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COMUNICACIÓN INTERAURICULAR (CIA)

Definición:
La CIA es un defecto del tabique interaurícular que comunica las dos aurículas
permitiendo el flujo sanguíneo entre ellas. Estos defectos pueden estar localizados en
cualquier sitio del tabique interauricular, siendo el más frecuente la región del foramen
oval (alrededor del 70%). Debe tenerse en cuenta que esta patología es muy difícil de
diagnosticar en los primeros días de vida, cuando el defecto es pequeño, porque se
puede confundir con un foramen oval que es normal a esta edad, sobre todo si hay
retraso en la disminución de las resistencias pulmonares como ocurre al nacer a
grandes alturas sobre el nivel del mar o cuando, secundario a un problema pulmonar
en el recién nacido, hay aumento de las presiones pulmonares; en ambos casos se
distiende el tabique interatrial, lo que lleva a distensión del foramen oval, que lo hace
indistinguible de una verdadera comunicación interatrial pequeña. (1)
Fisiopatología:
Debemos iniciar el análisis del aspecto fisiopatológico refiriéndonos al foramen oval, lo
cual es muy importante en el período neonatal porque, dependiendo de las presiones
pulmonares, puede originar un cortocircuito de izquierda a derecha, de derecha a
izquierda o biauricular, lo que lo hace difícil de diferenciar en el período neonatal de
una verdadera comunicación interauricular. (1,2)
Las genuinas comunicaciones interauriculares originan un cortocircuito de izquierda a
derecha cuyo establecimiento depende de la capacidad de distensión del ventrículo
derecho en relación con la del izquierdo y, por lo tanto, del grado y velocidad de la
disminución de las resistencias pulmonares. Por ello podemos decir que es un
“cortocircuito dependiente”. Una vez bajan las resistencias pulmonares, y dependiendo
de la capacidad de distensión del ventrículo derecho, comienza a establecerse el
cortocircuito, ello explica por qué a grandes alturas sobre el nivel del mar esto ocurre
más tardíamente. Esta es la razón por la cual la comunicación interatrial no se
manifiesta sino después de la lactancia, y es excepcional que se produzca una
insuficiencia cardíaca congestiva en los dos primeros años de vida, aunque puede
ocurrir cuando el defecto es muy grande. Al establecerse el cortocircuito de izquierda
derecha, dependiendo además del tamaño del defecto, se originará una sobrecarga de
volumen de cavidades derechas y un aumento del flujo a los pulmones, con la
consiguiente dilatación del tronco y las ramas de la pulmonar. Al estar el tronco de la
pulmonar y el ventrículo derecho dilatados, resultará una estenosis relativa de la
válvula pulmonar, donde se producirán turbulencias sanguíneas, las cuales originan el
soplo característico de la CIA, que es un soplo eyectivo originado en la válvula
pulmonar.
Por otra parte, el escape de flujo a través de CIA a las cavidades derechas disminuye
el flujo al ventrículo izquierdo y a la aorta, lo cual puede dar origen a una ligera
disminución del tamaño de estas dos estructuras. La sobrecarga de volumen de las
cavidades derechas da origen a un retraso de la eyección del ventrículo derecho y, por
lo tanto, al cierre retrasado de la válvula pulmonar, lo que se manifiesta en el
desdoblamiento permanente del segundo ruido. De acuerdo con el tamaño de la CIA y,
por lo tanto de la cantidad de flujo que pase a los pulmones, se instaura un cuadro de
hipertensión pulmonar con cambios vasculares arteriolares, lo cual es mucho más
lento que lo que ocurre con la CIV y el ductus, pues es excepcional verlo antes de la
segunda o tercera décadas de vida. (1)
Presentación clínica:
Este defecto es más frecuente en el sexo femenino (2:1) y, por las razones
mencionadas en la fisiopatología, se comprende que estos pacientes nazcan normales
y puedan pasar como tales por meses e incluso años, hasta cuando en un examen
clínico por otra causa se les detecta un soplo, y una vez estudiado se hace el
diagnóstico. (1,2)
En el primer año de vida puede auscultarse un soplo al que no se le dé ninguna
importancia, pero si encontramos soplo eyectivo en el segundo espacio intercostal
izquierdo, junto con el desdoblamiento permanente del segundo ruido, puede pensarse
que el paciente padece una CIA. Ocasionalmente, cuando hay una CIA grande y una
disminución muy rápida de las resistencias pulmonares, puede producirse insuficiencia
cardíaca, pero esto es poco frecuente, y solo hay unos pocos casos descritos. (1,2)
Esta patología generalmente se descubre después de los dos años de vida por medio
de los siguientes hallazgos:
a) Observación: Como toda cardiopatía con cortocircuito de izquierda a derecha,
inicialmente no hay cianosis; en cambio, estos pacientes tienen como
antecedente importante el padecer problemas pulmonares a repetición;
además, se encuentran con algún grado de hipodesarrollo, de acuerdo con el
tamaño de la CIA, tomando un aspecto grácil.
b) Palpación: Hay hiperactividad del ventrículo derecho tanto en el tercio inferior
como en el superior y excepcionalmente puede encontrarse frémito en el
segundo espacio intercostal izquierdo con línea paraesternal, pero en estos
casos debe descartarse una estenosis pulmonar leve asociada.
c) Auscultación: Los ruidos cardíacos son rítmicos con el segundo ruido
desdoblado en forma permanente, lo que se debe a la sobrecarga de volumen
del ventrículo derecho y, por lo tanto, al retraso del cierre de la válvula
pulmonar; además, hay reforzamiento no muy acentuado del componente
pulmonar del segundo ruido, pero ello depende del grado de hipertensión
pulmonar que exista; en el segundo espacio intercostal con línea paraesternal
izquierda se encuentra un soplo eyectivo, originado en la estenosis relativa de
la válvula pulmonar. (1)
Complicaciones
Es posible que una comunicación interauricular pequeña no cause ningún problema.
Las comunicaciones interauriculares pequeñas se suelen cerrar durante la infancia.
Las comunicaciones interauriculares más considerables pueden causar
complicaciones graves, (2) como las siguientes:

 Insuficiencia cardíaca derecha


 Arritmias
 Accidente cerebrovascular
 Muerte prematura
 Hipertensión pulmonar

La hipertensión pulmonar puede causar daño pulmonar permanente. Esta


complicación, llamada síndrome de Eisenmenger, suele desarrollarse a lo largo de
muchos años y se produce de forma poco común en personas con comunicaciones
interauriculares considerables. (2)

Tratamiento
Indicaciones:
El cierre de la CIA está indicado cuando hay evidencia de sobrecarga de volumen del
ventrículo derecho, y desde el punto de vista hemodinámico se considera que debe
hacerse la corrección en pacientes con QP/QS > o igual 1,5.
En general, la edad aceptada para hacer el cierre de la CIA está entre tres y cinco
años, pero podría hacerse a más temprana edad, teniendo en cuenta los avances
actuales en perfusión y protección miocárdica, que pueden garantizar unos muy
buenos resultados. Los defectos tipo ostium secundum amplios, y tipos seno venoso y
seno coronario tienen muy pocas probabilidades de cerrarse espontáneamente
después del primer año de vida. Retardar la corrección en este grupo de pacientes
hasta los tres o cinco años no ofrece ventajas para el paciente, su familia, ni para el
cirujano, y por esta razón pueden operarse al final del primer año de vida. En el grupo
específico de los infantes, el cierre está indicado en todos los pacientes sintomáticos.
(1)
Un grupo que merece especial atención es el de los pacientes con hipertensión
pulmonar fija y resistencias pulmonares elevadas (> 8 U. Wood/ m²). Estos pacientes
pueden ser operados con el objeto de mejorar su clase funcional y posiblemente
mejorar la supervivencia.
En el momento actual existen dos formas reconocidas de tratamiento de la CIA: el
cierre quirúrgico y el cierre percutáneo con dispositivos. (1)
Cierre quirúrgico
Técnica: La vía de acceso puede ser:
1. A través de la línea media con esternotomía mediana (forma convencional);
2. Por pequeña incisión mediana con apertura parcial (tercio distal) o total del
esternón o
3. se puede abordar a través de una toracotomía anterolateral derecha.
La cirugía se realiza con circulación extracorpórea, haciendo canulación de ambas
venas cavas en forma selectiva y en bypass total. La administración de cardioplejía es
importante para dar protección miocárdica y tener un campo quirúrgico adecuado. El
procedimiento se realiza en normotermia. Inicialmente se debe evaluar la apariencia
externa del corazón para descartar la presencia de una vena cava superior izquierda
que amerite canulación selectiva, o la presencia de drenajes venosos anómalos
parciales de venas pulmonares que se asocian con frecuencia y pueden determinar
cambios en el plan quirúrgico. (1)
Antes de hacer la corrección, se debe tener en cuenta la localización del nodo AV y la
de la válvula de Eustaquio, así como el drenaje de las venas pulmonares, para evitar
los bloqueos del sistema de conducción y la creación iatrogénica de drenajes venosos
anormales con la colocación del parche. También es fundamental hacer la evaluación
de las válvulas mitral y tricuspídea en los casos que se haya detectado insuficiencia
valvular moderada o grave en el ecocardiograma preoperatorio con el fin de planear su
reparación antes del cierre del defecto septal interauricular. (2)

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
1. Gabriel F. Díaz Góngora; Carlos Fragoso Cuello; Lucía Gordillo Tobar.
Cardiopatías congénitas en niños. Cardiología Pediátrica. Capítulo XV. 1272 –
81. [Citado el 16 de abril del 2022]. Recuperado desde: https://scc.org.co/wp-
content/uploads/2012/08/capitulo15.pdf
2. Arbeláez Eslait SA, Esmeral Atehortúa KK, Peluffo Vergara S. Comunicación
Interauricular. Pediatr. 2020;53(3):115-119. [Citado el 16 de abril del 2022].
Recuperado desde: file:///C:/Users/yarel/Downloads/157-Texto%20del%20art
%C3%ADculo-1801-1-10-20210223%20(1).pdf

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