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Revista Adventista

SALUD SEPTIEMBRE 2005, p. 25-27.

Peligros de algunas medicinas alternativas– 3a. parte

Pueden dar resultados temporales, pero en realidad conducen a la ruina eterna.


Por Pedro Tabuenca

En los dos artículos anteriores, expusimos el origen nos dejaremos engañar por iriólogos, acupunturistas,
satánico de los diagnósticos realizados mediante la reflexólogos ni quiromantes.
iridomancia (mal llamada iriología, que es adivina-
ción por el iris), la uromancia (adivinación obser- El mesmerismo o magnetismo animal
vando la orina) y la estolomancia (adivinación por El Dr. Franz Mesmer nació en Austria en
medio de una prenda de vestir). También señalamos 1733, y propuso la teoría de que algunas personas
cómo el enemigo de las almas está detrás de las su- tenían poder en sus manos para curar enfermedades
puestas “curaciones” realizadas mediante el hipno- aun sin tocar al enfermo. Eso lo atribuyó al “magne-
tismo y la acupuntura. Consideremos ahora otras pa- tismo animal”, que luego se llamó mesmerismo.
ramedicinas terapéuticas y sus peligros. Gran parte del curanderismo que hoy se practica se
basa en esta forma de superstición.
La aurículopuntura
El hombre o la mujer que pretende tener en sí
Éste es otro enfoque supersticioso de la ana-
mismo el poder de curar, olvida la verdad expresada
tomía humana. Pretende que la oreja tiene la forma
en el Salmo 103:2 y 3, que dice: “Bendice, alma mía
de un feto dentro del útero materno, que cada parte
a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él
del cuerpo está representada en un determinado pun-
es quien perdona todas tus iniquidades y el que sana
to de la oreja y que punzando estos puntos, se armo-
todas tus dolencias”. En realidad, se entrega en ma-
nizan las funciones de todos los órganos allí repre-
nos de “espíritus de demonios que hacen señales”
sentados.
(Apocalipsis 16:14).
La verdad científica es que no existen mapas
Contra estos peligros, el Señor nos ha adver-
del cuerpo en el iris, ni en las orejas, ni en las rayas
tido a tiempo. “El señor me mostró en visión que el
de las manos ni en las plantas de los pies. De modo
mesmerismo es del diablo, proviene del abismo y
que, como nos lo advierte San Pablo: “Mirad que
pronto volverá allí junto con los que continúan
nadie os engañe por medio de filosofías y huecas su-
practicándolo”.1
tilezas, según las tradiciones de los hombres, con-
forme a los rudimentos del mundo y no según Cris- Yo era estudiante de Medicina en la ciudad de
to” (Colosenses 2:8). Por eso, como cristianos, no La Plata (Prov. de Buenos Aires, Rep. Argentina), y

1 Elena G. de White, Primeros escritos (Buenos Aires: ACES, 1987), p. 21.


1
una joven llamada Angélica Alberto, dirigente de la dujera diarrea, pero “dinamizado homeopáticamen-
Iglesia Adventista, recibió un pedido muy especial te”, para que su potencia curativa se liberara. De
por parte de una familia vecina. Le dijeron que un acuerdo con su teoría, las “drogas madres” tenían
curandero iba a tratar a una hijita enferma, y le pidie- virtudes curativas ocultas y, para liberarlas, había
ron que ella estuviera presente en la habitación con que diluirlas y sacudirlas tantas veces como fuera
la niña, para tranquilidad de la familia. Angélica ac- necesario, hasta que las sustancias hubieran desapa-
cedió al pedido, se sentó en una silla, en un rincón de recido y sus poderes curativos se hubiesen liberado.
la pieza, mientras esperaban al curandero; y allí es-
Hahnemann era un seguidor de Mesmer;
tuvo orando continuamente para que los ángeles de
creía en el magnetismo animal. En su libro, escribe:
Dios estuvieran presentes protegiendo a la niña. El
“Las curaciones verdaderas sólo se verifican por me-
curandero llegó, se acercó a la cama de la enfermita,
dio de la homeopatía y el mesmerismo. El magne-
se arremangó la camisa y comenzó a moverse. Pero,
tismo animal, o mesmerismo, es una fuerza curativa
muy pronto, se puso nervioso y dijo: “Aquí hay algo
de cuya realidad sólo pueden dudar los insensatos.
que me impide trabajar”. Salió precipitadamente de
Por medio de tactos, obra de una manera
la pieza y, al cruzar frente a nuestra hermana Angéli-
homeopática”.2
ca, le dijo: “Usted, ¡sepa que yo curo!” y se fue.
Pretensiones de la homeopatía. “La sucu-
¿Qué o quién sería lo que le impidió “traba-
sión y la dilución logran la dinamización de los me-
jar”? La respuesta está en el Salmo 34:7. “El ángel
dicamentos”: la “droga madre” que se desea “poten-
de Jehová acampa alrededor de los que le temen y
ciar” se diluye colocando 1 cc en 99 cc de agua, en
los defiende”.
una botella de 150 cc, para que se pueda sacudir
La homeopatía bien. Se tapa con un corcho y se sacude enérgica-
mente cien veces; así se ha logrado la “primera di-
Esta forma de paramedicina con pretensiones namización”. El procedimiento se repite sacando 1
terapéuticas es, quizá, la más difundida. En casi to- cc de la primera botella y agregándolo a los 99 cc de
das las farmacias se publicita la homeopatía. agua que tiene la segunda botella, que se tapa y se
Conocer los orígenes, las pretensiones y la sacude cien veces. Ésta es la “segunda dinamiza-
realidad de la homeopatía es importante para no caer ción”. El mismo procedimiento se repite decenas de
en sus engaños. veces, y se pretende que la “potencia” del medica-
mento es tanto mayor cuanto más veces se lo haya
Orígenes de la homeopatía. El médico ale- diluido y sacudido.
mán Samuel Hahnemann, nacido en 1755, al com-
probar la ineficiencia de las drogas usadas como me- Además de las gotas, los medicamentos ho-
dicamentos en su tiempo, a las que denominó alopá- meopáticos pueden presentarse en glóbulos, que se
ticas, ideó los preparados homeopáticos. En el año preparan diluyendo la droga madre con azúcar de
1810, publicó su famoso libro El Organon de la Me- leche (lactosa), batiéndola en un mortero y repitien-
dicina. En él, explica que “Similia similibus curan- do el procedimiento de dilución, mortero y batido
tur”, es decir: “Lo similar cura lo similar”. La alopa- tantas veces como con las botellas.
tía, sostenía él, pretende curar por medio de lo con- La realidad de la homeopatía. La verdad es
trario. Por ejemplo: para curar una diarrea, se usaba que ya a la sexta “dinamización” ningún análisis
un antidiarreico, pero la farmacología científica aún químico logra identificar la sustancia “medicamento-
no había nacido, y el antidiarreico era ineficaz. En- sa”, y que a la décima “dinamización”, de acuerdo
tonces, había que tratar la diarrea con algo que pro- con las leyes químicas, ya no puede haber ninguna

2 Samuel Hahnemann, El Organon de la Medicina (1810), pp. 131, 244.


2
molécula de la sustancia original en el “medicamen- sana todas tus dolencias” (Salmo 103:2, 3). En su
to”. amor, nos pide que oigamos atentamente su voz, que
hagamos lo recto delante de sus ojos, que demos oí-
Por esta razón, en el Foro Mundial de la Sa-
do a sus mandamientos y guardemos todos sus esta-
lud, volumen IV, de 1983, se realiza esta afirmación:
tutos, “Porque yo soy Jehová, tu sanador” (Éxodo
“La homeopatía y la medicina científica no tienen
15:26).
absolutamente nada en común”.
Nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo,
Quizás una explicación de por qué sigue
y hemos de glorificar a Dios en nuestro cuerpo (1
prosperando la homeopatía en este mundo engañoso,
Corintios 6:19, 20). Por eso, si comemos, bebemos o
sería la relación existente entre la teoría homeopática
hacemos cualquier otra cosa, debemos hacerlo todo
y la doctrina espiritista. Según el espiritismo, cuando
para la gloria de Dios (1 Corintios 10:31). Mediante
el hombre muere, su espíritu inmortal se libera y tie-
el espíritu de profecía, Dios ha actualizado sus con-
ne una potencia que nunca tuvo cuando estaba ence-
sejos, revelándonos cuáles son los verdaderos reme-
rrado en el cuerpo, al igual que cuando la materia de
dios que, al formar parte del estilo de vida de sus hi-
la droga madre va desapareciendo, su poder terapéu-
jos, promoverán nuestra salud.
tico va aumentando y, cuando no queda nada de ma-
teria, la preparación homeopática está en su máxima “El aire puro, el sol, la abstinencia, el descan-
potencia. so, el ejercicio, un régimen alimenticio conveniente,
el agua y la confianza en Dios, éstos son los verdade-
La verdadera medicina ros remedios”.3 “[...] Dios es tan ciertamente el Au-
¿Cuál es la medicina que Dios nos ha dado tor de las leyes físicas como lo es de la Ley moral.
como iglesia? Es la medicina fundada en la Revela- Su ley está escrita con su propio dedo sobre cada
ción y en la ciencia. La Revelación precede a la nervio, cada músculo y cada facultad que ha sido
ciencia en milenios, en siglos o en décadas, pero no confiada al hombre”.4
puede haber conflictos entre la verdadera ciencia y la “Indúzcase a la gente a que estudie la mani-
revelación divina, porque ambas proceden de la festación del amor de Dios y de su sabiduría en las
misma fuente. “Porque grande es el Señor nuestro, obras de la naturaleza. Indúzcase a que estudie el
de mucho poder, y su entendimiento es infinito” maravilloso organismo del cuerpo humano y las le-
(Salmo 147:5). En Dios el Padre y en Cristo, “están yes que lo rigen. Los que disciernen las pruebas del
escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del amor de Dios, que entienden algo de la sabiduría y el
conocimiento” (Colosenses 2:2, 3). Porque “no hará buen propósito de sus leyes, así como los resultados
nada Jehová el Señor sin que revele su secreto a sus de la obediencia. [...] en vez de ver en la obediencia
siervos los profetas” (Amós 3:7). Este Dios, omnisa- un sacrificio o un renunciamiento, la tendrán por lo
piente y amante, ha sido siempre el médico de su que es en realidad: un inapreciable beneficio”.5
pueblo. Él nos dice: “Amado, yo deseo que tú seas
prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así Finalmente, nuestra única seguridad contra
como prospera tu alma” (3 Juan 2), y nos aconseja los engaños del diablo consiste en dejarnos conducir
que no olvidemos “ninguno de sus beneficios, por- por el Espíritu de Dios y ser, de esta forma, hijos de
que él es quien perdona todas tus iniquidades, el que Dios (Romanos 8:14); en pedir a Jesús lo mismo que
le pidieron sus discípulos: “Señor, enséñanos a orar”

3 Elena G. de White, El ministerio de curación (Buenos Aires: ACES, 1990), p. 89.


4 __________Palabras de vida del gran Maestro (Buenos Aires: ACES, 1991), p. 152.
5 __________El ministerio de curación, p. 105.
3
y “auméntanos la fe” (Lucas 11:1; 17:5). Y entonces,
orando con fe, rogar al Padre, en el nombre de Jesús,
que nos dé el Espíritu Santo, aferrándonos a su pro-
mesa: “Vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo
a los que se lo pidan” (Lucas 11:13). Sólo así podre-
mos hacer los cambios que Dios desea que realice-
mos en nuestro estilo de vida, viviendo a la altura de
la luz que él nos ha brindado, que incluye “la luz de
la reforma pro salud, que ha de preparar a su pueblo
para la segunda venida de Cristo”. 6
_______________
Pedro Tabuenca, es médico cirujano y pastor. Fue
director del Sanatorio Adventista del Plata y decano
de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Univer-
sidad Adventista del Plata. Actualmente jubilado,
reside en Libertador San Martín, Entre Ríos, Argen-
tina. Se le puede escribir a:
ptabuenc@lsmartin.com.ar

6 Elena G. de White, Consejos sobre el régimen alimenticio (Buenos Aires: ACES, 1995), pp. 81-83.
4

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