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Dina Boluarte se convirtió en la primera presidenta de Perú después de que Pedro Castillo intentara disolver el Congreso en un aparente golpe de estado. Boluarte hizo un llamado a la unidad y al diálogo, y pidió tiempo para combatir la corrupción y el mal gobierno. Las protestas en contra del Congreso y para pedir elecciones anticipadas se han extendido a 18 de las 24 regiones del país, con 7 muertos reportados, mientras que el nuevo gobierno ha descalificado las manifestaciones.
Dina Boluarte se convirtió en la primera presidenta de Perú después de que Pedro Castillo intentara disolver el Congreso en un aparente golpe de estado. Boluarte hizo un llamado a la unidad y al diálogo, y pidió tiempo para combatir la corrupción y el mal gobierno. Las protestas en contra del Congreso y para pedir elecciones anticipadas se han extendido a 18 de las 24 regiones del país, con 7 muertos reportados, mientras que el nuevo gobierno ha descalificado las manifestaciones.
Dina Boluarte se convirtió en la primera presidenta de Perú después de que Pedro Castillo intentara disolver el Congreso en un aparente golpe de estado. Boluarte hizo un llamado a la unidad y al diálogo, y pidió tiempo para combatir la corrupción y el mal gobierno. Las protestas en contra del Congreso y para pedir elecciones anticipadas se han extendido a 18 de las 24 regiones del país, con 7 muertos reportados, mientras que el nuevo gobierno ha descalificado las manifestaciones.
Dina Boluarte, de 60 años, la nueva presidenta de Perú y la
primera mujer en dirigir el país, no tiene reputación de agitadora. El miércoles, Boluarte remplazó a Pedro Castillo en la presidencia, luego de que Castillo, de 53 años, intentara disolver el Congreso e instalar un gobierno de emergencia, una medida ampliamente condenada como un intento de golpe de Estado. “Nos corresponde, señoras y señores, conversar, dialogar, ponernos de acuerdo”, dijo Boluarte, exvicepresidenta, en su primer discurso como mandataria, en el que hizo un llamado para conformar un gobierno de unidad. “Lo que solicito es un plazo, un tiempo valioso para rescatar a nuestro país de la corrupción y el desgobierno”. La sorprendente, y pacífica, transición simboliza dos características aparentemente opuestas que definen a la joven democraciLas protestas que piden desde el jueves el adelanto de elecciones generales y el cierre del Congreso en Perú se han extendido este lunes a 18 de las 24 regiones del país. Han pasado cinco días desde el autogolpe fallido de Pedro Castillo y las protestas no han dejado de aumentar. La represión policial contra las manifestaciones pacíficas y los actos vandálicos han causado siete muertos en el sur, dos de ellos adolescentes y tres de 18 años. El nuevo Gobierno de Dina Boluarte, afín a la mayoría opositora, ha descalificado las movilizaciones desde el domingo, al atribuirlas a azuzadores, personas pagadas por burócratas castillistas o a infiltrados que fueron parte de organizaciones terroristas desaparecidas a fines de los años 90. El desprecio de la clase política hacia los manifestantes ha enfadado a la ciudadanía y a colectivos cuya presencia en las calles crece cada día. A de Perú su fragilidad, pero también su resiliencia.