Los rasgos que identifican a la Edad Moderna incluyen procesos
económicos, sociales, culturales y políticos. Hacia fines del siglo XVIII, Europa y buena parte del mundo eran muy distintos a lo que habían sido durante la Edad Media. Estudiar la Edad Moderna implica analizar cómo se fueron dando estos cambios. No todos los procesos fueron simultáneos ni ocurrieron con la misma intensidad en todos los lugares. Para algunos historiadores, las transformaciones más significativas se dieron en la economía, mientras que para otros la modernidad fue sobre todo una revolución en la manera de pensar y en las formas de gobierno. Cualquiera sea el enfoque, no obstante, hay acuerdo en que es el conjunto de estos cambios lo que permite hablar de una nueva época histórica.
Texto extraído de “Historia 2. Mundo, América Latina y Uruguay del siglo XV al XIX”
PREGUNTA
¿En qué acuerdan y en qué desacuerdan los historiadores?