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Tejido óseo en mamíferos y aves

El tejido óseo es un tejido especializado del tejido conjuntivo, constituyente principal de los
huesos en los vertebrados. Está compuesto por células y componentes extracelulares
calcificados que forman la matriz ósea. Se caracteriza por su rigidez y su gran resistencia a la
tracción, compresión y a las lesiones. El deporte es el mejor aliado de los huesos. La actividad
física provoca la contracción muscular que favorece al depósito de calcio en el hueso y mejora
la circulación sanguínea, lo que aporta más nutrientes al hueso.

Tejido óseo en mamiferos


Básicamente el esqueleto de todos los mamíferos está constituido por los mismos grupos
óseos con morfología y características similares o diferentes según los casos, y comprende una
estructura axial compuesta por cabeza, columna vertebral y caja torácica, y unas estructuras
apendiculares (normalmente, cuatro) integradas por las extremidades y las respectivas
cinturas que las unen al tronco.

Se caracterizan por tener una columna vertebral dividida en varias partes bien diferenciadas.

Mantener constante la temperatura corporal requiere un aporte energético que debe ser
minimizado optimizando el gasto. Para ello, el aparato locomotor de estos animales ha
evolucionado para conseguir uno de los mayores logros de la naturaleza.

A diferencia de reptiles y anfibios, las extremidades no se articulan perpendicularmente al


tronco situándose a ambos lados del mismo, sino que lo hacen bajo él permitiendo, por un
lado conseguir mayor eficiencia energética en la locomoción y por otro alcanzar mayor
envergadura ya que de este modo elevar el tronco del suelo requiere menor gasto energético.

Las costillas de los mamíferos se articulan exclusivamente con las vértebras torácicas, mientras
que en reptiles lo hacen también con las cervicales y las lumbares.

El número total de vértebras y el de cada tipo de ellas varía de unas especies a otras. Las
vértebras cervicales son siete con excepción del manatí que tiene seis, el perezoso de tres
dedos que tiene diez y el resto de perezosos que presentan un número variable de ellas.

También la cintura pectoral es simple en los mamíferos. La clavícula y los omóplatos son los
únicos huesos que la forman, y con ellos se articulan las extremidades anteriores. Como la
escápula se sujeta al tronco únicamente por músculos, y la clavícula solo se articula con el
esternón, las extremidades poseen grandes posibilidades de movimiento de las que carecen
otros tetrápodos.

Tejido óseo en aves


El esqueleto de las aves es más ligero que el de los mamíferos, pues gran parte

de sus huesos contiene aire (neumatización) en lugar de médula ósea. Las cavidades óseas
neumatizadas están en comunicación con el sistema respiratorio y tienen como finalidad
disminuir el peso corporal para favorecer el vuelo. Constituyen excepciones a este respecto los
huesos situados distalmente al húmero y a la pelvis. La disminución del peso en el tejido óseo
puede llegar a casos extremos. Así, por ejemplo, en el águila calva, de unos 4 Kg de peso,
mientras que el plumaje alcanza los 600 gramos, el esqueleto completo no supera los 300
gramos.

Por otra parte, los huesos de las aves son más ricos en sustancias inorgánicas (fosfato cálcico)
que los de los mamíferos, llegando a contener hasta un 84% de estas sustancias. Los huesos
largos, además, presentan una cortical muy fina y la cavidad medular contiene una red de
trabéculas que aumentan la resistencia del hueso. Estas circunstancias dan lugar a que los
huesos de las aves sean más duros pero a la vez más frágiles y menos elásticos que los de los
mamíferos. Por ese motivo, al producirse una fractura se astillan fácilmente, lo que
imposibilita su reparación mediante empleo de placas de metal o clavos intramedulares que
destruyen la estructura interna. Por todo ello, lo más apropiado para la corrección de fracturas
es el uso de fijadores externos.

2.1. - Esqueleto cefálico:

Presenta tres rasgos fundamentales: cráneo abovedado, órbitas de gran tamaño

separadas por un fino septo interorbitario y modificación de los huesos de la cara para formar
el pico (rostro piramidal). El límite entre los diferentes huesos es difícil de definir, ya que las
suturas existentes se transforman en sinostosis a los pocos meses de la eclosión. La valva
superior del pico está formada por los huesos premaxilar, maxilar y nasal; y la valva inferior por
cinco huesecillos que se fusionan precozmente para formar la mandíbula. Destacar la
existencia de un sólo cóndilo occipital y la presencia del llamado hueso cuadrado que conecta
la mandíbula con el cráneo (h. temporal). Los huesos cuadrados forman el componente más
importante del llamado aparato maxilo- palatino. Gracias a este aparato, las valvas superior e
inferior del pico pueden moverse de forma simultánea, la superior hacia arriba y la inferior
hacia abajo, cuando gira el hueso cuadrado. El pico puede abrirse ampliamente gracias a este
complicado mecanismo. En las psitácidas, además, la articulación craneofacial es de tipo
sinovial, haciendo que los movimientos del maxilar (valva superior) respecto a la mandíbula
(valva inferior) sean más amplios y más fuertes.

Gran parte de los huesos del cráneo se encuentran neumatizados, de tal manera que entre las
dos finas láminas de hueso compacto existe una red de trabéculas que encierran numerosos
espacios llenos de aire. Estos espacios están en comunicación con las cavidades nasal y
timpánica y su función primordial es la de restar peso a la cabeza para favorecer el vuelo. Otro
hecho relevante para la reducción del peso cefálico es la ausencia de dientes.

2.2. - Esqueleto del tronco (vértebras, costillas y esternón):

El raquis de las aves se divide en porciones cervical, torácica, lumbosacra y

coccígea. La fórmula vertebral varía entre las especies, y en comparación con los mamíferos
son muy numerosas las vértebras cervicales. De forma general puede servir una fórmula
vertebral constituida por las siguientes vértebras: C14, T7, LS14, Cd6. Las vértebras cervicales
son muy numerosas (entre 13 y 25 dependiendo de la especie) y

están provistas de apófisis salientes para implantación de poderosos músculos en el cuello. La


forma de “S” que presenta el raquis cervical en numerosas especies es necesaria a fin de
proteger elásticamente al encéfalo de las sacudidas que se producen tras el salto o después del
vuelo. El atlas tiene forma de anillo y carece de alas. Al existir un sólo cóndilo, la articulación
atlantooccipital resulta muy móvil, lo que permite a la cabeza, y por extensión al pico, realizar
un gran número de movimientos en todas direcciones. Las vértebras torácicas están en menor
número (de 5 a 7) que en los mamíferos, y varias de ellas están fusionadas formando el hueso
notarium. La vértebra torácica siguiente a este hueso no está fusionada, siendo la única
vértebra móvil del tronco. Es ésta una zona delicada, ya que dicha vértebra, ante
traumatismos, puede desplazarse ventralmente seccionando o dañando la médula espinal,
proceso conocido como “kinky back”. Las dos últimas vértebras torácicas se fusionan a las
lumbares, sacras y dos primeras coccígeas, formando el hueso sinsacro, el cual terminará
también fusionado al ilion. Notarium y sinsacro otorgan una gran rigidez a esta zona de la
columna vertebral, rigidez que es necesaria para el vuelo. Respecto a las vértebras caudales o
coccígeas, las cinco o seis primeras son libres, permitiendo así el movimiento de la cola,
mientras que las 4-6 últimas se fusionan durante el desarrollo prenatal para constituir una
pieza ósea llamada pigostilo. Este último se encuentra muy desarrollado en aves que poseen
grandes plumas timoneras y ornamentales en la cola.

Las costillas se sitúan a ambos lados del raquis en igual número que el de vértebras torácicas.
Las 2 o 3 primeras son asternales, mientras que las restantes alcanzan directamente el
esternón (costillas esternales). A diferencia de los mamíferos, el cartílago costal de estas
últimas se osifica, con lo que se describen en las aves dos partes óseas en la costilla: la parte
vertebral, articulada a las vértebras y la parte esternal articulada al esternón. Las costillas
centrales poseen apófisis uncinadas, dirigidas caudalmente y que contactan con la cara lateral
de la costilla siguiente. Se forma así un tórax bastante rígido y resistente que soporta el
movimiento ventral del ala durante el vuelo.

El esternón es un gran hueso que, dependiendo de la especie, presenta varias apófisis,


escotaduras o agujeros. En su superficie dorsal existen agujeros neumáticos que lo comunican
con el saco aéreo clavicular. En su cara ventral destaca una cresta esternal muy desarrollada en
las aves voladoras (carinadas), lo que permite la implantación de los músculos pectorales. En
aves no voladoras (ratites) la superficie ventral del esternón es plana. La situación subcutánea
de la quilla esternal facilita la obtención de muestras de médula ósea en grandes aves de jaula,
pero también las expone a deformaciones y lesiones del esternón cuando duermen en perchas
inadecuadas. El extremo caudal del esternón es cartilaginoso en las aves jóvenes, osificándose
con la edad. Su flexibilidad, por tanto, puede ser indicativa de la edad del ave.

2.3. - Esqueleto del miembro torácico:

La transformación de los miembros torácicos en alas ha llevado consigo

importantes cambios que se pueden resumir de la siguiente manera:

- Existe un esqueleto zonal completo integrado por tres huesos, el

coracoides, la clavícula y la escápula.

- El esqueleto apendicular ha sufrido una reducción en el número de

huesos y el húmero está neumatizado.

El hueso coracoides está muy desarrollado, conectando el esternón con el

miembro torácico. De este modo, contribuye a mantener alejada el ala del esternón durante el
vuelo, y, junto con las costillas, evita que el tórax se colapse durante el batido del ala. Las dos
clavículas se unen ventralmente formando la horquilla o fúrcula, que mediante una membrana
se une al esternón y coracoides. La fúrcula conecta las articulaciones del hombro a modo de un
elástico, actuando como un muelle que mantiene, durante el aleteo, una distancia apropiada
entre las articulaciones del hombro. Este hueso puede faltar o ser muy rudimentario en ciertas
especies de loros. La escápula es estrecha y curva, adaptándose lateral y horizontalmente
sobre el tórax, al que se une mediante músculos y ligamentos. Entre los tres huesos del
esqueleto zonal se constituye un canal óseo (canal trióseo) por donde pasa el tendón del
músculo pectoral profundo.

El húmero es similar al de los mamíferos, aunque neumatizado. El agujero neumático se sitúa


en el extremo proximal, donde destacan dos tubérculos (dorsal y ventral) para inserción
muscular. Con el ala recogida, el húmero se sitúa contra el tórax, paralelo a la escápula.

El cúbito tiene un mayor desarrollo que el radio y ambos huesos están curvados, lo que los
protege de fuerzas de doblamiento en el plano del ala. La epífisis distal del cubito puede ser
usada para la administración de sustancias vía intramedular.

Respecto a los huesos del carpo, hay una notable reducción de los mismos en comparación con
los mamíferos. En la fila proximal sólo persisten los huesos carporradial y carpocubital,
mientras que los huesos de la fila distal se fusionan con el

metacarpo, constituyendo el llamado carpometacarpo. De aquí surgen tres dedos: el mayor,


provisto de dos falanges, el menor, con una falange y el alular, también con dos falanges.
Unidas al carpometacarpo y a las falanges de los dedos mayor y menor están las plumas de
vuelo primarias, mientras que el dedo alular sirve de soporte al ala bastarda. Cuando el ave
todavía es un polluelo, se puede extirpar la punta del ala seccionándola a nivel de la zona
proximal del carpometacarpo, con lo que se le impide volar.

TEJIDO CARTILAGINOSO EN PECES


Los condrictios son un grupo conservador evolutivo relativamente pequeño (~ 1,150 especies
descritas) que ha funcionado con éxito en diversos ecosistemas marinos y acuáticos durante
más de 400 millones de años. A pesar de su éxito evolutivo, muchas especies están cada vez
más amenazadas con la sobreexplotación como resultado de los rasgos de su historia de vida y
las actividades de los humanos.
¿Por qué el cartílago y no el hueso?

El cartílago es un tipo de tejido conectivo lo suficientemente fuerte para dar soporte, que de
acuerdo con algunos investigadores, el cartílago que poseen los tiburones es distinto en
composición, al de los peces óseos y otros vertebrados. En realidad, la falta de verdadero
hueso resultó ser una característica secundaria, esto es, que prescindieron de un soporte óseo
(presente en sus ancestros agnatos), a cambio de mejores aptitudes físicas y motoras; el
cartílago es menos denso y más elástico que el hueso, proveyendo ventajas de flexibilidad y
una palpable reducción del peso del cuerpo, lo que lo hace más maniobrable; lo cual, les ayudo
al poder desplazarse con mayor facilidad permitiéndoles realizar movimientos rápidos; esto
aunado a que poseen un cerebro desarrollado, conectado a órganos sensoriales eficientes, con
los que pudieron constituirse como los grandes depredadores de los océanos; mandíbulas
poderosas, que les confirieron una mordida eficiente a la hora de alimentarse (en aquellas
especies de régimen carnívoro); y finalmente algunos de sus órganos y sistemas fisiológicos
han evolucionado a niveles que exceden los de algunos vertebrados existentes (Moss, M.L.,
1977; Caplan, A.J., 1984; Springer, V.G. y J. P. Gold, 1998).

¿Qué es un pez cartilaginoso?

Chondrichthyes o peces cartilaginosos; está integrado por dos grandes grupos de peces:
Elasmobranchii (tiburones y rayas) y Holocephali (quimeras). Cuentan con cerca de 1,168
especies (no todas descritas), dentro de las que se incluyen alrededor de 400 especies de
tiburones, cerca de 600 especies de rayas y el grupo de quimeras, con más de 43 especies;
cada grupo requiere condiciones específicas para su desarrollo. En medio de esta diversidad,
surgen ciertos patrones generales que resaltan los rasgos y adaptaciones de los
elasmobranquios. Estas tendencias incluyen: (i) gran tamaño, (ii) hábitat marino, (iii) movilidad,
(iv) metabolismo y crecimiento lentos, (v) hábitos depredadores, (vi) dependencia de sentidos
no visuales; (vii) baja fecundidad y jóvenes precoces (independientes), y (viii) vulnerabilidad a
la explotación (Compagno 1990; Gruber 1991; Musick et al., 2000; Stevens et al., 2000 y Cailliet
et al., 2005). Como grupo ocupan un amplio rango de ambientes, desde regiones polares hasta
tropicales, encontrándose tanto en zonas costeras como oceánicas, en aguas someras como de
profundidad. La mayoría de las especies de Condríctios utilizan algún tipo de hábitat para la
crianza, refugio o alimentación que pueden abarcar todo, desde los ríos de agua dulce,
estuarios y bahías poco profundas costeras, los arrecifes de coral, bosques de algas y el fondo
del mar (Stevens et al., 2005).

¿Qué es un tiburón?

Un tiburón es un pez con un esqueleto compuesto por cartílago flexible en lugar de huesos
rígidos. Los tiburones poseen miles de dientes que se generan y se caen continuamente
durante toda su vida y normalmente presentan una forma corporal cilíndrica, la mayoría de los
tiburones tiene cinco tipos de aletas: las aletas pectorales proporcionan fuerza cuando el
tiburón nada hacia delante, la aleta caudal oscila de un lado a otro e impulsa el tiburón hacia
delante a través del agua, estas varían de tamaño y forma, dependiendo del estilo de vida y del
hábitat de la especie, las aletas dorsales, pélvicas y anales (que no están presentes en todos los
tiburones) se usan para estabilizar. Poseen de 5 a 7 aberturas branquiales situadas a los
costados de la cabeza. Habitan tanto en aguas costeras como en zonas abisales, regularmente
son organismos solitarios, y en ocasiones viajan en grupos lo cual se debe principalmente a
que buscan áreas de reproducción, alimentación o refugio, lo que depende de las necesidades
propias de cada especie. Su alimentación es variada, entre sus preferencias alimenticias se
encuentran los peces, los moluscos, los crustáceos e inclusive los mamíferos marinos. Son
expertos cazadores tanto en el día como en la noche, lo que nos dice que los órganos de los
sentidos con los que cuenta son altamente eficientes y muy complejos. A diferencia del grupo
de las rayas son organismos que tienen que estar en continuo movimiento para respirar.

¿Qué es una Raya?

Los peces batoideos o Rajiformes, se caracterizan por tener un cuerpo corto y dos aletas
pectorales expandidas que parecen alas, por lo general son planos verticalmente, sus
branquias se encuentran en la parte inferior del cuerpo. Viven parcialmente enterrados en el
lecho marino, poseen espiráculos en la parte superior de la cabeza por detrás de los ojos y se
emplean para obtener respiración adicional, funcionando como un tubo aspirador: captura
agua y la pasa por las branquias que tiene en la parte inferior del cuerpo. Muchas especies
tienen pupilas en forma de luna en lugar de las pupilas circulares de los mamíferos, lo que les
permite, entre otras cosas, una menor distorsión, un mayor campo de visión y un mejor
contraste. Muchos batoideos poseen un intrincado tejido solapado sobre el iris de los ojos
(opérculo pupilar), se presenta a menudo bajo la forma de flecos, y tiene el efecto de cambiar
el comportamiento de la luz que lo atraviesa y llega a la retina del ojo.

¿Qué es una Quimera?

Los holocéfalos son las quimeras, también conocidos como peces rata, peces conejo, peces
elefante o tiburones fantasma, debido a su apariencia peculiar. Las quimeras incluyen más de
43 especies de tres familias, pero es probable que se descubran más especies. Se carece de
mucha información sobre estas especies y se conoce muy poco acerca de su estado de
conservación. Al igual q los elasmobranquios (tiburones y rayas), las quimeras tienen un
esqueleto compuesto por cartílago. Poseen una espina venenosa en la cola para defenderse.
Carecen de dentículos dérmicos y sólo tienen cuatro branquias. Tienen la mandíbula superior
adherida al cráneo y presentan menos dientes, que son planos para poder triturar, además se
caracterizan por tener una gran cabeza, ojos grandes, las aletas pectorales y la cola son muy
largas, y algunas pueden tener un hocico alargado. Las quimeras normalmente viven en el
lecho marino y están presentes en todo el mundo salvo las regiones polares más alejadas.

Otras características de peces cartilaginosos comprenden:

* Un par de aletas.

* Un par de fosas nasales.

* Escamas.

* Corazón de dos cámaras.

* Esqueletos hechos de cartílago en lugar de hueso. El cartílago da soporte al tejido y no tiene


tanto calcio como los huesos, lo que hace que hueso se ponga rígido. El cartílago es más suave
y más flexible que el hueso.

Sangre, piel y dientes.

Dado que no tienen médula espinal (ya que no tienen huesos), las células rojas se producen en
el bazo, en un tejido especial alrededor de los órganos reproductivos y en un órgano llamado
el órgano de Leydig , sólo encontrado en los peces cartilaginosos. La piel dura de este grupo de
peces está cubierta de escamas placoides , que son escamas duras formadas de dientes
modificados. Las escamas están cubiertas de un esmalte duro. La dura cubierta y la forma en
que las escamas están dispuestas, le dan al pez una piel áspera, similar a la lija. La función de
estas escamas es para protegerse de depredadores.

La forma de los dientes de los tiburones difiere de acuerdo a su dieta. Las especies que se
alimentan de moluscos y crustáceos tienen dientes densos y planos para machacar. Los que se
alimentan de peces, tienen dientes como agujas para agarrar y los que se alimentan de presas
más grandes, como mamíferos, tienen dientes puntudos más bajos para agarrar y dientes de
arriba triangulares con bordes dentados para cortar. Los tiburones continuamente botan y
reemplazan sus dientes, con una muda de dientes aproximada de 35.000 en toda la vida.

Familias

Los tiburones, mantas y rayas (similares a las pastinacas) se dividen en dos familias:

1. Rayas y mantas.

2. Tiburones.

Los tiburones son uno de los peces cartilaginosos estudiados con mayor frecuencia. Los
tiburones se distinguen por características como:

* El número de sus aberturas branquiales.

* El número y el tipo de aletas.

* El tipo de dientes.

* El tamaño de sus mandíbulas.

* La forma corporal.

* Su actividad nocturna.

* Un hocico alargado y con dientes usado para rajar los peces que comen, se aprecia en los
tiburones sierra.

* Los dientes usados para agarrar y machacar mariscos, una característica de los tiburones
cornudos.

* Un órgano similar a los pelos, denominado barbilla que ayuda a un tiburón a encontrar
alimento, es una característica de los tiburones alfombra.

* Un hocico largo (o área similar a la nariz), característica de los carcarriniformes.

* Reproducción ovovivípara , en la que los huevos se desarrollan al interior del cuerpo de la


madre luego de una fertilización interna y las crías nacen vivas. Este rasgo es una característica
de los lamniformes. Todos los tiburones se aparean por fertilización interna. Algunos tiburones
ponen huevos, otros permiten el desarrollo interno.

La forma del cuerpo de los peces es muy variable, normalmente son alargados, fusiformes y
algo comprimidos lateralmente, especialmente en la parte posterior. En los de tipo
anguiliforme es muy largo, más o menos cilíndrico en la parte anterior y muy comprimido en la
posterior. Muy similares, pero con la parte anterior también comprimida lateralmente, son los
de tipo acintado. Los de tipo rayiforme tienen el cuerpo comprimido dorso-ventralmente. Con
forma ovalada y muy compimido lateralmente son los de tipo pleuronectiforme.  Los de tipo
globoso poseen el cuerpo no muy largo y grueso. Por último hay peces que no encajan en
ninguno de estos modelos, como es el caso del caballito de mar, el pez luna, etc.

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