El término «epistemología» fue empleado por primera vez por Ferrier en 1854 y
popularizado por Zeller a partir de 1862. Sin embargo, el contenido de la disciplina se
remonta a la filosofa de Platón. Epistemees el nombre griego de «conocimiento»; los griegos distinguían la episteme de la doxa, palabra que usaban para referirse a la opinión. El diálogo de Platón titulado Teeteto está dedicado a demostrar que la percepción y la opinión no son conocimiento, y el diálogo entre Sócrates, Teodoro y Teeteto termina sin definir el conocimiento. El lugar, el papel y la importancia de la epistemología dentro de la filosofía han variado a través de los siglos; mientras para Aristóteles la epistemología estaría completamente separada de la metafísica, para Kant la metafísica es epistemología. En general, ontología y epistemología constituyen las dos principales ramas de la filosofía, y la prioridad relativa de una y otra ha sido defendida por diferentes filósofos. En la actualidad, la epistemología es uno de los tres componentes de la filosofía de la ciencia, siendo los restantes, la metodología y la metateoría. El propósito del siguiente trabajo es ofrecer una descripción de la forma como las dos principales concepciones de la epistemología se han reflejado dentro de la psicología. Para ello, en primer lugar, se presentará una visión panorámica de lo que se ha llamado la epistemología tradicional o clásica y en segundo lugar se analizará un nuevo punto de vista de la epistemología que pretende hacer de la epistemología una ciencia natural. En principio, Descartes comienza su investigación epistemológica en las Meditaciones con la siguiente pregunta: ¿cuáles proposiciones son dignas de creencia? En la primera meditación, descubre que muchas creencias que hasta entonces había aceptado como verdaderas debían ser rechazadas y que no tenía por qué aceptarlas como verdaderas. Antes de determinar si podemos decir que conocemos algo, es necesario identificar los criterios que regulan la aceptación y el rechazo de creencias. El programa fundamentalista de Descartes fue heredado en sus rasgos esenciales, por los empiristas. En particular, su mentalismo, la idea de que los estados mentales actuales de cada persona son epistemológicamente fundamentales permaneció esencialmente inalterada entre los empiristas. El empirismo lógico, a través de uno de sus más representativos exponentes, Rudolf Carnap , aceptó como meta de la epistemología la formulación de un método para la justificación de conocimientos. Según Carnap, la epistemología debe especificar cómo un fragmento ostensible de conocimiento puede ser justificado, es decir, cómo se puede justificar que es auténtico conocimiento. Semejante justificación no es absoluta sino relativa, pues el contenido de un conocimiento es justificado al relacionarlo con los contenidos de otros conocimientos que se presumen verdaderos. En este sentido, un contenido es reducido a otro, a lo que Carnap designa con el nombre de derivación epistemológica. Fue a través de este proceso que Carnap, utilizando el aparato lógico de Principia Matemática, logró definir los términos teóricos reduciéndolos a términos que se refieren a características fenoménicas de la experiencia sensorial. Se ha seleccionado el punto de vista de Carl Rogers sobre el proceso de conocer cómo una expresión representativa dentro de la psicología de la concepción tradicional o clásica de la epistemología. En primer lugar, vale la pena señalar que Rogers no tiene ningún parentesco filosófico con el empirismo lógico y que su selección obedece a que distingue entre diferentes formas de conocimiento con base en el modo de su justificación. En este sentido, Rogers distingue entre lo que él denomina conocer subjetivo, conocer objetivo y conocer interpersonal, o fenomenológico. Este es el conocimiento que se alcanza acerca del mundo psicológico de otras personas. Para Rogers, conocemos los sentimientos, emociones y creencias de otra persona mediante el acceso a su mundo fenoménico, lo cual implica el uso de nuestra máxima capacidad de empatía. La convicción de Rogers es que una ciencia psicológica madura debe procurar integrar estos modos de conocer a fin de lograr un mayor alcance en torno a la clase de problemas científicamente investigables. En este sentido, variables como «el significado», «el sí mismo», así como otras variables provenientes de la interacción psicoterapéutica podrían ser estudiadas por una psicología científica más abarcadora. Sin entrar en detalles, es oportuno señalar que el conocimiento del mundo psicológico de otras mentes está rodeado de enorme dificultades epistemológicas que han sido expuestas en análisis tanto filosóficos como psicológicos . A continuación se abordará la segunda forma de ver la epistemología, aquella le niega a esta disciplina la privilegiada condición de filosofía primera que le atribuía la concepción tradicional o clásica y pretende convertirla en una ciencia natural. Este punto de vista se remonta a las notas sobre lógica escritas por Ludwig Wittgenstein en 1913, y reduce la filosofía a lógica y metafísica, refiriéndose a la epistemología como la psicología de la filosofía. Una formulación más elaborada de esta nueva concepción de la epistemología es la realizada por Quine en su ensayo Naturalización de la Epistemología, donde argumenta que el programa fundamentalista cartesiano fracasó y que la búsqueda cartesiana de certeza es una causa perdida. Quine cree en la legitimidad de la epistemología, pero bajo una formulación y un estatus clarificado. Esta nueva epistemología es un capítulo de la psicología y, por tanto, de la ciencia natural; estudia un fenómeno natural: el sujeto humano físico.