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La fijación biológica del nitrógeno es un concepto que hace referencia al uso de plantas y
bacterias en el proceso que implica la transformación del N2 atmosférico relativamente no
reactivo en sus compuestos más reactivos (nitratos, nitritos o amoníaco). Esta fijación
biológica del nitrógeno representa una alternativa más económica, más ecológica, que
reduce los impactos de manera más significativa que la utilización de fertilizantes
sintéticos.
Las leguminosas son muy conocidas por tener una alta tasa de fijación biológica del
nitrógeno, por esto son muy utilizadas por los agricultores para realizar las siembras en
asociación de cultivos, en la rotación de estos mismos.
Algunos beneficios de estos cultivos cuando se utilizan como cobertura:
participan en la fijación biológica
protegen el suelo de la erosión cubriéndolo o compactándolo con fuertes sistemas
radiculares
mejoran la fertilidad del suelo cuando se utilizan como abono verde
retienen la humedad del suelo
ayudan en la gestión de maleza