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Hijo de LaVerne y Vesta Cole, nació en Iowa en 1938, pero creció en Richmond desde 1941, un

suburbio a menos de 20 millas de San Francisco. Su padre trabajaba en un astillero y su familia


vivía en una cómoda casa en el norte de la ciudad. Durante sus primeros años tuvo una educación
suburbana normal y mantuvo una convivencia normal con sus 3 hermanos, pero en 1943, cuando
tenía 5 años, su padre fue reclutado y enviado a luchar en la Segunda Guerra Mundial, suceso que
resultó bastante molesto para Cole.

Un día, durante la ausencia de su parte, su madre le pidió que le acompañara a hacer un mandado,
caminaron hasta un edificio de departamentos en el lado oeste de la ciudad, ahí ella llamó a la
puerta de una vivienda en el segundo piso, y mientras esperaban, Vesta ordenó a Cole: “No te
atrevas a decírselo a nadie, ¿entendido?”. Posteriormente, un hombre abrió la puerta y Vesta
empezó a besarlo desapareció en un dormitorio con su amante. Después de esto, su madre lo llevó
con ella en repetidas ocasiones cuando visitaba a sus amantes obligando a Cole a ser testigo de sus
aventuras.

Durante los años siguientes, Cole fue sometido a maltratos físicos y emocionales por parte de su
madre.

A su vez, Cole se sentía acomplejado por su nombre, pues a los niños del barrio y sus compañeros
de escuela le recordaban constantemente que “Carroll” era tradicionalmente un nombre de niña.
En lugar de ser consolado por su madre, esta explotaba esta inseguridad: cuando Cole hacía algo
malo, ella a veces lo obligaba a ponerse los vestidos de sus hermanas, luego lo hacía servirle café a
ella y a sus amigas, llamándole burlonamente “la niñita de mamá”. Debido a este castigo, Cole
comenzó a ver la feminidad como algo vergonzoso y repulsivo, a esa temprana edad los abusos de
su madre hicieron que el desarrollará un intenso odio hacia las mujeres sobre todo hacia las que
bebían alcohol y tenían múltiples amantes como su madre, pero también estaba resentido con su
padre por estar ausente y no protegerlo de los maltratos de su madre.

Cuando LaVerne regresó del frente en 1945, Cole, de 7 años, Cole de sentía culpable por guardar
en decreto los amoríos de su madre, pero, con el paso del tiempo, la culpa de volvió ira, y Cole
perdió el respeto por su padre, de quien dijo: “para mí, simplemente, no era un un hombre”. En el
fondo, Cole, probablemente estaba enfadado con su padre por no protegerlo de los abusos de su
madre, sentimiento que reprimió para centrarse en lo que consideraba la “falta de hombría” su
padre.

El regreso de su padre puso fin a los amoríos de Vesta, pero continuando con el abuso hacia Cole, y
junto al acoso escolar, fue causando que Cole se volviera cada vez más retraído, pasando gran
parte de su tiempo escondido en un rincón debajo de la casa, durante esta etapa, hay registros de
que Cole estrangulaba al perro de la familia hasta dejarlo inconsciente.

En el verano de 1946, los ocho años, Cole se encontró una tarde con un grupo de niños del barrio
que lo invitaron a nadar con ellos en el puerto más cercano. En el camino un chico llamado
Dwayne comenzó a molestar a Cole preguntándole qué se sentía tener nombre de chica, a pesar
de ser un insulto frecuente, esta vez Cole se dio la vuelta y golpeó a Dwayne tan fuerte como pudo
en el estómago, tras una pelea los otros niños los separaron. Un rato después el grupo llegó al
puerto y nadó durante varias horas. Cuando el sol empezó a ocultarse, Dwayne y Cole se alejaron y
se quedaron solos, cuando Dwayne se sumergió por última vez, Cole lo sujetó con las piernas hasta
que sintió que el niño dejó de forcejear y murió, sobre lo cual, Cole comentó no sentir
remordimiento alguno, pero sí tenía miedo de que lo atraparan, al final, la policía encontró el
cuerpo y se dictaminó que había sido un accidente. Por primera vez, Cole sintió que tenía el control
y tras ello, Cole no dejó de fantasear con volver a hacerlo, eligiendo incluso eligiendo a su siguiente
víctima, un niño más pequeño llamado Jimmy Whitney que a veces jugaba con él después de la
escuela y a quien pensó en ahogar de la misma forma en que había hecho con Dwayne, mas nunca
encontró el momento adecuado para hacerlo y su miedo a ser atrapado superó su deseo de volver
a matar.

Durante su adolescencia, Cole encontró otras salidas para sus impulsos violentos. En sexto grado,
se convirtió en un guardia de cruz escolar, pero a menudo fantaseaba con dirigir deliberadamente
el tráfico para arrollar a un grupo de niños, además, solía estrangular a su perro hasta dejarlo
inconsciente. Al entrar a la secundaria, a menudo se involucraba en peleas, y a mediados de octavo
grado, fue expulsado por golpear a un compañero.

Posteriormente, Cole y su familia se mudaron, encontrando en ello una oportunidad para cambiar
de aires y rodearse de alumnos que no lo conocían. En su nuevo colegio y con 14 años, se esforzó
por reinventarse, empezando por usar su segundo nombre, Eddy (Edward), haciendo amigos y
yendo a fiestas, incluso saliendo con chicas, aunque desconfiaba profundamente de ellas, a pesar
de no tener problemas para conseguir citas, fantaseaba con matar a la mayoría de las mujeres,
pues ser testigo de las aventuras de su madre le impidió disfrutar del sexo, y según sus propias
palabras, veía a la mayoría de las chicas como “vagabundas”.

Tiempo después, Cole se hizo amigo de un chico más grande y empezaron a robar cerveza en una
licorería local. La policía no tardó en atraparlos y arrestó a Cole por primera vez a los 16 años,
enviándolo 2 semanas a un reformatorio. Lejos de amedrentarlo esto sólo consiguió acelerar su
decadencia, durante los 2 años siguientes acumuló varios arrestos por alcoholismo y por violar el
toque de queda, su rendimiento académico descendió y su vida social empeoró.

En 1956 abandonó la escuela secundaria a los 18 años, posteriormente se enlistó en la reserva


naval, 9 meses después se enlistó en el servicio activo y se trasladó a una base en San Diego para
posteriormente embarcarse en el extranjero. Durante su primer año en el servicio los oficiales
militares lo arrestaron por robar armas, y tras pasar 90 días en el calabozo, fue expulsado por mala
conducta y volvió a Richmond.

Durante el resto de la década de los 50’s, Cole entró y salió de la cárcel por delitos menores como
robos y conducir sin licencia, luego, en el verano de 1960 cuando acababa de cumplir 22 años, en
la noche del primero de junio de cual condujo sin rumbo por Richmond se dirigió a un parque
junto a su antigua escuela secundaria, mientras conducía, vio otro coche estacionado, y a través de
la ventanilla trasera pudo ver las figuras sombrías de una pareja besándose apasionadamente en el
asiento trasero. Al observar lo sintió una repentina furia por los recuerdos de las aventuras de su
madre, sacó un martillo que guardaba bajo su asiento y luego se escabulló hacia el otro vehículo,
rompió la ventana trasera, pero el hombre del auto le arrebató el martillo, Cole corrió y saltando a
su coche, se alejó. Al día siguiente, la policía se presentó en casa de sus padres y detuvo a Cole por
agresión con arma letal. Fue condenado y pasó 30 días en prisión. Después de su liberación sus
fantasías violentas se hicieron más fuertes por el haber estado tan cerca de volver a matar, ahora
no podía dejar de pensar en cómo se sentiría violar y estrangular mujeres.
Sin embargo, aparentemente él no aceptaba estos pensamientos en ese momento, de hecho,
estaba perturbado por lo vívidas y específicas que se estaban volviendo sus fantasías. Entonces en
enero de 1961, mientras caminaba por Richmond, le hizo señas a una patrulla y confesó que
pensaba constantemente en lastimar a las mujeres, la policía le recomendó que se internara en un
centro psiquiátrico y un par de semanas después llegó al Hospital Estatal de Napa, al norte de
Richmond donde un equipo de médicos lo evaluó, pero en sus conversaciones, Cole le contó al
psiquiatra una versión muy distorsionada de su vida, describiendo su infancia como feliz y a sus
padres como cariñosos y atentos, sin mencionar el abuso de su madre. Sin este contexto, sus
fantasías violentas con mujeres parecían surgir de la nada. Este relato alterado puede ser la razón
por la que un psiquiatra diagnóstico a Cole con reacción esquizofrénica de tipo crónico
indiferenciado, aunque Cole no experimentó alucinaciones catatonia ni muchos de los otros
síntomas clásicos de esta enfermedad. Lee Ryan, un psicólogo clínico de esa institución tenía una
opinión diferente: señaló que Cole tenía una necesidad compulsiva de ser visto como masculino y
demostrar que era “un hombre”, también pensó que tenía tendencias violentas pero las pruebas
indicaron que se sentía constantemente culpable. Al final los médicos de Napa concluyeron que
tenía tendencias sexuales sádicas anormales y que era potencialmente peligroso, sin embargo, a
pesar del diagnóstico anterior de esquizofrenia, consideraron que no era un enfermo mental) al
menos no de una forma que ellos pudieran tratar), y el 25 de marzo de 1961 (2 meses después de
que él pidiera ayuda por primera vez) los médicos lo reinsertaron en la sociedad.

En el otoño de 1963, Cole de 25 años buscaba desesperadamente un cambio de aires, así que
tomó un autobús hacia el este y se bajó en Dallas Texas, poco después intentó sin éxito estrangular
a una mujer que había conocido en un bar, ella se defendió, y como con la pareja del coche, el
joven huyó del lugar, después se sintió atormentado por la vergüenza, no por lo que intentaba
hacer, sino por haber fracasado por segunda vez.

Mientras se instalaba en Dallas conoció a una madre soltera llamada Neville Whitworth (Billy). La
pareja tuvo un romance fugaz y se casaron en cuestión de meses. La relación fue caótica, pues
como comentó Cole, Billy “era neurótica e inestable como yo”. Ella era una trabajadora sexual y
luchaba contra el alcoholismo, según Cole, ella también abusaba de su hija pequeña (los rasgos
que él más odiaba en las mujeres, mismos que le recordaban a su madre). Inevitablemente su
relación con Billy fue tóxica y violenta. Después de 1 año y medio, y las cosas llegaron a un punto
crítico cuando Cole la acusó de engañarlo, y tras una violenta pelea, Cole incendió el motel donde
creía que Billy lo engañaba (la policía arrestó al joven por incendio provocado y pasó 9 meses en
una prisión de Texas).

Fue liberado en enero de 1967, tras ello, anduvo a la deriva durante unos meses antes de llegar a
Missouri y después de una noche de borrachera en un bar, Cole necesitaba un lugar donde dormir,
así que entró en un departamento que esperaba estuviese vacío, pero cuando entró en el
dormitorio, encontró dormida a una niña de 11 años, y sin dudarlo le puso las manos alrededor del
cuello y empezó a estrangularla, la niña se despertó y gritó. Por tercera vez huyó de la escena del
crimen y al igual que antes los agentes no tardaron en localizarlo y arrestarlo por el ataque. Cole
acabó aceptando un acuerdo con la fiscalía por intento de asesinato y a cambio le redujeron la
condena a 5 años y cumplió menos de la mitad. Salió en libertad condicional en la primavera de
1970.
Durante un tiempo el joven de 32 años se convirtió en un vagabundo, bebiendo y apostando por el
oeste hasta que acabó en Reno (Nevada). Durante su estancia allí, intentó estrangular al menos a 2
mujeres, pero ambas escaparon, quizá debido a otra crisis de conciencia. Había pasado casi una
década desde que se había entregado a la policía en Richmond, a pesar de múltiples estancias en
hospitales y cárceles, no estaba rehabilitado de ninguna manera y al no querer seguir así, en
septiembre de 1970, Cole volvió a entregarse a las autoridades. Entró en una comisaría de Reno y
dijo que estaba obsesionado con asesinar mujeres. Fue detenido e internado en un hospital
psiquiátrico, a pesar de ello, el trabajador social Richard Watson concluyó que Cole era un
“mentiroso manipulador” que se había internado intencionalmente porque no tenía dinero.
Watson no negó que Cole tuviera impulsos violentos, pero consideró que no representaba una
amenaza para el público porque buscaba ayuda cuando sentía el impulso de hacer daño. El equipo
del hospital concluyó que padecía un Trastorno de la Personalidad Antisocial (TPA) que no se
beneficiaría con un tratamiento adicional así que después de unas semanas lo liberaron de nuevo,
pero esta vez las autoridades lo pusieron en un autobús de regreso a California.

En octubre del 70, Cole de 32 años bajó de un autobús en San Diego California, sus deseos de
violencia no disminuyeron a pesar de entregarse a la policía en Nevada. Sintió que debía haber
hecho todo lo posible para reprimirlos: “ya no me preocupaba, solo dije ‘al diablo con eso’ y
esperé a ver qué pasaba”.

No sucedió nada por 6 meses, hasta en la primavera del 1971, días antes de su trigésimo tercer
cumpleaños, viajó a un bar de San Diego. Era un viernes por la noche y el lugar estaba lleno
encontré un taburete y entabló conversación con una mujer de 39 años. Después de beber en
algunos bares de la zona, se dirigieron a un lugar apartado donde empezaron a besarse, pero ella
estaba tan estaba tan borracha que apenas era consciente, estoy enfureció a Cole, ella ya no era
una persona para él, representaba todo lo que más odiaba: una mujer borracha y promiscua igual
que su madre. Tras esto, puso sus manos alrededor de su cuello y la estranguló hasta matarla,
sintiendo gran alivio y una especie de “calma”, después de tantos intentos fallidos su fantasía se
había hecho realidad. Pero, en sus sueños nunca se había preocupado por lo que debía hacer con
el cuerpo, así que al darse cuenta de que estaba demasiado borracho para encontrar una solución
en ese momento arrastró el cuerpo y lo metió en la cajuela de su coche. Al día siguiente condujo
hasta un terreno alejado y dejó allí el cadáver. Un niño que paseaba en bicicleta por la zona la
descubrió un día después y llamó a la policía. Sorprendentemente el forense no pudo determinar
la causa de la muerte de la mujer, al parecer no tenía heridas visibles (a pesar de haber sido
estrangulada), pues debido a su inconsciencia, esta no puso resistencia.

A las dos semanas, Cole conoció a otra mujer en un bar llamada Belma, quien también aceptó irse
con Cole, fueron a una tranquila carretera en las afueras de la ciudad y Cole estranguló hasta
matarla en el asiento del copiloto. Esta vez estaba empeñado en asegurarse que la policía no
encontrará ningún resto, así que enterró el cuerpo de Belma en el desierto, cerca de la frontera
con México.

Una semana después asesinó a una tercera mujer, a quien enterró en el desierto cerca de Belma.

En junio del 71 la policía lo arrestó por conducir bajo los efectos del alcohol y volvió a prisión por 1
año. Cole volvió a matar tan pronto como fue puesto en libertad. En la primavera de 1972 recogió
a 2 mujeres en un bar de San Isidro, al norte de la frontera mexicana. Las llevo a dar una vuelta,
aparentemente para comprar más cerveza y encontrar un lugar tranquilo para beber. Sin embargo,
en cuanto llegaron a una zona solitaria, Cole las atacó. Golpeó a una de las mujeres hasta matarla,
luego estranguló a la otra ellas.

A pesar de su naturaleza violenta, parecía una persona normal. No le costaba nada charlar con las
mujeres en los bares, hacer que se sintieran a gusto y subirlas a su coche, incluso se casó con una
mujer llamada Diana, a quien Cole conoció mientras trabajaba de camarera en San Diego. La pareja
se casó 1 año después de conocerse.

A pesar de las separaciones temporales a mediados de la década de los 70, ninguno solicitó
formalmente el divorcio. Cole volvió a su antiguo estilo de vida como vagabundo, conduciendo sin
rumbo hasta que terminó en Wyoming, allí conoció a Merlín Heiner, de 43 años en un bar. Para
este entonces, habían pasado 3 años desde la última vez que Cole asesinó. Sus viejos impulsos
volvieron cuando vio un anillo de compromiso en el dedo de ella, haciéndole recordar las imágenes
de su madre, así como a sus esposas Billy y Diana. Sintió que se había convertido en su padre.

Tras beber durante horas, la pareja condujo hasta un lugar apartado para tener relaciones
sexuales. Posteriormente, Cole estranguló a la mujer hasta la muerte dejando su cuerpo en la
ladera de una colina. Cuando la encontraron, Cole a punto de irse de la ciudad para volver a
California. Durante los siguientes dos años, Carroll fue condenado por delitos menores a lo largo
de California y Nevada.

En estos dos años, asesinó a su séptima víctima una trabajadora sexual de Las Vegas llamada
Kathleen Bloom. Dejó su cuerpo en un patio trasero que no estaba cercado, la policía lo encontró
el 14 de mayo de 1977, pero al ser era un vagabundo no encontraron ninguna pista él.

Después de esto, Cole condujo desde Nevada hacia el este de Nuevo México hasta llegar
finalmente a Oklahoma. Ahí, el alcoholismo de Cole avanzó más, bebía a veces hasta perder el
conocimiento.

El 23 de noviembre de 1977, la noche antes del Día de Acción de Gracias, se dirigió a un bar local
donde conoció a una mujer y se la llevó a casa. Según Cole, él perdió el conocimiento mientras
estaba en la cama con ella, lo siguiente que supo fue que se despertó en el suelo del baño a la
mañana siguiente. Incluso antes de abrir los ojos sabía lo que había hecho, la mujer estaba muerta
en su bañera y además le faltaban varias partes de su cuerpo. En la cocina, Cole encontró las
partes cortadas del cuerpo distribuidas en un sartén y en el refrigerador. Esto desconcertó a Cole,
no por lo que acababa de hacer, sino por no recordar haberlo hecho. Empacó los restos en bolsas
de basura y los distribuyó en varios basureros alrededor de la ciudad.

Tras esto, dejó de asesinar por un año, teniendo un otro enfrentamiento con la ley poco tiempo
después se trasladó de nuevo al oeste de California.

En agosto de 1979, estranguló a la trabajadora sexual Bonnie Sue, de 39 años en San Diego. Al
igual que su sexta víctima, Bonnie enfurecía a cole porque estaba casada, recordándole a su madre
y a sus dos esposas. Dejó su cuerpo en un callejón detrás de una tienda de electrodomésticos.

Después de esto, busco otra vez a su esposa Diana, pues, a pesar de que estaban separados desde
hacía muchos años, seguían legalmente casados y al parecer se reencontraron brevemente este
verano en San Diego. El 19 de septiembre, después de acostarse con Diana, la estranguló hasta
matarla. Envolvió el cuerpo en mantas y lo guardó en el armario de su departamento. El forense
dictaminó que su muerte se debió a una intoxicación etílica.

A los 41 años iba de un estado a otro en marzo en el alcohol, en este periodo mató a Mary C. de 51
años después de recogerla en un bar. Dejó su cuerpo en una habitación de hotel donde una
camarera lo descubrió al día siguiente.

Un año más tarde en noviembre de 1980 regresó a Dallas (Texas), allí mató a 2 mujeres en una
semana: Dorothy King, y Wanda Félix Roberts, de 32 años, a quienes conoció en bares locales.

Su MO antes y durante el asesinato no cambiaba, pero sus métodos de eliminación (después del
crimen) sí. Ya no hacía ningún esfuerzo por esconder los cadáveres. Dejó a Dorothy en su
departamento y a Wanda en un estacionamiento cerca del mar.

La noche del 30 de noviembre en un bar del centro de Dallas empezó a hablar con Sally Thompson,
una secretaría jurídica de 43 años quien lo invitó a su casa, ahí, la estranguló hasta morir, pero
antes de que pudiera deshacerse del cuerpo llamaron a la puerta, y, por alguna razón, Cole
respondió, y sin intentar ocultar el cuerpo, abrió la puerta a dos hombres jóvenes 2 hombres
jóvenes, hijos de Sally, que iban de visita.

Después de dejarlos entrar, se tambaleó hacia el sofá, cayendo a lado del cuerpo de Sally. Los hijos
corrieron a casa de un vecino y llamaron a la policía. Cuando los agentes llegaron, Cole afirmó que
Sally se había desmayado repentinamente y que él estaba intentando reanimarla cuando
aparecieron sus hijos. La policía sospechó de esta historia y detuvo a Cole para interrogarlo
mientras enviaban el cuerpo de Sally a la morgue. El forense dictaminó que la causa de la muerte
de Sally era indeterminada, señalando que no había signos aparentes de traumatismo en su
cuerpo, se pensó que había muerto por una sobredosis de alcohol, dejando a Cole libre.

Al día siguiente, un detective de Dallas revisó por segunda vez el expediente del caso.
Rápidamente se dio cuenta de que Cole vivía muy cerca de Wanda Roberts, víctima que la policía
había encontrado a principios de mes. También descubrió que él se había mudado a la zona, lo que
llevó al detective a pedir más información al FBI. La policía llevó de nuevo a Cole, de 42 años, para
interrogarlo. Él rápidamente se entregó y confesó no solo a los 3 asesinatos en Dallas, sino casi
todos los demás, nueve mujeres en total. Dado que sus asesinatos se extendieron por tantos
estados, muchas jurisdicciones diferentes querían atrapar a Cole. Al final fue declarado culpable de
los 3 asesinatos en Dallas y condenado a cadena perpetua, las autoridades de Las Vegas también lo
habían vinculado a las muertes de Kathleen Bloom y Mary Cushman. Tras ser condenado en Texas,
fue extraditado a Nevada para enfrentarse a esos cargos. En octubre de 1984, un jurado declaró
culpable y lo sentenció a muerte. El Estado ofreció a Cole numerosas oportunidades de apelar,
pero él se negó rotundamente, incluso escribió un ensayo publicado en el Diario de Reno en el que
argumentaba a favor de su ejecución. Señalaba que había actuado como juez, jurado y verdugo de
sus víctimas sin tener en cuenta sus derechos, preguntó: “¿por qué sería merecedor de algo
mejor?”. En última instancia, las autoridades estuvieron de acuerdo. Los funcionarios de la prisión
ejecutaron a Cole de 47 años mediante inyección letal el 7 de diciembre de 1985.

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