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PSICOSIS Y ESQUIZOFRENIA CAPITULO 10

El de psicosis es un término difícil definir, y por lo tanto frecuentemente se emplea de forma


errónea.

10.1. Descripción clínica de la psicosis


La psicosis es un síndrome (es decir, una mezcla de síntomas), que pueden asociarse a muchos
trastornos psiquiátricos diferentes, pero que no constituye un trastorno especifico por sí mismo en
esquemas diagnósticos como el DSM-IV o ICD-10. Como mínimo, psicosis significa delirios y
alucinaciones.

También incluye generalmente síntomas como habla desorganizada, conducta desorganizada y


distorsiones groseras en la evaluación de la realidad.

Se puede considerar la psicosis como un conjunto de síntomas en los que la capacidad


mental de una persona, su respuesta afectiva y su capacidad para reconocer la realidad,
para comunicarse y para relacionarse con otros están deterioradas.

Los trastornos que requieren la presencia de psicosis como una característica definitoria
del diagnóstico incluyen:
▪ Esquizofrenia
▪ Trastorno psicótico inducido por sustancias
▪ Trastorno esquizofreniforme
▪ Trastorno esquizoafectivo
▪ Trastorno delirante
▪ Trastorno psicótico breve
▪ Trastorno psicótico compartido (o inducido)
▪ Trastorno psicótico debido a una afección medica general

Los trastornos que pueden estar o no asociados con síntomas psicóticos incluyen:
● Manía
● Depresión
● Trastornos cognitivos
● Demencia de Alzheimer

La psicosis en su misma puede ser paranoide, desorganizada-excitada o depresiva. Las


distorsiones perceptivas y las alteraciones motoras pueden estar asociadas a cualquier tipo de
psicosis.

→ Las distorsiones perceptivas incluyen estar desasosegado por voces alucinatorias; escuchar voces que
acusan, culpan o amenazan con castigos; ver visiones; sufrir alucinaciones táctiles, gustativas u olfatorias, o
manifestar que las cosas y las personas familiares parecen cambiadas.

→ Las alteraciones motoras consisten en posturas rigidas peculiares; signos manifiestos de tensión; muecas
o risas inapropiadas; gestos repetitivos peculiares; hablar, refunfuñar o farfullar, o mirar alrededor como si
se oyesen voces.
10.1.1. Psicosis paranoide
El paciente manifiesta proyecciones paranoides, beligerancia hostil y expansividad grandiosa. La
proyección paranoide incluye estar preocupado por creencias delirantes; creer que la gente hable
de uno; creer que le persiguen a uno, o que conspiran contra él, y creer que la gente u otras
fuerzas externas controlan las propias acciones.

La beligerancia hostil es la expresión verbal de sentimientos de hostilidad; expresar una actitud


de desden; manifestar una actitud hostil y hosca; manifestar irritabilidad y malhumor; tender a
culpar a los demás de los problemas; expresar resentimiento, y quejarse y ponerle pegas a todo,
asi como manifestar recelo de la gente.

La expansividad grandiosa consiste en exhibir una actitud de superioridad; oír voces que alaban
y ensalzan, y creer que uno tiene poderes extraordinarios, que es una personalidad muy conocida
o que tiene una misión divina.

10.1.2. Psicosis desorganizada-excitada


Se da desorganización conceptual, desorientación y excitación. La desorganización conceptual se
puede caracterizar por dar respuestas irrelevantes o incoherentes; desviarse del tema; usar
neologismos, o repetir ciertas palabras o frases.

La desorientación consiste en no saber dónde está uno, en que estación del año, en que año, o
cual es la propia edad.

La excitación es la expresión de sentimientos sin restricción alguna; hablar apresuradamente;


exhibir un estado de ánimo elevado o una actitud de superioridad; dramatizar sobre uno mismo o
sobre los propios síntomas; hablar alto y alborotadamente; mostrar hiperactividad e intranquilidad,
y hablar en exceso.

10.1.3. Psicosis depresiva


Se caracteriza por retardo, apatía y un sentimiento ansioso de castigo de uno mismo y de culpa.
El retardo y la apatía se manifiestan por hablar lentamente; indiferencia ante el propio futuro;
expresión fácil fija; lentitud de movimientos; déficit en la memoria reciente; bloque del habla;
apatía hacia uno mismo o hacia los propios problemas; apariencia descuidada; hablar bajo o en
cuchicheos, y no contestar a las preguntas.

El sentimiento ansiosos de castigo de uno mismo y de culpa consiste en una tendencia a culparse
o condenarse a uno mismo; ansiedad sobre temas específicos; aprensión acerca de vagos
acontecimientos del futuro; una actitud de desprecio hacia uno mismo; un estado de ánimo
deprimido; sentimientos de culpabilidad y remordimiento; preocuparse por pensamientos suicidad,
ideas no deseadas y miedos específicos, y sentirse indigno o pecador.

Este inventario de grupos de síntomas psicóticos no constituyen los criterios diagnósticos para
ningún trastorno psicótico.

10.2. Cinco dimensiones sintomáticas en la esquizofrenia


Aunque la esquizofrenia es quizá el tipo más común y mejor conocido de enfermedad psicótica,
esta no sinónimo de psicosis, sino solo una de las muchas causas de psicosis.
La esquizofrenia, por definición es un trastorno que debe durar seis meses o más incluyendo al
menos un mes de delirios, alucinaciones, habla desorganizada, conducta enormemente
desorganizada o catatónica, o síntomas negativos.
Los delirios suelen implicar una interpretación errónea de las percepciones o de las expresiones.
El tipo de delirio más habitual en la esquizofrenia es el persecutorio, pero los delirios pueden
incluir varios otros temas, incluyendo el referencial, el somático, el religioso o el de grandeza.

Las alucinaciones pueden ocurrir en cualquier modalidad sensorial (auditiva, visual, olfatoria,
gustativa y táctil), pero las alucinaciones auditivas son, con mucho, las más comunes y
características en la esquizofrenia.

Aunque oficialmente no se reconoce como parte de los criterios diagnósticos para la esquizofrenia
números estudios clasifican los síntomas de esta enfermedad en cinco dimensiones (varias
enfermedades comparten estas):

10.2.1. Síntomas positivos


Parecen reflejar un exceso de las funciones normales y típicamente incluyen:
○ Delirios
○ Alucinaciones
○ Distorsiones o exageraciones en el lenguaje y la comunicación
○ Habla desorganizada
○ Conducta desorganizada
○ Conducta catatónica
○ Agitación

Los trastornos aparte de la esquizofrenia, que pueden tener síntomas positivos incluyen el
trastorno bipolar, el trastorno esquizoafectivo, la depresión psicótica, la enfermedad de Alzheimer
y otras demencias organizas, las enfermedades psicóticas infantiles, la psicosis inducida por
drogas y otras.

10.2.2. Síntomas negativos


Incluyen al menos cinco tipos de síntomas:
□ Afectivas embotada: Consiste en limitaciones en el rango e intensidad de la expresión
emocional.

□ Alogia: Consiste en restricciones en la fluidez y productividad del pensamiento y el habla.

□ Abulia: Consistente en limitaciones en la iniciación de conductas dirigidas hacia una meta.

□ Anhedonia: Falta de placer

□ Atención deteriorada

Los síntomas negativos de la esquizofrenia se suelen considerar una reducción de las funciones
normales, como el embotamiento afectivo, el retraimiento emocional, una escasa capacidad de
contacto, la pasividad y el retraimiento social apartico. La dificultad de pensamiento abstracto, el
pensamiento estereotipado y la falta de espontaneidad están asociados a largos periodos de
hospitalización y a un pobre funcionamiento social.

Los síntomas de la esquizofrenia pueden ser:


⮚ Primarios: Constituyen el núcleo de los déficit primarios de la propia esquizofrenia.

⮚ Secundarios: Otro déficit central de la esquizofrenia que pueden manifestarse como


síntomas negativos pueden ser los asociados, o los considerados secundarios, a los
síntomas positivos de la psicosis. También están los síntomas extrapiramidales (SEP),
especialmente los causados por los fármacos antipsicóticos.
Los síntomas negativos también pueden ser secundarios a los síntomas depresivos o a la
privación ambiental.

10.2.3. Síntomas cognitivos


Incluyen específicamente el trastorno de pensamiento de la esquizofrenia y el uso a veces
extraño del lenguaje, incluyendo incoherencia, asociaciones imprecisas y neologismos. La
atención deteriorada y el procesamiento de información deteriorado constituyen otras deficiencias
cognitivas más comunes y más graves de la esquizofrenia.

Las deficiencias cognitivas más comunes y más graves de la esquizofenia puede incluir el
deterioro de la fluidez verbal, los problemas con el aprendizaje en serio y el deterioro de la
vigilancia de la función ejecutiv.

10.2.4. Síntomas agresivos y hostiles


Pueden coincidir en parte con los síntomas positivos, pero específicamente acentúan los
problemas del control de impulsos. Incluyen la hostilidad manifiesta, como el maltrato verbal o
físico, o incluso el ataque. Entre estos síntomas se cuentan también los comportamientos
orientados a autolesionarse, incluyendo el suicidio y el incendio provocado u otros daños a la
propiedad.
Otros tipos de impulsividad, como la falta de contención sexual, forman parte también de esta
categoría de síntomas agresivos y hostiles.

Estos síntomas están asociados frecuentemente al trastorno bipolar, la psicosis infantil, el


trastorno borderline de la personalidad, el abuso de drogas, la demencia de Alzheimer y otras, el
trastorno de hiperactividad por déficit de atención, los trastornos conductuales en los niños y
muchos otros.

10.2.5. Síntomas depresivos y ansiosos


Se asocian frecuentemente a la esquizofrenia, pero eso no significa necesariamente que cumplan
los criterios diagnósticos para un trastorno de ansiedad o afectivo comorbido. Sin embargo, el
estado de ánimo deprimido,, el estado de ánimo ansioso, la culpa, la tensión, la irritabilidad y la
preocupación suelen acompañar a la esquizofrenia.

Estos diversos síntomas constituyen también características prominentes del trastorno depresivo
mayor, la depresión psicótica, el trastorno bipolar, el trastorno esquizoafectivo las demencias
organizas y los trastornos psicóticos infantiles, entre otros, y especialmente de los casos de
depresión, trastorno bipolar y esquizofrenia resistentes al tratamiento.
10.3. Las cuatro vías dopaminergicas clave y la base biológica de la esquizofrenia
La base biológica de la esquizofrenia sigue siendo desconocida. Sin embargo, el neurotransmisor
monoaminergico dopamina ha desempeñado un papel clave en diversas hipótesis sobre ciertos
aspectos de las cinco dimensiones sintomáticas de la esquizofrenia ya mencionadas.

10.3.1. La vía dopaminergica mesolimbica y la hipótesis dopaminergica de los síntomas positivos


de la psicosis

Se proyecta desde los cuerpos celulares dopaminergicos del área tegmentaria ventral del cerebro
a los terminales axonicos de las áreas límbicas del cerebro, como un nucleus accumbens.
Se cree que esta vía desempeña un importante papel de las conductas emocionales,
especialmente en las alucinaciones auditivas, pero también en los delirios y el trastorno del
pensamiento.

Durante más de veinticinco años se ha observado que las enfermedades o los fármacos que
incrementan la dopamina aumentan o producen síntomas psicóticos positivos, mientas que los
fármacos que disminuyen la dopamina reducen o interrumpen los síntomas positivos.

Hipótesis dopaminergica mesolimbica de los síntomas psicóticos positivos ya que se cree que es
concretamente la hiperatividad de esta vía dopaminergica la que media en los síntomas positivos
de las psicosis. Hipotéticamente la hiperactividad de la vía dopaminergica mesolimbica explica los
síntomas psicóticos positivos tanto si dichos síntomas forman parte de la enfermedad de la
esquizofrenia o de una psicosis inducida por drogas como si los síntomas psicóticos positivos
acompañan a la manía, la depresión o la demencia.

10.3.2. La via dopaminergica mesocortical


Sus cuerpos celulares surgen en el área tegmentaria ventral del tronco cerebral, cerca de los
cuerpos celulares de las neuronas dopaminergicas de la via dopaminergica mesolimbica. Sin
embargo la via dopaminergicas mesocortical se proyecta a diversas zonas de la corteza cerebral,
especialmente la corteza límbica. El papel de la via dopaminergica mesocortical en la mediación
de los síntomas negativos y/o cognitivos de la esquizofrenia sigue siendo una cuestión discutida.

10.3.3. La via dopaminergica nigroestriada


Se proyecta desde los cuerpos celulares dopaminergicos de la sustancia negral del cerebro a
través de axones que terminan en los ganglios basales o estriados. Esta vía forma parte del
sistema nervioso extrapiramidal y controla los movimientos motores. Las deficiencias
dopaminergicas en esta vía causan trastornos motores, incluyendo la enfermedad de Parkinson,
que se caracteriza por rigidez, acinesia o bradicinesia (falta de movimiento o lentitud de
movimientos) y temblores.

La deficiencia dopaminergica en los ganglios basales también puede producir acatisia (un tipo de
desasosiego) y distonia (movimientos de torsión, especialmente en la cara y el cuello).

Se cree que la hiperactividad de la dopamina en la vía nigroestriada consistituye la base de varios


trastornos motores hipercineticos, como la corea, la discinesias y los tics. El bloqueo crónico de
los receptores de dopamina 2 en esta vía pueden dar como resultado un trastorno motor
hipercinetico conocido como discinesia tardia inducida por neurolépticos.

10.3.4. La via dopaminergica tuberoinfundibular


Se proyectan desde el hipotálamo a la pituitaria anterior. Normalmente estas neuronas son
activadas e inhiben la liberación de prolactica. Sin embargo, en el estado posparto su actividad se
reduce, y por lo tanto durante la lactancia los niveles de prolactina pueden aumentar para que se
produzca la secreción de la leche. Si el funcionamiento de las neuronas dopaminergicas
tuberoifundiulares se ve interrumpido por lesiones o por la acción de determinadas sutancias, lo
niveles de prolactica también pueden aumentar.
Los niveles elevados de prolactina se asocian a galactorrea (secreccion mamarias), amenorrea y
posiblemente otros problemas como disfunciones sexuales.

SUSTANCIAS DE ABUSO

Vías de administración de una droga:


∏ Por ingestión oral 🡪 Es la vía preferida de muchas drogas. Una vez tragadas se disuelven en los
líquidos del estómago y son transportadas al intestino, donde son absorbidas por el torrente
circulatorio. Algunas atraviesan fácilmente las paredes del estómago (ejemplo alcohol) y tienen
efecto antes, debido a que no tienen que llegar al intestino para que se absorban.

-Ventajas de esta vía: es sencilla y relativamente segura.

-Desventaja: imprevisibilidad, la absorción desde el tubo digestivo al torrente circulatorio puede


estar influida en gran parte por factores tan difíciles de calibrar como la cantidad y tipo de
alimentos que haya en el estómago.

∏ Por inyección 🡪 Práctica médica habitual. Los efectos son intensos, rápidos y previsibles. Por lo
general se inyectan por:
○ Vía subcutánea: En el tejido graso que está justo debajo de la piel.
○ Vía intramuscular: En los músculos grandes.
○ Vía intravenosa: Directamente en las venas. Esta vía transporta la droga directamente al
encéfalo. La velocidad y lo directo son ventajas a medias ya que tras una inyección intravenosa,
hay pocas o ninguna oportunidad de contrarrestar los efectos de una sobredosis, una impureza o
una reacción alérgica.

∏ Inhalación 🡪 Muchos anestésicos se administran habitualmente por esta vía (ejemplo tabaco y
marihuana). Los dos inconvenientes principales de esta vía son: resulta difícil regular con
precisión la dosis de la droga que se inhala; y muchas sustancias lesionan los pulmones si se
inhalan crónicamente.

∏ Absorción a través de las membranas mucosas 🡪 De la nariz, la boca y el recto (ejemplo cocaína).

Metabolismo de la droga
Proceso mediante el cual, las enzimas que se sintetizan en el hígado ponen fin a la acción de la
mayoría de las drogas, estimulando la conversión de las drogas activas en formas no activas.

Dependencia 🡪 Estado fisiológico de neuroadaptación producido por la administración repetida


de una sustancia, de forma continuada para evitar el síndrome de abstinencia.

- Cuando un fármaco ocasiona dependencia y se continúa tomándolo, se puede producir:

1) Dependencia cruzada 🡪 La capacidad de una sustancia de mantener el estado físicamente


dependiente.

2) Tolerancia 🡪 Estado de menor sensibilidad a la droga, que se produce como resultado de la


exposición a la misma. Puede manifestarse de 2 formas 🡪 demostrando que una dosis
determinada de droga tiene menos efecto que el que tenía antes; o que se necesita más droga
para producir el mismo efecto original. Esto significa que la tolerancia es un desplazamiento de la
curva de respuesta a la dosis hacia la derecha.

A menudo se produce respecto a algunos efectos de la droga, pero no a otros. Se puede


desarrollar tolerancia a algunos de los efectos al tiempo que aumenta la sensibilidad a otros de la
misma droga. Este aumento de sensibilidad se llama sensibilización a la droga.

2) Tolerancia cruzada 🡪 La exposición a una droga puede producir tolerancia a otras drogas
que actúan a través del mismo mecanismo. La capacidad de una sustancia de suprimir las
manifestaciones de dependencia física producidas por otra.

Hay 2 tipos de tolerancia:


-Metabólica: tolerancia a una droga consecuente a cambios que reducen la cantidad de droga
que llega a sus lugares de acción.
-Funcional: tolerancia que resulta de cambios que reducen la reactividad de los lugares de
acción de la droga.

🡪 La tolerancia a los psicofármacos es, en gran parte funcional y puede ser resuelto de varios
tipos diferentes de cambios neuronales.

Por ejemplo: La exposición a un psicofármaco puede reducir la cantidad de receptores para él,
disminuir la eficacia con que se une a los receptores existentes, o disminuir el impacto de la
fijación al receptor sobre la actividad de la célula.

3) Tolerancia condicionada a la droga 🡪 Se refiere a que los efectos de tolerancia alcanzan


su máxima expresión solo cando una droga se administra en la misma situación en que se ha
administrado previamente.

Una hipótesis (Siegel) sostiene que los adictos adquieren tolerancia cuando se autoadministran
reiteradamente su droga en el mismo contexto y, como resultado, comienzan a tomar dosis cada
vez mayores para compensar la disminución de los efectos de la droga. Entonces su el adicto se
administra la dosis masiva habitual en una situación no habitual, no se cuenta con los efectos de
tolerancia para compensar los efectos de la droga y existe un mayor riesgo de muerte por
sobredosis.

Efectos de la abstinencia condicionadas 🡪 Los efectos de la abstinencia que provocan el


entorno de consumo de la droga u otras claves asociadas con la droga.

Cuando un fármaco produce dependencia y se deja de tomarlo repentinamente, pueden


ocurrir 2 cosas:

● Síndrome de Abstinencia
Reacción fisiológica adversa producida por la eliminación repentina de una droga, después de
que hayan estado en el organismo cantidades significativas de la misma durante un cierto tiempo.
Las personas que sufren de una reacción de abstinencia cuando dejan de tomar una droga tienen
dependencia física de esa droga.

Se caracteriza por el “craving” (deseo imperioso de ingerir la sustancia), disforia y signos de


hiperactividad del SN simpático.

Que los efectos de la abstinencia con frecuencia sean los opuestos a los efectos iniciales de la
droga sugiere que los efectos de la abstinencia pueden estar producidos por los mismos cambios
neurales que producen la tolerancia a la droga. Según esta teoría, la exposición a una droga
produce cambios compensadores en el sistema nervioso que contrarrestan los efectos de la
droga y producen tolerancia.

Cuando se elimina la droga del organismo, estos cambios neurales compensadores, sin que la
droga los contrarreste, se manifiestan como síntomas de abstinencia.
La gravedad de los síntomas depende de la droga concreta de que se trate, de la duración y el
grado de exposición previo a la droga y de la velocidad con que se elimine del organismo. Una
exposición más larga a una dosis más alta, seguida de una eliminación rápida, produce unos
efectos de abstinencia mayores.

● Rebote
Ocurre cuando se da tolerancia en pacientes que han tomado una sustancia (normalmente un
fármaco de uso médico aprobado), cuya administración se detiene posteriormente de forma
repentina: los síntomas reaparecen de forma exagerada.

Es la expresión exagerada de la afección original que a veces experimentan los pacientes


inmediatamente después de la interrupción de un tratamiento efectivo.

Recaída 🡪 Reaparición, tras la interrupción de un tratamiento médico efectivo, de la afección


original que sufría el paciente.
Entre sus causas: Estrés, priming (una sola exposición a la droga que se consumía
anteriormente).

Muchos adictos que se han abstenido de consumir la droga durante muchas semanas, y por lo
tanto creen que han controlado su adicción, prueban una sola vez la droga que consumían antes
y se hunden inmediatamente de nuevo en una verdadera adicción; y el contacto con claves
ambientales (personas, momentos, lugares u objetos) que previamente se han asociado con el
consumo de droga.

Refuerzo 🡪 Tendencia de una sustancia que produce placer a autoadministración repetida.

Desintoxicación 🡪 Lenta disminución en la administración de una sustancia que ha causado


dependencia y que causaría síndrome de abstinencia si se suprimiera demasiado bruscamente.

Puede lograrse con:


⮚ La retirada lenta de la misma sustancia que ha producido la dependencia.
⮚ Sustituyéndola por una sustancia que presente dependencia cruzada y posea un
mecanismo de acción farmacológica similar.
En ambos casos, se realiza de forma lenta para que los mecanismos neuroadaptativos de
dependencia puedan readaptarse durante la disminución de la dosis, y por tanto prevenir los
síntomas de abstinencia.

Diferencia entre uso y abuso 


❖ Abuso 🡪 Autoadministración, de manera no aprobada culturalmente, de cualquier fármaco
o droga que produzca consecuencias adversas.

Los conceptos de uso y abuso están definidos culturalmente y no por un mecanismo


psicofarmacológico. Cuando una sustancia se utiliza de forma diferente al uso aprobado
culturalmente, se habla de abuso.
Según el DSM-IV, cuando la neurotransmisión química del cerebro se ve afectada hasta tal punto
de que la conducta de los individuos adopta una forma peligrosa para sí mismos y para los
demás, produciendo un deterioro o una aflicción clínicamente significativos, se considera que se
ha atravesado el umbral del mero uso y se puede hablar de abuso.

❖ Adicción
Patrón conductual de abuso de fármacos o drogas que se caracteriza por una dependencia
apremiante respecto al uso de una sustancia (uso compulsivo), por la necesidad de asegurarse
su suministro y por una marcada tendencia a recaer tras su interrupción.

Un adicto 🡪 Consumidor habitual de droga, pero no todos los consumidores habituales de droga
son adictos. Siguen consumiendo la droga a pesar de sus efectos adversos sobre su salud y su
vida social, y a pesar de sus esfuerzos reiterados por dejar de consumirla.

La dependencia física no es el principal factor que motive a la adicción.

TEORIA DEL INCENTIVO POSITIVO DE LA ADICCION


Afirma que el factor principal en la mayor parte de los casos de adicción es el ansia de las
propiedades de incentivo positivo, que producen placer, de las drogas.
Se basa en la idea de que el valor de incentivo positivo de las drogas adictivas aumenta, es decir
el sujeto se sensibiliza, con el consumo de droga.
La base de la adicción 🡪 No es el placer (satisfacción) del consumo de la droga en sí mismo,
sino el placer anticipado (necesidad) del consumo de la droga, es decir el valor de incentivo
positivo de la droga.
Inicialmente este valor está estrechamente relacionado con sus efectos placenteros, pero a
menudo se adquiere tolerancia a los efectos placenteros, mientras que la necesidad que tiene el
adicto de la droga se sensibiliza (aumenta). De esta manera, en los adictos crónicos el valor de
incentivo positivo de la droga con frecuencia no guarda proporción con el placer que en realidad
se obtiene de ella. La mayor parte de los datos sugiere que el valor de incentivo positivo de las
drogas adictivas es el factor principal de la adicción.

LA VIA DOPAMINERGICA MESOLIMBICA Y LA PSICOFARMACOLOGIA DE LA


RECOMPENSA
Se ha planteado la hipótesis de que la vía final común del refuerzo y la recompensa en el
cerebro es la vía dopaminérgica mesolímbica.

Algunos consideran que ésta constituye el “centro del placer” del cerebro y que la dopamina es el
“neurotransmisor del placer”. Hay muchas formas naturales de desencadenar la liberación de
dopamina por parte de las neuronas dopaminérgicas mesolímbicas, como los logros intelectuales,
atléticos o experimentar un orgasmo.

A veces se les llama “clímax naturales” y entre los inputs de esta vía que median estos clímax,
se incluye la gran “farmacia” de sustancias de origen natural 🡪 desde la propia morfina / heroína
del cerebro (endorfinas) hasta la propia marihuana (anandamida), pasando por la nicotina
cerebral (acetilcolina) y las propias cocaína y anfetamina (la misma dopamina).
Las numerosas sustancias psicotrópicas de abuso también presentan una vía final común que
hace que la vía mesolímbica libere dopamina, a menudo de forma más explosiva y agradable de
la que se da naturalmente. Estas sustancias ignoran a los propios neurotransmisores del cerebro
y estimulan directamente a los propios receptores cerebrales para esas sustancias, provocando la
liberación de dopamina.

Una recompensa inducida por drogas provoca una provisión tal de dopamina a los receptores
postsinápticos dopaminérgicos a nivel límbico, que éstos buscan reponer la dopamina una vez
que deja de funcionar, llevando al sujeto a preocuparse por buscar más droga, entrando así en un
círculo vicioso de abuso, adicción, dependencia y abstinencia.

Dado que parece haber un rango óptimo en el que la estimulación de los receptores D2 por el
sistema dopaminérgico es reforzante, el riesgo de caer en el abuso de una sustancia puede
depender de cuántos receptores tenga la persona:

- Pocos receptores: primero, el propio sistema de gratificación del individuo ya no funciona


demasiado bien y ello podría predisponerles a seguir probando drogas como medio de
compensar su propia activación, naturalmente reducida, de los circuitos dopaminérgicos. La
sustancia no causará demasiado efecto al principio, pero se hará más y más gratificante conforme
se aumente la dosis.

- Muchos receptores: tomar dicha sustancia les resultará aversivo, y no querrán probarla de
nuevo.
Diversos estudios con alcohólicos, adictos a la cocaína y a la anfetamina, muestran que una
baja respuesta inicial a una droga predice un elevado riesgo de posterior abuso, mientras que una
elevada respuesta inicial a una droga predice un bajo riesgo de abuso.

EL SISTEMA REACTIVO DE LA RECOMPENSA (ABAJO-ARRIBA)


Los adictos actúan automáticamente, y obligatoriamente con actos que les conducen a buscar y
administrarse más droga. Este es el poder de este sistema que funciona indicando las
perspectivas inmediatas de dolor o placer.

Es un sistema de abajo – arriba que señala la perspectiva inmediata del placer o del dolor y
provee de la motivación y el impulso conductual para conseguir ese placer o evitar ese dolor.
Ejemplo el craving o la abstinencia provocan que el sistema reactivo de la recompensa
desencadene el comportamiento de búsqueda de drogas.

Está constituido por:


● Área tegmental ventral (ATV) 🡪 Lugar de los cuerpos celulares de la dopamina.
● Núcleo accumbens 🡪 Al que se proyectan las neuronas dopaminérgicas.
● Amígdala 🡪 Tiene conexiones con ambos.

La entrada de la recompensa al núcleo accumbens se debe a salvas de liberación de dopamina y


disparos fásicos de dopamina dando como resultado la diversión y la potenciación de la
recompensa condicionada. Las conexiones de las neuronas dopaminérgicas con la amígdala
están involucradas en el aprendizaje de la recompensa (como una memoria del placer asociado
con el abuso de drogas (, mientras que las conexiones de la amígdala vuelven al ATV
comunicando si se ha detectado algo relevante de un placer experimentado previamente. Las
conexiones de la amígdala con el núcleo accumbens comunican aquellas emociones que han
sido desencadenadas por indicaciones internas o externas y señalan una respuesta impulsiva,
casi refleja.

Mediante la exposición repetida al abuso de drogas, este sistema aprende de forma patológica a
desencadenar las conductas de búsqueda de droga y recuerda cómo hacerlo cuando se enfrenta
con indicaciones internas como el ansia por las droga y la abstinencia y con las cuestiones
externas del entorno. Los mecanismos normales de aprendizaje son convertidos en un trastorno
cerebral y a esto se le llama aprendizaje diabólico.

Esto tiene que ver con la amígdala, centro de aprendizaje emocional y sobre la recompensa.

Los individuos llevan a cabo acciones impulsivas, directas y automáticas, obligatorias sin
pensarlo, para encontrar y consumir más droga. No son capaces en este estado, de basar sus
decisiones en las consecuencias a largo plazo de sus conductas.
EL SISTEMA REFLEXIVO DE LA RECOMPENSA (ARRIBA-ABAJO)
Regula la llegada estimulante desde el sistema reactivo de la recompensa de abajo-arriba.

Está constituido por las proyecciones:


✔ Desde el córtex pre frontal al núcleo accumbens
✔ Desde el córtex orbito frontal (CFO) 🡪 Involucradas en las regulación de impulsos.
✔ Desde el córtex pre frontal ventromedial (CPFVM) 🡪 Implicadas en la regulación de las
emociones.
✔ Desde el córtex pre frontal dorso lateral (CPFDL) 🡪 Implicadas en el análisis de las
situaciones y la regulación de si una acción tiene lugar.

Este sistema se construye y mantiene a lo largo del tiempo en base a varias influencias que
incluyen el neurodesarrollo, la genética, la experiencia, la presión de los iguales, el aprendizaje de
reglas sociales y el aprendizaje de los beneficios de suprimir el placer actual por otras ganancias
futuras más valiosas. Tiene el poder de conformar la salida final del sistema de recompensa en
conductas dirigidas a objetivos beneficiosos a largo plazo, como la fuerza de voluntad de
resistirse a las drogas. Cuando está plenamente desarrollado y funciona adecuadamente, puede
proporcionar la motivación para perseguir experiencias de recompensa más naturales, como la
educación, desarrollo profesional.

CONDICIONAMIENTO DE LAS ENTRADAS DE LA RECOMPENSA

La primera vez que se toma una droga, causa la liberación inmediata de dopamina y la
experiencia de placer correspondiente.
Como resultado, la amígdala aprende que esto es una experiencia gratificante. Luego de varias
experiencias gratificantes con la droga, los circuitos de recompensa se convierten en adictivos, y
la próxima vez que esta la oportunidad de usar una droga, no sólo la ingesta causara liberación
de dopamina y placer, sino que las indicaciones que predicen el placer, ya causan la liberación de
DA.

El sistema de la recompensa entonces, ha aprendido a anticipar la recompensa, y esta


anticipación se convierte en placentera por sí misma.

Si la tentación supone las demandas de abajo-arriba del sistema de recompensa, la fuerza de


voluntad puede verse como las decisiones de arriba-abajo realizadas por el sistema reflexivo de
recompensa. Esta es la capacidad de los circuitos pre frontales para activarse y evitar que los
impulsos se expresen como conductas de búsqueda de drogas, mostrando así flexibilidad
cognitiva.
🡪 Amigdala aprende que la droga causa placer y también a asociar indicaciones para esa
droga con el placer. Cuando se encuentran estas indicaciones, señala a las neuronas
dopaminérgicas en el ATV que algo bueno está llegando, incluso señalar el alivio del craving a
drogas. Esto lleva a la liberación de DA en el núcleo accumbens, lo que desencadena la entrada
gabaérgica al tálamo, y a menos que el sistema reflexivo de la recompensa se active, conducir a
una acción como la conducta de búsqueda de drogas.

NICOTINA
Fumar cigarrillos es un sistema de autoadministración de nicotina de forma inteligente pero
dañina ya que también se administran carcinógenos y otras toxinas que dañan el corazón, los
pulmones y también otros tejidos.

Actúa directamente sobre los receptores colinérgicos nicotínicos en los circuitos de


recompensa. Las acciones reforzantes de la nicotina son muy similares a las de la cocaína y la
anfetamina, dado que las células dopaminérgicas de la vía mesolímbica reciben directamente el
input colinérgico nicotínico, que resulta estimulado cuando se fuma.

Los efectos experimentados por los fumadores incluyen elevación del estado de ánimo, la
potenciación de la cognición y disminución del apetito.

Las acciones farmacológicas y conductuales de la nicotina parecen ser mucho más sutiles que las
de la cocaína: Mientras que la cocaína bloquea el transportador de DA y causa una inundación
de ésta que actúa en la sinapsis dopaminérgica, es posible que la nicotina cierre los receptores
de nicotina inmediatamente después de unirse a ella, de modo que ni ella ni la propia acetilcolina
puedan estimular ya los receptores nicotínicos durante un tiempo.

La estimulación de los receptores dopaminérgicos mesolímbicos se detiene tras un breve lapso


de tiempo y tras una mínima estimulación nicotínica. En lugar de la euforia más duradera y mucho
más intensa de la cocaína, el placer de la nicotina es un pequeño pero deseable aumento de la
sensación placentera (una mini-subida), seguida de un lento declive hasta que los receptores
nicotínicos se ponen de nuevo en marcha y el fumador inhala la siguiente bocanada o fuma otro
cigarrillo. Los efectos psicofarmacológicos de la nicotina parecen regularse en cierta medida, lo
cual podría explicar por qué sus efectos son más limitados que los de la cocaína o anfetamina.

Es posible que tanto los que toman estimulantes como los fumadores regulen a la baja sus
receptores de dopamina debido a la excesiva estimulación dopaminérgica. Sin embargo, los
consumidores de nicotina podrían regular al alza sus receptores colinérgicos nicotínicos para
ayudar a compensar el hecho de que la nicotina no deja de desconectarlos. Estos posibles
cambios pueden estar relacionados con los mecanismos psicofarmacológicos que subyacen a la
profunda capacidad de la nicotina de producir dependencia y abstinencia.
La dependencia de la nicotina causa un síndrome de abstinencia caracterizado por
“craving” y agitación, síndrome que recuerda aunque en una versión más benigna al
experimentado por quienes abusan de estimulantes.

Tratamiento
El líder en el tratamiento para la dependencia de nicotina, parece ser el agonista parcial
nicotínico (APN).

Varenielina 🡪 Agonista parcial selectivo del receptor nicotínico de acetilcolina. Esta última es un
agonista completo de acción corta (debido a la enzima acetilcolinesterasa que la destruye), y la
nicotina es un agonista completo de acción larga. Ambos, abren el canal completa y
frecuentemente, en contraste con los agonistas que estabilizan el canal en estado cerrado pero
no desensibilizan estos receptores.

Los APN estabilizan los canales nicotínicos en un estado intermedio, en el cual no se


desensibilizan y donde se abren menos frecuentemente que con un agonista completo. Cuando
un APN ocupa estos receptores, se incrementa la frecuencia de los potenciales de acción, de
menor grado con la liberación de dopamina sostenida pero en pequeñas cantidades, dejando una
luz nocturna de dopamina, sin desensibilizar los receptores de nicotina, suficiente para reducir
el craving pero no para causar euforia. En presencia de nicotina, un APN competirá por los
receptores nicotínicos y eso reducirá los efectos de la nicotina.

■ El sistema de administración de nicotina por medio de parches transdérmicos se ha


hecho popular como medio para desintoxicarse del tabaco. La administración pulsátil de nicotina
que se produce al fumar, se puede sustituir por la administración continua de este parche, que
actúa de forma similar a una infusión intravenosa continua.

La idea es que a los receptores de nicotina y dopamina se les permita readaptarse de forma más
gradual de lo que lo harían si el fumador pasara de repente a un estado de abstinencia. Además,
la dosis se puede disminuir progresivamente, dependiendo de cuánta reducción pueda tolerar el
fumador. El éxito de esta técnica depende de la motivación del fumador para dejarlo y del uso de
asistencia psicológica complementaria y de programas de información que ayuden al fumador a
sobrellevar mejor la abstinencia.

■ Otro método para superar el “craving” consiste en aumentar la dopamina mediante el


bupropión: Inhibidor de la recaptación de NE y DA (IRND). La idea es devolver una parte de la
dopamina a los ansiosos receptores D2 límbicos postsinápticos mientras éstos se adaptan a la
ausencia de su “dosis” de dopamina debida a la reciente retirada de la nicotina. Mitiga la
abstinencia y puede hacerla más tolerable.

ALCOHOL 
La farmacología del alcohol está todavía escasamente definida y su mecanismo de acción es
inespecífico, ya que puede tener efectos en una amplia variedad de sistemas de
neurotransmisores.

Actúa aumentando la neurotransmisión gabaérgica en el ATV y reduce la neurotransmisión


glutamatérgica en el ATV y el núcleo accumbens.

Aumenta la inhibición y disminuye la excitación, lo que explica su caracterización como un


depresor del funcionamiento neuronal del SNC, además de algunos de sus efectos tóxicos,
amnésicos y atáxicos.

También produce una estimulación directa como indirecta en los receptores opioides y
cannabinoides en el ATV y el núcleo, potenciando los efectos eufóricos liberando opiáceos y
endocannabinoides, quizás mediando así su “clímax”.

Teóricamente, las propiedades reforzantes del alcohol están mediadas por los efectos que sobre
el GABA y sobre el glutamato producen en la liberación de dopamina en el sistema
dopaminérgico mesolímbico.
El bloqueo de los receptores cannabinoides reduce el “craving” por el alcohol en animales
dependientes. El bloqueo de los receptores opiáceos con naltrexona (antagonista en los
receptores opioides) en humanos alcohólicos disminuye el “craving”, y en consecuencia, aumenta
las tasas de abstinencia (si uno bebe mientras está tomando naltrexona, los opiáceos liberados
no producen placer; entonces ¿para qué beber? Algunos pueden decir ¿para qué tomar
naltrexona? Y recaer en el alcoholismo. Se recomienda en los primeros noventa días de
abstinencia, cuando el riesgo de recaída es mayor.

Acamprosato: Un derivado del aminoácido taurina, interactúa con el sistema glutamatérgico al


inhibirlo y con el sistema gabaérgico para incrementarlo, es como un alcohol artificial.

Cuando el alcohol se toma crónicamente y después se abandona, los cambios adaptativos que causa en el
sistema glutamatérgico y el en gabaérgico → Crean un estado de sobreexcitación por glutamato e
incluso toxicidad, al tiempo que deficiencia del GABA. Demasiado glutamato puede provocar
daños neuronales.

La cuestión de cómo tratar el abuso y la dependencia del alcohol es compleja, y los


tratamientos más efectivos siguen siendo los programas inspirados en el modelo de los
“12 pasos” de Alcohólicos Anónimos.

OPIÁCEOS 
Actúan sobre diversos receptores y los 3 subtipos más importantes 🡪 mu (μ), delta (Δ) y
kappa (κ).

El cerebro fabrica sus propias sustancias endógenas similares a los opiáceos:


Endorfinas (“la propia morfina del cerebro”). Son péptidos derivados de proteínas precursoras
llamadas proopiomelanocortina (POMC), proencefalina y prodinorfina. Varias partes de estas
proteínas precursoras se separan para formar endorfinas o encefalinas, son almacenadas en las
neuronas opiáceas y liberadas durante la neurotransmisión para mediar en las funciones
endógenas de tipo opiáceo. Sin embargo, el número exacto y la función de los opiáceos
endógenos y de sus receptores, como su papel en el alivio del dolor y otras acciones en el SNC,
sigue siendo en parte desconocido.
Acciones farmacológicas
Las acciones agudas de los fármacos o drogas opiáceos pueden aliviar el dolor, actuando como
agonistas en los diversos subtipos de receptores, especialmente el receptor μ. A dosis iguales o
superiores a las que mitigan el dolor, los opiáceos producen euforia 🡪 principal acción reforzante.

En dosis suficientes, pueden inducir una euforia breve pero muy intensa, llamada a veces
“rush” (subida), seguida de una profunda sensación de tranquilidad, que puede durar varias
horas, seguida a su vez de somnolencia (“cabezadas”), cambios de humor, obnubilación mental,
apatía y lentitud motora.

En sobredosis 🡪 Actúan como depresores de la respiración y pueden provocar el coma.

Administrados crónicamente, pueden producir fácilmente tolerancia y dependencia y la


adaptación de los receptores se produce con bastante rapidez. La primera señal de que esto
ocurre es la necesidad de tomar cada vez dosis más altas para aliviar el dolor o inducir la euforia.
A la larga puede haber muy poca distancia entre la dosis que causa euforia y la dosis tóxica.

Otro signo de dependencia y de que los receptores opiáceos se han adaptado, es la producción
de un síndrome de abstinencia 🡪 una vez que el opiáceo administrado crónicamente va
desapareciendo, que se caracteriza por una sensación de disforia, ansia por otra dosis,
irritabilidad y signos de hiperactividad autonómica (taquicardia y sudoración). También la
piloerección (“piel de gallina”) especialmente cuando se suspende bruscamente (“mono”).

En los primeros días de uso, abuso e intoxicación, y antes de que se completen los mecanismos
neuroadaptativos que median en la sensibilización de los receptores opiáceos, la intoxicación se
alterna con el funcionamiento normal. Más tarde, cuando los receptores se adaptan y se
establece la dependencia, el adicto puede experimentar muy poca euforia, entrando en una fase
en la que los períodos sin abstinencia se alternan con otros en los que ésta sí se produce.

Los receptores opiáceos pueden readaptarse a la normalidad si se les da la oportunidad de


hacerlo, en ausencia de una toma adicional de opiáceos, lo cual puede resultar demasiado difícil
de tolerar para el adicto. Es posible ayudar en el proceso de desintoxicación con:

La clonidina 🡪 Agonista adrenérgico alfa 2, que puede reducir los signos de hiperactividad
autonómica durante el síndrome de abstinencia y ayudar en la desintoxicación.

Sustitución por otro opiáceo de administración oral, la metadona e ir reduciéndolo poco a poco.

Es posible que la buprenorfina 🡪 Agonista parcial del receptor μ, se encuentre disponible en


forma de dosis sublinguales, para sustituir a los opiáceos más fuertes e ir reduciéndola
gradualmente. Se combinará con naloxona (antagonista en los receptores opioides) de modo que
no se pueda abusar de ella por vía intravenosa.

Los tratamientos de sustitución de agonistas se utilizan mejor en el entorno de un programa de


tratamiento de mantenimiento estructura, que incluye análisis de orina aleatorios para controlar la
presencia de droga, además de servicios psicológicos, médicos y de orientación profesional
intensivos.
ESTIMULANTES. COCAÍNA Y ANFETAMINA 
La cocaína tiene 2 propiedades 🡪 Anestésico local (caína) e inhibidor de los transportadores de la
monoamina, especialmente de la dopamina.

Su principal mecanismo de acción: Consiste en bloquear la recaptación y causar la liberación


de monoaminas (DA y también 5HT y NE).

Según la dosis, tiene efectos:


A dosis más altas 🡪 Efectos indeseables como temblor, labilidad emocional, intranquilidad,
irritabilidad, paranoia, pánico y conductas estereotipadas repetitivas.

A dosis todavía más elevadas 🡪 Ansiedad intensa, paranoia y alucinaciones.

En sobredosis 🡪 Insuficiencia cardíaca aguda, apoplejía y convulsiones.

Intoxicación repetida 🡪 Adaptaciones complejas del sistema dopaminérgico, incluyendo tanto la


tolerancia como sensibilización. En estos casos causa una reacción conductual que puede
adoptar la forma de psicosis paranoide aguda, indistinguible de la esquizofrenia paranoide (la
principal hipótesis de la esquizofrenia es un exceso de actividad dopaminérgica en la vía
mesolímbica).

Como los adictos utilizan la cocaína durante períodos de tiempo más largos, sus receptores
dopaminérgicos se desensibilizan (se regulan a la baja) en la medida que se adaptan a la
exposición crónica. Después de varios episodios consecutivos de intoxicación seguidos por
abstinencia, median en la aparición de un síndrome de abstinencia cada vez más molesto.

Existe la experiencia subjetiva de que, después de la euforia, surge una sensación de


“hundimiento”, caracterizada por el ansia de más cocaína, agitación y ansiedad, que dan paso a
la fatiga, depresión, agotamiento, la hipersomnolencia y la hiperfagia. Si después de varios días
no se ingiere otra dosis de cocaína, el sujeto puede experimentar otros signos de abstinencia,
incluyendo la anergia, anhedonia y un ansia exacerbada de cocaína.

Las primeras dosis de estimulantes producen placenteros disparos fásicos de DA. Con el uso
crónico, el condicionamiento de la recompensa produce craving entre las dosis estimulantes y
solamente disparos residuales tónicos de Da con ausencia de los placenteros disparos fásicos de
DA. En este estado de adicción, se necesitan dosis de estimulantes cada vez mayores para
alcanzar las placenteras subidas. A más alta sea la subida, mayor será la bajada, y entre las
dosis estimulantes, se experimentara ausencia de subida, síntomas de abstinencia como
somnolencia y anhedonia. El esfuerzo para combatir la abstinencia puede conducir al uso
compulsivo y a comportamientos impulsivos y peligrosos para asegurarse los estimulantes.

Puede haber cambios duraderos en las neuronas dopaminérgicas, incluyendo depleciones a largo
plazo de los niveles de dopamina y degeneración axonal 🡪 estado llamado burn out.
ANFETAMINAS 🡪 Especialmente la D-anfetamina y la metanfetamina, tienen potentes efectos
farmacológicos en la neurona dopaminérgica.

Su acción predominante es liberar dopamina, aunque también tienen acciones liberadoras


más débiles en las sinapsis noradrenérgicas, y algunos derivados liberan también
serotonina.

Los efectos clínicos de la anfetamina y sus derivados son muy parecidos a los de la cocaína, si
bien la euforia que producen puede ser menos intensa, aunque de más larga duración.

Los signos de intoxicación, toxicidad, sobredosis, sensibilización por producción de una psicosis
paranoide aguda y síndrome de abstinencia causados por las anfetaminas son similares a los
descritos para la cocaína.

Tratamiento
Las intervenciones encaminadas a rellenar los depósitos de dopamina y a readaptar la
sensibilidad de los receptores dopaminérgicos serían útiles para el adicto dependiente de la
cocaína que ha desarrollado tolerancia como tolerancia inversa.

Sin embargo, la intervención más útil consiste en permitir al sistema dopaminérgico que se
recupere por sí mismo con el tiempo, lo que requiere la abstinencia durante el tiempo suficiente. A
menudo esto no resulta factible ni es deseado por el adicto.
En el futuro una posibilidad terapéutica serían los anticuerpos de la cocaína. Se están probando
también antipsicóticos como la olanzapina, pero sobretodo agonistas parciales D2 como el
aripiprazol.
BENZODIACEPINAS Y SEDANTES-HIPNÓTICOS 

BENZODIACEPINAS
El mecanismo farmacológico 🡪 Modulación alostérica positiva para los receptores GABA A.
Esto causa un incremento neto de la conductancia al cloro a través del canal de cloro,
potenciando la neurotransmisión inhibidora y produciendo acciones ansiolíticas.

Si se administra a un paciente que no ha tenido contacto previo con el fármaco, se produce un


efecto benzodiacepínico agudo y el canal se abre al máximo. Si se administra a un paciente
tolerante al fármaco, el canal sólo se abre un poco (lo suficiente como para tener un efecto
ansiolítico). Si se interrumpe bruscamente en un paciente tolerante a la sustancia, el canal se
cierra, produciendo ansiedad y pudiendo experimentar ataques de pánico y la necesidad de
tomar dosis más altas para “colocarse”.

Se cree que estas acciones subyacen a la producción de las propiedades reforzantes de la


euforia y de una cierta clase de sedación, lo que hace que algunos individuos abusen de éstos
fármacos y, en el caso extremo, llegan a la sobredosis. El cerebro privado de benzodiacepinas
experimenta lo opuesto a una intoxicación de ellas: disforia y depresión en vez de euforia;
ansiedad y agitación en lugar de tranquilidad y falta de ansiedad; insomnio en lugar de sedación y
sueño; tensión muscular en vez de relajación, y, en el peor de los casos, convulsiones en lugar de
los efectos anticonvulsivos.

Estas acciones continúan bien hasta que se reemplace la benzodiacepina, hasta que los
receptores se readapten a la sensibilidad que tenían antes del uso excesivo de benzodiacepinas.
Alternativamente, se pueden reinstaurar las benzodiacepinas, pero disminuyéndolas lentamente a
fin de que los receptores tengan tiempo para readaptarse durante la reducción de la dosis y se
eviten los síntomas de abstinencia.

Generalmente son una alternativa adecuada a los barbitúricos 🡪 menos seguros en casos de
sobredosis, y causan dependencia más frecuentemente, se abusa más a menudo y producen
reacción de abstinencia más peligrosa.

SEDANTES - HIPNOTICOS
Incluyen los barbitúricos. A veces se incluyen el alcohol, las benzodiacepinas.
El mecanismo farmacológico de acción aún no se ha demostrado, pero se cree que es
básicamente el mismo que para las benzodiacepinas 🡪 Modulación alostérica positiva para los
receptores del GABA-A en los canales de cloro de acceso controlado por ligando.

Producen una euforia más intensa y una sensación de tranquilidad aún más deseable que las
benzodiacepinas.

MARIHUANA Y ENDOCANNABINOIDES 
Las preparaciones de cannabis se fuman con el fin de administrar sustancias psicoactivas,
los cannabinoides, especialmente el delta-9-tetrahidrocannabinol, THC.

Estas sustancias fumadas interactúan con los receptores de los propios cannabinoides del
cerebro para desencadenar la liberación de dopamina del sistema de recompensa mesolímbico.

Se conocen 2 receptores de cannabinoides 🡪 el CB1 (en el cerebro) y el CB2 (en el sistema


inmunitario).

Existe también un sistema cannabinoide endógeno (la marihuana propia del cerebro) capaz
de activar los receptores cannabinoides, que, sin embargo, son sintetizados por las neuronas y
desactivados por los sistemas de recaptación y las enzimas de las neuronas como de la glía.

Anandamida 🡪 Endocannabinoide y miembro de una nueva clase química de neurotransmisores:


es un lípido.
Comparte la mayor parte de las propiedades farmacológicas del THC, ya que se ve afectada por
un antagonista cannabinoide selectivo del cerebro SR141716A, cuyo descubrimiento abre paso
para un potencial agente terapéutico en varios tipos de abusos de drogas. La marihuana puede
tener propiedades tanto estimulantes como sedantes.

Rimonabant 🡪 Antagonista, efectivo en el abuso de tabaco, alcohol, marihuana, para la obesidad.


Pero su uso no ha sido aprobado en EEUU por posible incremento de ideación suicida.

Dosis habituales de intoxicación 🡪 Sensación de bienestar, relajación, cordialidad, pérdida de la


conciencia del tiempo (incluyendo confusión del pasado con el presente), ralentización de los
procesos de pensamiento, deterioro de la memoria a corto plazo y sensación de lograr un
discernimiento especial.
Dosis altas 🡪 Puede producir pánico, delirium tóxico y, raramente, psicosis.

Entre los consumidores habituales, una complicación del uso a largo plazo es el síndrome
amotivacional 🡪 Aparición de una disminución del impulso y de la ambición y luego amotivación.

También se asocia con otros síntomas de deterioro social y laboral, que incluyen reducción del
intervalo de atención, escasa capacidad de juicio, facilidad para distraerse, deterioro de la
capacidad de comunicación, introversión y disminución de la efectividad en las situaciones
interpersonales. Los hábitos personales pueden deteriorarse, y darse una pérdida de la capacidad
de discernimiento y una sensación de despersonalización.

Las cuestiones de la dependencia siguen siendo polémicas. El descubrimiento del


antagonista cannabinoide que, en ratones expuestos de forma crónica, desata un síndrome de
abstinencia, abre la posibilidad de que en humanos también se dé dependencia.

ALUCINÓGENOS 
Grupo de agentes que actúan en las sinapsis serotoninérgicas del sistema de la
recompensa.

Producen una intoxicación, a veces llamada “viaje”, asociada a cambios en las experiencias
sensoriales que incluyen ilusiones visuales y alucinaciones, una percepción acrecentada de los
estímulos externos y una conciencia acrecentada de los pensamientos y estímulos internos.

Estas alucinaciones se producen con un nivel claro de conciencia y en ausencia de confusión, y


pueden ser:
Psicodélicas 🡪 Experiencia subjetiva de que la propia mente se expande, o de que uno se halla
en armonía con la humanidad o con el universo y experimenta algún tipo de experiencia religiosa.

Psicotomimético 🡪 Imita un estado de psicosis, aunque la similitud entre un viaje y la psicosis es,
en el mejor de los casos, superficial. Los estimulantes como la cocaína y la anfetamina imitan
mucho más genuinamente la psicosis.

La intoxicación por alucinógenos incluye:


○ Ilusiones visuales
○ “Estelas” visuales en las que la imagen se difumina en haces como si se moviera a lo largo de
una trayectoria
○ Macropsia y micropsia
○ Labilidad emocional y del estado de ánimo
○ Ralentización subjetiva del tiempo
○ La sensación de que se oyen los colores y de que se ven los sonidos
○ Intensificación de la percepción del sonido
○ Despersonalización y desrealización.
Todos estos efectos se pueden experimentar manteniendo un estado de plena vigilia y
lucidez.

Otros cambios: Deterioro de la capacidad de juicio, miedo a volverse loco, ansiedad, náuseas,
taquicardia, aumento de la presión arterial y aumento de la temperatura corporal. Puede provocar
un ataque de pánico, al que se le llama “mal viaje”.

A medida que progresa la intoxicación, se puede experimentar un estado de confusión aguda


(delirium), en el que el drogadicto se encuentra desorientado y agitado, que puede evolucionar
más, llegando a una psicosis declarada, con alucinaciones y paranoia.

Clases de los alucinógenos comunes se incluyen:


▪ Indolalquilaminas: Se parecen a la serotonina y los clásicos son el LSD (dietilamida del ácido
lisérgico), la psilocibina y el DMT (dimetiltriptamina).

- Fenilalquinaminas: Se parecen a la norepinefrina y a la dopamina y también están relacionados


con la anfetamina. Son la mescalina, DOM (2,5-dimetoxi-4-metilanfetamina) y otros.

▪ Drogas de diseño: MDMA (3,4-metilen-dioximetanfetamina). Es un potente liberador de


serotonina que puede llegar a destruir los terminales axónicos de serotonina. Estas drogas son
estimulantes o alucinógenas y producen un estado subjetivo a veces denominado “éxtasis”. Entre
los efectos se incluyen euforia, desorientación, confusión, incremento de la sociabilidad y una
sensación de mayor empatía y discernimiento personal.

Los fármacos alucinógenos 🡪 Además de la MDMA, tienen en común que interactúan como
agonistas parciales de los receptores de 5HT2A en los sitios neuronales postsinápticos
serotoninérgicos.

Pueden producir una increíble tolerancia, a veces tras una sola dosis.

Otra dimensión peculiar del abuso de los alucinógenos es la producción de flash-backs:


Recurrencia espontánea de algunos de los síntomas de intoxicación, que duran desde unos
pocos segundos hasta varias horas, en ausencia de una administración reciente de estas
sustancias. Esto puede ocurrir días o meses después de la última experiencia con la droga, y al
parecer hay una serie de estímulos ambientales que podrían precipitarlo. Se desconoce cuál es el
mecanismo psicofarmacológico que subyace a los flash-backs, pero su fenomenología sugiere la
posibilidad de una adaptación neuroquímica del sistema serotoninérgico y de sus receptores,
relacionada con la tolerancia inversa e increíblemente duradera. También es posible que sean
una forma de condicionamiento emocional.
AGENTES ANTIPSICOTICOS.
Las características específicas de los tratamiento farmacológicos antipsicóticos diferirán en
función de cual sea el trastorno psicóticos (es decir, esquizofrenia u otro trastorno) y como haya
respondido el paciente en el pasado.

Fármacos antipsicóticos
Los tratamientos más antiguos para la esquizofrenia y otras enfermedades psicóticas surgieron
de observaciones clínicas casuales, antes que del conocimiento científicos de las bases
neuronales de la psicosis o de los mecanismo de acción de los agentes psicóticos específicos.

El bloqueo de los receptores dopaminergicos D2 como mecanismos de acción de los


antipsicóticos convencionales.
A finales de la década de 1960 la propiedad farmacológica clase de todos los neurolépticos con
propiedades antipsicóticas era su capacidad para bloquear los receptores dopaminergicos D2

Las acciones terapéuticas de los fármacos antipsicóticos convencionales se deben al bloqueo de


los receptores D2 específicamente en las vías dopaminergicas mesolimbicas, esto tiene el efecto
de reducir la hiperactividad esta vía, que, según se cree, causa los síntomas positivos de la
psicosis.

Con los antipsicóticos convencionales no es posible bloquear solo los repeores D2 en la vía
dopaminergica mesolimbica, ya que, estos fármacos reparte por todo el cerebro. Los
antipsicóticos convencionales buscan los receptores D2 de la vía dopaminergica mesocortical,
donde es posible que en la esquizofrenia la dopamina ya sea suficiente, cuando esto ocurre
puede causar síntomas negativos cognitivos, o empeorarlos. – síndrome deficitario inducido por
neurolépticos.

Cuando se bloquean los receptores D2 e la vía dopaminergica nigroestriada se produce


trastornos que pueden parecerse mucho a la enfermedad de Parkinson inducido por fármacos.

Si esos receptores D2 en la vía dopaminergica nigroestriada se bloquean de forma crónica,


pueden producir un trastorno motor hipercinetico conocidos como discinesia tardía, que causa
movimientos faciales, linguales como masticación constante, postrusionales de la lengua y
muecas faciales, así como movimientos de las extremidades, que pueden ser rápidos,
espasmódicos o coreiformes. La discinesia tardía está causada por los receptores D 2 de la vía
dopaminergica nigroestriada. Se planteó la hipótesis de que estos receptores se vuelven
hipersensibles o se regulan al alza ( es decir, su número se incrementa) quizás en un sutil intento
de superar un bloqueo de dichos receptores inducidos farmacológicamente.

Si el bloqueo de los receptores D2 se elimina lo bastante pronto, la discinesia se puede revertir.


Teóricamente esta reversión se debe al restablecimiento de dichos receptores mediante una
reducción apropiada del número o la sensibilidad de los receptores D2 en la vía nigroestriada
una vez que se eliminan los fármacos antipsicóticos que estuvieron bloqueando a dichos
receptores.

Los receptores dopaminergicos D2 de la cuarta vía dopaminergica también son bloqueados por
los antipsicóticos convencionales, y ellos hace que aumento las concentraciones de prolactina en
plasma, una afección denomina hiperprolactimia. Esta se asocia a las afecciones denominas
galactorrea (secreciones mamarias) y amenorrea. Las hiperprolactina, puede interferir en la
fertilidad, desmineralización de los huesos más rápido que en las mujeres posmenopáusicas que
no reciban terapia de sustitución de estrógenos.

Dilema del bloqueo de los receptores dopaminergicos D2 en las cuatro vías dopaminergica
El uso de fármacos antipsicóticos tiene un fuerte dilema ya que en el cerebro hay 4 vías
dopaminergicas, y parece que el bloqueo de los receptores dopaminergicos en solo uno de ellos
es útil, mientras que el bloqueo de los receptores dopaminergicos en las tres vías restantes
pueden resultar perjudiciales.
Los delirios y alucinaciones se reducen cuando se bloquean los receptores D2 mesolimbicos, si
se bloquean los D2 mesocorticales los síntomas negativos y cognitivos de la psicosis pueden
empeorar, si se bloquean los receptores D2 nigroestriada se puede producir SEP y discinesia
tardía, si se bloquean los receptores D2 tuberoinfundibular se puede producir hiperprolactina y
sus complicaciones.

¿Qué se debe hacer para evitar efectos secundarios?


Este dilema queda parcialmente resulto por los fármacos antipsicóticos parciales.

Riesgos y beneficios del tratamiento a largo plazo con antipsicóticos convencionales


Aunque los antipsicóticos convencionales reducen los síntomas psicóticos positivos en la mayoría
de los pacientes luego de varias semanas de tratamiento, en los pacientes esquizofrénicos la
interrupción de estos fármacos causa la recaída de las psicosis en una proporción aproximada del
10% o de modo que a los 6 meses de haberse interrumpido la medicación el 50% o más de los
paciente hayan experimentado una recaía.

El hecho de que estos fármacos bloqueen las 4 vías dopaminergicas significa que muchos
pacientes dudan de que los beneficios del tratamiento a largo plazo compensen los problemas
que causan entonces interrumpen el tratamiento.
Existe la posibilidad de una rara maligno, que se asocia a una rigidez muscular extrema,
fiebre alta, coma y la muerte. Afortunadamente, el peso de los efectos secundarios que acarrea el
tratamiento con antipsicóticos atípicos parece ser mucho menor que el de los antipsicóticos
convencionales, y puede llevar a un mejor cumplimiento de las prescripciones y a mejorar a largo
plazo.
Propiedades bloqueantes colinérgicas muscarinas de los antipsicóticos convencionales.

Estos antipsicóticos poseen otras importante propiedades farmacológicas como su capacidad de


bloquear los receptores colinérgicos muscarinicos. Esto puede causar efectos secundarios, como
sequedad de boca, visión borrosa, estreñimiento y embotamiento cognitivo.

Los diferentes grados de bloqueo colinérgicos muscarinico pueden explicar una mayor tendencia
a producir efectos secundarios extrapiramidales que otros.

¿Y cómo puede el bloqueo de los receptores colonergicos muscarinicos reducir los SEP
causados por el bloqueo de los receptores dopaminergicos D2 en la vía nigroestriada? La razón
parece ser que la dopamina y la acetilcolina ejercen una relación reciproca en la vía nigroestriada.
Las neuronas dopaminergicas en la vía dopaminergica nigroestriada establecen conexiones
postsinapticas con neuronas colinérgicas.

Si la dopamina ya no puede suprimir la liberación de acetilcolina debido a que los receptores


dominergicos están siendo bloqueados por un fármaco antipsicóticos convencional, entonces la
acetilcolina se vuelve demasiado activa.

Una forma de compensar la hiperactividad del acetilcolina es bloqueándola con un agente


anticolinérgico. Así, lo fármacos con acciones anticolinérgicas contrarrestan el exceso de la
actividad de la acetilcolina causada por la desaparición de la inhibición de la dopamina cuando se
bloquean los receptores dopaminergicos.
De esta manera los antipsicóticos convencionales con propiedades anticolinérgicas potentes
tiene menor SEP que los antipsicóticos convencionales con propiedades anticolinergicas débiles.
Por otra parte los efectos del bloqueo D2 en el sistema nigroestriado se pueden mitigar
administrando conjuntamente un agente con propiedades anticoloergicas.

Este uso concomitante de agentes anticolinérgicos no reduce la capacidad de los antipsicóticos


convencionales de causas discinesia tardía. Así mismo, causa los conocidos efectos secundarios
asociados a los agentes antipsicóticos, como sequedad de boca, visión borrosa, estreñimiento,
retención de orina y disfunción cognitiva.

Otras propiedades farmacológicas de los agentes antipsicóticos convencionales


Otras acciones farmacológicas asociadas a los fármacos antipsicóticos convencionales. Estas
incluyen generalmente una actividad no deseada en los receptores adrenérgicos alfa 1, así como
en los receptores histaminicos H1.

Estos fármacos poseen propiedades antihistamínicas que bloqueantes adrenérgicas alfa 1 (que
causan efectos secundarios cardiovasculares, como hipotensión ortostatica y somnolencia) y
propiedades bloqueantes dopaminergicas muscarinicas (sequedad de boca, visión borrosa,
estreñimiento, retención de orina y disfunción cognitivos) los agentes antipsicóticos
convencionales difieren en cuanto a sus capacidad para bloquear a los diversos receptores, el
antipsicótico convencional más conocido como haloperidol tiene relativamente poca actividad
anticolinérgica o antihistamínica.

Algunos antipsicóticos convencionales sin más sedantes que otros, algunos tiene mayor
capacidad de causar efectos secundarios cardiovasculares y algunos son más potentes que
otros.

Fármacos antipsicóticos atípicos: el antagonismo serotoninergicos-dopaminergico y lo que varios


fármacos antipsicóticos tiene en común.
¿Qué es un antipsicótico atípico?
Antagonistas dopminergicos- serotoninergicos (ASD) -> derivan de algunas de sus propiedades
clínicas atípicas de la explotación de las diferentes formas en la que la serotonina y la dopamina
interactúan en las cuatro vías dopaminergicas clave del cerebro.

Un antipsicótico atípico se define en parte por las propiedades clínicas que distinguen a tales
fármacos de los antipsicóticos convencionales, a saber, sus reducidos síntomas extrapiramidales
y su eficacia en los síntomas negativos.

Los antipsicóticos atípicos también poseen características que los distinguen entre sí. Cinco
antipsicóticos atípicos:
● Clozapina
● Risperidona
● Olanzapina
● Quetiapina
● Ziprasidona

Y por ello por los tres criterios farmacológicos y clínicos:


⮚ Los antipsicóticos atípicos poseen propiedades farmacológicas antagonistas 5HT2A y D2,
mientras que los antipsicóticos convencionales son solo antagonistas dopaminergicos D2.
⮚ Los antipsicóticos atípicos causan menos SEP que los antipsicóticos convencionales.
⮚ Los antipsicóticos atípicos mejoran los síntomas positivos al igual que los antipsicóticos
convencionales.
El antagonismo serotoninergico-dopaminergico y el control serotoninergico de la liberación de
dopamina en las 4 vías dopaminergicas.
La serotonina tiene influencia en la dopamina, bastante distintas en cada una de las 4 vías
dopaminergicas. La serotonina inhibe la liberación de dopamina de los terminales axonómicos
dopaminergicos en las diversas vías dopaminergicas, pero el grado de control difiere de una vía
dopaminergica a otra.

Interacciones serotonina – dopamina en la vía nigroestriada.


La serotonina inhibe la liberación de dopamina, tanto en el nivel de los cuerpos celulares
dopaminergicos como en el de los terminales axonicos dopaminergicos.

Así, en la vía dopaminergica nigroestraida la serotonina ejerce un fuerte control sobre la liberación
de dopamina debido a que se da en dos niveles. En el nivel de la inervación serotoninergica de la
sustancia nigra, los terminales axonixos llegan de la sinapsis del rafe con los cuerpos celulares y
las dendirtas de las células dopaminergicas.

En el nivel de los terminales axonicos, sin embargo, la interaccion serotoninergica con las
neuronas dopaminergicas puede darte por medio de la sinapsis axoaxonica o a traves del
neurotransmisor por volumen de la serotonina que se difunde a los terminales axonicos
dopaminergicos desde los terminales axonicos serotoninergicos cercanos, pero sin sinapsis
alguna.

Vía nigroestriada y la farmacología de síntomas extrapiramidales reducidos.


Al antagonismo 5HT2A revierte el antagonismo D2 en la vía dopaminergica nigroestriada. Cuando
la liberación de dopamina resulta potenciada por un antipsicóticos atípico través del bloqueo de
los receptores D2. Así, el antagonismo 5HT2A revierte el antagonismo D2 en la vñia
dopaminergica nigroestriada, la reducción o la ausencia de SEP y de discinesia tardía, dado que
existe una reducción de los receptores D2 EN ESTA VÍA.

En la vía dopaminergica nigroestrida revela que en los pacientes esquizofrénicos los


antipsicóticos atípicos se unen a menos receptores D2 en los ganglio basales que los
antipsicóticos convencionales con eficacias antipsicóticas comparables.

En la vía mesocrotial y la farmacológica de mejora de los síntomas negativos.


En muchas partes de la corteza cerebral predomina los receptores 5HT2A sobre los recpetores
D2. Así, en la vía dopaminergica mesocortical los antipsicóticos atípicos con propiedades ASD
tiene un efecto más profundo en el bloqueo de los receptores corticales 5HT2A, densamente
poblados – incrementando la liberación de dopamina. Que en el bloqueo de los receptores
corticales D2, escasamente poblados. Lo que da como resultado la unión de una considerable
cantidad de antagonistas 5HT2A y también una liberación de la dopamina.
El resultado es la liberación de la dopamina que vence de nuevo sobre el bloqueo de la dopamina
en esta parte del cerebro que debería favorecer la mejora de los síntomas negativos de la
esquizofrenia.

La hipótesis de que el déficit de dopamina n la vía dopaminergica mesocrotical es una de las


causas que contribuyen a los síntomas negativos de la esquizofrenia. Una dosis antipsicótica de
fármacos convencionales no bloquea los receptores 5HT2A de la corteza como se espera, ya que
dichos fármacos carecen de tales propiedades de unión pero que una dosis antipsicótica de un
antipsicótico atípico produce casi un bloqueo completo de los receptores 5HT2A de dicha zona.
Allí donde se bloquean los receptores 5HT2A se está liberando dopamina, lo cual explica en parte
porque los antipsicóticos atípicos mejoran los síntomas negativos mejor que los antipsicóticos
convencionales.

La vía tuberinfundibular y la farmacología de reducción de lahiperprolatinemia.


Existe una relación antagónica y recíproca entre la serotonina y la dopamina en el control de la
secreción de prolactina de las células lactroficas de la pituitaria. Es decir: la dopamina inhibe la
liberación de prolactina al estimular a los receptores D2, mientras que la serotonina favorece la
liberación de prolactina al estimular a los receptores 5HT2A. Así, cuando los receptores D2 son
bloqueados por un antipsicóticos convencional, la dopamina ya no se puede inhibir en la
liberación de prolactina, de este modo los niveles de prolactina se incrementan.

En el caso de un antipsicótico atípico, simultáneamente se da la inhibición de los receptores


5HT2A, de modo que la serotonina ya no puede estimular la liberación de prolactina. Esto tiende
a mitigar la hiperprolactinemia de bloqueo de los receptores D2.

En la práctica no todos los agonistas serotoninergicos dopiminergicos reducen la secreción de


prolactina en la misma medida y algunos de ellos no la reducen en absoluto.

Vía mesolimbica y la farmacología de mejora de los síntomas positivos.


El antagonismo por parte de la serotonina sobre los efectos de la dopamina en esta vñia no es lo
bastante fuerte como para causar la reversión de los receptores D2 por parte de los
antipsicóticos atípicos o para mitigar las acciones de los antipsicóticos atípicos sobre los síntomas
positivos de la psicosis.

Antipsicóticos atípicos: ¿varios fármacos únicos, o una clase integrada por varios fármacos?
Algunos antagonistas serotoninergicos dopaminergicos no poseen las propiedades clínicas
atípicos de los cinco antipsicóticos atípicos consolidados que ya mencione.

Asimismo, algunos fármacos con escasos SEP no son necesariamente antagonistas


serotoninergicos dopaminergicos. Además, cuando se administran en dosis altas, algunos
antagonistas serotoninergicos dopaminergicos empiezan a perder sus propiedades atípicas (por
ejemplo la risperidona). Por lo tanto, hay que considerar otros factores farmacológicos y clínicos
para poder comprender plenamente los diversos antipsicóticos considerado a típicos.

Los antipsicóticos atípicos no solo poseen crecientes acciones farmacológicas además de las
acciones ASD, sino que también presentan propiedades clínicas, favorables y desfavorables, a
parte de la limitada definición clínica de sus SEP reducidos y sus acciones sobre los síntomas
positivos de la psicosis.

Entre las propiedades adicionales favorables se incluyen la capacidad de mejorar los síntomas
negativos en los pacientes con esquizofrenia mejor de lo que pueden hacerlo los antipsicóticos
convencionales, la capacidad de causar un escaso o nulo incremento de los niveles de prolactina,
la capacidad de mejorar lo síntomas positivos en los pacientes esquizofrénicos resistentes al a los
antipsicóticos convencionales, la capacidad de mejorar el estado de ánimo y reducir el suicidio no
solo en pacientes con esquizofrenia, sino también en pacientes bipolares en las fases maniacas,
mixtas y depresivas de su enfermedad. Las propiedades clínicas adicionales desfavorables de
los antipsicóticos atípicos pueden incluir ganancia de peso, sedación, ataques convulsivos o
granulocitosis.

Cada uno de los principales antipsicóticos atípicos difiere de los demás en el grado en que han
podido establecer diversas características clínicas favorables y desfavorables en grandes
ensayos clínicos.

Por otra parte, los pacientes individuales pueden presentar respuestas muy distintas de la
respuesta media predicha a partir de los resultados colectivos de los ensayos clínicos, así como
respuesta muy distinta a uno de esos agentes en comparación con otros.
La idea de la sinergia entre múltiples mecanismo farmacológicos constituye la dase lógica de la
combinación de fármacos de distintas acciones terapéuticas en pacientes que no responde a los
diversos antidepresivos con mecanismos farmacológicos únicos.

Clozapina: el prototipo de los antipsicóticos atípicos, ya que fue el primero en el que se observó
que tenía muy pocos efectos secundarios extrapiramidales, cuando no ninguno.

La clozapina es uno de los 5 antipsicóticos que presentan estructuras químicas algo


relacionadas, también posee uno de los más complejos perfiles farmacológicos. Es el único
antipsicótico atípico que se reconoce como particularmente eficaz cuando han fracasado los
agentes antipsicóticos convencionales.

Se puede experimentar un “despertar” a un nivel casi normal de funcionamiento cognitivo


interpersonal y profesional y no solo una mejora significativa de los síntomas positivos de la
psicosis, por desgracia se trata de un acontecimiento bastante raro.

Esos despertares se observaron en raras ocasiones asociados también al tratamiento con otros
antipsicóticos atípicos, pero raramente, asociados al tratamiento con antipsicóticos
convencionales. El único fármaco antipsicótico asociado al riesgo de una complicación peligrosa y
con mayor riesgos de ataques convulsivos, especialmente en dosis elevadas. Pueden ser muy
sedantes, mayor ganancia de paso. Es el que mayores efectos secundarios tiene entre todos los
antipsicóticos atípicos.

En vista a la proporción riesgos/beneficio de la clozapina, en general no se considera a esta un


agente de primera línea para el tratamiento de la psicosis, sino solo una opción a tener en cuenta
cuando fallaron varios otros agentes. Es útil para sofocar la violencia y la agresión en los
pacientes difíciles, pueden reducir los índices de suicidios en la esquizofrenia y también la
gravedad de la discinesia, especialmente en periodos largos de tratamiento.

Risperidona: es especialmente atípica en dosis bajas, pero en dosis elevadas puede volverse
más convencional y si la dosis resulta demasiado alta pueden darse SEP. Las risperidona se usa
no solo en la esquizofrenia en dosis moderadas, sino también en afecciones en las que en el
pasado se utilizaban dosis bajas de antipsicóticos convencionales.

La risperidona es un agente sumamente eficaz para los síntomas positivos de la esquizofrenia, y


asi mismo mejora los síntomas negativos de la esquizofrenia mejor que los antipsicóticos
convencionales. Muestra niveles muy bajos de discinesia tardía con su uso a largo plazo, y así
mismo revela que algunos pacientes mejoran con la risperidona cuando fracasan los
antipsicóticos convencionales, aunque probablemente no tanto como lo haría con la clozapina.
Puede mejorar el funcionamiento cognitivo no solo en la esquizofrenia, sino también en las
demencias, mejorar el estado de ánimo en la esquizofrenia y en las fases tanto maniacas como
depresivas del trastorno bipolar y no bloquea los receptores histaminicos H1.

Olanzapina: es atípica y generalmente carece de SEP, no solo a dosis moderadas, sino


usualmente incluso en dosisis altas. Tiende a utilizarse en algunos de los casos más difíciles de
esquizofrenia, trastorno bipolar y otros tipos de psicosis, en los que se desea un buen control de
la psicosis sin que se produzca SEP, pero se requiere un tratamiento agresivo y puede ser muy
caro.

Carece de las extremas propiedades sedantes de la clozapina, pero puede resultar algo sedante,
la olazapina se asocia a las ganancias de peso, quizás debido a propiedades antihistamínicas y
antagonistas 5HT2C. No suele elevar los niveles de prolactina. Tiene una muy baja incidencia
tardía con su uso a largo plazo y es eficaz en los síntomas positivos de la esquizofrenia y también
mejora sus síntomas negativos mejor que los antipsicóticos convencionales.

Mejora el estado de ánimo no solo en la esquizofrenia sino también en las fases maniacas y
depresivas del trastorno bipolar, un tratamiento de primera línea para el trastorno bipolar, mejora
el funcionamiento cognitivo en el esquizofrenia y en la demencia.

Quetiapina: practicante no causa ningún SEP a ninguna dosis, ni tampoco eleva los niveles de
prolactina, por lo tanto tiende a ser el antipsicótico atípico preferido para los pacientes con
Parkinson y psicosis. También es útil en la esquizofrenia, bipolaridad y otros tipos de psicosis, en
los que presenta pocos efectos secundarios extrapiramidales.

Puede causar ciertas ganancias de peso, ya que bloquea los receptores histaminicos H1. La
quetiapina resulta eficaz para los síntomas positivos y negativos de la esquizofrenia. Puede
mejorar el estado de ánimo en la esquizofrenia y en las fases maniacas y depresivas del
trastorno bipolar, junto con el funcionamiento cognitivo.

Ziprasidona: presenta poco SEP y produce poco o ningún aumento de los nivles de prolactina. Su
principal característica diferencial dentro de su clase puede ser que parece mostrar muy poca
tendencia o ninguna en absoluto, a causar ganancia de peso, debido quizás a que carece de
propiedades antihistamínicas, aunque si tiene acciones antagonistas 5HT2C.
La ziprasidona es el único antipsicótico atípico que es antagónico 5HT1A y también inhibe la
recaptacion dentro de la serotonina como de norepinefrina. Acciones son protoserotoninergicas
como pronoradrenergicas lo que contribuye al comportamiento favorable de la ziprasidona en lo
que se refiere al peso, pero también predeciría a sus acciones antidepresivas y ansiolíticas.

Algunos pacientes mejoran con la ziprasidonas cuando fracasan los antipsicóticos


convencionales, aunque probablemente no tanto como lo harían con la clozapina. Resulta
sumamente eficaz para los síntomas positivos y también mejora los síntomas negativos de la
esquizofrenia. Algunos estudios sugieren que la ziprasodona podría mejorar el funcionamiento
cognitivo en la esquizofrenia, así como en la demencia.

Los antipsicóticos atípicos en la práctica clínica


4 hallazgos importantes:
1) Los antipsicóticos atípicos producen mucho menos SEP que los antipsicóticos convencionales y
no causan SEP alguno.
2) Los antipsicóticos atípicos reducen los síntomas negativos de la esquizofrenia mejor que los
antipsicóticos convencionales pero esto puede deberse a tanto que no empeoran las cosas como
a que realmente reduzcan los síntomas negativos.
3) Los antipsicóticos atípicos reducen los síntomas afectivos en la esquizofrenia y en los trastornos
relacionados con la depresión resistente al tratamiento y en el trastorno bipolar, donde los efectos
del tratamiento parecen ser bastante sólidos.
4) Los antipsicóticos atípicos posiblemente pueden reducir los síntomas cognitivos en la
esquizofrenia en los trastornos relacionados como la enfermedad.

Los diferentes antipsicóticos atípicos pueden tener efectos clínicamente diversos en distintos
pacienes, a diferencia de los antipsicóticos convencionales que por lo general presentan los
mismo efectos clínicos en diferentes pacientes.

Las dosis óptimas sugeridas por los ensayos clínicos a menudo no coinciden con las dosis
optimas utilizadas en la práctica clínica, resultando demasiado elevadas para algunos fármacos
demasiados bajas para otros.

Es posible que los antipsicóticos atípicos no funcionen tan rápido como los antipsicóticos
convencionales en los paciente extremadamente psicóticos, agresivos o agitados que requieran
sedación y un fármaco cuya acción de inicie cabo de unos minutos, para tales pacientes, los
antipsicóticos convencionales o las benzodiacepinas sedantes pueden resultar útiles como
coadyuvantes o sustitutivos.

Muchos pacientes reciben dos fármacos antipsicóticos a veces, esto es racional y justificado, y
otras no.
Uso de los antipsicóticos atípicos para los síntomas positivos de la esquizofrenia y los trastornos
relacionados.

Los antipsicóticos atípicos se convirtieron en un tratamiento de primera línea, tanto para episodios
agudos como de mantenimiento, para lo síntomas positivos de las psicosis, no solo en la
esquizofrenia, sino también en las fases maniacas agudas y mixtas maniaco. Depresivas del
trastorno bipolar; en la psicosis asociadas a alteraciones del comportamiento en trastornos
cognitivos como la enfermedad de Alzheimer, Parkinson y otras enfermedades orgánicas, y en los
trastorno psicóticos en niños y adolescentes.

Una situación en la que continua el uso de los antipsicóticos convencionales es cuando se da un


entorno agudo en los pacientes que no cooperan, donde puede ser preferible un solo fármaco con
una acción de inicio rápido, sino también una formulación de posología intramuscular.

Otra situación en la que continua el uso de antipsicóticos convencionales en pacientes que no


cumplen las pautas.
Uso del tratamiento atípico para tratar los trastornos del estado de ánimo en la esquizofrenia y los
trastornos relacionado
Aunque el efecto mejor documentado de dicho fármacos consiste en reducir los síntomas
psicóticos en la fase maniaca aguda del trastorno bipolar, está claro que esos agentes también
estabilizan el estado de ánimo y pueden ayudar en algunos casos más difíciles, como los
marcados por ciclos rápidos y estados maniaco – depresivos simultaneo mixtos que a menudo no
responde a los estabilizadores del esto de ánimo y empeoran con los antidepresivos.

Los antipsicóticos atípicos disfrutan de un amplio uso para el tratamiento de aquellos síntomas de
depresión y ansiedad en la esquizofrenia que resultan problemáticos aunque no lo
suficientemente graves para alcanzar el umbral diagnóstico de un episodio depresivo mayor o un
trastorno de ansiedad; en esos casos los antipsicóticos se utilizan no solo para reducir dicho
síntomas, sino con la esperanza de reducir también los índices de suicidio, que tan elevados
resultan en la esquizofrenia. También pueden ser útiles tratamientos coadyuvantes de los
antidepresivos para el trastorno bipolar en pacientes no psicóticos cuando fracasaron varios
antidepresivos.

Uso de los antipsicóticos atípicos para los síntomas cognitivos de la esquizofrenia y los trastornos
relacionados
La gravedad de los síntomas cognitivos se corresponde con el pronóstico a largo plazo de la
esquizofrenia. Los antipsicóticos atípicos pueden mejorar a cognición en varios trastornos, y lo
hacen independientemente de su capacidad para recurrir los síntomas positivos de la psicosis.

En la esquizofrenia, puede haber mejoras en la fluidez verbal, el aprendizaje en serie u el


funcionamiento ejecutivo. En la enfermedad de Alzheimer, puede haber mejoras en la memoria y
en el comportamiento.

Uso de los antipsicóticos atípicos para los síntomas negativos de la esquizofrenia


Los síntomas negativos de la esquizofrenia constituyen un rasgo único. Cualquier mejora en los
síntomas negativos que se pueden obtener por medio del tratamiento con antipsicóticos atípicos
es importante, ya que el resultado a largo plazo de la esquizofrenia se encuentra más relacionado
con la gravedad de los síntomas negativos que con la gravedad de los síntomas positivos.

Da métodos para mejorar los síntomas negativos a corto plazo. Primero, lo síntomas negativos
secundarios a los antipsicóticos convencionales se pueden reducir inmediatamente
sustituyéndolos por antipsicóticos atípicos. Segundo, los antipsicóticos atípicos mejoran los
síntomas negativos.

Uso de los antipsicóticos atípicos para tratar la hostilidad, la agresión y el escaso control de
impulsos en la esquizofrenia y los trastornos relacionados
Los pacientes esquizofrénicos pueden mostrarse hostiles y agresivos consigo mismos, con le
persona, con la familia y con propiedad,

Esto puede adoptar diferentes formas de intentos de suicidios, automutilaciones, escaso control
de impulsos, abuso de drogas, agresión verbal, física y/o conducta amenazadora, y es posible
que no se correlación directamente con los síntomas positivos.

Tanto los antipsicóticos convencionales como los atípicos reducen dicho síntomas pero existen
muchos más estudios sobre la hostilidad y a agresión en las enfermedades psicóticas.

Polifarmacia antipsicótica y gestión de la resistencia al tratamiento en la esquizofrenia.


Los pacientes esquizofrénicos normalmente responden al tratamiento con un solo fármaco
antipsicóticos, mejorando sus síntomas positivos al menos un 30-40%, según las clasificaciones
estándar.

Los antipsicóticos convencionales pueden también ser útiles para efectuar rellenos periódicos en
los pacientes que reciben terapia de mantenimiento a base de antipsicóticos atípicos y
experimentan brotes de agresividad, permitiendo también de ese modo un alivio más rápido y
más sólido de los síntomas que con una dosis adicional del antipsicótico atípico de
mantenimiento.

La utilización de dos fármacos antipsicóticos parece ser uno de los fenómenos más prácticas y
menos investigados de la farmacología.

Los pacientes deprimidos se recuperan con frecuencia los pacientes esquizofrénicos raramente
alcanzan el bienestar independiente del fármaco o la combinación de fármacos que se les
administre. Así, las actuales pautas de tratamiento sugieren que el mantenimiento de los
pacientes antipsicóticas atípicos se deberían llevar a cabo con moderación y cuando falla lo
demás y solo cuando se demostró que resulta beneficioso.

Otros antipsicóticos, y antipsicóticos puros.


El pasado como prólogo de los antipsicóticos futuros
La zotepina, al igual que la clozapina, existe un mayor riesgo de ataques convulsivos,
especialmente con dosis elevadas, aso como ganancia de peso y de sedación. Sin embargo,
todavía no hay evidencias claras de que la zotepina sea tan eficaz como la clozapina para los
pacientes que no responde a los antipsicóticos convencionales.

La loxapina es otros ASD con una estructura a fin a la de la clozapina aunque con propiedades
farmacológicas únicas y presenta un perfil antipsicótico totalmente convencional, incluyen SEP u
aumento de los niveles de prolactina. Podría resultar algo atípico a dosis mucho más bajas de las
que usualmente se administran y normalmente no causa ganancia de peso e incluso pueden
producir pérdida de peso. Uno de sus principales metabolitos posee propiedades de bloqueo de
la recaptacion noradrenergicas, lo que sugiere posibles acciones antidepresivas.
El sertindol es otro ASD, no casusa ningún SEP A ninguna dosis y raramente incrementa los
niveles de prolactina. También causa menos ganancia de peso que la mayoría de los demás
antipsicóticos u la ziprasidona, no bloquea los receptores de histamina, aunque si los receptores
5HT2C. Resulta eficaz para los síntomas positivos de la esquizofrenia. Y mejora los síntomas
negativos de este trastorno.

Nuevos mecanismo neurotransimisores distintos de la serotonina y la dopamina en las


estrategias terapéuticas de la esquizofrenia.
- Antagonista sigma: se asocia a las acciones del agente psicotomimetico fenciclidina y a la
actividad del subtipo N-metil-D- ASPARTATO. De los receptores glutaminergicos.
- Antagonistas cannabinoides: reduce la actividad de las neuronas dopaminergicas mesolimbias en
los modelos de animales, lo que supone que sugiere acciones antipsicóticas en la esquizofrenia.
- Antagonistas de la neurotensina: es un neurotransmisor peptídico, localizado junto a la dopamina
en la vía dopaminergica mesolimbica, aunque su concentración es mucho menos en las vías
dopaminergicas nigroestriada y mesocortical.
- Colecistoquinina: se encuentra localizada junto a las neuronas dopaminergicas no es claro si
ayuda o no en la esquizofrenia.

Futuras quimioterapias de combinación para la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.


No es difícil entender porque la mayoría de los proyectos de desarrollo de fármacos para la
psicosis se centran en un solo mecanismo patológico con la finalidad de descubrir la principal
terapia para ese trastorno en concreto. En realidad, probablemente resulte demasiado simplista
concebir los trastornos con rasos psicóticos como el producto de un único mecanismo.

Otras enfermedades como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o la enfermedad de Alzheimer no


solo tienen rasgos psicóticos sino también una dimensión conductual, afectivos, cognitiva y
neurodegenerativa, es difícil imaginar cómo estos complejos trastornos podrían deberse a una
sola entidad que actuara por medio de un solo mecanismo farmacológico.

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