Está en la página 1de 2

MARCO TEORICO:

La desigualdad de ingresos en el Perú ha sido investigada extensamente por Richard


Webb, Adolfo Figueroa y Carlos Amat y León. Sus hallazgos revelan que la
distribución del ingreso en Perú se encuentra entre las más desiguales de América
Latina. Los cálculos de Webb para 1961 mostraron que el 1% de los que más ganaban
recibía el 31% del ingreso nacional, mientras que el tercio más pobre recibía solo el 5%.
Estas estadísticas ubicaron al Perú entre las naciones con mayor desigualdad, no solo en
América Latina sino también en el Tercer Mundo.
El papel de Adolfo Figueroa fue evaluar el impacto redistributivo de las reformas del
gobierno militar durante los años setenta. A pesar de los esfuerzos de Velasco por
disminuir la desigualdad, el análisis de Adolfo Figueroa mostró que no hubo un efecto
redistributivo significativo. Esto fue particularmente decepcionante ya que las reformas
estaban destinadas a beneficiar a la población rural empobrecida.
En referencia a la desigualdad dentro de las naciones, Adolfo Figueroa afirma que la
estructura interna y las políticas promulgadas juegan un papel importante. Señala que
los países que nacen con un menor nivel de desigualdad tienden a mantener esta
característica en el tiempo. Además, la historia y las circunstancias que rodean el origen
de un país influyen en gran medida en su trayectoria hacia una mayor o menor
desigualdad.
Los empobrecidos requieren una multitud de recursos para aumentar sus ingresos y
escapar de la indigencia, incluido el capital físico y humano, el capital financiero a corto
y largo plazo y los seguros de productos. Estas necesidades pueden consolidarse en
una, a saber, el financiamiento, como afirma Figueroa.
A medida que nuestro país avanza hacia la recuperación económica, una preocupación
crucial ha sido la distribución de sus efectos. Dos preguntas frecuentes son: ¿Se ha
reducido la pobreza en el Perú? ¿Existe alguna correlación entre crecimiento y
desigualdad? Si bien la teoría económica y la evidencia mundial no brindan respuestas
claras, creemos que las relaciones causales entre la distribución del ingreso, el
crecimiento económico y la incidencia de la pobreza están lejos de ser sencillas. Nuestra
postura es que una evaluación objetiva del impacto distributivo del actual programa
económico debe hacerse utilizando la realidad peruana, como se mencionó
anteriormente en la introducción.
Se concluye que en los últimos tiempos ha habido un esfuerzo creciente en la literatura
para medir la distribución del ingreso en todo el mundo. Los investigadores han
realizado estudios en todo el mundo, con un enfoque particular en países y regiones. De
estos estudios, el trabajo de Sala-i-Marti (2005) destaca por su relevancia en este tema.
La técnica estadística desarrollada en estos trabajos tiene como objetivo modelar la
distribución del ingreso en los países con datos de encuestas de hogares. El objetivo
principal de estos investigadores es medir la desigualdad de ingresos utilizando varios
índices de desigualdad, en lugar de explorar cómo se correlaciona con el crecimiento
económico mundial.
ANTECEDENTES:
Nuestra creencia se centra en utilizar la realidad peruana y realizar una evaluación
imparcial de los efectos distributivos del programa económico actual, como se
mencionó anteriormente en la introducción.
En una evaluación realizada por López (2010), se examinaron los impactos del gasto
público y las políticas comerciales sobre la pobreza y la distribución del ingreso. El
estudio utilizó un marco simultáneo que explicaba las interdependencias de la
liberalización del comercio y las políticas de gasto público sobre la distribución del
ingreso y la pobreza.
El Banco Mundial realizó un análisis de la pobreza en (2009), que profundizó en la
relación entre el crecimiento, la desigualdad y la reducción de la pobreza a nivel de país.
También se tomó un enfoque multidimensional para estudiar la pobreza en las áreas
urbanas, mientras que las áreas rurales se examinaron para analizar la diversificación de
las fuentes de ingresos y la especialización. Los hallazgos del estudio sugirieron que, a
pesar del crecimiento sostenido de Perú en los últimos años, las elasticidades de la
pobreza al crecimiento variaron entre las regiones, lo que resultó en mejoras limitadas
en las condiciones de vida, especialmente en las zonas rurales montañosas.
Según la Comisión para la Medición de la Pobreza (2014), un análisis integral de la
pobreza requiere un examen cualitativo de los hogares empobrecidos y sus condiciones
de vida. A través de este estudio, se pueden determinar las variables más impactantes
que contribuyen a la pobreza.
Los hallazgos de Pérez y Rodríguez (2015) indican que el nivel educativo del jefe de
familia y el déficit calórico por hogar continúan siendo factores significativos que
contribuyen a la pobreza multidimensional. Estos factores podrían explicar por qué la
incidencia de este tipo de pobreza no ha disminuido tanto como la pobreza monetaria.
En (1999) Quispe realizó un estudio para identificar los factores que inciden en los
ingresos de los jóvenes empleados en las zonas rurales. Se desarrolló un modelo de
regresión para explicar los niveles de ingresos de los jóvenes trabajadores en función de
varios factores, como la ubicación geográfica, el área, el género, la edad, el nivel
educativo y el tipo de trabajo. El estudio se centró principalmente en explorar la
relación entre estas variables y los ingresos de los trabajadores jóvenes.
En esencia, la pobreza se presenta de diversas formas, como ingresos y gastos
insuficientes, necesidades básicas insatisfechas, bienes familiares limitados y altas tasas
de desnutrición crónica y mortalidad infantil. Sin embargo, el factor más importante es
la continua insuficiencia de los ingresos de los hogares. Varios factores contribuyen al
estatus económico de un hogar, incluido el nivel de educación del jefe, el nivel
educativo de los miembros del hogar, el número de beneficiarios, el lugar de residencia
y la edad del jefe. Además, poseer activos o terrenos puede afectar la situación
económica de un hogar. A mayor escala, el crecimiento económico y el aumento del
ingreso promedio pueden conducir a una reducción de las tasas de pobreza.

También podría gustarte