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El gobierno presentó al congreso de la república un proyecto de ley que crea el

Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación con el objetivo de promover la
investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación a nivel nacional.
Además, se enfatizó que la política de Estado en el sector será una prioridad como
pilar del equilibrio económico, social y ambiental y del desarrollo sostenible.
El proyecto de ley prevé una definición precisa del alcance de las atribuciones
del ministerio, así como de sus funciones y estructura orgánica básica.
La iniciativa también menciona que la cartera tendrá dos subministerios, uno
en el campo de la política de ciencia, tecnología e innovación, y otro
en el campo de la gestión e interfaz de la ciencia, la tecnología y la innovación. En
las últimas condiciones adicionales, se aprobó la inclusión en la cartera futura
del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica
(Concytec), institución del Estado dependiente de la Presidencia del Consejo de
Ministros (PCM). “El procedimiento de fusión podrá realizarse en un plazo máximo
de noventa días hábiles desde la entrada en vigor de la presente ley”, señala
el proyecto.
Modesto Montoya, presidente del Instituto de Energía Nuclear (IPEN) de Perú,
dijo hace unas semanas que la creación de
un Ministerio de Ciencia y Tecnología no significaría más burocracia, y llamó a la
clase política a apoyar la propuesta. Señaló que con este tipo de cartera no se creará
más burocracia, sino que se facultará a la burocracia existente para influir
positivamente en el interés por el crecimiento de la producción
científica. Montoya enfatizó que las decisiones las tomará el ministerio al más alto
nivel científico y técnico y cada año el 28 de julio se hará un informe a
la ciudadanía sobre lo realizado.
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¿Cuál es el papel de un país como unidad en apoyo de la investigación científica?
El primer aspecto de la censura es promover la inversión en ciencia y tecnología. El
discurso político nos permite concluir que casi todos los planes gubernamentales
prometidos por los candidatos, ellos (están aquí, no en el escenario) y tienen la idea
de apoyar el desarrollo científico y tecnológico para lograr un presupuesto a largo
plazo a largo plazo para Todos los gobiernos concluyen que las investigaciones e
inversiones no son las mejores para lograr el objetivo antes de llegar al
gobierno, incluso si se prueba la introducción del presupuesto.
Según datos del Banco Mundial (2017) sobre
inversión global en investigación, Andina (2019) Agencia Peruana de Prensa reveló
que según funcionarios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en 2019 Perú
invirtió en investigación alcanzando el 30% de su producto interno bruto (PIB). 0,12
por ciento. El Sistema Integrado del Servicio Fiscal del Estado (SIAF) ha
contradicho durante años las cifras que muestran que en realidad se gastó poco más
de la mitad del presupuesto (0,08% del PIB). También es posible que gran parte
de estos gastos estén más relacionados con la administración del órgano de gobierno
que con la promoción y mejora de la investigación científica y el desarrollo
tecnológico.
Comparando la inversión de Perú con lo que hace el resto del mundo e
incluso solo los países latinoamericanos, resulta que el Perú invierte muy poco y va
rezagado con respecto a la región, Colombia lo hace con el 0,25%, Chile con el
0,38%, México con el 0,54% y un . economías más grandes como Brasil en 1.24%. Si
se quiere desarrollar y conseguir una economía en crecimiento, la inversión en
investigación debería ser superior al 0,7%. Esto explica por qué los países vecinos nos
superan en producción científica cuando no cuentan con las condiciones
más idóneas. Rebossio (2013a), periodista e investigador de El País, sostiene que
la baja inversión en desarrollo científico se correlaciona positivamente con el
número de científicos de cada país, así como con el número de patentes registradas
por cada país y las tecnologías que exporta, entre otras cosas. cosa. En todos
estos indicadores, nuestro país se encuentra rezagado respecto del mundo, incluso
de América Latina.
Por cierto, esta falta de inversión no es nueva (Bermúdez, 2013) y crea
muchos problemas que dificultan el desarrollo de la investigación, entre ellos la fuga
de cerebros, falta de instituciones encargadas de la investigación, falta de personal
capacitado, falta de conocimiento humano. Las publicaciones científicas son
pocas. . en varios campos, etc. Doctor. Orjeda, expresidente de CONCYTEC,
argumentó en 2017 que el gobierno peruano ha abandonado por completo la
ciencia, la investigación y la innovación tecnológica y que
Perú necesita invertir unos S/. 4 mil millones de soles (alrededor de 1,25 mil millones
de dólares estadounidenses) para atraer al menos a 17,000 médicos, lo que
en su momento requirió la creación de políticas de desarrollo
científico adecuadas a la era del crecimiento económico (Taipei, 2016).
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En los últimos años, varios departamentos y unidades ejecutivas nacionales
han invertido más en el campo de la innovación científica y tecnológica que en
otros períodos. Representamos del 0,15% al 0,2% del producto interno bruto
(PIB), cifra inferior a la registrada por otros países de la región, como
Chile, Colombia o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE). ), alcanza el 4,5% del PIB. Si bien hay muy poca inversión
en el Perú, si lo comparamos con décadas anteriores, ha aumentado no
solo con recursos propios, sino también con fondos de
inversión. Entonces Concytec inició el proyecto Una asociación de $100 millones con
el Banco Mundial a través de su brazo ejecutor, el Fondo Nacional de Desarrollo de
Ciencia y Tecnología (Fondcyt), le permitirá fortalecer los
sistemas y realizar investigación aplicada para proporcionar al país más médicos y
laboratorios de investigación de mejor calidad.
Hay diferentes tipos de inversiones, un instrumento muy específico son los incentivos
fiscales para la promoción de inversiones en desarrollo empresarial e innovaciones
tecnológicas, que el gobierno ha extendido hasta 2022.
Hasta el momento, 62 empresas han utilizado esta desgravación fiscal. De estos, 15
y 47 eran de empresas medianas y grandes, respectivamente.
Estas empresas han invertido más de S$153 millones en gastos de tecnología.
Esta ley, que actualmente se aplica en diferentes países, es una herramienta
más para promover la ciencia, la tecnología y la innovación. Las empresas peruanas
individuales o relacionadas pueden presentar un proyecto tecnológico y demostrar
que efectivamente es una innovación y puede ingresar al mercado. De esta
forma, se dispone de beneficios fiscales, que incluyen el reconocimiento como gasto
deducible del impuesto a las ganancias (IR) de una parte del monto que se utilizará
para la ejecución del proyecto cada año. Actualmente, la deducción máxima para
un contribuyente para los años 2020, 2021 y 2022 es de 500 Unidades
Tributarias (TIN), la cual aplica para una desgravación adicional del 50%, 75%
o 115%, dependiendo de los ingresos netos de la empresa.
En el Registro Nacional de Investigación de Sistemas de Ciencia, Tecnología e
Innovación Tecnológica (Renacyt), el 30,8 por ciento de los investigadores son
mujeres, cifra ligeramente superior al promedio mundial del 28 por ciento; pero
nuestro país tiene más que hacer. Por ejemplo, 8-10% de las mujeres están
involucradas en carreras de ingeniería en las publicaciones científicas de Renacyt. Para
mejorar la situación, en Concytec impulsamos una serie de acciones y políticas para
cerrar la brecha, como la adjudicación de los proyectos en los que trabajamos y el
derecho a concursar por financiamiento, fomentando así la participación de
más mujeres.
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Perú tiene actualmente una de las tasas de innovación más bajas. ¿Qué nos pasó? Es
cierto que las empresas están invirtiendo en el mercado peruano, pero no en
innovación. Entonces, ¿qué necesitamos? El director de CJava, Edwin Maravi
Pérez, nos lo contó. “Perú está atrasado en términos de tecnología. Seguimos sin
aparecer en las tablas globales de tecnología e innovación. Países como Venezuela,
Brasil, etc. están por encima de nosotros”, enfatiza el experto
¿Qué se necesita para la innovación en el sector minero peruano? ] Las tecnologías y
los conocimientos tradicionales son importantes para los
esfuerzos nacionales. Por eso, el trabajo de base tecnológica en el Perú habla de
alfabetización, de toda la cuestión de cómo eliminar tecnológicamente trabas
burocráticas en beneficio del país. “La esperanza es que el Perú ya no sea solo un
tema económico, sino que el Perú sea un productor que invierte en
especialistas”, dijo el experto.
Para ser tecnológicamente excelentes, las universidades deben ser
expertas en sistemas, dijo el director. No solo ingenieros, sino también
informáticos que pueden aportar a la medicina o cualquier campo del conocimiento
humano. “Nuestro enfoque va más allá de la tecnología para comprar equipos y
software. Ese es el compromiso del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski.
Además, los planes para convertirse en una nación manufacturera unificada se ven
frustrados por los múltiples pasos que Perú debe tomar para licenciar su tecnología
porque los peruanos son capaces de crear e innovar. “No es falta de conocimientos o
habilidades. Perú carece de actitud hacia la tecnología y
la innovación”, dijo Edwin Malawi. Por otro lado, el líder de CJava argumentó que
debemos emular a India, un país tecnológicamente avanzado. Es un país que
invierte más en conocimiento que en sí mismo. “CJava asume el reto de la innovación.
Las empresas tecnológicas no son estáticas, quieren mejorar el país, quieren
soluciones, por eso se mueven y se juntan”, dijo el experto.