Está en la página 1de 1

LAS CINCO LEYES DEL ORO

«Si pudieras escoger entre un saco lleno de oro y una tablilla de arcilla donde estuvieran
grabadas unas palabras llenas de sabiduría, ¿qué escogerías?«

El libro «El hombre más rico de Babilonia» cambia de escenario y encontramos a Arkad con
su hijo Nomasir. Arkad ya es mayor y quiere asegurarse de que su hijo podrá gestionar
adecuadamente la herencia que reciba. Para ello le pone a prueba dándole tres saquitos de
oro y una tablilla con las cinco leyes del dinero.

Sin pensarlo dos veces Nomasir ignora la tablilla y se avalanza sobre el dinero y lo apuesta
todo en una carrera de caballos. Como era de esperar, pierde todo el dinero y como no le
queda nada, decide entonces leer la tablilla. Esta contiene las cinco leyes del dinero:

1:El oro acude fácilmente, en cantidades siempre más importantes, al hombre que reserva
no menos de una décima parte de sus ganancias para crear un bien en previsión de su
futuro y del de su familia.
2:El oro trabaja con diligencia y de forma rentable para el poseedor sabio que le encuentra
un uso provechoso, multiplicándose incluso como los rebaños en los campos.

3:El oro permanece bajo la protección del poseedor prudente que lo invierte según los
consejos de hombres sabios.

4:El oro escapa al hombre que invierte sin fin alguno en empresas que no le son familiares o
que no son aprobadas por aquellos que conocen la forma de utilizar el oro.

5:El oro huye del hombre que lo fuerza en ganancias imposibles, que sigue el seductor
consejo de defraudadores y estafadores o que seña de su propia inexperiencia y de sus
románticas intenciones de inversión.

Estas cinco leyes del dinero son mucho más valiosas que el propio dinero. Es por eso que
estas reglas ayudan a aquellos que quieren ser ricos a serlo pero también a aquellos que ya
lo son a seguir siéndolo.

También podría gustarte