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Victor Morla La Biblia por fuera y por dentro Literatura y exégesis EDITORIAL VERBO DIVINO Avda. de Pamplona 41 31200 Fall (Nase) torial Veto Divino ‘vena de Pamplona 4 $1300 Bsa Cara) ap ‘Telfono: 948 95.631 Far 948 554506 Inenet hin wneserbavinos Email ederim Morivo de ponds: Bibi Plies de Amberer © Fair Verbo Divino, 2005. © Vitor Mola Asso. pres en Espasa. Printed Spin Inmpresin GaphyCms, Villar (Nava) Depésio legal NA. 2776-2008. ISBN 84-8169.539-4 sony saab am Deicide a mi care y ami sange: Emilia Sinchez ‘Aurora Mosls Fonso Morls Introduccién EL presen libeo pretende esata dl olvido o del descono- cimiento una serie de ariculos que han ido aparecendo duran- te casi una década en revistas bilias especializadas o de alta divulgacién. Dado que nuestra memoria tiene insospechados limites, sobre todo 2 cera altura de una ajeteada exsencia, snumeross colegas me han animade a esta publicacién, tenien” do en cuenta que un articulo editada en una revista siempre es rns proclvea ser objeto de lx amnesia que si estuvese publica dio en un libro que sempre se tiene a mano. Ouos colegas me han insinuado 9 instado esta publicacion por ota azn mis simple: desconocian la existencia de este 0 aguelarticulo, quizd porgue a revista que se habia hecho cargo de su divulgaci6n no lo suficientemente conocida o no ext al alcance del gran piblico. Por una u ott raz, 0 quizd también por evtar las peigros de a holgavza (ef. Pro 24,30-34), he dedicado una temporada a cfecuarextarecopilacin. La seleecidn no ha sido a2aros, sino fruto de un plan bien meditado. No pretendo que ese libro haga las fanciones de un vcajén de sastes, de un bail donde vaya a pana, sin orden ai concierto, el Frito de meses de trabajo. No. Tio seria una forma inmodert de dsshogo. La sleeion de ar tielos que he lvado a cabo ha servido para -zllenar> un exque- sma formulado mencalmente desde hacia tiempo, un esquema aque responce, en definiciva, a numerosss preguntas que conti fuamente me formalo sobre el alcance de nuesteo conocimien- {0 del texto biblico y sobre las claves de que dsponen los lecro- 8 a Bibl por fae por ders res asiduos de la Biblia, no slo para sentenders el libro sagrado, sino para saboreario en sus repliegucslitearios y en sus exquisi ‘as formulaciones. Con frecuencia olvidamos que la Biblia es un ‘exto, un tejido multicolor urdido con numerosos hilos de dis Linto calibre y longitud. En ocasiones los colores se difuminan; ‘otras veces sozprende el cambio brusco de tonalidad; no es extra- fio encontrar nudos en el wjido; por alguna parte parece estar roto. jY que escasa capacidad de contemplacidn tenemos! Nos urge la idea de wentenders, de ah{ que con frecuencia devoremos cl manjar biblico sin contemplaciones, con prisas, sin detener- nos a ver emo esté guisado, qué especias se han wtilizada, qué salsa, el primor con que ha sido presentado...y mucho menos ‘nos paramos a dirigi una sonrisa de complicdad o una mirada de agradecimiento al lluste sanfitridn. Leems y leemos, pero ‘no interpretamos. Creemos entender, pero nos engatiamos, _ncapacidad o vicioinveterado? zAmbas cosas? No sé sila culpa del callején sin salida en el que nos intro- en fa literatura sapiencial). Labor dela critica de los géneras es rastrear esa evolucién en conexién con la historia politica y teligiosa de Israel. La erties de les radiciones sia los textos en las cortcntes de traicin, de las cuales procura prcisar la evolucin en cl caso de la historias (p34) Pongamos como ejemplo la tadi- cién de Aarén, Este peroonsje aparece ya ene libro dl Exodo, junto con Moiss, ejeriendo funciones de supremo sicerdoce. ‘Un estudio critica de esta tradicin llega ala conclusion de que Ja figura de Aardn en la historia de Moisés no es original Aarén no es mencionado en los textos indudablemente mis amtiguos del Antiguo Testamenta. La profecia parece ignoralo Le ii np api ce comely niece 33, Sélo estércacionado con textos del periodo postextlica. Esa inchsin de la figura de Aarén en las tradiciones del éxodo es frato de las actividades Kteravias del sacerdocio aarénida post enilico, que tenfa interés no sélo en legitimar su propio ace dacio, sino en presentalo como algo reacionada con los genes mismos del pucblo de Israel. Ouro tanto cabriadecie de las eadiciones relaivas ala alianza, quc, aunque en el rexco biblico se hacen remoncar a Abin y, sobre todo, a Mois rno son mencionadas (con base textual auténtiea y expicia) hasta Jeremias La erica dela redaccincesedia las moditcaciones que los ext han suffido antes de quedar fjados en su estado Final y analiza ese estadio final. Mientras ls etpas precedentes han procurado explicar el texto por su génesis,en una perspectiva diacrénica, esta hima etapa se concluye con un estudio sine crénico: se expica all el rexto en sf mismor (p. 34). Pongamos el ejemplo de Gen 22, Ante este capitulo del Genesis, la eritica lierara se contenta probablemente con decit que, desde el punto de vista de estilo y contenido, se tata de una pericopa ‘ntocucidasubrepriciamente en las sagas patircaes; Que ise prescinde de ella, el cielo de Abrahin-lsauc no sufre deteriora narrative. Y que es una narracién en la que se periben al ‘menos tres fuentes: Yabvsta (J), Elohista (E) y Sacerdoral (P). En efecto, podemos pasar limpiamente del cap. 21 al 23: de la supresién del obstéculo que consituye Ismael en la linea suce- soria al anuncio de la muerte de Sara, Sin embargo, la eriica de la redaccion del ciclo pacciareal observa la importancia que tiene la promesa de descendencia (Facilitada por la eftcalite- ratia) en los relatos patriarcales , dado que Gen 22 nos habla de esa promesa, justo es decir que, desde el punto de vista redaccional,estéperfectamence legitimada la presencia de Gen 22en el ciclo patiarcal. La promesa es como un hilo en el que se engarzan las joyas narratvas de los relatos patrarcales. Es decie, que Gen 22 Fue incorporado al libro del Génesis proba- blemence al tiempo que se afadia la segunda aparicién del Angel del Sefior con la promesa (Gen 22,16-18) Su inelusin, u ib fee pues, iba avalada por la mencién de la promesa Sin &sta no ten- dia sentido Gen 22,1-14.19. 3: Métodosliterarossinerbnieas El Documento menciona entre &tos: el anilisis recérico, e aniliss narrativo y el andlisis semidtico, "Numerosos studios biblicos recientes han adoptado el and iis retiric. En este debito hay «ces acercamients diferentes: EL primero se apoya sobre la recérca clisica grecodatina; segundo se preacupa de los procedimientos semiticos de com- Posicin; el ercero se inspira en las investigaciones modernas Hlamadas ‘nueva rectal» (p. 37) El primer acereamiento, el de la retérica discs, exh pericltando en el Ambo del Anciguo TTestamento: este modelo de retérica apenas influyé en la fitera- ura biblica (algo en el libro de la Sabidura). En el Nuevo ‘Testamento ha djado en cambio su hula (sobre todo en la ite- satura paulina); no en vano se cata de un corpus lterario nac- doen pleno apogeo de la cultura elen(stico-romana. Pr lo que respecta al Antiguo Testamento, a ratase de textos nacidos en tuna alta semi, lo mas adecuado es estudiarlos ala lz de la propia retérca de esa érea geogrfica. La cultura semica acusa ‘un gusto pronunciado por las composicionessiméticas, gracias alas cuales se extablecen relaciones ener los diferentes elemen- tos del texeo, El estudio de miiltples formas de paraelismo y de ‘ottos procedimientos smiticos de composicion deberia permi- tir disernir mejor la estruccraliteraria de los textos y llegar asi “una mejor comprensin de su mensaje» (p. 38). Pongamos wn ejemplo inofensivo para percibi Ia impor- tancia del parlelismo hebreo. En previsin de la entiada en Jerwslén, los evangelistas Marcos y Lucas dicen que Jesis mand6 ‘raer un bortico (Me 11,2; Le 19,30). Respecto al mismo hecho, Mateo habla de sna borticaatada, con un polling» (Me 21,2), cea paca confirmar el hecho un texto del profera Zacalas (9,9): «Mira a eu rey que llega, humilde, montado en un asno, cn un polling hijo de acémilas. Mateo entendié que Zacarias hablaba de dos animales na butra con su cxf. No advirié que, Le ib mpi ymin comunidad y vce 35, segin ls téonicas de la poesia hebrea, se trataba de un solo ani- ‘mal mencionado dos veces en paraelismo sinonimico. Parece aque el evangelista Juan si advieci esta circunstancia, Por eso, a ‘mencionar un solo animal, no tuvo mas remedio que recortar la cita de Zacaras para evirar confusiones: «Mira atu rey que viene ‘montado en un borricor (jn 12,15). Suprimié ven un bortico hijo de acémil. La nueva retérica no se centra tanto en ls andlisis formales cuanto en la eficaca del uso del lenguaje para comunicar una conviceién. Se trata de un método sumamente dl, pues hay que tener en cuenta que vla Biblia no es simplemente un enunciado de verdades, Es un mensaje dorado de una funcién de comuni- cicidn en un cierto contexto, un mensaje que comporta un dina ‘mismo de argumentacién y una estrategia rerérica»(p. 39). Liegados a este punto conviene hacerle una advertencta al Documento, que ha pasado por alto un campo de investigacién {que yaesté dando inmejorables frutos en exégesis: el andi poe. rico. Al tiempo que se multiplican los estudios de poesia hebrea cn la actuslidad, seesté poniendo de manifesta la importancia de este catamiento textual pata la comprensién del mensaje bilico. Estudiar las figuras de estilo, las estructuasliterarias, los anificios retérioos y hasta el material sonoro de un poema a0 sélo ayuda a descubrir as caracteristicas peculiates del poeta en ‘cuestin, sino a percibiren una haz ms clara y directa el conte- nido de su mensaje, El analss narrativo se centra fundamentalmence en ol andli- sis de relatos, Aunque existen diferentes mézodos, hablar de sandlisis narrativow o de ecritica narcativay hace referencia bisi- ‘amente a la «nazratologia» moderna, particularmente atenta a fos elementos del texto que conciernen a: la intriga (pla), los personajes y el punto de vista del narrador. El andlsisnartati- vo estudia ef mado en que se cuenta una historia para implicar al lector en el rmundo del relate! y en su sistema de valores (p. 40). Sein el Documento, la teflexién teoldgica sobre las con- secuencias que comporta para la fe la exégesis natrativa tiene % ibe ee auténticas dimensiones pastoraes. «Se pide ala exégesis nara va rehabiltar, en contextos histricos nuevos, los modos de comunicacin y de significacién propios del relato biblico... Se insiste sobre la necesidad de ‘narrar la salvacién’(aspecto ‘infor mativo' del relato) y de ‘narrar en vista a la salvacion’ (aspect ‘performativo). El relato biblico, en efecto, contiene explicita 0 implicitamente,segin los casos, una llamada existencal divigi- dda al autor (p. 41), Por poner un ejemplo de aspecto perfor mativo del rato, digamos que la teologia de la iberacién cons- tituye el aspecto performativo de la narracién de la salvacién, en el Giodo en particular y en toda la Biblia en general Tambign el andi semidrco se caracteiza fundamentalmen- te por la sincronia, Este método, que en sus comienz0s e deno- mind con el término genérico de eestrucuralsmon, comenzé a set adoptado en el campo biblico a través de la obra del linge ta francés A. Greimas. Enel campo biblico pueden consultarse varias obras. Sega el Documento (al que sigo muy de cerca) los princpios de ese andlisis son los siguientes: a) Principio de inmanencia cada texo, como lo indica su etimologia, &s un tcjido de signos lingisticos que forman un todo significative inmanente. La prictica de este principio no recurre a datos sexternos» (autor, destnataros, verficacin del contenido del relato, proceso histérico de su composicién). Se toma el texto tal cual. b) Principio de exructura del senda: el sentido no exis- ‘tems que por la telacin y en la rclacién, especialmente la rela- cin de diferencia. En una obra iteraria el sentido raramentees matizado. Analizar un texto desde este principio consste en determinar su tejido de eclaciones sgnificativas. ) Principio de Ja gramatica del texte: todo texto respeta na decrminada vgra- miticas, un certo nimero de reglas yestructras internas que le son propias. En un conjunto de frases, lamado «discuso>,exi- ten diferenes niveles, cada uno con st respectva pramitica A. Gems, Sonic crear (Mai 1968. Peo cose pone el de D. Mg, em: Eyed emi ie namie ara 1978), a Bi arpa y min na comaniad yl 3) Diferentes nivles de un texto: a) Nivel naratve se extudian sas tansformaciones que permiten pasar del estado inicial al ‘estado terminal. Dentro de un itinerario narrativo! (constituido por diferentes etapas o fase), cl andlsis procura descubrir las versa fases (en conexién estructural) que sefalan el paso de tuna etapa a otra, la transformacién dewun estado en otro dife- rente. En cada una de estas fases se precsan las relaciones entre los’ papeles'asumidos por los ‘actantes’ que determina os esta- dos y producen las trnsformacioness (ef. p. 43). vltineatio narrativos es el desarrollo del «plow, desde el planteamieneo de la situacin hasta su desenlae. En el tinerario van apareciendo distintosactores (con sus respectivasereaciones de situaciones y| de nivel de discurso), que van creando transformaciones en el texto, Pongamos un ejemplo, En la historia de José (Gen 37-50) se percibe esa eparcién de personajes que, com sus intervencio- nes, hacen progresr al relato: Jud, con su propuesta de vender a José alos ismacias, que lo aejan del escenario palestino (67,26-29) el recuso que se acuerda dela sabiduria de José para intespretar suefios (41,9-14.39-41); la presencia de los herma- snosen Egipto (42,1-7a) ete b) Nivel dicwrsivo, Este nivel implica tes operaciones: (2) ienificacion y clasficacién de las figuras. Se trata de los ele- rmentos de significacién de un texto: actores (en la historia de José: Judi, copero mayos, faraén, Benjamin, ete.), tiempos (juventud, madurer, ancianidad y' muerte de José) y lugares (alestina, Egipto, nuevamente Palestina); (b) extablecimiento de los itineraios de cada figura del texto; (<) bisqueda de los valores tematicos de las figuas. Cada figura estéen relacién con un determinado voeabularo, ciertos centros de interés, com- portamientos peculiar. Ocurre como en la épera. Cuando Puccini, por ejemplo, escribié Bohime, se preocups por dotar a 1a figura de Mimi de un tema musial determinado, que con- nota al personaje sus ucesvas vivencias. Cuando el expectador o-eloyenteescucha dicho tema en el acto teroero, sabe que entta en escena Mim. Lo mismo que en la dpera hay que idenifcar Jos temas musicales que descrben a veces alos personajes, en un ey Bil lie texto habré que determinar sen nombre de qué valor» siguen dererminado itineraro sus figuras ©) Nivel ligico-soméntico, sel nivel profundo, més abstrac- ‘co, Implica el postulado de que las organizaciones deducidas en los niveles anteriores (narrative y discursivo)sieven de base alas formas logicasy signifcativas del discurso. Pero volvamos a la historia de José. En ella contamos con una trama bien definida, ‘con diversos atores con sus respectivositineraios, que se mu vven por valores peculiares; con lugares (Palestina-Egipto) ytiem- pos (sucesivos viajes) perfectamente delineados, Si nos adentea- ‘mos en el nivel ldgico-semdntico, observamos con claridad la Jimporancta significativa, en la estructura de conjunto, de los vetbos wsubiry ebajar, que construyen un eje semntico fan- damental. Primero estén las sucesiva «subidasey ebajadase entre Egipto y Palestina, Ese itinerario geogrifico esti eonstruido paralelamente al itinerario espiritual y social de José (y de sus hhermanos). José era casi el més pequefo (aspecto de bajeza») aunque el afecto de su padre lo habia «elevado» por encima de sus hermanos. Este rango eclevadow se manifiesta en sus sueios de grandeza. A partir de aqui, José empieza a bajars: baja en el afecto de sus hermanos; baja al pozo; baja al ser vendido a los ismacltas (pierde la condicién de hombre libre); baja a Egipeo; allt baja a la ciel. Es un continuo proceso de de-gradacién Pero su religiosidad (stemeroso de Diose: un importante irine- rario personal) le va ayudando a vsubirs, hasea converttse en el visir de Fgipto, Finalmente, José pide asus hermanos que, cuan- do muers, suban sus huesos a Palestina. Hemos escogido dos signos linglisticos en expresién polas, pero exsten otros ‘muchos. Por ejemplo, la Fancién que enen en el conjunto del relato la pregunea de los hermanos de José (aE que vasa ser ti rey y sefior nuestro’, 37,8) y la del padre (n2Es que hemos de ppostrarnos ante i, yo, ru madre y tus hermanos?s, 37,10), No hhabria més que edvertir que, si no como te, José se encumbra al papel de visir de Egipto: por otra parc, sus hermanos le ca- tan de esefior» antes de reconocerle (42,10) y acaban postrin- dose ante él en cada una de sus visitas (42,6; 43,28), 1a Ric msrp rein niomiedy ee 3) B24. Acerzamientos barados en lat ciencias emanas Me fijaréfundamentalmente en el acercamiento socioligico yen el antropolégico-cultural. EL acercamiento soeiolgico parte del daco incontestable de «que los textos eligioses esti lgados con eelaconesreiprocas alas sociedades en los que nacens (p. 51). Se precisa un conoci- ‘miento lo mis exato posible de las tansformaciones econémi- «easy dea evoluciga de las insticiones plitias que infiayeron en la formacién ytransmisin de ls tradiciones relgisas bbl cas, Este acercamiento plantea distinas custiones al Antiguo Testamento: formas de organizacin social y rcligioss que Israel conoci alo largo de su historia; a verfiabilidad de a hipste- sis de una sociedad acclalasogmentaria durante el petiodo dela jndicatra; qué transformaciones, pricipalmence econémicas {euevos meds de produccin agricola) y militares (comercial- zacién del hierto en el ambito bio), provocaron en a scie- dad isatta l movimiento de centralizacién poltico-eigioss; qué condiciones politica y qué formas de participacién social desembocaron en la desapatcidn del fendmeno proftico, ee. Es deci, se estdian prefeentemente lo aspectoseconémins € instcucionales. ‘Aunque estrechamence vinculado al acercamiento sociolégi- 0, el antropogico-culeuna ose interesa por un vasto conjunto de ‘otros aspectos que se reflejan en el lenguaje, el arte, la religion, pero también en los vestidos, los ornamentos, las fiestas, las dan- 23s, los mitos as leyenda y todo lo que concicrne ala exnogra- fia» (p. 54). Se estudian también los diferentes cédigos sociales de comportamiento y los roles de las personas en un medio social determinado (ural 0 urbano), con los respectivos valores de éste (honor y vergenza, tradicién, tipo de educacién)s el modo en que se ejerce el control socal los valores familiares, el Jhogar,lasituacién de la mujer; binomios insticucionales (pateén- lente; propietario-arrendatari; benefictor-beneficarios libre «sclavo; abies; origen de los recursos, de la informacién, etc. (ef p. 54). a Biba iia 3.25. Signas de los tempos: Uberacioniimo y fominiemo El liberacionismo y el feminismo, a pesar de haber sido (y seguir siendo) denostados injustamente, constituyen dos impor ‘antes acercamientos contextual 2 la Biblia, As lo reconocen ggan pare de ln exégsis moderna y el propio Document poo- El acercamiento libenicionisa xno adopta un mérodo espe- ial, sino que, partiendo de puntos de vista socio-culeurales y politicos propios, practca una lectura biblica orientada en fun- cin de las necesidades del pueblo» (p. 58). Si en la Biblia Dios « primordialmente el Dios de los pobres, la exégesis no puede ser neutra, sino que debe tomar parte por los més desfavore- dos y animar el compromiso dela liberacién de los oprimidos. La partcipacién en este combate permite descubriren la Biblia sentidas que de otra forma seria dificil descubri. Ciertamente no se trata de un método, sino de una lectura de la Biblia desde las clases desfavorecidas, entendidas como paradigma interpretativo de la historia y como punto focal de ‘una continua llamada a la converss Bl acercamiento feminine est en relaci6n con el liberacionis- ta, en el sentido de que la() mujeres) se ha(n) visto relegada(s) a tun segundo o un tere plano en los mecanismos de la estruct- 1a politico-socaly se ha visto obligada a aceprar un rol diseiado por una sociedad patiarcal, un disesio en ef que ella no ha teni- do ni vor ni voto, El acercamiento feminista no pretende levar a cabo sin mds una critica de la posicién de la mujer en el mundo biblco, sino recuperar las grandes figuras femeninas de la Biblia (generalmentestenciadas)y su indudable colaboracidn en el pro- seso de la sociedad y las comunidades. Por otra parte, rata de offeoer una releccura del texto biblico desde una sensibilidad pro- pplamente femenina, descubriendo detalles, datos y situaciones ‘que tradicionalmente han pasado desapercibidos alos exegetas. Pongamos un ejemplo. Es muy raro encontrar en el Antiguo ‘Testamento referencias a Yabvé como padze; sin embargo, como ya hemos recordado mis arriba, abundan descripciones (imge- La Bibs inerrant om comand yon lecular AD ‘nes) de las caracteristicas maternales de Yahvé. La sensibilidad femenina aportalecturas del cexto biblico de atisimo valor para pprofundizar en el misterio de la revelacibn. Sin embargo, me atrevo a aplicar un correctivo all Docu ‘mento a propérito de ese acercamiento. En las piginas 62-63 llega a dece de la exégess fersinista: «Numerosas aportaciones provienen de la exégesis feminist... pero] en la medida en que ‘ apoya sobre una posicién tomads, se expone a interpretar los textos biblicos de modo tendencioo.. Por ota parte, e intento de reconstruit, gracias a indicos fugiivos encontrados en los tex- tos, una scuacidn historia que estos mismos texts, se supone, ‘querfan ocular, no corresponde ya a un abajo de exégesispro- piamente dicho, porque conduce a rechazar el contenido de los textos inspirados para anteponerles una construcci6m hiportica diferentes Hasta aqui el texto. En primer lugar, todo exegera tiene sposiciones tomadas, hasta el que utiliza el méodo més inocuo, lo que le leva a interpretaciones stendenciosas. Por ejemplo, el uso descontextualizado que el propio Juan Pablo Il hace de numerosos textos bibicos en sus discursos y enciclcas implicancierta «tendencias, Respecto a descubrir una estuacion histérica que se supone que los mismos textos querian ocular, baste con un ejemplo, Los evangelios manifestan con claridad aque los primerostestgos de la resurreccién de Jess fueron las mujeres. Enere ells sobresle la figura de Maria Magdalena (Me 28,1ss; Me 16,1-14: «Se aparecié primero a Marfa Magdalena, después a dos de ellos que iban a un cor... Por ttimo Jess se apareci alos Oncer; Le 24,5 Jn 20,1-10), Mis ain, s pres- cindimos de su apéndice canénico (Me 16,9-20), el evangelio de “Marcos terminarla con la aparicén del Resucitadoa las mujeres yon el mandato de que comuniquen el hecho a los Once. Sila twadicibn evangelica es tan firme en este testimonio, 2por qué entonces Pablo, en 1 Cor 15, no menciona para nada alas muje- res? Dice: «Se apurecié a'Pedro y més tarde a los Doce Después. mas de quinientos hermanos... Después se le apare- 6 a Santiago, luego a ls apéstoles todos. Por itimo se me apa- reci6.a min. :Desconocta Pablo, en el momento de escribir esta a iba Iie cara, las rradiciones sobre el testimanio de las mujeres? Un poco ‘extrafio, habida cuenta que ya se habia puesto en contacto con Pedro y los demas apéstoes (ef. Gal 1-2). 2No hab voluntad en Pablo de suprimir el sapostolado» de las mujeres por la neces- ddad de construi una iglesia patriarcal? sce es un ejemplo de las preguntas que se hacen las exegetas feminisas, y aqui no hay mala voluntad, ni manipulacion de textos, ni voluntad de srechaza el contenido de ls textos inspi- sados, como asegura el Documento. Se trata de una gravismna acuacién, que pretende ocular la mala disposicign de ciera tendencia dentro de a Iglesia catlicaareconocer en as mujeres bautizadas a auténticos miembros del Cuerpo de Cristo, con todos sus derechos y bligaiones. ‘Aqui acaba esta sucinta exposiciéa de la secepcién de la Biblisea la Iglesia y en La cultura. Habria que matizar mis de un punto y completar algunos otros. Sin embargo, pretende ser una amads de atencién «tomar la Biblia en sri ya tomarnos ‘en sci ante i Biblia La Biblia es lo que e, nos guste ono un texto que en muchos aspects (culturales, anropolégicos, cos ‘olégicos e incluso relgiosos) nos resulta exrafo por el simple hecho de separarnos de dl mas de dos milenios. Tomar la Biblia en serio implica, entre oxrs cosas, respetur Su factura humana su Lenguaje, sus formas de expresin, su cosmovisén. ¥wrespe- tar no significa hacerlo nuestros sin mds, acrticamente, sino cratar de descubsit, con una sensuaidad creyent, debajo de ese ropaje extra, el cuerpo siempre joven y atractivo de la revela- cida de Dios. El exer hermenéatico implica tambidn que lectores y lectoras se tomen en serio a i mismo ante la Biblia: su cuaidad de seres humanos contemporineos y su vocacié de sexes raconales, Entre otras costs, la racionalidad nos hace ser Jimagen ysemjanca de Dios. Renunciar a ella implica una flea de rexpeto a nosotros mismos y a la voluntad del Creador. Renunciar a la Biblia por las dificultades que supone su recep” Ci6n efica, para efugiarnos en un espiitualsmo acre, int- sista y desencarnado, esulea igual de ini y pernicioso para la Biblia la cultura moderna y ls propias Iglesias, Biblia y racionalidad* 1a simple mencin del binomio Bibla-racionaidad en un aniculo, una conferencia, una clase magisterial 0 un coloquio implica prio la manifesaciém de un amplioabanico de acti tudes en los lecrores,oyenteso conterelios. En feet, podemos encontrarnos con la satisiccida del defensor de la sera secun- stun rtionem, que picasa en la posibilidad de que el ponente farremeta conte fa supuesta wale del libro sgrada. Es posi- ble que en otros, abogados por voeacién, que no por ofc, de 1a veritas secundum fidem, anid el deseo de que la cerapestad {queen as ims décadas ha azremetd contra el bol bblico sea milagrosamente calmada en seco, Esti, enfin, la disposicion serena de quienes, movidos por una sosegaday objeiva estima porel ext biblico, experan deduce de la letura ol exposiién ‘en cuestién algiin que otro principio operative que les pueda ‘gar como intérpretes por Is inerincada topogratia del pensi- rniento bible. (Qué duda cabe que esta sipologa de eventusles oyentes tata de justfcar mi mal disimulado deseo de que todos adoptemos Ia disposicién del tercer tipo. Hemos de sr conscienes de la inoperanciay la peligrosidad de la acttud de quienes, scuados probablemente al margen de a historia més reciente, eatan de reavvar las brass del fuego, yasfortinadamenteextinguido, del conflcto entre ciencia y fe 0, més en eaneteto, ence cencia y * Pablo poe prime inca een Zaon 4 199)208.23, 4 Bib lie revelacin. Hemos de evita la disposicién de quien, al amparo del cultivo de un esptricu pretendidamente cientifico, argumen- 12 desde éste para demostrar que la Biblia es una especie de ‘mitograma sin base rcional alguna. Al mismo tiempo, hemos de rechazar la perniciosa actitud de quien contempla la Biblia casi exlusivamente como un depésito de verdades reveladas 0 ‘como un libro en el que no es posible rastrearindicios de ‘Abas disposiciones adoptan posturas dogméticas que acaban ppor destruir la més minima posibilidad de acceso al texto 0, Por una parte, me propongo situarme erfticamente ante este peligro. Por otra, quisiera hacer un esfuerzo por exponer una serie de principios que posibiliten un acceso al texto biblico al lector que no quiera renunciar a la necesaria dinémica de la racionalidad, 1, Prolegémena textuales La mayor pate des persons creyentes que han asumido por temperaenteo edule eas det moderna, as Implieacones de una ica iciona,indidalocoletva, oe presupsstor de pensaiento cecolgico inten necoar ment una insuperble incomodidad ante fa lctra de cts pares dl texto bic, cs pole hacer wo de lo vances de Ie ctrnia de la infemdtie, apa ls principio de I asflica yal propio tempo, cer fo que de a Biblia’ Ane Iningenuidad deagunas err bibles, ete cryente mode to racclonark con tina comprensv sonia ane fa volenci is intansgenca de ran, se vert acsndo por i desta y diyda Ex defitv, nanca pode sgaramene eva Is pape fad ya preguna: Bueno, qué se prerende decir crando, dese el magiseroecesnico,s frm que la Biblia no nes Pongo epaabra de Dio? farce de intel "Ui semi nem por rane de peed dado cud cu Inigo col ain del nemesis, Hace erp gee oreo ith rnin basa dead pce etd depin na has cape ia y racial 6 Podsamos ale infnidad de textos capaces de genera sa lesan ene reyente modem: dade el lato def readin (Gen 1) ala narrain del dio (Gen 65 8,22), pasando por Ia dectipcign de Edén (Gen ?— 3; deve la burs palanchina de Balgn (Num 22) al rao de Elis en un carro de fucgo (2 Re 2). De todos modos, tata de tests tan exageadamente fancsios 0 an lsmativamenteabnurdos dese el punco de visa clentlfico que apenas sscitn ya preguntas en un lecor medianamente sensato, ee Pero el problema no reside en estas representaciones cuasi- inltias 0 legendiarias. El problema se manifiesta sobre todo en la capacidad del propio texco biblico de serve de apoyo a juicios icos encontrados, a planteamientos teoldgicos irreconcilable. Un lector no critica, que no sabe o no quiere hacer un uso racio- nal dela Biblia, puede deducis de ella principins anibelcistas 0, por ef contratio, sustentadores de la carrera de armamentos, puede sentirse obligado a dar a vida por los demés o alternat- ‘vamente a odiar a muerte a sus enemigos: puede concebir un Dios definido por la misericordi 0, en razdn de la materialidad de ciertos texts, disefado a partir de la intransigencia, la cruel- dad y la venganza, Empezando por lo ms elemental, el lector de la Biblia puede sentir extraficza ante las contradicciones de certos datos, ‘Teniendo en cuenta que los libros de las Crdnicas son una relec- tura tardia de los ibros de Samuel y Reyes, nos encontramos «con sorpresas como ls siguientes. Mientras 2 Sam 8,4 nos habla de 1.700 jinetes, 1 Cr 18,4, eferido al mismo episodio, men- ciona la cifra de 7.000. Si2 Sam 10,18 habla de 700 caballos de tito, 1 Cr 19,18 dice 7.000. Mientras 2 Sam 24,9, al hablar del censo de David, proporciona una serie de datos (800.000 hom- hos, pus con eta dena mnt dinersons nis pis de formar Feskimene cl cance de ara des ii Pde cone Ry a, ‘ered dele Soprafa acura co Alon Se), Comat a Coe ‘in De erbare ne da in a 969) 3-407 AM. Aly 1 ‘Stace Caro ily Pale de Do et 985) 213-238 %6 i fia bres en Istael y 500.000 en Judi), 1 Cr 21,5 offece otras ciffas (1.100.000 para Israel; 470,000 para Juda). Segin 1 Re 7,26, el, dlepésito de agua del emplo de Salomién ten(a una capacidad de £80,000 licos; de 120.000 segiin 2 Cr 4,5. En otro orden de cosas, qué decir de un texto como De 20,10-18, donde Dios ordena la destruccién de ciudades y el nes? ;Tiene esto algo que ver con el con- ica de la nigromanciay la creencia en 1a posibldad de que los difuntos puedan ser evocados ritual mente (ef. 1 Sam 28.4-15). Qué deci dela desripcién de Dios aque nos offece 2 Sam 22,1-16, 0 de la masacre llevada a cabo pore profeta Elias sobre los 450 profetas de Baal que nos narra 1 Re 18,22-40? Es capaz de aguantar un ereyente, lector inge- nnuo de la Biblia, las afirmaciones de Eel 5.17 (#Esta es mi con- clusién: lo bueno y Io que vale es comer y disfrutar a cambio de lo que se faiga el hombre bajo el sol los pocos aos que Dios le concede. Tales su pagas) 9,12 (aHe reflexionado sobre todo sto y he legado a esa conelusin: aunque los justo y los sabios con sus obras estén en manos de Dios el hombre no sabe si Dios fo ama o lo oda)? Puede la mujer ersiana moderna no jugar de impertinence la negativa visién de la mujer que oftece el autor del Eclesistco (25,13-26; 26,5-12; 42,9-14)? ;Cémo conciliar el amor cristiano con los descos de venganza y eva cha que rezuma Eclo 36,1-12? Hay que aceprar como «er dror el marco narativo del libro de Job, donde el héroc cs doblegado casi hasea la muerte por un Dios aparentemente amoral, que se sirve caprchosamente de ly de su familia para dlemostrar ante el Satin que tiene rain? Las preguntas podefan rultiplicarse incluso en otro orden de cosas, con implicaciones tcoldgicas mis fundamentales: Habl6 Dios a los patrarcas, « Mois, alos reyes y alos profetas tal como lo dice el texto bibi- <0! Es posible que algunos no sientan el mas minime desasose~ {go ante estos interogantes;Est an lejos el Antiguo Testamento! ‘Ademés, zno tenemos los cristianos que aceptarpreferencemen- te el Nuevo Testamento como norma de conducta? As es. Pero Bibi onldad 9 las preguntas se pueden seguir agolpando en la mente del cre- yente moderno. ;Qué decir del diseurso excatoldgico de Jests fen Mc 13: «Se alzaré nacién contra nacién... bri terremotos cen diversos lugares... Después de aquella angustia, el sol se hard tinieblas, la luna no dard su resplandos, las estrellas caerin del cielo, los asttos se tambalearin, Entonoes verén venir al Hijo del Hombre sobre las nubes... yenviard alos Angeles para reu- nia sus elegidos de los cuatro vientos..)?; zexstré un fin de todo? Mas ain, supuesto este fin, ;vendré acompasiado de tras- toxnos oésmicos?;Hizo Jesis milagros tal como los desritas en los relatos evangélicos? ;Cual debe ser el grado de aceptacién de textos como Heh 2,1-4 0 9,1-9? La tensién ance étos otros «extos biblicos se agudiza cuando, eras su lecrura, abadimos la coletilla «Palabra de Dios». Entonces la polémica puede estar servida Sin duda todos somos conscientes del alto grado de inco- rmodidad en el que la lectura de estos textos sina al hombre moderna en general y al creyente en particular. Si no quieren renunciar al legitimo uso de su capacidad discursva, a a legti- ma asuncién de los resultados empiricos de la ciencia y la tec- nologia, y @ su puesto en la historia contemporinea, se verin ‘obligados a tomar decisiones. El primero rechazard seguramen- te la Biblia como un producto de la ingenuidad religiosa y de una eoncepcién del mundo actiica y prefiloséfica, Pero el cre- vente, para quien Dios se ha manifestado na sélo en la histori, Sino en la forma narrada. de esa historia, sera presa del desaso- siego hermenéutico. {Hay que aceptar como ingenuidad pre- cemtifica la visidn de Dios, del cosmos y del hombre que nos oftece Ia Biblia? Si no esas, ca qué distancia debo situarme para jobcener una panorimica vfazonableo del texto biblica? Quién ‘me marca esa distancia: una instanca jedrquica desconocedora de la Biblia por dentro o una serie de tedlogos ignorantes de la critica biblica y manipuladores del texto? ;De que utensiliosdis- pongo 0 qué medios me permiten cener un acceso eriico a la Biblia? 4 Bible 2, Razén biblica y racionalidad biblica ‘Cuando en lo sucesvo haga uso del término «razén» no pre- tendo invca fa capacidad atnoma dscuria dl ser hums no, es deci, no tato de ofrecer un disefio filoséfico del conte- ido significavo del término sraz6ne. Me sito en la acepcén comin de rai. Bajo esta perspectiva, decir erazén» equivale a capacidad de ordenacién, a posibilidad de discern, elegir y ordenar algo como pertenecientea una clase o integrador de un todo. Una acepeién muy proxima ala del legorgriego, al menos cl de la tradicién homérica. El hombre posee fazén en cuanto que es capa de delimita, de discernir un patzén © modelo ‘mediante el cual pueda precsarse la naturaleza de las cosas y el orden al que pertenecen, El corrclao de esta descripcin episte- smoldgica esti constituido por la suposicin de que la realidad tiene un fondo intcligible, una rata, y la posibilidad de come prender dicho fondo 0, al menos, de orientarse en él Si partimos de excesupuesto, habe que admitir la exstencia dde una raz6a no s6lo en la realidad en cuanto eal, sino eambiéa cn las creaciones humanas, incluida la creacin literaria. Toda fobra tiene una vari intrinseca, auténtica columma vertebral del conjunto. El descubsimiento y valoracion de esta ratio implican tun exfuerzo racional y la puesta en marcha de una serie de dis positivos analiticas de carictet crtico. Pero, en un primer momento del andlisis, quedarin necesariamente al margen con- sideraciones de cardterestético” y criterios de verdad deducidos| cexclusivamente a partir de parimerros cienifces. El hecho de {que una obra literara se sustraiga a mis criterios estéticos (len- {guaje no adaptado al género literatio; una trama corpemente urdidas epeticiones innecesaras; etc.) no impide que dicha obra carezca de raz6n y orden inteinsecos, de ratio. "Exige sean cpl en pier net pet ‘soy comes dea apecemsn de eed o pond dite de ap “ep cel prin se samplepertenenee apn de ores tpi pe oer) yond! Sompo (be lens iby raoaldad ® ‘Tampoco cs vlido el crteriociemtifco de verdad para hablar dl etror o de la adecuacién a la verdad de una obta literaria, Habré que distinguir necesariamente entre afiemaciones p les (qui susceptibles del calificativ de falss)y su funcign den- ‘ro del contexto inmediato y dentro del conjunto de la obra, Por otra parte, una aplicacién correcta del andliss cltico-icratio decidird si tales 0 cuales afiemaciones que aparentemente no se conforman a la realidad no son més que formulaciones de una ‘verdad situada a otro nivel del diseurso. Una obra literati impli- ca niveles de verdad: el de una afirmacién como tal; el del con- texto en el que ésa se formula; el de la intencién del creado de la obras y el de la obra como tal. Fl valor de una obra lit no tiene por qué verse limitado necestsiamente ala intenci pretensién del autor que la cred. La obra tasciende al autor Una vez que sale de sus manos comienza a llevar una vida aucs ‘noma y a ser pattimonio de sus lecrores dentro de los diferentes contextos histéricos en los que se desirollan sus vidas, y por lo tanto dentro de distintas claves hermentutia Desde esta perspectiva, podemos afirmar la coherencia incet- ta, la ratio, de la Biblia como obra literaia. Ast hemos legado al final de la primera etapa de nuesta rellexién: situarnos ante al texto biblico con la disposicién de quien se enfrenta a una creacin literaria humana. Con esto no pretendo negar ni afi ‘mar su caticter de libro inspirado. Simplemence tato de confe- ria la Biblia un dignisimo estarto: el de obra literaria. Aunque > cdeambas posturas, sino que sea fruto de la conwiceén del hom- bbre modemo en general y del cientifco en particular de que el ‘marco de representaciones del Cristianismo en ss totalidad no es ‘mas que un colosil absurd. Asi, no slo rechaza las representa cones individuales tradicionales, sino cualquier forma ms filo sofica 0 racional de concebir la vida cristiana. Bajo esta perspec tiva, cuando algunas de 0s individuos que hemos ealificado de ‘modernos 0 de cientificos se van desplazando hacia posiciones ‘reyentes, no lo hacen movidos por la dindmica de larazonabili- dad del Cristianismo, sino por una apertura hacia la trascenden- cia sin limites precisos. En tales circunstancias, es normal perci- bir en pare de ese colectivo un deslizamiento hacia posturas intimistas que vaacompafado de un rechazo ticito explicto de 4a critica bblicao de lz moderna teologia de corte liberal ‘Menciono la twologia en este contexto porque se ha dicho con razén que el verdadero conficro del fundamencalista no esté relacionado con la ertica biblica, sino con la tealogfa. Al cons- ‘ituir el fundamentalismo un movimiento sin teologia, anclada sin més en algunos Fandamentos doctrinarios, es notmal que dlicija sus ataques preferentemente ala sistematizacin teolégica dd inspiracién biblica. Ast, mientras que algunos trabajos de pura exégesis del Nuevo Testamento son silenciados por la ‘mayor parte de los fundamentalistas, la resolucién de muchos tedlogos de incorporarlos a su reflexi6n o sistematizacign cristo- lgicaso eclesioldgicas provoca airadas controversias disparadas desde la crinchera del fundamentalismo. El caso dela crstologia de Schillebeecks, en su tiempo, puede resultarilusative al re sta perspectiva, principio de la autoridad de la ura se maceraliza en una nueva implicaciéa: cual- ‘quier cristiano con su Biblia, en tanto en cuanto crea que es inerramte, puede prescindir totalmente de los argumentos y opi- niones de los edlogos, iy onliad a Llegados a este punto, no estar de més proponer algunas nes terpreavs br acimieno dl dro del ane ddamentalismo. Ya he expresado al principio mis dudas sobre la tld, avalide y la legitimidad del enfogue psicolgiea. La razén es clara. Por na pace, carece de base la idea relaivamen- te difindida de que el indamentalizmo slo puede ser incubs- do por mentes enfermizas movidas por el miedo 0 la insguri- dad. Nada mis lejos de la realidad, Lo demuestra los hechos. Por otra pare, safes del fundamenalismo no brotan excli- sivamente de la pique humana, sino también de otros terrenos Podemos afrmat que la formacisn del fendmenaliterario cono- ido como «Sagrada Escrituas indujo la apariién del fend- meno del fundamentalsmo, Nos explicamos. De todos es conocido que l Biblia est} integrada por material histério (o ade tipo histéricos), elementos mitoldgicas impor ddos 0 autécronos, costambres sociales, leyendas tradiconales, reflesiones morales, etc. Incuye discuss pronunciados por la

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