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LA GLOBALIZACIÓN DE LOS NEGOCIOS

INTRODUCCIÓN

La globalización es una idea cuyo momento de extrema popularidad parece


haber llegado. A partir de oscuros orígenes en ensayos americanos y franceses
en la década de los ´60, el concepto de globalización tiene hoy cabida y
expresión en todos los idiomas más importantes del mundo.
Pero, no obstante, carece de una definición precisa. Efectivamente, la
“globalización” está en peligro de convertirse, si es que ya no lo ha hecho, en
un cliché de nuestro tiempo: la gran idea que abarca todo y de todo, desde los
mercados financieros globales hasta Internet, pero que ofrece muy poca
sustancia y perspectiva de análisis de la condición humana contemporánea.

A pesar de ello, los clichés o tópicos muchas veces captan elementos de la


experiencia de vida de una época determinada. En este sentido, la
globalización como idea generalizada refleja la ampliamente divulgada
percepción de que el mundo está siendo rápidamente moldeado como un
espacio social compartido y que los agentes de este proceso serían poderosas
fuerzas económicas y tecnológicas. Como consecuencia, los acontecimientos
que se produzcan en una región del mundo, pueden tener profundas
consecuencias en las vidas de individuos y comunidades en el otro extremo del
planeta. Para muchos, la globalización está también asociada con un
sentimiento de fatalismo político y de inseguridad en el sentido de que el
vertiginoso proceso de cambio que estamos viviendo superará la capacidad de
los gobiernos nacionales y de los propios ciudadanos para controlar, discutir o
inclusive resistir, si este fuera el caso, dicho proceso de cambio. En otras
palabras, los límites y las fronteras de la políticas nacionales están siendo
fuertemente sacudidos por la globalización.

Como una definición inicial, podemos hablar de la globalización como la


ampliación, la profundización y la creciente interconexión de todos los aspectos
de la vida social contemporánea a nivel mundial, desde lo cultural a lo criminal,
desde lo financiero a lo espiritual. Que un programador informático en la India
actualmente entrega en tiempo real su trabajo a sus empleadores en Europa y
los Estados Unidos, y que los cultivos de amapolas en Burma pueda ser
ligados a al consumo ilegal de estupefacientes en Berlín o en la Costa del Sol
española, son ilustraciones de las formas que la globalización contemporánea
conecta comunidades en una región del mundo, con acontecimientos que
tienen lugar en otra. Pero más allá de una apreciación general de que se está
produciendo una cada vez más intensa intensificación, real o percibida, de esa
interconexión global, existe un significativo desacuerdo sobre cómo
conceptualizar de una mejor manera dicha globalización, cómo encarar sus
causas y su dinámica y cómo plantear sus consecuencias estructurales, si es
que realmente se están produciendo.
Se está produciendo, en todo el mundo, un vibrante debate sobre todos estos
temas. Es posible distinguir en el mismo tres escuelas de pensamiento,

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conocidas como la de los hiperglobalizadores, la de los escépticos y la de los
transformacionalistas. En su esencia, cada una de estas escuelas podemos
decir que representa un enfoque diferente de la globalización, en un intento de
entender y explicar este fenómeno social.
Para los hiperglobalizadores, la globalización contemporánea define una nueva
era en la historia de la humanidad en la cual los pueblos y los países en
cualquier lugar del planeta están crecientemente sometidos a las disciplinas y
dictados de un mercado global.
Por lo contrario, los escépticos argumentan que la globalización es
esencialmente un mito que oculta la realidad de una economía internacional
crecientemente segmentada en tres grandes bloques regionales y en los cuales
los gobiernos nacionales continúan ejerciendo un gran poder.
Finalmente, para los tranformacionalistas las actuales tendencias del proceso
de globalización son inéditas históricamente hablando, sin precedentes en los
diferentes estadios de la historia de la humanidad, de manera tal que los
pueblos y los gobiernos de todo el mundo están experimentando un proceso de
cambio muy profundo en la medida que tratan de adaptarse precisamente a un
mundo mucho más interconectado e incierto.

FACTORES DEL PROCESO CONTEMPORÁNEO DE GLOBALIZACIÓN

No es propósito de este documento ahondar en el debate conceptual, sin duda


muy interesante e iluminador, sobre las causas, dinámicas y consecuencias
evidentes de este proceso. Consideramos más productivo simplemente señalar
los enfoques y orientaciones generales de esta discusión, como así queda
determinado en los párrafos anteriores.
Consideramos más relevante detallar brevemente tres aspectos de la
globalización que afectan directamente a los negocios internacionales desde
hace ya décadas y que ciertamente forman parte de la misma:

1. El comercio y los mercados globales


2. La globalización de los mercados financieros
3. Las compañías multinacionales y las redes globales de producción

1. EL COMERCIO Y LOS MERCADOS GLOBALES

Hoy en día, todos los países comercian internacionalmente. Con la rara


excepción de Corea del Norte, todos ellos comercializan una proporción muy
significativa de su ingreso nacional. Alrededor del 20% de la producción
mundial es comercializada de esta manera, y una proporción
aún mayor está sujeta a la competencia internacional: el comercio entre
diferentes países en la actualidad ha alcanzado niveles históricamente sin
precedentes en la historia. El comercio es el mecanismo clave para movilizar
mercaderías y también servicios a escala mundial. Esto también incluye la
transferencia de tecnología.
Si en el pasado el comercio constituía una especie de enclave aislado de
cualquier economía nacional, hoy constituye una parte integral de la estructura
de producción en todos los estados modernos.

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El comercio relaciona mercados distantes, de manera que, por ejemplo, el
concepto de frutas estacionales ha desaparecido de los supermercados del
mundo occidental: la redes logísticas y comerciales internacionales hacen que
estos productos estén disponibles para su consumo todo el año. Actualmente,
el desarrollo de la tecnología hace posible que un libro editado por una
pequeña editorial en Barcelona pueda ser ordenado en librerías en cualquier
lugar del mundo vía Internet. Asimismo el comercio ha revolucionado las
características y posibilidades de todos y cualquier sector industrial: hoy pocas
industrias se basan exclusivamente en los mercados domésticos o en
componentes o materias primas fabricadas u obtenidas en el propio mercado.
Como uno de muchísimos ejemplos, se puede señalar la industria de la
construcción que, si bien usa principalmente recursos nacionales (materiales,
mano de obra y demanda nacionales), la maquinaria y bienes de equipo en
general pueden ser importados. Inclusive esta tendencia se está
incrementando debido a que las grandes compañías de este sector son cada
día más internacionales, lo que incluye a los sistemas de apoyo logístico.
Para que exista un mercado global, debe darse un flujo regular significativo de
intercambio de mercaderías y de servicios a nivel interregional. Los ejemplos
más obvios de mercados globales son los que existen para determinadas
materias primas y que están concentrados en unas pocas localizaciones físicas
e inclusive en una sola. Y como el comercio ha estimulado el desarrollo de
estos mercados globales, las economías nacionales se han abierto más,
eliminando las barreras proteccionistas. Esto ha hecho que el impacto de las
condiciones internacionales sobre dichas economías se ha intensificado. Las
fluctuaciones macroeconómicas de un estado tienden entonces ha afectar a
otros países y mayores proporciones de comercio internacional hacen que
estos impactos sean aún más importantes. Por supuesto, el impacto de estas
fluctuaciones macroeconómicas depende no solo del comercio, sino también
de otras interconexiones, principalmente de las financieras a nivel global, y del
éxito que las políticas macroeconómicas nacionales obtengan en controlar
dichas fluctuaciones. Pero resulta evidente que esta es una situación que se da
con mucha mayor intensidad en la realidad contemporánea, por lo que es hoy
una responsabilidad crítica de los Gobiernos gerenciar dichas consecuencias.
Finalmente, debe señalarse que existe una distinción entre sensibilidad y
vulnerabilidad frente a acontecimientos externos, tanto en términos de costes
como de escalas de tiempo.

2. LA GLOBALIZACIÓN DE LOS MERCADOS FINANCIEROS

Existen pocas imágenes tan ilustrativas de la globalización que la de los


operadores, hombres y mujeres, de Wall Street y de la City de Londres,
comprando y vendiendo valores de cualquier parte del mundo con solo apretar
un simple botón.

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A pesar de que las bolsas de valores y los flujos de negociación de valores
financieros están fuertemente concentradas en Nueva York, Londres y Japón,
las transacciones de carácter internacional promedian unos $ 1500 billones de
Dólares EE. UU. por día. Además, billones de Dólares EE.UU. son
comercializados en otros tipos de activos financieros en todo el mundo,
también diariamente. El desarrollo de nuevos instrumentos financieros, la
desregulación de los mercados financieros nacionales y el crecimiento de los
bancos internacionales y de otras instituciones financieras ( compañías de
seguros, bancos de inversión, etc. ), han contribuido a crear un mercado
financiero global perfectamente operativo y muy eficaz.
Actualmente, el comercio mundial de divisas y de bonos emitidos por los
gobiernos significa que los tipos de cambio y los tipos de interés, dos variables
fundamentales y críticas en la formulación de las políticas macroeconómicas de
los gobiernos nacionales, son determinadas en el contexto de los mercados
financieros globales. El explosivo crecimiento de estas operaciones a partir de
la década de los ´80 y la complejidad de los mercados financieros globales han
contribuido a tranformar profundamente la gestión de estos aspectos en las
economías de los países desarrollados. Las finanzas en la actualidad están
marcadas por la alta intensidad y relativa volatilidad en las alteraciones de los
tipos de cambio, las tasas de interés y los precios de otros activos financieros
( las acciones en bolsa, por ejemplo). En muchos casos, están sujetos a
operaciones especulativas a gran escala capaces de producir efectos
inmediatos y dramáticos en los mercados domésticos.
Como resumen, es de destacar el crecimiento exponencial que desde la
década de los ´70 ha habido en los mercados financieros mundiales. Ello se ha
traducido en que la extensión, la intensidad, la velocidad y el impacto de los
flujos financieros y de las redes financieras institucionalizadas a nivel también
mundial , no tiene precedente en la historia económica. Como consecuencia,
los mercados financieros nacionales y los centros financieros mundiales más
importantes están íntimamente entrelazados en un único sistema operativo a
nivel global. Paralelamente a esto, ha tenido lugar un proceso de gran
pofundización y sofisticación en la gestión de los capitales financieros que tiene
como consecuencia que pocas economías nacionales pueden aislarse de las
operaciones diarias de los mercados financieros. La volatilidad de estos
mercados puede llegar a provocar consecuencias muy importantes para estas
economías domésticas, mientras que las condiciones financieras en una región
pueden impactar casi simultáneamente en otros mercados financieros
nacionales en cualquier otra parte del mundo.

3. LAS COMPAÑÍAS MULTINACIONALES Y LAS REDES GLOBALES DE


PRODUCCIÓN

Conjuntamente con la globalización de los mercados financieros, la imagen


más común de la globalización de la economía es quizás la de las compañías
multinacionales (CMN): las enormes corporaciones de negocios, verdaderos
imperios, que actúan en todo el mundo y cuyas ventas anuales igualen y hasta
muchas veces superan los PIB (Producto Interno Bruto), de muchos países.

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Las empresas inician actividades de producción a nivel internacional en la
medida que posean una ventaja competitiva específica y que será mejor
explotada de esta manera. La ventaja puede consistir en una técnica de
fabricación o en un producto patentados, pero asimismo puede dicha ventaja
estar basada en capacidades directivas de la empresa o de su personal.
En 1998, existían aproximadamente 53 000 CMN en el mundo, con
450 000 subsidiarias repartidas por todo el globo y con unas ventas
consolidadas totales de 9,5 trillones de Dólares EE.UU. Hoy en día, la
producción transnacional de estos conglomerados supera a las exportaciones
como la forma dominante de abastecer a los mercados exteriores. Un pequeño
número de CMN domina el mercado mundial del petróleo, de determinados
minerales, de alimentos y de diversos productos agrícolas, mientras que un
centenar, también aproximadamente, desempeñan un papel preponderante en
la producción de productos manufacturados y en la prestación de servicios.
Como dato adicional, cabe destacar que las cien CMN más grandes controlan
cerca del 20% de los activos internacionales, emplean a 6 millones de
trabajadores y representan en torno al 30% de las ventas totales, a nivel
mundial, de las ventas de todas las CMN en su conjunto.
Pero el crecimiento de las CMN no indica la historia completa de la
globalización de la producción. Los avances en las tecnologías de las
comunicaciones y en las infraestructuras en general (transporte, logística en
general), que también han favorecido altamente la evolución de los mercados
financieros globales y del comercio internacional, han servido como punto de
apoyo a una internacionalización de la producción entre las empresas de
tamaño mediano y pequeño, al menos en las economías más desarrolladas.
Este tipo de empresas, de menor dimensión relativa, están siendo integradas
en redes de producción y distribución en las cuales la fabricación y distribución
de bienes y servicios también está globalizada.
Por lo tanto, los entramados de producción y de distribución no son solo
patrimonio de las grandes CMN, sino que también se desarrollan y operan a un
tamaño de empresas mucho menor.

UN COMENTARIO FINAL

La globalización no es un proceso absolutamente nuevo en la historia de la


humanidad ni, en particular, en el mundo de los negocios. Su forma ha
cambiado a lo largo de los siglos y en cada uno de los campos de la actividad
humana, desde lo político hasta lo ecológico.
Además, es un proceso histórico que no puede ser caracterizado por una
evolución consistente y de acuerdo con una determinada lógica subyacente.
No obstante, hoy a nivel global estamos inmersos en una serie de cambios,
profundos y de gran trascendencia, que tienen un gran impacto en la vida de

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las empresas y que nos permiten concluir que en la actualidad los negocios son
internacionales por definición.
Ello conlleva comprender que estamos inmersos en un mercado abierto, tanto
para la obtención y gestión de los recursos necesarios para la actividad
empresarial y el cumplimiento de los fines de la empresa, como para sobrevivir
en mercados de competencia globales. La desaparición de barreras
proteccionistas aumenta la necesidad de desarrollar con rigor las áreas de
eficacia y eficiencia de las organizaciones para poder competir en forma global,
con todas sus consecuencias.

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