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La aplicaci6n al indio americano de la teoria aristotélica de la servidumbre natural’ Lewis Hanke E: ARGUMENTO MAS SORPRENDENTE aducido en Valladolid, y por ‘erto el mas vigorosamente debatido, tanto entonces como ahora, fue la segunda justificacién presentada por Sepulveda en apoyo del sehorio de los espafioles, es decir, la «inferioridad y rudeza natural» de los indios que, segiin declaraba inequivocamente, armonizaba con la doctrina de los filésofos de que algunos hombres son por naturaleza esclavos.' Los indios de América -sostenia-, por ser sin excepcién personas rudas, nacidas con una limitada inteligencia, y por lo tanto clasificadas como servi a natura, deben servir a sus superiores y a sus amos naturales, los espafoles. Pero, zc6mo puede ser esto?, pregunta inocentemente Leopoldo en Demécrates. No nacen todos los hombres libres, segiin las doctrinas de los juristas? ;Han estado bromeando todo el tiempo? No, responde Sepiilveda a través de Demécrates, los juristas se refieren a otra clase de esclavitud que tiene su origen en la fuerza de los hombres, en la ley de las naciones y a veces en el derecho civil. La servidumbre natural es cosa diferente. Los filésofos -explica—emplean el término «esclavos naturales» para denotar a personas de rudeza ingénita y de costumbres inhumanas y birbaras. Los que adolecen de esos defectos son por naturaleza esclavos. Quienquiera les exceda en prudencia y talento, aunque sean fisicamente inferiores, son susames naturales. Loshombresnudosy deentendimiento retardado son esclavos naturales ylosfilésofosensetan -agrega Sepiiveds {que los hombres prudentesysabios tienen primacia sobre aquellos tanto porsubienesar como por el servicio proporcionsdo asus superiorss seresinfrioresrehsan tal sefori, pusde obliginselesaobedecer y hacer la guerra contra ellos con tanta justicia como si uno eazara animales salvajes? Los espafioles tienen el derecho evidente a gobernar a los barbaros por su superioridad, de la cual cita numerosos ejemplos. Por todas partes, legiones espafolas han dado muestras de valor: en Milin, Nipoles, Timez, Belgica y Francia, y mis recientemente en Alemania, al ser derrotados los heréticoslteranos. Ningin pueblo en Europa puede ‘compararse con ellos en sobriedad, frugalidad y su falta de glotonerfa y lascivia. En cuanto a su verdadero esprit cristiano, después del saqueo de Roma en 1527, las espafcles que murieron de la peste, codos sin ‘excepcién, dispusicron en sus testamentos que los bienes que habian robado debfan ser devueltos a sus legitimos duets. Los sentimientos dde humildad y humanidad que los soldados espaholes demostraron en «su ciudad, cuyo primer pensamiento después dela victoria fue salvar al mayor niimero posible de vencidos, son bien conocidos.? El saqueo de Roma ers ejemplo purticularmente poco convincente dela bencvolencia y otis vrtudes que Sepilveda reclamabe para los soldados espafioes, quienes hicieron prisionero al papa Clemente VI y se unicron alas demés cropas de Carles V para expoliar a Roma. Segtin tun historiador modemo, la ciudad fue vitima [ro] de howrores mucho mis tribles queen Jos dias del barbare. La lj, Ja embriague, la endica por los dexpojos y en algunor caos, el frase religions se unieron para predaci en forma verdaderamente infernal los peor 10s de savajismo en les anales de ese petiodo* ‘Aun descontando la inevitable pacialidad de muchos contempocdneos contra el poderaso Carlo V, no deja de ser formidable el testimonio de ‘numerosostestigosoculares. Los monaserose iglesias fueron incendiades, Jas monjasvioladas, con la espada sedio muerte a mujeresencint y nae «estaba libre de las depredaciones de los salvajessoldados mercenarios de ‘muchas naciones que consituan elejércitoimperaly no habfan rcibido sus pagas. Aunque los expasolesrespetaban, al parccer, lo agaressantot¢ imagenes agradas, «en cruedad y perfidia aventajaron los alemanes», segin el relao de un testigo que presencié ls repulsivas acckones de los soldados. Carlos V estaba horrorizado y uno de su secretatis privados, Alfonso de Valdés, se aprsus6a preparar una vigorosayelocuentedefenss de s rey tculada Didlogn de Lacianci y wn arcediano, Valdes wexplics Jwvocando muchos argumentosy ejemplos tomados de a historia, antola justia del politica del emperador respect del papa Clemente VII como elsaqueo de Roma. No taté de negar que se habian cometido erueldades monstruesas, sino que opts la actitud de que Rema habia rei smerecido castigo Es diffcll comprender hoy dfa cémo alguien pudo haber citado el sacqueo de Roma para demostrar la clemenciay sobriedad de los soldados espanoles sin serimpagrado por alguien que conociera los hechos,y es sn mAs dificil comprender cémo Sepilveca en particular, podta decir tales cosas, ya que habia permanecido con el ejército en Roma y De esa proposicién fluye una conclusién prietiea: contra estos Indios inferiores pueds librarse una guerra justa y pueden ser exclavizados sino reconocen que los espaioles son por aaturaleza sussuperiore,y «sto también endl sentido aitorlico. Enure los argumentos invocados en apoyo de la interpretacién de que Sepiilveda quiso significa servos hay uno de orden lingilstico, la scveracién de que servus debe traducicse al espaol como ssiervor en vez de sesclavor." Pero 1 diccionario latino-cspaiiol de Antonio Nebiija, impreso en 1494 y, como es de supones, todavia aurorizado en 1550, definia el rérmino serous empleado por Sepiiveda como esiervo» co wesclavos, El primer Diccionario de a lengua castellana, publicado por la Real Academia de la Lengua en 1752. da también esos té1minos ‘como equivalentes. Y los numerosos ejemplos de la manera eémo se uusaban esa dos palabras en la literatura espafola de los siglos xvty xvt, segin consta en el imponente repertorio terminolégico de la Real Academis, revelan que los vocablos«scrvor y sesclavor se usaban en sentido incercambiable. Por consiguiente, la traduccién de sertus ‘como «esclavor se conforma alas aucoridades admitidas. ‘Algunosestudiosos de siglo xvi trataron de xmodernizar»la doctrina de Aristbteles* mientras que otros se esforzaron por armonitarla con el pensamiento cristiano mediante una adapeacién prudencial” Pero no asi Septlveda. Nunes habla visto a los indies de América, pero conocia bien a Aristéccles y aplicabs literalmente la doctrina de la servidumbre natural Los ejemplos sobre el empleo autorizado de los tésminos precicades no son en realidad necesarios para establecer el hecho de que Sepiilveda quiso deciresclavo ynosiervo. Si cualquier ora interpretacién es posible, habré que ignorar sus propias palabra. La suposicién de que Sepiilveds intenté recomendar la servidumbre sms que la esclavirud descanes también en parte en el spoyo que diera en el sistema de encomienda, en virud del cual los indios servian a los espaioles en calidad de sierves.® Hacia el final del Demécrates parece probar expresamente ls encomicndas, pues favorcce la distribucién de indios entre [.Jespalios probos,justosy pradente, bee todo a aquellos que acsivamente incervinieron en ladominacion, pera quese encaruen de inatuides en proba y chizadascostumbres y de inciales,adentasesy educarles en la Religion CCristana, queha de ser predicada no por lavolenl |. por as repos ypemaién” Lo que interesa comprender aqui es el hecho de que recomienda este arreglo benévolo solo para aquellos indios que voluncariamente acepten cf dominio espaol y convengan en hacerse crisianos. Del andlisis que se hace del cardcter indigena en el Libro I del Demécates™ y de su correspondencia con Alfonso de Castro ~a la que se hace referencia més addelante- sabe que Sepiilveda estaba convencido de que la gran masa de indios amis reaunciasia voluntariamente asu propia teligibn. Porlo ‘canto, la guerra era necesarla contra esa gente. Su aprobacién del sistema de encomienda, su enérgica censura del empleo de la fuerza y el rrato benévolo que propone, se aplican pues, solo a ese pequeio niimero de indios que acepraran de grado el crstianismo y el seforio expafiol. A menos que se tenga claramente en cuenta esta esencial distinc entre cf reducido niimero que voluntariamente se somete y la masa contra la que deberi hacerac la guctra, como medida previa a su conversin, no se captaré cl verdadero sentido de la doctsina de Sepaiveda. Hay que admits sin embargo, quel problema, es sobre ode debido al _mézodo empleado por Sepilveda para presentar sus complejs argumentos. Estambien cierto quea vecesen a Europa medieval se pensaba en sievo sen el sentido aristodco como sermus naturals,” y que, por consiguiente, cxiné ciera confusién ain en sigios anteriores, como lo explicaba San Antonino alrededor del ao 1400 en su Summa Morais Pero Seplveda ‘nunca aclvé a ninguno desus contemporineos i quo sigificarservoen lugar de exlavo. Domingo de Soto, el experimentado teSlogo y jusista dlesignado para preparar un sumario dela argumentacin de ambas partes, jamés muestra, en su resumen, que Sepilreda se expresara en ese tenor, ‘ampoco lo hacen sus contempordneos, que apoyaban o rechazaban sus docrrinas. Porloranco, paraestablecer la autenticidad de esta glosa dl siglo 10, ajo el argumento de que Sepilveda no intent invocar ladoctrina de Is servidumbee natural de Aristteles, se necestarin pruchas. Mientras ‘tanto, habri que continuar creyendo que Sepiiveda no quise decirmés de lo que dijo, al aplicar alos indios americanos, en forma meticulose y convincente, lteoria de Aristbteles de que algunos hombres nacen exlaves yy que habian de permaneccr en sa condicién como

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