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10 CONTENIDO El Periodiquito Maracay, Ciudad Jardín, sábado 20 de septiembre de 2008 Maracay, Ciudad Jardín, sábado 20 de septiembre de 2008 El Periodiquito

, Ciudad Jardín, sábado 20 de septiembre de 2008 El Periodiquito CONTENIDO 23

Ernest, el periodista -José Pulido-


Marinetti y el futurismo:
el discurso de la anti-temporalidad continúa
S u madre Grace Hall fue una cantante de ópera frustrada a quien escuchaba cantar
de tarde en tarde. Ella deseaba convertirlo en músico por encima de todo.
Ernest Hemingway era un niño que apenas comenzaba a pronunciar palabras,
-Jhoerson Yagmour­

pero su imaginación desbordaba tanta fertilidad y fuerza que los adultos


de la familia le criticaron duramente este aspecto y se ganó unos
E l tiempo, como noúmeno intangible ha sido, a través
de la historia, un elemento que indudablemente ha
inquietado al hombre en la búsqueda de su ubicación on­
su mayoría, por la configuración tanto sintagmática como
paradigmática del ordenamiento de los tiempos verbales.
Es por esta razón que en el caso de la obra literaria, las
como los aspectos aprehensibles del tiempo, pues
para ellos, el pasado no existe, lo que importa es el
futuro tecnológico, al que la máquina dotará de dina­
cuantos castigos, porque le consideraron el embrión de un menti- tológica dentro del cosmos. El tratamiento filosófico en voces narrativas, y su perpetuación o cambio dentro de mismo y movimiento.
roso en vez de la semilla de un fabulador.
Su padre le enseñó a pescar, a cazar, a sobrevivir en el cuanto a consideraciones temporales se refiere, es tan un mismo o varios planos temporales, nos indicará las Ahora bien, el rompimiento de la sintaxis, junto con
monte y también le mostró cómo se abre un pescado y se antigua como lo es cualquier otra interrogante metafísica. nociones de temporalidad desde el discurso. En el caso la colocación de verbos en infinitivo, demuestran la
le sacan las tripas. Conoció así la vida por dentro y la De hecho es posible trazar una línea histórica que nos de los futuristas, plantean las siguientes nociones a este búsqueda de una anti-temporalidad, pues el modo ver­
vida por fuera; la muerta lenta y la muerte verdadera remontaría a un génesis temático desde la civilización Grie­ respecto: bal en infinitivo no delimita una temporalidad determi­
de la carne sin movimientos. ga con Anaximandro (610 a.C -545 a.C), Platón (c. 428-c. 1.- Es necesario destruir la sintaxis, disponiendo los nada, sino que más bien expresa una continuidad, un
Un pájaro se detenía en un árbol cercano y 347 a.C.), y Aristóteles (384-322 a.C.), quienes buscaban sustantivos al azar, tal como nacen. movimiento constante. Es por eso que la no temporali­
su madre le decía “escucha esa música su- establecer una concepción temporal como: or­ dad propia del infinitivo (que en los casos
blime y dime quien es el compositor”. Er- denadora del cosmos, devenir cíclico, y propi­ gramaticales depende del verbo conjugado
nest quería complacerla, pero observan- ciatoria del movimiento (medido por la concien­ para la adecuación de un tiempo específico)
do el ave insistía en creer que era un cia) respectivamente. Luego, Agustín de Hipo­ es idónea ante una proposición textual que
águila gigante, y por supuesto que se
subía a ella y se iba al lugar más distan- na (354-430), con su eterno presente; Newton desdeña el pasado, y que a su vez busca di­
te que conocía: uno de sus abuelos le (1642-1727), con su aplicación al mecanicismo, namismo en la prosecución de sus enuncia­
hablaba constantemente del carajo vie- Kant (1859-1941), con su definición que res­ dos. Esto guarda estrecha conexión con la
jo: iba en águila hasta el carajo viejo ponde a la intuición pura o trascendental de la noción de continuidad, pues conjugar los
que queda en Africa. sensibilidad, y finalmente, los filósofos moder­ tiempos verbales implica desde ese preciso
La voz gruesa de su padre, el doc- nos como Bergson (1859-1941), Heidegger momento enmarcar un plano temporal dentro
tor Clarence Edmonds Hemingway, inte- (1889-1976), que atribuyeron nociones intra­ el discurso, es decir, un tiempo expreso. Esto,
rrumpía el vuelo de la imaginación con mati- sensoriales a la temporalidad; entre otros. desde la perspectiva de la recepción, de la
ces de realidad cruda: “Si vas a matar ese Pero lo que interesa a la presente revisión lectura, trae indudables consecuencias, las
pájaro para disecarlo o comerlo dispara. no es un avalúo temático temporal de delibera­ cuales sólo pueden ser unificadas en rela­
De lo contrario déjalo que cante y cague
sombreros”. ciones sobre el tiempo. El interés radica en apre­ ción con los demás aspectos de construc­
Sus hermanas fueron creciendo fuer- ciar cómo las inquietudes universales son re­ ción literaria propuesto por los futuristas con
tes, altas, culonas, bestialmente saludables semantizadas en creaciones artísticas; y en este la intención de lograr esa ‘velocidad’.
y hermosas; tenían como ideal irrebatible al hom- caso cómo las concepciones temporales afec­ Es entonces posible afirmar que, la ruptu­
bre duro, rudo, de hierro, capaz de hacer temblar tan a la creación de un código estético, en un ra de la sintaxis, más la elisión de preposicio­
los cimientos de un muelle y de ruborizar a los movimiento literario delimitado. Si llevamos la nes, conjunciones y signos de puntuación
parroquianos en un bar de putas. concepción filosófica del tiempo a un plano de propician que el texto futurista sea leído
Entre todas le moldearon una parte del ser y cuan- yuxtaposición textual, conseguimos diferenciar como una ráfaga de analogías e imágenes
do tenía veinte años de edad, Ernie, Nesto, Ernest o dos niveles de aplicabilidad. Por un lado, el continuas, sin pausa, siendo éstas las con­
Hemmy como le llamaban sus amigos, lo único que tratamiento del tiempo como temática de lo secuencias de la ruptura sintáctico-tempo­
quería, con toda su alma y su físico, era encontrar un
león grande y cabreado, un león melenudo y furioso, contado, y por otra parte, las disposiciones ral; lo cual añade cierto dinamismo de imáge­
indomable y hambriento, harto de praderas silbantes y de temporales a nivel discursivo en la configu­ nes sucesivas, y a la vez acciones infiniti­
antílopes dulzones un león asesino capaz de luchar cuer- ración del relato. Es en este último nivel, el vas, imposibles de catalogar dentro de un
po a cuerpo con él, hasta que uno de los dos hallara la que corresponde al discurso, el que será nexo plano temporal definido. Ejemplo de lo ex­
maldita paz que proporciona el poder disponer de ti mismo. entre la visión de temporalidad y el movimiento puesto puede encontrarse en la mayoría de
Nunca halló ese león porque, al parecer, estaba dentro de literario de ‘vanguardia’. la producción futurista; sin embargo, pode­
su cuerpo, en la selva de sus entrañas mentales. Un día tomó El futurismo, como planteamiento estético, mos hacerlo notar con mayor especificidad
su rifle de caza y mató el león cuando intentaba salírsele por la abarcó dentro de sus ramificaciones artísticas, en un texto del mismo Marinetti, llamado
boca. a la literatura. F.T. Marinetti (1876-1944) le dio “Bombardeo”, el cual se encuentra dentro de
ACCION Y FICCION vida al mismo en 1909 con la publicación del la compilación publicada en 1914 denomina­
Toda esta pazguatería podría llamarse psicoanálisis, pero llá-
mese como se llame la verdad es que Hemingway quiso ser perio- primer manifiesto futurista. Posteriormente, en da “Zang Tumb Tumb”:
dista un buen día porque los periodistas eran las personas que 1912, publicó el “Manifiesto técnico de la lite­
estaban en donde hay acción, en el lugar preciso donde se despatu- ratura futurista”, el cual establecía ciertos pa­ Cada 5 segundos cañones de asedio despancijar espacio
rran los trenes, donde se acribillan los gangsters; donde se suicida la rámetros conceptuales en correlación con la con un compás tam-tuuumb amotinamiento de
jovencita desnuda; allí, en la encrucijada del ser o no ser, como dijo un ideología del movimiento. Entre otras cosas, se 500 ecos para tarascarlo desmenuzarlo desparramarlo
príncipe. proponía una reestructuración de los cánones sin fin
Los periodistas eran duros y podían conocer al hombre sin poses, en de belleza: “Un automóvil de carreras con su en el centro de esos tam-tuuumb despanzurrados
todas sus pasiones; en felicidad, tristeza, desgracia, euforia, emoción y capó adornado de gruesos tubos semejantes a (amplitud 50 kilómetros cuadrados) saltar estallidos
locura. Nada de incógnitas, misterios, interrogantes sin respuestas. Ser serpientes de aliento explosivo..., un automó­ cortes puños baterías tiro rápido Violencia fiereza
periodista significaba entender por qué su padre era médico si lo que más vil rugiente que parece correr sobre la metra­ regularidad ese bajo grave pautar los extraños
deseaba era perderse en una montaña y convertirse en cazador de pieles;
¿y su madre? La ópera y la música en general eran su vida, y abandonó todo lla, es más bello que la Victoria de Samotra­ locos alborotadísimos agudos de la batalla Furia agobio.
porque unos putos reflectores le causaban molestias en los ojos. cia.” Además de un ‘prescindir’ ontológico de
En 1917, cuando, apenas tenía 18 años de edad, era reportero del Kansas lo previo, que propone unas nociones de tiem­ Es la temporalidad nula, o anti-temporali­
City Star. El manual de estilo de ese periódico exigía por sobre todas las po/espacio desligadas de lo anterior: “El Tiem­ dad sintáctica la gran ‘marca’ estética que po­
demás consideraciones “decir lo que hay” y hacerlo con brevedad. Tal ma- po y el Espacio murieron Ayer. Nosotros ya vivimos en lo 2.- Se debe usar el verbo en infinitivo para que se sibilita la continuidad del texto, pero más allá de una
nual, unido a la escuela que era él mismo, le ayudó a la hora de asumir la absoluto, pues hemos creado ya la eterna velocidad om­ adapte elásticamente al sustantivo y no lo someta al simple avalancha de imágenes visuales y sonoras, des­
búsqueda de una personalidad periodística. De eso, a buscar un estilo lite- nipresente”. Esta rebelión ante lo clásico, la preferencia yo del escritor que observa o imagina. El verbo en tacamos que la concepción temporal futurista está di­
rario, hay un paso apenas. por la velocidad y el impulso hacia el anarquismo, tuvo, infinitivo puede sólo dar el sentido de la continuidad rectamente enlazada con su producción literaria, en tan­
Fue corresponsal de guerra varias veces, pero asumió ese trabajo peligro- lógicamente, repercusiones en lo que a construcción lite­ de la vida y la elasticidad de la intuición que la perci­ to que el mecanismo de expresión poética estuvo en con­
so más por estar en el ojo del huracán y atrapar escenas de guerra para recrear- raria se refiere. ¿Cómo estuvieron dadas en términos de be. (Extracto del Manifiesto técnico de la literatura cordancia con la visión filosófica del tiempo que propu­
las posteriormente, que por mantener informado a un público sediento de no-
ticias bélicas. estética literaria? futurista.) sieron. La anti-temporalidad no sólo fue abordada des­
Jamás pudo ser objetivo porque sabía que las cosas no suceden como parecen Antes de contestar esto, puede señalarse, que si tras­ La destrucción de la sintaxis debe ser vista como de el plano temático, sino que además actuó como meca­
suceder: siempre hay un trasfondo que se escapa a los ojos o a la percepción del ladamos las nociones temporales a la escritura, encontra­ producto de una refracción temporal intencionada, nismo configurador en las disposiciones temporales a
hombre más penetrante y avezado. Hay mentiras leprosas detrás de las verdades más mos que en las relaciones sintácticas está expreso un mi­ más que una simple rebelión anti-clasicista. Los fu­ nivel léxico, morfo-sintáctico y hasta fonético.
salubres y aprendió que hay verdades escondidas detrás de las mentiras más funestas crocosmos de temporalidad, el cual, está delimitado, en turistas, encuentran al movimiento y la velocidad Jhoerson50@hotmail.com

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