Está en la página 1de 2

Había una vez un conejo, que era amigo de una paloma y una ardilla.

Vivían muy felices en un bosque cerca de la ciudad.

Un Día salió de su madriguera a buscar comida, pero cuando salió, encontró a sus amigos muy asustados huyendo de un perro y
entonces se escondió de nuevo.

Pasó mucho tiempo y ahí seguía el perro; afuera de la madriguera, pero estaba triste.

Después de pensarlo mucho, el conejo salió. El perro solo lo miro y volvió a acurrucarse en la tierra.

El conejo llamo a sus amigos y entonces observaron al perro, que entonces empezó a aullar de tristeza.

La ardilla lo llevo a su casa, donde intentó que el perro entrara pero no cupo, entonces lo llevo con la paloma.

La paloma le dijo al perro que si quería jugar a algo, pero el perro no sabia hablar, así que solo jugaron a “correr”

Pero como el perro no podía volar no


pudieron jugar muy bien.

Luego fueron con el conejo, pero el


solo quería comer zanahorias, más
no jugar.

El perro se puso triste de nuevo. Los


otros animales se enfadaron con el
conejo por haber puesto triste al
perro, hasta que se dieron cuenta
que el perro ya no estaba. Lo
buscaron por toda la zona pero no
había señal de él. Pasaron unas
varias horas y nada. Luego se
alejaron más de la zona hasta que el
conejo cayó en una pequeña cueva,
¡Pero estaba el perro!

El conejo intento llamar a sus amigos mientras el perro ladraba pero no apareció nada. Después de horas, cuando ya estaban
hambrientos, apareció la ardilla. La ardilla llamo a la paloma para que le ayudara a sacarlo de ahí, pero ni los dos juntos pudieron.

La paloma fue a la ciudad en busca de ayuda, pero solo encontró a un niño, entonces este lo acompaño al bosque. Después de caminar
mucho, encontraron la cueva. El niño los saco de ahí y fueron a la madriguera del conejo

En el camino se encontraron una manada de ¡lobos!

Estaban muy asustados y solo pensaron en esconderse. Después de mucho tiempo, los lobos seguían ahí.

Solo se les ocurrió que la paloma volara por encima de ellos para ahuyentarlos y ellos pudieran irse de ese lugar.

Los lobos se fueron junto con la paloma, pero cuando ellos ya se iban, y la paloma ya iba de regreso, los lobos los empezaron a
perseguir. Lo único que pudieron hacer fue correr lo más rápido posible para no ser devorados por los lobos. Corrieron hasta que
llegaron a una cabaña abandonada y entraron ahí. No había nada; estaba totalmente vacío. Ellos solo esperaron a que los lobos se
fueran, entonces salieron y se dirigieron sigilosamente a la madriguera del conejo. Ahí pasaron un buen rato pasándola bien, hasta que
llegó la hora de despedirse y todos tenían a donde ir, pero el cachorrito no. No sabían que hacer, hasta que el niño tomo al perrito y se
lo llevo. Desde entonces todos fueron felices.

Fin

También podría gustarte