ndose el
traje, sacó de nuevo el informe de trabajo que estaba revisando.
No es nada, pensando que se olvidará pronto.
*
El clima era tan bueno como el in de semana cuando conocı́ a Ash. El
cielo era azul brillante y el olor de las hojas impregnaba el viento.
Aunque el clima lo hubiera hecho sentir mejor simplemente
caminando, Karlyle no estaba impresionado.
El conductor se detuvo donde se suponı́a que debı́a encontrarse con
Ash. Llegó antes de la hora señ alada, como de costumbre, y se paró
frente a la estació n. Karlyle se retiró un poco de allı́ porque el ambiente
alrededor de la estació n de metro parecı́a estar abarrotado.
Sin embargo, como la tienda por departamentos estaba justo en frente
de nosotros, muchas personas fueron a Harvey Nichols. No tuve má s
remedio que pararme en la sombra que estaba menos concurrida. Su
mirada se centró en é l, que estaba de pie, y luego desapareció
repetidamente por un corto tiempo.
Miré mi reloj y quedaban 15 minutos. Miró ijamente a la salida. Llega a
tiempo, ası́ que aparecerá a la 1 en punto. Algo cayó a los pies de Karlyle
mientras pensaba de esa manera. Era un pañ uelo. Parecı́a haber sido
arrastrado por el viento. Cuando giré la cabeza en la supuesta direcció n,
vi a una mujer acercá ndose a mı́ con una cara desconcertada.
“¡Lo siento!”
La mujer que saltó un mes despué s era bastante alta. Era una mujer
hermosa con cabello largo rubio mezclado con castañ o. La feromona
que sentı́ cuando la mujer se me acercó pertenecı́a a Alpha. Era fá cil ver
de cerca a un Alfa desconocido. Es normal sentirse desagradable, pero
es una feromona extrañ amente familiar. Es como si me hubiera estado
sintiendo mucho ú ltimamente… … .
Karlyle bajó un poco la espalda y recogió el pañ uelo con un movimiento
moderado. Parecı́a que estaba un poco sucio con polvo. Karlyle estaba
preocupada porque tenı́a un pañ uelo a mano. El darse en sı́ mismo no
era un problema ya que era una manera bá sica.
“Se ve sucio. Si te parece bien, te lo daré ”.
Ante las palabras de Karlyle, la mujer abrió los ojos y agitó la mano. Su
rostro de repente se puso rojo.
“¡No tienes que hacerlo!”
“Si no es algo valioso, me parece mejor usar el mı́o que ensuciarlo”.
No fue nada especial. Esto es algo comú n en las iestas, por lo que
Karlyle a menudo le daba mi pañ uelo o bufanda a otra persona. Estuve
a punto de quitarme el pañ uelo de los brazos con las manos secas, pero
la mujer me miraba con el rostro enrojecido. Era el auto que estaba a
punto de extender el pañ uelo.
Karlyle.
Sus muñ ecas fueron agarradas con el sonido de su nombre siendo
llamado. El poder de contenció n fue fuerte y sentı́ un momento de
incomodidad, pero la feromona que sentı́ inmediatamente alivió mi
vigilancia. Cuando me di la vuelta, vi una cara familiar. Era Ash
“No se trata de dar cosas a extrañ os”.
Se escuchó una voz grave desde el otro lado para que la otra parte no
pudiera escucharla. Ash tenı́a el cabello desordenado como si acabara
de saltar. Estaba sonriendo pero su voz no lo estaba, como si tuviera
cuidado.
“¿Ash?”
Aú n no era hora de la cita, pero Ash llegó temprano. Tenı́a que
mantener la distancia, ası́ que intenté llamar a mi apellido de nuevo,
pero supongo que se habı́a convertido en un há bito. Ash entrecerró los
ojos ante esas palabras. En ese momento, la mujer frente a ellos abrió la
boca.
“¿Ashley?”
Miré a la mujer para ver a qué se referı́a, levantó una ceja y señ aló con
el dedo a Ash.
“¿Por qué está s aquı́?”
En ese momento, Ash, que habı́a mirado hacia adelante correctamente,
tambié n tenı́a una expresió n de sorpresa en su rostro.
“¿Nat?”
Era solo un apodo. Sin saber qué diablos estaba pasando, Karlyle se
detuvo. Es una combinació n que te queda bien de un vistazo, y cuando
piensas en Ash que conoció a Alpha, es un amante del pasado, o… … No
sabı́a que era la persona con la que estoy saliendo ahora.
Al instante me sentı́ deprimido. Sintié ndose atrapada en el medio,
Karlyle trató de apartar su muñ eca. Pero en ese momento la mujer
volvió a hablar.
“¡Lo acabo de obtener!”
De repente, el estado de á nimo cambió . La mujer que parecı́a tı́mida de
repente se acercó a los dos con una cara emocionada. Luego le dio una
palmada a Ash en el hombro. Sorprendido por la agresió n inmediata,
Karlyle empujó involuntariamente a Ash detrá s de mı́.
“¿Qué es esto ahora?”
Ash se quedó en silencio detrá s de Karlyle. Al no verlo mirarme con
cara de curiosidad, Karlyle le dijo a una mujer llamada Nat. Entonces la
mujer añ adió rá pidamente una explicació n con una breve admiració n.
“Oh, lo siento. ¡Deja de sorprenderte tanto! Mi nombre es Natalie Jones.
Ella es la hermana mayor del chico con forma de sirena que se esconde
detrá s de é l. ¿Es esta la escena de Karlyle Frost? ¡De alguna manera el
nombre suena familiar!”
Karlyle tambié n quedó ató nito ante la informació n vertida de
inmediato. Para ser honesto, me sorprendió la identidad del oponente
que nunca habı́a esperado.
“¿Por qué Nat está aquı́?”
“¡Dijiste que ibas a ver a Clark hoy! Dije que Nana y Papá tambié n
vendrı́an, pero solo tú escapaste, ası́ que hice algo. ¿Viniste aquı́ para
ver a tu prometido?
Contrariamente a su apariencia tı́mida, Natalie rá pidamente se
convirtió en una persona alegre. Con solo mirarlo, era diferente a Ash,
en su forma de controlar la atmó sfera. Ash hizo una mueca de
preocupació n.
“Todos siguen allı́ hasta la pró xima semana, ası́ que vamos a ver a
Karlyle hoy”.
“Por cierto, si ı́bamos a verlo por aquı́, podrı́amos verlo juntos. Despué s
de todo, todos van a ser una familia. Ni siquiera me presentaste todo el
tiempo, ¿vas a seguir haciendo esto? ¿Estoy enojado?”
Como si estuviera realmente triste, Natalie se cruzó de brazos y miró a
Ash. Luego, cuando los ojos de Karlyle se encontraron, sonrió
suavemente, de modo que la expresió n de su rostro hasta ahora era
incolora.
“Es bueno verte inalmente. Me han dicho que es increı́blemente guapo,
genial y perfecto, y lo parece. ¡Si me das el pañ uelo, te lo agradeceré !”
Tal vez no lo habı́a olvidado, Natalie extendió la mano e hizo un gesto
por un pañ uelo. Estuve a punto de darle un pañ uelo, pero Ash lo detuvo.
“No es como si le dieras cosas a Karlyle a otras personas. Es precioso.
“El pañ uelo nunca es lo mismo de todos modos. Está bien.”
“¡Guau, te ves como un verdadero noble!”
Ellos mismos tambié n eran de sangre noble, por lo que Natalie dijo que
era algo extrañ o. Para ser honesto, Karlyle, tambié n tengo la mitad del
tamañ o, ası́ que no hubo mucha diferencia.
“De todos modos, ¿está s bien, lo tomaré ?”
Natalie dijo con frialdad, como si se burlara de Ash. Ash impidió que
Natalie extendiera la mano y agarrara el pañ uelo. Arrebató el pañ uelo
de la mano de Karlyle y le tendió el pañ uelo que Natalie habı́a dejado
caer originalmente.
“Nat, toma el preciado pañ uelo que compró Clark. Lo recibiste como un
regalo.
“¿Lo es realmente? ¡Ambos deberı́an ser mı́os! Por cierto, ¿era eso lo
que Frost intentaba darte?
“Te compraré uno nuevo”.
“Mira esto, ¿ya me está s diciendo descaradamente que no te toque
porque vas a ser tu esposo?”
Aparentemente, Natalie no sabı́a que su relació n terminarı́a hoy. Karlyle
tampoco dijo nada todavı́a. Despué s de discutir entre nosotros, ı́bamos
a decidir qué hacer a continuació n y revelarlo mañ ana, pero nunca
pensé que conocerı́a a la familia de Ash aquı́.
“Señ or Frost, ¡todos realmente querı́an conocerlo! Era demasiado para
Ashley, por lo que Nana y Papa estaban muy preocupados. Es una
relació n que conocimos ası́ hoy, ¿qué tal si cenamos juntos? ¿sı́?”
Aunque su rostro no se parece al de Ash, su tono de voz de alguna
manera se parece al de Ash, por lo que Karlyle no pudo rechazarla de
un solo golpe. Era una situació n difı́cil de rechazar a menos que tuviera
que decirle la verdad de inmediato.
“Aunque me veo ası́, soy chef en un restaurante Michelin. No estoy
alardeando, ¡tengo mucha con ianza en un alimento! No digas nada
Haré lo que quieras. Ve, ve, ¿de acuerdo?
Ash vino entonces. Era el dı́a en que nos conocimos al inal, por lo que
no tenı́a sentido unirse a la reunió n familiar de Ash en este estado.
Despué s de todo, es correcto romper despué s de verlo corto hoy, ası́
que es correcto decir que no y hacer lo que se suponı́a que debı́as hacer.
“Nat, Karlyle está en problemas. Me uniré a ti la pró xima vez”.
“Entonces ija una fecha. Nana y papá van a volver a Francia la pró xima
semana. Y no quise decir esto de inmediato, pero la iesta de hoy es la
celebració n del embarazo de Clark”.
Natalie se encogió de hombros. Karlyle no se sintió familiarizado con la
expresió n del hermano y la hermana sin dudarlo. Ash puso los ojos en
blanco cuando escuchó que estaba embarazada.
“¿Por qué no me dijiste de inmediato?”
“Pensé que vendrı́as a la iesta, ası́ que iba a decirlo allı́ mismo, ¿por
qué ?”
Una mirada de vergü enza cruzó el rostro de Ash. Pero al mismo tiempo
tambié n habı́a alegrı́a.
“Felicitaciones, Nat. Lo siento no lo se Yo tambié n tendré un sobrino.
Ash, quien dijo eso, tenı́a una cara muy amigable. Sentı́ alegrı́a.
“Lo siento, ¿vienes?”
“ese… … .”
Ash, que estaba encantado, cerró la boca. No parecı́a haber ninguna
señ al de rechazo. Karlyle, que habı́a estado en silencio, entreabrió los
labios con un sentimiento de culpabilidad que brotaba de su interior.
No querı́a arruinar el dı́a de diversió n para mı́ y Ash. Sucedió debido a
mis defectos, por lo que la responsabilidad recayó en é l de todos
modos.
“Estoy bien.”
Ash parpadeó ante la respuesta de Karlyle y lo miró . El que se habı́a
interpuesto en el camino entre Natalie y Karlyle se volvió por completo.
Luego agarró el hombro de Karlyle y le inclinó la cabeza. Ash le susurró
al oı́do.
Karlyle, no lo fuerces. Está bien Habla con Lyle y me iré .
“Puedes hacer tanto. Despué s de todo, esto no es nada comparado con
lo que ha hecho y hará el Sr. Jones. Despué s de participar por un tiempo,
puedo enmendar los documentos y hablar sobre la ruptura despué s de
que termine el dı́a de todos modos”.
“Sin embargo… … .”
Ash levantó las cejas. Era una mirada complicada. ¿No es molesto que
este tipo de cosas aumenten a la mitad del dı́a? Podrı́a haber sido algo
bueno.
“Me disculpo si el comentario estuvo fuera de tema”.
“No. Lo siento por ser una molestia para Karlyle “.
“No es difı́cil.”
Es algo que he estado haciendo toda mi vida para participar en una
posició n incó moda, ası́ que estaba bien hasta este punto. Mientras
hablaban, Natalie detrá s de ellos regañ ó a Ash.
“Ashley, ¿puedes mostrar tu amor detrá s de escena? ¿Está s triste
porque extrañ as a Clarke?
Ash y Karlyle miraron a Natalie ante la palabra amor.
“¿Ası́ que decidiste ir?”
Ash miró a Karlyle por ú ltima vez, como si lo examinara por ú ltima vez,
y luego asintió .
“Okey.”
“Vaya, eso es emocionante. ¡Qué reunió n familiar es é sta! Entonces,
Ashley, ayú dame con las compras ahora”.
Cuando le pregunté por qué vino a la tienda por departamentos, parecı́a
que esa era la razó n.
“Usualmente no compras en lugares como este”.
“Tengo todos los ingredientes, pero vine a comprar bebidas y botanas.
Quiero comprar un regalo para papá y nana”.
Mientras la historia iba y venı́a, Karlyle re lexionó un momento antes de
abrir la boca.
“Prepararé eso. Si vas a cocinarlo tú mismo, llevará algo de tiempo, ası́
que haré que alguien lo haga”.
Natalie aplaudió sorprendida.
“Ashe, ¿alguna vez has tenido un esposo maravilloso que esté tan loco?
Si no hubiera sabido que era tu prometido, me hubiera enamorado a
primera vista”.
“¿Clark sabe sobre esto?”
“¿No sabes que es una broma? Solo tengo a Clark. Lo que quiero decir es
que es una cara que cautiva a cualquiera que la mire. Es demasiado para
ti, demasiado.
Natalie dijo algo desconocido. Karlyle no puede ser su iciente para
nadie. Má s bien, no sé si Ash es demasiado para mı́.
“¿Ası́ que estabas apostando por alguien a quien no veı́as por primera
vez?”
“Es trabajo. El pañ uelo salió volando y el Sr. Frost lo recogió muy bien.
Se dice que nosotros, Nana y papá somos nobles, pero no nos sentimos
ası́. Ver al Sr. Frost se siente como ver un drama”.
Natalie, que se acercó sin dudarlo, parecı́a una niñ a parlanchina, a
pesar de su apariencia esbelta y madura.
Puedes llamarme Karlyle.
Hubiera sido mejor presentarlo ası́ por primera vez en el patio que Ash
llamó Karlyle. Entonces Natalie no se sintió incó moda y gritó su nombre
de inmediato, como lo hizo Ash.
“Gracias, Karlyle. Entonces, ¿te gustarı́a ir a mi casa ahora? Está justo
aquı́, no muy lejos de la casa de Ashley”.
Ahora que lo pienso, Natalie seguı́a llamando a Ash Ashley.
“¿Hay alguna razó n por la que me llamas Ashley?”
Era una pregunta que no necesitaba hacer, pero la hice sin saberlo.
Antes de que pudiera decir que no tenı́a que responder, Natalie abrió la
boca con una sonrisa traviesa.
“¿No es Ash el apodo de Ashley? Ası́ que la llamo Ashley”.
La idea inesperada fue hilarante. Karlyle sonrió como si pasara de largo.
No era un mal nombre con el que estar ı́ntimamente familiarizado.
Eres ingenioso.
“Cuando era joven, pensó que su nombre era Ashley. Que lindo… … .”
“Nat.”
Ash hizo un gesto de shhh con una cara preocupada. Era extrañ o ver a
una persona que nunca entraba en pá nico y actuaba como si estuviera
avergonzado. Se veı́a lindo. Es un dı́a en el que no deberı́as sentirte ası́.
“bien bien. Entonces vamos ¡Sı́ganme, dos caballeros!
Natalie habló alegremente, luego tomó la iniciativa y les hizo señ as a
ambos. Vi a Ash antes de seguirla, y é l tambié n me miraba ijamente.
Despué s de un breve silencio, Ash habló primero.
“Gracias, lo siento”.
“no. Creo que serı́a mejor hacerlo despué s de que ambos se aclaren
hoy”.
“Podrı́a ser.”
Ash miró a Karlyle con ojos pensativos y le tendió la mano.
“¿Nos vamos?”
Entonces de nuevo, con un sonido, estrechó su mano.
“Lo siento. Supongo que ya se ha convertido en un há bito”.
Karlyle, que habı́a agarrado casi naturalmente la mano de atrá s,
tambié n se dio cuenta de eso.
“está bien.”
Natalie se dio la vuelta cuando las palabras “bien” le parecieron
incó modas entre sı́ cuá ntas veces.
“¿Ven rá pido, luego te pierdes?”
Natalie era una persona muy amigable, hacié ndola sentir como si
tuviera una hermana que nunca habı́a tenido. Karlyle ahora se da
cuenta de que las feromonas que sintió le son familiares porque se
parece a Ash. Ash no pudo evitar sonreı́r.
“Nat es una persona que presiona con fuerza una vez que toma una
decisió n, por lo que es difı́cil romper con su terquedad. Muchas gracias
por decirme que irı́as conmigo. Tu eres mi salvador.”
Cuando comenzaron a caminar, Natalie asintió como complacida.
Pronto, sacaron su telé fono celular y la siguieron mientras ella estaba
ocupada llamando, y los dos caminaron en silencio. El á rea de South
Kensington es una zona tranquila con relativamente pocos turistas, por
lo que hay poca gente pasando por el camino.
Los dos permanecieron en silencio durante unos minutos mientras
soplaba el viento cá lido. Sin pensar por un momento, Karlyle solo miró
hacia adelante. Pensar en eso hace que mi corazó n se sienta pesado.
“¿Karlyle tiene un apodo?”
Entonces Ashe hizo una pregunta y Karlyle la miró . No sé cuá ndo te he
estado mirando, pero los dos ojos de diferentes colores de Ash me
estaban sujetando.
“Te lo pregunto porque atrapaste el mı́o. Nunca tuvo la intenció n de ser
raro”.
“… … Hay.”
Casi se olvidó porque nadie llamó . Quizá s debido a la atmó sfera
sombrı́a de la familia, el apodo no les convenı́a.
“¿Puedo preguntar?”
“No muy especial.”
“Sin embargo.”
Mientras tenı́amos esta conversació n, era como si hubié ramos vuelto a
hace unos dı́as. Realmente lo era, excepto por no tomarse de las manos.
Sentimientos que eran difı́ciles de decir si me gustaba o lo odiaba
permanecieron en mi mente. No servirı́a de nada si te lo dijera.
De todas formas… … .
No, es porque nos vemos.
Dijo que era Lyle. No es un nombre que llamas.
“¿Es un apodo bonito?”
“… … Un nombre es su iciente.
Ante las palabras de Karlyle, Ash miró hacia adelante y habló en un
tono tranquilo.
“Si yo fuera la familia de Karlyle, la llamarı́a Lyle todos los dı́as”.
Ante esas palabras, mi pecho se apretó por un momento. Ash Jones a
veces era demasiado dulce. Eso es lo que dije sobre el tema del que
habı́a decidido no ser parte. Fue a travé s de este hombre que Karlyle
aprendió por primera vez que la amabilidad puede ser cruel.
“¿Puedo llamarte mi amigo?”
“Nunca se lo dije a mis amigos”.
“Entonces, ¿soy el primero?”
Cada vez que la pregunta de Ash llegaba a su oı́do, Karlyle se sentı́a
envuelto en dos emociones opuestas. Un cierto tipo de reacció n que no
me importa y el deseo de volver al ayer chocaron. El tenso con licto
terminó con la victoria de este ú ltimo. A Ash Jones le resultaba difı́cil
actuar como si fuera otra persona. Era obvio que la primera reunió n fue
una excepció n en primer lugar.
“Sı́.”
“Es un honor.”
Ash se rió agradablemente. Un ambiente tranquilo nos envolvı́a a los
dos, haciendo difı́cil creer que el propó sito de la reunió n de hoy es
terminar con la ruptura.
La casa de Natalie estaba a unos 20 minutos a pie. No era una casa
lujosa o espaciosa de estilo clá sico como las mansiones que Karlyle
solı́a ver, era una casa de tres pisos diseñ ada en un estilo limpio y
moderno. “Ir a casa”, dijo Natalie.
“Esta es la casa que diseñ ó Ashley. Originalmente tenı́a la intenció n de
construir. Terminé eligiendo una especializació n diferente, pero tengo
mucho talento”.
Entonces Natalie frunció el ceñ o y guiñ ó un ojo.
“Estoy tratando de apelar a mi hermano menor para que se vea bien”.
Nunca sentı́ que faltara Ash. Desde la apariencia hasta la personalidad,
no habı́a nada que le faltara a Ash. En comparació n con los nobles, el
rango de riqueza era diferente, pero entre la gente comú n, los ingresos
eran lo su icientemente buenos como para pertenecer a la cima.
“El Sr. Jones es má s que su iciente para mı́”.
“¡No puedo!”
Natalia frunció el ceñ o. Luego hizo una mueca de perplejidad.
“¿Pero todavı́a no has dicho mi nombre? Escuché que ya nos hemos
visto durante algunas semanas, pero debido a la personalidad de Ash,
debe haber tenido la tentació n de pedirle a su amante que lo llame por
su nombre”.
Por un momento, los ojos de Karlyle y Ash se encontraron. A menos que
vayamos a hablar sobre separarnos aquı́ hoy, parecı́a que no
deberı́amos hacer nada que pudiera parecer extrañ o para los demá s.
Ash parecı́a estar pensando lo mismo.
No tenı́a intenció n de arruinar el lugar para anunciar las buenas
noticias. Karlyle corrige el tı́tulo con una sonrisa formal.
“Tuve cuidado de no ofender”.
“¡No puedo! Me voy a casar, pero por supuesto no creo que sea raro”.
Natalie murmuró y se cruzó de brazos.
“El concepto de matrimonio arreglado en sı́ mismo es un poco
desconocido, por lo que parece incó modo. Aú n ası́, nos conocimos y
decidimos casarnos, ası́ que vamos a conocernos un poco má s hoy. Se
ven muy bien juntos”.
Al igual que yo, Ash parecı́a haber dicho que se iba a casar en casa. La
palabra que encajan bien evocó un sentimiento sutil.
“No puedo. Lo mejor es beber den para aliviar el ambiente incó modo.
Karlyle, ¿está s bebiendo?
“Lo disfruto.”
“Ashley, cuanto má s veo al Sr. Karlyle, má s me gusta”.
Ash, que miraba a Natalie con una mirada imparable, se inclinó ante
Karlyle y le dijo.
“Natalie es una bebedora imparable. La sangre britá nica estaba bien
mezclada”.
“Karlyle, allı́, Ashley, es un medio britá nico al que no le gusta beber a
menos que sea dulce. La cantidad de alcohol tambié n es muy pobre”.
Ash se rió .
“Karlyle, ¿qué piensas? Me viste bebiendo có cteles.
“… … Nunca lo he visto borracho, ası́ que no lo sé ”.
“¿De Verdad? Es muy gracioso cuando se emborracha”.
“Nat es mejor”.
Los hermanos y hermanas se regañ aron como si se lo contaran a
Karlyle. Al ver la apariencia infantil, me eché a reı́r.
“¿Vas a ir hasta el inal hoy?”
“Entonces creo que Clark me va a regañ ar”.
“Te perdonaré en un dı́a como hoy. ¡Lo feliz que estoy!”
Los Jones parecı́an llevarse muy bien. Al ver la conversació n ir y venir
sin interrupció n, sentı́ una sensació n de serenidad que nunca antes
habı́a sentido. La risa y la libertad que nunca habı́a visto en la casa de
Karlyle parecı́an un mundo diferente.
“No puedo. Karlyle, corremos hasta el inal.
Aprovechando la emoció n, sugirió Natalie. Ash miró a Karlyle una vez y
negó con la cabeza.
Nat, Karlyle está ocupado.
Cuando Ash trazó la lı́nea, Natalie parecı́a visiblemente decepcionada.
“Lo siento, no quise forzarte”.
Como dijo Ash, habı́a un horario. En primer lugar, se tomó el tiempo
para organizarse con é l, por lo que solo le quedó señ alar el contenido
de los documentos y decidir cuá ndo cada uno de ellos anunciarı́a la
ruptura. Ası́ que no habı́a necesidad de pasar mucho tiempo.
“no. No importa porque tengo una agenda vacı́a para hoy. Qué date todo
el tiempo que puedas”.
Pero la respuesta que salió de su boca fue exactamente lo contrario de
los pensamientos de Karlyle. Ash miró a Karlyle con sorpresa.
“¡Tan bueno!”
Natalie aplaudió con una sonrisa en su rostro.
“Oh, no tengo tiempo para esto. Ash, ayú dame. Karlyle es un invitado,
ası́ que qué date quieto. Es bueno mirar alrededor de la casa
có modamente. ¡De Verdad! ¿Tienes algú n plato favorito? Puedo hacer
cualquier cosa.
“No tengo nada que ocultar. Aceptaré cualquier cosa con gratitud”.
“Realmente me siento como un caballero. ¡Ashley, eso serı́a genial!”.
Mientras le daba un codazo en la espalda, Ash miró a Karlyle y luego
sonrió suavemente.
“Si bien.”
Estaba claro que esto era inevitable, pero Karlyle instantá neamente
perdió la mirada en su rostro. La pregunta que habı́a estado tratando de
enterrar me vino a la mente en ese momento.
Si es ası́, ¿por qué termina oponié ndose a este matrimonio? ¿No lo soy?
Avergonzada ante la idea de una pregunta paté tica, Karlyle desvió la
mirada. Luego caminé hasta el segundo piso, donde Natalie fue guiada.
Es de mala educació n pedirle a un cliente que ayude con el trabajo, ası́
que rechacé la solicitud de Natalie y me quedé allı́.
Karlyle subió al segundo piso. En la pequeñ a sala de estar, las ventanas
de vidrio ocupaban hermosamente toda la pared, y las plantas estaban
bien cuidadas e iluminaban el interior. Habı́a varias habitaciones.
Karlyle no querı́a mirar alrededor de las casas de otras personas, ası́
que miró hacia la sala de estar sin decir una palabra.
Lo primero que me llamó la atenció n fue el marco. Parecı́a una foto de
familia. Las fotos que llenaban toda la pared eran predominantemente
de Natalie y un hombre que se creı́a que era Clark, pero habı́a una foto
de Ash en el medio.
Tambié n se vio a un Ash muy joven. Ash, vestido con un uniforme
escolar blanco, estaba sonriendo blanco y mirando hacia algú n lado.
Karlyle era la mirada de Ash que ella no conocı́a en absoluto. Al
principio, Karlyle no sabı́a nada de Ash.
Conocı́a su biografı́a, pero realmente no conocı́a su pasado, su vida, sus
amigos, nada de esto. No sabı́a cuá ntas personas habı́a conocido, y no
conocı́a su tipo ideal. No sé qué es lo má s importante. Por eso Ash tuvo
que arrastrar el tiempo.
Si lo tomaste como una excusa para desenterrarlo de inmediato… … tal
vez casarse?
El pensamiento en sı́ era ridı́culo. Ni bien lo escuché , no me gustó el
tema, el tema que me pareció vergonzoso, el tema que estaba
convencida de que Alpha no podı́a casarse, ¿y de qué cambio de opinió n
me arrepentı́ de casarme con Ash?
Mientras trataba de deshacerme de la idea de complicarme, se agregó
una igura popular en la planta baja. Mientras bajaba para ver quié n
venı́a, alguien subió las escaleras primero. Eran una pareja de ancianos.
Sin una presentació n, Karlyle reconoció que eran los abuelos maternos
de Ash.
“Mamá , encantado de conocerte”.
Casualmente, se acaban de conocer. Tan pronto como vi a Karlyle, la
anciana me saludó primero. La mujer, de cabellos blancos,
evidentemente rubios, le daba una graciosa mirada de edad. El anciano
a su lado tambié n ayudó . La apariencia correcta para su edad daba la
impresió n de estar serio.
“Encantado de conocerlo, Sr. Karlyle”.
Como si lo hubieran oı́do desde abajo, reconocieron a Karlyle de
inmediato. Despué s de una ligera reverencia, Karlyle pidió corté smente
un apretó n de manos.
“Un placer conocerte. Mi nombre es Karlyle Frost”.
El anciano se rió . Habı́a amabilidad y amabilidad en su rostro de
aspecto amistoso. Era una sonrisa que parecı́a saber de dó nde venı́a la
pasió n de Ash. Se tomó de la mano
“Se llama polos de nubes. Nunca lo verá s en el mundo social”.
La mano que lo sostenı́a era suave y cá lida. La anciana que se me acercó
tambié n me ayudó .
“Mi nombre es Yvonne Follett. Siguió este apellido, pero su apellido de
soltera es Astris. Soy de la sangre de personas que fueron llamadas
nobles en el pasado lejano, por lo que solo puedo verme como una
persona comú n”.
Era un castillo del que nunca habı́a oı́do hablar. Astris es propietaria de
la mayor compañ ı́a de seguros de Francia. Francia no tenı́a aristó cratas,
pero todavı́a habı́a personas que heredaron la sangre de los
aristó cratas de los ricos.
La Yvonne Follett que tenı́a delante era del linaje del conde, y lo que
investigué fue una diseñ adora y directora general de una empresa de
joyerı́a.
“Es un honor conocerte”.
Yvonne se rió del saludo formal de Karlyle y abrazó a Karlyle. El no era
del tipo que me saluda con un abrazo, pero Yvonne se inclinó
suavemente hacia mı́ en un abrazo.
“Estaba preocupado por el mal comienzo, pero como es un caballero
respetuoso, me siento aliviado. Estuve preocupado todo el tiempo de
que está bamos causando demasiados problemas. Encantada de
conocerte.”
“Nat estaba emocionado despué s de un tiempo”.
Los dos no parecı́an aristó cratas en absoluto. Aunque era elegante, era
la dignidad que provenı́a de la personalidad misma, y tanto el atuendo
como la forma en que hablaba eran simples. Si hubiera algunos
modelos de abuelos maternos amigables, no estarı́a mal llamarlos estos
dos.
“Vamos, no te quedes solo aquı́, baja y mé zclate con nosotros. Tengo un
montó n de preguntas. Escuché que te gusta el alcohol, pero te traje un
buen vino. ¿Te gustarı́a beber conmigo? Aunque es un poco pronto.
Mientras Yvonne le guiñ aba un ojo, Cloud, que estaba sentado a su lado,
lo regañ ó en broma.
“Deberı́as reducir tu consumo de alcohol”.
“Tu tambien. Ultimamente no he tomado un solo trago. Solo mı́rame.”
“Solo hoy.”
Aunque se respetaban, sentı́an cercanı́a y cariñ o. Sé que los padres de
Karlyle claramente se aman, pero es una forma diferente de expresarse.
Despué s de permanecer en silencio por un momento, sintié ndose como
si estuvieran en un mundo desconocido, Cloud tomó la mano de Karlyle
y la condujo.
“Vamos. Baja con cuidado.
“Ya es divertido”.
La pareja de ancianos que me conducı́a eran como los abuelos
maternos que Karlyle nunca habı́a tenido.
*
Natalie, como prometió , era una cocinera há bil. Rá pidamente creó
platos que aparecerı́an en un restaurante Michelin. Por sugerencia de
Yvonne, aunque empezaron a beber desde muy temprano, Natalie trajo
bocadillos para picar primero. Llegó con el ceviche perfecto y pulpo,
mantequilla de nuez casera y galletas saladas.
Mientras se servı́a el plato principal, el esposo de Natalie, Clark, llegó a
casa. Acababa de llegar del hospital y era má s alto que la estatura
promedio de Omega. Era un hombre tı́mido y guapo con cabello
escarlata y pequeñ as pecas.
Saludó a Karlyle y se sentó con un có ctel sin alcohol preparado por
Natalie. Todos lo felicitaron por su embarazo. Entonces empezamos a
comer en serio.
Natalie sirvió anguila ahumada en salsa de remolacha y rá bano
mostaza, la sopa favorita de Clark con frijoles, tomates y zanahorias, y
platos principales de pato y cordero. No habı́a otro inal.
Ash se sentó junto a Karlyle durante toda la comida. Era demasiado
amable, incluso considerando que se vio obligado a ingir ser un
prometido amistoso. En la medida en que esta vez realmente se siente
como una celebració n de su compromiso y el embarazo de Clark.
Cada vez que se servı́a un plato, Ash servı́a primero la comida para que
Karlyle pudiera comerla. Cuando salió el plato de carne, estaba a punto
de ser cortado en trozos pequeñ os, ası́ que tuve que detenerlo
avergonzado. Siempre fue su trabajo servir el vino.
Eso solo habrı́a logrado de alguna manera deshacerse de sus
distracciones, pero Ash llegó a Karlyle sin dudarlo como si hubiera
regresado hace unos dı́as. El suave roce de los brazos del otro se volvió
consciente, y cada vez que respondı́a a la pregunta de Cloud o Yvonne,
sonreı́a y palmeaba el hombro de Karlyle repetidamente.
Cada vez que el dorso de sus manos se frotaba debajo de la mesa, se
estremecı́an y luego las sacaban, pero a medida que la iesta de bebida
se hacı́a má s larga, Ash no evitó tocarse el dorso de las manos. Como si
sus dedos estuvieran enredados, Karlyle respiró hondo y sacó la mano.
Como dijo Ash, Natalie bebió bastante. El linaje de Zhudang fue
heredado de Yvonne, pero Yvonne tambié n tenı́a la cara descolorida,
pero no estaba muy borracha. Cloud declaró la rendició n en el medio y
bebió té . Soy Karlyle, nunca he estado borracho, ası́ que está bien.
“¿Sabı́as que ya son las seis en punto?”
Clarke habló con asombro. Parecı́a cansado. Fue un momento en el que
estaba cansado sin importar lo que hiciera. Ante sus palabras, Natalie
abrió mucho los ojos y tembló por el alboroto.
“¡Bebé , estoy tan cansada! Dios mı́o, estaba tan emocionada que me
volvı́ loca. Ahora entra y descansa, ¿de acuerdo?
“No, está bien.”
“Está bien, ¿qué está bien? Adelante, descansa.
Yvonne planteó a Clark diciendo que estaba bien, preocupada. Clark
hizo una mueca de disculpa mientras miraba a Karlyle con las mejillas
rojas, probablemente porque su rostro era propenso a sonrojarse.
Parecı́a pensar que era por é l que la atmó sfera se estaba desmoronando
gradualmente. Ya era hora de todos modos.
“Lo siento, señ or Karlyle. Originalmente, estuve ahı́ hasta el inal, pero
hoy, mi cuerpo no escucha”.
“no. Pensé que era hora de despertar. Espero que descanses un poco.
Haré que alguien má s me envı́e algo que sea bueno para mi cuerpo”.
“Oh, no tienes que hacerlo”.
Yvonne dirigió a Clark que saludaba con la mano y Cloud sonrió
ampliamente.
“El Sr. Karlyle me da tranquilidad”.
“Asi que. ¿Hay algo mejor que ver por primera vez a alguien que bebe
mejor que yo? ¿De verdad no está s borracho en absoluto, Karlyle?
Natalie agarró el hombro de Cloud por detrá s y le preguntó a Karlyle.
No es un cuerpo tan bueno como el alfa dominante, pero de alguna
manera, es natural que Karlyle no fuera del tipo que se emborracha.
Probablemente nunca lo recuerde.
“Sı́, supongo que esa es la naturaleza de esto”.
“Qué alivio. Ashley está borracha, pero Karlyle está aliviado”.
Despué s de eso, vi a Ash a mi lado. Dije algo porque su tez era similar a
su estado habitual, pero Ash puso los ojos en blanco y sonrió y sonrió
má s bonita que de costumbre.
“Karlyle, por favor castiga a Nat. Me hizo beber todo el tiempo”.
Luego frotó su cara contra el hombro de Karlyle como un cachorro. Su
cuerpo se puso rı́gido ante el acto demasiado ı́ntimo, como cuando se
frotó la mejilla con la mano.
“¿Quié n quiere beber demasiado? Idiota, adelante, lá vate la cara.
Natalie deslizó sus brazos alrededor de Cloud y se acercó a Ash. Ashe se
puso de pie mientras tiraba de su brazo. No parece que esté borracha
porque camina bien, pero considerando lo que habı́a hecho antes,
pensé que Natalie tenı́a razó n.
“Es porque está borracho cuando sonrı́e como si fuera muy cautivador.
Ugh, cuá ntas personas me molestaron en ese entonces, realmente luché
cuando era joven”.
“Nat es tan juguetó n que una vez bebió al pequeñ o Ash”.
Cloud intervino y escuchó .
“Papá , no hay necesidad de decir tal cosa. Tengo que presumir ante el
Sr. Karlyle.
De cualquier manera, se veı́a tan pacı́ ico. Era cierto que era pesado,
pero al mismo tiempo, era extrañ amente có modo. Mirando el paisaje de
la familia intercambiando bromas ligeras, Karlyle superpuso sin
comprender al abuelo que habı́a visto toda su vida.
No sabı́a que existı́a este mundo. Karlyle de repente sintió cierta
emoció n al ver a un hombre llamado Ash Jones que mostró lo que lo
hizo crecer tan amable y correctamente.
Quiero pertenecer a esto.
La codicia repentina no era familiar. Este lugar, que solo se puede
disfrutar en nombre de la prometida de Ashe, era pacı́ ico. Era
sorprendente que la gente pudiera ser tan pacı́ ica. El calor cá lido, el
olor a comida llenando la cocina y la iluminació n que lo iluminaba todo
parecı́a estar en una pelı́cula.
La gente solı́a decir que la vida de Karlyle era como una pelı́cula, pero
en realidad, Karlyle se sentı́a como una pelı́cula sobre una comida
familiar normal y una conversació n sin ninguna carga. Cuanto má s
estaba con Ash Jones, má s me conmovı́a. Habı́a una razó n por la que
eran personas completamente diferentes.
Si me encontrara con otro Omega, ¿serı́a capaz de ver este tipo de vista?
La respuesta a la pregunta que apareció en mi cabeza vacı́a fue ijada. A
menos que seas un noble, no puedes hacer eso. Todos los nobles que
Karlyle conocı́a estaban lejos de tal espectá culo. Si no podı́a dar a luz a
un alfa dominante, era obvio lo que é l o su pareja, Omega, recibirı́an.
Ası́ que a Karlyle no le gustó casarse con Ash Jones.
Desde el principio, Karlyle no tenı́a intenció n de renunciar. Era el
matrimonio que mi abuelo querı́a, ası́ que por supuesto que tenı́a que
hacerlo realidad. A pesar de que sentı́a vergü enza y vergü enza de que
no habı́a nada nuevo en el hecho de que la habı́an abandonado, era algo
que Karlyle tenı́a que soportar. Los rumores y las miradas sobre su
matrimonio con Alpha los seguirı́an para siempre, pero al menos su
obsesió n con el Alpha dominante se alejarı́a de Karlyle.
Esa no fue la ú nica razó n. Cuanto má s nos conocı́amos, mejor era Ash
Jones, y sus acciones nunca me molestaron. Era demasiado
desconocido, pero no lo odiaba. Aú n ası́, fue Ash Jones quien trató de
alejarlo desde el principio y el inal.
Y de hecho, Ash declaró el inal.
Karlyle se miró el dorso de la mano, que habı́a tocado a menudo, por un
momento. Se sentı́a como si el cosquilleo que habı́a aumentado cada
vez que lo frotaba todavı́a estuviera allı́. Levanté la otra mano y froté el
dorso de mi mano como para borrar la picazó n. Pero aú n las
sensaciones se arrastraban sobre la piel.
Natalie y Ashe regresaron mientras miraban ijamente sus manos. La
punta del cabello de Ash estaba ligeramente mojada por lavarse la cara.
Era un ambiente diferente.
“Estaba borracho. Supongo que tendré que terminar aquı́ hoy. Papá ,
¿está s bien?”
“Yo tambien estoy cansada. Lo siento todo de nuevo, pero Yvonne está
en muy buena forma fı́sica”.
Habiendo dicho eso, Cloud miró a Karlyle y dijo.
¿Está s bien, Karlyle? Si lo desea, puede quedarse por separado.
Karlyle negó con la cabeza.
“no. Por la noche, tambié n tenı́a trabajo que hacer. Parece que te gusta
descansar.
“Je, je, sı́. Olvidé que interrumpimos su cita”.
No lo fue, pero el estado de á nimo comenzó a cambiar de esa manera.
Natalie tambié n empujó a Ashe de regreso a Karlyle.
“¡Ası́ es, te estoy arrastrando! Todavı́a tenemos mucho tiempo, ası́ que
pasemos un buen rato juntos”.
Ash caminó en silencio al lado de Karlyle, sonrió bonita y abrazó a
Karlyle con fuerza. La vergü enza se elevó cuando fue arrojado a sus
brazos.
“no. Podemos hablar por separado otro dı́a. Pareces borracho, ası́ que
creo que serı́a bueno que Ash descansara aquı́.
“Oh, ¿todavı́a no lo sabes?”
Natalie sonrió para sı́ misma.
“Ash no puede dormir en un lugar desconocido por un tiempo. Si no
sucede ası́, tengo que ser sensible y tengo que irme a casa siempre que
sea posible. Si lo dejo aquı́, me iré a casa por la mañ ana de todos modos.
Ası́ que creo que serı́a mejor ir con Ashley ahora”.
Por supuesto, Karlyle mantuvo la boca cerrada ante el hecho de que no
lo sabı́a. Dicho esto, no habı́a lugar para objeciones. En primer lugar, a
partir de este momento, estaban comprometidos.
“Es una caminata de 15 minutos, ası́ que no es tan lejos. ¿Qué tal dar un
paseo mientras se bebe alcohol? El camino a seguir es muy bonito.
Ustedes dos deberı́an pasar un buen rato.
Al ver a Natalie hablando como si estuviera emocionado, Karlyle no
tuvo má s remedio que aceptar.
“bien.”
“Aunque estoy borracho, no soy indeciso, ası́ que Ash me guiará bien”.
Al igual que el linaje de Ash, todos actuaron rá pidamente. Cuando Cloud
se levantó de su asiento, Yvonne bajó las escaleras justo a tiempo.
“Oh, ¿ya has terminado?”
“¡Ahora tengo que dejar que ustedes dos la pasen bien, Nana!”
“Oye, estoy a cargo. Lo siento. Vamos.”
Yvonne se estremeció ante el susurro de Natalie. Sin un momento para
hacer nada, estaban parados frente a la puerta. Yvonne y Natalie,
mirá ndolos sonriendo, abrazaron a Ash, luego a Karlyle. Karlyle se puso
rı́gido ante la calidez de su abrazo.
“Fue muy divertido. Cuando nos casamos, nos vemos a menudo”.
Cloud detrá s de Yvonne tambié n se unió .
“Me alegro de que Ash haya conocido a una persona tan buena.
Está bamos un poco inestables, pero si está bien, nos vemos a menudo”.
“No te preocupes, papá . Te traeré .”
Diciendo eso, Natalie tomó las manos de Karlyle.
“Muchas gracias por hoy. Me siento un poco culpable porque siento que
soy demasiado para Ashley, pero cuidaré de ti en el futuro”.
No habı́a forma de que pudiera decir que hoy es el ú ltimo dı́a frente a
estas personas. Karlyle, una vez má s, pensó que era una suerte que no
tuviera expresió n en mi rostro. Incluso si mintiera casualmente, no se
notarı́a, ası́ que este momento fue muy ú til.
“Gracias por su generosa hospitalidad. Nos lo pasamos muy bien, ası́
que nos aseguraremos de pagarle la pró xima vez”.
Cuando dije lo siguiente, lo que nunca volverá a suceder, mi pecho latı́a.
“Es natural.”
“Bueno, entonces, nos vemos la pró xima vez”.
Karlyle inclinó la cabeza, vaciló antes de tomar la mano de Ash. Estaba
bien caminar, pero era porque no podı́a llevar a alguien que estaba
borracho. Ash sonrió inexplicablemente y agarró suavemente la mano
de Karlyle. No sé por qué un hombre que es má s alto que yo y un añ o
mayor parece tan joven.
Salieron al callejó n donde empezaron a encenderse las farolas. Soplaba
un viento fresco. Dos largas sombras se extendieron sobre el camino
oscuro. Las manos fuertemente entrelazadas parecı́an superpuestas en
las sombras.
No me gustaba el calor que se enredaba. Nunca odié tomarse de la
mano. Tal como está ahora, Karlyle sabı́a que era hora de dejar de
actuar. No hay razó n para que Ash camine tomado de la mano, ya que
no inter iere con el caminar.
“¿Donde esta tu casa?”
Estuve a punto de sacar mi mano con tal pregunta, pero Ash me dio
fuerzas.
“Ha sido ası́ por un tiempo”.
A diferencia de una persona borracha, Ash susurró en voz baja. Una
tentació n momentá nea me golpeó . La tentació n de tomarse de las
manos ası́.
Pero pronto siguieron otras emociones. Fue la sensació n que tuve ayer.
Todo esto siendo in luenciado por Ashe fue horrible y enojado. Era
vergonzoso y vergonzoso sentirme ası́, pero no podı́a contenerlo.
“Ya no tengo ojos para ver, ası́ que no tengo que hacerlo”.
No era una fuerza que no pudiera retirarse, por lo que Karlyle soltó su
mano con un poco de iereza. La mano de Ash se cayó . De pie bajo la
farola, Ash miró a Karlyle en silencio. Karlyle tampoco desvió la mirada.
Fue frustrante. No querı́a sentirme ası́, y no querı́a que me sacudieran.
Estaba todo desordenado. Estaba resentido por el calor que acababa de
sentir, y estaba molesto porque el tema era Ash Jones. Si no lo hubiera
sabido, realmente no habrı́a pensado en nada.
“¿Estoy enojado?”
Ash preguntó , quien estaba en silencio.
“no.”
“Me siento de esa manera. Karlyle realmente no puede leer sus
expresiones faciales, ası́ que no puedo decirlo, pero ahora se ve ası́”.
Ash puso una cara triste.
“Tiendo a leer bien a la gente. Soy má s sensible a las emociones. Ası́ es
como crecı́, y no sé lo que está pensando Karlyle”.
Es natural. Si Ashe creció ası́, Karlyle tambié n creció con autocontrol
por lo que nunca mostró sus emociones, ası́ que si se lee, no hay nada
má s vergonzoso que eso.
“Ası́ que voy a preguntarte mientras estoy borracho. Querı́a preguntarte
antes.
Ash cerró los ojos. Se cepilló el cabello, pensando por un momento.
Mientras los insectos nocturnos distantes y los sonidos de las voces de
alguien se alejaban y Karlyle se estaba as ixiando, Ash inalmente habló .
“¿Quieres casarte conmigo?”
La pregunta atravesó profundamente el corazó n de Karlyle. El aire que
habı́a estado conteniendo se liberó y Karlyle apretó los puñ os. Esta
respuesta se ha dado antes.
“Recuerdo que te lo dije desde el principio”.
“Dije que no habı́a objeció n, no dije que querı́a. Lo dijiste como un
soldado siguiendo ó rdenes, simplemente haciendo lo que tenı́a que
hacer.
Ash estaba preguntando sobre la diferencia esencial.
“Lo que estoy preguntando es si la mente de Karlyle ha cambiado desde
entonces. No es que tenga que hacerlo, pero quiero casarme con alguien
como yo”.
Era como si estuviera enfrentando una di icultad irresoluble por un
momento. No, má s bien fue todo lo contrario. De hecho, el problema de
respuesta inmediata se empaquetó como un problema difı́cil. Karlyle
recordó el dı́a anterior y la reunió n anterior. A medida que avanzaba la
reunió n, la renuencia que habı́a en la mente de Karlyle desapareció .
“No parece que vaya a cambiar nada”.
Prevalecieron los mecanismos de defensa. El rechazo, al darse cuenta
de que era inú til, era lo ú nico que Karlyle no toleraba. Aunque
acostumbrado a los insultos y reproches, la decepció n de las
expectativas era algo que Karlyle nunca querrı́a volver a experimentar.
“No, es diferente”.
Ash dijo con irmeza.
“Entonces respó ndeme. Karlyle, ¿quieres casarte con alguien como yo?
¿O a alguien le importa?
Dijo el instinto. Esta fue una bifurcació n en el camino. Karlyle se
humedeció los labios. El contrato traı́do para la correcció n me pesaba
en el pecho. Si tuvié ramos que actuar de manera calculadora, no habı́a
necesidad de aceptar a Ash Jones.
Pero Karlyle no querı́a decepcionar a su abuelo. Si, por eso
“Si tuviera que casarme… … .”
Karlyle tomó aliento y continuó la oració n.
“Es mejor ser tú ”.
Esa fue la mejor expresió n que Karlyle pudo hacer. Decir que me gustas,
o que tienes que ser tú , era como estar en un mundo desconocido para
Karlyle. “Haciendo lo mejor que pude”, dijo Karlyle.
Ash escuchó a Karlyle y guardó silencio. Dijo que no podı́a leer el
corazó n de Karlyle, pero Karlyle no siempre podı́a entender el corazó n
de Ash. Tal vez porque eran tan diferentes, a Karlyle le resultó difı́cil
interpretar el comportamiento detrá s de la ternura de Ashe. Seguı́a
equivocá ndome.
“Tengo una cosa que comprobar”.
Despué s de pensarlo mucho, dijo Ash.
“No sé por qué hablas ası́, Ash. No era una conclusió n de todos modos.
Dijiste que no quieres casarte con alguien a quien no amas. Hasta que lo
fuerces… … .”
“Es porque Karlyle es mejor de lo que pensaba”.
Karlyle parpadeó ante las palabras que le llegaron como una sorpresa.
“Despué s de que nos conocimos, fue diferente de lo que pensaba, ası́
que actué como un idiota en la ú ltima iesta. Seré honesto. No sé si es
amor. Sé que el amor es una emoció n muy intensa. Pero Karlyle es tan
diferente de la gente que he conocido, y nunca antes habı́a salido con
alguien ası́. Si es el destino de todos modos que estemos en esta
situació n… … .”
Ash tenı́a los ojos ijos en Karlyle.
“Prueba uno, nosotros”.
“qué … … .”
“Sı́gueme. Entonces sabes.”
Ash dijo con irmeza. Las cosas tomaron una direcció n inesperada.
Karlyle sabı́a, como antes, que se trataba de una encrucijada de
opciones.
Ash le tendió la mano. Karlyle miró la mano blanca extendida. Tenı́a la
intuició n de que muchas cosas cambiarı́an si lo atrapaba. Odio los
cambios impredecibles. Las cosas impredecibles son peligrosas.
Sabiendo esto, Karlyle inalmente tomó la mano de Ash.
La casa de Ash no estaba tan lejos como dijo Natalie. Mientras Ash
avanza, en cuestió n de minutos llegan a la casa de Ash en la frontera de
Notting Hill. Era una casa bonita que se destacaba incluso con una
mirada, pero ni siquiera tuve tiempo de mirarla.
Ashe, que abrió la puerta en medio de la valla y atravesó el jardı́n,
parecı́a tranquila y apresurada. Entonces una tensió n desconocida
envolvió mi cuerpo. Despué s de llegar al porche, Ash se detuvo y miró
hacia atrá s. Mientras caminaba rá pidamente, un cabello despeinado
caı́a sobre su frente. Las sombras bajas cubrı́an el rostro, dá ndole una
sensació n extrañ a.
“No es tan romá ntico”.
La voz de Ash permaneció baja.
“No es la primera vez que pienso en eso”.
Karlyle se dio cuenta de que era la primera vez. Quedó claro lo que iba a
pasar. Sabı́a lo que Ash iba a intentar.
“¿Sabes de lo que estó y hablando?”
Ash preguntó si estaba leyendo su corazó n. En la voz grave de la puerta
principal, donde solo está bamos nosotros dos, habı́a una sensació n que
nunca antes habı́a sentido. La tensió n aumentó lentamente. Ash apretó
la mano que sostenı́a, luego presionó su pulgar contra la muñ eca de
Karlyle.
Una extrañ a sensació n se extendió por la muñ eca ante la presió n que
no era ni dolorosa ni dé bil. El estó mago se puso irme. Sé lo que se
siente. La emoció n que sentı́ durante la rutina y la emoció n que sentı́ al
poner un Omega frente a mı́. Sin embargo, algo era diferente. Era una
sensació n de emoció n que brotaba de dentro.
Fue inesperado sentir algo ası́ en rasgos que fueron diseñ ados para no
atraerse instintivamente entre sı́. Cuando hablamos de matrimonio, lo
que pensamos a primera vista y transmitimos se convirtió en realidad.
Mi cerebro se volvió blanco en un instante.
“por favor… … ¿Deberı́a ser ahora?
No sabı́a qué hacer y fue repentino. Yo estaba aú n má s perplejo porque
pensé que solo sucederı́a mucho má s tarde si se hacı́a el matrimonio.
Ash se acercó . Incliná ndose en á ngulo, apoyó un brazo contra el porche
y tiró de la mano de Karlyle para sujetarlo con fuerza. Los ojos que
miraban hacia abajo eran má s oscuros de lo habitual. Un resplandor
brilló en sus ojos.
“¿Intentaste casarte sin saber có mo les iba a los alfas?”
Siguiendo la voz de regañ o, una risa baja luyó de Ash.
“No creo que puedas imaginar exactamente lo que voy a hacer contigo”.
El pulgar que estaba presionando en la muñ eca fue gradualmente hacia
adentro. Un pulgar suave frotó su muñ eca, que nunca habı́a permitido
que nadie tocara. Se me puso la piel de gallina y las cosquillas se
extendieron.
“¿Có mo puedes casarte conmigo si eres tan ingenuo?”
“No soy ingenuo”.
Karlyle apenas respondió . Nunca he estado tan in luenciado por nadie.
Especialmente para este tipo de trabajo. Se rió cuando mostró una
reacció n a Ash, quien lo trató como a una persona ingenua que solo
habı́a tomado la iniciativa.
“¿Puedes pagarlo?”
No sé lo que puedo manejar, pero Karlyle sabı́a de todos modos que
esto era de lo que estaba hablando Ash. ¿No serı́a similar al inal? El
sujeto de la inserció n debo ser yo, y las zonas eró genas son similares al
inal. Y Karlyle tenı́a má s experiencia de lo que esperaba.
“Tus comentarios son ofensivos”.
“Lo sé .”
Ash sonrió inexplicablemente y luego relajó su mano. Luego se apoyó
en la puerta y ijó la mirada en Karlyle. Luego, sin mirar el teclado,
presioné la contraseñ a. Karlyle ni siquiera podı́a respirar
correctamente mientras la miraba sin siquiera parpadear.
Un pitido, la puerta se abrió y Ash se estiró . Una sombra cubrió a
Karlyle.
“Esto es una prueba. No tengo intenció n de continuar mi matrimonio
sin tocar a mi esposo. Entonces, decidamos despué s de hoy”.
Ash abrió la puerta.
“No soy tan fá cil en la cama”.
La boca estaba seca. Dirigı́ mi mirada hacia la casa donde el olor a Ash
se iltraba suavemente. El interior, que se veı́a blanquecino incluso en la
oscuridad, tenı́a una forma limpia y so isticada que se asemejaba a la
personalidad de un hombre. Mirando el paisaje, pude recuperar un
poco el aliento. Karlyle apretó y abrió un puñ o, luego entró primero.
Tan pronto como la puerta se cerró , la risa de Ash resonó a sus
espaldas.
*
A Karlyle no le resultaba extrañ o tener relaciones sexuales con
cualquier propó sito. Para mı́ era comú n mezclarme con una persona
clave en un negocio que me gustaba, y era algo por lo que tenı́a que
pasar regularmente para mezclar mi cuerpo con el Omega designado
por mi abuelo en cada rutina. Sin embargo, los sujetos eran todos
Omegas.
Ash sonrió y le mostró a Karlyle el bañ o. Karlyle cerró la puerta cuando
Ash se fue, diciendo que se iba a lavar en otro bañ o. Mi corazó n latı́a
demasiado rá pido. Por un momento, olvidando qué hacer, Karlyle apoyó
la espalda contra la puerta del bañ o y se agachó .
Poniendo su mano en su regazo, pensó , parpadeando. No estaba
preparado para llegar a esta situació n, ası́ que tuve que organizar mi
mente. Primero, necesitas reprimir tu rechazo al sexo en sı́ mismo con
Alpha. La forma en que lo enfrentes será la misma.
Mientras trataba de hacer planes como si fuera a hacer las cosas,
Karlyle dejó de pensar en la presió n que sentı́a. Parecı́a mejor lavar y
vaciar primero la cabeza. Dejó escapar un suspiro silencioso y tiró de la
corbata con el dedo ı́ndice. Se quitó el traje con cuidado y lo puso en un
estante. Vi un albornoz colgado. Afortunadamente fue
¿Alguna vez has tenido una relació n que no sea un hotel? Parece que no
hay Porque antes no existı́a el sexo impulsivo. Tener sexo en casa era en
sı́ mismo un acto muy ı́ntimo, que Karlyle no permitı́a.
Con ese pensamiento en mente, abrı́ la ducha. El agua se derramó a la
presió n y temperatura correctas. El agua que empezó a acumularse en
el suelo llegó a mis pies descalzos. Miró el agua transparente que luı́a y
lentamente entró en la corriente. Mi cabello, que siempre habı́a
cepillado sin desorden, comenzó a mojarse. El agua corrı́a por su pá lido
cuello.
Cuando descendió sobre sus anchos hombros, un chorro de agua se
derramó sobre los irmes mú sculos pectorales que eran visibles.
Aunque a primera vista parece un traje, Karlyle tenı́a una cintura
bastante delgada en comparació n con la parte superior de su cuerpo. El
agua luyó una tras otra a lo largo de una lı́nea inusualmente delgada.
Pronto todo el cuerpo estaba mojado.
Lentamente la tensió n fue liberada. Era una situació n inimaginable,
pero si Ash recurrı́a al matrimonio de todos modos, Karlyle tenı́a razó n
al aprovechar esta oportunidad. Nunca pensé que cambiarı́a de opinió n
de esta manera… … .
Es porque me gusta Karlyle.
En un instante, el susurro de Ash resonó en su oı́do. Mi cuerpo se
calentó cuando lo pensé . Mi corazó n estaba latiendo rapido. El agua
estaba demasiado caliente, por lo que Karlyle bajó la temperatura. Pero
aú n ası́, el calor del cuerpo no se enfrió . El rostro de Ash, que me habı́a
estado mirando una y otra vez y hablando, se demoró .
Entonces se escuchó un golpe. Karlyle cerró lentamente el agua ante el
claro golpe que resonó a travé s del sonido del agua. Era obvio quié n era
el dueñ o de Knock.
“… … ¿Ash?”
Karlyle, ¿quieres abrir la puerta?
Parpadeé . Me pregunté si era lo su icientemente urgente como para
preguntar en la ducha, ası́ que Karlyle dudó antes de acercarse a la
puerta. Despué s de ponerse la bata de bañ o, abrió un poco la puerta. Se
podı́a ver a Ash a travé s de la puerta entreabierta.
El rostro de Ash se re lejaba claramente en sus ojos debido a la luz del
pasillo ligeramente iluminada. Las pestañ as largas y hú medas eran
visibles debajo de las cejas oscuras, y los dos ojos de diferentes colores
eran excepcionalmente brillantes. Sin darse cuenta, mirando el cuello
de Ash y las clavı́culas duras y estiradas en la misma bata de bañ o,
Karlyle rá pidamente se dio la vuelta.
“¿Qué está sucediendo?”
“Ahora que lo pienso, hay una cosa que puedo hacer por ti”.
“… … ¿De qué está s hablando?”
“Bien.”
Ash rodó los ojos hechizado.
“No creo que te deje entrar si te lo digo”.
De alguna manera, la sensació n era extrañ a, ası́ que Karlyle pensó en
ello. Incluso si salı́amos, nos verı́amos desnudos, pero no nos resultaba
familiar estar en el mismo bañ o en este momento. Nunca he tenido sexo
en un lugar privado, ası́ que no hay forma de que me haya lavado con
alguien.
La vergü enza aumentó y dudó por un momento, luego Ashe susurró de
nuevo.
Dé jame entrar, Lyle.
Karlyle hizo una pausa cuando el apodo que le puso hoy salió de sus
bonitos labios. Si bien la energı́a se fue por un tiempo, Ash
naturalmente empujó la puerta abierta y entró . Traté de cerrar la
puerta tarde, pero fue en vano. Ash deslizó su bata de bañ o y cerró la
puerta.
“… … No sabı́a que me llamarı́as por mi nombre”.
“Es un nombre que escucho todos los dı́as cuando me caso”.
Ash dijo eso y naturalmente se quitó la bata. Contrariamente a su
apariencia amigable y suave, el cuerpo de Ash era irme. Cada vez que
lo tocaba me sentı́a bien, pero la parte superior de mi cuerpo era muy
ancha. El dolor en el pecho y la cintura, que eran má s grandes que los
de Karlyle, le daban una sensació n extrañ amente autoritaria.
Y… … .
No quise escanear mi cuerpo, pero mi mirada fue directamente hacia
abajo. Dejé de respirar por un momento. Mientras Karlyle se congeló
por un momento, sin poder decir nada, Ash se corrió naturalmente y le
quitó el vestido a Karlyle nuevamente. Como no estaba atado con una
cuerda, el vestido cayó al suelo.
“Ven aquı́.”
Aunque su personalidad no determina el tamañ o de su pene, Ash tenı́a
el tamañ o má s abrumador que Karlyle habı́a visto en su vida. Cuando
sus cuerpos se tocaron, sintieron el volumen. Se sentı́a tan extrañ o
tocar mi piel desnuda que mi estó mago temblaba y mi corazó n se sentı́a
como si fuera a explotar.
“Ashe, espera un minuto”.
Agarré su hombro, pero no pude detenerlo. Ash envolvió la cintura de
Karlyle con fuerza con un brazo y condujo a Karlyle al bañ o. Como el
suelo estaba resbaladizo, Karlyle instintivamente agarró el hombro de
Ash. Luego fue simplemente empujado contra la pared.
“Me quedaré ası́ por un momento, porque Lyle no puede huir”.
“Qué … … .”
Karlyle, que no podı́a entender la situació n, habló , pero el agua estaba
cortada. Un chorro de agua golpeó tu cuerpo. Ash se acercó a Karlyle,
bloqueando el chorro de agua con su espalda. Piernas perforadas entre
las piernas. Sus muslos presionaban los genitales de Karlyle.
“Es má s bonito de lo que imaginaba”.
Sus dedos se deslizaron suavemente por el cabello mojado que se le
habı́a caı́do. El cuerpo, que se sobresaltó brevemente por el toque del
agua tibia, gradualmente encontró la calma. Wet Ash tenı́a una cara
sensual que lastimaba su corazó n. Incapaz de apartar los ojos de su
rostro, Karlyle lo dejó hacer lo que estaba haciendo.
“Tu cuerpo es tan bonito como tu cara”.
Ash puso los ojos en blanco y sonrió , luego se incorporó lentamente.
Suaves labios tocaron la oreja de Karlyle. Sus labios hú medos y suaves
tocaron ligeramente su aurı́cula, ló bulo de la oreja y mejilla. Fue
delicado.
“Ash, la ducha… … hacerlo por separado… … .”
Me sentı́ sin aliento. Presionó su mano sobre su hombro para alejarlo,
pero Ash no se movió . Fue porque la propia Karlyle en realidad no lo
rechazó .
“Iba a hacer eso, pero creo que Lyle estaba equivocado”.
La mano de Ash comenzó a moverse mientras un suave beso de pá jaro
se derramaba por su mejilla y nuca. Las manos de Ash acariciaron
suavemente la espalda suave y acanalada. La mano que bajó lentamente
acariciando su piel rá pidamente agarró su cintura. Inmediatamente
sentı́ una presió n en la parte inferior de mi abdomen.
“Um, creo que será estrecho”.
Escuché un susurro ası́. Sonaba como una voz preocupada. Traté de
preguntarle qué estaba diciendo, pero Ashe volvió a besar la nuca
mientras tanto, y las palabras fueron interrumpidas. Hacı́a cosquillas
como loco, a pesar de que solo sus labios se tocaban y caı́an.
La mano que sostenı́a su espalda se movió esta vez a otro lugar. Una
mano se movió lentamente hacia adelante, la otra… … tocó el culo.
“… … ?”
Abrı́ mucho los ojos, incapaz de entender por qué mi mano iba de esa
manera. En ese momento, Ash hizo contacto visual y sonrió
suavemente.
“Sı́ es cierto.”
“por un momento… … !”
Un sentimiento de vergü enza se apoderó de mı́ como si mi corazó n
latiera con fuerza. Esta vez, sinceramente traté de alejar a Ash, pero Ash
fue un poco má s rá pido. Un chorro de agua bajaba y sus dedos se
clavaban entre las nalgas mojadas. El agua estaba resbaladiza entre sus
nalgas irmes, y los dedos de Ash alcanzaron la abertura del agujero con
una facilidad que nadie habı́a tocado antes.
“Que es esto… … .”
Karlyle se retorció . Sentı́ que mi corazó n estaba a punto de explotar
porque nunca lo habı́a imaginado. Alpine Nadie pensarı́a que yo estarı́a
detrá s. Con un solo toque, inmediatamente se dio cuenta de lo que Ash
querı́a decir con lo que habı́a dicho antes.
“Ashe, espera un minuto, esto es… … No parece esto.
Jadeé por aire, pero Ash no hizo mi pedido esta vez. Mientras sus dedos
frotaban suavemente el agujero arrugado, sintió un extrañ o cosquilleo.
“¡UH Huh!”
Un sonido que nunca pensé que serı́a capaz de hacer salió . Sus ojos se
agrandaron y Karlyle cerró la boca con fuerza. Ash alisó los pliegues
uno por uno con su dedo medio, luego llevó lentamente la punta de su
dedo ı́ndice al espacio muy estrecho. Las yemas de mis dedos
empujaron suavemente a travé s de la entrada bien cerrada.
“Espera, no me gusta… … !”
El rechazo fue fuerte. Mi estó mago se revolvió ante la sensació n de que
la parte secreta estaba siendo abierta intencionalmente. No pude
evitarlo, ası́ que empujé a Ash y Ash retrocedió . Pero parpadeó con sus
bonitos ojos y miró a Karlyle en silencio.
“¿No me gusta?”
“… … Sı́, nunca pensé en esto”.
“Qué tengo que hacer. Yo no soy el que se queda atascado.
“Ese soy yo tambié n… … !”
“Lyle no tiene experiencia con Alpha”.
Ash inclinó un poco la cabeza y sonrió lá nguidamente.
“Me gusta el sexo placentero. ¿Está s seguro de que estará s satisfecho?”
Nunca perdı́ una discusió n, pero debido a este tipo de tema, Karlyle no
pudo refutarlo de inmediato. No se puede negar que la experiencia es
importante, pero este acto fue demasiado extrañ o para ser aceptado.
“Incluso esto es difı́cil, ¿có mo puedes casarte con Alpha, Lyle?”
Eso tambié n… … derecho.
“No creo que pueda vivir con una persona bonita como Lyle justo frente
a mı́. Pero si Lyle lo odia tanto… … .”
¿Deberı́a hacer algo que nunca sucedió ?
Parecı́a como si las palabras anteriores omitidas se escucharan en mis
oı́dos. Habiendo pensado vagamente que esto sucederı́a pronto, Karlyle
admitió que no se lo habı́a tomado en serio. El error fue correcto.
Karlyle respiró hondo y se mordió el labio.
“Por supuesto, el sexo no lo es todo en el matrimonio, pero quiero tocar,
tocar y sentir a la persona que me gusta. No quiero tener un
matrimonio aburrido. Ası́ que quiero probar. Pero si eso no es lo que
busca Lyle, yo… … .”
Karlyle golpeó al jugador, pensando que iba a terminar ası́. Es gracioso.
Era un compromiso que estaba a punto de terminar de todos modos,
pero no me gusta el inal.
Debe ser ahora.
Ante las palabras de Karlyle, Ash hizo la pregunta opuesta.
“¿Qué opinas?”
La respuesta era obvia. Ash volvió a hablar despué s de mirar a Karlyle
vacilante durante unos segundos.
“Entonces, ¿qué tal esto?”
“… … Estoy escuchando.”
“Si Lyle no lo siente, renunciaré . Solo pié nsalo como un experimento.
No tienes que ir hasta el inal”.
El rechazo aú n persistı́a, pero Karlyle llegó a la conclusió n de que tal
compromiso era inevitable. Vacilante, respondió en silencio. Entonces
Ash, que miraba a Karlyle, sonrió preocupado.
“No tengo pasatiempos que me obligue a hacer”.
“… … No es ası́. Sin embargo, no estoy acostumbrado… … .”
Mis labios temblaron ligeramente, avergonzado de decir tal cosa. Ash,
que lo estaba observando, se acercó a é l lentamente. La mano que tocó
su estó mago se elevó con ternura y pasó por el cabello de Karlyle.
Lentamente, el estó mago tembloroso se calmó .
“No esperaba que supieras tanto”.
La voz ronca era suave.
“Lo siento. Deberı́a haber comenzado un poco má s suave. Me
equivoqué .”
El cuerpo, que se habı́a puesto rı́gido ante la disculpa sincera, relajó
gradualmente su vigilancia. Avergonzada cuando los ojos se
encontraron frente a ella, Karlyle volvió la cabeza ligeramente. Ash lo
siguió , tratando de evitarlo.
“¿No puedes mirarme?”
Ash susurró . Hice contacto visual con la voz desesperada que escuché .
Entonces Ash sonrió feliz. Poco a poco, sus rostros se acercaron. Las
puntas de sus narices puntiagudas se tocaron.
Bé same, Lyle.
La tentació n ha caı́do. Labios rosados en perfecta forma susurró . Los
dedos que rozaban su cabello acariciaron sus mejillas. Sentı́a curiosidad
por la textura de los labios, que me habı́an atraı́do extrañ amente desde
la primera vez que los vi. ¿Será tan suave como la textura de la piel que
toca, o será tan dulce como ese color?
Karlyle levantó la mano, reviviendo el impulso que la habı́a cruzado
desde el momento en que nos conocimos. Envolvı́ mis brazos alrededor
de la espalda de Ash y lo atraje hacia mı́. Labios hú medos frotados
ligeramente. Sabı́a a agua. La sensació n suave y resbaladiza me puso la
piel de gallina por un momento. La emoció n de repente se elevó como
llamas.
Abrió la boca y chupó suavemente los labios de Ash. Ash impidió que
Karlyle mezclara su lengua con la sed. Ash, que estaba cerca de Karlyle,
cambió el juego en un instante. Lamió suavemente el labio inferior de
Karlyle. La parte posterior de su espalda estaba torcida por la sensació n
de chupar su labio inferior hacia é l como si estuviera chupando un
caramelo. Una sensació n de placer brotó de su labio inferior.
Ash se lamió los labios y luego lo soltó , sacando la lengua y lamiendo el
exterior de sus labios. Una sensació n de cosquilleo se extendió hacia
arriba y hacia abajo. El sonido se iltraba de la nada, pero Karlyle no lo
notó . Incluso con un ligero toque, mis ojos se pusieron blancos.
Pronto, su lengua se enterró lentamente. Cuando su lengua tocó
suavemente el techo plano de su boca, la picazó n se extendió . Mi cuerpo
reaccionó en un instante a la suave lengua que escanea suavemente
solo las á reas má s sensibles. Sorprendido, el pene caı́do mostró una
reacció n lenta. Los muslos de Ash presionaron los genitales que habı́an
comenzado a endurecerse.
A partir de entonces, perdı́ la cabeza. La lengua recorrió el techo de su
boca para hacer sus sentidos, y sus duros muslos se frotaron contra sus
genitales. Ash perdió la cabeza de Karlyle en un instante, hasta el punto
en que no supo có mo cuidarse a sı́ misma.
Parece que se besaron innumerables veces, pero el beso con Ash no era
el tipo de cosa que Karlyle pudiera controlar. El nivel de emoció n se
hizo má s profundo cuando las lenguas comenzaron a enredarse
lentamente. La punta de la lengua se levantó y presionó ligeramente
contra la lengua, y las raı́ces de la lengua se entrelazaron con una
intensidad agradable, y luego las lenguas se mezclaron como si se
hubieran convertido en una sola.
Mientras el beso distraı́a, Ash se movió para frotarse los genitales.
Moviendo suavemente solo su espalda, frotó la de Karlyle y la mı́a. A
medida que las partes má s sensibles chocaban entre sı́, la razó n se fue
desdibujando poco a poco. La emoció n suprimió la razó n por un
momento. Como una bestia
La mano que estaba tratando de alejar a Ash de repente agarró la parte
posterior de su cabeza. Con la otra mano, agarró el hombro de Ash y me
acercó má s. No tenı́a que controlar mi poder como lo hice con el Omega.
Incluso mientras agarraba los omó platos con la fuerza para aplastarlos,
Ash no se movió . La situació n en sı́ despertó una extrañ a excitació n.
La mano de Ash que solı́a acariciar su mejilla ahora le llegaba a la
cintura. Las grandes manos de Ash agarraron la cintura inusualmente
delgada y la mantuvieron en su lugar. Fue lo su icientemente fuerte
como para dejar una huella de mano, pero la parte inferior de mi
abdomen estaba tensa. El placer revoloteó y corrió hacia el pene. Se
sentı́a como sangre corriendo hasta el inal.
Cuanto má s profundo era el beso, má s se superponı́an sus cuerpos. Se
frotó la piel desnuda. Sus pechos irmes golpeaban uno contra el otro, y
sus piernas se perforaban entre ellos. Ja, ja, el aliento pesado se mezcló
con el vapor caliente y se dispersó . Mientras perdı́a la cabeza y caı́a en
el beso, Ash se movı́a lentamente.
Las manos que sostenı́an la cintura se trasladaron a las nalgas. Una
cadera bien adherida tenı́a el tamañ o justo para caber en la palma de su
mano, por lo que era un buen lugar para que Ash agarrara y se
extendiera. El hueso de la cadera, que siempre habı́a estado
fuertemente unido a é l, se abrió a la fuerza. A partir de ahı́, el placer que
sentı́ por primera vez en mi vida provino de la fuerte presió n aplicada
en el perineo. Mi espalda tiene escalofrı́os.
En lugar de meter su dedo de inmediato como antes, Ash apretó sus
nalgas y lo soltó repetidamente. El poder era el correcto. Ni demasiado
fuerte ni demasiado dé bil, de modo que la excitació n se acumule con
solo ser liberado y liberado. El agujero arrugado se apretó con el toque
de Ash y luego volvió a arrugarse. Aunque era poco familiar y temible
que tal acto pudiera ser excitante, la desgana de Karlyle disminuyó
gradualmente ante el beso que distrajo su mente de ella.
Gradualmente se acumuló como si estuviera rebosante de placer.
Durante los ú ltimos tres meses, desde que habı́a estado suprimiendo la
rutina como inhibidor, esta estimulació n en sı́ era elocuente, y el hecho
de que Alpine Ash y Alpine Ash puedan tocarse y excitarse de esta
manera fue un catalizador. Tambié n estaba la virtud de que su mano era
demasiado há bil.
Justo cuando la idea de querer ir estaba a punto de entrar en su cabeza,
Ash inalmente tomó acció n. Mi dedo tocó suavemente el agujero. La
mano de Karlyle, que habı́a estado besando en é xtasis, se detuvo por un
momento. Ash se movió antes de levantar los labios y detenerse, como
si Karlyle no le diera la oportunidad de volver en sı́.
El dedo medio se hundió en el agujero bien cerrado. Los ojos bien
abiertos Sentı́ una gran sensació n de cuerpo extrañ o junto con la
sensació n de sofocar mi respiració n. El agujero que no parecı́a encajar
de alguna manera se tragó el dedo de Ash, tal vez por el agua mojada.
“Eh, eh… … !”
Olvidando có mo respirar, Karlyle se retorció . Fue má s una sorpresa que
un rechazo. Adentro, detrá s, un dedo realmente entró . Algo que nunca
pensé que entrarı́a entró , y siento, ası́ que… … , Tambié n… … .
“Shh, está bien”.
Karlyle dejó de retorcerse cuando escuchó una voz tan dulce que
parecı́a estar apaciguando a un ser querido. Sin darme cuenta, la fuerza
entró en mis nalgas y mi espalda tembló . Los dedos de Ash eran tan
gruesos como grandes sus manos. Simplemente se veı́a blanco, largo y
bonito, pero cuando lo tragué , lo sentı́ muy espeso.
“Espera, solo espera un minuto”.
Ash la besó suavemente en la mejilla. Cuando froté mis genitales, que
habı́an estado retirados por un momento, la excitació n que habı́a
dejado volvió a llenar mi cuerpo. El agujero perdió poder por un
momento, y Ash empujó su dedo dentro sin perder el momento. Me
sentı́ raro. Me sentı́ muy suave dentro de mı́. Fue raro.
Ash la presionó contra la pared como si buscara algo. Cada vez, sentı́
que mis intestinos enteros estaban siendo presionados y mi estó mago
se revolvı́a. Fue tan extrañ o que en el momento en que su miedo natural
se desvaneció , los dedos de Ashe se detuvieron en algú n punto. Se
sentı́a diferente de cualquier lugar que habı́a tocado antes.
“encontrado.”
Se escuchó una voz de alegrı́a, seguida de algo muy extrañ o. El
pensamiento de que podrı́a estar bien parar ahora se fue volando con
un movimiento de Ash.
“Aquı́.”
“… … ¡Eh, sı́!”
Je, hubo un sonido y la boca se abrió . Una sensació n de as ixia fue
acompañ ada por una intensa sensació n de placer por detrá s. Cuando
mis ojos se pusieron blancos, mi cintura se dobló sin saberlo. Karlyle
tembló cuando se puso de puntillas. Los genitales se endurecieron de
inmediato y asintieron.
“¡Ah, hombre, eh, ah, ah!”
Tan pronto como Ash escuchó la voz de Karlyle, no dejó de mover los
dedos. Cada vez que presionaba mi dedo en el lugar donde parecı́a estar
algo grueso, sentı́a una sensació n de placer como si se desbordara con
agua. Mi visió n era borrosa y no podı́a ver nada.
“Uhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
hhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
hhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh … !”
Lá grimas que no sabı́a que estaban brotando corrı́an por mis ojos. Sentı́
que mi cabeza iba a explotar. Luchando, Karlyle trató de sacar su dedo,
pero fue imposible. Ash agarró la cintura de Karlyle con el otro brazo y
luego empujó a Karlyle. Era como si estuviera tratando de volverlo loco.
“¡Jajaja!”
Cada vez que Ash presionaba el interior con el dedo, su cuerpo se
estremecı́a y rebotaba. Nunca he experimentado tal sentimiento. Era un
placer que nunca habı́a sentido a travé s de la inserció n. Fue un placer
tal que se sintió tan intenso que se sintió como dolor, ası́ que tuve
miedo. Todo mi cuerpo tembló .
“Es tan profundo que es difı́cil encontrarlo en cualquier lugar. No es
fá cil ser como el dueñ o”.
Ashe le susurró al oı́do, luego se puso de pie y mordió el ló bulo de la
oreja de Karlyle. El acto de masticar y masticar carne blanda, y el roce
de los genitales entre sı́, se convirtieron en factores que ampli ican el
placer que se siente por la espalda.
Y despué s de un tiempo, hubo un lı́mite a lo que habı́a estado
soportando. En un momento, mientras sus dedos se metı́an dentro y
fuera repetidamente, como si empujara un pé ndulo, Karlyle apretó la
parte posterior de sus muslos y los apretó con fuerza. Al darse cuenta
de la señ al, su dedo presionó el interior con irmeza.
“Eh, ah… … !”
El inclinó la cabeza hacia atrá s. Tenı́a los ojos medio vueltos y Karlyle
llegó al clı́max mientras se frotaba los genitales. El semen que se habı́a
estado acumulando durante un tiempo gorgoteó y luyó por el glande.
El semen de Karlyle tambié n estaba en el estó mago de Ash. Un lı́quido
pegajoso y turbio cubrı́a todos los genitales.
El semen que se derramó casi como si hubiera chorreado mientras
notaba, luyó por sus muslos y estó mago. Un chorro de agua se derramó
por el semen que se habı́a acumulado a sus pies, esparciendo un olor a
pescado. Con su cabeza blanca y su estado vacı́o, Karlyle relajó
lentamente su cuerpo. No podı́a pensar en nada.
Ash agarró suavemente a Karlyle, que estaba a punto de colapsar. En
lugar de limpiar el semen, Ash enterró su rostro en el cuello de Karlyle
y susurró .
“Naciste, Lyle”.
Deberı́a haber replicado, pero no pude. Mi cuerpo tembló por los
efectos secundarios de la eyaculació n, como si mi garganta estuviera
obstruida. Sin dudarlo, Ash sostuvo a Karlyle en sus brazos. Despué s de
cargar a Karlyle, que apenas era alto, sin di icultad, Ash salió del bañ o.
Ash puso a Karlyle en la cama. Mi cabeza estaba en blanco y no podı́a
levantarme porque todo mi cuerpo estaba en un estado de debilidad. La
iebre subió como embriagada por feromonas. Ash revolvió su cabello
mojado, luego sacó el condó n y el gel de la mesita de noche. Era obvio lo
que iba a pasar, ası́ que Karlyle apenas apretó la voz. Su cuello estaba
cerrado con fuerza.
“Ashe, espera un minuto, descansa… … .”
Sonaba dé bil y vergonzoso, pero Karlyle necesitaba tiempo para
aceptar lo que me habı́a pasado en este momento. Ash miró a Karlyle
con cara de niñ o, y con esta propina abrió el condó n. Se rió
alegremente.
“Si no lo pones cuando se lanza, no lo obtendrá s, mı́o”.
Entonces, sin darme cuenta, mi mirada se volvió hacia abajo de nuevo.
Ash todavı́a estaba erecto, quizá s porque Karlyle no fue con é l. No podı́a
sostenerlo todo con una mano, y ver el tamañ o que parecı́a má s grande
que una pequeñ a botella de agua me dejó sin aliento por un momento.
Al darse cuenta de tal señ al, Ash rá pidamente se subió a la cama. Ash,
que cabalgaba sobre é l como una bestia tratando de comerse a Karlyle,
puso los ojos en blanco y sonrió .
p j y
“¿Adó nde vas?”
“Insertar, tambié n… … Parece demasiado pronto.
“Pero has sido paciente, yo.”
Ash tenı́a una cara lamentable como un cachorro. Me quedé sin
palabras por un momento.
“Desde hace un tiempo, he sido paciente durante mucho tiempo”.
Incapaz de responder a esas palabras, Ash agarró las rodillas de Karlyle
y las separó . Ash, quien se sentó en el medio y evitó que sus piernas se
cerraran con sus muslos, há bilmente la cubrió con un condó n. Luego,
abrió la tapa del lubricante que habı́a dejado caer sobre la cama.
“Despué s de abrir mis piernas ası́… … .”
Ash se inclinó y cubrió a Karlyle. Acostado boca arriba, rocı́a lubricante
por el perineo de Karlyle sin mirarse las manos. Los testı́culos estaban
mojados y el lubricante goteaba. Su espalda se contrajo ante la
sensació n de frı́o.
“Todavı́a me aferro a lo que quiero seguir”.
Tal vez se acostumbró solo porque se lo tragó una vez y un dedo
empapado en gel se deslizó en el agujero. La sensació n
excepcionalmente resbaladiza y hú meda del lubricante se derritió como
el agua tan pronto como entró en el ori icio y humedeció suavemente el
interior. Un crujido comenzó a resonar desde abajo.
Los dedos se balancearon como antes, luego aumentaron el nú mero.
Dos dedos entraron y Karlyle contuvo la respiració n. El dedo largo que
entró estaba tocando la parte que Karlyle habı́a tocado antes. Sin darme
cuenta estaba nerviosa e intenté juntar las piernas, pero fue en vano.
Ash estaba completamente en el medio, impidiendo que Karlyle cerrara
las piernas. Se sentı́a como si ya hubiera sido insertado.
La suave caricia continuó despué s de eso. Mientras besaba su clavı́cula
junto con el sonido, Ash bajó lentamente los labios. Pronto, sus labios
tocaron su pecho. Los ojos de Karlyle se abrieron cuando sus labios
tocaron los pezones rosados que estaban erguidos.
“por un momento… … .”
Un placer increı́ble surgió cuando pinchó el pezó n con su lengua
puntiaguda. Incluso como Karlyle, a quien realmente no le importa mi
cuerpo, sé que mis senos son mi zona eró gena, y Omega nunca lo ha
acariciado. Frustrado, Karlyle agarró el hombro de Ash.
“Mi pecho es, no me gusta”.
“¿Eres ası́ de bonita?”
Sacudió la cabeza. Mientras se sonrojaba y se mordı́a el labio
avergonzada, Ash le dio una sonrisa problemá tica y retrocedió a
sabiendas.
“Lo sé .”
Ash parecı́a tener algo que decir, pero pronto cerró la boca. Pasó por el
pecho que Karlyle rechazó , y siguió besando el abdomen donde sus
abdominales estaban claramente grabados. Sus labios eran suaves y
cá lidos. Fue tan amable que me pregunté si yo podrı́a hacer algo como
esto.
A medida que el cuerpo se derritió gradualmente, el nú mero de dedos
se convirtió en tres. Karlyle cerró los ojos con fuerza, ya que podı́a
sentir la apertura incluso sin mirar. Pre iero estar enfermo. Recordé
tardı́amente el sonido que habı́a hecho en el bañ o antes. Tan pronto
como pensé en lo poco alfa que debe haber sido, sentı́ una sensació n de
rechazo nuevamente.
“só lo… … Por favor, introdú zcalo.
No era la posició n que querı́a, pero ya sucedió , ası́ que tuve que ir hasta
el inal por ahora. Karlyle volvió la cabeza y dijo en voz baja. Ash, que
habı́a abierto los dedos, se detuvo un momento.
“Dolerá . Todavı́a hay má s por venir”.
“Ahora que haces… … Es mejor.”
No pude ver a Ash porque giré la cabeza, pero pude sentir su mirada en
mi mejilla. Ash se puso uno encima del otro.
“Lyle, ¿está s realmente bien?”
“No es que lo odie. Sin embargo, ese… … Es mejor.”
“Mı́rame.”
Una mano que sostenı́a su rostro hizo que sus ojos se encontraran
suavemente. Los vivos colores azul y gris llenaron a Karlyle. Todo era
simplemente extrañ o. Fue extrañ o hacer contacto visual como si las
emociones estuvieran pasando, fue extrañ o tratarme suavemente y fue
extrañ o tratarme como si fuera dé bil.
“Ash.”
No estaba protegido ni era dé bil. Karlyle se mordió el labio despué s de
llamarla por su nombre. Sin darse cuenta de que su rostro parecı́a estar
a punto de llorar, miró a Ashe. Ash, que habı́a estado mirando a Karlyle
durante mucho tiempo, asintió .
“Respira, respira”.
Tan pronto como terminó de hablar, sus dedos se salieron. Exhaló
cuando sintió que la sustancia que habı́a estado llenando su interior se
escapaba. Por un momento, sin siquiera tener tiempo para recuperar el
aliento, algo má s me tocó esta vez. Un trozo de carne duro y romo tocó
el agujero. Era rı́gido y grande. Lo sentı́ con solo tocarlo.
No parecı́a que entrarı́a.
Yo era escé ptico de có mo podrı́a tragar esto. A diferencia de Omega,
Alpha no se moja solo. Va a ser menos lexible e incluso la estructura es
diferente, pero ¿có mo diablos un Alfa se traga algo como esto? Karlyle
no puede… … .
“defecto… … ah… … !”
El pensamiento fue cortado. Como si eso no le diera tiempo para temer,
Ash se empujó lentamente hacia adelante. La cintura se acercó
gradualmente y el glande llegó al inal de la entrada. Era suave y cá lido,
pero tan voluminoso que hacı́a que mi cuerpo se sintiera frı́o. No habı́a
comparació n con los dedos. Irrazonable nunca se puede poner
“Ah, shh, huh, no, no entrar, la cosa… … Igual, joder… … .”
Una voz dolorosa salió del doctor. Lá grimas isioló gicas corrı́an por sus
mejillas y mojaban sus mejillas. Ash dejó escapar una voz suave y
tranquilizadora, luego agarró la mano de Karlyle. Entrelazando ambas
manos, presionó la mano de Karlyle con fuerza. Luego apretó los brazos
y dobló la parte superior del cuerpo.
Eres hermosa, Lyle.
Era lo su icientemente dulce como para calentar la sangre frı́a a la vez.
“Lo pensé desde el primer dı́a que te vi”.
Aunque no del todo, el cuerpo rı́gido se relajó un poco. Aprovechando
ese momento, el pene de Ash empujó poco a poco hacia adentro. Los
ojos se encontraron Ash estaba mirando a Karlyle como si estuviera
mirando a alguien a quien realmente amaba. Karlyle mantuvo la boca
cerrada, apretando las manos que la agarraban. Hice esto porque tenı́a
miedo de que hubiera un sonido apagado.
“Entonces, tó matelo con calma, cariñ o”.
Al mismo tiempo que escuché el nombre de miel, perdı́ mi fuerza por
un tiempo. Al ver a Ash sorprendido, sonrió hermosamente y se
encogió de hombros. Los genitales, que nunca pensaron que entrarı́an
por mucho que lo pensaran, abrieron un agujero de inmediato y fueron
colocados en su lugar.
Con un clic, Karlyle inclinó la cabeza. Se sentı́a como si estuviera
perforando hasta la parte superior de mi cabeza. Fue muy doloroso y
sentı́ que mi cuerpo se partı́a en dos. Un dolor agudo llenó mi
estó mago. Era como si todo el intestino se hubiera llenado con los
genitales.
“Shh, respira. Si, asi.”
Ash le dio unas palmaditas en la mejilla y la besó . Apenas podı́a respirar
cuando sintió los besos en la nuca y las mejillas. El hecho de que tuviera
un enorme pene atravesá ndome era tan extrañ o que no podı́a
moverme, pero Ash me tocó suavemente la cara.
Como el placer se sintió ligeramente desde el frente, la rigidez se alivió
lentamente. Ash se enterró durante mucho tiempo, tocando la cara de
Karlyle, besá ndolo en la mejilla y lamiendo sus lá grimas con la lengua.
Sentı́ que estaba siendo amado, y todo mi cuerpo me picaba.
No fue sino hasta unos minutos má s tarde que Karlyle se acostumbró a
la ridı́cula voluminosidad solo un poco. Cuando apenas empezó a
recuperar el aliento, Ash la besó en la frente como si hubiera hecho un
buen trabajo. Qué diablos, Karlyle sintió un extrañ o alivio.
El movimiento continuó sin una palabra. Tomando la mano de Karlyle
con fuerza, Ash acercó lentamente su cintura. Los genitales que
parecı́an haber entrado no estaban completamente insertados. Ashe
solo puso los ojos en blanco mientras lo miraba sorprendida. Luego,
suavemente pero con fuerza, empujó hasta el fondo.
Pero esta vez se sintió diferente.
Algunas á reas fueron aplastadas. Estaba alli. El lugar donde Ash insistió
en presionar con los dedos antes. Cuando su pene empujó
completamente, Karlyle sintió el placer que sentı́a en el bañ o. Labios
entreabiertos Simplemente llenando el interior del pene, se presionó
hacia abajo y siguió el placer.
“… … eh, apesta.
Karlyle se mordió el labio para no emitir ningú n sonido. Fue como un
ataque inesperado, y el sonido se desvaneció como estaba, pero la voz
que se elevaba abruptamente no me convenı́a. Ash miró a Karlyle ası́ y
movió su cintura.
Lo primero que sentı́ fue la sensació n de que se me caı́an los genitales.
La pared interior tembló como si hubiera dominado la sensació n de
llenar el agujero en unos minutos. Antes de irse, Ash, que le habı́a
quitado el pene, la levantó por dentro para hacer un chasquido.
Accidentalmente, el sonido volvió a salir y todo el cuerpo de Karlyle
tembló . Anteriormente, esa á rea fue aplastada con fuerza.
“… … Inhalar.”
De nuevo, apretó los dientes y contuvo el gemido. Cerrando los ojos,
Karlyle se esforzó por ignorar el placer que le in ligı́a. A Ash no le gustó ,
ası́ que comenzó a moverse para que no pudiera compararse con antes.
El glande arañ aba la pared interior, saliendo y entrando repetidamente.
El glande tomó una imagen de exactamente la parte que sintió Karlyle.
Cada vez, el dolor y el placer se alternaban. No solo golpeó fuerte e
imprudentemente, Ashe tambié n disminuyó la velocidad y agitó su
pene dentro de la pared interior.
Cuando frotó sus zonas eró genas hasta el punto de hacer cosquillas y
enloquecer, Karlyle inalmente hizo un solo diablo. Sin embargo, se
mordió los labios hasta que sangraron y resistió todos los placeres que
siguieron. Fue porque era vergonzoso sentir este tipo de sentimiento
como alfa.
Como para verlo hacer un sonido, Ash repitió lo que má s sentı́a Karlyle.
Karlyle inalmente eyaculó con el movimiento de azotar el glande en la
vecindad de la zona eró gena con fuerza moderada. Increı́blemente, no
se estaba tocando la frente en el momento de la eyaculació n.
Solo está llegando a su clı́max solo para quedarse atascado.
“Está bien hacer ruidos, Lyle”.
Ash susurró . Tocó el glande de Karlyle, que escupı́a semen. Karlyle
trepó alrededor de su cintura cuando sintió una sensació n de
hormigueo y ganas de orinar. Sacudió su cabeza
“No, no, no, no, no, no, no, no… … Mojado, eso es todo.
“En realidad.”
Entonces, como si no le gustara, su dedo frotó el yodougou. La intensa
sensació n de orinar y la picazó n hicieron que Karlyle luchara con la
cintura doblada. La cama crujió .
“¡No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no!”
“me gusta.”
No sé qué es bueno, pero Ash dijo como si hubiera decidido algo. Lo que
signi icaba, Karlyle lo supo de primera mano durante la noche que
siguió .
Ash lo empujó de todas las formas que Karlyle no podrı́a haber
imaginado. Descubrı́ por primera vez durante la madrugada que este
tipo de sexo podrı́a existir. Eyaculé má s allá de contar. Ninguno de los
dos se mezcló como un animal, aunque Rutt no vino.
Lo clavaron mientras sus brazos estaban en su lugar, lo clavaron
mientras estaba de pie contra una pared, y luego lo clavaron mientras
estaba acostado como un perro. El nú mero de condones que Ash
arrancó y descartó en el suelo excedı́a fá cilmente los diez. Con el paso
del tiempo, Karlyle se acostumbró a la sensació n de ser perforado y
golpeado en la espalda. Hubo momentos en que la estimulació n fue
demasiado y eyaculé al mismo tiempo. En solo este dı́a.
Y Karlyle usó todo su poder mental para aguantar el sonido durante
todo el perı́odo de sobreestimulació n. El ligero sonido de fuga era
inevitable, pero me mordı́ la boca para contener el gemido que estaba a
punto de salir.
El sexo terminó solo despué s de que Karlyle se desmayó . Su cuerpo
llegó al lı́mite de aguantar el sonido y se durmió , y Karlyle se quedó
estirada con su propio semen por todo el cuerpo por razones que no
supo cuá ntas veces. Se quedó dormido sin darse cuenta de que estaba
dormido, y apenas abrió los ojos cuando la luz del sol atravesó sus ojos.
Los pá rpados estaban apretados. Me picaban los ojos y sentı́a la
garganta hinchada. No me distraje de golpe. Ni siquiera podı́a entender
la situació n, ası́ que miré a la ventana con una mirada en blanco. Poco a
poco me di cuenta de que era un lugar desconocido.
“¿despertó ?”
Entonces se escuchó una voz. Karlyle se dio la vuelta lentamente. Ash
estaba de pie junto a la mesa auxiliar. Estaba vestido con ropa có moda y
solo una chaqueta de punto, sosteniendo un plato en la mano. Habı́a
tostadas y ensalada que se veı́an deliciosas a primera vista. En su otra
mano habı́a un vaso de agua.
“… … Dormi mucho.”
“no. No he dormido en seis horas. Come esto y duerme má s”.
Lentamente mi mente volvió . Karlyle se dio cuenta de que estaba
acostada sola en la cama de Ash, có modamente cubierta con el edredó n.
Estuve a punto de levantarme recordando que estaba sucio, pero me
dolı́a tanto la espalda que de inmediato perdı́ las fuerzas. Mi cuerpo se
puso rı́gido por la vergü enza.
“Mué vete con cuidado. No voy a ser fuerte hoy”.
Ash dijo como si supiera. Karlyle me miró con ojos ligeramente
desconcertados. Mi ú ltimo recuerdo parece haber sido un desastre con
marcas de besos y semen, pero ahora veo que lleva una bata ligera. El
cuerpo tambié n estaba limpio. Las sá banas y cobijas todas empapadas
con luidos corporales eran diferentes a las de ayer.
“Lo limpié mientras dormı́a. Lo siento. No quise forzarlo, pero perdı́ los
estribos… … .”
Ash hizo una mueca de mucha pena y colocó la comida al lado de la
mesa auxiliar.
“¿No he estado despierto?”
“Sı́, debe haber sido muy difı́cil”.
Dijo que se movió mientras me sostenı́a, pero al ver que no sucedió
mientras tanto, se veı́a realmente dé bil. No recuerdo haber visto eso en
mi vida.
“Lo siento. Causó molestias”.
“Lyle”.
Como si probara que el apodo que llamé ayer no era un sueñ o, Ash me
llamó suavemente.
“No es una molestia”.
Ash dijo amablemente, e inmediatamente sacó un pedazo de papel del
bolsillo de su chaqueta.
“Estaba limpiando el traje de Karlyle cuando vi que se me cayó de los
brazos. Fue el contrato que envié .
Oh, nos reunimos ayer para arreglar eso. Karlyle recordó un hecho que
ella habı́a olvidado. Incapaz de adivinar lo que iba a salir de la boca de
Ash, Karlyle cerró la boca y lo miró . Ash agarró una hoja de papel y miró
a Karlyle, luego inmediatamente se sentó en la cama.
Tenı́a costras en los labios de morder y masticar toda la noche. Ash tocó
suavemente los labios de Karlyle como si le doliera y abrió la boca.
“He estado pensando en ello. De eso hablamos ayer.
Entonces Ash rasgó lentamente el papel doblado. Frente a Karlyle, el
papel crujió por la mitad.
“Yo hago eso.”
Sin un tema, Karlyle parecı́a saber de qué estaba hablando Ash.
Parpadeé .
“¿Hablas en serio?”
“Sı́, lo es.”
“Pero es un matrimonio no deseado… … ¿No me dijiste?”
Ash pensó por un momento, luego asintió .
“Al menos no fue como yo querı́a que fuera. Pero creo en el destino.
Ash sonrió lentamente.
“Y creo que de todos modos está bamos entrelazados por el destino”.
¿Estas soñ ando? Karlyle pensó por un momento. Mientras miraba el
rostro de Ash, comencé a sentir má s y má s. La sugerencia de Ash no
desagradó . Má s bien, era lo que yo querı́a. Aú n ası́, Karlyle no pudo
con irmar que lo harı́a de inmediato.
Se sentı́a como si uno, uno, faltara.
Ademá s, hay algo que dijo Karlyle.
“Soy.”
“Si te casas conmigo, desearı́a que fuera yo”.
Ash tomó lentamente la mano de Karlyle.
“Eso es todo, yo”.
Lentamente, bajó la cabeza y miró la mano de Ash. Muchos
pensamientos pasaron por la mente de Karlyle. Al menos la propia
Karlyle lo hizo. Mientras estaba con Ash, viendo a la familia de Ash,
pensé que serı́a mejor si fuera Ash Jones y nadie má s.
Pero no sabı́a si Ash estaba pensando de esa manera.
¿Responsabilidad? ¿Sobre Ayer? ¿O fue por los sentimientos y las
palabras que Karlyle habı́a transmitido sin darse cuenta?
Pensamientos complejos se arremolinaban, pero nunca salı́an de mi
boca. Karlyle parpadeó mientras miraba la blanca y ina mano de Ash.
No habı́a razó n para negarse.
Ni siquiera querı́a negarme.
“… … A mı́ tambié n me gusta.”
En cualquier caso, Karlyle tenı́a que conseguir lo que su abuelo querı́a y
todos a su alrededor hacı́an realidad el matrimonio. Era el mejor guió n
para seguir ası́ sin cacofonı́as. Era perturbador no saber exactamente
por qué Ash habı́a cambiado de opinió n, pero Karlyle decidió ignorarlo.
“Lo peor para una propuesta, ¿verdad?”
Ash sonrió a modo de disculpa.
“Cuando Karlyle mejore, lo haré bien otra vez”.
“está bien. No importa.”
“Sigue siendo signi icativo”.
Ash se corrió lentamente y dejó un suave beso en la frente de Karlyle. El
calor se extendió por su cuerpo. Las emociones que habı́an sido
caó ticas en una lı́nea curva durante varias semanas disminuyeron
lentamente y adquirieron un color primaveral.
Ash le propuso matrimonio a Karlyle dos dı́as despué s. Era una
hermosa orilla del lago bordeada de lores de glicinia moradas. Los
anillos de boda hechos a la medida del diseñ o de su madre, Alice, se
pusieron en las manos.
La boda fue dos semanas despué s de eso. A pesar de que fue un
matrimonio de nobles medio alfa, hubo mucho interé s en é l, por lo que
los invitados acudieron en masa. Al escuchar todo tipo de felicitaciones
y ruidos, se convirtieron en pareja.
Era un ú ltimo dı́a de mayo muy soleado, parecido a Ash.
Un año
Todo lo bueno de Ash Jones vino de su madre. La razó n por la que pude
crecer ası́ a pesar del ambiente emocionalmente inestable fue
probablemente por mi madre.
Ash siempre ha estado agradecida de que su madre sea mi madre.
Incluso en circunstancias desfavorables, mi madre era dulce y fuerte.
Creı́a en el amor y decı́a lo difı́cil que era conseguir ese amor. Entonces
Ash creı́a en el amor. Era una prueba del cariñ o que mi madre me
mostró durante toda mi infancia.
Desde el momento en que Ash recordaba, su padre nunca habı́a
complacido a su madre. No fue ası́ cuando nació su hermana Natalie,
pero todo parece haber cambiado con el nacimiento de Ashe. No en
vano, fue porque su padre vio a Ashe como el producto de una aventura.
El comienzo de mis padres fue como una pelı́cula. Sophia, la ú nica hija
de un aristó crata, y Shane, un diseñ ador ordinario, se enamoraron.
Naturalmente, hubo oposició n de la familia. Sin embargo, no pudieron
ganarse a su ú nica hija que tenı́a una voluntad fuerte, por lo que sus
abuelos inalmente les permitieron casarse. Y fui feliz durante 8 añ os.
Mientras estaba felizmente casada durante dos añ os, dio a luz y crió a
su primera hija, Natalie.
Mi madre tenı́a una amiga a la que habı́a estado muy unida desde la
infancia. Tenı́an diferentes gé neros y rasgos, por lo que todos decı́an
que serı́an buenos compañ eros, pero al menos para mi madre, eran
amigos. Su nombre era Felipe Gordon.
El hombre que iba a recibir el tı́tulo de marqué s era noble en su lı́nea de
sangre, e incluso su personalidad era elegante siguiendo ese linaje.
Re lexiva y callada, siempre permaneció en silencio al lado de su madre.
Incluso cuando la mujer que amaba se casaba con otra persona, e
incluso despué s de eso.
Aunque Gordon nunca habı́a hecho nada profano, la existencia misma
de Philip Gordon siempre fue la rebelió n de su padre. El padre, que se
convertı́a en yerno segú n el estado de su madre, recibı́a el apellido de
un noble despué s del matrimonio y tenı́a que encontrarse cara a cara
con los nobles perió dicamente. Y la sombra de Philip Gordon siempre
siguió a su padre.
Despué s del matrimonio, su madre se distanció de é l por culpa de su
padre, que odiaba terriblemente la amistad de su madre con el marqué s
Gordon. Sin embargo, la historia de seguir a los dos no se desvaneció y
su padre hizo una botella dentro.
Una enfermedad tan profunda que duda de que Ash sea hijo de Philip
Gordon y su madre.
Despué s de muchas sú plicas y persuasiones, el padre no abandonó sus
dudas a pesar de que el resultado fue la paternidad. La madre hizo que
ambos hijos heredaran el apellido del padre por el bien del padre. Pero
el padre no estaba satisfecho con nada.
De esta manera, el sentido de derecho que venı́a de mı́ inalmente
estalló en una direcció n diferente. El padre entristeció de la manera
má s miserable a su esposa, que siempre deberı́a estar feliz. Cuando te
encuentras con otras personas en pú blico.
Debe haber muchas razones por las que una madre se enamoró de su
padre, pero el hombre era un hombre raro de todos modos. El dı́a en
que una persona comú n y corriente, que no tenı́a nada que ver con la
nobleza, apareció en la iesta, la gente eligió la razó n por la cual la
madre se casó con su padre. Como é l era una persona ası́, no fue difı́cil
tener una aventura.
No era raro entre los nobles, por lo que la aventura de su padre no se
convirtió en un gran escá ndalo. Solo crecieron los rumores sobre su
madre. El interé s es como una espada de doble ilo, y cuando va
demasiado lejos, se convierte en veneno. Mi madre era una persona
brillante y recibı́ mucha atenció n. Creció como una avalancha y estuvo a
punto de engullir a mi madre, y ella dejó de salir frente a la gente.
Esa es probablemente la razó n por la que Ash llevó una vida lejos de la
nobleza.
Fue gracias a la dedicació n de su madre que Ash pudo crecer bien
incluso en una relació n matrimonial no tan favorable. Los abuelos
cuidaron de sus ú nicos nietos y Ash vivió una vida llena de amor.
Cuanto mayor me hice, má s conocı́ a mi padre, pero mis sentimientos
por é l no eran fuertes. Me bastaba con ser madre.
Pero lo que no podı́a entender era por qué mi madre no se divorciaba.
Era un asunto complicado. Habı́an pasado algunos añ os desde que se
separaron y no se veı́an, pero el hombre no se divorció . Incluso cuando
su madre, que estaba cansada de esperar mucho tiempo, le pidió el
divorcio, ella no escuchó . Ni siquiera la conciliació n de mis abuelos
funcionó . No querı́a dinero, solo se quedaba con su madre.
Con un hombre al que ama, al que no puede amar, su madre adelgazó
lentamente. Era tan divertido lo que era el amor, y aunque era una
situació n que no podı́a entenderse racionalmente, mi madre no estaba
resentida con el hombre. Pero a menudo le decı́a esto a Ash.
‘Algú n dı́a, si encuentras a alguien a quien amas, Bonbon, no debes ser
egoı́sta.’
No era solo una historia sobre su padre.
‘Di que el amor no fuerza tu propia codicia. Mamá se enteró demasiado
tarde.
Probablemente fue un testamento. Al dı́a siguiente de que mi madre
dijera esto, murió en un accidente. Fue el dı́a que fui a comprar
materiales de arte siguiendo las palabras de Ash de que querı́a
aprender a pintar.
Al ver a Ash, que se parece a su esposo Shane en su rostro y talento,
Sophia accedió a la solicitud de su hijo con una expresió n nostá lgica. El
sombrero estaba emocionado por salir por un corto tiempo. Se tomaron
de la mano y llegaron a la galerı́a de arte en el centro de Londres a
donde habı́an ido ellos y su padre. Y por casualidad, conocı́ a Philip
Gordon por accidente.
Despué s de eso, mi memoria estaba borrosa. La pacı́ ica ciudad de
Londres se convirtió en un caos en muy poco tiempo. La noticia luego
dijo que se trataba de un crimen terrorista que habı́a sido planeado con
anterioridad. Las bombas suicidas estallaron en todas partes.
El metro y los autobuses fueron bombardeados al azar. Los peatones
que pasaban por la vı́a fueron arrastrados por la explosió n. Llamas
ardientes, humo negro y fragmentos a ilados cayeron por todas partes.
Philip, que estaba saludando a su madre, se movió primero. Tan pronto
como el hombre se sintió amenazado, primero envolvió al niñ o frente a
é l. Y la madre empujó a Philip, que habı́a envuelto a su hijo, de los
escombros que caı́an. Al verlos a los dos siendo empujados a un edi icio
donde las secuelas de la explosió n no llegaron, mi madre gritó el
nombre de alguien. Tanto Philip como Ash lo escucharon claramente.
Mi madre llamó a Ash justo antes de morir.
Sin embargo, parece que la situació n no se re lejó tanto en su padre. Al
enterarse de la situació n, creyó que su madre habı́a elegido la muerte
de Philip Gordon. El sentimiento de traició n planteado por é l mismo se
convirtió en una obsesió n, y su padre se quedó con todo lo relacionado
con su madre como esposo. Incluso los restos de su madre.
Despué s de la muerte de su madre, el hombre albergaba veneno y
aumentó su in luencia. Las personas que ni siquiera eran de sangre
noble querı́an mezclarse en el mundo de la nobleza má s que nadie. Al
inal, incluso se aprovechó de la in luencia de Philip Gordon, a quien
tanto habı́a reprimido y odiado.
El padre usó los sentimientos de culpa y afecto de Philip Gordon por
Ash y Sophia como un medio para un matrimonio arreglado. Có mo
encontró un vı́nculo con el marqué s Frost a travé s de los nobles que
habı́a conocido, amenazó a Ashe con condiciones asombrosas.
Las condiciones que puso mi padre eran todo lo que tenı́a que ver con
mi madre. Dijeron que si se casan tranquilamente, entregará n las
Cenizas de sus abuelos y su madre, que tanto deseaba Ash, ası́ como su
antigua casa a nombre de su padre.
Habiendo conocido a alguien en estas circunstancias, Ash nunca pensó
que podrı́a amar a Karlyle Frost. Nunca imaginé que te amarı́a tanto.
Porque el amor que Ash habı́a estado experimentando apareció en
algú n momento especial, como el de su madre. No creo que nunca te
enamores de alguien a travé s de un encuentro forzado como este… … Ni
siquiera podı́a imaginar.
“Ash.”
Ante la voz que gritaba su nombre, Ash apartó la mirada de su mirada
en blanco. Habı́a un hombre con un traje ajustado. El hombre que se
sentı́a perfecto con solo mirarlo tambié n era el hombre que pronto se
convertirı́a en el exmarido de Ash.
Ash parpadeó y miró al oponente. La luz que inundaba toda la sala de
estar cubrió a Karlyle. La plata brillaba y se esparcı́a por el cabello gris
de Karlyle mezclado con la blanca luz del sol.
Una frente recta y un puente nasal como una igura escultó rica,
perfectas cejas oscuras una por una y lindos ojos grises que cambian de
color segú n la luz del entorno. Desde el primer momento en que vio a
Karlyle parado en el parque esperá ndome, Ash sintió que podı́a olvidar
su gusto y sentirse atraı́da por alguien.
Karlyle, por ası́ decirlo, no era del tipo que Ash habı́a conocido. Ash
amaba los defectos humanos, y se veı́a lindo por la fricció n que causan
los defectos. Pero a Karlyle no le faltaba nada má s que su impecable
apariencia. Hubo momentos en los que pensé que no era humano
porque era tan perfecto.
Sı́, la misma situació n ahora.
Olvidá ndose de responder, Ash miró a su esposo, a quien habı́a visto en
sus ojos todos los dı́as. Estaba loco de curiosidad por lo que estaba
pensando bajo la cara frı́a que no tenı́a expresió n en ella. Estas
resentido? ¿Sentirı́as pena por mı́ por no escuchar a Karlyle, quien dijo
que no querı́a el divorcio?
Cualquier cosa está bien, ası́ que Ash deseó que Karlyle albergara
alguna emoció n. No es que ya no sienta nada, como esa cara de mal
humor.
“Ashe, ¿está s bien?”
Karlyle llevó a Ash, que habı́a estado sumido en pensamientos pesados,
a la orilla. Se acercó y me miró . A primera vista se ven similares, pero de
cerca, Karlyle era má s bajo que yo. Era uno de los aspectos favoritos de
Ash de Karlyle.
La ligera altura que sentı́a la mirada era terriblemente hermosa, y Ash
respiró hondo. No podı́a creer que me estaba divorciando a pesar de
que era una decisió n que tomé por mi cuenta. Querı́a decir de
inmediato lo que dije ayer.
“Oh lo siento.”
Pero mientras Karlyle miraba la sala de estar vacı́a de espaldas a ella,
no podı́a abrir la boca. No puedes sacudir a alguien que ya limpió . Ash
dejó escapar una sonrisa preocupada y se alborotó el lequillo. Aunque
las pertenencias de Ash todavı́a estaban allı́, la casa parecı́a
inusualmente vacı́a.
“Estoy un poco cansado.”
Me dolı́a la conciencia decir que no podı́a dormir incluso despué s de
hablar de divorciarme. Karlyle miró a Ash en silencio ante esas
palabras. El silencio los ocupó a los dos. Karlyle no era una persona
muy habladora, y por lo general era yo quien le susurraba.
¿Es por eso que no podemos?
La autoayuda que habı́a permanecido en la cabeza de Ash durante
meses apareció de repente. La razó n por la que saqué la palabra
divorcio de mi boca fue porque estas preguntas seguı́an tocando mi
corazó n. No es que los dos sean malos. Nunca hubo una sola pelea, y
Karlyle siempre le dio a Ashe lo que querı́a. La forma en que vivimos, la
forma en que vivimos, la forma en que nos tocamos, la forma en que
hablamos, incluso el momento en que nos tocamos… … .
Y nada de esto era lo que Karlyle querı́a en primer lugar.
A pesar de pedir mucho para conocerlo, Ash no le ha dado a Karlyle lo
que quiere en má s de un añ o. Todavı́a no sé lo que quieres Incluso me
pregunté si habı́a algo que quisiera. Desde el momento en que me di
cuenta de esto, las palabras que mi madre habı́a dicho siguieron
rondando por mi mente.
Di que el amor no fuerza tu propia codicia. Mamá se enteró demasiado
tarde.
Al saber có mo fue el inal de su madre, Ashe comenzó a pensar en
cuá ndo dejé de actuar como su padre. No solo se parecı́a a su padre en
apariencia, sino que cuando se dio cuenta de su egoı́smo, temió que
pudiera haberlo albergado. El pensamiento de que el inal de Karlyle
era mi desgracia seguı́a luyendo de é l.
Ası́ que decidı́ divorciarme.
Karlyle no es una persona emocional, pero no puede ocultar sus
emociones ni por un momento. Cuando se trata de mezclar cuerpos,
Karlyle era demasiado tı́mido. Era diferente de lo que el cuerpo estaba
satisfecho. Obviamente sintié ndolo, Karlyle no estaba contento con el
placer y estaba aterrorizado.
Me equivoqué al pensar que mejorarı́a con el tiempo. Hace unas
semanas, Karlyle estaba sin aliento en el bañ o despué s de tener sexo.
Despué s de darme cuenta, ni siquiera podı́a tocarlo.
Una persona que expresó rechazo a la relació n en sı́ desde el principio.
Como un hombre que creció sin siquiera pensar que el Alfa estaba
conectado con el Alfa, no habrı́a imaginado có mo se desarrolları́a la
relació n entre los Alfas.
¿No te dije lo su iciente?
¿No dije bien lo bonito que se siente, no es raro, lo mucho que me
vuelve loco cada vez que me abrazas?
Creo que ni siquiera hubo tiempo para eso. Durante la relació n, Karlyle
estaba tan emocionada que no podı́a recobrar el sentido y evitó mentir
cara a cara despué s de que terminó la relació n.
Entonces, hace solo unas semanas, tenı́a un montó n. Con el tiempo, la
de iciencia no se llenó , sino que se agregó . Karlyle lo sostuvo hasta que
se desmayó , para que no pudiera escapar para hacer la limpieza por su
cuenta. Mientras lo abrazaba con fuerza con los ojos cerrados, Ash
susurró varias veces.
Yo digo te amo.
Me tomó un tiempo reconocer completamente mis sentimientos. Pensé
que estaba mejorando cada dı́a que pasaba, pero tal vez debido a su alto
punto de ignició n, el fuego emocional se encendió despué s de má s de
medio añ o. Al principio, el propio Ash no sabı́a que la relació n en la que
comenzó a asumir la responsabilidad resultarı́a ser tan seria.
Estoy casado con la persona que amo, ası́ que al inal es algo bueno,
pero el problema es que é l no me ama. Alguien pensó que las
diferencias en los rasgos no se podı́an superar, pero fue lamentable que
fuera Karlyle Frost.
Ash se dio cuenta de que estaba pensando demasiado. No era como yo.
Quizá s, al conocer a Karlyle, la propia Ashe pareció haber cambiado un
poco.
“… … Si no se siente bien, llamaré a su mé dico”.
Karlyle, que habı́a estado en silencio con Ash, dijo en voz baja. Las
palabras que se me ocurrieron despué s de pensar durante mucho
tiempo eran mis preocupaciones. Me gustó la amabilidad en la
apariencia frı́a, ası́ que estaba molesto por dentro, pero parecı́a que
nada estaba lo su icientemente mal como para preocuparme por mı́,
por lo que lastimó mi corazó n nuevamente.
“no. Fue porque estaba un poco cansado del trabajo. No quiero
molestar a Lyle.
No estaba de humor para trabajar, ası́ que me tomé unas vacaciones,
pero no pude hacerlo. De todos modos, es probable que Karlyle sea el
má s desagradable y desagradable en esta situació n.
Karlyle se detuvo un momento cuando la llamaron. Sentı́a que querı́a
decir algo, ası́ que Ash hizo contacto visual y esperó . Esperá ndolo
pacientemente, mirando a Karlyle, algunas cosas habı́an cambiado.
Si te ijas bien, has perdido algo de peso recientemente. La lı́nea de la
mandı́bula, que originalmente era a ilada, se volvió má s delgada y la
muñ eca parecı́a ser un poco má s delgada que antes cada vez que la
agarraba. El cuerpo es una persona que se cuida sola, entonces el
mé dico lo va a cuidar, pero yo estaba preocupada.
Cuando pensé en eso, de repente recordé la espalda de Karlyle, quien
tenı́a ná useas despué s de tener relaciones sexuales. Ha sido ası́ mucho
ú ltimamente. No lo he tocado desde que lo vi. Sentı́ que el dolor de
Karlyle era por mı́, y mi estó mago se complicó en un instante. No fue un
muy buen recuerdo presenciar a mi ser querido rechazá ndome con
todo su cuerpo.
“¿Falta algo? ¿Conseguiste todo?
Ash se dio la vuelta. Ocultó su expresió n sombrı́a y volvió a sonreı́r.
“Ası́ parece. Si el… … .”
Ash miró ijamente mientras sus labios pá lidos y delgados
revoloteaban. Cuando estaba a punto de terminar, tuve la idea divertida
de que querı́a besar ese labio.
“Si ha dejado algo atrá s, puede tirarlo fá cilmente”.
Cuando se le pidió que se fuera en lugar de contactarlos, Ash sintió la
distancia entre ellos. Despué s de presentar o icialmente el papeleo la
pró xima semana, los dos se vuelven realmente nada especial. Sobre el
papel, solo han sido pareja por un tiempo y ya no son una especie de
Karlyle.
“¿Có mo tiras las cosas de Lyle?”
No podré ver el lado oculto de é l que a menudo pensaba que solo se me
mostraba a mı́. Mientras pensaba en eso hasta ese momento, se dio
cuenta de un há bito que tenı́a que abandonar.
“No es Lyle, es Karlyle, cierto. Lo siento. Se convirtió en un há bito”.
Olvidé que ya no se permitı́an apodos bonitos para Ash.
“Seré cuidadoso.”
“está bien.”
Karlyle respondió sorprendentemente rá pido. Tal vez sea porque
todavı́a son una pareja legal que no me corta como un cuchillo.
“Puedes llamarme directamente si quieres”.
Fue una sugerencia amistosa. Ash querı́a responder que sı́ sin siquiera
pensarlo. Pero Chimi reprimió su codicia y negó con la cabeza.
“Si adquieres el há bito de llamarte ası́ frente a los demá s, la persona
con la que te encontrará s con Karlyle má s tarde te odiará ”.
Envió a Karlyle a decir eso, pero se sentı́a sucio incluso hablando
consigo mismo. No importa si es alfa u omega. No podı́a soportar ver a
alguien tocando el cuerpo de Karlyle. Parecı́a que la familia sola se
estaba volviendo loca.
“usted está … … .”
Karlyle frunció los labios y abrió la boca, luego hizo una pausa mientras
hablaba. No hubo cambio en su expresió n, pero la feromona era
ligeramente inestable. Ashe contuvo la respiració n ante la vista que no
podı́a decirse que fuera como la de Karlyle.
Todo está bien, ası́ que espero que Karlyle haga un té .
Está bien ofenderse, enojarse, ser desvergonzado o llamar a un hijo de
puta, ası́ que solo querı́a ver algo má s que esa expresió n. No era que no
me gustara la mirada inexpresiva. Solo querı́a saber qué estaba
pensando Karlyle.
Siempre eres amable.
Sin embargo, la mañ ana tormentosa que Ash habı́a esperado no
apareció al inal. Karlyle murmuró una palabra sin rodeos y evitó su
mirada. Abrió la boca para preguntar cuá l era el signi icado oculto, pero
Karlyle golpeó al jugador.
“Como discutimos, enviaremos los documentos despué s de la iesta de
celebració n. Gracias por su comprensió n.”
La voz de Karlyle era seca, como un hablador de negocios. Creo que
pensé que era una persona dura cuando nos conocimos, pero al ver esto
de nuevo despué s de que pasó un añ o, no me resultó familiar.
“… … no. No puedes arruinar tu agenda por mi culpa. Lo siento.”
La celebració n de la que hablaba Karlyle era para su hermano menor,
Kyle Frost, y su esposa, Nicholas White. Una iesta organizada por
Arthur Frost, el abuelo de Karlyle, para celebrar a la esposa de Kyle, que
acaba de dar a luz a mellizos. Uno de los gemelos es el alpino
dominante, por lo que Marquis Frost ha estado de buen humor
ú ltimamente.
Ashe no querı́a arruinar su posició n ya que Karlyle estaba casado con
Alpha, quien inesperadamente se casó con su abuelo a instancias de su
abuelo. Es alguien que le falta el respeto al Karlyle perfecto
dondequiera que mire, por lo que seguramente tambié n será
responsable de esto.
“Ya lo arruiné ”.
Ash se ayudó a sı́ mismo. Despué s de todo, Marquis Frost reprenderá a
Karlyle por hablar de divorcio de todos modos. Hice lo mejor que pude
para no verlo despué s del matrimonio lo má s posible, pero no podré
volver a hacerlo en el futuro.
“no.”
Karlyle negó con la cabeza. Luego se dio la vuelta.
“Entonces me pondré en contacto contigo a travé s de la secretaria. Te
veo luego.”
Karlyle, quien terminó el asunto, pasó a Ash sin remordimientos. A
petició n de Ash, no hubo abrazos ni besos cuando nos conocimos. El
sonido de los zapatos resonó en el aire y luego se cortó . Luego se
escuchó el sonido de una puerta cerrá ndose.
La alegrı́a de poder verlo de nuevo y la tristeza de volver a tener
contacto solo a travé s de la secretaria invadieron a Ash al mismo
tiempo. Tardı́amente, mis dedos temblaron. Apenas soportó el deseo de
seguir, sostener y abrazar a Karlyle, que aú n no habı́a ido muy lejos.
Me he acostumbrado a ser paciente durante el ú ltimo añ o. Ash Jones es
una persona expresiva, pero en la vida con Karlyle hizo concesiones a lo
que tenı́a que renunciar.
No apurar a Karlyle, que no puede darle una respuesta cuando dice que
le gusta, aguantar lo que quiere sostener y dormir só lo durante el
perı́odo de celo, querer tocarlo sin importarle la mirada de los demá s.
Karlyle dejó una marca en Ashe de esta manera durante un añ o, pero
parecı́a que la persona que yo habı́a dejado no dejó ningú n rastro.
Ash escudriñ ó lentamente el resto de la sala de estar despué s de que
Karlyle se fuera. Aunque podı́a permitirse una casa deslumbrante,
Karlyle vivió aquı́ a petició n de Ash. La mansió n rú stica en las afueras
de Notting Hill fue donde su madre vivı́a con su padre y luego crió a Ash
y Natalie.
Esta era una de las posesiones con las que mi padre se habı́a
comprometido a casarse, y Karlyle ayudó a recuperar la casa despué s
de enterarse. Era un lugar tan precioso y estaba lleno de recuerdos,
pero extrañ amente, no sentı́ nada ahora.
No raro. Lyle es una persona tranquila, pero tenı́a la ilusió n de que era
ruidoso en el momento en que estaba con é l.
Ash se movió lentamente. Querı́a saber si Karlyle habı́a dejado algo
atrá s. Fue gracioso dejarlo ir y encontrar sus huellas, pero fue
irresistible. Ash Jones decidió divorciarse de Karlyle porque lo amaba
mucho, no porque lo odiara.
Miró por toda la casa, pero Karlyle no dejó nada atrá s. No queda nadie.
Las huellas de Karlyle que impregnaban toda la casa cubrı́an todos los
añ os que Ash habı́a pasado aquı́. La vajilla que compartimos, la cocina
donde estaba Karlyle, la puerta por la que entró con el abrigo en el
brazo y el dormitorio donde permanece la feromona de Karlyle… … .
Al entrar a su dormitorio, Ash miró por la ventana. Karlyle recordó
plantar lores juntos cuando llegue la primavera este añ o, ası́ que la
semana pasada, Karlyle plantó enredaderas de rosas para Ash en todo
el jardı́n. Mientras miraba las enredaderas listas para lorecer con
capullos rojos, Ash se cubrió la cara con las manos.
Fue porque sentı́ que ya me estaba volviendo loco en agonı́a por tener
que olvidar a Karlyle.
*
Los humanos son quizá s los animales má s estú pidos. Los animales no
olvidan lo que no se debe olvidar para sobrevivir, pero los humanos
cometemos los mismos errores una y otra vez. Tambié n es un error
fatal.
¿Sobre qué bases pensé que mi vida saldrı́a bien?
Karlyle se reprendió a sı́ misma por ser tonta mientras escaneaba sus
pertenencias en el almacé n de la mansió n. Olvidé las lecciones que
habı́a aprendido de niñ o durante el ú ltimo añ o. Fue un matrimonio que
tuvo mucho ruido y fricció n desde el principio, pero a medida que Ash
lo conoció , fue una pareja inmerecida para Karlyle. Era como decı́a mi
abuelo.
El matrimonio salió mejor de lo esperado, y Karlyle a menudo, no, a
menudo pensaba que estaba bien. Todo lo que soñ é con ver y pasar
tiempo con la familia de Ash se hizo realidad. Estaba embriagado por la
alegrı́a de tener lo que Karlyle no tenı́a.
Ası́ que supongo que fui descuidado. Con la ilusió n de que su
matrimonio iba a ir sobre ruedas, Karlyle no hizo preparativos. Deberı́a
haberme preparado para no dejar la culpa del divorcio.
Soy escé ptico sobre qué preparativos podrı́an haberse hecho.
Karlyle volvió a mirar lo que podrı́a haber hecho. Para ser honesto, no
habı́a nada que señ alar. Le dio a Ash todo lo que querı́a, y tenı́a la
capacidad de hacerlo. No habı́a absolutamente ninguna escasez de
cosas materiales. Ası́ era la forma de vida. Al principio, Ash era una
persona muy considerada, por lo que no habı́a nada que lo obligara a
hacer, por lo que no fue difı́cil igualar las diferencias. Que la palabra
divorcio salió de la boca de tal persona—
Karlyle dejó de pensar ante la sensació n de ahogo en su respiració n.
Durante los ú ltimos dos dı́as, he estado pensando en mis propias
de iciencias. Estaba cansado de repetir las fallas que habı́a olvidado por
un tiempo, ası́ que esto fue su iciente. Nada va a cambiar de todos
modos, ası́ que estaba bien hacer lo que tenı́a que hacer.
El tiempo pasará rá pido porque siempre hay mucho que hacer.
Solo de pensarlo me cansaba. Fue porque sintió que el futuro que se
desarrollaba ante é l parecı́a distante por un momento. Karlyle seguirá
trabajando. Por supuesto, no soy yo quien hereda la familia, por lo que
solo seré responsable de una parte del negocio. Era una tradició n
transmitida de generació n en generació n que el Alfa dominante
heredara la familia, por lo que era natural que Kyle se convirtiera en el
propietario.
Entonces… … .
¿Te casarı́as con Omega? Como dijo Ash, era má s probable que su
abuelo viera esto como una buena oportunidad. Seguirá n las
reprimendas, pero no será s muy regañ ado si sabes que obtienes dos
bene icios.
No me gusta, ası́ que creo que pensó que querı́a casarse con Ash.
Odiaba cobardemente estar bajo la presió n de tener que encontrarse
con un Omega y volver a conocerlo, y tener un Alfa dominante en un
tema que pensaba que era extrañ o sobre casarse con un Alfa.
Pero ahora tengo que prepararlo. Fue solo porque la generosidad de
Ash pudo evitar el trabajo que originalmente era ceremonial. Karlyle
p j q g y
decidió aceptar mi situació n.
El problema es que para hacer eso, tengo que borrar las huellas en mi
estó mago. Karlyle lentamente puso su mano sobre su estó mago al
mismo tiempo que pensaba. Levanté los dedos y presioné mi estó mago
duro. No se sintió nada.
Es extremadamente raro que un alfa dé a luz a un niñ o. Es raro que una
hembra alfa quede embarazada como su madre, Alice, por lo que la
probabilidad de que un macho alfa quede embarazado era tan mala
como dar a luz a un alfa dominante.
Era el sistema aristocrá tico britá nico donde se agrupaban las raras
probabilidades, pero el caso de Karlyle no se considerarı́a un milagro.
No, de initivamente no. No es como si fuera alfa, solo será un rumor.
Ningú n noble Omega se casarı́a con un ser tan imperfecto. Tener un hijo
sobre el tema de incluso los defectos del divorcio? La frase sola fue
graciosa. Para volver a casarse, el niñ o debe ser borrado.
Luther dijo que el aborto espontá neo era posible con poco riesgo o
estré s. Dado que es una probabilidad casi imposible, tal vez era natural
que fuera difı́cil mantenerla.
No sé si ya se ha abortado.
Mentirı́a si dijera que no estoy estresado por la situació n reciente.
Karlyle sufrió dos dı́as de presió n inexplicable. Cuanto má s pienso en la
conversació n que tuve con Ash, má s sé que no es una mala situació n,
pero mi mente no se queda en blanco. Este es el sentimiento que sentı́
en el pasado lejano, cuando no podı́a ponerme en contacto con Ash.
Karlyle no podı́a de inir este sentimiento de ninguna manera. Las
emociones y la expresió n fueron las má s difı́ciles para Karlyle Frost. Ası́
como un ó rgano que no se usa degenera, las emociones de Karlyle se
han adormecido en el transcurso de 32 añ os, dejando solo lo necesario.
Ası́ que debe haber sido extrañ o y difı́cil para Ash. Puede ser que se
reú nan personas similares, pero no hay nadie alrededor de Karlyle que
sea tan animado y colorido como Ash. Ası́ que tal vez no sabı́a lo que
Ash querı́a. La pregunta que Ash habı́a hecho ayer pasó por la mente de
Karlyle.
‘¿Entonces te gusta estar conmigo?’
¿Estaba mal la respuesta de que no me gustaba? Karlyle recordó un
momento que habı́a vuelto a visitar cientos de veces. Tenı́a algo de
intuició n, pero no sabı́a la respuesta. Es algo que Karlyle suele hacer
para entender las intenciones de la otra persona cuando cambia la
direcció n de un contrato, pero nunca he aprendido la respuesta al
con licto emocional.
Sin embargo, si hubiera una respuesta má s apropiada, la habrı́a dicho.
Un fuerte arrepentimiento se apoderó de mı́. Al darse cuenta de que se
arrepentı́a, Karlyle tuvo que admitir que estaba aceptando el divorcio
con peor acogida de lo que pensaba. No sé por qué
El dedo que se habı́a detenido mientras lo apoyaba en el estó mago se
contrajo y rebotó . La somnolencia que habı́a sido olvidada por un
tiempo vino a mı́ má s tarde. Fue solo despué s de que Luther descubrió
que estaba embarazada que Karlyle estuvo de acuerdo en que las
ná useas y la fatiga que comenzaron hace seis semanas eran sı́ntomas de
embarazo. Las ná useas que comenzaron desde ese momento
aumentaron en severidad, e incluso comer se volvió difı́cil ahora.
Este.
Es un ser vivo, pero es ambiguo llamarlo niñ o. Ni la palabra embarazo
ni la palabra bebé eran tan desconocidas como para que Karlyle ni
siquiera pudiera pensar en ellas. Es absurdo arrastrar este cuerpo a tal
estado de cosas. Nunca será s un buen padre. Especialmente si soy yo
dando a luz.
Parecı́a una prueba de que estaba pensando en dar a luz, y una leve
sonrisa se cruzó . Tengo que borrarlo, lo borraré . Pero en este momento,
estaba demasiado cansado, ası́ que querı́a descansar un rato.
Karlyle dio media vuelta y se fue a casa. Estaba en la residencia privada
de Hampstead Heath, no en la casa de Mayfair. No pude evitarlo porque
pensé que serı́a demasiado complicado si me quedaba en mi ciudad
natal. Incluso si a mi abuelo le gustaba, no era algo de lo que estar
orgulloso para mis padres.
Ademá s, no habı́a forma de que se descubriera su condició n, por lo que
tenı́a que estar solo. Luther, el mé dico de la familia, insistió en que lo
mantuviera en secreto hasta que se tomara una decisió n. Aunque sigue
los deseos de la familia, Luther dijo que lo harı́a.
Dio un paso pesado y abrió la puerta. Una gran sala de estar, medio
sombreada, recibió a Karlyle. Era una casa que Mayum visitaba
regularmente, por lo que se veı́an rastros de mantenimiento por todas
partes. Aú n ası́, no se sentı́a como vivir en la casa donde estaba Ash.
Hubo un momento en que pensé que querı́a mostrarle a Ash este lugar.
Lamenté no poder presentarle este lugar a pesar de que tenı́a mucho
tiempo. A Ash le hubiera gustado ver un vasto campo desplegá ndose a
un corto paseo y la hierba inclinando su cabeza al viento.
Hubo muchas má s cosas que no hice en un añ o de lo que pensaba.
Habı́a pasado mucho tiempo, pero Karlyle se dio cuenta nuevamente de
que los recuerdos que ambos habı́an creado eran menos de lo que
pensaban. Fiestas, iestas y iestas, Ash siempre aparecı́a en todas las
iestas sociales a las que nunca habı́a asistido en su vida, de acuerdo
con el horario de Karlyle. Ese fue su viaje.
Prevalecı́a una sensació n de rareza. Karlyle negó con la cabeza y miró
alrededor de la casa. El aire fresco de la casa era demasiado grande
para vivir solo. Nunca lo habı́a pensado ası́ antes, pero hoy me siento
ası́. Miró alrededor de la sala de estar con una expresió n inexpresiva y
sacudió la cabeza como para sacudirse sus pensamientos. Luego me
dirigı́ al segundo piso.
Karlyle se tomó cuatro dı́as libres de é l. Nunca he trabajado tanto
tiempo en mi vida. Incluso si se iba de vacaciones por recomendació n
de su mé dico, por lo general trabajaba al mismo tiempo. Durante el
perı́odo de rutina, estuve fuera uno o dos dı́as para encontrarme con
Omega, pero incluso entonces, trabajé cuando estaba despierto.
No tomé un descanso porque querı́a descansar. Sin embargo, era difı́cil
soportar las ná useas, ası́ que cuando iba a trabajar, estaba claro que mi
padre o los empleados de alguna manera notarı́an mi condició n. No
mostró signos de gastritis por estré s, que aparecı́a de forma
intermitente, pero el embarazo parecı́a ser algo que no podı́a controlar.
Cuando le dije a la secretaria que me iba a tomar un descanso, mi padre
me contactó directamente. No podı́a decir que estaba enfermo, por lo
que Karlyle usó descaradamente a Ash como excusa. Karlyle
experimentó un sentimiento indescriptible cuando Ash dijo que estaba
enferma y que necesitaba estar a su lado.
Fue lamentable que me dijeran una mentira ası́. Ni siquiera era una
verdadera mentira. Fue un engañ o tan super icial que incluso una sola
llamada telefó nica de su padre a Ashe lo habrı́a expuesto.
Afortunadamente, mis padres no estaban muy involucrados en su
trabajo, por lo que la probabilidad de que eso sucediera era baja.
Pero de todos modos, habı́a lı́mites para mentir. Ası́, tarde o temprano,
cualquiera se darı́a cuenta del problema. Tenı́a que tomar una decisió n.
No, has tomado una decisió n, solo tienes que ponerla en acció n.
De initivamente necesita ser borrado.
Sentado a la mesa, Karlyle agarró un vaso de agua vacı́o y miró hacia
abajo. Incluso si no iba a trabajar, no querı́a acostarme, ası́ que me
desperté a la hora normal y traté de hacer algo. Probé el desayuno, pero
era imposible, ası́ que tiré todo lo que habı́a hecho. Querı́a hacer
ejercicio, pero paré porque querı́a. Entonces me senté ası́ durante horas
ahora.
A medida que se acercaba el momento de poner en prá ctica la decisió n,
no pude reprimir mis pensamientos sobre Ash. No, en realidad, lo
pensé durante unos dı́as sin perderme un solo momento. Pensé en todo,
incluso en lo que estaba haciendo en ese momento. Esta pregunta fue la
que má s me pasó por la cabeza.
¿Y si Ash lo supiera?
Karlyle imaginó su reacció n cientos de veces. De todos modos, la
conclusió n fue la misma. Ash intentará asumir la responsabilidad.
Porque Ash es dulce. Demasiado dulce para confundir a Karlyle, pero de
todos modos.
Fue porque Ash sintió un sentido de responsabilidad que su
matrimonio podrı́a concluirse fuera del contrato. De lo contrario, no
habı́a razó n para casarse. Era seguro que era un hombre que querı́a
casarse con la persona que amaba. Entonces, si descubre que está
embarazada, hará que el divorcio sea pan comido.
Karlyle sintió la urgencia de hacer realidad este sueñ o, hasta el punto
de ser absurdo. A medida que avanzaba el dı́a, el impulso se hizo má s
fuerte y trató de manejar a Karlyle. Extrañ amente, fue porque cuanto
má s empeoraba su condició n fı́sica, má s me venı́a a la mente la
amabilidad de Ashe. Los recuerdos del pasado se clavaron en su mente
como fragmentos de vidrio, estimulando la nostalgia de Karlyle.
Una noche, cuando tosı́ accidentalmente, Ash me impidió dar un paso
fuera de la cama y luego me observó toda la noche. Fui a la farmacia a
ú ltima hora de la mañ ana a comprar medicamentos para el resfriado, e
incluso despué s de con irmar que no era un resfriado, me quedé a su
lado para comprobar si estaba bien todo el tiempo.
¿Eso es todo? Quizá s seis semanas antes de estar segura del dı́a en que
estaba embarazada, recordaba con impotencia que Ash, que se durmió
como si se desmayara, me habı́a cuidado todo el dı́a siguiente. Esta era
la segunda vez en mi vida que habı́a tenido sexo durante tanto tiempo
despué s de la primera vez que me acosté con Ash. Ese dı́a y ese dı́a, Ash
fue muy amable. Y en ambas ocasiones sentı́ que iba a explotar.
Emociones intensas.
‘¿Tienes una relació n conmigo? ¿me gusta?’
La pregunta sin respuesta de Ash me vino a la mente en ese momento.
Levantando la mano de la taza vacı́a, Karlyle se tocó la comisura de la
boca. La sensació n que Ash me habı́a tocado se superpuso a mis labios.
Pensé en cosas como frotar suavemente mis labios con el pulgar o el
poder de presionar mis mejillas con fuerza para abrir la boca.
Despué s de eso, pude sentir a Ash dejando una marca en la nuca.
Karlyle, a quien no le gustaba mucho que la acariciaran, solo descubrió
despué s de conocer a Ash que ella era parte de lo que a menudo llamo
un eje sensible. Karlyle estaba naturalmente emocionado cuando Ash
dejó una marca de beso porque la nuca y las orejas tambié n tenı́an
cosquillas.
Me avergonzaba estar tan emocionada, ası́ que me mordı́ el labio y mi
dedo abrió mis labios y entró . Era algo que Ash siempre harı́a para
evitar que Karlyle se mordiera el labio para contener su gemido. Hubo
muchas veces en que me hice heridas en los labios por morder. El largo
y duro dedo ı́ndice se hundió en sus labios de esta manera, presionando
su lengua para dejar que la saliva luyera, y con sus dedos hú medos, Ash
a lojó la parte de atrá s.
Aunque Ash era Alfa, Karlyle hizo que fuera muy fá cil sentir placer. Lo
hice desde el primer dı́a para poder eyacular con solo quedarme
pegado sin usar el frente. Probablemente sea porque Ash es genial. Lo
he besado muchas veces, pero Ash solo mezcla su lengua y confunde a
la gente. Ası́ que no habı́a necesidad de hablar de la relació n. Karlyle
Frost se sintió loca por tener sexo con Ash Jones.
Entonces, para responder a la pregunta de Ash, a Karlyle no le
disgustaba su relació n con Ash. Má s bien, cuando me acosté con Ash,
sentı́ demasiado y me di la vuelta. Pero la mente no querı́a admitirlo.
¿No es ası́? Eyacular mientras estaba atrapado era una oració n que
estaba demasiado lejos del cará cter alfa.
Ademá s, habı́a miedo. Sentı́a que no era yo mismo todo el tiempo. Era
vergonzoso hacer un gemido inapropiado, y tambié n era vergonzoso
recordar gradualmente usar la espalda en lugar del frente cuando
llegaba la rutina. Como si se convirtiera en un rasgo no alfa, Karlyle
trató de controlarse, quien se sentı́a eufó rica y dichosa.
Parecı́a que si soltaba el control, me convertirı́a en una persona
promiscua y extrañ a. Y no querı́a ni imaginar có mo Ash Jones me
mirarı́a ası́. No era aristocrá tico. Ni siquiera era alfa. No quiero
convertirme en algo que no es ni esto ni yo.
Porque ya he vivido en esa posició n lo su iciente.
Mi corazó n comenzó a latir rá pido y mi estó mago empezó a palpitar.
Sintiendo un dolor punzante por un momento, Karlyle abrió mucho los
ojos y colocó su mano sobre su estó mago. Me dolı́a el bajo vientre. No
sé exactamente dó nde está el ú tero, un ú tero degenerado y casi
inexistente, pero no era una buena situació n.
Karlyle se levantó de su asiento cuando sintió que el dolor que se
agitaba dentro de ella empeoraba. No estaba de humor para vestirme
como de costumbre. Con una camisa sencilla, agarró las llaves del auto
y salió de la casa. El miedo y la desesperació n alejaron a Karlyle.
*
“Como dije, puedes pensar en cada momento como arriesgado”.
Luther hizo este diagnó stico despué s de mirar a Karlyle, que casi habı́a
entrado por la puerta de la clı́nica. La má quina de ultrasonido escaneó
frı́amente el vientre blanco y duro. La sensació n de gel secante era
espeluznante.
“A diferencia de Omega, tu ú tero es un ó rgano muy incompleto, por lo
que la posició n de implantació n no es segura. Como dije, las
posibilidades de que sea un aborto espontá neo en la montañ a son muy
altas”.
Despué s de calmar su impaciencia, Karlyle preguntó en voz baja.
“¿Estas bien?”
“Por ahora si.”
Luther, que miraba ijamente la pantalla, le preguntó de inmediato a
Karlyle.
“¿Quieres echarle un vistazo?”
“¿Sı́?”
“Creo que serı́a mejor tranquilizarte”.
Antes de que pudiera darse por vencido, Luther golpeó al jugador.
Comencé a escuchar el sonido gradualmente del monitor que mostraba
la pantalla en blanco y negro. Fue un pequeñ o y dé bil latido del
corazó n. Karlyle detuvo su mano mientras intentaba bajar la camisa
que habı́a estado caminando sobre su estó mago. Su mirada se volvió
hacia la pantalla.
“El maestro es una persona fuerte, por lo que el niñ o estará bien. No es
comú n.
La voz tranquila de Luther fue cubierta por el sonido de los latidos de
su corazó n. Se sentı́a como si la vida se deslizara lentamente hacia lo
que parecı́a estar vacı́o. Se sintió extrañ o con irmar directamente que
una existencia que solo se habı́a sentido a travé s del texto realmente
existı́a. Estaba aterrorizado, y tenı́a miedo… … .
“Me hubiera gustado que el Sr. Jones hubiera venido conmigo. Pensé
que vendrı́as conmigo un dı́a como hoy.
Ante las palabras de Luther, Karlyle desvió la mirada. La mente, que
habı́a estado alejada de la realidad por un tiempo, atrapada en la
pantalla, volvió a su lugar original. El comentario de Ash me recordó la
situació n que habı́a olvidado.
Ash estarı́a feliz. Al contrario, lo hacı́a si me molestaba, y no estarı́a
contento con ello. Por supuesto, intentaré asumir la responsabilidad
independientemente de mis sentimientos.
Entonces, está bien deshacerme de é l, pero decidı́ hacerlo, pero ¿por
qué me alivia saber que está bien?
“Todavı́a no te lo he dicho. Necesito tiempo para pensar.”
Karlyle solo dio los hechos necesarios. He estado mintiendo
ú ltimamente, ası́ que no querı́a hacer eso hasta aquı́. Ademá s, Lutero
era innecesariamente ingenioso. Lo notará s rá pidamente si miras a su
alrededor con torpeza.
“¿Vas a borrarlo?”
Justo como ahora. Sin embargo, no es realmente tan difı́cil de averiguar.
“Sı́, hay muchos riesgos. Como dijiste, no es comú n, por lo que habrá
má s personas que esté n en problemas”.
Karlyle apartó deliberadamente los ojos de la pantalla. Ignoré el
pequeñ o latido del corazó n que resonaba en mi oı́do. Despué s de todo,
un feto de 6 semanas no es má s que una cé lula. No puede llamarse feto,
y su gé nero no ha sido determinado. Es solo un embrió n y no puede
llamarse feto. No hay culpa al respecto. Só lo… … .
Algo atorado en la esquina de su pecho impidió que Karlyle tomara una
decisió n. La razó n tomó una decisió n, algo má s contuvo a Karlyle.
“Por supuesto, lo má s importante es la seguridad del maestro. Como
saben, Alice pasó por varias crisis mientras los daba a luz, por lo que
será aú n má s difı́cil para ustedes. Creo que serı́a correcto discutirlo
bien y tomar una decisió n”.
Luther asintió con la cabeza. Karlyle, que se habı́a cepillado el cabello
ligeramente desordenado por salir corriendo, respondió en silencio y se
levantó de la mesa de examen. Luego añ adió Lutero.
“Pero no creo que haya mucha gente que esté en problemas. A mucha
gente le gustará ”.
Karlyle, que habı́a pisado el suelo, se volvió para mirar a Luther. Luther
siempre estaba sonriendo. Esa forma me recordó a Ash. No era una
persona en absoluto.
Karlyle se mostró escé ptico ante las palabras de Luther. Mi abuelo
dirigı́a un polo conservador y mi madre no está muy interesada en mı́.
Padre, no sé si te importarı́a, pero me preguntaba qué tipo de
perspectiva verı́a el macho alfa sobre el embarazo. Kyle quiere darle la
bienvenida. Puede que lo odies cuando escuches que es peligroso.
No importa cuá nto lo pensara, no habı́a nadie para darme la
bienvenida. Karlyle permaneció en silencio y agarró su ropa. Luther se
quedó en silencio por un momento, y solo despué s de que Karlyle
estuvo listo, habló .
“De todos modos, se debe tomar una decisió n dentro de este mes.
Debido a la condició n del maestro, cuanto má s lo arrastres, mejor”.
Parecı́a peligroso decirle eso a Karlyle, que era mucho má s saludable
que la mayorı́a de la gente, que la situació n era peligrosa. No fue
sorprendente ver que ya estaba en esta condició n.
“Despué s de mucha consideració n, la joven tambié n tomó una decisió n.
Ası́ que pié nsalo con cuidado.
Karlyle parpadeó ante los comentarios de su madre. En Karlyle, Alice
Frost era tan racional como su abuelo, y me preguntaba por qué una
madre ası́ habı́a tomado esa decisió n. De hecho, se trataba de la
elecció n de mi madre de casarse con su padre.
“No es una decisió n maternal”.
Luther se echó a reı́r ante la breve impresió n.
“Todo el mundo lo dijo. Nadie pensó que una chica que habı́a estado
callada toda su vida tendrı́a un accidente ası́”.
Ante la expresió n de accidente, la mirada de Karlyle se volvió hacia
Luther.
“La razó n por la que la joven tomó tal decisió n en un momento en que
no era esencial tener hijos signi ica que amaba tanto a Jonathan”.
“Tu padre no te va a obligar a hacer eso”.
“por supuesto. He estado observando a qué se opone el otro lado. Oh,
no me malinterpretes. Despué s de que la joven tomó la decisió n,
Jonathan-sama amó y esperó al maestro y al maestro má s joven má s
que a nadie”.
Se sentı́a extrañ o escuchar el trabajo de mis padres de la boca de
alguien. Karlyle entrecerró los ojos mientras se sentı́a extrañ amente
envuelta en sentimientos que no eran propios de mı́.
“Quiero decir, ella estaba ansiosa por la casa que iba a construir. No era
un matrimonio esperando un hijo, pero parece que quiso dejar un
rastro de la persona que amaba de una manera diferente cuando se
enfrentó a esa oportunidad. Esta es una conjetura. Personalmente, creo
que la expresió n de que un niñ o es una muestra de amor es aburrida”.
Finalmente, Luther limpió la má quina y cambió la pantalla. Karlyle
sintió un extrañ o vacı́o cuando el sonido que habı́a estado zumbando
en sus oı́dos desapareció . Lutero le dejó un mensaje de aliento, quien
mantuvo la boca cerrada y se puso los zapatos.
“Espero que tomes la decisió n que deseas”.
Luther sonrió e inclinó la cabeza brevemente y salió primero de la
clı́nica. Quizá s Karlyle le dio tiempo para pensar. De pie en la sala de
tratamiento vacı́a, Karlyle miró ijamente la pantalla de la má quina
apagada. Re lexionó sobre un momento que, una vez desaparecido, era
poco probable que volviera.
No pude decidirme.
Karlyle estaba confundida por el pasado, cuando tuvo que tomar
cientos de decisiones importantes. La sensació n de que a veces dudaba
incluso de tenerlo conmigo se ha aferrado particularmente a Karlyle
ú ltimamente. En medio del constante choque de la razó n y la emoció n,
Karlyle inalmente lo admitió .
No quiero borrar al niñ o.
Y Karlyle no podı́a entender por qué .
Estar en el hospital la hizo sentir enferma, por lo que Karlyle se fue
rá pidamente. Sentada en el auto, sosteniendo el volante, Karlyle
recordó su destino. Como costumbre, pensé en la empresa y me di
cuenta de que me estaba tomando un descanso. Pensé en otros lugares
a los que podrı́a ir y inalmente me di cuenta de que no habı́a otro lugar
que no fuera mi hogar. Inhalando, encendió el motor y comenzó a
conducir.
Irı́a a donde fuera, pero no estaba en el estado adecuado para hacerlo.
Como admitı́ que no querı́a borrar al niñ o, era mejor salvarme lo má s
posible primero. A medida que mis pensamientos se inclinaban hacia
no borrarse, mi mente se volvió complicada.
De inmediato, fue un problema desde el primer dı́a. Nunca he
descansado tanto en mi vida, pero es muy probable que me tome un
descanso del trabajo durante unos meses para cuidarme. Ademá s,
tambié n se hablará en los cı́rculos sociales. No me importa lo que digan
los demá s, pero me preocupaba có mo reaccionarı́a mi abuelo ante eso.
Ası́ fue la reacció n de mis padres. Luther dijo que le gustarı́a, pero fue
un consuelo que no llegó a Karlyle. Ademá s, el niñ o será criado solo por
Karlyle.
Al inal del pensamiento, Karlyle se dio cuenta del mayor problema.
Nadie darı́a la bienvenida a un niñ o nacido en camino al divorcio. Nadie
má s que yo Incluso la propia Carlisle no tiene idea de por qué quiere a
este niñ o.
Por un momento, el rostro de Ash se iluminó . Mi corazó n se rompió
cuando recordé los suaves labios que siempre sonreı́an cuando veı́a a
Karlyle. Un pensamiento cruzó por mi mente que si hablaba con Ash, se
reirı́a felizmente.
La ilusió n que alguna vez se elevó llenó la mente de Karlyle como un
impulso incontrolable. Es una persona que se regocija en las cosas
pequeñ as, por lo que puede gustarle mucho. El dı́a que accidentalmente
sonreı́ un poco, me sostuvo la mejilla y no me soltó , ası́ que no estarı́a
feliz de alguna manera al escuchar esto.
Mirando hacia atrá s, mi tiempo con Ash nunca fue aburrido o incó modo
por un momento. Estaba lleno de emociones extrañ amente
desconocidas. Fueron muchos dı́as llenos de temblores temblorosos, y
por momentos sentı́ una sensació n de calidez que nunca habı́a sentido
con nadie.
Estaba lleno de cosas que hice por primera vez, y fue un dı́a para
recordarlas todas. Tambié n me gustaban las citas, algo que no podı́a
hacer como aristó crata, y cada minuto, cada segundo, convertı́a las
cosas triviales en cosas interesantes. No faltaba nada. Todas las noches
que cociná bamos juntos, esperaba sin saberlo, viendo pelı́culas y
hablando, y cada vez que tenı́a tiempo, me gustaba ir a algú n lugar o
hacer cosas que nunca habı́a hecho juntos.
Creo que fue un buen momento.
La respuesta a la pregunta de Ash de si le gustaba estar con é l no era
que no le gustara, sino que le gustaba. Este sentimiento solo podrı́a
de inirse de esa manera. La extrañ a tensió n y la sensació n de
escalofrı́os no eran solo sensaciones có modas, por lo que Karlyle no
pensó que esto fuera un bien estable.
Pero en este momento de estar completamente apartado de é l, Ash
Jones es el que me viene a la mente má s que sus padres o su hermano
menor. Karlyle disfrutaba estar con Ash. Mucho má s que estar con
familiares que han pasado mucho tiempo juntos.
Como si simpatizara con su comprensió n, Karlyle notó
inconscientemente que habı́a estado conduciendo hacia Notting Hill. El
paisaje del camino extendido era familiar. En un añ o, una fracció n del
tiempo que pasé en Londres, llegué a ver esta á rea llena de tiempo con
Ash como hogar.
Detuve el auto en la calle donde Ash y yo vivı́amos. Dudaba en volver
porque era el camino equivocado. Despué s de apagar el motor, Karlyle
golpeó el volante con el dedo ı́ndice. Miró el dorso pá lido y lleno de
venas de su mano. Se mordió el labio ligeramente y lo dejó ir, sin dejar
de re lexionar.
Despué s de venir hasta aquı́, querı́a ver a Ash. Algo pasó el dı́a que iba a
informarle que estaba embarazada en primer lugar. Querı́a con iar en
Ash y ver có mo reaccionarı́a. Entonces algo pareció cambiar.
Los sentimientos de Karlyle llegaron tarde despué s de unos dı́as. La
respuesta correcta a la pregunta de Ash vino lentamente a su mente. La
razó n por la que no querı́a divorciarme era porque me gustaba estar
con Ash.
No fue el mismo comienzo que todos los demá s, pero Ash me llegó a
gustar má s de lo que esperaba. No ha habido un solo dı́a infeliz con é l.
Era imposible imaginar tener una familia con alguien que no fuera Ash.
Karlyle tomó una decisió n, estacionó su auto al costado de la carretera y
se dirigió a su antigua casa. Olvidé devolver las llaves, ası́ que todavı́a
tenı́a las llaves de la puerta principal y de la casa.
Abriendo la puerta en silencio, entró en el jardı́n con enredaderas de
rosas rojas bien cuidadas. Los pá jaros cantaban en los á rboles del
jardı́n plantados por todas partes. La mansió n bañ ada por el sol tenı́a
un aspecto so isticado gracias a las manos de Ash.
Karlyle miró por la ventana. Miré hacia la sala de estar con un gran
vidrio del piso al techo. La sala de estar, que Ash habı́a remodelado para
tener una vista directa al jardı́n, no habı́a cambiado mucho desde los
dı́as previos a su partida. No hubo populares.
Karlyle recordó el dı́a de la semana. El mié rcoles es el dı́a de trabajo de
Ash desde casa. Eso es porque coordinó con el estudio, trabajando
desde casa tres de cinco dı́as despué s de casarse con Karlyle. En ese
momento, tenı́a que estar trabajando desde casa.
Levantó la cabeza y miró hacia el segundo piso, pero la puerta estaba
cerrada. Desde la primavera hasta el otoñ o, cuando hace sol, Ash
siempre abrı́a la ventana en el trabajo, por lo que tenı́a que estar
abierta cuando estaba adentro. Parecı́a no haber ninguno. Karlyle,
contemplando, caminó lentamente hacia la puerta y se detuvo frente a
ella.
Solo puedo recordar vagamente que abrı́ esta puerta y fui a trabajar
casualmente. Solo habı́amos estado fuera durante una semana, y
parecı́a que habı́a pasado mucho tiempo. El anhelo era insoportable.
Gradualmente la vacilació n fue borrada. Será mejor que hables con Ash.
No quiero un divorcio.
Estos sentimientos en sı́ mismos no eran familiares, ası́ que no podı́a
ser honesto con la pregunta de Ash. Querı́a hablar una vez má s. Debe
haber otras razones detrá s de la menció n de divorcio de Ash. Hubo
muchas oportunidades, pero esta es la razó n por la que mi actitud se ha
convertido en un problema ahora.
Karlyle decidió esperar a Ash. Vacilando, giró la llave, abrió la puerta y
entró . Lo primero que noté fue el aroma refrescante. El aire mezclado
con las feromonas de Ash y el olor de la casa calmaron a Karlyle.
Mientras estaba solo, la velocidad excesivamente nauseabunda
disminuyó un poco. Karlyle entró lentamente en la sala de estar y se
quedó allı́ durante unos minutos, examinando la casa. La voz popular
aú n no se escuchaba. Si no está en el estudio del segundo piso, puede
estar en el patio trasero.
Ash tenı́a mucha destreza con las manos y tenı́a un don para la
carpinterı́a. A menudo, en el patrocinio se hicieron cosas como casas
para pá jaros que se colocan en los á rboles. Luego me acosté en el pasto
y tomé una siesta. A menudo, Ash se quedaba dormido ası́ y lo cubrı́a
con una manta.
Caminé por el pasillo que conducı́a al patio trasero. Avancé , rozando las
paredes del pasillo con la punta de los dedos. Sentı́ que mi mente
despertaba lentamente de la oscuridad en la que habı́a estado
encarcelado todo el tiempo. Vi una puerta que conducı́a al patio trasero.
El sol brillaba a travé s de la pequeñ a ventana.
Só lo el espacio habı́a cambiado, pero parecı́a vivo. Incluso sentı́ que mi
cuerpo se volvı́a má s ligero como si me estuviera hundiendo en el suelo
sin in. Un pensamiento infundado de que vagamente las cosas iban a
funcionar cruzó por mi mente.
La voz se escuchó justo cuando Karlyle estaba a punto de girar el pomo
de la puerta. A travé s de la pequeñ a ventana, pude ver a Ash sentado en
una mesa al aire libre. Al ver su espalda despué s de unos dı́as, mi
corazó n se aceleró de repente. Los hombros anchos con cá rdigans
sueltos parecı́an familiares y desconocidos.
Fuerza en mis dedos. En lugar de tocar suavemente primero, giró el
pomo de la puerta. Era un automó vil que simplemente abrió la puerta y
vio a alguien má s. La persona que caminaba desde la izquierda,
probablemente al lado de la mesa, era un hombre. Se desconocı́a su
cará cter, pero era má s bajo que Karlyle o Ash.
Al principio pensé que era un compañ ero de trabajo.
Se vio la vista lateral. El oponente que caminaba junto a Ash dijo algo.
Era casi un susurro, ası́ que no pude oı́rlo a travé s de la puerta. Karlyle
se olvidó de parpadear y miró ijamente la escena. Se desconocı́a el
contenido de la conversació n, pero serı́a lo su icientemente amigable
como para traerte a la casa.
Cuando está bamos juntos, nadie entraba aquı́ excepto nosotros dos.
El hombre tenı́a un color marró n suave, como chocolate derretido. Era
el color de su cabello, y tambié n lo era la atmó sfera. La nuca blanca, el
esqueleto delgado y la nariz ina daban la impresió n de ser bonita. El
personaje era desconocido, pero la igura de pie junto a Ash le quedaba
muy bien.
Ash estaba de espaldas, por lo que Karlyle no podı́a ver su expresió n.
Cuando abro la puerta, puedo escuchar el sonido, pero mi mano no se
mueve.
Mientras Karlyle estaba quieto, el oponente se movió . El hombre que
estaba parado a su lado y dijo algo inmediatamente extendió la mano y
tocó el hombro de Ash. Una vena estaba en el dorso de la mano de
Karlyle, que sostenı́a el pomo de la puerta. La sangre estaba frı́a. En un
instante, sus labios se endurecieron y su expresió n se volvió frı́a.
Cuando su mano tocó su hombro, Ash volvió la cabeza en esa direcció n.
Ash, con las cejas arqueadas, tenı́a una cara preocupada. La mano que
acariciaba el hombro de Ash no cayó . A pesar de que era un contacto
demasiado ı́ntimo, Ash no contuvo al oponente. Segú n recordaba
Karlyle, ninguna familia o pariente de Ash se habı́a visto nunca ası́.
Ni un compañ ero de trabajo, ni siquiera un pariente, la primera persona
que conoció Karlyle.
No puedes conocer todas las relaciones de Ash. Porque Ash tampoco
conoce a todos los que me rodean. Sin embargo, no podı́a ignorar a
alguien que permitirı́a una distancia tan ı́ntima. Eso signi ica que no lo
dije a propó sito.
Fue un instante cuando una llama azul salpicó desde adentro.
Emociones contradictorias se dispararon al mismo tiempo. La
hostilidad hacia el oponente que tocó a Ash aumentó primero. Ash
Jones es el esposo de Karlyle. Atado en su apellido, era mı́o en el papel.
Se escondió para que ni siquiera supiera que existı́a su mezquina
posesividad, y luego se reveló de inmediato.
No sé si es la lujuria ú nica de Alpha por el monopolio o la naturaleza de
Karlyle, pero querı́a abrir la puerta de inmediato, entrar y soltar esa
mano. Al menos no querı́a verlo hacer eso en este espacio.
q p
Sin embargo, fue la relació n actual entre los dos que se habı́a olvidado
por un tiempo lo que retuvo a Karlyle justo antes de que se abriera la
puerta. Van a romper de todos modos. Karlyle no tiene derecho a
interferir en lo que Ash hace con nadie.
Como para probar eso, Ash se movió . La mano de Ash se extendió sobre
la mano del oponente que tocó su hombro. En el momento en que vio
que las manos se superponı́an, Karlyle soltó el pomo de la puerta y dio
un paso atrá s. Se escuchó el sonido de un picaporte golpeando. Fue un
pequeñ o ruido, pero pude ver a Ash girando la cabeza hacia atrá s
cuando lo escuchó .
No querı́a hacer contacto visual.
Karlyle se dio la vuelta. Las emociones se salieron de control. Parecı́a
haber una pregunta estú pida sobre quié n era esa persona y, por
primera vez en su vida, su voz pareció elevarse. No querı́a meterme con
Ash. Todo tipo de pensamientos y dudas pasaron por mi mente en unos
pocos segundos.
“¿Lyle?”
La voz de Ash resonó desde atrá s. Karlyle se detuvo un momento ante el
apodo que habı́a estado diciendo como si nunca fuera a llamarla de
nuevo. Incluso en esta situació n, sentı́ una ligera sensació n de alegrı́a.
Pero pronto Karlyle recordó que Ash habı́a dicho que se habı́a
convertido en un há bito.
Escuché pasos siguié ndome. No debes tener expectativas. No sabes
Karlyle se detuvo en su asiento, apretando los puñ os y extendié ndolos.
Mi estó mago se sentı́a con ná useas y mis dedos temblaban.
“¿Que está pasando aqui?”
La voz que hace la pregunta es amable, pero el contenido no lo es. Mi
corazó n, que habı́a estado hirviendo ante la cuestió n de mantener la
distancia, se enfrió gradualmente. Despué s de cerrar los ojos, Karlyle
abrió los ojos y limpió su estó mago desordenado. Luego se dio la vuelta.
Ash me miró sorprendido. Mi cabello estaba desordenado porque lo
seguı́ a toda prisa. No tenı́a la sonrisa amable que habı́a imaginado
antes de venir aquı́. La sonrisa que pones cuando me ves. Ahora que lo
pienso, la risa de Ash comenzó a disminuir hace unas semanas.
Fue solo ahora que noté un cambio que era tan absurdamente obvio.
“… … Perdó neme.”
Saqué a la fuerza mis labios secos. Fue una sensació n lamentable haber
presenciado claramente la respuesta al viento estú pidamente ingenuo.
El hombre de cabello castañ o parado detrá s de Ash estaba parado en la
parte trasera, mirá ndolos con una mirada desconcertada. Al igual que
Karlyle interrumpió su tiempo.
Solı́a ser donde vivı́a hasta hace poco, pero ahora me siento como un
extrañ o. Estaba equivocado. El pensamiento de que a Ash le gustarı́a
escuchar sobre el niñ o no era má s que un deseo de su propia creació n.
Cuando mencioné el divorcio por primera vez, deberı́a haber sabido
que habı́a buenas razones para ello.
No sé por qué no adiviné el hecho obvio.
“No, no quise decir eso de esa manera. Asi que… … .”
Ante las palabras groseras de Karlyle, Ash negó con la cabeza y se
acercó . Una expresió n de perplejidad apareció en su rostro y luego
desapareció .
“Fue porque Karlyle estaba muy feliz”.
Con una cara que no era para nada ası́, Ash dijo que estaba feliz. En el
lugar donde desapareció el apodo ha entrado un nombre al que
cualquiera puede llamar. Como prueba de que su relació n ya no es
especial.
“No esperaba que vinieras hoy. ¿Dejaste algo atrá s?
Lo pensé antes, pero Ash fue demasiado amable. Tuvo la amabilidad de
pensar en mi futuro mientras me despedı́a, y tuvo la amabilidad de
cumplir siempre con las condiciones que yo querı́a. Ası́ que no sabı́a
que mi oponente estaba cansado.
“Si está bien, ¿quieres un poco de té ?”
Pero lo realmente loco es que, en ese momento, Karlyle era consciente
de sus sentimientos.
“Vamos a tomar una copa, ¿de acuerdo?”
Aunque la propia Karlyle era emocionalmente aburrida, no era tan
ignorante como para notar signos evidentes. Mostrar hostilidad hacia
alguien solo porque habı́a entrado en contacto con Ash no era algo que
mostrarı́a una persona sin sentimientos. Karlyle miró hacia atrá s. Ash
volvió la cabeza hacia atrá s.
“Parece que tienes invitados”.
Karlyle sabı́a que eran celos.
“Ah, Hazel… … .”
“Rechazaré el coche”.
Y los celos son una emoció n que solo siente la persona que te gusta.
“Solo pasé por aquı́ porque tengo algo que ofrecerte”.
Decir te amo probablemente no sea su iciente. No hago nada que corra
el riesgo de quedar embarazada solo por sentirme enamorada. Era una
palabra muy desconocida y desconocida, pero Karlyle se dio cuenta solo
en esta situació n.
“Estoy aquı́ para devolver la llave”.
Estaba enamorado de Ash Jones. Eso tambié n de hace mucho tiempo.
“Eso es todo.”
No fue hasta que Ash dijo el inal que Karlyle reconoció mis
sentimientos. Karlyle se acercó a Ash con una expresió n mecá nica e
inexpresiva para una persona que se habı́a dado cuenta del amor. Lo
sostenı́a con fuerza todo el tiempo, dejando una marca de llave en su
palma.
Ash arrugó los ojos. En lugar de la sonrisa que siempre habı́a colgado,
una expresió n desconocida apareció en el rostro de Ash.
“No tienes que venir a la iesta mañ ana. Se acabó de todos modos, por lo
que no se ve bien verse las caras por nada. Tambié n enviaré los papeles
del divorcio dentro de mañ ana”.
Karlyle, espera un momento.
Ash ahora estaba haciendo una cara que nunca habı́a visto antes. Me
sentı́ ofendido, y me sentı́ enojado. Yo era el que sentı́a que iba a dar la
vuelta, pero no me gustaba que Ash pusiera ese tipo de cara. Y odiaba la
sensació n de disgusto que sentı́a yo mismo.
“¿Por qué tomaste tal decisió n de repente?”
“No fue una decisió n repentina”.
Karlyle retrocedió , contando las mentiras que habı́a estado diciendo
toda la semana. Pero Ash retrocedió y atrapó a Karlyle. La muñ eca fue
atrapada. Una mano grande agarró a Karlyle. El calor que sentı́ despué s
de una semana instantá neamente impregnó mi piel. No fue ası́, pero por
un breve momento, un cá lido pensamiento me atravesó .
“Se suponı́a que ı́bamos a ir juntos. No sé por qué cambié de opinió n.
¿Pasa algo?
“No es asunto suyo, Sr. Jones”.
Ash se detuvo ante el nombre del que no habı́a hablado en mucho
tiempo. Podı́a sentir la mirada mirando a Karlyle con una cara
endurecida. Karlyle permaneció inexpresivo y corté smente retiró la
mano de Ash que lo sostenı́a. Ash le dio fuerza por un momento, luego
soltó lentamente su mano.
“Ya no estamos relacionados”.
La mano de Ash se deslizó . Sin decir nada, Ash se quedó quieto y miró a
Karlyle. Fue extrañ o Fue Ash quien habló del divorcio, pero el hombre
frente a é l ahora tenı́a el rostro de un niñ o que acababa de ser
lastimado.
Un escalofrı́o le recorrió el cuello. La pregunta “¿Está s bien?” Fue casi
instantá nea. Pero Karlyle reconoció al hombre en el patio trasero
observá ndolos nuevamente. Fue la especi icació n la que se convirtió en
un espectá culo. Ya ni siquiera querı́a saber có mo era su relació n.
Llamá ndolo por su nombre y tomados de la mano, podı́a adivinar có mo
era sin mirar má s allá .
Karlyle dejó de decir que iba a ir a verlo. Cansado. El cuerpo, que se
agotaba rá pidamente, querı́a descansar. Al ver que Ash no aceptaba la
llave, Karlyle se dio la vuelta. Vi una pequeñ a mesita de noche tirada en
el pasillo. Le puse la llave.
Sintiendo un dolor de estó mago, se dio la vuelta. Caminé por el pasillo,
dejando atrá s a Ash. Se movı́a con un paso exacto que no era diferente
al habitual.
Despué s de cerrar la puerta, Karlyle se dirigió directamente al lugar
donde estaba estacionado el auto. Despué s de abrir la puerta del auto y
sentarse adentro, dejó escapar el aliento que habı́a estado conteniendo.
Ja, habı́a agua mezclada en el aliento que fue escupido.
Sosteniendo el volante con ambas manos, hundió la frente en el dorso
de la mano. Tan pronto como salı́ de la casa, soporté la terrible ná usea
p p
que me inundó .
Un niñ o no puede ser criado.
No querı́a aferrarme al tobillo de la persona de la que me enamoré por
primera vez en mi vida. Supondrá una carga para aquellos que ya está n
pensando en un nuevo comienzo.
Despué s de un poco, un poco de descanso… … .
Me gustarı́a eliminarlo.
Finalmente me di cuenta de la razó n por la que no querı́a borrar al
niñ o, y saber eso me dio una razó n para borrar al niñ o. La realidad
golpeó a Karlyle por pensar en vano. Karlyle, que habı́a estado
ocultando su rostro durante mucho tiempo, no enderezó su postura
hasta que pasó bastante tiempo.
Luego sacó lentamente su telé fono. Llamé a una persona que habı́a
visitado con demasiada frecuencia recientemente. Despué s de unos
pitidos, Luther contestó el telé fono. Cerrando sus ojos cansados, Karlyle
dijo una palabra.
Lo borraré mañ ana por la noche. Por favor, prepá rame y guı́ame”.
Lutero no escuchó . Karlyle colgó el telé fono y respiró hondo varias
veces, luego se secó la cara como si nada hubiera pasado.
*
Ash no ha dormido en dı́as. Fue porque la cama en la que estaba
acostado solo se sentı́a frı́a. La estació n es primavera y la temperatura
dentro de la habitació n se mantiene exactamente a 25,5 grados, pero el
aire es frı́o. Ash, que yacı́a sin expresió n y miraba al techo, inalmente
se levantó . El sol ya habı́a salido porque yo habı́a estado despierto toda
la noche.
Ash revolvió nerviosamente su cabello desordenado y se levantó de la
cama. Caminé hacia la puerta y revisé el panel de temperatura. Me
quedé mirando el nú mero establecido en exactamente 25,5 grados. Era
la temperatura favorita de Karlyle. Un nú mero que Karlyle quiere
mantener independientemente de la temporada.
Una leve sonrisa apareció en su rostro inexpresivo. Teniendo en cuenta
la expresió n inexpresiva y las pocas palabras, Karlyle no parecı́a tener
mucha preferencia, pero habı́a ciertas cosas que le gustaban. Al ver que
a la gente le gusta hacer coincidir nú meros como este, creo que les
gustarı́an las cosas ordenadas, pero cuando montaba a caballo u otras
actividades, no me importaba rodar bruscamente.
Es eso solo A Karlyle le gustaba mucho beber, por lo que tenı́a mucho
alcohol precioso en su poder. Es una pena no tomarlo. Entonces tal vez
veamos a Karlyle suelto. Es como la apariencia de Karlyle que le dice a
sus sentimientos internos.
Ash elevó la temperatura mientras frotaba el panel calefactor que no
habı́a tocado en mucho tiempo. La temperatura corporal de Karlyle era
mucho má s baja que la de Ash, pero la habitació n estaba frı́a solo
porque é l no estaba allı́ y la cama estaba vacı́a. Habı́a rastros de Karlyle
por todos lados de modo que los añ os de no poder dormir cuando habı́a
alguien al lado del pasado se opacaba.
Quieres estar bien
Teniendo en cuenta có mo habı́a empacado sus pertenencias y se fue sin
remordimientos, parecı́a estar bien. No ha habido contacto hasta ahora.
La expectativa en sı́ era ridı́cula. ¿Por qué contactarı́as a la persona que
rompió contigo? Convenció a Karlyle, que habı́a expresado su negativa,
de que pidiera el divorcio, lo que en sı́ mismo era un engañ o.
Pensé en Karlyle sin tomar un descanso, y no habı́a tiempo para
aburrirme. No importa lo que hice, Karlyle me vino a la mente. Mientras
tanto, el tiempo pasaba dolorosamente lento. Preferirı́a ingir que lo
olvidé si estaba ocupado sin descanso, pero no podı́a trabajar porque
no estaba en condiciones de trabajar.
No querı́a conocer a nadie, ası́ que solo contacté a mi compañ ero de
estudio. Ignorando los mensajes de texto y las llamadas telefó nicas
acumuladas, Ash deambuló sin rumbo ijo por la casa. Cada vez que
miraba la aparició n de Karlyle en un espacio vacı́o, el arrepentimiento
me inundaba como un loco.
Lamento no haber dicho eso.
Me llevó un mes pensar y decidir. Despué s de miles de consideraciones,
me convencı́ de que esto era mejor para Karlyle. A la larga, tambié n lo
consideré una decisió n positiva. Karlyle no tendrı́a que actuar atado al
deber, y yo no estarı́a obligado a hacerlo egoı́stamente en nombre del
amor.
Pero… … Si hubiera sabido que serı́a tan doloroso, simplemente no
habrı́a dicho nada. ¿Podrı́a ser que Karlyle hubiera sobrevivido hasta
que habló primero de divorcio? No fue hasta que Ashe sufrió en los
ú ltimos añ os que se dio cuenta de que estar enferma al lado de Karlyle
era incomparablemente mejor que estar enferma sin é l.
Ashe pasó un dı́a sin sentido, dando vueltas a los eventos de esa noche
innumerables veces en su imaginació n. Era la primera vez en mi vida.
Conocı́ y salı́ con muchas personas, pero nunca me sentı́ tan dolorosa
despué s de una ruptura.
Un añ o fue corto en comparació n con el tiempo pasado con amantes en
el pasado. Ash amaba a todos aquellos que obviamente eran amantes y
se dedicaba al tiempo que pasaba con ellos. Entonces, el peso de la
despedida no fue diferente. Simplemente se separaron cuando llegó el
momento de separarse.
¿Pero por qué crees que te está s volviendo loco ası́?
¿ p q q
Ash, que estaba de pie sin comprender, se dio cuenta má s tarde de que
me habı́a detenido despué s de subir la temperatura. Solté una carcajada
y luego me dirigı́ al bañ o. El tiempo pasó increı́blemente lento, pero
pasó de todos modos, evitando que Ashe escapara de la realidad.
Despué s de lavarse y saltarse comidas, Ash se dirigió al estudio. Fue un
lugar de trabajo que creé porque pensé que serı́a bueno pasar má s
tiempo con Karlyle. Encendiendo la computadora y sentá ndose en una
silla, Ash obligó a su mano a moverse. No era el momento en que el
plazo era corto y yo estaba haciendo esto.
El estudio era propiedad del propio Ash y su socio Mackenzie, por lo
que podrı́a reprogramarse si se deseaba. Sin embargo, no querı́a hacer
nada que pudiera causar problemas por motivos personales. No estoy
enfermo y estoy bien. Estarı́a bien si el divorcio fuera por una razó n
especial, pero fue Ash quien dio el aviso. No habı́a excusa.
Me obligaron a trabajar durante unas 3 horas. Pero pronto descartando
lo que habı́a hecho, Ash inclinó la cabeza hacia atrá s. El techo de
madera llenaba la vista. Dado que era la casa de mi madre, el diseñ o no
se modi icó a menos que fuera necesario, por lo que la esencia bá sica de
la casa seguı́a siendo rastro del pasado.
Aunque vivı́ mi vida sin mi padre, tengo muchos recuerdos agradables
aquı́. Por la tarde cuando jugá bamos al escondite, por la mañ ana
cuando regá bamos el jardı́n con nuestra madre y por la noche cuando
nos sentá bamos con nuestra hermana a hacer pasteles.
Ash querı́a volver a encontrar la alegrı́a en este lugar donde el dolor se
habı́a detenido. Puede que mi padre ya lo haya olvidado, pero esta casa
era un lugar que mi madre me dio como regalo para mi padre. Porque
su calle favorita de Notting Hill estaba cerca de esta casa.
Lo usé para hacer amenazas irrazonables, pero… … Ahora que lo
pienso, no fue un mal inal. Pude conocer a Karlyle gracias a las
amenazas de mi padre.
Entonces recordé la primera vez que nos vimos. Me enamoré de é l a
primera vista, y pensé que era la persona má s noble que he conocido.
Pensé que serı́a difı́cil acercarme, pero cuanto má s hablá bamos, má s
me gustaba la gente.
Para ser honesto, no era una persona graciosa en comparació n con mis
amantes anteriores, pero era lindo que me escuchara en silencio. Por
supuesto, en té rminos de apariencia, era la persona má s perfecta. Sin
embargo, no es la razó n inal por la que decidı́ casarme.
Habı́a varias razones para la propuesta. Quizá s la razó n má s importante
fue la responsabilidad. Tenı́a mis propias circunstancias, pero Karlyle
parecı́a má s importante para este matrimonio que eso. Despué s de
enterarse del Marqué s de Frost, la razó n era comprensible.
Es posible porque es una persona que valora má s a los demá s que a sı́
mismo. Era evidente por el hecho de que a alguien que nunca habı́a
conocido a Alpha se le dijo que se casara con Alpha de inmediato. Si
fuera Ash, no importa cuá n preciosa fuera la petició n de su madre, no lo
habrı́a hecho. Si fuera una madre en primer lugar, no habrı́a pedido tal
cosa de su amado hijo.
Esas cosas parecen haber despertado la curiosidad. Cuanto má s
conocı́a, má s curiosa me volvı́a. ¿Cuá l fue el arrepentimiento que
permitió que alguien como yo se casara contigo y cuá les son tus
pensamientos cada vez que me encuentras? Despué s de eso, tenı́a
curiosidad por otra cosa. Karlyle Frost solo querı́a saber. Lo hizo ası́
Cada vez que hacı́a una pregunta linda con una cara que parecı́a que no
saldrı́a ni una gota de sangre aunque la apuñ alara, mi corazó n se
aceleraba. Fue sorprendente porque habı́a tantas cosas que la gente
que parecı́a saberlo todo nunca habı́a hecho antes. Fue bueno recordar
lo que dije sin olvidar una sola palabra, y fue lindo que estuviera
aturdido y rı́gido al menor toque.
Linda y adorable, desearı́a ser la primera que no hizo.
Ash parpadeó . Mirando hacia atrá s en el momento del matrimonio, que
pensé que se debı́a a la responsabilidad, lo ú nico que quedaba eran los
propios sentimientos de Ashe. Si nos hubié ramos conocido en
circunstancias normales, naturalmente tendrı́amos una cita y
comenzarı́amos a salir, tal vez… … .
Fue el sonido del timbre lo que trajo a Ash a la realidad. Ash se levantó
ante el sonido de un timbre claro. Las expectativas se dispararon sobre
si el rostro que acababa de imaginar en mi cabeza acababa de llegar.
Me puse la rebeca y bajé las escaleras. Si hubiera sabido que este serı́a
el caso, lo habrı́a usado correctamente. Podrı́a haber hecho mi cabello
un poco má s bonito, pero incluso pensé que esa no era la respuesta.
Tan pronto como corrieron hacia la puerta principal, Ash abrió la
puerta. El ocio habitual se habı́a ido hace mucho tiempo. No querı́a
hacerte esperar má s. Tan pronto como se abrió la puerta, Ash
pronunció el nombre que habı́a estado esperando sin siquiera mirar a
la persona.
“¿Lyle?”
No me di cuenta en ese momento de que no deberı́a ser llamado por mi
apodo. Volvı́ a mis sentidos despué s de ver a un hombre de pie a travé s
de la puerta abierta.
“Ash.”
No era una vista familiar. Tenı́a el pelo castañ o y tenı́a que inclinar la
cabeza para hacer contacto visual. No era familiar, pero era una cara
familiar.
“¿Color avellana?”
Limpiando la risa, Ash se apoyó contra la puerta en á ngulo. No era un
comportamiento corté s, pero tampoco podı́a darle la bienvenida. El
nú mero de personas que pueden visitar aquı́ es limitado. Hazel Wright
frente a é l era una invitada no invitada.
“¿Como supiste?”
No es una mala relació n ni nada por el estilo. Hazel era la estudiante de
ú ltimo añ o de Ash en la escuela. Sin embargo, no fue su iciente invitarlo
a su casa. Hubo una infancia en la que los tres pasaban el rato con
Mackenzie, pero despué s de graduarse, Hazel se fue naturalmente y se
fue a otra industria. Ası́ que no un amigo, no un colega. Estaba cerca de
“No te gusta demasiado, ¿verdad? Tristemente Nos vemos despué s de
mucho tiempo.”
“Nunca te di mi direcció n, pero es extrañ o que haya venido”.
Nació con una sonrisa en los labios, por lo que parecı́a una cara
sonriente, pero habı́a má s dı́as en los que Ash no sonreı́a de lo que la
gente pensaba. Mirando a Hazel con una sonrisa sin sonrisa, se rió al
revé s.
“No me malinterpreten, no es extrañ o. Mackie me dijo. Me detuve de
camino a casa porque me preocupaba no recibir llamadas”.
Parecı́a preocupado cuando le dijo a Mackenzie que trabajarı́a desde
casa y no recibió una llamada. El nombre Karlyle apareció , pero esperé
e ignoré el resto. Fue un acto irresponsable. Saber. Tendré que llamar a
Mackenzie despué s de que recuperemos a Hazel. Ash cerró los ojos con
fuerza y luego los abrió .
“Entonces parece correcto que Mackenzie venga en lugar de senior”.
Dije volver y dije que me gustarı́a que volviera. No estaba de humor
para hablar con nadie en este momento. Si no fuera por la cortesı́a
mı́nima y las habilidades sociales, Ash habrı́a cerrado la puerta de
inmediato.
Yo no tenı́a tanto dinero. No querı́a mostrar mi ser sensible a nadie.
Mientras seamos humanos, no podemos estar libres de defectos, pero
no queremos que otros sean testigos de ello.
“Estoy tan ocupado que ni siquiera puedo dejar mi asiento ahora mismo
sin ti. Es para el pró ximo martes.
La fecha lı́mite es desconocida a menos que usted sea un informante.
Mackenzie arqueó una ceja, preguntá ndose si incluso le habı́a dicho a
Hazel sobre eso. Hazel fue la primera en notarlo.
“Conozco a este cliente porque es nuestra empresa”.
Ahora que lo pienso, creo que Mackenzie lo mencionó . Parece que era el
momento de empezar a considerar el divorcio en medio de todo esto.
Despué s de lavarse la cara, Ash se disculpó con Hazel.
“Lo siento. Parecı́a irresponsable. No se preocupe, nos aseguraremos de
que no inter iera con su trabajo. Solo tenı́a un trabajo personal, ası́ que
fui grosero porque era sensible. Me disculpo.”
“No quise escuchar eso… … .”
Hazel eligió una palabra por un momento y luego sonrió .
“Incluso ahora, está s tan lejos”.
No es la primera vez que lo escucho. Porque el propio Ash querı́a
hacerlo. La persona má s cercana a ti soy solo yo. Cuando amas, haces lo
mejor que puedes, y cuando se acaba, asegú rate de organizarlo. Los
amigos se vuelven amigos, los amantes se vuelven amantes.
Eso es lo que aprendı́ del trabajo de mis padres. No queremos crear
con lictos con espacio innecesario. No hay razó n para malinterpretarte
y asumir la responsabilidad de la persona que te gusta. Tienes que ser
educado y amable, pero eso es todo.
“Disculpe, ¿puedo tomar una taza de té ? Nos vemos en unos añ os.
“ese… … .”
El rechazo subió hasta mi garganta con el pensamiento de que este era
el lugar para Karlyle y para mı́. Pero pronto recordé que era un hogar
solo. Ademá s, he sido grosero con Hazel hace un tiempo.
A cambio de una disculpa, parecı́a que tenı́a que soportar una taza de
té . Si no fuera por esta situació n, le habrı́a dado una cá lida bienvenida,
ası́ que decidı́ hacer eso.
“Venga.”
Ash abrió la puerta de mala gana. Hazel entró con un saludo.
“Gracias. Tambié n tengo un horario detrá s de mı́, ası́ que no te
molestaré por mucho tiempo”.
Cuando la puerta se cerró , Hazel miró cuidadosamente alrededor de la
casa. Como cortesı́a, serı́a apropiado guiar la casa, pero no querı́a que
otros vieran el espacio sin Karlyle.
“Es un buen dı́a, ası́ que ¿tomamos una copa en el jardı́n?”
“Si bien.”
Hazel estuvo de acuerdo de inmediato. Despué s de escoltarlo primero
al patio trasero, Ash dio un paseo rá pido. Mientras esperaba que el agua
hierva, Ash se quedó mirando el cristal abierto de la sala de estar. Las
rosas lorecı́an maravillosamente dı́a tras dı́a. Pero no hubo emoció n.
Siempre me siento bien cuando veo cosas bonitas… … .
Despertá ndose con el sonido del agua hirviendo, Ash preparó té . Toqué
con los dedos los diversos té s cuidadosamente ordenados en el
armario. El dedo que escaneaba la bolsita de té eligió el té negro regular
que beberı́a Hazel, y luego el té de papel azul que bebı́a Karlyle. Fue
solo un capricho.
Ash, que suele beber leche o café , nunca habı́a bebido el té de Karlyle. A
diferencia de mı́, a quien le gustan los dulces, Karlyle bebı́a té negro
solo. La forma en que Karlyle bebe té es elegante en sı́ misma, por lo
que fue genial verlo.
Como era una persona que a menudo bebı́a hojas de té , le prepararon
muchos juegos de té . Olvidé traer esto. Tambié n recordé cuá nto costaba
cada uno porque fuimos a comprarlo juntos. Lamentablemente, Ash
pensó por un momento si podrı́a usar esto como una excusa para
contactar a Karlyle. Fue tan paté tico que inmediatamente sonreı́ y
renuncié .
Con el té en la bandeja de té y hacia el patio trasero, Hazel miraba a su
alrededor. No era tan buena como la vista desde la sala de estar, pero el
patio trasero tenı́a su propio encanto. El cé sped estaba bien cuidado y
era agradable tumbarse. Una higuera lo cubrı́a, dando una sombra
fragante.
Cuando Karlyle trabajaba en casa, a menudo fabricaba muebles aquı́.
Luego, a veces, cuando duermo en el cé sped, Karlyle, que no sé cuá ndo,
me cubre con una manta. La manta tenı́a un aroma refrescante
caracterı́stico de Karlyle. El aroma agridulce del dulce era exclusivo de
Karlyle.
“¿Dijiste que estabas casado? Felicidades. Está s bien decorado.
Hazel comenzó a felicitar a Ash cuando entró . Era como ijar una fecha
para una vieja relació n que hablaba favorablemente. Ashe misma sabı́a
que era demasiado sensible, por lo que necesitaba calmarse.
“gracias.”
No estaban en un estado para ser celebrados, pero no podı́an contarle a
nadie sobre sus asuntos. Digo gracias, pero mi garganta se cuelga por
un momento. No es mentira porque en el papel no se acaba ahora
mismo, pero en el papel se acabará en cuanto pase el dı́a de la iesta
prevista para mañ ana. ¿Puedo ir allı́ y decirles a los demá s que rompı́
con Karlyle? ¿De Verdad?
“Escuché que te casaste con Alpha. Teniendo en cuenta tu personalidad,
no creo que sea una relació n normal… … . ¿Quieres ser como tu primer
amor de la infancia del que hablabas cuando estabas en la universidad?
Ash se frotó la barbilla. Parecı́a recordar el tiempo que pasamos juntos.
Lo siento, me estoy olvidando del mismo Ash.
“no.”
“¿sı́? Mirando la imagen, pensé que era porque la cara que describiste
era similar”.
Luego vi una foto de los dos en el pasillo. Pensé que era una persona
con buena vista, pero parece haberlo investigado.
“Sigues siendo meticuloso, senpai. Pero no.”
“Mmm… … . Recuerdo que dije canas y ojos grises. De todos modos, era
realmente guapo. Felicidades.”
Ashe se detuvo ante las palabras de Hazel. Era una habitació n oscura
sin luces, y como fue hace má s de 20 añ os, realmente no podı́a recordar
la cara de la pareja que se besaba en mi memoria. La silueta en sı́ que
podı́a recordar era borrosa.
Todo en lo que podı́a pensar era en el cabello de su oponente, sus ojos
grises re lejados en la tenue luz del exterior y su expresió n. Los ló bulos
de las orejas descoloridos y los ojos asustados todavı́a estaban allı́. La
iesta de los aristó cratas a la que fui por primera vez en mi vida fue tan
mala que no quiero ni recordarla, pero debido al beso de esa noche, la
segunda mitad se quedó en mi mente.
El lugar… … Debı́a de ser el estudio del marqué s Gordon, que habı́a
hablado con Karlyle.
Entonces algo pasó por mi mente. Las conversaciones que tuve con
Karlyle en una noche lluviosa de repente me vinieron a la mente.
Conversaciones que solı́amos sentarnos juntos en el alfé izar de la
ventana.
‘… … Aquı́ nos dimos nuestro primer beso.
En ese momento, no pensé mucho en eso porque era extrañ o que me
sintiera mal por alguien cuyo nombre no conocı́a. ¿Có mo estuvo Karlyle,
quien respondió fá cilmente incluso a las preguntas má s traviesas? Me
estaba mirando
Era una situació n en la que no serı́a bueno indagar má s, ası́ que me la
salté . Karlyle dijo que nunca habı́a conocido a Alpha, ası́ que ni siquiera
pensé en superponer eso. De initivamente era un recuerdo precioso, y
fue la ocasió n en que Ashe conoció a Alpha, pero no se atrevió a asumir
que esa persona podrı́a ser Karlyle.
“¿Has olvidado?”
Cuando Ash se quedó en silencio, Hazel preguntó con voz juguetona.
Ash negó con la cabeza con ojos desconcertados. Me preguntaba si era
posible, pero querı́a comprobarlo al mismo tiempo.
“No, no es ası́.”
“Sı́, es mi primer amor. Al escuchar eso, Mackie y yo nos burlamos
mucho de mı́. Fue divertido porque era como tú cuando alguien que no
conocı́a me llamó mi primer amor”.
Ash se resistió a la pregunta que querı́a hacerle a Karlyle en cualquier
momento. Pero si conociera a Karlyle mañ ana, tendrı́a que preguntar
esto. Si esta inesperada coincidencia es real… … .
“Hazel, ¿puedo preguntarte una cosa?”
Preguntó Ash, cepillando su cabello. No sé si es porque me recordó un
recuerdo olvidado, o tal vez porque es alguien a quien no le importa
contar su historia, pero querı́a pedirle un consejo a Hazel.
“entonces.”
Hazel sonrió amablemente. A Mackenzie le hubiera gustado esto.
Recuerdo cuando Hazel eligió una industria diferente y los dos se
separaron naturalmente. Despué s de eso, Ash tampoco me contactó , ası́
que naturalmente nos alejamos.
“¿Puedo aferrarme a alguien que no me ama?”
Hazel hizo una mueca de preocupació n. Parecı́a cauteloso como si
hubiera notado mi situació n sin siquiera preguntar. Despué s de pensar
por un momento, Hazel volvió a hacer la pregunta.
“No te amo, pero ¿está s casado?”
“Hubo circunstancias”.
“Tú no eres ası́”.
Sé que sé . Entonces, ofrecı́ un contrato similar.
“A tu pareja no le gustas, y tú no eres el indicado para casarte”.
“Lyle era ası́”.
Ademá s, Karlyle lo era má s porque priorizaba la voluntad de su familia
sobre la suya. Me vino a la mente una autoayuda sobre los
pensamientos que tenı́a antes. No se habrı́an conocido en
circunstancias normales. Si no hubiera sido por las condiciones
cinematográ icas de un matrimonio arreglado, toda mi vida habrı́a
pasado sin contratiempos.
Con alguien má s… … .
Se me encogió el estó mago. Aumentó la animosidad hacia oponentes
inexistentes. Sacó su silla y se sentó a la mesa. Sintiendo sed, tragué el
té refrescante. Me sentı́ un poco mejor cuando sentı́ el sabor amargo del
té negro en la punta de la lengua. Era bueno pensar que Karlyle era el
sabor que bebı́a todos los dı́as.
“Um, no sé nada de eso. No es asunto mı́o, ası́ que no puedo decirlo
imprudentemente… … .”
Hazel se acercó lentamente. Contemplando, colocó su mano sobre el
hombro de Ash.
“El Ash Jones que conozco es alguien que hace que le gustes a la gente
que te odia. Te acercaste a mı́ con valentı́a cuando lo necesitaba. No
puedo decirlo con certeza porque no te he visto en el pasado, pero
estoy siendo demasiado cauteloso en este momento que no me
conviene”.
“… … ¿Me veo ası́?”
“Sı́, pero no se ve mal, es solo… … Quiero ver si te gusta un poco.
Entonces, ¿quizá s no pude hacer lo que tenı́a que decir teniendo má s
cuidado? Eramos Mackenzie y yo”.
Lo miré ante las inesperadas palabras de Hazel.
“No puedo decir que estoy en la misma situació n que tú , pero tambié n
era la situació n cuando terminamos. Ser presentado justo antes de
conseguir un trabajo resultó ser una aptitud mayor de lo que pensaba,
pero Mackie pensó que irı́a a la misma empresa. No querı́a pelear, ası́
que postergué y postergué , y solo despué s de que decidı́ decirlo”.
Mackenzie parpadeó ante la historia que no contó , y Hazel se echó a
reı́r.
“Suena realmente estú pido escucharlo ahora, pero en ese entonces
tenı́a mucho miedo de pelear. Es un asunto importante, ası́ que pensé
que romperı́amos porque chocarı́amos con é l y herirı́amos nuestros
sentimientos. Si nos hubié ramos hablado bien, habrı́a sido diferente,
¿no?
Ashe asintió con la cabeza ya que no podı́a negarlo. Ahora que lo
pienso, nunca tuve una conversació n incó moda con Karlyle. Karlyle
siempre escuchó mis peticiones y nunca se quejó . Debió haber cosas
que no me gustaron, y hubo cosas que no me gustaron, pero como soy
una persona que no muestra la originalidad, era difı́cil adivinar por lo
que estaba pasando.
Ası́ que fue aú n má s impactante. El hecho de que una persona que lo
oculta tan bien apague una cosa tan asquerosa que me da ná useas. No
pude hacer má s preguntas mientras lo veı́a cerrar la puerta,
empujá ndome si estaba bien. Porque no quiero salir lastimado.
“Serı́a correcto preguntar”.
“Sı́, eso es mejor que arrepentirse”.
“gracias.”
Se han aclarado algunos pensamientos. Lo amaba tanto que pensé que
nunca podrı́a recuperarme si me lastimaba tanto, pero terminé
tomando una decisió n absurda para evitarlo. Podrı́a suceder algú n dı́a,
pero no tuve que hacerlo yo mismo.
No, deberı́a haber trabajado má s duro para evitar que eso sucediera…
….
“¿Hablaste con tu superior?”
“pequeñ o.”
A juzgar por la sonrisa de Hazel, el resultado no parecı́a tan malo. Su
mente se calmó un poco y Ash sonrió .
“Gracias, Hazel. Mis pensamientos se han ordenado un poco. Me pondré
en contacto con Mackenzie tambié n”.
Ash colocó su mano en el dorso de la de Hazel, que estaba sobre su
hombro. Gracias por el consuelo, pero no quiero tocar a nadie má s que
a Karlyle. Justo cuando estaba a punto de sacarlo con una fuerza suave,
escuché un crujido detrá s de mı́. Los ojos de Hazel y Ash se volvieron
hacia atrá s al mismo tiempo ante el repentino ruido.
A travé s de la pequeñ a ventana se podı́a ver a un hombre con traje. Tan
pronto como vio que su espalda desaparecı́a rá pidamente, Ash pateó su
asiento. Mi cuerpo reaccionó antes de lo que pensaba.
Hazel, espera un momento.
Habiendo dicho eso, Ash abrió la puerta. Karlyle estaba justo en la parte
de atrá s que apareció a la vista. Al verla de espaldas caminando sin
mirar atrá s, sentı́ añ oranza por ella.
“¿Lyle?”
Pensé que me estaba volviendo loco queriendo verte. Fueron solo unos
pocos dı́as, pero parecı́a como si miles de millones de eones hubieran
pasado entre ellos.
“¿Que está pasando aqui?”
¿Has venido a verme? Apenas me resistı́ a lo que querı́a preguntar.
Desearı́a que fuera Karlyle se detuvo ante la pregunta de Ash. Piernas
largas en trajes se erguı́an. Karlyle miró al frente por un momento y
luego se dio la vuelta lentamente.
Karlyle estaba inexpresivo. Pero fue un poco diferente. Obviamente no
tenı́a expresió n en su rostro, pero parecı́a una persona enojada.
“… … Perdó neme.”
Karlyle dijo con una voz que habı́a escuchado la primera vez que se
vieron. Ash parpadeó ante las palabras que sintieron una sensació n de
distancia. Despué s de pensar por unos segundos, Ash decidió que
Karlyle podrı́a haberme malinterpretado. De todos modos, esta sigue
siendo la casa de Karlyle, pero si lo piensas mal, puede parecer una
expresió n de que has venido a un lugar en el que no deberı́as haber
estado.
“No, no quise decir eso de esa manera. Asi que… … .”
No pensé que volverı́a aquı́, pero signi icaba que eras bienvenido. No
puedes odiarlo Todo el tiempo que estuve despierto, solo pensé en
Karlyle.
“Fue porque Karlyle estaba muy feliz”.
Ni siquiera se molestó en hablar consigo mismo. Karlyle miró a Ash sin
decir una palabra. Al verse el uno al otro por primera vez en mucho
tiempo, Ash no estaba seguro de qué hacer. Ash Jones, que pronunciaba
há bilmente las palabras, estaba tan avergonzado como un chico a punto
de tener una primera cita.
“No esperaba que vinieras hoy. ¿Dejaste algo atrá s?
Con tantas otras cosas que decir, tengo que decir esto. ¿Có mo era su
cabello?
“Si está bien, ¿quieres un poco de té ?”
Ash habló con seriedad a Karlyle, quien no respondió .
Precipitadamente
“Vamos a tomar una copa, ¿de acuerdo?”
A petició n de Ash, que estuvo cerca de suplicar, Karlyle volvió la mirada
a otra parte. Un rostro indiferente que no levantó una ceja miró
ijamente la espalda de Ash. Sus largas pestañ as parpadearon y Karlyle
inalmente abrió la boca.
“Parece que tienes invitados”.
Ash miró hacia atrá s juntos, recordando a Hazel por un momento.
Mirá ndonos a mı́ ya Karlyle avergonzada, Hazel hizo una mueca que no
sabı́a qué hacer.
“Ah, Hazel… … .”
“Rechazaré el coche”.
El rechazo se iltró a travé s de sus bonitos labios que le dieron ganas de
tocarlo con solo mirarlo. No hubo tiempo para explicar quié n era.
“Solo pasé por aquı́ porque tengo algo que ofrecerte”.
Pronto, Karlyle desvió la mirada, aparentemente desinteresada.
“Estoy aquı́ para devolverte las llaves. Eso es todo.”
Karlyle le tendió la mano con una voz frı́a que parecı́a estar haciendo
negocios. Las muñ ecas estaban ligeramente expuestas bajo el lujoso
traje, perfectamente cortadas a la longitud del brazo. Ash miró
ijamente la llave que descansaba en su pá lida mano.
Sentı́ como si mis pies se fueran a caer. Mi corazó n estaba latiendo. No
pregunté porque esperaba no devolvé rselo, pero Karlyle me tendió la
llave como si ignorara el viento.
Para ser honesto, lo esperaba. Me pregunté si Karlyle me atraparı́a.
Querı́a que dijera que me gusta y que me negara a divorciarme por
motivos personales. Fue gracioso que tuve que persuadirlo para que
pidiera algo como esto, pero Ash querı́a una con irmació n como un
niñ o.
“No tienes que venir a la iesta. Se acabó de todos modos, por lo que no
parece bueno que se vean las caras por nada. Los papeles del divorcio
se enviará n a travé s de la secretaria dentro de la pró xima semana”.
Pero al ver el frı́o Karlyle que nunca habı́a sido revelado, Ashe se dio
cuenta de que era un rencor furioso. Karlyle, que siempre me escuchaba
y se quedaba quieto, no estaba aquı́. El Karlyle que estaba viendo era en
realidad un Karlyle que nadie má s podı́a ver.
Karlyle, espera un momento.
Mi corazó n se apresuró . Sentı́ que iba a volver, ası́ que lo llamé
rá pidamente.
“¿Por qué tomaste tal decisió n de repente?”
Obviamente me pediste que fuera a la iesta. Pregunté con poca
paciencia ya que pensé que iba a decir algo estú pido como eso.
“No fue una decisió n repentina”.
Karlyle retrocedió . Mi corazó n se apretó ante la actitud que parecı́a
estar realmente tratando a los demá s. La desesperació n que estaba
cerca del miedo descendió . Hiciera lo que hiciera, Karlyle no estaba
aquı́ para escucharme. Sintiendo que extrañ aba a Karlyle ası́, Ash
avanzó . Extendió la mano con entusiasmo y agarró su muñ eca.
“Se suponı́a que ı́bamos a ir juntos. No sé por qué cambié de opinió n.
¿Pasa algo?
Si no, no hay razó n para hacer esto. Karlyle no es de los que anulan lo
que dijo. Al menos, ası́ lo sabı́a Karlyle Ash.
“No es asunto suyo, Sr. Jones”.
Pero la respuesta posterior de Karlyle decı́a la verdad. Abrı́ mucho los
ojos y me puse rı́gido ante las palabras inesperadas. Mientras tanto,
Karlyle bajó la mirada y se quedó mirando la mano de Ash que sostenı́a
su muñ eca. Inmediatamente sentı́ un fuerte poder. Con un movimiento
corté s y frı́o, Karlyle retiró la mano de Ash.
“Ya no estamos relacionados”.
Las siguientes palabras resonaron en mis oı́dos. La mano que sostenı́a a
Karlyle volvió a su lugar en vano. No hubo ningú n cambio en el rostro
de Karlyle cuando dijo que no era nada. No salió nada. El cuello está
bloqueado
Karlyle terminó de hablar y colocó la llave en la mesita de noche del
pasillo. Ampliamente. Sonó una fricció n frı́a y Karlyle se dio la vuelta.
Karlyle, que habı́a terminado con sus asuntos, se dio la vuelta y salió
corriendo del pasillo como una persona sin remordimientos.
Mientras miraba su vista trasera lejana, Ash permaneció congelada.
Querı́a correr de inmediato, pero mis piernas no se movı́an. Estaba
ahogado por el resentimiento y la culpa hacia mı́ mismo. Estaba
preocupado por mi estó mago. No pensé que la actitud que Karlyle me
habı́a mostrado fuera algo especial.
Tuvieron que pasar algunas semanas para que llamaran mi nombre.
El nombre que volvió mostró claramente la relació n entre los dos. El
resultado de hacer a Ashe ella misma, no a nadie má s, fue desastroso, y
no pudo moverse durante mucho tiempo.
Ya era hora
Desde el momento en que Karlyle se fue, hubo un vago miedo frente a
Ash. Durante horas, desesperado por no tener salida, tocó y tocó la llave
que Karlyle habı́a dejado atrá s. ¿Por dó nde empiezo a arreglarlo?
Un diseñ o con un mal diseñ o tenı́a que ser desechado con audacia en
lugar de morderlo y dejarlo caer para arreglarlo de alguna manera. En
el proceso, los existentes sin duda ayudará n. Aprende de los errores y
obté n mejores resultados.
Se dio cuenta de que ni el propio Ash ni Karlyle se habı́an tratado igual,
pero Ash todavı́a no sabı́a có mo acercarse a Karlyle. Al tratar con
Karlyle durante un añ o, Ash obviamente hizo lo mejor que pudo, pero
Karlyle no me amaba y no podı́a soportarlo, ası́ que terminó la relació n
por su cuenta.
Pensé que serı́a correcto enviá rselo a Karlyle, pero al ver que Karlyle
era completamente grosero, Ash se dio cuenta de que no era razonable.
Ash le dijo a Karlyle que continuarı́an con su relació n y que yo le darı́a
la ayuda que necesitaba, pero cuando Karlyle se despidió , no parecı́a
alguien a quien echarle una mano.
Iró nicamente, pensó que podrı́a ver a Karlyle en el futuro incluso si se
separaran. Cuando le conté sobre mi nuevo matrimonio, nunca imaginé
que tendrı́a otro Omega a su lado. Este sentimiento era demasiado
profundo para el mismo Ash Jones.
Y lo que Ashe no podı́a soportar era patear la relació n con los pies. Al
persuadir a Karlyle para que diga que no.
Cuando recordó la noche anterior a una semana, Ash sintió una
opresió n en su aliento. Aparte de su personalidad sombrı́a, no era lo
su icientemente sensible, por lo que tuvo que tomar el estabilizador
recetado a los pocos meses. Incluso si estaba estresado por mi trabajo o
escuchaba sarcasmo directo cada vez que iba a una iesta, ver a Karlyle
estaba bien.
Codicia excesiva
Querı́a ver la risa dé bil má s a menudo, y querı́a que Karlyle con iara en
mı́ como yo dependo en silencio de é l, y que la amara. Karlyle ya le
estaba dando a Ash un trato especial de la mejor manera que podı́a.
Pasó el tiempo y llegó la mañ ana. Miró toda la noche el traje colgado en
la pared de su dormitorio. Esperaba que fuera divertido. La familia de
Karlyle no son las personas má s dulces para ser honesto, pero Ash no
odia verlos porque todos comparten algunos aspectos de Karlyle.
Era un buen lugar, ası́ que supongo que esperaba pasar un buen rato
con Karlyle. No fue ası́, pero hubo muchos malentendidos que cometı́
por mi cuenta. Deseando oler el aroma de Karlyle que se desvanecı́a,
Ash se acostó deliberadamente en su cama sin usar. Cerró los ojos de
manera que sus largas pestañ as cayeron, y hundió a medias la cara en la
manta. Olı́a a Karlyle.
Querı́a abrazarte. Sentı́ una sensació n de satisfacció n cuando sostuve la
cintura con fuerza alrededor de ambos brazos. Querı́a dejar una marca
de eliminació n en mi piel pá lida y sensible, y querı́a besarlo mientras
hacı́a contacto visual. Dudando, querı́a sentir la fuerza que rodeaba mi
hombro y cuello.
Cada vez que veı́a a Karlyle, Ash sentı́a esta lujuria como una bestia.
Querı́a abrazarlo, besarlo y encerrarlo, dejando una marca constante en
é l. A Karlyle no le gustó , y cada vez que tuvo que soportarlo, su lujuria
se acumula como un veneno y hace que Ash tome esta decisió n hoy.
No querı́a saber lo que es amar a alguien que no te ama terriblemente.
Me sentı́ como si estuviera subiendo al tren de mi madre, y luyó la
autoayuda. Ash extendió la mano y tocó el asiento a la derecha del de
Karlyle. La cama desocupada estaba vacı́a.
Ash, quien estaba acostado en la cama sabiendo que tenı́a que salir del
estado de no querer hacer nada, parpadeó ante el sonido del timbre.
Aunque sabı́a que no serı́a ası́, me levanté por re lejo. Podrı́a ser
Karlyle. Dejé mi llave atrá s, ası́ que tuve que tocar el timbre para entrar.
Me levanté rá pidamente y salı́ al pasillo. Mirando el intercomunicador,
esperaba a un hombre con traje. Sin embargo, lo que vi fue
completamente diferente de lo que esperaba. Fue Natalia. Mi hermana
siempre fue amable conmigo, pero hoy, el cansancio prevaleció .
No querı́a meterme con nadie. Un dedo preocupado inalmente
presionó el botó n que abrı́a la puerta. Aú n ası́, no podı́a simplemente
dejarlo ir porque debe haber venido por una razó n. Creo que voy a
decir algo cuando vea la cara inclinada.
Bajando lentamente las escaleras, Natalie llamó a la puerta principal
justo a tiempo. Al principio fue el golpe habitual, pero a medida que se
acercaba, Natalie lo llamó de repente desde afuera.
“¡Ashley, abre la puerta!”
Asombrado, Ash entrecerró los ojos y abrió la puerta. Allı́ estaba Natalie
con un maletı́n. Un sello con el que Ash estaba familiarizado estaba
estampado en el sobre rodeado por un lujoso marco dorado. Era una
foca de la familia Frost con astas de ciervo cruzadas y una rosa.
“Nat, dá melo”.
“¿Qué es esto? ¿Papeles de divorcio?”
“¿Por qué abres las cosas de otras personas?”
Hablando con voz aguda, Natalie, en lugar de entregar el papeleo, lo
retiró y tocó la escritura en el frente con la mano.
“Estaba claramente escrito aquı́, ¿por qué ?”
Era como si hubiera visto una nota escrita a mano. No era la letra de
Karlyle, por lo que parecı́a que la habı́a escrito su secretaria con ines
explicativos.
Nat, que tenı́a un rostro ferozmente enojado, tenı́a el mismo rostro que
cuando Ash cuando era joven fue a la casa de su padre sin decir una
palabra. Aunque tanto Ash como Natalie tenı́an personalidades
similares a las de su madre, Natalie se parecı́a mucho a su abuela
materna, Yvonne. Era alegre y alegre, pero una vez que se enojaba, era
difı́cil romper con su terquedad. Y ahora, solo mirá ndolo, parecı́a
enojado.
“Nat, no quiero discutir ahora. Hablamos luego.”
“¿Cuando má s tarde? ¿Despué s del divorcio?
Nat apuñ aló a Ash y cerró la puerta. Su hermana mayor lo habı́a estado
cuidando desde la temprana muerte de su madre, por lo que Ash
escuchó las fuertes opiniones de Nat. La fatiga habı́a crecido
dolorosamente, pero una vez que se fue a casa.
“Por favor explique.”
Natalie entró en la sala de estar con los papeles, luego los estrelló
contra la mesa y dijo:
“Si mi padre está jugando o algo ası́, jugaré al pó quer, ası́ que dı́melo”.
“No es ası́.”
De hecho, Natalie inicialmente se opuso a este matrimonio. Fue porque
las acciones de su padre fueron tan terribles. Sin embargo, despué s de
conocer a Karlyle, cambió completamente de opinió n y siempre agregó
apoyo entre los dos. Lo mismo pasaba con mis abuelos maternos.
“Entonces, ¿por qué te está s divorciando? El mes pasado, ¿parecı́an tan
cercanos?
Ash se frotó los ojos cuando dijo que se veı́an bien.
“¿Se ve ası́?”
Se dijo con sinceridad. Obviamente, sabiendo que Karlyle me trataba de
manera especial, no podı́a evitar la sensació n de que a menudo se veı́an
como una pareja de ventana el uno para el otro.
“¿Por qué de la nada?”
“Lo estaba pensando antes. Dice bien Nunca peleamos y nos llevamos
bien. Pero Nat, creo que me estoy volviendo loco.
Natalie escuchó en silencio a Ash. Habı́a palabras que no se podı́an
decir a Hazel ni a nadie má s.
“Me gusta esa persona a medida que pasan los dı́as, pero uno a uno no
concuerdan. No importa lo que haga, no tengo nada que no me guste,
solo ten paciencia. ¿Es esta una relació n sana? Esa persona dice que es
terrible cuando lo toco. Lo soportas.
“Ash Jones, está s siendo estú pido”.
Natalie levantó la voz y Ash la bajó .
“Nat, si no sabes nada má s, yo conozco mejor nuestra situació n”.
“Una de las cosas que acabo de decir está mal, hombre paté tico. ¿Dices
que es terrible solo tocarte? ¿Viste algo má s que vergü enza en mis ojos?
Parpadeé ante las palabras inesperadas. Me sentı́ como si Natalie me
hubiera apuñ alado por la espalda.
“Como dije antes, sı́, no lo sé . Ustedes dos saben mejor. Con solo mirar
su personalidad, no parece una persona que muestre nada. Pero incluso
si no sé nada má s, estoy bastante seguro de que las ú ltimas palabras no
tienen sentido. Sé que tienes mucha experiencia, pero nunca has
conocido a una personalidad como el Sr. Karlyle”.
Ası́ es. Ası́ que sentı́ que estaba resolviendo este problema todos los
dı́as.
“Clark era ası́. Por supuesto, es completamente diferente al Sr. Karlyle.
Pero tambié n hay personas que no pueden hacer el té como a ellos les
gusta. En ese caso, hay que esperar, no presionar. No cambia el entorno
en el que vivı́a la persona. ¿No me dijiste tambié n? Karlyle no sabe
có mo expresarse”.
Natalie se acercó a Ash y la apuñ aló en el pecho con su dedo ı́ndice.
“Hablé con tu boca y con nadie má s”.
“Sin embargo… … .”
No puedo hablar de ellos dos en privado. Pero no podı́a olvidar el dı́a en
que Karlyle siguió gruñ endo y cerró la puerta. Mientras se secaba la
cara con cara de loca, Natalie lo miró .
“Si algo como esto está sucediendo porque otra razó n es la razó n,
hablemos”.
“Tuvimos una conversació n”.
“¿Realmente lo hiciste? ¿Preguntaste directamente sobre el asunto en
cuestió n?
“… … no.”
Tenı́a miedo de lastimarme, ası́ que no pedı́ tanto. Natalie le dio unas
palmaditas en el hombro cuando se reveló su expresió n sombrı́a.
“Ashe, no te pareces al Ash Jones que conozco ahora. Parecer un
cobarde Cuando me empieza a gustar alguien, me acerco a é l de alguna
manera y no me veo como la persona que tenı́a en mente”.
Nunca lo pensé . Porque pensé que me estaba acercando. Parpadeó y
miró a Natalie.
“Lo intenté .”
“Me parece que es solo una cosa al azar… … ¿No somos demasiado
cuidadosos el uno con el otro? Ustedes dos, no sé có mo es el principio,
pero de todos modos, somos una pareja que vive juntos porque nos
gustan. No hay razó n para que pasemos nuestros dı́as acariciá ndonos
como un vaso que se rompe”.
Las palabras de que vivimos juntos porque nos gustan quedaron en
nuestros oı́dos. Sé que Karlyle me aceptó , pero no estaba seguro de que
el sentimiento se debiera al cariñ o.
Karlyle, a quien Ash conocı́a, me sonrió menos que nadie, no tuvo
objeciones a lo que dije y simplemente dijo que lo sabrı́a.
Recordé la vez que nos conocimos mientras irmamos un contrato. A
diferencia de Ash, se le ordenó tener este matrimonio, y Ash no tenı́a
ninguna intenció n de casarse que hiciera infeliz a su pareja. Lo que me
hizo cambiar de opinió n al inal fue la respuesta de Karlyle a mi
pregunta.
‘Si tengo que casarme, es mejor para ti’.
Esa fue una palabra muy vaga. Incluso con ese pensamiento, Ash
inalmente se acercó a Karlyle. Ahora que lo pienso, la expresió n de
Karlyle siempre ha sido ası́.
No me gusta
No quiero
Nunca habı́a dicho que le gustara por completo, ası́ que ni siquiera
pensó en sustituirlo por su gusto.
“A veces algo es seguro a los ojos de los demá s, Ashley”.
Natalie dijo en voz baja, sintié ndose un poco má s molesta. Al igual que
cuando visitó en secreto la casa de su padre y consoló a Ash, quien
estaba herido por é l que habı́a creado nuevos hijos con alguien que no
era su madre a su lado.
“No lo sabes. Si está mirando a otro Dell, el Sr. Karlyle lo mirará a usted
entonces. Es una manera muy diferente de mirarme a mı́ oa otras
personas. La cara está un poco suelta. Es tan sutil que no me di cuenta
hasta despué s de verlo medio añ o, pero realmente lo es”.
Estaba sin aliento.
“Si accidentalmente te lastimas mientras cocinas, tu expresió n se
endurece terriblemente. ¿Recuerdo? Te cortaste el dedo mientras los
tres cociná bamos e ibas a llamar al mé dico.
Natalia sonrió tiernamente.
“Cuando tomas mi mano o me abrazas, parece que es muy incó modo,
pero no te aleja. Cuando lo miras, te ves como alguien que no sabe qué
hacer. Como una persona que no está familiarizada con el afecto.
La historia familiar de Karlyle es lo que mejor conozco, y tambié n lo sé .
Pero la forma de pensar era diferente. Crecı́ haciendo cosas que no me
gustaban, ası́ que no querı́a obligarme a hacer cosas que no me
gustaban. El hecho de que durmiera solo en los surcos de Karlyle, y que
se abstuviera de tocarla, pensó que era correcto no hacerlo porque a
Karlyle no le gustaba.
Ahora que lo pienso, al principio lo toqué sin dudarlo. Cada vez, Karlyle
nunca habı́a apartado a Ash.
“A mis ojos, te ves como alguien a quien le gustas. Es sorprendente que
tú , que eres má s sensible a las emociones que nadie, no te hayas dado
cuenta”.
Cuando Natalie terminó de hablar, miró el papeleo.
“¿Có mo quieres seguir siendo ası́?”
Por supuesto no. Pero Ash no se lo merecı́a.
“No puedo retroceder. Te dije que lo hicieras.
“¿Porque ya no lo amas?”
“No, porque te quiero mucho”.
Ash puso una expresió n loca.
“Te amaba tanto que tenı́a miedo de hacerte infeliz aferrá ndome a tu
madre como a un padre”.
Natalia frunció el ceñ o. Mordié ndose el labio, golpeó a Ash en el
hombro con bastante fuerza.
“Siempre dije que ese hombre y tú sois personas completamente
diferentes”.
“Desde que Karlyle no me ama, hasta mantenerlo infeliz porque lo
amo… … .”
“Ahora sabes que no lo es. Há blame, Ash Jones.
“¿Está s causando este problema?”
“¿No eres desvergonzado?”
Natalie se cruzó de brazos y volvió a hablar.
“Si todavı́a tienes la oportunidad, tó mala ahora. Arré glalo antes de que
se vuelva real. La razó n por la cual la madre y el padre se abandonaron
es porque el padre es una persona paté tica, pero tambié n porque
perdieron la oportunidad del otro. Si haces eso una y otra vez, te
volverá s realmente como un padre”.
Todavı́a era complicado en su cabeza, pero Ash creı́a en su hermana.
Como si las brasas que se habı́an extinguido parecı́an estar cada vez
má s grandes, dijo, jaja, y se tapó los ojos y se rió . Está bien. Si me envı́o
a Karlyle ahora, estoy seguro de que pasaré el resto de mi vida en el
in ierno.
Ash se dio cuenta má s tarde de que dolı́a incomparablemente a ser
herido por Karlyle.
*
Luther expresó su preocupació n por la decisió n de Karlyle. Solı́a ser
bueno tomar una decisió n temprano, pero fue porque el dı́a era la
noche despué s de la iesta. Aparte de su franqueza, es muy cariñ oso con
la gente y se preocupa por las cosas inú tiles.
En una noche de iesta celebrando los milagros creados por los
hermanos y hermanas menores, Karlyle borra su vida.
La realidad contrastante pareció contener a Lutero. Siguió una historia
sobre Ash, y Karlyle terminó amargamente la conversació n. Fue
despué s de que tranquilamente amenazó con decir que no serı́a bueno
para el hospital ni para el mismo Luther si alguna vez mencionaba esto
a otros. Sé que es una reacció n exagerada, ası́ que tendré que
disculparme por esto en el futuro.
En cualquier caso, cuando se digiere el programa de iestas y se termina
el trabajo, todo ha terminado. Será fá cil olvidar a Ash cuando se borren
los rastros. No sé si puedo olvidarlo.
Reprimiendo su escepticismo, Karlyle me miró en el espejo de cuerpo
entero. Acabo de perder peso Como resultado del examen, perdı́ 4 kg y
necesitaba reponerlos. El procedimiento en sı́ terminará rá pidamente y
el perı́odo de recuperació n no será largo, por lo que su cuerpo se
recuperará .
La somnolencia vino una y otra vez, durmió todo el dı́a y se despertó
repetidamente. Nunca he dormido tanto en mi vida, ası́ que fue
increı́ble. Pero ni siquiera fue una buena noche de sueñ o. Las escenas
en las que Ash estaba con otras personas seguı́an superponié ndose. Mi
mente, en muy mal estado, tenı́a imaginaciones enfermizas.
Tal vez por eso querı́a divorciarme.
Al ver lo mucho que ponen a los demá s en su espacio, solo pensé que no
estaban en una relació n normal. No me gustó el acto de aferrarme al
hombre que dijo el divorcio primero, a pesar de que la necesidad de
hacer una pregunta estaba aumentando. Ahora que lo pienso, Karlyle se
aferra mucho a é l.
Puede que Ash no lo crea, pero Karlyle no se ha negado a casarse con
Ash desde el dı́a en que se conocieron. Incluso la noche que hablamos
sobre el divorcio, dije que no querı́a hacerlo. Ash siempre me escuchaba
y se preguntaba sobre la persona llamada Karlyle, pero en ese momento
no con iaba en mı́.
Sé que me diste esa excusa, pero… … Yo tambié n estaba triste.
Obviamente, Karlyle siempre decı́a la verdad. La realizació n fue só lo
tarde. No sabı́a exactamente có mo expresarse para satisfacer a su
amante, por lo que no podı́a darle a Ashe la respuesta que querı́a. Ash
ha dicho esto antes. Es difı́cil leer las expresiones y emociones de
Karlyle.
Aú n ası́, pensé que lo entenderı́as ahora.
Pensé que nos hicimos muy cercanos durante el añ o que vivimos. Las
pequeñ as emociones a menudo se revelaban inconscientemente frente
a Ashe, y é l a menudo se enteraba de ellas. Pensé que ese era el proceso
de entenderme. Karlyle negó con la cabeza mientras continuaba con
estos pensamientos.
Es natural cansarse de las personas que no tienen nada agradable que
hacer con ellas.
No podı́a manejar a Ash como lo hizo con Omega, y Karlyle era un ser
humano vacı́o en un lugar privado en ese momento porque era una
apariencia decorada. No hay forma de que pueda satisfacer a alguien
tan animado como Ash.
Mirando hacia atrá s, habı́a señ ales. Poco a poco se redujeron las camas,
se establecieron dı́as obligatorios y en los ú ltimos añ os hubo muchos
dı́as de preocupació n o menos risas. La in idelidad es comú n entre los
nobles, por lo que muchas personas la mantienen como un secreto a
voces.
La frustració n pareció engullir a Karlyle, ası́ que decidió dejar de
pensar. Me recordó el alcohol que bebı́a a menudo como há bito. Karlyle,
que caminaba hacia el whisky en el gabinete de la o icina, se detuvo
frente a é l. Fue porque recordé el hecho muy natural de que no deberı́a
beber alcohol durante el embarazo.
Lo borraré de todos modos.
Se tomó una decisió n y se estableció un plan. Beber no cambió nada,
pero Karlyle no pudo abrir la puerta del gabinete de vidrio y se
endureció . Los dedos se crisparon. La mano no se movió má s, como
bloqueada por algo sin forma.
Beber no te emborracha, pero es mejor abstenerse de beber porque la
iesta está a la vuelta de la esquina. Lee lo dijo. Mucho trabajo que hacer
ahora mismo. Se esperaba que los invitados llegaran en una hora, y
Karlyle tuvo que revisar el saló n de iestas por ú ltima vez. Mamá y papá
llegará n a esa hora para traer al abuelo, ası́ que Kyle, Nicholas y yo
está bamos a cargo de la iesta.
Sin embargo, los personajes principales tenı́an mucho que revisar, por
lo que era trabajo de Karlyle revisar el inal. Ninguno de ellos es
inexperto en este tipo de cosas, por lo que fue correcto que lo hiciera de
todos modos.
Alejá ndose del gabinete, Karlyle salió de la o icina. La casa de Mayfair
estaba llena de ruido por la iesta. Cada vez que los usuarios pasaban
por el pasillo y veı́an a Karlyle, lo saludaban. Le resultaba demasiado
difı́cil responder con un leve movimiento de cabeza, por lo que Karlyle
fue directamente a la iesta.
El saló n principal, que será un saló n de banquetes, estuvo bien
preparado. Despué s de revisar las etiquetas con los nombres y el
nú mero de personas en cada mesa, viendo la secuencia de montaje,
pasé un rato por la cocina para revisar el corte del pastel, que será el
plato principal. Kyle y Nicholas tambié n parecı́an haberlo hecho sin
perderse ni el má s mı́nimo detalle porque sus trabajos eran
profesiones.
Saluda a la gente al comienzo de la iesta, y es Karlyle quien deberı́a ser
la cara, por lo que decide tomarse un descanso. Los personajes
principales tienen que saludar a los invitados en el saló n de banquetes,
ası́ que yo seguı́a siendo el representante de la familia para guiarlos.
Con esta iesta como una oportunidad, Karlyle tuvo que prepararse
para la adquisició n. Entregando la mayor parte de su trabajo a Kyle.
Estaba en un estado muy agotado, ası́ que estaba feliz de salir. Desde
que nacı́, supe que no era mı́o, por lo que no tuve deseo ni
arrepentimiento. Probablemente fue el primer dı́a que vi a la familia de
Ash, la primera vez que me sentı́ codicioso en mi vida. Me gustó esa
calidez y querı́a sumergirme en la amabilidad de Ashe.
No estaba bien seguir pensando en Ash en el patio donde me enviaron
los papeles esta mañ ana. Karlyle dio media vuelta y salió de la o icina.
Querı́a recuperar el aliento un rato en un lugar donde habı́a poca gente.
Ası́ que salı́ de la mansió n y una persona inesperada estaba parada en
el jardı́n.
Karlyle.
Debió haberle dicho que no viniera a la iesta, pero Ash estaba parado
en medio del jardı́n con un traje elegante como alguien de quien nunca
habı́a oı́do hablar. He visto a Karlyle usar muchos trajes en reuniones
sociales, pero el Ash de hoy usaba el mismo vestido que el dı́a que fue a
la iesta de Marquis Gordon.
Un breve estallido de alegrı́a estalló durante unos segundos. Pero
pronto sentı́ una sensació n de vergü enza por el hecho de que me sentı́a
feliz. Su expresió n se endureció a propó sito, y Karlyle ignoró a Ashe.
Hablar con é l estaba a punto de derramar cosas innecesarias.
Karlyle, espera un momento.
La voz de Ash frená ndome como si fuera ayer no tenı́a poder. Hizo una
pausa por un momento, pero Karlyle lo ignoró nuevamente y se dio la
vuelta. Ash corrió y siguió a Karlyle cuando entraron a la mansió n.
Se repitió el comportamiento ridı́culo de llamar e ignorar. Ashe siguió a
Karlyle, quien subió las escaleras y caminó rá pidamente por el pasillo
del cuarto piso, incansablemente. Vi la o icina. Fue el momento en que
entré ası́ y cerré la puerta.
“Lyle, por favor dime una vez má s. Está bien por un momento.
El apodo se llamaba Lyle. Las piernas que caminaban se detuvieron por
el apodo. Mientras se detenı́a, Ash se acercó a é l. Ash se acercó y agarró
con cuidado la muñ eca de Karlyle primero, como si tratara de evitar
que escapara. Sentı́ que las yemas de mis dedos temblaban ligeramente.
“Hay algo que quiero decir sobre el divorcio”.
Ayer, no pude verlo bien, pero cuando miré de cerca la cara de Ash,
pude ver que habı́a perdido algo de peso. La lı́nea de la mandı́bula
a ilada mató ligeramente la sensació n de suavidad habitual. Las
comisuras de sus labios, levantadas como de costumbre, estaban
bajadas y su tez estaba pá lida. Me preocupé por un momento.
Pero si tenı́a que preocuparse por é l, recordó al hombre que habı́a
puesto su mano en el hombro de Ash. Ash, quien anunció el divorcio,
tambié n estaba allı́.
“¿No recibiste los documentos que te envié ? Haré que la secretaria se lo
dé de nuevo, ası́ que por favor salga de aquı́”.
“No es eso.”
“No quiero escuchar nada. Este no es su lugar hoy, Sr. Jones.
Ash tenı́a ojos que parecı́an estar a punto de llorar. Me quedé sin
palabras por un momento con mis ojos realmente enrojecidos, luego
dijo Ashe.
“No quiero divorciarme”.
No era lo que pensaba, Karlyle se quedó sin habla. No era algo en lo que
no hubiera pensado ya que su subconsciente lo habı́a estado esperando
durante los ú ltimos dı́as. Pero el momento no era el adecuado. Despué s
de ver tal escena, no pude tocarla.
Era Ash quien iba a acabar con eso, pero no podı́a entender por qué
estaba diciendo eso ahora. Un sentimiento desconocido de
resentimiento se apoderó de é l.
“No puedo vivir sin ti, Lyle”.
“Está s diciendo algo contradictorio”.
Karlyle recordó todo lo que Ash habı́a dicho. Las mismas palabras que
habı́a dicho el dı́a que lo abandonó permanecieron en su mente.
“¿No dijiste que no serı́as capaz de vivir con una persona como yo?”
Para ser precisos, signi icaba que no podı́a vivir con alguien a quien no
amaba. No podrı́a decir esto. Porque Karlyle nunca dejó de querer a Ash
Jones. Solo me tomó un tiempo descubrir exactamente qué era el amor.
Pero el tiempo de la confesió n de amor ha terminado. No querı́a
confesarme frente a la persona que dijo el inal.
“Entendı́ mal. Ese es un concepto erró neo realmente estú pido”.
“No quiero escucharlo”.
“Pensé que a Karlyle no le caı́a bien. Pensé que vivir con una persona
ası́ me convertirı́a en una persona egoı́sta como mi padre, ası́ que… … .”
Karlyle se quedó en silencio y miró a Ash. Como para decı́rtelo.
“Ası́ que pensé que romper era para ti”.
Ash susurró con una cara desesperada. No podı́a creerlo, aunque pensé
que era una Ash que me iba a divorciar solo por esto.
“¿No es eso porque nació alguien má s?”
“¿Sı́?”
¿No trajiste a otras personas a la casa antes de que se sellara el
divorcio? Parecı́an conocerse”.
Ash parpadeó . Como alguien que está muy sorprendido por algo.
Karlyle lo descartó como la reacció n de la persona sorprendida
mintiendo.
“Por cualquier razó n. Cuando mencionas el divorcio, ¿no signi ica que lo
has estado pensando durante mucho tiempo? Ya se ha completado, ası́
que por favor regrese”.
“¿Está s celoso ahora?”
Era un tono cı́nico que era terriblemente cı́nico para los extrañ os, pero
Ash habló de la nada. Karlyle miró a Ash.
“No quiero llamar a nadie. Por favor, vete.”
“La persona a la que vio Karlyle era un conocido que hizo que mckenzie
viniera a ver có mo estaba. No fui a trabajar todo el tiempo que rompı́
con Karlyle. Es realmente paté tico, ası́ que me da vergü enza decirlo
fuera de mi boca… … .”
Ash se acercó .
“Le dije eso a Karlyle y no hice nada. Lo lamenté mil veces. Deberı́a
haber tenido su icientes conversaciones con Karlyle, pero yo… … .”
A la palabra de la conversació n, en un instante, algo que habı́a estado
sosteniendo todo el tiempo estalló en lá grimas.
“No lo dijiste claramente”.
La voz se elevó ligeramente. Era la primera vez que sucedı́a algo ası́, por
lo que Ash abrió mucho los ojos.
“Dejé en claro en ese momento que no querı́a divorciarme. ¿De qué
diablos está s hablando cuando ni siquiera quieres escuchar lo que estoy
diciendo?”
No es el momento de estar enojado con Ash, pero mi corazó n explotó y
luyó con tristeza.
“Siempre ha sido ası́ desde el principio. El principio y el inal, siempre
lo decidiste, ¿no? Fuiste tú quien propuso el contrato cuando dije que
me querı́a casar, y fuiste tú quien rescindió el contrato cuando dije que
no querı́a que terminara. De initivamente asi… … !”
“¡Todo lo que querı́a era estar ası́ de enojado!”
Ash apretó su muñ eca.
“Si pudieras decir esto, ¿por qué siempre dijiste que sabrı́as lo que
estaba diciendo?”
No fue hasta que Ash habló , que Karlyle se dio cuenta de que estaba
enojado. Karlyle, que no era nadie má s, se avergonzó
momentá neamente de que yo estuviera fuera de control, pero salió una
cierta cantidad de resentimiento que se habı́a ido acumulando todo el
tiempo.
“Es lo que quieres, ¿no es ası́ siempre? Si no lo escucho… … Como para
irse.
Estar enojado era algo terrible. Me volvı́ loco con mi estado de á nimo, y
volvı́a loca a la gente má s que simplemente aferrarse a la rutina sin un
inhibidor. Traté de mantener la boca cerrada porque no querı́a que
salieran las emociones incontrolables, pero todo el tiempo que la
apretaba, todo mi corazó n salı́a de nuevo.
“¿Fuiste honesto sobre lo que no dijiste y lo creı́ste incluso si lo
expresaste de la mejor manera? Pensé que pasé su iciente tiempo
sabiendo que no estaba en mi naturaleza enojarme, pero tú … … .”
“Lo sé , lo sé , pero no podemos vivir ası́ para siempre. No hay nada de
malo en pelear. Cuando termine diciendo que lo sé , lo haré … … No sé .”
La voz de Ash tambié n se elevó . Era extrañ o y aterrador que el
oponente por el que tenı́a que pelear por primera vez en mi vida fuera
Ash. Las voces agudas y la ira de Karlyle siempre provenı́an de su
abuelo, por lo que siempre tenı́a pensamientos negativos sobre las
peleas.
“¿Có mo puedo hacer eso?”
Me estaba debilitando. La energı́a que habı́a estallado durante un
tiempo se calmó rá pidamente y pronto vino a mı́ con una fatiga
insoportable. Mi estó mago comenzó a palpitar. Karlyle apenas abrió la
boca por el dolor, como si le atravesaran el interior con un punzó n.
“Ash, estabas en un matrimonio que no querı́as desde el principio, ası́
que tienes que escuchar las otras cosas que quieres de alguna manera
para que puedas obtener un poco má s… … .”
Tengo hambre, ası́ que… … Duele.
“No me odiarı́as, ¿verdad?”
Despué s de apenas hablar, Karlyle jadeó . ¿Es porque escupo palabras
negativas? Nunca antes habı́a tenido un dolor de estó mago como este.
Con un rostro que se puso blanco en un instante, Karlyle inclinó la parte
superior de su cuerpo. Sosteniendo su estó mago con una mano, dejó
escapar un grito silencioso. Mis manos temblaban y temblaban. Era un
temblor de miedo má s que de dolor.
“¿Lyle?”
Ash lo rodeó con una voz alarmante.
—Lyle, ¿qué está pasando?
No podrı́a describir la sensació n de apretar mis intestinos. En medio
del dolor y la locura, el miedo se apoderó de ella. La ominosidad se
apoderó de é l. Tengo un sentimiento. Si este es el caso, el niñ o… … .
“El niñ o… … Ash, el niñ o… … .”
Jadeando, Karlyle apenas exprimió algunas palabras. El cuerpo agotado
bloquea la realidad y el espı́ritu como si se protegiera. Todo se detuvo
como si se hubiera fundido un fusible. Su visió n se oscureció , y lo
ú ltimo que sintió Karlyle fue una mano que lo sujetaba y el dolor en el
estó mago que se precipitaba desde adentro.
*
Lo primero que noté cuando mi mente entró lentamente fue el fuerte
olor a desinfectante. Todo su cuerpo se sentı́a pesado como si hubiera
estado bebiendo agua, y su cabeza estaba aturdida. Apenas levanté los
ojos para ver una luz blanca brillante.
Se corrió una cortina alrededor de la cama y se podı́an escuchar
susurros má s allá de la habitació n del hospital. No podı́a levantarme,
ası́ que no podı́a ver quié n era quié n, pero supongo que eran má s de
cinco.
La mente comenzó a funcionar lentamente. Por ahora… … Parecı́a un
hospital. Pensó que tenı́a una razó n, y solo entonces Karlyle pensó en
por qué estaba aquı́. Fue por el niñ o. Se sentı́a como si mi estó mago
fuera a ser desgarrado.
Se le revolvió el estó mago y se levantó rá pidamente. Trató de despertar
Entonces alguien agarró el hombro de Karlyle.
“Lyle”.
Karlyle se giró para mirar la voz sin energı́a. Estaba Ash con una cara
que parecı́a que ni siquiera podı́a respirar. Ash, con el cabello cubriendo
su frente, estaba má s delgada que la ú ltima vez que la habı́a visto.
Parecı́a un paciente.
“Ashe, aquı́… … .”
Karlyle miró a su alrededor y preguntó lo má s importante.
“¿Está bien el niñ o?”
Tan pronto como Ai escuchó la palabra, Ash movió los labios. Sus cejas
gruesas y suaves estaban terriblemente contorsionadas, y sus ojos
azules y grises descoloridos. Cuando vi un rostro lleno de profundo
dolor, mi corazó n se hundió en un instante.
Dejaste ir
Era un dolor siniestro. Cuando Lutero murió , alzó la voz de tal manera
al mismo tiempo que lo habı́a pedido. Porque pensé que el tema en el
que me habı́a propuesto realmente se habı́a ido… … .
“Está bien, chico”.
Fueron las palabras de Ash las que atraparon el corazó n que estaba a
punto de colapsar. Ash agarró el brazo de Karlyle con una mirada de
alejarse. Parecı́a incapaz de controlar sus emociones. La culpa llenó sus
ojos.
“Fue realmente peligroso, pero dijo que era fuerte como Lyle, ası́ que lo
soportó ”.
Gracias a Dios.
Me sentı́ ası́ sin siquiera tener tiempo para engañ arme a mı́ mismo. Me
alegro de que no se haya ido. Karlyle inalmente sintió que la fuerza de
su cuerpo tenso se liberaba de nuevo. En ese momento, Ash apoyó a
Karlyle y lo volvió a acostar. Luego respiró hondo, tomó la mano de
Karlyle e inclinó la cabeza. Pude ver una sola gota de lá grimas
corriendo por el puente de mi nariz.
Entonces tuve un pensamiento diferente. Ahora que han pasado cuatro
meses, es natural que Ash y los demá s se enteren de que estoy
embarazada. Tenı́a que preguntar sobre otras cosas, pero la expresió n
de Ash no era tan buena, ası́ que tenı́a que preguntar algo.
Niñ o… … lo odias
“No estoy llorando porque lo odio, Lyle, ası́ que no lo pienses de manera
extrañ a”.
Karlyle se sobresaltó . Ash, que sostenı́a su mano con fuerza, levantó la
cabeza. Su hermoso rostro estaba arruinado. Incapaz de respirar, le dijo
a Karlyle sin ocultar sus lá grimas.
“Estoy tan feliz, pero al mismo tiempo, es solo que no puedo
perdonarme a mı́ mismo por poner a Lyle en peligro”.
La palabra “feliz” calmó un poco mi corazó n ansioso.
“Lyle es ası́, yo… … .”
Ash apretó los dientes y cerró los ojos. Ashe se aferra a é l, sosteniendo
su mano nuevamente, aunque é l ya la estaba sosteniendo.
Me equivoqué , Lyle.
La voz de Ash sonaba como loca.
“Estaba realmente equivocado. Ası́ que, por favor, Lyle, no me dejes.
Fue un sentimiento extrañ o. Nunca imaginé que Ash pudiera estar tan
desesperado de esta manera. Ash de Karlyle siempre ha sido tranquilo y
gentil, y es porque é l es quien lo guı́a.
“Deberı́a haber escuchado a Lyle, pero me equivoqué … … .”
Ash se mordió el labio y alborotó su cabello. Era un há bito que
mostraba cuando le resultaba difı́cil controlar sus emociones.
“Puse a mi hijo en riesgo”.
Ash lo miró a los ojos. Sus ojos llorosos parecı́an estar al borde del
colapso. Al ver su cara tan desordenada que estaba preocupada, sentı́
una sensació n diferente al mismo tiempo que preocupada. Fue un
alivio.
El pensamiento de que tuve suerte de que a Ash no le gustara cruzó por
mi mente.
“Creo que es una locura decir que estaba hablando ası́ cuando no podı́a
hacer nada a tu lado y cuidarte. ¿En qué parte del mundo hay un marido
ası́? De verdad, maldita sea… … .”
Maldicié ndose a sı́ misma, Ash se tragó un grito. Karlyle todavı́a estaba
contemplando qué decir. Originalmente iba a borrar al niñ o, ¿deberı́a
decir que está bien? Pero cuando pienso en el yo que buscó al niñ o tan
pronto como me desperté , decir esas palabras en sı́ me pareció un
engañ o.
“No fue mi intenció n ocultarlo”.
Ası́ que Karlyle decidió decir simplemente lo que querı́a decir. Ash
parpadeó con sus pestañ as mojadas y miró ijamente a Karlyle.
“Iba a decı́rtelo ese dı́a. Estaba apunto de comentaros el resultado… …
Ası́ es como comencé a hablar cuando escuché que nos divorciá bamos”.
Ash cubrió su rostro con sus manos. Incluso sin mirarlo a la cara, podı́a
sentir que estaba teniendo di icultades para lidiar con eso. En lugar de
consolarlo, Karlyle continuó diciendo algo que Ash no querı́a decir.
“Tambié n era una historia muy rara, y las probabilidades de aborto
espontá neo eran tan altas que no he podido contarte desde entonces.
Cuando mencionaste el divorcio porque odiabas tu matrimonio
conmigo, ni siquiera querı́a detenerte con esto como excusa”.
Los labios de Ash se pusieron blancos. Karlyle le dijo una ú ltima
palabra, dá ndole tiempo para pensar.
“Intenté varias veces borrarlo, pero al inal descubrı́ que no podı́a. YO…
… .”
Le tomó mucho tiempo darse cuenta, pero Karlyle estaba convencido de
que ahora era el momento de hablar.
“Creo que te quiero mucho”.
Los hombros temblorosos de Ash se detuvieron. El silencio descendió
de modo que ni siquiera se podı́a escuchar la respiració n. Nunca pensó
que dirı́a algo ası́, ası́ que Karlyle cerró la boca ante el silencio de Ashe.
Aproximadamente en el momento en que el pensamiento de si habı́a
dicho algo vergonzoso como un há bito se extiende como un há bito, Ash
bajó la mano que cubrı́a su rostro. Tal vez porque estaba llorando en
silencio, los ojos de Ash estaban tan rojos que parecı́an dolorosos.
Ash extendió una mano mojada y acarició suavemente la mejilla de
Karlyle. Podı́a ver el enrojecimiento volviendo lentamente a mis labios,
que habı́an estado sangrando. Ash se humedeció los labios varias veces
y susurró .
“¿No puedes decı́rmelo una vez má s?”
Karlyle abrió los labios ante la voz desesperada, desesperada.
“… … Te quiero.”
“Una vez má s.”
“Me encanta.”
Ash rió y lloró . Como la persona má s feliz del mundo.
“Te amo, Lyle”.
Karlyle parpadeó ante las palabras que nunca pensó que recuperarı́a.
La sangre comenzó a circular rá pidamente por todo su cuerpo.
“Creo que me estoy volviendo loco porque te quiero mucho. A medida
que pasaban los dı́as, no podı́a soportarlo porque me gustabas. Ası́ que
me volvı́ un cobarde. Yo … tú … … .”
Ash se mordió el labio y dijo.
“Pensé que ni siquiera querı́as tocarme”.
Fue una confesió n inesperada. Me pregunto si es por eso que Ash
preguntó sobre la relació n, Karlyle vaciló . Si todo provenı́a de mi
silencio y el malentendido de Ash, Karlyle querı́a desentrañ arlo todo.
Me enamoré de alguien por primera vez. No querı́a perderlo por un
absurdo malentendido.
“Ash… … Nunca odié hacerlo”.
Aú n ası́, no era sensato decir tal cosa, ası́ que desvió un poco la mirada.
“No, me gusta. Solo, soy Alfa… … .”
Karlyle logró hablar mientras agarraba la sá bana con los dedos y luego
la soltaba.
“Fue porque se sentı́a tan irrespetuoso verlo ası́. Quizá s te canses de
verme ası́… … .”
Mejillas atrapadas. Antes de que pudiera terminar de hablar, Ash lo
atrajo y lo besó . Los labios secos se tocaron entre sı́. Era incó modo ver
los labios de Ash, que siempre estaban suaves, fruncidos. Pero pronto,
sus labios á speros se derritieron con la temperatura corporal del otro.
Colocando cuidadosamente sus labios sobre sus labios, Ash continuó
con un suave beso de pá jaro. El beso que partió de los labios pronto
continuó sin recorrer las mejillas, el mentó n, la nariz y la frente. La
picazó n se extendió gradualmente y el estado de á nimo mejoró
gradualmente. Mi cuerpo ansioso comenzó a calmarse.
“Te amo, Lyle”.
Ash susurró de nuevo.
“Te lo diré todos los dı́as. Haré todo lo posible para hacerte creer que
eres encantadora y bonita. Lamento no haber podido hacerlo hasta
ahora. Siento haberte hecho sentir incó modo. Realmente, yo… … .”
Ash tomó la mano de Karlyle por ú ltima vez y con mucho cuidado
colocó su mano sobre el estó mago de Karlyle.
Me aseguraré de que ninguno de ustedes vuelva a molestarme nunca
má s.
Ash arqueó las cejas con tristeza, estrechó las manos de Karlyle una y
otra vez, disculpá ndose de nuevo.
“Lo siento.”
Mientras escuchaba una serie de disculpas sin interrupció n, Karlyle
preguntó qué querı́a escuchar en su lugar.
“… … ¿Está s realmente de acuerdo con tener un hijo?
Ash se mordió el labio. Parecı́a estar conteniendo las lá grimas. Nunca
pensé que verı́a llorar a Ash, pero ahora veo al hombre llorando. Estuve
mordié ndome el labio con fuerza durante mucho tiempo, ası́ que me
preocupaba que me doliera.
Extendı́ mi mano lentamente. Cuando tocó los labios de Ash con la
punta de los dedos, Ash inalmente mostró la cara que Karlyle habı́a
anhelado ver. Sus ojos se entrecerraron suavemente.
“sı́.”
Ash se frotó la cara con la mano de Karlyle y sonrió blanco.
“Estoy tan feliz que ni siquiera puedo describirlo con palabras”.
Sı́, era esta cara.
“Estoy tan feliz de estar loco”.
Esta era la cara de Ash que Karlyle querı́a ver cuando dijo que tenı́a un
bebé . Karlyle miró ijamente a Ash ası́ por un momento, y luego su
expresió n se derrumbó . Por primera vez, una sonrisa adecuada
apareció en su rostro, que solo habı́a estado inexpresivo todo el tiempo.
Una sonrisa que se asemeja al hombre que amas.
Promesa eterna
Karlyle fue dado de alta una semana despué s. Su condició n mejoró el
segundo dı́a, pero Ash dijo que esperarı́a una semana má s. No era solo
Ash seca. Increı́blemente, como dice Luther, todos alrededor de Karlyle
se preocupaban por é l.
Entre ellos, la persona má s inesperada fue mi madre.
“Pareces tener los mismos sı́ntomas que yo, ası́ que los higos
probablemente sean lo mejor para ti”.
Despué s de la caı́da de Karlyle, Alice tuvo noticias de Luther y dejó todo
el trabajo que se habı́a hecho temporalmente desde entonces a Kyle y
su padre, Jonathan. Nunca habı́a estado tanto tiempo con mi madre, ni
siquiera cuando era niñ a, ası́ que Karlyle no sabı́a qué hacer y la
escuchó en silencio.
“bien.”
“No puedes hacer nada de ejercicio, pero puedes reducirlo y pedirle a tu
esposo cualquier cosa”.
La expresió n de Alice era tan frı́a como la de Karlyle, como si fuera a
regañ ar a Karlyle si no escuchaba. Pero Karlyle tuvo má s suerte de que
Alice la hubiera mantenido en ese estado. No me resultaba familiar
pasar tiempo a solas con mi madre.
“… … ¿Está bien si no vas a trabajar?”
“está bien. John se encargará de eso, ¿no es hora de que tu hermano se
haga cargo de lo que estabas haciendo?
Luego, Alice echó un vistazo a la casa llena de artı́culos de mudanza
organizados. Ash sugirió que mudá ramos la casa. Ni la casa de su madre
ni la de Karlyle, dijeron que querı́an tener su propia casa con sus hijos.
Ash todavı́a está confundido y siente pena por Karlyle, pero al mismo
tiempo está ocupado tratando de descubrir có mo diseñ ar un nuevo
hogar. Pocas veces lo habı́a visto tan feliz, por lo que a Karlyle le
preocupaba que Ash se estuviera excediendo, pero tuvo que dejarlo en
paz.
Es increı́ble cuá ntas cosas han cambiado a la vez. La noticia del
embarazo, que parecı́a algo terrible de escuchar, se convirtió en una
historia sorprendente. Cada uno tuvo una reacció n diferente. Cloud e
Yvonne dijeron que mientras tuvieran hijos, serı́a agradable ir a su casa
de campo francesa con una hermosa vista, pero por el momento
estaban en medio del arbitraje porque su madre y su padre se veı́an
tristes.
Natalie a irmó ser la mejor comida nutritiva todos los dı́as, e hizo las
comidas de Clarke mientras estaba embarazada, y Aiden compró todos
los productos para bebé s y los reembolsó .
La reacció n de Kyle fue vaga. Al enterarse de los peligros, revela su
animosidad hacia Ashe, lo que obliga a Karlyle a matarlo en silencio.
Nicholas lo felicitó por la apertura del camino difı́cil y respondió ası́.
“No me siento incó modo”.
Dijo Alice mientras miraba alrededor de la casa en ese momento. Alice
continuó con su mirada en el otro lado.
“Tambié n sé que de repente puede parecer una madre. No conozco a
Jonathan, pero no soy una buena madre”.
Karlyle solo estaba escuchando. Tambié n era cierto que tenı́a un
alejamiento de su madre, y que Karlyle no era muy amable en
consolarla. Alice miró alrededor de la casa y se dio la vuelta.
“Aú n ası́, felicitaciones”.
Despué s de decir eso, Alice se levantó de la mesa, tocando la canasta de
higos que cargaba.
“Le daré especial atenció n al Sr. Jones. Nunca te excedas”.
“gracias.”
“Cuando las ná useas matutinas son graves, no se sienta culpable y haga
cualquier cosa”.
Cuando sus ojos se abrieron un poco ante las palabras que nunca pensó
que dirı́a su madre, Alice arrugó la nariz levemente y giró la cabeza.
“Entonces no te vayas. Tu marido viene pronto. No salgas a mi
encuentro.
Alice dejó que Karlyle se sentara y luego caminó directamente hacia la
puerta principal. Se escuchó el sonido de una puerta cerrá ndose. Su
cuerpo, que habı́a estado rı́gido en la primera atenció n que habı́a
recibido en su vida, se relajó gradualmente. Fue solo cuando lo dejaron
solo que Karlyle se dio cuenta de que nunca habı́a estado sola en toda la
semana.
Karlyle disfrutó del silencio por un momento mientras miraba
ijamente la sala de estar donde las rosas estaban en plena loració n.
Pero pronto me di cuenta de que estaba vacı́o. Parecı́a haberse
acostumbrado a estar con gente durante la ú ltima semana a un tema al
que estaba acostumbrado a pasar toda su vida solo.
Todavı́a queda tiempo para que venga Ash. Una pequeñ a sonrisa
apareció en sus labios cuando pensó en su nombre. Fue un cambio
como nunca antes. Viviendo juntos durante un añ o, haciendo todo lo
que tenı́amos que hacer, como si estuvié ramos casados ahora, solo
mirar a Ash me hacı́a cosquillas en el estó mago.
Mientras recordaba su rostro llorando mientras susurraba que me
amaba, el anhelo se llenó de mı́. Qué diablos fue eso, las palabras que
Ash me dijo mientras me abrazaba todos los dı́as, le hicieron cosquillas
al corazó n a Karlyle.
Aú n sin ser lo su icientemente tı́mido para llamarlo o enviarle un
mensaje de texto y decirle que lo extrañ a, Karlyle subió lentamente a la
habitació n de Ash. Han pasado algunos meses antes de que esté llena y
no se siente incó moda, pero Ash siempre intentaba subir las escaleras
abrazá ndola. Tomando el tiempo que estaba sola, Karlyle fue
rá pidamente al estudio de Ash.
Puedes venir cuando quieras, pero era la primera vez que entraba. Era
solo que sentı́a que me estaban molestando. El estudio de Ash tenı́a
muchas pinturas hermosas. Ademá s de caballetes, lienzos y pinturas al
ó leo, habı́a muchas pinturas impresas y herramientas de diseñ o. Habı́a
tres imac sobre un escritorio largo.
Karlyle, que estaba a punto de salir de nuevo porque parecı́a interferir
con su vida privada, se detuvo frente a cierta pintura. La pintura, que
parecı́a recié n terminada, estaba ubicada en un lugar familiar. Era el
estudio del marqué s Gordon.
En el centro del estudio, con las luces apagadas, habı́a una ventana
alargada con una mezcla de luz violeta y azul. Y dos niñ os estaban
sentados en el largo alfé izar de la ventana. Aunque solo la silueta era
vagamente visible y el rostro invisible, Karlyle pudo reconocer la
situació n al instante.
Esperaba, de verdad… … ¿Ese oponente era Ash?
“¿vio?”
Karlyle se volvió hacia la voz que escuchó desde atrá s. Cuando llegué ,
Ash estaba de pie junto a la puerta, mirá ndome. Con una sonrisa
amistosa, caminó lentamente hacia Karlyle.
“¿Todavı́a no es hora de trabajar?”
“Me hice cargo hoy. Al menos hasta el pró ximo añ o, creo que serı́a
mejor no separarme de Lyle ni por una hora. El trabajo se puede hacer
en casa”.
Parpadeé .
“Lamento haberlo decidido sin consultar”.
Ash inmediatamente se disculpó como un cachorro lamentable.
Habiendo aguantado su disculpa lo su iciente como para morderlo los
ú ltimos dı́as, Karlyle negó con la cabeza. No sé si es una disculpa formal,
pero Ashe no podı́a quitarse la culpa, ası́ que era obvio que si Karlyle no
se obligaba a mirar, probablemente vivirı́a ası́ por el resto de su vida.
“Es el trabajo de Ash, por lo que es correcto decidir por ti mismo. Pero…
… ¿Está s bien, sin embargo?
“¿Qué podrı́a ser má s importante que Lyle y nuestro bombó n?”
Karlyle sonrió un poco involuntariamente ante la palabra “Bongbong”.
Una palabra francesa con un signi icado desconocido era un apodo que
Ash habı́a escuchado de su madre cuando era joven. El nombre aú n no
se ha decidido. Tenı́a mucho tiempo, ası́ que decidı́ tomá rmelo con
calma. En cambio, los dos decidimos hacer muchas cosas para
encontrar un nombre.
“¿Ası́ que có mo está s?”
Ash tomó la mano de Karlyle y lo condujo al frente de la pintura. Karlyle
miró la pintura durante mucho tiempo antes de abrir la boca.
“¿Desde cuá ndo lo sabes?”
“El dı́a que me di cuenta de que era estú pido. En realidad, mi primer
amor fue un chico que estaba sentado en el alfé izar de la ventana”.
Karlyle miró a Ashe ante la palabra primer amor. Ash puso los ojos en
blanco y miró a Karlyle, simplemente con amor.
“Sabes, ese tambié n fue mi primer beso. El dı́a que los dos nos
escondimos en secreto en la sala de estudio para dar la bienvenida al
nuevo añ o”.
Ash lo dijo y lentamente sacó una pequeñ a caja del bolsillo de su
chaqueta. Ash inclinó la cabeza y abrió la tapa de la caja.
“Conocı́ al amor de mi vida”.
Dentro de la pequeñ a caja habı́a un diamante pú rpura de un color que
nunca antes habı́a visto. Con cuidado, Ash sacó un pequeñ o pero
elaborado anillo de diamantes y tomó la mano de Karlyle con la otra.
“Mi destino, Karlyle Frost”.
Ash puso lentamente el anillo en el dedo anular de la mano izquierda de
Karlyle. Mientras miraba el anillo que encajaba perfectamente en su
dedo anular, Karlyle hizo contacto visual con Ash.
“Ya tengo un anillo de bodas, pero lo decidió mi madre… … Hagamos de
este nuestro anillo. El color de la noche en que tú y yo nos conocimos.
Ash se rió . El color del anillo realmente se parecı́a a esa noche. El color
del primer añ o nuevo recibido con un beso en la ligera oscuridad que se
habı́a escondido en secreto era un color pú rpura. Karlyle se miró el
dedo anular durante un rato y luego sonrieron juntos lentamente.
“Me está s dando un hermoso regalo”.
Es peor que el regalo que me dio Lyle.
“No di nada”.
“El Lyle en sı́ es un regalo que tengo”.
Entonces Ash se arrodilló lentamente. Frente a la pintura de su primer
encuentro, mirando directamente a Karlyle, decı́a el maestro de la vida,
que habı́a tomado todos los comienzos de Karlyle.
“¿Estará s conmigo para siempre?”
Una voz desesperada suplicó a Karlyle. Se sentı́a diferente desde el dı́a
en que se decidió la boda. Desde la punta de los dedos de los pies hasta
la parte superior de la cabeza, una sensació n abrumadora y cá lida le
hizo cosquillas y lo llenó . Mi corazó n latı́a como si fuera a explotar.
Karlyle contuvo el aliento, luego puso los ojos en blanco y sonrió .
“Sı́.”
La mirada de Ash, esperando una respuesta con una expresió n tensa en
su rostro, estaba ija como poseı́do por la sonrisa de Karlyle. Los ojos de
Ash, que parecı́an haber perdido la cabeza por un momento, abrieron
los ojos.
“Voy a.”
Sonrisas parecidas aparecieron en sus rostros, y el fragante aroma de
las lores luyó a travé s de la ventana del estudio que estaba
ligeramente abierta. Pé talos de color pú rpura frotaron las cortinas y se
hundieron en el suelo.
Con el color del dı́a en que se conocieron.
Fin.
Derechos de autor
De inir la relació n Matrimonio arreglado AU
Fecha de publicació n del libro electró nico 24 de junio de 2021
Libro electró nico ISBN 979-11-380-0228-8 (05810)
Precio del libro electró nico 4.000 wones
Autor Flona
Publicado por Im Kwang-soon
Publicado por Video Publishing Media Co., Ltd.
ⓒFlona, 2021
Dado que este libro fue publicado por Video Publishing Media Co., Ltd.
En virtud de un contrato con el autor, no puede utilizarse de ninguna
manera sin el consentimiento por escrito de la o icina central.

También podría gustarte