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OBRA EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA

Buenos días a todos los amigos de la lectura. Mi nombre es Johicelis Alejandra Diaz Sousa hoy
vengo a hablarles de la novela El coronel no tiene quien le escriba de su autor Gabriel García
Márquez.

Narrador: El coronel era un veterano de guerra que había luchado bajo las órdenes del General
Aureliano Buendía en la guerra de los mil días.
Cada viernes el viejo coronel iba al puerto a preguntar:

Coronel: ¿Señorita ha llegado respuesta a cerca del pago de mi pensión por parte del gobierno?
Señora del puerto de correos: Nada señor coronel a usted no le ha llegado ninguna
correspondencia.

Narrador: Ya habían pasado 15 años y nada que recibía su dinero. Esto le causó ciertos problemas
económicos a el y a su esposa ya que sufría de un asma persistente.

El hijo de ambos fue asesinado en una gallera por repartir propaganda subversiva de forma
clandestina y les había heredado un gallo de pelea. Sin embargo, el gallo sufría la misma situación
precaria que sus dueños. La esposa no le tenía buena fe al animal y le insistía al coronel:

Esposa del coronel: Tenemos que salir de este gallo ya que solo nos acarrea gastos de
alimentación y ningún beneficio.

Coronel: Pero para mí el gallo representa mucho más que un gasto… Será la esperanza de salir de
nuestra triste pobreza.

Narrador: Deseaba ponerlo a trabajar en las peleas de enero, pero apenas estaban en octubre y
debía darle comida y entrenarlo hasta que llegara el momento. Un día la esposa le pide:

Esposa del coronel: Ya no aguanto más. Vendamos el reloj al sastre del pueblo para poder
comprar comida.

Narrador: Cuando el coronel iba en camino se encontró con unos amigos de su hijo entonces el vio
la oportunidad de regalarles el gallo.

Amigos: Señor coronel ¿Qué hay del gallo?

Coronel: Ahí está. Y, por cierto ¿ustedes desearían tomar el gallo regalado ya que mi esposa y yo
no tenemos con qué alimentarlo?

Amigos: No, eso no es lo correcto, más bien nosotros nos comprometemos a ahorrar para
alimentarlo hasta que pueda pelear.

Narrador: Esto dio un alivio temporal; sin embargo, en su casa los problemas para comer el y su
esposa continuaban. Un día aparece su amigo don Sabas a visitarlo.

Don Sabas: ¿Compadre que hay del gallo?

Coronel: Ahí esta


Don Sabas: Yo le aseguro que este gallo podría ser vendido en $900

Narrador: El coronel no estaba muy convencido, pero al ver que su mujer estaba dispuesta a
vender los anillos de matrimonio para llevar comida a la mesa se decide a venderlo.

Don Sabas: Pero le comento: alguien esta dispuesto a pagar $400 ahora mismo por el gallo como
un adelanto $60 y el resto cuando yo regrese de un viaje.

Narrador: De repente aparece el médico de la familia quien le comenta al coronel

Medico: No hagas ese negocio ya que don Sabas solo quiere comprarte el gallo en $400 para
revenderlo en $900 y quedarse con una ganancia.

Narrador: El coronel se termina de convencer cuando ese viernes va camino al puerto a averiguar
noticias sobre su pensión… Y recuerda que empieza el entrenamiento para las peleas va a la
gallera y descubre que allí estaba su gallo.

(El coronel lo recoge, el público lo aplaude y sale convencido de que él no lo vendería)

Narrador: Al llegar a su casa le contó a su mujer:

Coronel: Ahora lo quiero más que nunca; me aferrare al gallo y esperare que pelee y gane

Esposa del coronel: ¿Y qué vamos a comer si el gallo pierde la pelea?

Narrador: A lo que el coronel responde lleno ya de un profundo hastío la siguiente expresión:

Coronel: ¡Mierda!

Narrador: Y así termina esta fascinante novela que refleja las injusticias de un sistema de gobierno
que no reconoce la lucha de sus hombres por el honor de un país.

Pero a pesar de esto el coronel no perdió la esperanza y siguió esperando su carta que nunca llegó.

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