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DERECHO
CIVIL
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SOCIEDAD 1
CONYUGAL
INTRODUCCIÓN
1
SOCIEDAD CONYUGAL
1
Cháves Asencio, Manuel F. Op. Cit Nota pp.185 y 194
2
bienes pero con mas amplitud que ésta la cual es constituida libremente por los
cónyuges en las capitulaciones matrimoniales ( mismo momento en que ellos
decidirán si todo o sólo una parte de los bienes ingresará al que Chávez Ascencio
denomina un fondo social). Entendemos también de la definición apuntada se
considera que la sociedad conyugal es un régimen de coparticipación entre los
cónyuges y que en las capitulaciones se debe establecer la forma en que se
liquidaría la misma al momento de disolverse.
3
El objeto indirecto ésta representado por el conjunto de bienes presentes o futuros
y por las deudas u obligaciones que integran respectivamente el activo y pasivo de
la sociedad.
2
Rojina Villegas, Rafael. Op. Cit, nota 3 p 364
3
Rico Álvarez, Fausto et, al., De la persona y de la familia en el Código Civil para el Distrito Federal. México,
2006 ed. Porrúa p.191
4
Por tanto la sociedad conyugal como régimen patrimonial del matrimonio, es una
institución de derecho familiar, creadora de derechos y obligaciones que surtirán
efectos sobre la persona de los cónyuges, pero que pueden hacerse valer frente a
terceros. Con la creación de la misma, los integrantes de ella, deciden compartir
los bienes corpóreos o incorpóreos que adquirirán durante el matrimonio o bien
aporta algunos ya existentes y con ello concederle al otro cónyuge derechos
iguales sobre dichos bienes, lo que traerá como consecuencia que sólo con el
acuerdo de voluntades entre ambos se pueda disponer de ellos.
Es de considerar los convenios conyugales como los pactos que celebran los
cónyuges antes o durante la vigencia del matrimonio a efecto de determinar los
deberes, derechos y obligaciones que regirán a la familia y la forma en que serán
cumplidos.
5
Estos convenios surgen de la convivencia diaria conyugal y familiar, donde muchas
de las relaciones tienen carácter de jurídicas, y en algunas es necesario el acuerdo
de voluntad de los cónyuges para determinar la forma y manera como esas
relaciones conyugales o familiares van a vivirse en lo humano y en lo jurídico.
Debe tomarse en cuenta que como principio de legislación prohíbe cualquier acto
en contra de los fines del matrimonio. El articulo 147 previene que serán nulos los
actos que hagan los contrayentes, en contravención de lo señalado en el articulo
anterior… se trata de una nulidad absoluta por ir contra las normas de orden
público.
4
Chávez Ascencio, Manuel F. Convenios conyugales y familiares. 5ª edición, México, ed. Porrúa 2005 pp 40 y
50.
6
Ese convenio conyugal debe pactarse –como ya lo apuntamos- al momento de
celebrar el matrimonio, pues se trata de un requisito indispensable para que el
Juez del Registro Civil pueda celebrar el acto e incluso el Código Civil señala que el
convenio relativo al régimen patrimonial que regulará el matrimonio debe hacerse
constar en el acta que al efecto levante el Juez. Al respecto citamos el artículo 103
de la Ley de la materia que señala:
7
La posibilidad de ampliar, modificar o limitar este convenio conyugal, la
establecerán los propios cónyuges con la realización de capitulaciones
matrimoniales.
El artículo 179 del Código Civil vigente en el Distrito Federal, define a las
capitulaciones matrimoniales de la siguiente forma:
Ahora bien, dado que el Código define a las capitulaciones como pactos,
consideramos importante dejar dicho que esa palabra, ha tenido muchas
acepciones y desde luego la más antigua la encontramos en el derecho romano, tal
como se señala a continuación:
“.. . La noción del pactum no fue unívoca a través de las distintas etapas del
Derecho romano, sino que aparece sometida a una constante evolución que tiene
como punto de arranque la ley de las XII Tablas y que, pasando por la obra del
pretor y la labor de la jurisprudencia clásica y de la legislación imperial, arriba
hasta la compilación justinianea. La voz pactum (o pactio) derivada del verbo
antiguo pacere... originalmente designaba al acuerdo entre las partes dirigido a
poner fin a un litigio... de esta manera para el derecho antiguo la voz pactum
significó tanto como transactio y se caracterizó por la renuncia, gratuita o
mediante compensación, a la persecución judicial de un derecho...” 5
5
Gordillo Montesinos, Roberto Héctor. Derecho privado romano, México, ed. Porrúa, 2004 p. 665
8
Como podemos ver, la palabra pacto, significa simplemente convención, un
acuerdo de voluntades que puede o no tener consecuencias jurídicas y aunque
creemos innecesario que el Código defina a esta institución familiar, consideramos
que en todo caso decir que las capitulaciones son un pacto no es atinado, ya que
éstas son el medio con el que los cónyuges cuenta para delimitar los alcances que
tendrá el régimen patrimonial que hayan elegido.
6
Vidal Taquíni, Carlos. Régimen de bienes en el matrimonio, ed. Astria, 1995 p.9
9
los cónyuges; pactos que en todo caso se reflejarán en obligaciones pecuniarias
que surtirán efectos en el patrimonio de los consortes.
Como pudimos observar, si éste supuesto se realiza, es decir que las capitulaciones
matrimoniales se otorguen después de celebrado el matrimonio, la ley exige una
formalidad distinta a dichas capitulaciones, a saber: que sean otorgadas ante el
Juez de lo Familiar o ante notario en escritura pública, sobre todo si implican la
transmisión de bienes que requieran de dicha formalidad para surtir efectos.
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“Art. 255.- El matrimonio contraído de buena fe, aunque sea declarado nulo,
produce todos sus efectos civiles en favor de los cónyuges mientras dure; y en
todo tiempo en favor de sus hijos.
Art. 186.- En este caso, la alteración que se haga de las capitulaciones deberán
también otorgarse en escritura pública, haciendo la respectiva anotación en el
protocolo en que se otorgaron las primitivas capitulaciones y en la inscripción del
Registro Público de la Propiedad. Sin llenar estos requisitos, las alteraciones no
producirán efecto contra tercero.
I.- La lista detallada de los bienes inmuebles que cada consorte lleve a la sociedad,
con expresión de su valor y de los gravámenes que reporten;
II.- La lista especificada de los bienes muebles que cada consorte introduzca a la
sociedad;
III.- Nota pormenorizada de las deudas que tenga cada esposo al celebrar el
matrimonio, con expresión de si la sociedad ha de responder de ellas o únicamente
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de las que se contraigan durante el matrimonio, ya sea por ambos consortes o por
cualquiera de ellos;
VIII.- La declaración acerca de si los bienes futuros que adquieran los cónyuges
durante el matrimonio pertenecen exclusivamente al adquirente, o si deben
repartirse entre ellos y en qué proporción;
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De una primera lectura, parecieran encontrarse ciertos puntos de controversia en
el Código Civil; por un lado, concede la posibilidad a los cónyuges -de conformidad
con lo dispuesto por el artículo 180- de celebrar sus capitulaciones matrimoniales
durante la vigencia del matrimonio y por otro lado, en su artículo 235 fracción III
sanciona con la nulidad a los matrimonios que se hayan realizado en
contravención, entre otros, con el artículo 98 de ese mismo ordenamiento, relativo
a que es necesario presentar el convenio conyugal que regirá sobre los bienes de
los cónyuges, para poder celebrar el matrimonio.
Y es que el Código Civil confunde estas figuras, pero para el caso que nos ocupa
es trascendente realizar, como bien lo señala Domínguez Martínez 7 - a quien
seguiremos en lo fundamental en este punto- la distinción entre convenio conyugal
y capitulaciones matrimoniales.
De vital importancia son los artículos 180, 185 y 189 ya citados, dado que éstos en
unión con el numeral 98 que referimos a continuación, nos ayudarán a comprender
la importancia de la distinción entre conceptos, que dicho ordenamiento
equivocadamente confunde..
…V. El convenio que los pretendientes deberán celebrar con relación a sus
bienes presentes y a los que adquieran durante el matrimonio. En el
convenio se expresará con toda claridad si el matrimonio se contrae bajo el
régimen de sociedad conyugal o bajo el de separación de bienes….No puede
dejarse de presentar este convenio ni aún a pretexto de que los
pretendientes carecen de bienes, pues en tal caso, versará sobre los que
adquieran durante el matrimonio. Al formarse el convenio se tendrá en
cuenta lo que disponen los artículos 189 y 211, y el Juez del Registro Civil
7
Domínguez Martínez, Jorge Alfredo. La nueva sociedad conyugal en el Código Civil para el Distrito Federal.
Breviario 43 del Colegio de Notarios del Distrito Federal, México, ed. Porrúa, 2008.
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deberá tener especial cuidado sobre este punto, explicando a los
interesados todo lo que necesiten saber a efecto de que el convenio quede
debidamente formulado.
Por un lado, el artículo 98, relativo a los requisitos que debe contener la solicitud
presentada ante el Juez del Registro Civil para contraer matrimonio, señala que la
misma debe contar con el convenio que especifique el destino que seguirán a
partir de la celebración de dicho acto jurídico, los bienes presentes y futuros de
quienes se convertirán en cónyuges.
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Siguiendo con el artículo 98, mismo que nos remite al numeral 189 que contiene
los lineamientos a seguir para elaborar las capitulaciones matrimoniales, se
continúa confundiendo los conceptos estudiados.
Cierto es que las capitulaciones deben contener como mínimo lo solicitado en las
fracciones señaladas por el artículo 89, pero, dichas capitulaciones pueden
válidamente celebrarse después del matrimonio, puesto que -como ya lo
expusimos- cuando hablamos de capitulaciones matrimoniales, nos referimos a un
contrato accesorio al acto principal es decir, el matrimonio, que puede surtir
efectos sin que la no existencia de capitulaciones pueda invocarse como una causa
de nulidad en cualquiera de sus posibilidades.
Por otro lado, el convenio conyugal al que se refiere nuestro artículo 98 debe
irremediablemente entregarse a la autoridad correspondiente en la solicitud de
matrimonio, puesto que su inexistencia no permite la celebración de dicho acto.
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CONCLUSIÓN
Uno de los primeros y más importantes acuerdos que celebrarán los esposos
será establecer el régimen patrimonial de su matrimonio, entendido como
un acuerdo de voluntades entre los cónyuges que regirá el destino de sus
bienes presentes y futuros y que se crea para cumplir los fines del
matrimonio velando en todo momento por el interés de la familia. En la
legislación civil mexicana existen dos clases de regímenes patrimoniales y es
la propia Ley la que determina que son los cónyuges quienes están
facultados para decidir cuál de ellos regirá su patrimonio, a saber: sociedad
conyugal o separación de bienes.
Por lo que hace a la sociedad conyugal, debe ser analizada desde dos
ángulos: como régimen patrimonial y como contrato. Como régimen es una
institución de derecho familiar, creadora de derechos y obligaciones que
surtirán efectos sobre la persona de los cónyuges, pero que pueden hacerse
valer frente a terceros. Con la creación de la misma, los integrantes de ella,
deciden compartir los bienes corpóreos o incorpóreos que adquirirán en la
16
vigencia del matrimonio o bien aportar algunos ya existentes y con ello
concederle al otro cónyuge derechos iguales sobre dichos bienes, lo que
traerá como consecuencia que sólo con el acuerdo de voluntades entre
ambos se pueda disponer de ellos.
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BIBLIOGRFÍA
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