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MASA RELATIVA

Alumno: Adolfo Arturo Calderon Moriano


La segunda ley de Newton establece que la aceleración de un objeto es inversamente
proporcional a la masa del objeto. Cuanto mayor sea la masa de un objeto, menor será
su aceleración si se le aplica una fuerza neta dada. A veces se llama masa inercial, para
enfatizar que mide la inercia, esto es, la resistencia a alterar el estado de movimiento o
reposo del objeto. En otras palabras, la masa es una propiedad de los objetos que se
opone a la aceleración cuando se aplica una fuerza. Todo esto se reúne en una
expresión tan simple como F=m.a , donde F es la fuerza neta que actúa sobre el
objeto, m es la masa (inercial) y a la aceleración resultante.

A partir de la segunda ley de Newton podemos afirmar que una fuerza constante
producirá una aceleración constante. Por tanto, si una vez que un objeto se está
moviendo, se le continúa empujando con la misma fuerza, seguirá acelerándose,
yendo más y más rápido. Y, según la fórmula de Newton, no existe límite a la velocidad
que puede alcanzar. Pero esto es inconsistente con la teoría de la relatividad, que
impone un límite de velocidad para objetos en el espacio de c = 299.792.458 m/s, la
velocidad de la luz en el vacío. Hay que alterar pues la expresión de la segunda ley de
Newton para que tenga en cuenta este hecho.

Einstein lo hizo afirmando que m, la masa inercial, no permanece constante, sino que
aumenta a medida que aumenta la velocidad, un hecho que se observa
experimentalmente, por ejemplo, en partículas elementales a alta velocidad.

Si la masa inercial aumenta con la velocidad eso quiere decir que se requiere cada vez
más fuerza para conseguir la misma aceleración, y finalmente haría falta una fuerza
infinita para intentar alcanzar la velocidad de la luz. Einstein dedujo de los dos
postulados de la teoría de la invariancia que la inercia de un objeto en movimiento
aumenta con la velocidad, y lo hace de forma completamente análoga a la que empleó
para la dilatación del tiempo. Como cabía esperar, llega a una expresión equivalente a
la que encontró para el tiempo: mm = me/√(1-v2/c2), donde mm  es la masa del objeto en
movimiento relativo, y me es la masa del mismo objeto antes de que empiece a
moverse, estático. Muy a menudo a me  se la llama masa en reposo. [1]

De forma similar a nuestro análisis de la expresión para los intervalos de tiempo,


encontramos que, a medida que aumenta la velocidad de un objeto, la masa
observada a partir de un marco de referencia estacionario también aumenta.
Alcanzará una masa infinita (o indefinida) si alcanza la velocidad de la luz. Esta es otra
razón por la cual no puede hacerse que algo que posea masa alcance la velocidad de la
luz; requeriría, como decíamos antes, aplicar una fuerza infinita para acelerarla a esa
velocidad.
Por el mismo argumento, los objetos que sí se mueven a la velocidad de la luz, como la
luz misma, deben tener masa en reposo cero. Siguiendo el resultado de Einstein de
que la masa de un objeto aumenta cuando está en movimiento en relación con un
observador estacionario, la ecuación de Newton que relaciona la fuerza y la
aceleración puede escribirse como una ley más general de la sigiente
forma: F = me·a /√(1-v2/c2).

Démonos cuenta de que, para velocidades muy pequeñas en comparación con la


velocidad de la luz, como las de nuestro mundo ordinario, esta fórmula se convierte de
forma continua en F = m·a. De nuevo vemos que la física de Einstein no es una ruptura
con la de Newton, sino una continuación de la misma

BIBLIOGRAFIA
Tomé, C. (2018, 30 enero). La relatividad de la masa. Cuaderno de Cultura Científica.

https://culturacientifica.com/2018/01/30/la-relatividad-la-masa/

Vince, M. (2017, 28 junio). Longitud, masa y tiempo relativista.

https://fenomenoselectricosoyalum.blogspot.com/2017/06/determinacion-de-la-

naturaleza_28.html

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