Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Revista de Investigación en
Personalidad
Pág i n a w e b d e l a r e v i s ta :
www.elsevier.com/locate/jrp
A R t í c I N f O A Bs tR A Cto
u l O
Historia del artículo: Los estudios han relacionado el atractivo facial con resultados positivos y la falta de atractivo con
Disponible en línea el 18 de resultados negativos. Sin embargo, ningún estudio ha examinado si el atractivo y la agresión están
septiembre de 2012
relacionados, a pesar de que existe una relación entre la falta de atractivo y los factores de riesgo de
agresión, como el abandono y el acoso. En este estudio, 78 hombres y mujeres participaron en tareas
Palabras clave
de agresión física no provocada y reactiva, y de desprecio reactivo de un oponente ficticio. Un grupo de
Agresión
evaluadores independientes calificó el atractivo de los participantes. Los resultados indicaron que, en el
Atractivo
Psicopatía
caso de los participantes masculinos, la falta de atractivo predijo la agresión no provocada y reactiva
Roles de con la misma fuerza que los rasgos psicopáticos insensibles/no emocionales. Entre las participantes
género femeninas, el atractivo predijo la derogación de los oponentes con más fuerza que cualquier rasgo
Señales psicopático. Se discuten las implicaciones desde las perspectivas de la correlación gen-ambiente y la
honestas teoría del rol social.
2012 Elsevier Inc. Todos los derechos
reservados.
0092-6566/$ - see front matter © 2012 Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.jrp.2012.09.004
L. Bobadilla et al. / Revista de Investigación en Personalidad 47 (2013) 71
70-77
atractivo con factores de riesgo asociados a la agresión, se
dan a los bebés atractivos mejores puntuaciones en medidas de
planteó la hipótesis de que la falta de atractivo estaría
comportamiento, salud e inteligencia, y las madres de bebés
relacionada con niveles más altos de agresión. Además, dada
atractivos son más afectuosas y juguetonas con sus bebés (Cash,
la asociación entre la dominancia interpersonal y la falta de
1990; Langlois, Ritter, Casey y Swain, 1995; Stephan y Langlois,
emocionalidad con la agresión, estos rasgos también se
1984).
evaluaron para determinar si desempeñaban un papel
Cabe destacar que los mismos estudios que muestran un efecto
moderador entre la falta de atractivo y la agresión. Los datos
"lo bello es bueno" también revelan que la falta de atractivo está
objetivos y de autoinforme muestran que los hombres son
relacionada con un patrón negativo de actitudes y
más agresivos físicamente, mientras que las mujeres
comportamientos por parte de los demás, lo que lleva a algunos
muestran más agresividad física.
investigadores a sugerir en que existe una forma de "belloísmo"
(Cash, 1990, p. 56) o que "lo feo es malo" (Dermer & Thiel, 1975, p.
1171; Griffin & Langlois, 2006, p. 187). Es más probable que los
padres y observadores de niños poco atractivos tengan actitudes
negativas hacia ellos (Langlois et al., 1995; Stephan y Langlois,
1984) y, más adelante en la vida, es más probable que los niños
poco atractivos sufran abusos físicos, reciban un trato menos
favorable por parte de los profesores en preescolar y sufran más
acoso durante la preadolescencia (Roscoe, Callahan y Peterson,
1985; Sweeting y West, 2001). Los hallazgos mencionados son
notables porque estas actitudes negativas de los cuidadores y
compañeros se han relacionado etiológicamente con la agresión
más adelante en la vida (por ejemplo, Jaffee et al., 2005; Kotch et
al., 2008). Por lo tanto, la falta de atractivo puede ser un factor de
riesgo distal para la agresión a través de la obtención de un trato
desfavorable por parte de los demás.
Datos adicionales de muestras de adultos proporcionan más
apoyo indirecto a una posible asociación entre falta de atractivo y
agresión. En primer lugar, se ha relacionado un menor atractivo
con peores resultados psiquiátricos en incluso después de tener en
cuenta factores como la edad, la educación, la frecuencia de
hospitalización y el ajuste previo al alta (Farina, Burns, Austad,
Bugglin y Fischer, 1986). En segundo lugar, un estudio reveló que
los observadores calificaban las fotografías digitales
"masculinizadas" de rostros de hombres y mujeres como menos
atractivas, más dominantes, menos honestas, menos emocionales
y menos cooperativas (Perrett et al., 1998). Algunos de esos
mismos rasgos (dominancia, egocentrismo y falta de
emocionalidad) son el sello distintivo de la psicopatía, una
constelación de personalidad consistentemente relacionada con la
agresión interpersonal en estudios correlacionales y
experimentales (por ejemplo, Muñoz, Frick, Kimonis y Aucoin,
2008; Patrick y Zempolich, 1998; Reidy, Zeichner, Miller y
Martínez, 2007). Por lo tanto, varios estudios implican el atractivo
con factores de riesgo y rasgos de personalidad relacionados con la
agresión, pero no abordan si el atractivo en sí mismo está
relacionado con la agresión.
Mientras que estudios previos han examinado cómo el
atractivo percibido y la agresividad interactúan para afectar a
resultados psicosociales como la popularidad (por ejemplo, Borch,
Hyde y Cillessen, 2011), o cómo el comportamiento socialmente
agresivo/dominante puede ser percibido por otros (Gangestad et
al., 2004), hasta la fecha ningún estudio ha examinado una posible
relación entre el atractivo y la agresión. Es posible que esta
relación se haya ignorado debido al legado de enfoques
pseudocientíficos desacreditados que afirmaban que las
características físicas podían utilizarse para distinguir
personalidades criminales (para una revisión crítica, véase, Gould,
1996). Sin embargo, a pesar de este precedente histórico, los
investigadores modernos de criminología advierten que no se
deben descartar los factores biológicos y genéticos (como el
atractivo) como influyentes en el desarrollo de la antisocialidad
(por ejemplo, Wright et al., 2008).
El presente estudio ayuda a abordar esta carencia examinando
si el atractivo físico evaluado por terceros observadores está
relacionado con la disposición a participar en análogos de
laboratorio de la agresión física no provocada y reactiva, así como
la agresión reactiva en forma de menosprecio del atractivo de un
oponente ficticio. Dados los datos que relacionan la falta de
72 L. Bobadilla et al. / Revista de Investigación en Personalidad 47 (2013)
agresión indirecta o relacional, aunque estas 70-77
diferencias tienden a ser
menores o a desaparecer en contextos experimentales (Archer, 2004;
Eagly y Steffen, 1986). Además, otros estudios muestran que la
capacidad de atracción de hombres y mujeres tiene correlatos
diferenciales (por ejemplo, la asertividad y la confianza en los demás,
Reis et al., 1982). Por lo tanto, las relaciones entre el atractivo y la
agresión se examinaron inicialmente por separado para hombres y
mujeres, y después se realizaron una serie de análisis con el género
como moderador para determinar si las diferencias que surgían entre
hombres y mujeres eran significativas.
2. Material y métodos
2.1. Participantes
2.1.1. Objetivos
Un total de 78 participantes (43 mujeres) de 18 años o más fueron
seleccionados para este estudio a partir de una selección masiva de
estudiantes de psicología en una universidad pública del sureste. Se
excluyó a los participantes con antecedentes de pérdida de audición,
traumatismo craneoencefálico grave y/o coma (lo que podría afectar a
las mediciones psicofisiológicas de las que no se informa aquí). La edad
media de la muestra era de 19,26 años (DE = 1,10) y la composición
racial y étnica declarada por los propios participantes era de un 3,8% de
asiáticos, un 6,4% de negros/afroamericanos, un 12,8% de
hispanos/latinos, un 2,6% de nativos hawaianos/de otras islas del Pacífico,
un 66,7% de blancos/caucásicos y un 7,7% de otros orígenes. Los
participantes recibieron, a su elección, créditos de participación en la
investigación o 20 dólares por su tiempo.
2.1.2. Calificadores
Se seleccionó a 121 participantes (80 mujeres) como evaluadores de
otra universidad pública de otro estado del sudeste de Estados Unidos.
Se excluyó a los evaluadores con problemas de visión que les impidieran
ver las fotografías de los objetivos. La edad media de la muestra de
evaluadores era de 19,52 años (DE = 2,33), y la composición racial y
étnica declarada por ellos mismos era de un 3,3% de asiáticos, un 9,0%
de negros/afroamericanos, un 3,3% de hispanos/latinos, un 72,1% de
blancos/caucásicos y un 9,8% de otros (origen étnico mixto u otra
categoría no especificada). Los objetivos y los evaluadores no difirieron
significativamente en edad t(197) = 1,15, p = 0,25 (dos colas). No se
observó ninguna relación entre la universidad de origen de los
destinatarios y de los evaluadores.
ticipantes y su sexo (v2 (1) = 2,68, p = 0,10) u origen étnico (v2 (1) = 1,21,
p = 0,27).
2.2.1. Psicopatía
Los rasgos que engloban la deshonestidad, la falta de emocionalidad
y el dominio social atribuidos a los rostros menos atractivos en estudios
experimentales (por ejemplo, Perrett et al., 1998) son bien captados por
el constructo de psicopatía, una constelación de personalidad
consistentemente vinculada a la agresividad (Hare, 2003). Los rasgos
psicopáticos se evaluaron utilizando el Inventario de Personalidad
Psicopática (PPI; Lilienfeld & Andrews, 1996). Los ítems se puntúan en
una escala Likert de 1-4 y la medida se compone de ocho subescalas que
abordan diversos aspectos de la personalidad psicopática (egocentrismo
maquiavélico, potencia social, frialdad, despreocupación, falta de miedo,
externalización de la culpa, inconformismo impulsivo e inmunidad al
estrés). Los análisis factoriales del PPI en muestras de varones de la
comunidad y de reclusos sugieren una relación de dos (Benning, Patrick,
Hicks, Blonigen, &
L. Bobadilla et al. / Revista de Investigación en Personalidad 47 (2013) 73
70-77
de un párrafo en el que enumeraban sus cualidades y atributos.
Krueger, 2003) o, recientemente, de tres factores (Neumann,
Una vez que los participantes terminaron de escribir, se les dijo
Malterer y Newman, 2008). Sin embargo, en un reciente meta-
que su fotografía y su anuncio serían "colocados en el servidor"
análisis que examina la estructura del PPI, Miller y Lynam (2011)
para ser calificados y que más tarde recibirían sus puntuaciones.
proponen que puede ser más productivo examinar las subescalas
de orden inferior del PPI. El debate sobre la estructura de las
medidas de psicopatía se extiende incluso a la medida mejor
validada del constructo (Hare, 2003). Por lo tanto, para contribuir a
la literatura que examina la influencia de los rasgos psicopáticos de
orden inferior y de los factores psicopáticos de orden superior en
la agresión, se realizó un análisis que capitaliza ambos enfoques.
La estructura de dos factores del PPI propuesta por Benning et al.
(2003) ha sido criticada porque excluye la frialdad, un constructo
central para la psicopatía (cf. Miller & Lynam, 2011; Neumann et
al., 2008). Por ello, en este estudio se empleó una forma corta (56
ítems) del PPI (PPI-SF). La forma corta del PPI está altamente
correlacionada con la forma completa (r = .90), muestra una buena
validez externa y discriminante (Cale & Lilienfeld, 2006; Kastner et
al., (Cale y Lilienfeld, 2006; Kastner et al., 2011) y, lo que es más
importante, muestra una estructura bifactorial en la que la frialdad
se fusiona con la intrepidez, la inconformidad impulsiva y la
inmunidad al estrés en una única dimensión "insensible/no
emocional", mientras que las otras escalas forman una dimensión
"impulsividad-estilo de vida antisocial" (Wilson, Frick y Clements,
1999). La dimensión Callous/Unemotional también ha sido
denominada ''Fearless/Dominance'' por autores que utilizan otras
versiones del PPI (cf., Witt, Donnellan, & Blonigen, 2009). En este
estudio se utiliza la dimensión Callous/Unemotional
(Callous/Unemotional) en consonancia con el análisis de
componentes principales y de validez externa de Wilson). Así, se
examinó primero la relación de los factores Callous/Unemotional
(incluyendo Cold- heartedness) e Impulsive/Antisocial con las
variables dependientes de agresión, seguido de cada una de las
subescalas del PPI-SF para determinar si había influencias
divergentes entre los factores y las subescalas que los componen.
Las consistencias internas de las ocho subescalas oscilaron entre
.69 (Frialdad) y .88 (Potencia social).
2.3.2. Autoinformes
Tras la tarea de agresión no provocada, los participantes
completaron por ordenador cuestionarios de autoinforme que
incluían el PPI-SF y datos demográficos. Los participantes también
completaron una tarea cognitiva informatizada sobre toma de
decisiones arriesgadas y mediciones psicofisiológicas no
relacionadas con las presentes hipótesis. El orden de las tareas
mantenía la ilusión de que el experimentador atendía a otra
persona mientras los participantes trabajaban de forma
independiente.
1 2 3 4 5 6 7 8 9 M SD
1. Agresión no provocada - .61 ** -.13 -.37* .25 .24 .25 .14 -.15 .39 .63
2. Agresión reactiva .77** - -.50** -.56** .17 .11 .19 .09 -.17 .67 .76
3. Índice de atractivo de los anuncios -.01 -.49** - .33* -.27 -.22 -.28 -.09 .06 5.80 1.52
4. Clasificación del atractivo de las fotos .14 -.14 .44** - -.40** -.38* -.40* .01 -.001 3.63 1.58
5. Puntuación media del atractivo (MAS) -.31 -.37* .29 .04 - .95** .99** .12 -.24 3.67 .80
6. MAS administrado por evaluadores -.38* -.39* .16 .01 .91** - .90** .15 -.05 3.4 .81
masculinos
7. MAS administrado por mujeres -.28 -.36* .32 .05 .99** .85** - .11 -.33* 3.8 .82
evaluadoras
8. Rasgos insensibles/no emocionales .31† .37* -.14 .04 -.07 -.08 -.6 - .24 84.74 11.11
9. Rasgos impulsivos/antisociales 17 -.05 .32† .22 .04 -.03 .05 .07 - 42.60 7.85
M .59 .78 5.53 5.09 3.17 2.66 3.42 94.5 44.34
SD .70 .83 1.78 1.49 .67 .43 .82 13.99 8.38
Nota. Las intercorrelaciones de las mujeres participantes (n = 43) se presentan por encima de la diagonal, y las de los hombres participantes (n = 35), por debajo de la diagonal.
Las medias y las desviaciones típicas de las participantes femeninas se presentan en las columnas verticales, y las medias y las desviaciones típicas de los participantes masculinos
se presentan en las filas horizontales. MAS = media de las puntuaciones de atractivo dadas a los objetivos por evaluadores independientes masculinos y femeninos; MAS-M
= media de las puntuaciones de atractivo dadas a los objetivos por evaluadores independientes masculinos; MAS-F = media de las puntuaciones de atractivo dadas a los
objetivos por evaluadores independientes femeninos. Las puntuaciones MAS más altas (masculinas y femeninas) indican una mayor belleza percibida por los evaluadores
independientes. Las puntuaciones más altas de agresión no provocada y reactiva indican más agresión por parte de los participantes objetivo. Las puntuaciones más bajas
de Atractivo publicitario y fotográfico indican más desprecio por parte de los participantes objetivo. Todas las pruebas son de dos colas.
† p = .08.
*
p < .05.
**
p < .01.
2.3.5. Debriefing
Después de la tarea de agresión reactiva, se informó a los
participantes y el experimentador evaluó el nivel de creencia de
los participantes en la historia encubierta del estudio midiendo su
reacción mientras se les informaba del engaño y mediante los
autoinformes de los participantes.
Fig. 1. Agresión física no provocada de los participantes objetivo contra el oponente. Fig. 2. Agresión física reactiva de los participantes objetivo contra el oponente. Nota.
Nota. Atractivo bajo de los participantes objetivo = 1 DE por debajo de la media en MAS = bajo atractivo de los participantes objetivo = 1 DE por debajo de la media en
atractivo, atractivo alto = 1 DE por encima de la media en atractivo. Interacción entre atractivo, alto atractivo = 1 DE por encima de la media en atractivo. Interacción entre
atractivo e interacción de género significativa, b = .29, t(71) = 2.49, p = .01. interacción de atractivo y sexo significativa, b = 0,29, t(71) = 2,46, p = 0,02.
Fig. 3. Derogación del atractivo del anuncio del ''adversario'' por parte de los
participantes objetivo. Nota. Atractivo bajo de los participantes objetivo = 1 DE por
debajo de la media en atractivo, atractivo alto = 1 DE por encima de la media en
atractivo. Las puntuaciones del anuncio del oponente se centran en 0. Interacción entre
atractivo e interacción de género significativa, b = -,29, t(71) = -2,42, p = 0,02.
Fig. 4. Derogación del atractivo de la foto del ''oponente'' por parte de los participantes
objetivo. Nota. Atractivo bajo de los participantes objetivo = 1 DE por debajo de la media
en atractivo, atractivo alto = 1 DE por encima de la media en atractivo. Las puntuaciones
de la foto del ''oponente'' se centran alrededor de 0. Efecto principal para el sexo, b = -
,35, t(71) = -3,16, p < 0,01. Efecto principal del atractivo, b = -,23, t(71) = -2,01, p = 0,05.
4. Debate
Acuse de recibo
Referencias