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LA CIUDADANIA

Este concepto de ciudadanía está ligado al derecho, sobre todo en lo que se


refiere a los derechos políticos, sin los cuales el individuo no puede intervenir en
los asuntos del Estado, y que permiten la participación directa o indirecta del
individuo en el gobierno y en la consiguiente administración a través del voto
directo para elegir o para competir por cargos públicos de forma indirecta. La
ciudadanía exige al individuo, como habitante de la ciudad, como dice la raíz de la
palabra, que cumpla sus deberes, y que, como individuo de acción, lleve a cabo
sus tareas para su bien y también para el desarrollo de la comunidad en la que
vive, ya que los problemas de la ciudad deberían ser una preocupación de todos
los ciudadanos.  ciudadana es un concepto regularmente empleado para designar
un conjunto de procesos y prácticas sociales de muy diversa índole. De aquí, el
problema o riqueza de su carácter polisémico. Problema porque la pluralidad de
significados, en ciertos momentos, ha conducido a un empleo analítico bastante
ambiguo. Riqueza, porque la multiplicidad de nociones mediante las que se ha
enunciado ha permitido acotar, cada vez con mayor precisión, los actores,
espacios y variables involucradas, así como las características relativas a la
definición de este tipo de procesos participativos.

Importancia: Todas las personas tenemos derechos y ser ciudadanos y


ciudadanas nos otorga un estatus especial como miembros de una comunidad. En
este sentido, la ciudadanía nos vuelve integrantes de un Estado y nos adscribe a
una serie de acuerdos, normas y prácticas compartidas que constituyen una
comunidad política.

ETAPA: La ciudadanía según Marshall se habría desarrollado en tres fases: civil,


político y social

Finalidad: Su principal objetivo es mejorar el bienestar público. Las acciones


que sólo buscan el beneficio individual, en cambio, no están vinculadas a la
ciudadanía. La ciudadanía plena de todos los ciudadanos es imprescindible para
el buen funcionamiento de una democracia.
¿Como se puede adquirir la ciudadanía?
La nacionalidad se solicita por medio de un memorial dirigido al Ministro de
Relaciones Exteriores. Luego de recibido el memorial, se examina la
documentación y se notifica al interesado que deberá ratificar su solicitud y cumplir
con los requisitos que se le indiquen si el expediente no está completo.
“Características de la ciudadanía”
Llamamos ciudadanos a las
personas libres e iguales que
cooperan socialmente. La libertad
y la voluntad de cooperar son los
dos rasgos que deben definir a la
ciudadanía. Dos rasgos que van
más allá de la definición ya
canónica de “ciudadanía” que
debemos al sociólogo Alfred
Marshall, para quien el ciudadano
era básicamente el sujeto de los
derechos civiles, políticos y sociales. La definición de Marshall significó un avance
en su momento, en especial por la alusión a los derechos sociales, recientemente
reconocidos y poco aceptados de hecho por los estados de derecho. Es una
caracterización del ciudadano, sin embargo, que hoy se nos queda corta e
insuficiente. El ciudadano no es sólo sujeto de derechos, sino también de
obligaciones. No sólo hay que garantizarle la libertad, con todos los
condicionamientos que el derecho a la libertad
supone, sino que el individuo, en la medida en
que se considera ciudadano de una
democracia, tiene la obligación de cooperar
con la sociedad. De lo contrario, es difícil que
la democracia funcione y prospere.
Especialmente obligado ha de sentirse el
ciudadano que vive en un estado de bienestar,
esto es, en un estado de derecho que ha
positivizado los derechos sociales. Conviene
insistir en la idea de ciudadano como sujeto de
deberes, ya que uno de los déficits de las
democracias actuales es, precisamente, la
escasa participación ciudadana, la falta de
compromiso del ciudadano con su ciudad o
con la sociedad en su conjunto. Lejos está
aquella “libertad de los antiguos”, teorizada por benjamín Constante, entendida
como libertad para participar en la vida pública. Hoy la libertad es pura
independencia para construir una satisfactoria vida privada. Votar periódicamente
y pagar los impuestos son las únicas obligaciones que el ciudadano reconoce, y
aún sin demasiado entusiasmo. La abstención en las urnas aumenta en cada
contienda electoral, y pocos pagarían impuestos si la administración

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