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Ángel Sanz Briz,

la profundidad del bien


Enrique N. Vallespín*

«... solo el bien tiene profundidad y puede ser radical»


Hannah Arendt

«… El mal que hacen los hombres les sobrevive;


el bien a la tumba se va con ellos»
William Shakespeare

* Profesor de Historia del Instituto IES Cabañas (La Almunia de Doña Godina). Profesor asociado del Departamento
de Didácticas Específicas en la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza.
22 Enrique N. Vallespín Ángel Sanz Briz. La profundidad del bien 23

F
inales de la II Guerra Mundial, probablemente el 18 de octubre de 1944, cuatro Ciudadano Sanz Briz
hombres coinciden en Budapest, Hungría. Es posible que solo se cruzaran por De la variedad de testimonios audiovisuales, documentales y actos conmemo-
la calzada en sus respectivos automóviles oficiales o que los cuatro concurrie- rativos que en las últimas décadas tanto la familia Sanz Briz, como los historiado-
ran en el vestíbulo del Hotel Majestic. El escenario concreto nunca lo sabremos. En res, estudiosos, periodistas, novelistas, directores de cine o tertulianos mediáticos
apariencia eran normales y corrientes; los cuatro tenían una edad cercana entre que se han acercado a su figura podemos recopilar de sus trabajos y monografías,
sí; los cuatro habían alcanzado su puesto de funcionario intermedio con cierta ca- podríamos esbozar, a riesgo de su parcialidad y del grado de cercanía y cariño que
pacidad de decisión pero supeditados a sus mandos jerárquicos; a su manera, los compartió con ellos, las siguientes pinceladas que pueden servirnos para dibujar un
cuatro eran hombres de acción; los cuatro eran amantes del orden y tenían un alto retrato inicial del ser humano que fue.1
concepto del deber, la disciplina, y la patria; tres de ellos fueron padres cariñosos Quienes lo describen ya desde su juventud, aluden constantemente a una per-
y preocupados de sus respectivos cinco hijos. Sus biografías no parecen esencial- sonalidad metódica, precisa, ordenada y calculadora; sensata y equilibrada en su
mente muy distintas de cualquier otro burgués de cualquier otro país europeo de la sangre fría y valor; culta, correcta, educada y respetuosa, una persona fiel y leal que
época. Hasta aquí las semejanzas. La diferencia entre ellos radica en sus acciones, anteponía sus responsabilidades a sus propias ideas; honrado, cumplidor y obedien-
en la profundidad de esas mismas acciones que los llevaron a coincidir, enfrentarse te, de profundas convicciones religiosas y de misa dominical; partidario de mantener
y oponerse aquel frío octubre de 1944: sus acciones influyeron, condicionaron o siempre una prudente distancia personal con sus subordinados, mas de trato afable y
ciertamente determinaron la suerte de decenas de miles de seres humanos. cordial incluso aunque pareciera un poco distante en el trabajo cotidiano.
A un lado de la historia los asesinos, los perpetradores, los criminales; los dos Casi todos coinciden en percibirlo como un hombre co-
siniestros responsables empeñados sistemática y concienzudamente en llevar a los rriente, con las debilidades y limitaciones de cualquier persona,
judíos a su destino de noche y niebla: Adolf Eichmann y Rudolph Höss. En el otro de genio fuerte y enérgico, encantador y seductor según varias
lado, los defensores y protectores de las víctimas, de los asesinados, de los sacrifi- mujeres, maniático de la puntualidad, fumador constante y aficio-
cados, dos excepciones, dos pequeños faros de luz en la oscuridad casi absoluta del nado al fútbol y las corridas de toros. Incluso bailaba bien el vals.
Holocausto: Raoul Wallenberg y Ángel Sanz Briz, junto con unos pocos colaborado- Vestía impecable, cuidando hasta el más mínimo detalle su
res y empleados más, empeñados en lo contrario. Este reducido grupo de hombres aspecto personal y hablaba con una precisión y una cautela sor-
y mujeres no naufragó en la timidez, la indecisión o la indiferencia a la que la presión prendentes. Nadie lo recuerda despeinado, ni con la barba de
ambiental los empujaba. unas horas, ni con el bigote tan propio de la época sin recortar.
Hay momentos en la Historia en los que parece que todo se acelera, todo se Además de su elegancia y porte distinguido tenía a su favor unos
precipita. Casualidad, destino, designio divino, multicausalidad, dependiendo de la ojos verde-grisáceos, penetrantes y cálidos. Asertivo y buen con-
órbita desde la que observemos el acontecimiento histórico, el relato de los hechos versador, tenía fama de que nunca decía una palabra de más. Pro-
tendrá un significado u otro. Su interpretación será afirmada, negada, revisada, totipo de los de «nadar y saber guardar la ropa», sabía escuchar
reinterpretada, dramatizada, exagerada, novelizada, minimizada, falsificada, tal vez con flema sajona y gracias a su capacidad de persuasión conse-
simplemente… olvidada. guía convencer en las encendidas discusiones sin necesidad de
Los dos primeros hacen justicia a la cita shakespiriana. Ambos fueron juzga- mostrar excesiva vehemencia o agresividad.
dos, sentenciados y ejecutados como criminales y asesinos. Es de justicia y deber Hombre de rectos principios y de valores, más que de ideo-
que reivindiquemos y conmemoremos el compromiso ético y moral de los dos se- logías, nunca ocultó su escoramiento conservador y tradicionalista
gundos, especialmente del que aquí nos ocupa, del diplomático aragonés rescatado cimentado en valores como el orden, la autoridad, la familia y el deber hacia la patria,
de las nieblas del olvido: son «Justos entre las Naciones». llegando a ser sospechoso de monárquico en alguna ocasión por sus superiores.
La aproximación biográfica que sigue a continuación no tiene otra pretensión Como todo buen y experimentado diplomático supo combinar la acción y la
que acercarnos, de una forma breve, sencilla y sintética a la figura de Sanz Briz. En reflexión, adaptándose con facilidad a las nuevas situaciones, actuando acertada-
el apartado bibliográfico y audiovisual del final se pueden encontrar las obras con- mente en la mayoría de sus decisiones y asumiendo en la soledad la responsabilidad
sultadas más extensas y documentadas, aunque algunas limitadas en exclusiva al de sus errores, que los tuvo, y de las consecuencias que de ellos se derivaron.
periodo álgido de su actuación entre junio y diciembre de 1944 en Hungría; este Todas las fuentes consultadas son unánimes al enjuiciarlo en su instante más
acercamiento no es sino la versión seleccionada y resumida de todas ellas, otro pe- oscuro: Sanz Briz supo decidir y actuar con lealtad, humanidad, valentía y compro-
queño granito de arena en aras de su divulgación didáctica, en el 40 aniversario de miso cuando fue necesario.
su fallecimiento, y desde el convencimiento de que ejemplos como el suyo son más
1 La práctica totalidad de las cualidades, virtudes, defectos y rasgos que caracterizaron su personalidad a ojos
necesarios hoy que nunca para la creación y sostenimiento de una ciudadanía com- de quienes tuvieron trato con él está extraída de la bibliografía y documentales que figuran en la selección de
prometida, responsable y solidaria. la última página. Tan solo están seleccionadas y descritas aquí de una manera en cierto modo «temática».
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Zaragoza – Madrid. De los primeros años a la universidad


Ángel Máximo Sanz Briz nació en Zaragoza el 28 de septiembre de 1910. La
familia estaba constituida por Felipe Sanz Beneded2 y Pilar Briz Gayán más sus cinco
hijos. Ángel era el tercero de cinco hermanos: Felipe (1908-1972), el primogénito,
profesor mercantil, continuó con los negocios familiares; Alfonso (1909-1985) se
dedicó a la medicina, en la especialidad de ginecología; Mariano (1913-1982), a
imitación de su hermano Ángel se convirtió también en diplomático y llegó a ser
embajador de España, y Pilar, la única mujer, que apenas tuvo trato con el resto de
hermanos3 y que falleció en 1944.
La familia regentaba un próspero negocio en el nº 27 de la céntrica calle Coso
de Zaragoza, el Bazar X,4 fruto de una larga tradición familiar de acaudalados co-
merciantes aragoneses. Su padre lo ampliará con el Gran Bazar de la Unión, otros
inmuebles en el centro histórico de Berlín, y en 1946 cimentará con otros socios el
grupo empresarial Zaragoza Urbana, dedicado actualmente a la gestión inmobiliaria
patrimonial y que llegó a contar a con numerosos cines, hoteles, locales y viviendas.
La madre de Ángel, Pilar, procedía de una no menos larga familia de militares.
Esta falleció todavía joven víctima de una leucemia en 1938. Su desaparición fue
muy dura para toda la familia. Ángel fue de los que tardó más tiempo en sobrepo- La Guerra Civil
nerse al dolor. «Le ayudó sin lugar a dudas su gran capacidad de trabajo y su afán Al inicio de la guerra, el 18 de julio de 1936, Ángel Sanz Briz trabajaba en el Mi-
permanente por aprender. Siempre iba con un libro debajo del brazo. Aprovechaba nisterio de Estado, concretamente en la Sección de Protocolo. Tenía 25 años y llevaba
para leer cualquier momento que le quedaba libre».5 tres como funcionario de la carrera diplomática (era el único funcionario de la carrera
De su etapa escolar, a juzgar por sus calificaciones en la secundaria, fue un en la citada sección y tenía a su cargo todo lo referente a visados diplomáticos).
brillante alumno de las Escuelas Pías de Zaragoza. Finalizada la guerra se le reconocerá y premiará su labor allí, al facilitar la hui-
Posteriormente se trasladó a Madrid, donde cursó la carrera de Derecho. La da clandestina del Madrid republicano de varios perseguidos por ser simpatizantes
II República iniciaba sus primeros pasos cuando Sanz Briz superó las pruebas de con el Movimiento, actividad que desempeña en colaboración con las embajadas
acceso a la Escuela sin contar con padrino o ascendiente alguno en la carrera. de Alemania, Italia y Argentina. Parece ser que su actuación más destacada fue la
En agosto de 1932 había realizado durante tres meses un viaje de estudios fuga de Pilar Primo de Rivera con la ayuda del secretario de la embajada alemana,
junto a un grupo de aspirantes a la carrera diplomática. En el visitó Checoslovaquia, facilitándole el visado diplomático en su pasaporte.
Alemania y Polonia. Al regresar a Zaragoza Ángel Sanz Briz redactó una Memoria Inicialmente Sanz Briz permaneció en su puesto y aceptó ser enviado a Gran
del viaje para la Escuela Diplomática en la que daba cuenta de las conferencias im- Bretaña para desde allí prestar clandestinamente servicio a la causa Nacional pero
partidas en una escuela de Ginebra. En ella el joven Sanz Briz demostraba su inteli- aparentando fidelidad a la República.
gencia, elocuencia y preparación. Así, entre el 1 de septiembre de 1936 y el 20 de marzo de 1937, desde la emba-
Tras licenciarse en Derecho, en 1933 ingresó en la Escuela Diplomática, fina- jada y el consulado de Londres, colaboró con los sublevados proporcionando con re-
lizando sus estudios poco antes del inicio de la Guerra Civil Española, en la única gularidad detalles sobre lo que ocurría en estas misiones diplomáticas republicanas.
promoción que se licenció durante la República Española. Su esfuerzo en el dominio En marzo de 1937 se descubrió en Londres su actividad quintacolumnista a
correcto del francés y del inglés le sirvió de gran ventaja. A juicio de varios autores, favor del gobierno sublevado de Burgos y fue destituido por la República.
su ideario de entonces no concordaba con los principios de la República, escorán- Una vez que pudo escapar hacia Salamanca se alistó en las tropas rebeldes
dose claramente hacia la monarquía, y, aunque no militaba en ningún partido, sí que que luchaban por el derrocamiento de la legalidad republicana. Allí colaboró duran-
manifestaba sus simpatías ideológicas con los movimientos de corte nacionalista y te unas pocas semanas en la oficina que posteriormente sería el germen del futuro
autoritario que se extendieron por la Europa de entreguerras. Ministerio de Asuntos Exteriores.
Posteriormente sirvió como voluntario en el frente de Aragón, conduciendo
2 La familia paterna era originaria de la localidad oscense de Peraltilla y la materna de Cariñena. camiones en Fuentes de Ebro, en el Parque de Automóviles del 5º Cuerpo de Ejér-
3 J. A. Lisbona (2015), Más allá del deber. La respuesta humanitaria del Servicio Exterior frente al Holocausto, Madrid,
Ministerio de AA.EE y Cooperación. p.82. cito y, finalmente, a pesar de ciertas dudas en los miembros del Tribunal de Revisión
4 En la actualidad donde se ubica el local de la FNAC de Zaragoza.
5 D. Carcedo (2000), Un español frente al Holocausto. Cómo Ángel Sanz Briz salvó a 5000 judíos, Barcelona, Ed. Te-
de Expedientes de Depuración de Funcionarios, reingresó en la carrera diplomáti-
mas de Hoy. p. 70. ca. Faltaba un poco más de un año para la victoria franquista.
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Destino Egipto para estar más seguras, en enero de 1944. Sanz Briz acompañó a su esposa e hija
Finalizada la guerra civil, el nuevo gobierno franquista le asignó su primer des- hasta la estación de Hendaya y allí su suegro las recogió para trasladarlas en auto-
tino, enviándolo primero como secretario y luego como encargado de negocios al móvil a Madrid.
consulado de España en El Cairo, Egipto. También estuvo prestando servicios en el Acertada decisión. A su regreso, el 19 de marzo de 1944 las huestes hitleria-
consulado de Alejandría en 1941. Desde este enclave distante 106 km al oeste de nas invadieron Budapest. Ya no confiaban en el gobierno autocrático y filofascista
El Alamein y 365 km al este del canal de Suez, Sanz Briz será testigo de excepción de del almirante Horthy. El Reich quería la movilización total de los húngaros y acelerar
las operaciones bélicas de la flota italiana y del Afrikakorps de Hitler por conquistar las deportaciones de judíos, cuya vida en Hungría, aunque amenazada, era también
la llave de acceso al Mediterráneo oriental y al petróleo de Oriente Medio. una cierta excepción entre los países controlados por el Eje.
Al comienzo de la II Guerra Mundial Egipto se convirtió en una base británica Los cerca de 825.000 judíos que residían en el país, según un censo de 1941,
porque las bases egipcias eran importantes para atacar a los italianos en Etiopía e suponían el seis por ciento de la población total. No obstante, en Budapest, la ciu-
impedir que, tanto alemanes como italianos, utilizaran el Canal de Suez. Sin embar- dad europea con mayor porcentaje de población judía, el porcentaje era algo más
go los sentimientos de la población eran totalmente anti-británicos y marcadamen- del quince por ciento. En los ocho meses siguientes, sus 220.000 habitantes judíos
te pro-alemanes. serían ejecutados sobre la marcha o enviados a los campos donde las cámaras de
Allí en Egipto fue donde tuvo la primera oportunidad de conocer estrecha- gas funcionaban con mayor eficacia.8
mente a la comunidad sefardí local, que contaba con muchos ciudadanos españoles, Pese a que vivían con preocupación el aumento del antisemitismo, los judíos
especialmente en el consulado de Alejandría, adonde había sido enviado en comi- mantenían una cierta tranquilidad por sus vidas hasta esa primavera de 1944, cuan-
sión de servicios una temporada desde la legación de El Cairo. do tuvo lugar la ocupación nazi y se designó un gobierno títere colaboracionista, el
Los miembros de la numerosa colonia judía en Alejandría se hallaban muy de Ferenc Szálasi, (y su Partido de la Cruz Flechada), con el fin de evitar la defección
asustados en el contexto antes citado y buscaban la manera de huir antes de que los de Hungría del Eje. Este gobierno pronazi y antisemita, en opinión del embajador
nazis hiciesen su previsible entrada. Durante esa estancia trató con varios de estos español Muguiro, actuaba obedeciendo los dictados del Reich alemán para extermi-
sefardíes a los que acabó cogiendo cariño. Prueba de ello y de su grado de implica- nar a todos los judíos húngaros.
ción fue la tramitación, sin que pudiera hacerlo, de varios pasaportes6 y patentes de El 5 de abril cerraron las escuelas de Budapest. Esa misma semana había llegado
salvaguarda para antiguos protegidos consulares.7 a Budapest el Teniente Coronel de las SS Adolf Eichmann,9 uno de los máximos res-
ponsables, planificadores y perpetradores de la «solución final» ideada por Himmler.
Hungría. El Ángel de Budapest La Historia hizo coincidir en el mismo escenario de las calles de Budapest, de un lado
En abril de 1942 contrajo matrimonio con Adela Quijano y Secades, pertene- a este siniestro personaje empeñado en llevar a los judíos a su destino de noche y
ciente a una rica familia de la burguesía industrial cántabra con la que tendría cinco niebla; en el otro lado, Muguiro, Sanz Briz, Wallenberg, Rotta, Farkas, Perlasca, y unos
hijos. Él y su esposa, todavía en plena luna de miel, llegaron a Budapest el 10 de mayo pocos más, con unos medios mucho menos numerosos, empeñados en lo contrario.10
para ocupar su nuevo destino como secretario segundo de la representación españo- En mayo, el jefe de Sanz Briz, el monárquico y católico Miguel Ángel de Mu-
la. Tenía 31 años y desde el 24 de marzo tenía su nombramiento. La vida le sonreía. guiro y Muguiro, como ministro de la legación española desde 1938, había escrito a
Hungría era en 1942 un estado aliado al Eje, pero que hasta entonces no había Madrid escandalizado por el trato vejatorio que practicaban los miembros de las SS
puesto en práctica medidas de exterminio de los judíos como las que ya estaban en sobre la población judía. Desde su llegada a Hungría se había mostrado muy crítico
marcha en toda la Europa ocupada por los nazis. con el antisemitismo del Gobierno magiar. De hecho, entre 1938 y marzo de 1944,
La legación española ocupaba un edificio de estilo renacentista, en la calle Eö- remitió a Madrid más de veinte despachos y telegramas cifrados informando sobre
tvös, cerca de la avenida Andrássy y de la Estación del Oeste, en el corazón de la la promulgación de la legislación racial antisemita, y denunciando: «...la dureza de las
parte de Pest. Durante un año la familia vivió tranquila y plácidamente y en Buda- medidas y advirtiendo sobre que algunos de sus puntos emanan de las leyes nazis
pest su esposa dio a luz en junio a Adela, su primogénita. de Núremberg de 1935».11
La tranquilidad se desvaneció a finales de 1943 con el rápido avance del Ejér- Muguiro, como otros diplomáticos españoles, había rescatado un viejo decre-
cito Rojo tras la desastrosa y decisiva derrota alemana en Stalingrado y la retirada to promulgado durante la dictadura de Primo de Rivera en 1924, en virtud del cual
alemana desde el Cáucaso. La inestabilidad balcánica, la apertura del frente italiano
8 Carcedo (2000), pp. 65-66. En ese momento el comandante del campo de exterminio de Auschwitz era Rudol-
por los aliados y el temor por la situación el frente oriental condujeron al matrimo- ph Höss y las labores de planificación y transporte de los judíos recaían en Adolph Eichmann.
nio a la decisión de que Adela y la niña abandonaran Budapest y viajasen a España 9 H. Arendt (2003), Eichmann en Jerusalén. Un estudio acerca de la banalidad del mal, Barcelona, Lumen.
10 J. Zorrilla (2013), Eichmann contra Sanz Briz. Budapest otra vez. La labor humanitaria que varias de las legacio-
nes diplomáticas neutrales venían desarrollando en torno a la Nunciatura del Vaticano con Monseñor Angelo
6 El Gobierno Español reconocía desde el Decreto del 20 de diciembre de 1924 la nacionalidad a todos los des- Rotta a la cabeza, deben reivindicarse para entender el contexto humanitario en el que se van a producir las
cendientes de los judíos expulsados por los Reyes Católicos en 1492. acciones más atrevidas emprendidas por Wallenberg y Sanz Briz.
7 Lisbona (2015), p. 83 y Carcedo (2000), p. 58. 11 Lisbona (2015), p. 70.
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todos aquellos que demostraran ser de origen sefardita, obtendrían inmediatamen- El 25 de junio redactó para Madrid su primer despacho como encargado máxi-
te la nacionalidad española. Muguiro ocultó a las autoridades húngaras y nazis que mo de la legación,15 y a mediados de julio envió otro informe sobre la caótica si-
el decreto había expirado en 1931, pero en Madrid no lo recordaban y los nazis, tuación de Hungría después de la invasión nazi y sobre los rumores que le habían
evidentemente, lo ignoraban. El diplomático se acogió a este decreto para solicitar llegado sobre el destino de los deportados judíos.16
a las autoridades húngaras la protección de los sefarditas. A principios de julio llegó por ferrocarril a Budapest el joven aristócrata sue-
Amparado en este subterfugio legal y haciendo valer su condición de diplomá- co Raoul Wallenberg. El 9 de julio fue asignado como primer secretario de la dele-
tico, consiguió interceder a favor de un grupo 500 niños judíos de entre 5 y 15 años gación sueca.17 Desde el momento de su llegada usó su estatus diplomático para
más otros 70 adultos que los acompañaban, que iban a ser deportados a Polonia salvar a muchos judíos húngaros entregándoles pasaportes protegidos que los
con un visado de tránsito para Tánger, en aquellos días una especie de «colonia es- identificaban como suecos en espera de repatriación. Él y Sanz Briz conversarán en
pañola», al ser ocupada militarmente por tropas españolas desde la caída de Francia diversas ocasiones sobre las acciones a tomar y las directrices de sus respectivos
en mayo de 1940.12 Esta y otras actuaciones levantaron sospechas entre las auto- Ministerios.18
ridades húngaras y alemanas, que presentaron una queja formal a las autoridades El 26 de agosto envió al Ministerio un documento importante: se trataba de
españolas. Muguiro, con el pretexto de que debía informar al ministro Jordana, fue un detallado informe de 33 folios sobre Auschwitz que le había llegado desde la
obligado a regresar a España a finales de junio –cese fulminante–,13 dejando al fren- junta directiva de la organización sionista de Budapest y en el que se trasladaba la
te de la misión a su secretario y amigo Sanz Briz. denuncia de dos fugitivos del campo de exterminio sobre el asesinato masivo de
La relación de las atrocidades contra los judíos que propició la invasión alema- judíos en cámaras de gas. Ahora ya no eran rumores, tenía pruebas y testimonios de
na fue el último servicio que el valiente diplomático prestó desde Hungría al Estado lo que allí estaba ocurriendo.
español. Su marcha, a tenor de la correspondencia oficial, también estuvo vinculada No obstante, remontémonos un poco en el tiempo y en el contexto. La preci-
con el cambio de la representación húngara en Madrid, obligada por la invasión ale- sión se impone.
mana y el nuevo gobierno títere. En el verano de 1942 un periódico de Montreal publicó el siguiente titular:
En ese momento el responsable de Exteriores de Franco era Francisco Gómez «Los nazis masacran a 700.000 judíos polacos. Miles de ejecutados en cámaras de
Jordana, general veterano de Cuba y Marruecos, sublevado durante el alzamiento, gas móviles».19 Era la primera vez que un periódico hablaba de las cámaras de gas y
vicepresidente del Gobierno y ministro de Asuntos Exteriores desde 1938. Cesado el asesinato industrial.20
tras el final de la guerra civil, en 1942 este aliadófilo volvió a ocupar la cartera de Los nazis habían intentado mantener en secreto la existencia de los campos
exteriores en el contexto de la Segunda Guerra Mundial y en una coyuntura menos de exterminio hasta 1944. Ese año la élite funcionarial, política y periodística de los
propicia a las simpatías filonazis del ministro anterior, Ramón Serrano Suñer, una países aliados empezó a conocer las primeras evidencias de que varios campos de
vez que este fue defenestrado por su cuñado, el dictador. concentración eran en realidad fábricas de muerte masiva. Sin embargo, la diplo-
El tiempo se aceleró para Sanz Briz esos días de junio de 1944 cuando Mugui- macia española podrá siempre atribuirse que dio cuenta del crimen en una fecha
ro «finalizó» su misión en Budapest mientras que desde Madrid no se había nombra- anterior, en el verano de 1943.21
do a nadie para sustituirle. Así, de improviso, era la primera vez que, a sus 34 años,
este joven secretario de legación con poca experiencia y sin padrinos en Madrid, se 15 Despacho n.º 121, «Medidas antijudías», de Sanz Briz al ministro, 25 junio 1944. AMAE. Leg. R. 1371.
16 «Me aseguran que ascienden a 500.000 el número de israelitas deportados. Sobre su destino corren los rumo-
quedaba como encargado de negocios de la legación y lo hacía en un país ocupado res más alarmantes. Uno de ellos que circula con insistencia hace creer que la mayor parte de las expediciones
de judíos (a las que se procede en vagones de ganado [sic] colocando a 80 personas en cada uno de estos en
por los alemanes, sumido en el caos, y con una parte de su territorio invadida por los verdadero hacinamiento) se dirigen a un campo de concentración situado en las inmediaciones de Kattowitz
ejércitos soviéticos.14 donde se les asesina por medio de gas y se utilizan sus cadáveres como materias grasas para determinadas
industrias. Sin afirmar que semejante barbarie sea cierta, consigno a V.E. el rumor por la insistencia con que en
El 16 de junio, 10 días después del desembarco de Normandía y la apertura esta capital se ha propagado».
del frente occidental por los aliados, Sanz Briz es testigo horrorizado de la que- 17 Había sido nombrado por el rey Gustavo V para asumir desde la legación sueca la defensa y ayuda a los judíos.
En Estocolmo ya no tenían duda alguna de las atrocidades que los nazis estaban cometiendo en los campos de
ma de libros por parte de los cruzfleclados en una de las principales plazas de la concentración y habían decidido empeñarse a fondo en la salvación de vidas inocentes. Al igual que a Sanz Briz,
capital. Wallenberg fue reconocido como Justo entre las Naciones por la organización israelí Yad Vashem.
18 Wallenberg llegará a entrevistarse en varias ocasiones con Eichmann con escaso o nulo éxito.
12 Finalmente la operación fracasó al no obtener el permiso de tránsito de Hungría a Tánger por parte de las au- 19 A. Espada (2013), En nombre de Franco. Los héroes de la embajada de España en el Budapest nazi, Madrid, Espasa. p.
toridades nazis. Gracias a la documentación posterior tramitada por Sanz Briz sobrevivirán en un campamento 24.
a cargo de la Cruz Roja Internacional. 20 C. Vidal (1995), El Holocausto, Madrid, Alianza. Sobre el conocimiento en occidente del Holocausto, especial-
13 F. Escribano (2009), Sanz Briz y su papel en el Holocausto húngaro, su visión española, Madrid, UAM. Aunque la mente a partir de marzo de 1942: p.98. Sobre las primeras referencias en cuanto a asesinatos masivos median-
historiografía franquista ha intentado reivindicar como iniciativa del dictador el apoyo a los judíos, lo cierto te gas en agosto de 1942: p. 102.
es que no hay documentación ninguna que justifique esta intención gubernamental. La propia destitución de 21 Según Espada (2013) (Ibídem), aduciendo un párrafo de un informe a su ministro del embajador en Berlín, Ginés
Muguiro apoyaría la versión opuesta. Vidal, donde se alude a la mortal actividad del campo de Treblinka: «Continúa la liquidación en masa de judíos,
14 Carcedo (2000), p. 68. Su grado exacto era el de Encargado de Negocios, porque nuestro gobierno, sabedor no solo los que aún vivían de los tres millones y medio que residían en Polonia, sino los traídos de Austria, Che-
de la subordinación del de Hungría respecto de Hitler, no deseaba perfilar de modo muy llamativo nuestra coslovaquia, Bélgica, Holanda, Noruega, Francia y Yugoslavia; un lugar hasta ahora ignorado llamado Trem-
representación en tal país. blinka [sic] ha adquirido la lúgubre reputación de ser el elegido para estas matanzas terribles».
30 Enrique N. Vallespín Ángel Sanz Briz. La profundidad del bien 31

De este modo, Sanz Briz fue, probablemente, el primer diplomático español destacó por la persecución implacable a que sometió a los exiliados republicanos de
que informó detalladamente al gobierno franquista de los asesinatos de Auschwitz. la guerra civil y a la gran pasividad con la que había tratado la tragedia judía.
Ese informe pormenorizado es el denominado «Informe de Auschwitz», escrito Lequerica, en este momento consciente del rápido y previsible proceso de
presuntamente por dos prisioneros eslovacos evadidos tras dos años de cautiverio desmoronamiento del Reich (Hitler había sufrido un atentado el 21 de julio y París
en abril de 1944, y que circulaba por diversas capitales europeas. En la carta intro- estaba siendo liberada por los Aliados esa semana de agosto), llegaba al Gobierno
ductoria del informe escribía a su ministro: de Franco con un objetivo muy claro: el viraje del rumbo de la política exterior inten-
Adjunto elevo a manos de V.E. un informe sobre el trato a que se tando que la política interior se resintiese lo menos posible. Una gran parte de los
condena a los judíos en los campos de concentración alemanes. Dicho apoyos con que contaba el régimen sentía simpatías por la ideología nazi, admiraba
informe me ha sido entregado por elementos de la junta directiva de la a Hitler y deseaba que Alemania ganase la guerra.25
organización sionista de esta capital. Su origen, pues, le hace sospechoso Entre mayo y octubre el gobierno colaboracionista húngaro había establecido
de apasionamiento… resulta que una gran parte de los hechos que en él se un ghetto en la ciudad para la ubicación de los judíos húngaros a la espera de ser
describen, son desgraciadamente, auténticos.22 deportados. A tal fin había señalado unos bloques de casas con el distintivo de la
estrella amarilla pintada en las fachadas, las denominadas «casas estrelladas». Las
Este informe era la base documental de la denuncia del ministro polaco en
legaciones de los países neutrales que todavía permanecían en Budapest en esta
el exilio, Stanisław Mikołajczyk, publicada en Los Angeles Times unos meses antes,
época (Suiza, Suecia, Portugal, España y El Vaticano) habían expedido pasaportes
donde el nombre de Auschwitz se vinculaba por primera vez con el asesinato en
o cartas de protección a numerosos judíos para que pudieran trasladarse a alguna
masa. Incluía planos y esquemas precisos de los campos de Auschwitz y de Birke-
de las casas estrelladas que, –también al amparo de esas representaciones diplo-
nau con los bloques de barracones, la situación y funcionamiento de las cámaras de
máticas–, se convertían en casas protegidas bajo la inmunidad de sus respectivas
gas y los crematorios, la zona de ejecuciones… Detallaba igualmente una cronología
banderas. Dentro del ghetto se creó un «gueto internacional» donde ubicar esas ca-
concreta del transporte y llegada de los diferentes grupos de judíos deportados, su
sas protegidas de cada país y trasladar a ellas los hebreos bajo tutela extranjera.26
clasificación, distintivos y su régimen diario de penalidades. Finalmente se realizaba
Durante el periodo de terror, confusión y anarquía reinante en la capital entre
una estimación de judíos exterminados en las cámaras de gas clasificados por su
septiembre y octubre, Sanz Briz decide por su cuenta, patrimonio y sin previo per-
procedencia. Según sus cálculos, entre abril de 1942 y abril de 1944 la cifra alcan-
miso expreso de Madrid (tan solo recibe la ayuda económica de un grupo de judíos),
zaba el número de 1.765.000 asesinados.23
alquilar ocho casas para albergar a los israelitas a los que presta protección. Las
No obstante, antes de Sanz Briz, otros diplomáticos españoles, Alejandro
casas protegidas se señalan con banderas españolas y unos carteles señalando la
Pons, desde el Consulado de Niza, en julio de 1942; José Manuel Cano Trueba, des-
extraterritorialidad y protección de la legación española en esos inmuebles. Tam-
de Bratislava, en abril de 1943; Casimiro Florencio Granzow de la Cerda Jaeger y
bién alojará refugiados en la residencia de la Villa Széchenyi en Buda y en el propio
Cortés, desde Varsovia, el mismo agosto de 1944… informaron de ello al Ministerio
edificio de la legación, alcanzando una totalidad de once inmuebles. España ampa-
en Madrid.24
raba asimismo a unos 500 niños en tres hospicios de la Cruz Roja, mientras que un
Auschwitz fue liberado por las tropas soviéticas el 27 de enero de 1945. Ese
centenar de judíos residían en otros lugares «seguros» como hospitales, materni-
día se descubrió la verdad sobre el horror del Holocausto y se confirmaron todos
dades y asilos.27 Aunque muchos testimonios de supervivientes refugiados en ellas
los datos que ya ese 26 de agosto de 1944 contenía aquel informe que Sanz Briz
señalan la mayor seguridad que estas casas ofrecían en comparación a las de Suecia
envió al ministro de exteriores en España.
o Suiza,28 las protestas de Sanz Briz fueron continuas frente a las redadas e inciden-
Precisamente, desde el 11 de agosto de 1944 el responsable al frente del Mi-
tes que las milicias filonazis provocaban dentro y fuera de las casas españolas.
nisterio de Asuntos Exteriores era José Félix de Lequerica y Erquicia, a cuyo frente
estuvo hasta el 20 de julio de 1945. Había jurado el cargo la semana anterior, en sus-
25 Varios de sus ministros eran además antisemitas. Carcedo (2005), pp. 133-34. «La mayor parte de los falangis-
titución del Conde de Jordana, que había fallecido repentinamente el 3 de agosto tas que le ponían imagen y sonido al régimen compartían plenamente sus fobias contra los judíos, lo mismo que
a consecuencia de una hemorragia abdominal. Su nuevo jefe había ocupado desde hacían muchos de los altos mandos militares victoriosos en la guerra, aunque no todos». Luis Carrero Blanco
era uno de los del primer grupo.
1939 el cargo de embajador en el París de la República Francesa y posteriormente 26 Telegrama cifrado n.º 155, de Sanz Briz al ministro, 22 noviembre (recibido 23) 1944.
27 Lisbona (2015), p. 89.
en la embajada del régimen de Vichy, aliado de la Alemania Nazi. Como embajador 28 Ello explica otro de los factores para valorar en su justa magnitud la astucia de Sanz Briz y la diligencia de los
empleados de la embajada española. En la documentación entregada a los judíos protegidos españoles figura-
22 Despacho n.º 160, «R/informe s/. trato a los judíos en los campos de concentración alemanes» de Sanz Briz al ban las fotografías que los identificaban, los sellos de la embajada, las fechas y la firma del propio secretario
ministro, 26 agosto 1944. AMAE. Leg. R. 1716. Ex.5. dando validez y «autenticidad» a esos documentos. La documentación expedida por otras legaciones, en la que
23 Lisbona (2015), pp. 86-87. en ocasiones tan solo figuraba un sello, generaba inmediatamente desconfianza entre las autoridades nazis y
24 Lisbona (2015). Y otros tantos menos conocidos que Sanz Briz lo continuarán haciendo durante el conflicto: húngaras que sospechaban de su falsificación, procediendo al arresto de los infortunados poseedores. Esta
Romero Radigales en Atenas, los cónsules generales en Francia o Balzanallana en Rumanía. Estos diplomáti- diligencia y esmero en la elaboración de la documentación evitó que fueran sacados de las casas para ellos
cos, guiados por su conciencia, muchas veces sin consultar y otras en contra de las recomendaciones políticas, asignadas en el Gueto Internacional y a continuación deportados, algo que en cambio sí sucedió con un número
arriesgaron también su vida para salvar judíos. muy elevado de judíos protegidos de Suecia y de Suiza. Lisbona (2015), p. 91.
32 Enrique N. Vallespín Ángel Sanz Briz. La profundidad del bien 33

Simultáneamente a la labor descrita, ayudado por los funcionarios de la lega- embajada al representante sueco, envió su último telegrama, se despidió de algunos
ción española, el abogado Zoltán Farkas y la canciller, Elisabeth Tourné, a comien- de sus más cercanos colaboradores y, de madrugada, abandonó la embajada.36 Sin
zos de septiembre29 había comenzado a entregar a los refugiados un documento embargo, su labor tuvo continuidad gracias a su colaborador Jorge Perlasca,37 que
llamado «carta de protección»30 que, amparado en el decreto del 20 de diciembre se hizo pasar por cónsul español. Desde la legación española en Berna anticipó un
de 1924 los convertía en protegidos españoles, serán las «listas de Sanz Briz». informe al Ministerio de Asuntos Exteriores en el que daba cuenta minuciosa de los
El ingenioso diplomático elaboró un astuto plan por el que se extenderían pa- documentos de protección que había expedido.
saportes ordinarios para los sefardíes húngaros y solo provisionales para los judíos Aunque muchos ríos de tinta se han escrito sobre sobre si este joven diplomá-
con parientes o simplemente con relaciones en España.31 tico que iniciaba su cursus honorum actuó «en nombre de Franco»38 o por iniciativa
Sanz Briz obtuvo de las autoridades húngaras el permiso verbal para expedir al propia, de todo lo anteriormente expuesto solo a una conclusión se puede llegar a
principio 200 y posteriormente hasta 300 «salvoconductos» a judíos de origen sefar- tenor de las pruebas documentales y testimoniales que obran principalmente en
dí. Él y sus colaboradores32 convertirán esas 300 unidades en 300 familiares a los que los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores así como en otros archivos pri-
añadirán una seriación alfabética que los multiplicó por cientos y miles de refugiados vados: tanto la iniciativa de la acción como su planificación y desarrollo se deben
aunque en sus papeles nunca figurara un número de identificación superior a la cifra únicamente a una decisión personal del mismo Ángel Sanz Briz. Su intervención
consignada de 300. En total Sanz Briz conseguirá salvar a unas 5.200 personas.33 individual no es consultada previamente con su Gobierno, aunque a posteriori su
Por fin el 23 de octubre de 1944 Lequerica había enviado un telegrama a la ministerio y el propio Lequerica, (24 de octubre de 1944), sí tenga conocimiento
Legación de Budapest autorizando la expedición de los documentos de protección e incluso le autorice para que proceda al amparo y protección de los sefarditas de
para que salvase a esos judíos de origen o con relación española del Holocausto. nacionalidad española. Eso sí, sin imaginar que se ha realizado esa multiplicación
Una semana después y conociendo el nacimiento en España de su segunda hija re- sorprendente de los beneficiarios mediante una combinación alfanumérica ideada
cibe también el aviso y preparativos para su retirada.34 por el ingenio del diplomático.
El 18 de noviembre de 1944 Sanz-Briz y el resto de representantes de las lega- Por si fuera poco, las instrucciones recibidas desde Madrid no emanan de una
ciones neutrales que permanecían en ese momento en la capital, a instancias del nun- iniciativa «justa» o «digna» del Ministerio, sino más bien a consecuencia de la solici-
cio vaticano, Angelo Rotta, habían firmado el Documento de protesta de las Legacio- tud realizada por el Congreso Mundial Judío a la Embajada de España en Washing-
nes Neutrales por crueldades contra los judíos, y el 21 del mismo mes el diplomático, ton en la que pide ayuda para salvar a los judíos húngaros. En justicia –no olvidemos
arriesgando no solo su puesto y su carrera sino su propia vida, se enfrentó personal- el contexto–, la actitud del Gobierno español cambia en el momento en que se ve
mente con varios oficiales nazis para liberar de las marchas de la muerte con dirección inevitable la derrota nazi y quiere contentar al Congreso Mundial Judío, dada su
a los campos de concentración de Austria a 30 judíos protegidos españoles.35 influencia sobre la opinión pública internacional y, en concreto, sobre la de Estados
El 27 de noviembre, ante el rápido avance de las tropas soviéticas y la imposi- Unidos en los meses finales de la Segunda Guerra Mundial.
bilidad de utilizar el ferrocarril para su salida del país, fue autorizado por el Minis- En definitiva, el «Ángel de Budapest» se había adelantado motu proprio inician-
terio para abandonar la embajada en automóvil rumbo a Suiza. De este modo, el 6 do su estrategia salvadora haciéndola extensiva al mayor número posible de judíos
de diciembre de 1944, siguiendo instrucciones de Madrid, entregó la gerencia de la húngaros, la casi totalidad de los cuales no eran sefardíes, mayor razón a la hora de
dimensionar su compromiso puesto que llegó incluso a los no compatriotas.39
29 Así se puede comprobar cotejando la fecha de expedición de numerosas cartas de protección, como la de la
familia Vándor, del 12 de septiembre, siendo esta la n.º 67, o incluso el pasaporte colectivo provisional para 36 Acertada y justificada decisión por parte del Ministerio, habida cuenta del trágico e infortunado final de Wa-
dicha familia del 10 de octubre, 14 días anterior a la recepción de instrucciones desde Madrid. llenberg a manos de las tropas rusas. En la actualidad parece probado que el diplomático sueco fue arrestado
30 El documento en cuestión aseguraba que la familia del portador residente en España, tenía en tramitación la el 17 de enero de 1945 por los servicios de contraespionaje soviéticos, trasladado a la prisión de Lubyanka en
ciudadanía española y que la legación se disponía a autorizar su viaje a España por lo cual pedía el respeto de Moscú y desaparecido (asesinado) en 1947 en extrañas circunstancias.
las autoridades competentes. 37 Carcedo y Lisbona, coinciden en que Perlasca tras la marcha de Sanz Briz asumió la responsabilidad de pro-
31 En la práctica, casi todos los que después se dirigen a la legación recibirán cartas de protección, la mayoría con teger a los judíos acogidos en las casas españolas haciéndose pasar como nuevo encargado de Negocios de la
datos falsos, pero siempre de carácter oficial y en nombre del Estado Español. embajada ante las autoridades húngaras. Regresó a Italia en la primavera de 1945 y murió en Padua en 1991.
32 El italiano Giorgio Perlasca colaboró también con esta legación y fue igualmente honrado por los supervivien- 38 Véase bibliografía final, especialmente Espada e Ysart. Para estos autores, especialmente Espada, toda la labor
tes. Paradojas de la Historia, fue él quien rentabilizó posteriormente todo el heroísmo de los demás. humanitaria se desarrolló por órdenes del gobierno español y de Franco, según él mismo reconoció en diver-
33 De los que únicamente unos 200 eran de origen sefardí, unas setenta familias. sas ocasiones después. No profundizan estos autores en que estas manifestaciones se realizaron en medios
34 «Embajador Washington a petición representante Congreso Judío Mundial ruega se extienda protección a oficiales ni en subrayar el contexto histórico en el que se produjo el «silenciamiento» del diplomático, en un
mayor número judíos perseguidos. Sírvase VE informar en qué forma se puede atender lo solicitado con mayor momento decisivo dentro del inestable juego de la política exterior española entre Israel y los países árabes.
espíritu de benevolencia y humanidad tratando de buscar soluciones prácticas para que la actuación de esa Al menos Espada sí que reconoce que el régimen se apropió de la actuación de algunos diplomáticos durante
legación resulte lo más eficaz posible y abarque en primer lugar a los sefarditas de nacionalidad española, en el Holocausto para mejorar su imagen tras la Segunda Guerra Mundial. En el otro extremo, Martín Alarcón,
segundo lugar a los de origen español y finalmente el mayor número posible de los demás israelitas». «Ante Lisbona y Hernández de Miguel en su último trabajo sentencia que «diplomáticos como Ángel Sanz trabajaron
situación militar queda autorizado a tomar las medidas que considere oportunas para poner a salvo archivos para evitar la muerte de judíos. Pero no fue gracias a sus jefes sino a pesar de lo que mandaban sus jefes y Fran-
y efectos Legación preparándose para que si la ocasión de peligro inminente llega pueda entregar gerencia co. La actitud del régimen fue la de la indiferencia. No tuvo ni un gesto de humanidad. Afortunadamente, un
Legación a Representante Suecia previa consulta a este ministerio retirándose a Viena luego». grupo de diplomáticos se salvó estas órdenes y actuó por su cuenta y riesgo a favor de los judíos». C. Hernández
35 El 17 de noviembre había conseguido la liberación de 71 judíos que se hallaban en el campo de concentración (2019), Los campos de concentración de Franco, Barcelona.
de Kistarcsa, cerca de Budapest. 39 Lisbona (2015), p. 92.
34 Enrique N. Vallespín Ángel Sanz Briz. La profundidad del bien 35

El Ángel silenciado. El héroe dormido40 Ángel y Adela aumentaron su familia con otros tres
Sanz Briz llegó a Suiza a comienzos de diciembre. Desde la legación española en hijos, Ángela, Pilar y Juan Carlos. Ninguno de los cinco
Berna anticipó un informe al Ministerio de Asuntos Exteriores en el que daba cuenta mi- heredó las inquietudes necesarias para continuar en la
nuciosa de los documentos de protección tramitados, casi todos de carácter familiar.41 carrera diplomática. No obstante esta herencia la recogió
Ya de regreso en España, en abril de 1945, tras explicar en el Ministerio las quien durante varios años fue su secretario y consejero en
razones de su visita al pretendiente al trono de España, el exilado don Juan de Bor- diferentes legaciones diplomáticas, José García Bañón, pues
bón,42 Sanz Briz fue destinado al consulado en San Francisco desde donde continuó se convirtió en su suegro al enlazar matrimonialmente con
su carrera diplomática y siguió de cerca el nacimiento de las Naciones Unidas. Así su hija Pilar.
continuó su brillante carrera diplomática consiguiendo destinos tras la guerra en En 1960 fue destinado como Embajador de España en
otros siete países. Guatemala. Permaneció allí hasta 1962, año en el que regre-
Fue precisamente en diciembre de 1945, desde su nuevo destino en San Fran- só nuevamente a Estados Unidos para permanecer allí hasta
cisco, cuando podemos datar el único testimonio verdadero que el diplomático 1964. El historiador y periodista Pedro Voltes tuvo oportuni-
aragonés dejó por escrito sobre los sucesos acontecidos en Budapest y su prota- dad de coincidir con él cuando ejerció como cónsul general en
gonismo; es la carta que el 4 de diciembre de 1945 remitió a Jorge Perlasca: «No Nueva York y delegado en Naciones Unidas en ese periodo.
olvide V. que la decisión de meter gente en los locales de la legación fue de mi propia Según su testimonio, «el alto y sonriente diplomático por esa
iniciativa, sin previo permiso de Madrid, y motivada por el terror que entonces rei- época todavía conservaba la estampa de galán maduro de cine
naba en la capital húngara».43 con lo que nadie se habría sorprendido de verlo en la pantalla
A partir de este momento, –inicio de la Guerra Fría y paralelo aislamiento del como padre de una novia hermosa y millonaria, como presi-
régimen franquista en el contexto internacional–, Sanz Briz mantuvo un silencio ab- dente de un gran banco o como almirante de una vistosa es-
soluto sobre su actuación en Hungría. En su trayectoria posterior solo concedió una cuadra, siempre dentro de papeles gratos y simpáticos, con tanta mayor credibilidad
entrevista a Heraldo de Aragón en junio de 1949, donde brevemente relató su labor cuanto que en él se hermanaba la más fina cortesanía con una bondad profunda».45
humanitaria. Aun en esta entrevista intentó eludir todo protagonismo. Después, si- También de 1963, mientras cubría este destino en los Estados Unidos, data
lencio absoluto. otra carta dirigida al Ministro de Asuntos Exteriores (y a la vez cuñado), Fernando
Mientras tanto, el régimen franquista se apropió para sí la iniciativa humani- María Castiella, en la que le confiesa que al escribir una carta al periodista Isaac R.
taria desarrollada personalmente por sus diplomáticos durante el Holocausto. Para Molho46 con sus recuerdos sobre su misión en Hungría quiso: «… recabar entera-
difundir esta supuesta acción auspiciada desde el Estado, se organizó una campaña mente para España y para S. E. el jefe del Estado el mérito de nuestra Actuación,
de propaganda con la publicación de un folleto titulado España y los judíos, desde omitiendo para ellos cualquier mención a la actividad que, en el campo humanitario,
el Ministerio de Asuntos Exteriores. Ninguno de los diplomáticos mencionados en mantuvimos los escasos representantes de países neutrales (Suecia, Suiza, Turquía)
esta breve biografía aparece citado una sola vez. bajo la acertada y vigorosa dirección del entonces nuncio de Su Santidad, monseñor
Ni siquiera en 1970, en una entrevista al De Telegraaf, el rabino Chaim Lips- Angelo Rotta…».47
chitz que se había entrevistado con él en La Haya antes de su audiencia ante Franco, Posteriormente fue destinado como embajador de España en Perú (1964-
salió de su perfil bajo de modestia y nulo afán de protagonismo cuando el interlocu- 1967), en los Países Bajos (1967-1972) y en Bélgica (1972-1973). Fue en Perú
tor describió que: cuando el 18 de octubre de 1966, Yad Vashem48 reconoció a Ángel Sanz Briz como
Durante la guerra, Su Excelencia Ángel Sanz Briz me ha contado que fue Justo entre las Naciones. El 2 de febrero de 1967 recibió oficialmente el comunicado
uno de los diplomáticos de Franco que pusieron en práctica el plan de de su distinción. Sanz Briz comunicó a sus superiores el nombramiento y solicitó
salvamento del Jefe del Estado Español. Como Encargado de Negocios en permiso para su aceptación, pero desde el Ministerio se le aconsejó su rechazo.
Hungría, el Embajador, cumpliendo el encargo de su Jefe de Estado, salvó Nuevamente el contexto internacional no favorecía los intereses de Sanz Briz: las
a millares de judíos húngaros de las cámaras de gas de los nazis.44 45 P. Voltes (2002), Embajadas curiosas. Espasa Calpe. Madrid, pp. 293-296. En Nueva York, donde no escaseaban
los testigos de su heroica acción en Budapest y sus familias, Sanz Briz fue despedido con emoción cuándo dejó
40 Así lo define Espada debido a su «olvido» por parte de la historia hasta época reciente. nuestro consulado y el alcalde neoyorquino de entonces Robert F. Wagner le entregó la Llave de Oro de la
41 Carcedo (2000), pp. 384-85. 45 pasaportes ordinarios a sefardíes; 235 pasaportes provisionales a personas o ciudad.
familias vinculadas de alguna manera con España, y 1.898 salvoconductos a judíos askenazis que habían pues- 46 Este periodista sefardí de origen griego será el impulsor de la candidatura de Sanz Briz a Justo entre las Naciones
to su suerte bajo la protección española. Habría que añadir los 500 niños mantenidos bajo protección española en 1965. Aportó la documentación difundida en las investigaciones del profesor Randolph Braham, The destruc-
hasta el final de la guerra, y los más de 1.600 judíos rescatados del campo de Bergen-Belsen. tion of Hungarian Jewry: A documentary Account, publicada en 1963.
42 El 19 de marzo de 1945 en Lausana, el pretendiente al trono de España había roto con la dictadura franquista, 47 Lisbona (2015), p. 97.
cuyo régimen calificaba de: «inspirado desde el principio en los sistemas totalitarios de las potencias del Eje». 48 Institución israelita encargada de honrar la memoria de los millones de judíos asesinados por los nazis y sus co-
43 Lisbona (2015), p. 96. laboradores, así como de honrar el valor y heroísmo de los supervivientes y de los «Justos entre las Naciones»,
44 Lisbona (2015), Ibídem. «Franco salvó a decenas de millares de judíos», De Telegraaf, 16 junio, 1970. es decir, gentiles que arriesgaron sus vidas salvando judíos del Holocausto.
36 Enrique N. Vallespín Ángel Sanz Briz. La profundidad del bien 37

relaciones de España con los países árabes y la susceptibilidad de estos ante cual- Los principales diarios del país apenas se hicieron eco de su desaparición, tan
quier acercamiento a Israel49 (estado que España seguía sin reconocer), obligaron solo de forma escueta y secundaria y en ninguno de ellos, al repasar su carrera di-
a aplazar sine die el acto de entrega hasta que se recibiera la autorización desde plomática, mencionaban los sucesos de Budapest, destacando, eso sí, el hecho de
Madrid. Un segundo intento de aceptación ocurrió a finales de 1967, una vez ya ins- haber sido el primer embajador español en China. Incluso el Heraldo de Aragón que
talado en La Haya como embajador de España ante Holanda, aunque nuevamente treinta años antes había dado la única noticia aparecida hasta entonces sobre los
su solicitud no fue considerada. sucesos de Budapest, tampoco en su amplia y cariñosa necrológica recogió mención
En 1973 alcanzó otro hito en su carrera al ser designado primer embajador de alguna sobre las jornadas que precisamente por aquella entrevista de 1949 no eran
España en China (1973-1976). Fue el 9 de marzo de 1973 exactamente, cuando Sanz un secreto para nadie.52
Briz, su secretaria y un traductor, abrieron la Embajada de España ante la República En junio de 1988 Yad Vashem reconoció como Justo entre las Naciones a Jor-
Popular de China, en Pekín. El diplomático, a sus 63 años, era uno de los más vetera- ge Perlasca, el continuador de la labor del diplomático zaragozano tras su salida de
nos del escalafón. Se presentó voluntario para aquella plaza por motivos personales. Hungría. Fue en ese instante cuando el expediente de Sanz Briz se «desempolvó»
La visita de Richard Nixon un año antes había desencadenado una frenética carrera del olvido de la Historia.53 En 1989, en la sede de la Embajada de Israel en Madrid,
en Occidente por acercarse al gigante asiático y la dictadura franquista no era ajena a Yad Vashem entregó por fin a su viuda el Diploma de Honor y la Medalla conmemo-
la expectación. China se encontraba en la fase final de su «Revolución Cultural». Para rativa que acreditaban el título concedido 23 años antes. El héroe dormido resurgía
la dictadura franquista era parte del acercamiento –con el ojo puesto en los negocios– de entre las nieblas del olvido.
al bloque rojo.50 El paso diplomático también obedecía a cierto interés político ya que En 1993 el productor y director norteamericano Steven Spielberg estrenó
China tenía poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU y entonces se pen- uno de los films que más eficientemente ha pasado al imaginario colectivo de la cul-
saba equivocadamente que podía ser útil con el problema del Sáhara. tura de masas de finales del siglo xx: La lista de Schindler. Tras décadas y cientos de
Allí Sanz Briz recibió los telegramas anunciando el asesinato del presidente films centrados en el segundo conflicto bélico mundial, una película se centraba en
Carrero Blanco en diciembre de 1973 y el del fallecimiento del «Caudillo» en no- el Holocausto judío. La historia del célebre empresario alemán, católico, alcohólico,
viembre de 1975. fumador, mujeriego, hedonista y miembro del partido nazi que había salvado du-
El colofón a su brillante y extenso currículo lo obtuvo en 1976 al ser destina- rante la guerra a 1.200 judíos alcanzaba fama mundial. En estos 25 últimos años,
do a Roma como embajador de España ante la Santa Sede y la Soberana Orden de más de una docena de films y series televisivas se han acercado a los protagonistas,
Malta, uno de los puestos más valorados y apreciados por él debido a sus profundas asesinos y víctimas, del Holocausto. En 2011 la propia Televisión Española estrenó
convicciones católicas. Al frente de esta embajada fue testigo de primer orden en la una miniserie titulada precisamente: El Ángel de Budapest, basado en la aproxima-
firma del Concordato de 1976 y 1979 con el Vaticano bajo el pontificado de Pablo ción biográfica de Diego Carcedo que figura en la bibliografía final.
VI51 y de la proclamación de Juan Pablo II, sendos pontífices por los que profesaba En 1994 el presidente de la República de Hungría descubrió una placa de ho-
una honda devoción. menaje a la figura y la labor de aquel embajador de España asistiendo a la ceremonia
Falleció el 11 de junio de 1980 a consecuencia de un cáncer de estómago de el ministro de Asuntos Exteriores de la época, Javier Solana, y la viuda de Sanz Briz,
progreso rápido, cuando aún no había cumplido los 70 años y cuando solo le falta- Adela Quijano.
ban tres meses para jubilarse tras 47 años de servicio activo en la carrera. Descansa Cuenta con varias placas en su honor en ciudades como Jerusalén, Budapest
en el panteón familiar del cementerio de Torrero de su ciudad natal, Zaragoza. y Madrid y en 1977 fue nombrado hijo predilecto de Zaragoza. El 14 de enero de
Ángel Sanz Briz murió en un punto de olvido difícilmente imaginable, en una 2003 el Ayuntamiento de Zaragoza inauguró el busto que en la actualidad preside
España inmersa en su transición democrática y que no establecería relaciones di- su plaza, en los aledaños de la avenida de Cesáreo Alierta, en la ciudad que lo vio
plomáticas con el estado de Israel hasta 1986 dentro de la primera legislatura so- nacer y donde descansa a petición propia. El Instituto de Educación Secundaria de
cialista de Felipe González. Casetas que lleva su nombre recuerda a todas las promociones de alumnos y do-
49 Cuatro meses después estallaba la Guerra de los Seis días entre Israel y los países árabes. centes que han pasado por allí la asunción y defensa en todo momento y lugar del
50 A. Herrera-Feligreras (2014), España y China: del reconocimiento diplomático a la Asociación Estratégica Integral valor y la dignidad de todos los seres humanos, por encima de tentaciones insolida-
(1973-2005). Tesis doctoral dirigida por E. Majuelo y M. Esteban, Pamplona, UPN. pp. 157-158. Entrevista
concedida por Sanz Briz al corresponsal de La Vanguardia en Bruselas, La Vanguardia, 12 de mayo de 1973. «La rias, indiferentes, excluyentes o racistas.
razón fundamental del establecimiento de relaciones no es comercial (…) nuestra misión no es ganar dinero, Esta vez Shakespeare se equivocó. El bien que hacen algunos hombres les so-
sino crear lazos de amistad con ese gran pueblo que es el chino. Mi preocupación principal es proyectar en
China una imagen de España acorde con la realidad socioeconómica del momento presente y establecer un brevive y la nobleza de sus actos germina en nuestra memoria con raíces cada vez
contacto lo más amplio posible con ese mundo para nosotros aún desconocido». más profundas.
51 Fueron los acuerdos firmados por el Estado Español y la Santa Sede en 1976 y 1979, para actualizar y dar apa-
riencia constitucional al Concordato franquista de 1953, aún vigente. El primer acuerdo es pre-constitucional
y los otros cuatro, de 1979 solo son formalmente post-constitucionales y conceden múltiples privilegios para 52 Espada (2013), p. 64.
la Iglesia Católica en cuestiones económicas, jurídicas, culturales y de enseñanza, permitiendo además injeren- 53 Se produjo la paradoja de que se otorgó la distinción a quien había continuado una labor, sin que aún la hubiera
cias en varios ámbitos de la vida pública. recibido quien la había iniciado.
38 Enrique N. Vallespín

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Audiovisuales
Homenaje a Ángel Sanz Briz Emitido en directo el 11 jun. 2020. Recuperado de:
https://www.youtube.com/watch?v=3_CtBSf3bVY
Conferencia sobre Historia «Héroes»: Ángel Sanz Briz. Justo entre las naciones 23/10/2014 Recuperado
de: https://www.youtube.com/watch?v=fh7BsxtnnXw
Serie de televisión. El Ángel de Budapest. TVE. 2011.
Documental de televisión de Mediapro para Antena 3 TV. 2008. Sanz Briz. El Schindler español.
https://www.youtube.com/watch?v=sMsVwSrfyeg
Documental de televisión. La encrucijada de Ángel Sanz Briz. Aragón TV y Encrucijada Films. 2015.
Homenaje al ‘Ángel de Budapest’ en el 40 aniversario de su muerte. Recuperado de:
https://cadenaser.com/emisora/2020/06/11/radio_zaragoza/1591892497_914069.html
Página del Museo del Holocausto de Jerusalén, Yad Vashem,
https://www.yadvashem.org/es/righteous/stories/briz.html
Ángel Sanz Briz,
personaje de cine
La película El ángel de Budapest y su
valor histórico y didáctico
Ricardo Ibars Fernández
40 Ricardo Ibars Fernández Ángel Sanz Briz, personaje de cine. La película El ángel de Budapest y su valor histórico y didáctico 41

«Nunca dejes que la realidad te arruine una buena historia» nominaciones para irse de la gala de vacío. Posteriormente, El imperio del sol (Empire
of the sun, 1987), su siguiente intento de recibir el prestigio del «cine serio» corrió una
Introducción suerte similar: seis nominaciones y ningún premio.

E
sta cita, que muchos atribuyen erróneamente a la película Primera Plana (The Es preciso tener en perspectiva esos dos «fracasos» (en cuanto a galardones,
front page, Billy Wilder, 1974) pero que pertenece a otra comedia sobre perio- que no de público ni tampoco de crítica, que fue diversa) para entender cómo Spiel-
dismo, La pícara soltera (Sex and the single girl, Richard Quine, 1964), resume muy berg decidió encarar su nuevo proyecto «de prestigio». Después de todo, Spielberg
bien los problemas a la hora de enfrentarnos a analizar el valor como documento ya había comprado los derechos de la novela de Keneally en 1983 pero lo conven-
histórico y herramienta didáctica de una película como El Ángel de Budapest (Luis cieron de dejar aparcado el proyecto temporalmente. Según el propio director le
Oliveros, 2010), centrada en la figura del diplomático zaragozano Ángel Sanz Briz y comentó a Keneally, había retrasado la realización de La lista de Schindler porque no
sus acciones al frente de la legación española en Budapest durante los años en que se sentía bien tratado por parte de la crítica y esperaba con esa película conseguir
tuvo lugar el Holocausto judío. un éxito muy importante que le granjeara los elogios que tanto tiempo llevaba es-
A los problemas inherentes a la utilización del cine para aprender Historia y perando.1
que pueden resumirse en las siguientes preguntas: ¿Hasta qué punto permite el Para ello era necesario un proyecto «a prueba de críticos que deslumbrase a
cine entender la Historia seria? ¿Cuál es el valor histórico del cine? ¿El cine refleja sus detractores».2 Hay que tener esto muy en cuenta para entender cómo Spielberg
la Historia o la deforma?, se unen los problemas derivados de la propia concepción encaró el proyecto. Por un lado y tal como describe John Baxter en su libro Steven
de la película en cuestión y que están directamente relacionados con otros dos as- Spielberg. Biografía no autorizada, Spielberg se vio cuatro veces las más de nueve ho-
pectos, a saber: la obra literaria original de la que esta película es adaptación cine- ras del documental Shoa (1983), del director Claude Lanzmann para empaparse de
matográfica, el libro del periodista Diego Carcedo Un español frente al Holocausto, su mezcla de realismo y romanticismo y aplicarlos a la estética de su película. De ahí,
y la influencia que sobre dicha adaptación al medio ejerció la película de Steven entre otras, la decisión de rodar la película en blanco y negro. Sin embargo, el pro-
Spielberg La lista de Schindler (Schindler’s list, 1993). Ambos aspectos están íntima- pio Lanzmann criticó negativamente la película tras su estreno, lo mismo que gran
mente relacionados pues «es a todas luces evidente» que dicho libro no existiría sin parte de los críticos judíos, muchos de los cuales le acusaron de haber convertido el
la influencia que tuvo el éxito popular de la película de Steven Spielberg y el interés Holocausto en un espectáculo.3
que esta generó por las figuras autóctonas de cada país que pudieran asimilarse a la A pesar de ello, el tono del resto de la crítica fue, en general, reverente y muy
«gesta» salvadora del Oskar Schindler cinematográfico. cuidadoso en su deseo de no ofender y herir susceptibilidades. A ello se unió una
En este artículo trataremos de dar respuesta a todas esas cuestiones analizan- entusiasta respuesta por parte del público que acudió en masa a ver la película a
do la película de Oliveros con el fin de delimitar la utilidad que dicha pesar de sus más de tres horas de duración, éxito apoyado además por, ahora sí, su
película puede tener para el docente en el aula a la hora de trabajar triunfo en la gala de los Óscars de Hollywood donde consiguió siete galardones de
temas como el Holocausto y la figura de Ángel Sanz Briz en particu- los once a los que estaba nominada, entre ellos el de Mejor Película y Mejor Direc-
lar. Para ello empezaremos por las dos últimas cuestiones mencio- tor. Tampoco fue ajeno al éxito de la película y a su impacto en la cultura de masas la
nadas: la influencia de la película de Spielberg y del libro de Carcedo magnífica, y emotiva, banda sonora compuesta por John Williams.
sobre la película El Ángel de Budapest. El impacto de la película ha sido enorme, con más de tres millones de especta-
dores en todo el mundo, convirtiéndose desde entonces y estando ya muy lejana en
El Efecto Schindler el tiempo la emisión de la miniserie de los años 70 Holocausto (Holocaust, 1978), en
En 1982 se publica el libro de Thomas Keneally El arca de Schind- una de las principales representaciones del Holocausto en el imaginario colectivo.
ler. Probablemente, el libro hubiera sido uno de tantos best sellers Ello conlleva un peligro ya que, como resalta Álvaro Lozano en su libro El Holocausto
más sobre el Holocausto de no ser porque el famoso director Steven y la cultura de masas: «La lista de Schindler de 1993 se ha convertido en la fuente de
Spielberg se fijó en él para realizar la que habría de ser su «gran» obra información histórica más destacada en la percepción del Holocausto»4 sin tener
cinematográfica, aquella que le habría de granjear el prestigio de la en cuenta que toda película es una representación de la realidad que, hasta cierto
Academia de cine que, si bien le seguía considerando «el rey Midas punto, la deforma en aras del efecto dramático. Así, en La lista de Schindler, a pesar
de Hollywood», le seguía negando el reconocimiento que siempre de estar rodada en blanco y negro para darle cierto carácter documental, el cineasta
había estado buscando, el de los codiciados premios Óscar. incluye una nota de color, la de la niña del abrigo rojo durante la escena del ghetto de
Recordemos que, previamente a La lista de Schindler, Spielberg
había vivido la «humillación» de ver como su otro gran fresco histórico, 1 John Baxter (1997), Steven Spielberg. Biografía no autorizada, Madrid, T&B Editores.
2 Baxter (1997), p. 265.
El color púrpura (The color purple, 1985), con el tema de la esclavitud y 3 Baxter (1997).
el racismo de fondo, había sido reconocida con nada menos que once 4 Álvaro Lozano (2010), El Holocausto y la cultura de masas, Santa Cruz de Tenerife, Editorial Melusina. p. 49.
42 Ricardo Ibars Fernández Ángel Sanz Briz, personaje de cine. La película El ángel de Budapest y su valor histórico y didáctico 43

Cracovia, para que cuando posteriormente volvamos a ver esa misma nota de color realidad, por cuanto es sabido que Schindler huyó con un maletín lleno de dinero y
en otra escena, la identifiquemos perfectamente y nos produzca un mayor impacto en compañía de su amante.6
emocional. Con todo, los mayores peros que pueden ponérsele a La lista de Schindler es-
Del mismo modo, la película contiene otras manipulaciones de los hechos his- tán en su tratamiento de la figura del nazi Amon Göth (Goeth en la película), inter-
tóricos en beneficio del drama: el personaje del contable de Schindler, Itzahk Stern, pretado por Ralph Fiennes y en algunos hechos relacionados con el exterminio de
magistralmente interpretado por el actor británico Ben Kingsley, tal y como apare- los judíos. En cuanto al primero, al centrar la película en el triángulo formado por
ce reflejado en la película, es una amalgama de varios personajes reales que asistie- Schindler, Goeth y Stern en detrimento de en el pueblo judío, engrandece la figura
ron al verdadero Oskar Schindler.5 del nazi que, a pesar de ser presentado como un monstruo, resulta ser un personaje
Por otro lado, otro ejemplo de como en el cine, en ocasiones, lo estético se im- tan (o puede que incluso más) interesante que el propio Schindler. Hay una cierta
pone a lo veraz, lo encontramos en las escenas que transcurren el ghetto de Cracovia. fascinación por el villano cuyo patetismo ocasional, explicitado en la atracción que
A pesar de que la intención de Spielberg había sido la de filmar en las localizaciones siente por la judía Helen Hirsch, puede incluso a llegar a despertar ciertas simpatías.
originales donde sucedió la acción, el auténtico ghetto de Cracovia se encontraba Respecto a lo segundo, la crítica de Le Monde, Danielle Heymann se quejó de
en la zona de Podgorze, muy poco interesante desde el punto de vista cinematográ- que «Spielberg nos lleva por senderos falsos. Vemos humo y no es un crematorio, es
fico, por lo cual el rodaje de dichas escenas se trasladó a la más pintoresca zona de un tren. Vemos duchas y no escupen gas, sino agua. Todos los cadáveres que vemos
Kazimierz, que encajaba mejor con la idea de Spielberg de cómo debía ser un ghetto. son de personas que no conocemos, y toda la gente con la que nos identificamos se
Asimismo, Spielberg no obtuvo el permiso por parte del Congreso Mundial Judío salva. Y no es así como la historia sucede».7 Se refiere sobre todo con ello a la famosa
para filmar dentro de Auchswitz, así que tuvo que construir una réplica del campo al y controvertida escena en que un grupo de mujeres, ya en el campo de extermi-
otro lado de la alambrada, siendo la puerta principal el único elemento «verdadero» no, son conducidas desnudas a una cámara de duchas y encerradas, en la terrible
del campo que aparece en la película. creencia, ellas y los espectadores, de que van a ser gaseadas cuando lo que de re-
Pero, sin duda, la gran manipulación de la película está en el personaje del pro- pente sale por las duchas es agua. La escena es terrible pero termina provocando un
pio Oskar Schindler. Tal y como refleja Baxter en su biografía de Spielberg, la ca- alivio en el espectador que contradice la espantosa experiencia del campo, donde
racterización de Schindler en el guion de Steven Zaillian le debe mucho a la imagen no había alivio posible.
de los protagonistas del cine de David Lean, especialmente de Lawrence de Arabia Pese a todas las críticas y objeciones, como ya se ha dicho, la película fue un
(Lawrence of Arabia, 1962), director y película de los que Spielberg se ha declarado enorme éxito de público y, como señala Álvaro Lozano en su libro, para toda una
en numerosas ocasiones un rendido admirador hasta el punto de haber declarado generación el visionado de la misma se convirtió en una experiencia compartida, en
varas veces que, antes de cada nuevo rodaje, realiza un visionado de la mentada la que la propia película pasó a convertirse en símbolo del Holocausto y en la visión
cinta. popular más aceptada del mismo, identificándose la experiencia del Holocausto no
El Schindler de Spielberg, al igual que el Lawrence de Lean, es un héroe com- tanto con la de las víctimas o la de los supervivientes, sino con la de los «salvadores».
plejo, una mezcolanza de egolatría, oportunismo y altruismo, llenos de carisma y Con ella «se pasó del enfoque en la víctimas del Holocausto a los supervivientes y a
glamour, que, a causa de determinados acontecimientos, sufren una conversión que los salvadores que habían hecho posible su supervivencia».8
determinará su forma de actuar y acabará por transformarlos en personajes casi Ese es el Efecto Schindler, al que no fue ajena la rehabilitación de la figura de
mesiánicos. En el caso del Schindler fílmico, dicha conversión se inicia en la escena Ángel Sanz Briz, y es en ese contexto generacional en donde cabe entender el inte-
en la que el protagonista se encuentra montando a caballo con su amante y, desde rés por figuras como la suya, hasta entonces sumidas en el olvido por motivos que
lo alto de una colina, observa como el ghetto de Cracovia es destruido y sus habitan- explicaremos, y la aparición de libros como el de Diego Carcedo, que daría lugar a la
tes desalojados a la fuerza de su hogar, asesinados los que se resisten y amontona- posterior película sobre el diplomático español. Un efecto que hace que incluso en
dos en camiones el resto. Es en ese momento, parece decirnos la película, cuando uno de los últimos libros publicados sobre Sanz Briz, el del periodista e investigador,
Schindler decide ayudar a salvar a los judíos bajo su protección. Y la conversión Julio Martín Alarcón El Ángel de Budapest (Penguin Random House, 2016) y a 23
finaliza en la excesivamente melodramática escena final, cuando Schindler, entre años del estreno de la película de Spielberg, los editores aun crean necesario incluir
lágrimas, se despide de los empleados que ha salvado, lamentándose por no haber «por motivos exclusivos de marketing» el subtítulo La lista de Angel Sanz Briz, el Oskar
hecho más, vendiendo su coche, por ejemplo, o su insignia de pertenencia al parti- Schindler español pese a que en el libro de Martín Alarcón no se establezca en ningún
do nazi. En realidad dicha escena está influida por la plegaria final de Clark Gable momento tan errónea (e injusta) comparación, ni se mencione en ningún momento
en San Francisco (W. S. Van Dyke, 1936), película cuya estructura narrativa es muy ninguna «lista» como tal.
similar a la de La lista de Schindler. De hecho, dicha escena final no sucedió así en la
6 Baxter (1997), p. 328.
7 Baxter (1997), p. 328.
5 Baxter (1997). 8 Lozano (2010), p. 50.
44 Ricardo Ibars Fernández Ángel Sanz Briz, personaje de cine. La película El ángel de Budapest y su valor histórico y didáctico 45

El libro de Diego Carcedo, Un español frente al Holocausto Otro problema es el formato elegido, el de la biografía novelizada, a medias
El 30 de marzo de 1993 se estrenó la película La lista de Schindler en Estados entre el ensayo biográfico y la novela histórica. Carcedo se convierte así en narra-
Unidos y, al año siguiente, en octubre de 1994, tuvo lugar un acto de homenaje a dor omnisciente capaz de inmiscuirse en los pensamientos del propio Sanz Briz, lo
Ángel Sanz Briz en el Parlamento húngaro. Seis años después, en el año 2000, el cual obliga a poner en contexto muchas de las afirmaciones que se hacen en el libro.
periodista Diego Carcedo, antiguo director de Radio Nacional de España y de los Hubiera sido de agradecer que el libro constara de algunas notas a pie de página o
servicios informativos de RTVE, publica Un español frente al Holocausto. de un apéndice explicativo que aclarara al lector en qué medida esas afirmaciones
Hasta entonces, la figura de Ángel Sanz Briz había permanecido en un rela- pueden tomarse literalmente.
tivo anonimato del que solo había sido rescatado, en cierta medida, a través de la Así, por ejemplo, cuando en determinado pasaje del libro se ponen en boca de
publicación de los libros de Antonio Marquina España y los judíos en el siglo xx. La Sanz Briz las palabras: «Hace tres o cuatro años nadie creía en nuestra neutralidad.
acción exterior de España (Espasa, Madrid, 1987) y J. Antonio Lisbona España y los Pero mi Gobierno ha sabido mantenerla contra viento y marea»,9 si bien dicha afir-
judíos (Siglo XX, 1993). Las razones de dicho olvido son explicadas por el historiador mación efectivamente podría estar en consonancia con el pensamiento del diplo-
Isidro González García en su artículo «Las razones de un olvido» (El País, 24 junio mático, hubiera sido deseable que el autor del libro matizara el alcance real de esa
2002). Por un lado, durante los difíciles años 50 y 60, el diplomático zaragozano fue supuesta neutralidad que obvia, por ejemplo, la movilización de la División azul hasta
aleccionado por parte del gobierno de Franco para afianzar la idea de que la sal- pocos meses antes.
vación de los judíos en la que él tomo parte, se debió a una política intencional por Del mismo modo, cuando más adelante Sanz Briz afirma: «España nunca ha
parte del propio gobierno franquista y no tanto a la iniciativa individual de quienes sido un país racista»,10 dicha afirmación no tiene en cuenta aspectos como el discur-
lo representaban en el extranjero, todo ello con vistas a lavar la cara del régimen so dado por el propio Francisco Franco en Madrid el 19 de Mayo de 1939, Día de la
con miras a su reconocimiento internacional. Los intereses políticos internaciona- Victoria; su discurso radiofónico de Año Nuevo del 31 de diciembre de 1939 o su
les del gobierno franquista volvieron a entrometerse en el reconocimiento de Sanz discurso del 29 de mayo de 1942 a la sección Femenina de la Falange en el castillo
Briz cuando, en el año 1966, este recibió el título de Justo entre las Naciones por de La Mota en Medina del Campo donde se hacía eco de las ideas antisemitas del
parte del gobierno de Israel. El gobierno franquista, temeroso de que dicho reco- doctor Antonio Vallejo-Nájera.11 Asimismo, esa afirmación u otras parecidas entran
nocimiento obstaculizase sus acuerdos económicos con los países árabes en aquel en contradicción con el hecho de que los pasaportes extendidos por parte de las di-
entonces, impidió que dicha ceremonia se diera a conocer públicamente. ferentes legaciones españolas en el extranjero a personas judías, fueran pasaportes
Es así como la figura de Sanz Briz se mantuvo en un discreto segundo plano has- para personas «en tránsito», es decir, que no permitían el derecho a la residencia
ta su fallecimiento en 1980 y hasta que la misma volvió a ser motivo de interés a raíz permanente en España, ni siquiera a aquellos judíos que acreditaran su condición
del estreno de la película de Steven Spielberg. de sefardíes y que, hasta que fueran trasladados a otros países, se les confinara en
En el año 2000, Carcedo publica su libro con una clara intención reivindicativa y un campo de internamiento situado en Miranda de Ebro.
así hay que entender el tono y el estilo ele- Otros libros posteriores sobre la figura de Sanz Briz como el de Arcadi Espada
gidos para su obra, muy influida por la obra En nombre de Franco. Los héroes de la embajada de España en el Budapest nazi (Booket,
del director norteamericano. Si bien el libro 2013) o el ya mencionado de Julio Martín Alarcón El Ángel de Budapest. La lista de
de Carcedo posee evidentes méritos narra- Sanz Briz, el Oskar Schindler español matizan esa imagen excesivamente protagonista
tivos, no está exento de problemas, algunos del diplomático español sin reducir por ello su mérito, ni disminuir lo que de iniciati-
de los cuales también se trasladan a su ver- va individual tuvo su acción.
sión fílmica. Así, en el libro de Espada, aparte de relativizar la importancia de la figura de
Uno de ellos deriva de la influen- Giorgio Perlasca, convenientemente magnificada por él mismo y sus herederos, se
cia de la película de Spielberg al poner en pone en su debida medida las figuras de dos de los principales asistentes de Sanz
el centro del relato la figura individual y Briz y que resultaron esenciales para desempeñar su labor, la responsable de la can-
salvadora de Sanz Briz minimizando, por cillería de la legación española, madame Elizabeth Tourné, y el asesor y abogado
comparación, otras figuras a su alrededor Zoltán Farkas, probablemente el principal «hombre sobre el terreno» de Sanz Briz
que, por su labor también determinante debido a su conocimiento «no solo de la legislación y la política húngaras» sino de
en los acontecimientos que se produ- varios idiomas, entre ellos, además del húngaro, el español, francés y alemán.
jeron, hubieran merecido un poco más
9 Diego Carcedo (2000), Un español frente al Holocausto. Así salvó Ángel Sanz Briz a 5.000 judios, Barcelona, Edicio-
de relieve como por ejemplo la encarga- nes Martínez Roca. p. 30.
10 Carcedo (2000), p. 67.
da de la cancillería Madame Elizabeth 11 Al respecto véase el apéndice «Franco y los judíos» en Paul PRESTON (2017), Franco. Caudillo de España, Bar-
Tourné o la del abogado Zoltan Farkas. celona, DeBolsillo.
46 Ricardo Ibars Fernández Ángel Sanz Briz, personaje de cine. La película El ángel de Budapest y su valor histórico y didáctico 47

Por otro lado, el libro de Martín Alarcón pone en contexto la actuación de Sanz La película El Ángel de Budapest
Briz con la política del gobierno español de la época y con las actuaciones del repre- La película comienza poniéndonos en situación con una voz en off:
sentante del Vaticano Monseñor Angelo Rotta y del resto de representantes de las
A comienzos del año 1944 Hungría era un país que mantenía estrechos lazos
legaciones extranjeras en Budapest, liderados por los representantes de la legación
con la Alemania nazi. El almirante Horthy conservaba el poder aunque
sueca, Carl Ivar Danielsson y Raoul Wallenberg. En concreto, este libro deja clara la
siempre bajo la supervisión del Führer, Adolf Hitler. Con el ejército
importancia de tres aspectos fundamentales:
soviético a las puertas de Budapest y el terror nazi instalado en la capital
1. La actuación de Sanz Briz estuvo en consonancia con un giro en la política
húngara, los judíos sufrían la deportación a los campos de concentración
del gobierno de Franco relacionado con la, en aquellos momentos, más que
para su posterior exterminio. En este contexto, la diplomacia española se
probable derrota del ejército alemán. Las presiones de las organizaciones
desenvolvía en un estatus de teórica neutralidad.
internacionales judías canalizadas, sobre todo, a través de las embajadas
de Washington y Londres, hicieron que el gobierno español se implicase A continuación y antecedida del obligado rótulo de «Una historia basada en
de forma más activa respecto a la protección de los judíos, habiendo man- hechos reales», una primera escena, inexistente en el libro de Diego Carcedo, nos
tenido hasta entonces una actitud bastante tibia cuando no pasivamente muestra una recepción en el Palacio imperial de Budapest en donde se nos presen-
criminal. ta a los principales personajes históricos relevantes de la historia que nos ocupa, a
2. El liderazgo y la autoridad moral de Monseñor Rotta resultaron fundamen- saber: el propio Ángel Sanz Briz, encargado de negocios de la legación española, su
tales en la coordinación de los esfuerzos de los representantes de los países esposa Adela, el embajador español Muguiro, el regente de Hungría almirante Hor-
neutrales para salvar la vida de los judíos de Budapest y especialmente moti- thy, el plenipotenciario del Tercer Reich en Hungría, Veesenmayer, el encargado de
vadores en el caso de Ángel Sanz Briz, ferviente católico de profundas convic- implementar la Solución Final, Adolf Eichmann y el nuncio del Vaticano Monseñor
ciones religiosas y humanistas y, además, amigo personal de Rotta, quien había Ángelo Rotta.
bautizado a su primera hija Adela, nacida en Budapest. A partir de ahí, la película sigue bastante fielmente y prácticamente al pie de la
3. Las acciones de Sanz Briz encaminadas a la salvación de los judíos de Buda- letra los acontecimientos descritos en el libro de Diego Carcedo pero plegándose
pest estuvieron en consonancia con las realizadas por parte de los restantes también a las claves narrativas asentadas por la película de Steven Spielberg La lista
representantes de las legaciones de los países neutrales, sobre todo, de los de de Schindler. A saber:
las legaciones suiza y sueca especialmente en lo que se refiere a la expedición 1. Presentación del héroe. Énfasis a lo largo de toda la película en el valor de la ini-
de salvoconductos o cartas de protección para los judíos que acudían en busca ciativa individual frente a la barbarie colectiva del terror nazi. Efectivamente,
de protección a dichas legaciones diplomáticas. a lo largo de toda la película veremos al propio Ángel Sanz Briz tomando parte
Estas puntualizaciones no minimizan en absoluto el valor de las acciones indi- activa y personal en los principales acontecimiento, no solo en aquellos que
viduales de Sanz Briz sino que «simplemente» las ponen en su justo contexto pues, forman parte de su actividad diplomática sino incluso en aquellos que requie-
si bien es cierto que hubo ese cambio de política con respecto a los judíos por parte ren más riesgo físico, acudiendo en ocasiones personalmente a rescatar a los
del gobierno de España, no es menos cierto que las instrucciones recibidas por par- judíos objeto de la deportación prácticamente a pie de los vagones. En otro
te del mismo eran los suficientemente vagas como para proporcionarle a Sanz Briz momento se hace aparecer como una idea propia de Sanz Briz el hecho de uti-
un amplio margen de iniciativa personal que le llevó a refugiar a varios judíos en su lizar el real decreto de Primo de Rivera, que concedía la ciudadanía española a
residencia particular así como en la legación española sin que hubiera instrucciones aquellos judíos sefardíes que lo solicitaran, como excusa jurídica para lograr su
directas al respecto. Igualmente determinante fue su intervención presionando a salvaguarda frente a los nazis, cuando, en realidad, dicha disposición era algo
las autoridades húngaras para que el permiso de expedir 200 pasaportes a judíos que venía usándose regularmente por parte de los diplomáticos españoles en
se ampliaran posteriormente a 300 y estos se convirtieran en unos cuantos miles general.
más mediante la añagaza de ir añadiendo a la numeración las diferentes letras del 2. El antagonista. Como en la lista de Schindler, si Sanz Briz es el ejemplo del bien
abecedario (1A, 2A, 3A, etc.). en la película, hace falta un antagonista que ejemplifique el mal y este aparece
Y por lo que respecta a las cartas de protección expedidas por las diferentes encarnado por el personaje de Adolf Eichmann, caracterizado más que como
legaciones de los países neutrales, cabe señalar que las españolas estaban mejor el anodino burócrata con el que pretendió identificarse durante su juicio,
consideradas que las de las restantes legaciones por cuanto resultaban más difíciles como un monstruo a la altura del Goeth de la lista de Schindler, si bien sin el
de falsificar al contar con la foto de los portadores y con la firma del propio Sanz Briz. encanto que a este le proporcionaba la interpretación de un actor sobresalien-
Todo lo cual no hace sino resaltar el valor de la intervención de Sanz Briz en los te como Ralph Fiennes. El retrato de Eichman que se presenta en la película a
hechos que tuvieron lugar durante los meses de junio a diciembre de 1944, en los veces no puede evitar caer en el tópico de la imagen cinematográfica del nazi,
que estuvo al frente de la legación española de Budapest. en la que no falta la consabida escena filmada en plano picado en la que vemos
48 Ricardo Ibars Fernández Ángel Sanz Briz, personaje de cine. La película El ángel de Budapest y su valor histórico y didáctico 49

a Eichmann ante una gran mesa jugando con la maqueta de unos vagones de
tren (en clara alusión a los vagones en los que los judíos están siendo deporta-
dos) mientras de fondo, para que el retrato quede completo, suena la música
operística de Wagner.
3. La conversión. Al igual que Schindler en lo alto de la colina sobre el ghetto de
Cracovia, también nuestro protagonista sufre su personal conversión que le
hace implicarse personal y emocionalmente en el exterminio de los judíos.
Dicha conversión viene anunciada unas escenas antes por el personaje de
Muguiro quien le comenta: «en ocasiones como estas, la conciencia te obli-
ga a tomar partido. Lo sabrás cuando no puedas dormir por las noches». Poco
después tiene lugar la escena en la que Sanz Briz acude al edificio, a mitad de
camino entre la imagen de un hospital y un orfanato, en el que 500 niños judíos
están esperando su traslado desde Hungría a Tánger, en donde ya se les había
concedido asilo, pero a los que diversos problemas burocráticos habían dejado
en una situación de total indefensión.
Al margen de que el asunto de los 500 niños ya estaba en conocimiento de
Sanz Briz antes de lo que aparece en la película, dicha escena es un reflejo cla-
ro de una muy similar en un hospital con niños de la película El tercer hombre
(The third man, Carol Reed, 1949), en donde dicha visita provoca el cambio
de actitud del protagonista, el escritor Holy Martins, y le lleva a traicionar a
su amigo, el villano de la película interpretado por Orson Welles. Por tanto,
el objetivo principal de la escena no es otro que el de mostrar en pantalla la
toma de conciencia del protagonista para que el espectador se sienta «asimis-
mo» identificado con él y con su toma de postura. Y, efectivamente, después
de la visita a los niños y de que sea observador de una quema de libros judíos,
Sanz Briz descubre que no puede dormir por las noches, escena innecesaria-
mente subrayada por la repetición de las palabras de Muguiro en off.
4. Las estaciones de tren. Como señala Arcadi Espada en su libro sobre Sanz Briz,
«el crimen nazi estuvo vinculado a las estaciones porque el transporte hacia
los campos de exterminio se hizo en tren».12 Es por ello que la mayoría de pelí-
culas sobre el Holocausto, con La lista de Schindler a la cabeza, incluyen varias
escenas que tienen lugar en las estaciones de tren. En el caso de la película
estadounidense, dos escenas son especialmente recordadas: aquella en la que
el personaje protagonista, con el fin de aliviar su sufrimiento, riega con una española. Lo más probable es que, en esos casos, quien acudiera a las estacio-
manguera los vagones donde los judíos son transportados ante las risas de nes no fuera el propio encargado de negocios de la legación sino su asistente
Goeth y otros oficiales nazis que solo ven una burla cruel en lugar de miseri- el abogado Farkas, aunque solo fuera porque este dominaba los idiomas hún-
cordia, y aquella en donde Schindler acude al rescate in extremis de su contable garo y alemán y disponía de los contactos necesarios a pie de calle. Sin embar-
Itzhak Stern que ha sido subido a uno de los trenes de deportación por error go, es importante destacar una escena, aquella en la que Sanz Briz acude a la
encontrándose después con la reprimenda de su salvador («¿se le ha ocurrido estación para salvar al médico judío de la legación, el doctor Elek, gritando su
pensar qué iba a hacer yo sin usted?» le espeta ante el asombro del contable). En nombre por los vagones, por cuanto dicha escena es prácticamente un calco
la película sobre Sanz Briz abundan, como ya hemos comentado, las escenas de la mentada película de Spielberg si bien con un final más amable para con el
en estaciones de tren, a las que Sanz Briz acude más de una vez para salvar diplomático español. Es otra muestra más de hasta qué punto la influencia de
en persona a los judíos que se hallaban bajo la protección de documentación la famosa película se inmiscuye en la narración de los hechos históricos.
12 Arcadi Espada (2013), En nombre de Franco. Los héroes de la embajada de España en el Budapest nazi, Barcelona,
5. La despedida emotiva. Como en La lista de Schindler, también en la película se
Booket, p. 12. hace de rigor una escena de despedida en la que los empleados de la embajada
50 Ricardo Ibars Fernández Ángel Sanz Briz, personaje de cine. La película El ángel de Budapest y su valor histórico y didáctico 51

reunidos se despiden de Sanz Briz y le agradecen sus esfuerzos entre lágrimas Por otro lado, mediante la historia de amor entre Sophie y el judío Antal se
y abrazos, provocándole a éste un nudo en la garganta. Dicha despedida viene quiere hacer una breve referencia a las leyes antisemitas que prohibían las rela-
precedida de una escena en la que Sanz Briz «a solas en su habitación» mientras ciones sexuales y los matrimonios entre judíos y no judíos obligando a este tipo de
hace la maleta, llora mientras sujeta un oso de peluche regalo de una de las niñas relaciones a ser mantenidas en la clandestinidad.
judías a las que ha salvado. El paralelismo cinematográfico con la escena en que Por último y quizás más importante, a través de las figuras de Antal y Hoff-
Schindler se lamenta no haber hecho más mientras sujeta su insignia del partido mann, se quiere visibilizar en la película un movimiento de resistencia cuyas accio-
nazi es evidente pero, además, la escena de la despedida nos remite a otro ejem- nes en la película más bien remiten, en su ejecución, al atentado sufrido por Rein-
plo fílmico muy imitado como es el de la despedida del profesor Keating por par- hard Heydrich en Praga en 1942 que a lo que sucedía en aquellos momentos en
te de sus alumnos en El club de los poetas muertos (Dead poets society, Peter Weir, Budapest. Pero, además, la película, hace que sea el personaje de Hoffmann, el líder
1989), otro referente al que resulta difícil sustraerse en este tipo de escenas. de la resistencia, el que le hace llegar a Sanz Briz, el importante informe realizado
Al margen de su apego a estas claves, desde el punto de vista de la estructu- por dos prisioneros fugados, en el que se hacían constar las torturas y asesinatos
ra dramática, la película alterna tres diferentes acciones o líneas narrativas: por un masivos que estaban teniendo lugar en el campo de exterminio de Auschwitz. En
lado, y al igual que en el libro de Diego Carcedo, se narran las actividades de Sanz realidad, dicho informe fue hecho llegar a Sanz Briz, que fue una de las primeras
Briz y sus colaboradores en la legación española, Madame Tourné, el abogado Zol- personas dentro del ámbito diplomático en tener conocimiento del mismo y difun-
tan Farkas, el italiano Giorgio Perlasca y el español Javier Barrueta, por lograr la sal- dirlo, no por miembros de la resistencia, sino por los miembros de la Federación
vación de la máxima cantidad de judíos más allá de la cantidad de 300 que les habían Sionista Húngara (por Otto Komoly en el libro de Carcedo y por Rudolf Kastner,
permitido. Se narra el proceso de expedición de pasaportes personales y familiares presidente del Comité para el Rescate Judío según el libro de Martín Alarcón), lo
(con los que se permitía salvar a más personas con un único documento colectivo), cual supone una diferencia crucial ya que es sabido que dicha organización retuvo
de cartas de protección, etc. Se nos narran también las reuniones que mantuvo Sanz el documento varios días antes de difundirlo y que el papel de dicha organización
Briz con Monseñor Angelo Rotta, fundamental en la coordinación de los esfuerzos respecto a sus relaciones con las autoridades nazis ha sido muy cuestionado.
de los diplomáticos de los países neutrales, y con el resto de sus homólogos de las A pesar de todas esas alteraciones reseñadas, la película es esencialmente fiel a
distintas legaciones de los países neutrales. Se nos narran también sus presiones y los acontecimientos históricos. Aun así, desde el punto de vista puramente dramático,
protestas ante las autoridades húngaras para defender a los miembros de su lega- la película adolece de falta de fuerza debido, en parte, a varios motivos. Si bien la reali-
ción y a todos aquellos que portaban documentación española y que estaban siendo zación de la película es correcta y está hecha con un esfuerzo de medios notable en la
objeto de atropellos. reconstrucción de ambientes y lugares, la banda sonora, al contrario de lo que ocurría
Por otro lado, también siguiendo el libro de Carcedo, se nos narran las peripe- con la de John Williams, resulta totalmente anodina en algunos momentos clave de la
cias de la familia de Anna Lang, una de las supervivientes judías de la persecución película hasta el punto de que resulta difícil recordarla tras su visionado.
nazi en Hungría gracias a la intervención española y cuyo testimonio fue una parte No obstante, el motivo principal de la falta de impacto emocional de la película
fundamental en el reconocimiento del diplomático español. es la poco convincente interpretación de Francis Lorenzo como el personaje principal.
Sin embargo, es en la tercera línea narrativa en donde queremos llamar la Está claro que Francis Lorenzo fue elegido porque su rostro, muy popular y reconoci-
atención por cuanto se aleja de la tercera línea narrativa planteada en el libro de ble entre el público español gracias a series como Médico de familia, Canguros o Com-
Carcedo. En donde en este se nos narraban las vicisitudes de la familia Vandor, ma- pañeros, era fácilmente asimilable al del hombre normal, el hombre bueno que podría
dre y dos hijos, supervivientes también del horror húngaro, en la película se opta pasar por ser el vecino de cualquiera y que es la imagen que se quiere transmitir de
por narrarnos las peripecias de unos personajes ficticios que son el triángulo for- Sanz Briz como persona en la película. Sin embargo, sus carencias interpretativas (evi-
mado por la húngara cristiana Sophie; el amor de ésta, el judío Antal; el hermano dentes, por ejemplo en la citada escena de la despedida) hacen que su caracterización
de Sophie, Lajos, perteneciente al partido húngaro filonazi y colaboracionista de la y, por ende, la película en general, pierdan efectividad. Cabe también preguntarse por
Cruz Flechada y el judío Hoffmann, líder de la resistencia contra los nazis. qué en su caracterización se le hace prescindir del bigote que sabemos por fotografías
El hecho de introducir en la película esta trama ficticia obedece a varios mo- que usaba Sanz Briz por aquella época. ¿Es acaso una decisión estética consciente
tivos: por un lado, mostrar el apoyo que una parte de la población húngara no judía para que no asociemos la imagen de Sanz Briz con la imagen que todos asociamos al
prestó a la ocupación nazi de su país, unos a través del silencio cómplice (explicitado falangista típico? (recordemos, por ejemplo, la popular caricatura del dibujante Kim,
en la película mediante las personas que miran a través de las ventanas mientras Martínez el facha). Sin embargo, sí se caracteriza con ese bigote a su colaborador Gior-
los judíos son expulsados de sus viviendas) y otros a través del activismo violento gio Perlasca cuando, en las fotos que tenemos del personaje y se muestran al final
mediante su vinculación a las milicias paramilitares del partido de la Cruz Flechada, de la película, no lo lleva. ¿Será acaso porque en su caso resulta menos incómodo, e
cuyos ataques contra los judíos fueron en ocasiones más violentos y numerosos que incluso conveniente, que lo asociemos a la imagen del típico fascista italiano? Es una
los de la propia Gestapo. cuestión que dejamos en el aire para la reflexión.
52 Ricardo Ibars Fernández Ángel Sanz Briz, personaje de cine. La película El ángel de Budapest y su valor histórico y didáctico 53

Conclusiones Bibliografía
Después de lo escrito hasta ahora, de las tres cuestiones que planteábamos al Baxter, John (1997), Steven Spielberg. Biografía no autorizada, Madrid, T&B Editores.
principio de nuestro artículo: ¿Hasta qué punto permite el cine entender la Historia Carcedo, Diego (2000), Un español frente al Holocausto. Así salvó Ángel Sanz Briz a 5.000 judíos, Barcelona,
seria? ¿Cuál es el valor histórico del cine? ¿El cine refleja la Historia o la deforma?, las Ediciones Martínez Roca.
dos últimas han quedado suficientemente respondidas al analizar los condicionan- Espada, Arcadi (2013), En nombre de Franco. Los héroes de la embajada de España en el Budapest nazi, Bar-
tes que dieron lugar a la filmación de la película sobre Ángel Sanz Briz y cómo se han celona, Booket.
tratado los acontecimientos históricos que en ella se reflejan. En cuanto a la primera González García, Isidro (24 de junio 2002), «Las razones de un olvido», El País. Recuperado de https://
de ellas, que es la que más nos interesa de cara a la aplicación de esta película en el elpais.com/diario/2002/06/24/espana/1024869620_850215.html
aula, podemos concluir que la película es útil para estudiar la Historia siempre que Lozano, Álvaro (2010), El Holocausto y la cultura de masas. Santa Cruz de Tenerife, Editorial Melusina.
el docente tenga en cuenta las diversas alteraciones de los hechos que, con fines Martín Alarcón, Julio (2016), El Ángel de Budapest. La lista de Sanz Briz, el Oskar Schindler español, Barce-
dramáticos, se han realizado a lo largo de la película y sea capaz de proporcionar al lona, Penguin Random House Grupo Editorial S.A.U.
alumno las herramientas necesarias para analizarla y utilizarla correctamente para Preston, Paul (2017). Franco. Caudillo de España, Barcelona, DeBolsillo.
complementar lo aprendido en clase.
Es por ello que, pesar de esas alteraciones, la película sigue siendo muy útil a
la hora de estudiar el Holocausto en el aula por cuanto refleja muy adecuadamente
varios aspectos susceptibles de trabajar con los alumnos, entre los que destacamos
los siguientes:
• La forma en que se implantó la Solución Final en los diversos países ocupados
por los nazis: los ghettos, las deportaciones y los campos de exterminio.
• Las características del antisemitismo en Europa y la importancia en el extermi-
nio de los judíos de la colaboración ciudadana de los países ocupados.
• El papel de la política del gobierno de España frente a la Alemania nazi y el
Holocausto judío.
• El papel que las naciones neutrales desempeñaron en el desarrollo de la gue-
rra y en la salvación de los judíos así como el papel de la Iglesia y el Vaticano.
• La importancia del derecho internacional en conflictos como la II Guerra Mundial.
• El frente del Este en la II Guerra Mundial y el nuevo mapa europeo tras la fina-
lización de la guerra.
• La responsabilidad individual frente al Holocausto analizada desde distintas
posturas y esferas de poder, tomando como ejemplo la actitud tanto de los que
colaboraron activamente desde sus distintas posiciones: Eichmann, Horthy, o
personajes como el de Lajos en la película, como de los que se opusieron desde
las suyas: Sanz Briz, los miembros de la legación como Madame Tourné y Far-
kas o personajes judíos como Anna Lang o el personaje de Antal.
Ficha Técnica de la Película El Ángel de Budapest:
Dirección: Luis Oliveros
Guión: Ángel Aranda Lamas
Reparto: Francis Lorenzo (Ángel Sanz Briz), Ana Fernández (Madame Tourné), Já-
nos Bán (Zoltan Farkas), Kata Gáspar (Sophie), Anna Allen (Adela), Aldo Sebastia-
nelli (Perlasca), Manuel de Blas (Muguiro), Asier Etxeandia (Barrueta), Árón Öze
(Eichmann), Iván Fenyö (Wallenberg), László Áron (monseñor Rotta), Sári Herrer
(Eva Lang), Lászlo Agárdi (almirante Horthy), Tamás Sághy (Veesenmayer).
Música: Mario de Benito
Año de producción: 2011 (España)
Duración: 120’

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