HTML5, al igual que las versiones anteriores, es un estándar

que sirve como referencia del software para la creación de páginas

web. Su tarea habitual es la realización de peticiones: entras a una
página web y quieres ver un anuncio, haces clic y la solicitud se
realiza de forma automática al servidor donde se encuentra en
retención esa información y el servidor te manda el acceso
aprobado, lo que permite visualizar dicho contenido.

Es la última versión del estándar HTML y se utiliza para

crear las páginas web.

Qué cambia en HTML5

Esta nueva versión no tiene muchas novedades, pero las que tiene
son totalmente revolucionarias. La más destacada de ellas es la
posibilidad de añadir archivos multimedia a la web, como
vídeos o audios sin la necesidad de otros plug-ins, y lo mejor es
que todas esas funciones están incluidas dentro del mismo código.
También se han añadido etiquetas que permiten crear animaciones
en 2D, con una etiqueta de canvas y API, permitiendo que se
pueda dibujar elementos en dos dimensiones y animarlos en la
web. También se pueden añadir eventos para el teclado, el mouse
o mandos, que permiten utilizarlos para interactuar con otras
páginas web.
Una de las nuevas funciones que me ha encantado bastante, es la
dependencia de cobertura a reproducciones de contenidos
multimedia, como el viejo Flash Player que uno siempre utilizaba
en las páginas de juego.