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Presentado por:
Tema:
Ensayo Argumentativo.
Asignatura:
Grupo:
026.
Asesora:
Todo producto o sustancia que un ser humano vaya a utilizar, debe ser de origen médico
y autorizado por salud pública. Tal es el caso contrario de Esther, quien acudió a la compra
de un jabón facial para el acné, donde ella habitaba, la cual se la realizó a un señor que
pasaba en su camioneta, por un barrio popular de Santiago, en la avenida Juan Pablo
Duarte. A los pocos días de utilizar el jabón, tuvo una reacción alérgica en su piel que la
llevó a emergencias, se analizó el producto y detectaron que estaba adulterado, es decir,
que no cumplía con las especificaciones de su etiqueta. Al no tener la información
anexada, impide a la persona que lo utilice la composición del mismo; este producto
contaba con una interacción medicamentosa, que le causó síntomas de ampollas severas
y una fiebre hemorrágica que le causó su muerte.
Es penoso ver que las autoridades no tomen cartas en el asunto, es una falta de conciencia
del estado y de irresponsabilidad, que no dan seguimiento a esta problemática, siendo el
intrusismo producto de instituciones que ofrecen simples diplomados de farmacia, que
deben estar reguladas y controladas por el estado, abriendo de este modo la posibilidad
de fabricar productos farmacéuticos, que requieren de otra especialidad mayor a la
obtenida. Es un grave problema, que se debe de solucionar.
En el ámbito económico, la ganancia de esto es muy grande, y su bajo costo permite que
lo adquieran con más facilidad. El intrusismo ambulatorio índice principalmente en
empresas y laboratorios que se dedican a la fabricación legal de productos farmacéuticos,
provocándole una disminución de sus ventas y su desprestigio empresarial, haciendo que
cada día los productos legibles se pongan en duda, y como consecuencia no se podrá
identificar entre unas marcas y otras, ya que la mayoría de veces estos medicamentos
son fabricados con componentes que no están controlados, ni aprobados por una la
autoridad sanitaria. La disposición ANMAT afirma: “Los productos farmacéuticos
autorizados para la comercialización, deben ser fabricados sólo por las industrias
autorizadas por la A.N.M.A.T, cuyas actividades son inspeccionadas regularmente por la
Autoridad Sanitaria Nacional competente”(p7). Deben ser distribuidos por entidades
aprobadas, y no por estos delincuentes que se dedican a la venta ambulatoria de productos
farmacéuticos.
Por otra parte, los controles de calidad, para la fabricación de productos farmacéuticos,
antes de salir al mercado, son importantes, y no son tomados en cuenta por estos
delincuentes, que afectan considerablemente el entorno educativo, dañando la integridad
y el sacrificio del farmacéutico, y generando una desconfianza que deteriora la imagen
del profesional y la carrera como tal. Sin embargo, van desde el método de fabricación,
la higiene, el ambiente en que se va a elaborar, y que esté acondicionado según lo que se
desea fabricar, realizar validación, pruebas, y que los principios activos estén al día,
destacando que son prácticas imprescindibles a considerar, porque de esto depende la
calidad del producto, y al no cumplir con estos parámetros empeora el estado de salud, la
aparición de nuevas enfermedades, secuelas graves, incluso hasta la muerte. Es
importante señalar que durante la pandemia, se produjo un comercio ilícito de
medicamentos. Madera (2017) indicó: “Estamos en un momento de la historia, donde los
medicamentos y preservar la salud es el tema principal. Por tal razón, es necesario
continuar trabajando en conjunto para lograr reducir el intrusismo y el impacto de la
comercialización de medicamentos ilícitos”(p1). Generando de tal modo, mayor
desconfianza en los productos farmacéuticos a consumir.
Para los del sector popular, lo más conveniente, es que compren los productos en
establecimientos autorizados, verifique que tenga registro sanitario, así como las fechas
de fabricación y vencimiento, y recuerde que no debe tener ningún daño visible.