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PREMIO NACIONAL DE HISTORIA DEL CARLISMO LUIS HERNANDO DE LARRAMENDI Acto de la entrega del Primer Premio celebrado en la Gran Pena. Madrid, 10 de Mayo de 1990. Palabras de D. Luis Hernando de Larramendi cién: i, Secretario de la Funda- Veo que ya se ha hecho el silencio. Muchas gracias. Me toca presentar este acto alque habéis venido; nosé si seré todolo breve que debiera. Quiero hacerloen primer lugar con unas palabras de agradecimiento, unas palabras de recuerdo, unas palabras de respeto, otras de admiracién y unas diltimas de homenaje Quiero en primer lugar agradecer vuestra asistencia. Desde luego nos sentimos honradisimos con vuestra presencia. Habéis desbordado lo que habiamos previsto en cuanto al numero de personas que habian de venir a la entrega de este premio. Quieroagradecer también muy especialmente alos juradosla misién dura que han tenido de discernir entre casi 4.000 folios -lo que realmente es una tarea muy dificil y muy ardua, cuales habrian de ser las obras ganadoras. Quiero agradecer también a los concursantes, diez concursantes en total se presentaron al premio, la confianza que depositaron en nuestra Fundacién, asistien- do a ese premio; muy especialmente a los finalistas y a los premiados. Quiero agradecer también, y sobre todo, 'a la Gran Pena /a hospitalidad que nos brinda y, especialmente, al Conde de Toreno, bajo cuyo amparo nos hemos reunido aqui esta noche. Después de estas pequefias palabras de agradecimiento, quiero haceros llegar unas palabras de recuerdo hacia D. Luis Hernando de Larramendi, que es mi abuelo, cuyo nombre me honro en llevar, ya que en definitiva la FUNDA- CION HERNANDO DE LARRAMENDI y el premio de historia convocado lo estén y lo han sido a su memoria y en su honor. Quizés esta introduccién vaya a ser un poco mas amplia y més larga de lo que debiera esta primera vez, pero como es la primera edicién de la convocatoria del premio, creo que es obligado deciros a los que nolo sepais, lo que es la FUNDACION HERNANDO DE LARRAMENDI y el premio. Yo no tuve la fortuna de tratar mucho a mi abuelo, Luis Hernando de Larramendi, porque murié cuando yo tenia cinco afios, pero el eco que me ha llegado, resonando ‘en mis padres, resonando en todos aquellos que le conocieron, politica y profesio- APORTES 68 —- i Presidente de la Fundacién ‘Luis Hernando de Larramendi ‘con los dos ganadores de! Premio. nalmente, es una memoria magnifica, una memoria espléndida; yo que profesional- mente soy abogado, recuerdo todavia con emocién aquellos viejos oficiales de los juzgados madrilefios, aquel viejo oficial de procurador que siempreme decfa cuando yo empecé a trabajar como abogado, alos 25 afios de que mi abuelo hubiera muerto ya. -*j0h, D. Luis! Cuantas veces yo de nifio, con doce afios, entraba en la Audencia a ver a su abuelo informar en sala, porque me deoian los companieros, jes D. Luis! jes D. Luis!. Pero, no se esforzar4, es asunto de oficio, decian algunos. jNo importa!, aunque sea de oficio D. Luis se esfuerza siempre‘. Me llenaba de una emocién ‘enorme. Y todos los recuerdos que recibfa de los jueces y de los magistrados ante quienes actuaba En su vertiente humana y personal, {ue una persona de una integridad y honestidad intachables, y en su vertiente politica fue un hombre de una linea absolutamente recta, desde el principio de su vida, al servicio del ideal y de la causa tradicionalista, a la que dedicé lo mejor de su vida. En los afios 20 organizé el Partido Jaimista, entonces desamparado y desagrupa- do tras la escision de Mella. Durante la dictadura de Primo de Rivera volvié a sus ocupaciones profesionales y, justo a la entrada de la republica, volvi6 a participar activamente en todo el movimiento de la Comunién Tradicionalista en ese periodo republicano y prebélico. Tuvo én las primeras elecciones que se celebraron en la Republica, -en un momento de avalancha republicana socialista y radical-, e! coraje y la valentia de presentarse en Madrid a candidato de diputado en Cortes, Unico que lo hizo con la APORTES 69 etiqueta de monérquico, y aunque no salié elegido diputado, tuvo una aceptable votacién, 72.000 votos. Durante la Republica dié 400 mitines tradicionalistas; una simpre operacién matematica permite deducir que dié un mitin cada cuatro dias, lo que es una dedicacién ciertamente asombrosa. Cuando llegé la guerra, sin embargo, una vez que pasé al bandonacional, rechazé cualquier cargo politico, no acepté el cargo de Ministro de Justicia, que se le ofreci, y que ha sido tradicionalmente dedicado a los Carlistas, se apart6 completamente de la politica, no dedicandose ya a ella sino en asesoramiento de sus hijos y de los estudiantes amigos de sus hijos. Este recuerdo para mi de la figura de mi abuelo es un recuerdo emocionado. A su figura est dedicada la FUNDACION HERNANDO DE LARRAMENDI, que ha institui- domi padre, otra persona de unas caracteristicas que yo quiz4 me voy a atrever ahora. a ponderar, aunque sé que no debo, pero realmente pocas veces tiene uno la oportunidad de hablar bien de su padre y encima delante de cien personas. Asi que permitidme que lo haga El premio que hemos convocado, que convoca la FUNDACION HERNANDO DE LARRAMENDI, es un premio dedicado a la historia del Carlismo, no es desde luego un premio de apologta del Carlismo, no es un premio politico, nada mas lejos de ello. Pero, sin embargo, creo que es obligado hacer un acto de respeto a las ideas que animaron la vida de D. Luis Hernando de Larramendi y que animaron la vida de todas aquelias personas que hicieron posible la historia del Carlismo, que tan ilustrados historiadores como los que hoy se encuentran aqui, como los que han participado en el premio, han estudiado. Para ello su produccién literaria es bastante grande, su produccién politica enorme, pero hay un articulo que siempre me ha gustado mucho, Porque con una precisién y una claridad grandes da a entender lo que es el sentimiento mas intimo de la Tradicién Espafiola. Es un articulo que muchos de vosottos me habréis ofdo ya citar alguna vez. Ya sabéis que el genial y paraddjico Unamuno decia que los oradores son fundamentalmente de dos tipos: aquellos que sazonan sus discursos de toda clase de citas de autoridad para hacer alarde de erudicién, ya que ya se sabe que los escritores escriben con la vana pretension de que se les cite y, luego, aquéllos otros que hacen erudicién de muchas ideas ingeniosas y ocurrentes sin citar nunca ningun autor, no porque no las hayan tomado de ellos, sino para hacerse pasar como personas de gran ingenio. Yo suelo ser respeoto de las obras de mi abuelo de estos tltimos; es decir, que las aprovecho pero no las cito. Me voy a permitir leeros ese pequefio articulo de mi abuelo, que creo que es realmente explicito respecto de su ideario y del que anima la Tradicién Espanola. Es un articulo que aparecié publicado en el Boletin Clandestino de los estudiantes carlistas del 1° de Noviembre de 1942. Dice asf: “Un pais en que nadie se siente unido al pasado, no es una Patria, es una inclusa. Los desventurados expésitos dan testimonio de haber nacido, pero, Ecémo podrén dari de sus padres?, Por eso las inclusas pollticas modernas hace mucho tiempo que rehuyen sistemticamente lararse Patrias; y se llenan la boca a todas horas llaméndose naciones. Que no es lo mismo. Nacién es cosa de APORTES 70 ‘acer, Nacen |os seres humanos, pero nacen también las bestias. Es decir, que as bestias tienen nacién. Lo que ng tienen las bestias es Patria. Qué les importa el pasado? Apenas nacici, ios rracionales se hacen independientes, pierdan toda relacion con sus padres, no los reconacen ni son reconocidos por ellos. Se dispersan padres e hijos sin ning afecto ni vinculo duradero. Tampoco el futuro les importa, Viven brutalmente, para la satistaccién ‘omentanea de sus instintos mas elementales: comer, procrear, detenderse y campar individualmente. No tienen nada racional que transmitirse. Perolos seres humanos, si Unlenguale. ycon ellenguale, a fe de suorigen y de sufin, lasrevelaciones divinas, la sabiduria acumulada por el esfuerzo de las generaciones precedente, la historia de tanta abnegacién, y con elias la veneracién a los padres y a los padres de sus padres y a sus antepasades, de quienes, con la sangre, conservan tants bienes que les conservan en su cignidad superior a los itracionales y les obligan al deber y al honor de merecer, por su propio amor y abnegacion, ser dignos de la admiracion de la generaciones futuras Toda esa Tradicion es una corriente espiritual, racional y politica que discurre por cauces naturales desde el pasado al porvenir, sobre vinculos de origen familiar, en el comin y perdurable interés de la Patra. Yesa es la vida poltica natural, por ley inviolable, Cuando parece que se viola, los pueblos padecen ‘© perecen, prueba de que la ley es inviolable o indetectible. Como que es legit midad de origen divino, Miserables incluseros poiticos, que reniegan o desconocen a sus padres. Quieren ignorarlos imitando alos irracionales. ¥ con esa tendenciameramente animal, no se preocupan dela Patria, sino solo dea nacion, No veneranta tradicion de sus padres, pero se dejan domesticar oairallar por cualquier amo, © artuinar oenvilecer por cualquier padrastroo cualquier chulo aventurero. Cornono traenen sielespiritu de la Patria, quersian haber nacido franceses, 0 ingleses 0 alemanes, 0 rusos, 0 ser hibrides de treinta sangtes, segun la moda, Estas inclusas polticas son la ruina de la civlizacién; con su tendencia animal vwuelven de nuevo la humanidad a ia fereza de las selvas; relomnania a la barbarie, pero no a la barbarie inocente y primitiva, sino a la regresiva por corrupci6n, LY que podira ser de los incluseros? Si en las inclusas de la caridad la mortalidad pasa a veces del cincuenta por ciento, en las inclusas politicas myeren todos los miserables expésitos, {Qué queda en Esparia de mas de quinientos partidos polticos antitradicionalistas aparecidos en un siglo? {Quin se acuerda ya de quienes fueron ios Ayacuchos, los fusionistas, olos idéneos? Les hubo que parecieron arroliarlo y dominarlo todo durante un momento: el poder, la opinién, los triuntos y las ‘ganancias...; pero no se salvaron jams de la suerte comun; apenas nacidos perecieron sin dejar honra de memoria, asi como de incluseres o hibridas que vivieron sin honrar a sus padres. Entre tanto, exonerado, proscrito, confiscado, en prisiones, combatido, fusilado, asesinado, perse- uide, traicionado, calurmniado, slenciado, y vendido durantemas de un siglo, dado por muertomilveces, solo el Carlismo no ha muerto nunca porque és la vida poltica espafiola natural de origen divino, la tradicion inmarcesible de la Espana eterna’ Agradezco mucho ese aplauso que es un aplauso a la memoria de mi abuelo, que es precisamente lo que querfa provocar con este acto y con estas breves patabras, Pues bien, a lamemoria de D. Luis Hernando de Larramendi, ese hombre intachable, ese hombre de una honestidad politica y personal total, es a quien ha dedicado mi padre la FUNDACION HERNANDO DE LARRAMENDI La FUNDACION HERNANDO LARRAMENDI, sabéis bien quienes la conocéis y conocéis bien a mi padre, es una fundacién que esta dotada solamente por él, pero que no esté dotada con las migajas de un patrimonio excesivo, sino que est dotada con lo que podria ser el retiro regalado de sus afios de ancianidad o con lo que podria ser el acrecentamiento de una herencia de sus hijos, por siempre magra porque son muchos. Sin embargo, ha preferido, a la memoria de su padre, instituir la Fundacion, _ APORTES 71 que es benéfica y cultural, y que en mi opinién, -ya he leido en el articulo que la veneracién a los padres es algo esencial en la tradicién-, realmente honra a quien lo ha hecho asi. Para mi supone un motivo y una causa de una veneracién enorme, imponente e infinita hacia mi padre. Pues bien, esa FUNDACION HERNANDO DE LARRAMEND! tiene como caracteristicas mas esenciales la de tener tres tipos de objetivos: Los puramente benéficos: fomento de la caridad en el desarrollo de las relaciones humanas, como base del amor que es el fundamento de la doctrina de la Iglesia Catolica. Sociales: el estimulo a todas las instituciones sociales independien- tes como dinamizadoras de la sociedad, porque en definitiva ellas son las que mueven ala sociedad, no son los gobiernos, sino las propias instituciones que nacen dentrode ella. Y en tercer lugar, el estudio de la infiuencia histérica del Carlismo en la sociedad espafiola. Y es precisamene dentro de esa vertiente cultural del estudio de la influencia histérica de! Carlismo, donde tiene su enmarque este premio Luis Hernando de Larramendi dedicado a la historia del Carlismo. La FUNDACION HERNANDO DE LARRAMENDI como caracteristicas mas esen- ciales, aparte de sus objetivos, tiene las de que sélo pueden pertenecer aella quienes lleven como apellido en primer o segundo lugar el de Hernando de Larramendi, que s6lo estas personas pueden ser miembros de su patronato, que sdlamente ellas pueden hacer donaciones, para evitar cualquier tipo de hipotecas funcionales e ideolégicas que derivaran de! agradecimiento necesitado o forzado, a quienes hubieran hecho contribuciones a la misma; luego la de que los patronos no podran ni siquiera resarcirse de los gastos en que incurran en el desempefo ce su misién; ademas deberd auditar por auditoria independiente anualmente sus cuentas. Hasta ahora me da la impresién de que estdis pensando si venis ala entrega de un premio 0 a que Luis Hernando de Larramendi hable de su papa y de su abuelito, pero en fin, perdonadme este exceso, estas palabras y paso ya a sefialaros, -hecho esto que creo no debe hacerse en sucesivas ediciones del premio- el andlisis y el telato de lo que ha sido la convocatoria del Premio de la FUNDACION HERNANDO DE LARRAMENDI, que se convocé como todo lo que empieza, con modestia, sin pensar en eléxito ono que podria aleanzar, y que desde luego, superé todas nuestras expectativas; diez obras de una calidad impresionante se presentaron al premio. Entre ellas las que han resultado premiadas y otras de una valla igualmente extraordinaria. La labor del jurado fue realmente dificil. Cada vez que habla que eliminar una obra eracon auténtico dolor de corazén y atin asi, habia seis obrasal final y realmente era francamente dificil discernir entre ellas cual deberia tener el premio. Cuando se hubo de eliminar las cuatro Ultimas se acord6, aunque no tiene ninguna dotacién ni compensacién econémica, hacer un reconocimiento real, explicito, desu valia, simplemente con unamencién, conlamarlofinalista; quiz4s no valga paranada, pero realmente es que no sabiamos que hacer. Tampoco podiamos otorgar el premio a seis obras, ni podiamos publicar las seis, pero lo merecian. Las obras que han sido finalistas y que no obtuvieron el premio han sido las siguientes; “EI Carlismo y la Iglesia durante el ultimo decenio del Pontificado de Pio IX* de Pedro Olea Alvarez, una obra muy importante que ha tenido acceso a los archivos vaticanos, que realmente no han estado hasta hace poco abiertos nia disposicién de los historiadores. Pedro Olea Alvarez tiene su residencia en Roma y ha hecho una APORTES 72 labor de rastreo magnifica y suobra sobre ese punto es realmente algo extraordinario, que no tiene parangn. -La obra ‘La iglesia y el Carlismo en la crisis del Antiguo Régimen: El caso del Arzobispo de Zaragoza’, que tue la tesis doctoral de Julio Brioso Mairal, igualmente es una obra muy especifica, pero de una profundidad asombrosa. -‘Compendio del estado mayor legitimista de las tres querras carlistas del siglo XIX" de Enrique Roldén Gonzalez, es una obra importantisima sobre todo para los investigadores, porque marca una peque/ia biografia y sobre todo una identidad, un diccionario de todos los que tuvieron algun cargo militar en las tres querras carlistas, dentro, por supuesto, del Estado Mayor Carlista. -Por Ultimo, una obra de memorias, una obra simpatiquisima, una obra que por sus caracteristicas también deberia merecer el premio, pero que no podia ser, era el “Tercio de Requetés Valbanera, Semblanzas y canciones’ de Manuel Bellosillo; una obra importantisima. Después de esas cuatro obras eliminadas y nombradas finalistas, el jurado se entrent6 con la decision terrible de decidir entre las dos restantes que habian superado las anteriores eliminatorias y que eran concretamente las obras que han sido ahora premiadas y que tenéis en la convocatoria para esta cena, "LOS COMBA- TIENTES CARLISTAS EN LA GUERRA CIVIL ESPANOLA 1936-1939" de D. Julio Aréstegui, y "EL ESTADO CARLISTA, PRINCIPIOS TEORICOS ¥ PRACTICA POLITI- CA 1872-1876 de D. Julio Montero Diaz. Yo era simplemente secretario, no tenia ni voz ni voto, pero puedo relataros estos pequefios pormenores del jurado. Ya realmente no habia posibilidad de decidir més, y laFUNDACION decidié otorgar el premio ex-aequo a los dos finalistas, porque sus obras realmente merecian tanto llevarse el premio cada una de ellas como la publicacién y que vieran la luz. Laobra del Profesor, D. Julio Aréstegui: quede claro quenoelegimos las dos obras porque los dos premiados se.llamaran Julio, pero, en fin, también podria haber sido por ello, pues también es Julio el finalista Julio Brioso. Ello es puramente casual. La obra del Profesor Ardstegui es una obra que sencillamente lo que un profano en historia como yo se plantea, es c6mo es posible que esta obra o una obra similar no hubiera sido publicada antes, porque es una obra en la que se recoge la vida, el Nacimiento, -pero no con los datos frios rastreados en los archivos oficiales, sino que también se aprecian los testimonios que han {undamentado su origen- de todas y cada una de las unidades en las que intervinieron carlistas durante la guerra de Espana. Esta es una labor de una valia extraordinaria, de un conocimiento y de una precisién increfbles, que asombra incluso a quienes tomaron parte en aquellos en aquellos hechos, que ven reflejada de una manera total y exacta la participacion que tuvieron las Unidades en que ellos estuvieron. Luego, la obra del Profesor Julio Montero, es una obra necesariamente de referencia histérica futura, porque es una obra que en definitiva lo que estudia es el ‘embrién y el germen del Estado que llegé a funcionar en lo que hoy llamariamos "zona liberada del ejército carlista durante la tercera guerra bajo el mando de Carlos VII" y en definitiva estudia no las instituciones, como los carlistas dectan que debian 0 no ser, sino que en el territorio que ellos tentan, que es lo que era, qué es lo que habia, APORTES 73 qué es lo que pasaba, cémo funcionaban esas instituciones. Es algo que también sorprende que no hubiera sido acometido de manera similar y desde luego, ya digo, es una obra de referencia historica y relevancia futura inestimable. Pues bien, la FUNDACION se siente notablemente y enormemente honrada con poder entregar el galardén del premio a los profesores, Julio Aréstegui y Julio Montero. Dicho esto paso la palabra a mi padre para que haga efectiva la entrega del premio. Palabras de D. Ignacio Hernando de Larramendi: Creo en este momento, no pega tanto hablar sino dar el premio. Enhorabuena Cada uno de los dos va a decir unas palabras. Palabras del Profesor D. Julio Aréstegui: Excelentisimo Sr. Presidente de la FUNDACION HERNANDO DE LARRAMENDI, Sefiores miembros deljurado, aqui presentes, queridos amigos todos. Cuando, como en este caso, se estd obligado por normas elementales de cortesia a dar las gracias por esta distincién que se nos hace, se corre peligro de dedicarse ode darse a meras palabras de protocolo. Afortunadamente las palabras provias de Luis van a eliminar cualquier tentacién de protocolo, con esa pasién y esa calidad humana, ese entrafiable calor que ha dado a todo lo que ha dicho, que, por otra parte, me ahorra amialgunas cosas que, ya dichas por él, casino merece la pena que vuelva a insistir en ellas. Lo que si quiero es que mi expresion de agradecimiento no sea meramente una cuestién obligada sino que querriahacer dos observaciones muy breves, porque ya comprendo que con lo que Luis ha dicho, casi sobra; observaciones que os hagan ver la verdadera identidad de lo que yo considero que es importante en este premio, mucho mas que su entidad econémica y mucho mas que su significacién, y es justamente lo que esto tiene de futuro, creo yo. Yo quisiera, repito, hacer dos observaciones muy breves: La primera se refiere a la obra premiada en si, de la que creo que es obligacion deciros algo por muy breve que sea. Se trata de un trabajo muy largo que se empez6 hace nada menos que quince fos, y como Luis ya ha sefialado, es verdad que es una obra muy minuciosa, que no solamente recoge gran cantidad de material de archivo, sino que ciertamente recoge el calor de muchos testimonios; por tanto no seria justo que yo no hiciera conslar que no partimos de cero, ni muchisimo menos, que la recogida de estos testimonios personales es en su mayor parte la obra de un par de carlistas pioneros en este asunto, que son Angel Lasala y Javier Lizarza. El primero de ellos, desgra~ ciadamente ha desaparecido, pero el segundo, Javier, que esta aqui esta noche con nosotros en la mesa, hace con su presencia una de mis mas grandes alegrias esta noche, y 61 lo sabe muy bien y por tanto no necesito insistir en ello. La obra que ha sido premiada movilizo muchas ilusiones, muchos esfuerzos y muchos gastos, y tuvo un mecenas, y como sin necesidad de nombrario esta ya bien ‘APORTES 74 claro, pues obvio el nombramiento pero le hago el homenaje que se merece. Yo soy el autor material de esta obra, pero realmente detrds de ella, hay un muy notable esfuerzo de todo tipo de gente joven que colaboré conmigo hace quince afios, como digo, que recorrimos muchos archivos, que pusimos mucha ilusién en la obra y que ‘se plasmé en un texto largo que hasta ahora no ha tenido un reconocimiento publico, como es el caso: {Por qué no? Por qué esto no ha sido pitblico antes? Bueno, esa seria otra historia, y os hago gracia de ella por la hora y la significacion del acto, pero que quizés alguin dia haya que contar. Aminome caberatificar ono, si el jurado ha acertado en el premio; por la calidad de la obra no lo sé, pero desde luego si puedo garantizar al jurado, que no ha errado al premiar un gran esfuerzo y una gran ilusi6n, al dejar un gran testimonio historico que sin duda la historia del Carlismo necesitaba; es decir, la intervencién del Carlismo en la guerra de Espafiaes, todos lo sabéis, un episodio de losmas importantes del propio movimiento Carlista y sin duda de la propia guerra; que no tenga una historia todavia enletras de molde, es una cosa que no podemos perdonar y gracias alaFUNDACION HERNANDO DE LARRAMENDI parece que en definitiva este hueco va a ser cubierto. Por ultimo, y prometiendo ser muy breve, hay una segunda cuestién que no puedo tampoco omitir, y es el hecho de que siempre es muy honroso recibir esta distincién, pero en este caso lo es mas, puesto que se trata de una Fundacién tan especitica y tan interesante como es la FUNDACION HERNANDO DE LARRAMENDI Las palabras que Luis ha dicho de su abuelo obvian que yo vaya a decir ninguna impertinencia pero si que afiada algo. Luis Hernando de Larramendi fue un politico carlista bien conocido, de posicién leal y coherente, antimellista claro y jaimista firme; todo esto lo sabemos muy bien quienes hemos visto un poco la historia del Carlismo y practicamente no es preciso insistir en ello. Pero si quiero sefalar, esto conviene también que se diga, que aqui se da un Premio no sélo en mi caso sino en el caso de Julio Montero también, cuya obra conozco, se da un premio, digo, ala profesionalidad y esto ya lo ha destacado Luis y yo me alegro que lo haya dicho porque no soy yo el que lanza la piedra sino él. No son obras militantes, no son obras con prejuicios, son obras profesionales y sie! jurado ha premiado este tipo de obras, la gloria es del jurado mas que de los autores. Esto estd bien claro. Por ultimo quiero sefialar que la Fundacién me hace el honor de tenerme entre su jurado el atio que viene. Yo lo menos que puedo decir es que espero no desmerecer de los que lo han hecho este afio y deciros que estoy extremadamente contento de un premio que premia mi trabajo, pero que también premia mecenazgos y premia ottas colaboraciones y, sobre todo, premia una historia que puede rellenar un hueco importante. Gracias a la Fundacién, gracias a D. Ignacio y encantado de estar con vosotros. Muchas gracias. Palabras del Profesor D. Julio Montero: No soy un experto en alocuciones. Me corresponde, en primer lugar, agradecer. Para mi, ademés, este galardén tiene una especial relevancia, porque compartir un premio con Profesor Ar6stegui es algo muy importante para uno que comienza. En segundo lugar, parece obligado hacer un resumen del trabajo premiado. No tengo - APORTES 75 Palabras de Don Ignacio Hernando de Larramenai al publico asistente. la maestria del Profesor Ardstegui -que lo ha hecho muy bien- en esta tarea. A estas horas y después de este acto me parece demasiado, como se dice ahora, resumir dos volimenes de cerca de mil paginas para los presentes. En cualquier caso es inevitable una breve referencia ami estudio: al menos, para justificar la decisién del jurado. zQué he prentendido con esta investigacién? Responde a una preocupacién antigua, que comentaba en la mesa hace un momento. Mi encuentro con el Carlismo fue casual: un didlogo primero y luego una sincera amistad con Carlos Martinez de Aguirre y Aldaz. Entonces era un joven brillante -en la actualidad mercantilista de prestigio en la Universidad de Zaragoza- que encabezaba en Pamplona a las Juventudes Tradicionalistas. Con él mantuve mis primeras conversaciones sobre los principios poltticos del Carlismo, Acababa yo de llegar de hacer la carrera en Madrid, para trabajar en la Universidad de Navarra, bien alejado de cualquier preocupacion tradicionalista y -debo decirlo con verguenza- de cualquier conocimiento sobre el pensamiento politico tradicionalista, En ese sentido, he querido escribir una parte de la historia del Carlismo. A ese motivo personal, de amistad, que sefialaba antes, se sumaba pues esta raz6n de cardcter intelectual. Y es que el Carlismo, lo comentaba antes con la Condesa de Toreno, representa -desde mi punto de vista- una parte de la Espafiavvital: la forma espafiola de ser romédntico en politica, especialmente durante la segunda mitad del XIX. Romanticismo en el sentido que se suele sefialar en los estudios de historia; valoraci6n de las raices, conciencia de que los hombres nacen en un lugar con unas leyes, con unas costumbres, con una lengua... que reflejan un derecho, que configuran una personalidad... ;Qué les voy a contar a ustedes lo que es el Carlismo! He prentendido también traducir el lenguaje carlista, a la lengua politica actual, al APORTES 76 lenguaje de la Ciencia Politica. He escogido un modo con el que estaba mas familiarizado: el de los funcionalistas norteamericanos; pero algtin otro hubiera sido -me parece- tan valido como éste para la tarea que me habia propuesto. De todos mods, la eleccién no ha sido fortuta. Este método permitia poner de manitiesto el funcionamiento de un régimen: en este caso el régimen politico que D. Carlos establecié en los territorios vasco-navarros en los cuales era rey. El procedimiento se ha manifestado adecuado y vélido para establecer comparaciones con el funciona- miento de las instituciones liberales, linea en la que se podra seguir profundizando en estudios posteriores. Parece suficiente por ahora con estas palabras. S6lo me queda agradecer a los, miembros del jurado, a la FUNDACION HERNANDO DE LARRAMEND! y a todos los presentes en este acto, su presencia y susmuestras de afecto y delicadeza. Muchas gracias. Palabras de D. Ignacio Hernando de Larramendi: Me corresponde ahora cerrar este acto y debo iniciar mi participaci6n explicando el orgullo como padre, de la exposicién de mi hijo Luis, que siguiendo la linea de su abuelo Luis, me ha sorprendido como orador profundo y sentido. Realmente me siento un “emparedado” entre dos Luises. Mi padre fue un gran orador; entre los carlistas siempre hubo excelentes oradores; comenzésu carrera forense con un casoimportantea los veinticuatro afios defendien- do al colaborador de Mateo Corral en la famosa bomba de la calle Mayor, como pasante joven de un abogado republicano que defendfa al anarquista y con ello, y sin ser precisamente de esas ideas, se did a conocer. Luego todala vida, los anarquistas le respetaron y salvé la vida en San Sebastién en 1936 porque el jefe de ellos en esa ciudad, que residia en nuestro mismo edificio, sabia donde se escondia y no lo descubrié. Supongo que le parecfa algo distinto que otras personas de la “derecha’ Debo decir a Julio Aréstegui que mi padre no fue antimellista; nunca le of un s6lo comentario contra Mella, se enfrenté con é! en el momento de su escisién al serle encomendada la reorganizacion del partido jaimista y lo hizo, pero nunca se sintié ‘enemigo ni le guardé rencor. Recuerdo que regalé en 1939 a Rafael, hijo de Eduardo Gambra, su mejor amigo, presente en esta cena como miembro del jurado, las obras completas de Mella, para él un precioso tesoro, Después de estas observaciones, voy a decir cudn honroso es para la FUNDA- CION HERNANDO DE LARRAMENDI contribuir con estas dos obras ala historia det Carlismo. Mi padre no fue un cientifico, sino un jurista, pero ha pasado a sus hijos la preocupacién por la verdad, y la preocupacidn por la historia que surge precisamente de la preocupacién por la verdad. Los dos libros que se han premiado y otros que no lo han sido desgraciadamente, pero que son excelentes, aportan de modo objetivo conacimiento de heches reales. Los dos, cada uno en su linea, han de ser importan- tes, no ya parala historia del Carlismo, pues eso seria provinciano y sentimental, sino para la historia de Espafia El sigio XIX necesita un libro objetivo, como el de Julio Montero, aunque incluya algin contenido ideolégico. Tengo dificultades de vista y no puedo leer con el APORTES 77 detenimiento de antes, pero lo he analizado bastante para saber que este libro dice cosas que he conocido de modo casi directo. En San Sebastidn en los afios 1936 y 1937 quedaban todavia veteranos de la segunda guerra, a los que se haba hecho tenientes honorarios del ejército, viejecitos con su boina roja: ese fue mi enlace fisico conios que en ella habian luchado. Pero el enlace ‘intelectual fueron los comentarios de mi padre a toda esa época, cuyo resumen recoge muy bien Julio Montero. Es importante la historia de los neocatélicos. Mi familia era carlista y poco neocatblica, pero elimpacto de estos quedaba todavia en el 1936, y hasta algo después. También todo esto incluye y aun de algtin modo es, parte importante de Espafia, indispensable para conocerla profundamente. Hasta 1939, el sector geogréfico dominado por los carlistas tenfa una clara relacién con lo que fue la Espafia del sigio XIX. Sin libros como el Julio Montero, no se puede conocer de verdad ese siglo. Quizés me equivoque, pero creo que nohay estudios semejantes de otros sectores de la Espafia del siglo XIX y seria necesario promoverios sobre otras ideologias y puntos de vista. {Pero cudntas ideologias lo merecen? Decia mi padre en ese articulo tan excelente que ha lefdo mi hijo, como habian desaparecido partidos que parecieron importantes y que no dejaron rastro. Quién, hace s6lo dos afios, iba a decirnos que en 1990 ocurrira lo mismo con el marxismo, que nos inundaba y que a muchos asombraba casi bobaliconamente. Mi padre podria haberlo incorporado a sus lineas de 1942. Ellibro de Julio Aréstegui despierta enmisentimientos entrafiables. Soy indiscreto y No puedo negar que vote por éste. Aunque también tengo que decir que cuando se produjo un empate, no me sent con fuerza al creerme un analtabeto de la historia yde muchas cosas mas, para utilizar el derecho dirimente que me correspondia como. presidente de! Jurado. Hubiera sido contrario a la probidad de actuacion que he heredado. . El libro de Julio Aréstegui muestra parte importante de la guerra espafiola y también de la historia de Espafia. Dentro de un siglo, no ahoraen que todavia quedan resentimientos, se convertira en pieza clave para informarnos de lo que ocurrié en 1936, y pienso que no se podré comprender bien la historia de la guerra espaiola sin lavisiGn objetiva de una persona, que por las noticias que tengo, personalmente solo le he conocido hoy, no es un ‘fan’ de los carlistas ni de los tradicionalistas, sino simplemente historiador. La historia que a mi me gusta, en lo poco que tengo de aficionado a ella, es una historia de hechos; nunca me han gustado ni los glosadores ni los postglosadores, sino conocer la Ley, estudiar la Ley y analizar la Ley, y del mismo modo, conocer los hechos, estudiar los hechos y analizar los hechos. Julio Aréstegui presenta hechos y Julio Montero presenta hechos, aunque éste como ya dije, refieje también la ideologia de los carlistas en el siglo XIX, en realidad la de muchos espafioles La guerra espafiola es un fenémeno extraordinariamente importante. Es léstima que no existan de a guerra, lomismo que del siglo XIX, trabajos semejantes al de Julio. Aréstegui, respecto a cualquier otra fuerza politica de un lado u otro, que describan lo que ocurrié, no como interpretamos lo que ocurrié, no como nos parecié que cocurrié. En ese aspecto sefialo la gran satistaccién como promotor de la FUNDACION HERNANDO DE LARRAMENDI, de que libros con este objeto sean sus primeras APORTES 78 aportaciones hist6ricas. Hubiese sido el deseo de mi padre apoyar a los libros que aportan conocimientos objetivos para la verdad, no|a verdad falsificada, no la verdad sectaria, sino la verdad a secas, No teniamasremedio que votar por ellisro de Julio Aréstegui porque su contenido es una parte de mivida, algo que me concierne muy directamente. Yo participé en la guerra civil espafiola en un Tercio de Requetés de modo poco brillante con poco protagonismo, no presumo de ello, pero si suficiente para conocer a muchos 0 bastantes de los que cita Julio Aréstegui Se refiere a una persona para mi entrafiable, Luis Villanova Ratiacci, que fue comandante del Tercio de Navarra. Su mujer era prima de mi madre. Le conoci personalmente y tuve con él bastante trato, como después con su familia, Fue uno de los verdaderos héroes de la guerra. Aqui esté Paco Toreno, muy amigo de su hijo, y s6lo hace poco ha muerto en Granada su mujer, Pilar Barrera. Creo que enel librohay un error, pues mi recuerdo es que murié instanténeamente y no que sdlo fue herido. Me honré mucho, quizés la mayor satistaccién de mi vida no exenta de éxitos, haber participado en la Compara de Tolosa del Tercio de San Miguel, que se cita en el libro, con los nombres de Saracibar, a quien practicamente no conoci, el de Pantaleén Zabala, al que siempre of llamar el "Difunto Pantalen’, pues cuando me incorporé al Tercio, habia muerto ya; Erburu, que no sé nada de él, pues he perdido su rastro, aunque le vi en alguna ocasién. También recuerdo mucho a los dos Querejetas, Elias y José Maria, grandes héroes. Elias esté citado de un modo circunspecto, que no corresponde a su gran personalidad, a su hombria de bien, a o que represent6 para todos los relacionados con San Sebastian. En esta cena hay alguien de esa ciudad, Marisol Tortosa, mujer de un gran amigo mio, que los conocid bien; eran hijos de un panadero de la calle Vergara, gran carlista y muy amigo de mi padre. También recuerdo a Ignacio Sénchez, Litimo jefe directo mio, hijo del General Juan Bautista Sénchez. Le encontré en la calle de Alcala en 1941, poco antes de irse a Rusia donde murié. Todas estas personas eran figuras excepcionales, caballeros de la tabla redonda; en todas sus actuaciones y en todo lo que supe de ellos, en la guerray despuésen su vida, una vida sencilla comoha sido siempre la de los carlistas. Todavia querria citar a otros dos amigos del Tercio Oriamendi, el Capitan Bustinduy y el Teniente Carrere, a los que incorporo a todo lo dicho anteriormente. Estos pedazos de mi vida, los he visto como historia en el libro de Julio Ardstegui, con documentos, con datos. Pocas veces tiene una persona la posibilidad de encontrarse con que lo que ha vivido ha pasado a ser historia, no s6lo crénica periodistica Un objetivo muy personal para los amigos de la FUNDACION HERNANDO DE LARRAMENDI, los amigos de los Larramendi, serfa iniciar, partiendo de este libro, no para completario sino fuera de él, la creacién de biografias de las personas que se citan. Si no hubiese lefdo este libro, habria olvidado a algunos de ellos. Estas reflexiones son las que quiero hacer en este acto de esta FUNDACION HERNANDO DE LARRAMENDI, modesta, sencilla, que siempre debera ser modesta y sencilla como los carlistas han sido siempre, y como yo querria que los Larramendi

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