Madre Rosa y la Providencia

1. “Tú me escribes sobre las miserias, las necesidades de la casa. Mi Dios ¿qué
hacer?... Pero no falto en tener inmensa confianza en el Señor, que El, aunque
miserables provee.” (C. 258, 2 – Vol. I)

2. “Recemos, para que el Señor nos mande la providencia y no perdamos jamás el

coraje, siempre confiadas en el misericordia de Dios, desconfiar, jamás.” (C. 260, 4
– Vol. I)

3. “Hijita, coraje y paciencia, verás que pronto el Señor vendrá con especial
providencia. …no me falta mínimamente la confianza en Dios Padre. El cuando
menos pensemos proveerá. Recemos con fervor, para que nuestras oraciones puedan
alcanzar el corazón amoroso de Jesús, es allí donde se encuentra la fuente de toda
riqueza tanto espiritual como temporal.” (C. 54,3 – Vol. II)

4. “Dejemos estas cosas inútiles y pasemos a la sustancia que para nosotras es

aquella de la casa… siento que la Providencia viene y esperemos, siempre
confiemos en Dios. Quien en El se confía, todo tendrá…” (C. 215,3 – Vol. II)

5. “Recen de corazón y verán que la providencia la tendrán, porque yo les digo que
tienen necesidad; no riquezas, pero quisiera que no tengan deudas”. (C. 292, 11 –
Vol. II)

6. “Tú me hablas de providencia, también aquí hay un gran trabajo. Paciencia, así
quiere el Señor. Esperemos, confiemos, todo tendremos.” (C. 315, 2 – Vol. II)

7. “… recomiéndale que procure darles de comer bien a las Hermanas, que el pan
sea bueno. Este es mi deseo. Ya que la providencia viene, procuren de no dejarse
faltar nada, desperdiciar no, contra la querida perla de la pobreza, no, pero ni
siquiera el poco y mal, ya que están muy cansadas” (C. 249,4 – Vol. III)

8. “Estoy muy contenta el saber que la providencia no les falta, como los enfermos;
te recomiendo de no exponer a las religiosas a grandes fatigas. Si es necesario te
 mandaré otras, pero que por caridad no se fatiguen excesivamente. Un poco de vino
sabroso, si tienen necesidad, que el almuerzo, la cena sea cosa nutriente…” (C.
306,5 – Vol. III)

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