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(5 N\/6 ANGEL RODRIGUEZ LUNO BTICA GENERAL Cuarta ediclén renovada UCA - Biblioteca Central COA 10001336586 GUuUNSA EDICIONES UNIVERS IDAD DE NAVARRA, PAMPLONA S.A. nT Escaneado con CamScanner Capitulo V Inclinaciones, tendencias y pasiones I. LAPERSONA HUMANA EN CUANTO SUJETO DE DESEOS Y PASIONES ‘Ya hemos dicho que «ser» significa algo en parte igual y en parte distinto (analogfa) para la persona que para los entes no personales. Para la persona, «ser» es «ser-con»: la persona «co-cs»'. Es impensable la existencia de una sola persona, que serfa algo asf como una tragedia 0 un absurdo metafisico. Puesto que el ser personal del hombre es poseido y modulado por la esencia humana, en ésta hay que buscar la razén de las particulares consecuencias que el «ser- con» tiene para ¢] hombre. Concretamente, ahora se trata de entender cémo y por qué el «ser-con-otro» o el «ser-con-otros» se manifiesta en nuestro caso también como capacidad de «ser-afectado-por otros», es decir, como afectividad y como pasién?. 1. Alma y cuerpo EI ser de la persona humana hace subsistir un espiritu que es esencialmente también la forma de un cue! Por e: ic fa unidlad de la ener ta humane eet absoluta simplicidad. Consiste mds bien en la composicion 1, Clr. capitulo I, subapartado V, 1 y la bibliografta allf citada 2. fin exta lines puede cousultarse con utilidad La interpretacién de La teoria de las pasiones pro puceta por Haran, S., Virtuous Passions The Formation of Christian Character, Paulist Press, New York-Mahwah (New Jersey), 1993. En los dltunes afios ha auientado mucho el interés sobre La pal- cologia moral. que se eatudta desde puntos de vista bastante diversos. Chr, por ejemplo, FLANAGAS, O - Kowry Onstixnnxo, A (eds ), fdenitty, Charucter, anal Morality Essays in Moral Paschology, The MIT Press, Cambridge (Massachusetts) London 1990), KUrrexsan, 1, Character, Oxtord University Preas, New York Oaford 1991, Manton, A Bausetant, C. (eda), Psicologia ¢ sviluppe morale della persona, Edizivas Deboutaic, Bologna 1992; BLL, LA., Moral Perception and Par, pewlanty, Cambndge Unsversity Press, Cambridge 1994, Jacous, 1, Practical Realism aad Moral Prychology, Geurgetown University Press, Washington, D.C. 1995, Escaneado con CamScanner 156 EL SUJETO MORAL -principios: uno material y otf iritual. Uni6n sustancial significa que no se trata de la unidn de dos entes ya constituidos, sino de que el clemento ma- terial queda estructurada como cuerpo humano por el alma racional. El. cuerpo humano noes independiente del espfrity, coma tampgco el espfrity iuimano es _ idiente del cuerpo mientras est edndolo, La dependencia es tan es- trecha, que hasta Ta actividad humana més espirilual est4 de algtin modo perme- ada de la condicién corpérea, de modo andlogo a como el cuerpo esté goberna- do y finalizado por el espiritu. También en el plano de la accién hay una wuliar zaci6n exterior, sentido ectado sto que lo significa siendo la ———— nsiones lo que. ci ¢ la modalidad especifica del Del hecho queelalmaracionalhhumana informe un cuerpo se deriva que ef hombre posee las facultades operativas propias de la. vida vegetativa y de la vida sensitiva, ademds de las que son especificas de la vida racional. Las facul. tades principales de Ia vida vegetativa, que es la nica posefda por las plantas son la nutriciGn, el crecimiento y la reproduccién. La vida sensitiva se caracteri. 2A Por tener ademas un sistema perceptivo (sentidos externos ¢ internos) y un Sistema apetitivo, por los que se establece una relacién con el medio ambiente eneaminada a la satisfaccién de las funciones vegetativas del organismo. A tra, vés de la percepcion sensible el animal capta un estimulo al que sigue una tes. Puesta apetitiva regulada instintivamente, es decir, de modo automiitico y no modificable. La vida intelectual propia del hombre se caracteriza por el conoci. miento intelectual y la voluntad libre. A través de ellos el hombre escapa a la ne- cesidad del citcuito estimulo-respuesta, pues la inteligencia priictiea y la libre decision son el principio de sus acciones: sea de las dirigidas a la realizacién de las funciones vegetativas y sensitivas, que por tanto dejan de ser reguladas por cl instinto y pasun a ser objeto de un gobierno moral; sea de las que son propias de la vida imtelectiva: comprensién del significado de las cosas amen interper- Sonal, adhesion a valores ideales, busqueda de la justicia, desarrollo de In técni- ca, etc.”’, . as facultades operativas de los diversos grados de vida exis ¢ inter. Ganexida ecard iterconexi6n significa que existe entre ellas una depen dencia recfproca tal’ que la alteraciOn de una no queda limitada a ella, cine que Provoca también alteraciones en Ia funcionalidad de las demas, La jerarquia res- Ponde al principio de que cada grado de vida presupane el inferior y ae beng cia del buen desarrollo de los superiores. Baste considerar, como ejemplos, los siguientes hechos; la actividad de la razén y de la voluntad presupone Ia acta. 3. Para una visiGn algo més detallada de las funciones de los tes grados de vida, cft. Yeres Stonx, R.. Fundamenios de Antropologia. Un ideal dela excelencia humana, EUNSA, Pamplona 1996, pp. 27-31 Escaneado con CamScanner INCLINACIONES, TENDENCIAS Y PASIONES 137 cin del conocimiento y de 1a apeticién sensibles, los cuales presuponen a su vez la integridad de las bases orgédnicas de los sentidos, del cerebro, etc.; las te- acciones emotivas suclen causar un cambio corporal momentineo (aceleracion * del ritmo cardiaco, temblor, segregacién de adrenalina, etc.), y los conflictos emotivos més graves pueden dafiar algunas funciones vegetativas (anorexia, y en general las enfermedades de fuerte componente psicosomitico). Una consecuencia importante, que convendrd no perder de vista a lo largo de este capitulo, es que en el hombre dificil aistar lo vo de lo i Ci ‘SuDsiste, pero en el plano funcional practico lo sensitive y Jo intelectual actian si en reciproca conexién. La afectividad humana es distinta de la sensibi- 1igad animal. porque contiene elementos que pi Tal ne 2. Naturaleza y libertad ‘La complejidad estructural de la ana como sujeto moral no se iva Ginicamente de la composicion de alma y.cuerpo. Existe también un nivel’ de composicion propio de Ta racionalidad humana, en cuanto gue ella represen- tq una particular sintests de naturaleza y libertad. La distinci6n entre naturale- ary Wibertad tiene un significado diverso en cl plano entitativo y en el plano operative. 1) Enel. éntitatiy listincid libertad no origi- ‘na nin; dualismo antro ico, En el. is Bred ora ro ea all aan seentiende en sentido fisico o cosmolégico, como.modo-de-sémjods-obmar jtual y alo libre; debe tomarse, por gLcontrarie-en-su-acepci6n, i Ty cit naturaleza (ole propia o la peculiar manera de ser de unente considera; io de su Sinan 8 especificn La natu facades ated gin os fauinque sf lo sea el tipo de naturalezas de que se ocupa Ia Fisica), Siig que es un principio uni we pueden muy bien ser lib L el espfritu es una naturaleza no menos que un viviente irracional. ET hecho de Que sea propia del espfritu Ja apertura hacia lo universal no invalida el concepto metafisico de naturaleza espiritual, La dificultad que puede existir en la préctica para integrar los diversos ele- rmentos psiquicos y carncterioldgicos en la ceidn libre no procede de la distin- cién, en la raz6n y en Ja voluntad, de una dimensién natural y de otra libre, sing de la no perfecta integraci6n de las funciones propias de la vida vegetativa, sen- sitiva y racional. En el plano entitativo, del que ahora estamos hablando, tincidnentre-naturalezay libertad, dentra.de i een Escaneado con CamScanner 158 EL SUJETO MORAL eniiltimo término a una de las coi : acto es (0 del sujeto, y procede de él; el sujeto no es acto puro. Por tanto, es preciso presuponer en el sujeto algo que no ha sido puesto por al, porque la posicién serfa un acto y un acto no puede poner sus propias condiciones intrin- secas, es decir, las que determinan desde dentro la estructura tf de ese acto. Aquello que es presupuesto por cl acto de un espfritu finito es la naturaleza es- piritual. Y en ese sentido lo espiritual tiene también una dimension natural, aun- que se trate de una naturaleza abierta al ser en toda su universalidad (anima quo- dammodo omnia)‘. 2) En el plano operativo, en cambio, la distincién entre naturaleza y liber- tad es una verdadera distincién entre dos principios operativos, es decir, entre dos modos de obrar netamente diversos, caracterizados respectivamente por la determinatio ad unum y por la autodeterminacién’*. Mientras que los procesos naturales estén determinados ad unum, lo propio de la libertad es la autodeter- minacién, es decir, la no existencia de otra determinacién que la que procede de la propia decisién. Sin embargo, esta diversidad en ef modo de obrar no puede prolongarse indefinidamente, porque también la actividad libre de la persona Ppresupone unas primeras evidencias naturales en la raz6n prdctica y una inclina- cidn natural de la voluntad hacia su objeto formal propio, que es la ratio boni en toda su amplitud®, Santo Tomds de Aquino denomina «voluntas ut natura» a la inclinacién o tender natural dela vollad Rachael bien COptadS Come Tal por Ts aaa Tazo que es el fundamento y la condicién de iii iat ESTE TOP leccién— ante los bienés Concretos («voluntas ut ration)’. Esto no quiere decir que algu- nos actos concretos de la voluntad (algunas decisiones) sean necesarios mientras que otros son libres. Significa, mas bien, que.la.voluntad i - —y¥ por ello necesariamente, antes, y con independencia de cual- quier acto del individuo— una facultad de ien que le presenta la inte- 2 SEI sta como aspiracién.a.la.felicidad*, La tendencia de Ta voluntad al bien inteligible constituye su horizonte intencional bisico y la razén de su automovimiento, cuya presencia informa a nivel fundamental todos los ac- tos concretos de la voluntad, que son siempre libres. Tado lo que se quiere libre- 4. Sobre este tema cfr. Dr FIVANc®, J., Etica generale, Tipografica Meridionale, Cassano Murge (Ban) 1984, pp. 459 ss. La idea de sujeto como acto puro o pura autoposicién que no presupone una nnaturaleza es Upicamente idealista, Quizd sea Fichte quicn ha ofrecido una formulacién mAs clara. 5. Chr. $.Th., 1, q.10, a. 1, ad 1, 6. Ch, ibd. 7. Sobre el concepto tomista de voluntas ut natura, eft. ALVIRA, T., Naturaleza y libertad. Estu- dio de los conceptos tomistas de «voluntas ut natura» y «voluntas ut ratios, EUNSA, Pamplona, 1985. 8. A esta dimensién natural de 1a voluntad nos hemos referido en la Parte Segunda del libro, cuando deciamos que sélo se puede saciar por completo en la visién de Dios. Escaneado con CamScanner 159 INCLINACIONES, TENDENCIAS ¥ PASIONES. mnente-sequiere.parqieainteligencia descubre.en-ello una ra7sn de bien que a composicién de an Ja sfntesis de naturaleza y li- a en entendier que la libertad humana no €s pura iniciativa aah pare Mliiiaciames ¥ necesidades Tigatas a su corporeidad, a su sencitildad ¥ a su misma naturale7a racional, que. Ss embargo. slo es posi- ble satisfacer mediante el comportamiento inteligente y libre, tes. deta no-libertad son-contimeamente elevadas donde siempre son de algiin modo transformadas_y a ve- ccs correridos.o.incluso, rechazados. La libertad se alimenta de motiyaciones _ ®. La sociabilidad humana presupone la individuation oS trasciende sin anularla, Introversin y extroversién representan diferenne i Viduales en el desarrollo de esta tendencia, La tendencia a ser-paracme nn una mayor unién y dedicacién alos miembros de una comunidad viel (iar oe estirpe) que genera un vivo sentido de purtcipacién, Las tendenclas anata, se manifiestan en el deseo de «dejar huella», de enriquecer el propio gens Con los frutos del trabajo y de la inventiva personal. Es un seetelo inet s aportar algo de valor ala sociedad. El deseo de saber es la tendencia n oephan el propio horizonte vital através del conocimiento, No es un simple saben poder, que habrfa que relacionar ms bien con Ins tendencias delyo inion sino saber como bisqueda de sentido. «En la satisfaccign del deseo de eetanet 20. Ibid., p. 149. Escaneado con CamScanner INCLINACIONES, TENDENCIAS ¥ PASIONES. tas como si el ser se nos manifestase como creacién de un Logos legislador y orde- nador. Lo que nos impresiona y maravilla es realmente el ser y cl modo de ser, en los que se manifiesta la fuerza creadora de un fondo metaffsico, Naturalmen. te, sdlo tardfamente se transforma el impulso al saber en la pureza de esta temé- tica. Parece ser que genéticamente se aspira al conocimiento, primero como ins- trumento de la conservacién individual y de la tendencia a lograr superioridad, para hacerse después plenamente independiente» ™, La tendencia a amar y a ser amado representa el interés mAs radical del hombre. El amor puede existir bajo diversas formas: amor de concupiscencia, amor de benevolencia, que se llama amistad cuando es recfproco, amor como donacién. Del amor nos ocuparemos més adelante con detalle. Las tendencias normativas se dirigen a ideas 0 valores abstractos, como la verdad, la justicia, la solidaridad, etc., y representan la capa- cidad humana de trabajar y entregarse en favor de la afirmacién y promocién de tales valores, que son vistos como algo cuyo fundamento estd «mds alld del hombre». Si son rectamente interpretadas, estas tendencias expresan una capaci- dad de auténtica trascendencia. Las tendencias trascendentes buscan «en el mundo una esfera del ser que supere a la relatividad y fugacidad del yo indivi- dual y le sustraiga a ella. Aquello que aqui se busca y se investiga es, pues, siempre un absoluto»”. Puede manifestarse como impuiso artistico, como aspi- racién metafisica y como biisqueda religiosa”. No nos interesa aqui indagar los fundamentos de esta clasificacién, que ciertamente podria ser modificada y mejorada*. Nos limitamos a sefialar el sig- nificado del tercer grupo de tendencias o tendencias transitivas, Con palabras de Lersch, «es evidente que la experiencia de la individuacién provoca por si mis- ma la aparicién de un nuevo grupo de tendencias que son las de estar-més-allé- de uno mismo, las de trascender el yo. Se hallan dirigidas a la participacién en el mundo, pero no en el sentido de la posesi6n, del querer-tener, sino de la de- pendencia del yo individual respecto del mundo, con lo cual encuentra un con- trapeso la conciencia de la individuacién. Desde el punto de vista genético la ey periencia de la individuaci6n es la condicién necesaria para que el hombre empiece a preguntar y buscar mAs alld de s{ mismo. Pero este preguntar y buscar 21. Ibid, p. 164, 22. Ibid., p. 170. . . 23. ‘Téngase en cuenta que trxzamos aqut, de modo sumario, una descripeidn fenomenotigica de los contenidos de la vida anfmica. Nada se ha dicho acerca de la consistencia y Ceraigmnenmacitn real de los feoémenos descritos. De lo que hemos dicho no cabe concluir que la metafisica no tengs oun verdad, ai La religion otra consistencia objetiva, que la de ser un desarrollo de determinados Isicas y religiosas no 300 con pulsos bumanos Lo dnico que ir es que las tealidasles metafisicas y mnaita, pues icin en ella unta cortespondencia inicial 00 por la ealulad misma, Con otras pala- GE Sint gi apy cece bras, no se Uf ninguna furma de «reduction antropoldyica” cncenvamente cree ne ttl ate eudora de la concepeién Kantiana de la razén, por lo que v¢ reflere sobre tno 4 la SPS razim prictica y raza te6rica, a los Lunites de esta Ultuna y al concepto de libertad. Escaneado con CamScanner 166 EL SUJETO MORAL tienen su temdtica propia y original, pues ahora ya no sc trata de valores de sig- nificado ni que se refieran a la conservacién y seguridad de la existencia, 0 a la utilidad, poder 0 estimacién. En las tendencias supraindividuales o transitivas el hombre es mas bien atrafdo por algo que se halla allende el yo individual» existencia de una tendencia a estar con k s.otros-y-a.ser para los otros ilumina iento antropolégico de Ta fisticia yde la solidari ind en general, de la ética sot - El hombre'es capaz Were ef. a SUS como iguales al, y de promover el bien de ellos en cuanto tal, y no s6lo porque ello redifide ene! bien propio ka capacidad de aulenascendencia permite Sape: racel indtil ro de querer fundamentar Ja ética social exclisivame ne terés propio ( (self-interest). 10 uestra.la imporiancia auténoma del ejercicio de la inteligencia en- !a captacién del sentido del miindo y de {a vida, ast como de la biis- bsGluto: Bate ejereivio di éligencia, que podriamos Hamar sa- uede quedar reducida ni supfantado por. la.cazonapstrumental, es Ta inieligencia, oc necesario, dirigido a domi hurdlez'ei order ala Seguridad y expansion del-yoy de su jiecesidades individuales-(afaii dé tener, fe Geena IE aeons aco etc.). El destt'deconocer-la'vey lesde el punto de vista antropo- importante i como se explicé en el capitulo IV. / La coordinacién e integracién de las diversas tendencias no es algo yal dado de manera inmodificable. Esti condicionado por las diferencias caracterio! l6gicas individuales y por las concepciones de la vida que se afirman en las di- versas sociedades y culturas. Cada temperamento individual y cada cultura re- Presenta un punto de partida parcialmente diverso desde el que se ha de ~~ emprender la marcha hacia el equilibrio y la integracién requeridas por un géne- ro de vida adecuado al bien de la persona. La regulacién y encauzamiento de las tendencias en cada individuo es tarea propia de las virtudes éticas, IL. La AFECTIVIDAD HUMANA: SENTIMIENTOS Y PASIONES Si las tendencias son como un movimic ¢ sale del sujeto y se proyec- ta sobre-eF mundo; orientandorla-buisiieda y Ia petcepcidi tar emaciomese-3en- timientos constituyen la resonancia uiente a Ta PELEPION SERS fectual. En -— Tour lined 23 Woon tale Uotie & 0 ‘Lerscu, ‘tura de la personalidad, p. 147. Aclaramos que Lersch lama ee de Meine (ae fines de las tendencias del yo individual. Con relacion a toy de as ten- dencias transitivas habla de «valores de sentido». ye rtean 1 PUA OW oO NN Oni De. Tannin tas Escaneado con CamScanner ete eee lo poe O- L I~ OH is feu INCLINACIONES, TENDENCIAS ¥ PASIONES ao ee (HA d WES en cada momento,.en el encuentro con.elL mundo, a las interrogaciones implici- tas-en las tendenciass**. Los asia ane td ATA Oat as offalos ha amado «pasiones». EI sentt= 4 anaes indauia la toma de-pasiciGn,deliberada de la libertad ante lo qué 8 ha conocido, aunque suyo-apunta hacia.un comportamisiito-(fa alegria Racia eae la indignaci6n hacia la agresién), peraen si mismo, el sentimiento humano es una reaccién, a la Yez.orgdnica,psiquica-y-espiritual, causada porel bien percibido, y entonces la reaccidn.es.positiva (alegria, entu- siasmo, estimacién, ternura, etc.), 0, por-el mal. ibido,-y-entonces.es negativa (tristeza, temor, susto, pesadumbre, indignacién, preocupaci6n, etc.). La afectivi one de manifiesto.que.el-hombrento-es-puramente activo, sing que normalmente es afectado y modificado por el bien o el mal percibido, antes de Dra eS WMV eH ANTE a ién receptivo.-Arist6teles lo explica, en su libro Acerca del alma, de la siguiente manera: tres son los elementos que causan el comportamiento de los seres animados: «uno es el motor, otro aquello con que se mueve y el tercero, en fin, lo movido. El motor es, a su vez, doble: el que permanece inmévil y el que mueve moviéndose. Pues bien, el que permane- ce inmévil es el bien realizable a través de la accidn, el que mueve moviéndose es la facultad desiderativa —en efecto, el que desea se mueve en tanto que de- — yea, ya que el deseo constituye un movimiento 0, mds exactamente, un acto— y (© lomovido es el animal», mientras que el deseo mueve a través de las faculta- iO des motrices corporales. El deseo es, en definitiva, un «motor movido». A esta idea, la afectividad afiade s6lo que él hombre es afectado y modificado por el . 0 Aga y el mal no sélo segiin la inteligencia y la voluntad, sino también segtin los ~ itidos y las facultades desiderativas de la sensibilidad e incluso segtin las fun- Ciones vegetativas, que se alteran cuando se produce la emocién (latido del co- razOn, tensi6n muscular, expresién y color de la cara, agitacion, etc.). Afrontamos el estudio de la afectividad, primero, desde el punto de vista descriptivo de la Psicologia y, en segundo lugar, desde el punto de vista filos6fi- co de la Etica. 1. Fenomenologta de los sentimientos Puesto que las emociones o sentimientos estén intimamente relacionados con las tendencias, se puede adoptar para ellos la misma clasificacién utilizada Para las tendencias*, Emociones ligadas a las fehul neta dete waa Son 26. Thid., p. 21. ree nntee ta Tame Calva Martinez. Escaneado con CamScanner 168 ELSUJETO MORAL por ejemplo: el placer y el dolor; el aburrimiento, Ia saciedad y la repugnancia; la diversién y el fastidio; la alegrfa, la aflicci6n, el embeleso y el pénico. Dentro del campo de las tendencias del-yo individual, estén ligadas al instinto de con- servation emociones como el susto, la excitaci6n, la ira, etc. Emociones ligadas a la autoestimacién son, por ejemplo, la vivencia de inferioridad, la vergiienza, el desprecio de sf mismo, etc. En el dmbito de las tendencias transitivas, con las tendencias dirigidas hacia el pr6jimo estan ligados sentimientos como la simpa- tfa y la antipatia; la estima y el desprecio; el respeto y Ia burla; el amor, el odio y la compasién, etc. Emociones como la alegria de crear, el asombro, la admira- ci6n, etc. estén relacionados con otras tendencias de este tercer grupo. La Psicologfa distingue los sentimientos de los estados de dnimo. Los pri- meros son emociones de breve duracién, mientras que los segundos son més Persistentes; en todo caso, no se puede establecer una distincién rigida entre am- bos, pues existen fenémenos emotivos que estn a mitad de camino. Pueden ser- vir como ejemplos de estados de énimo los relacionados con Ia vitalidad, que se manifiestan en las personas que normalmente son alegres, joviales o festivas, 0 en Jas que habitualmente son tristes, melancélicas o amargas. BIA, OU \L OULD CHOX timient | conce| sOfi- ala deliberacién racional, aunque también se admite la existencia de pasiones Consecuentes, 0 sea, de pasiones deliberada y libremente suscitadas por la per- ‘sona. Py to, en segundo lugar, su Card ensible, muchas veces unido a una alteracién corporal (aceleracién del ritmo cardfaco, tension muscu, lar, etc.), en el senti i bles que Signe al conocimiento sensible y a la estimacién de lo conocido por parte de los sentidos interiiés, la inteligencia revise esa estimacién y la conside- re verdadera o falsa, realista o exagerada, etc. Sin embargo, dificil queuna pasion sea puramente sensible -sea-porque-el-eonocimionta hu- mai a es puramente sensible, sea porque lastendencias, alas que Jas pa clones se refieren, afectan también a la voluntad. El espanto, el horfcr, la preo- cupacién, @ (0, fa compasién, el entusiasmo, etc. no son en el hombre fenémenos exclusivamente sensibles. Lo que les da su caricter de pasién es, so. bre todo, el ser antecedentes a la deliberaciont Yala decision libre- Lersch porque nos parece un buen ejemplo, suficientemente equilibrado, aunque con lados débiles. No nos corresponde a nosotros hacer una comparacién exhaustiva de las concepciones propuestas ppor las diversas escuelas psicol6gicas. 29. Asflo hacen filésofos como Sto. Toms, Descartes, Hume, Spinoza, etc. Escaneado con CamScanner . . \ : ova re morn eudr Talon cd INCLINACIONES, TENDENCIAS Y PASIONES NWO bol Warawy) 169 Se debe aclarar, en tercer lugar, que, al menos para la filosoffa tomista, las pasiones no son algo necesariamente negativo 9 violento, aunque en e} lenguaje” Ordinario se hable te pasiones principalmente en ese sentido. Las pasiones.son movimientos no yoluntarios, y a veces también inyoluntarios, que de suyo deno- tan Ja conveniencia o no conveniencia.de-lo-que-se percibe respecio-al-sujetomy que aportan una energia motriz que la libertad,podré y deberd-aprovechar mu- chas veces Si Ti’pasiérrainteccdente es muy fuerte, lo que no es frecuente, difi- culta ommeuso anula la objetividad del examen racional y la libertad de la deci- si6n, pero lo tinico que puede decirse en general es que la pasi6n, tanto en su dimensién valorativa como en su componente motriz, ha de ser interpretada y valorada por la raz6m, porque la pasién no es de suyo una gufa certera. Sto_Tomiis de Aquino dedicé amplio espacio al estudio de las pasiones®, Borgue es concede una impOTEne poreancha capital pata Hi viderwforal del hombre. El Aquinate distingue las diversas pasiones sobre la base-de-tres-criterios: 1) Para su distincién genérica-se_fundamenta en Ja distincién de dos facul- tades apetitivas sensibles: el apetite-cancupiscible, que tiene como_abjeto-et bien deleitable: la placentero; el apetito irascible o impulso agresivo, que se di- rige hacia el bien conveniente, pero dificil de conseguir] Lal F estar: eT bien arduo, que se presenta como una mezcla de conveniencia y de in- conveniencia, porque su consecucién requiere esfuerzo y lucha. Segtin este cri- terio, las pasiones del apetito concupiscible siempre son diversas de las del ape- tito irascible. 2) Las diferencias entre los objetos de las pasiones seguin el bien y el mal, y también segtin la presencia o ausencia del bien o del mal. Las pasiones que miran al bien deleitable ausente (deseo) son diversas de las que miran al bien le presente (gozo))y de las que reaccionan ante el mal presente o ausen- teza y aversion), 2 —— 7 3) Slo para ef apetito irascibld,se emplea un tercer criterio, que consiste en la diferencia del movimiento del apetito sensible ante un mismo objeto: por ejemplo, acercamiento hacia un bien arduo ausente, pero posible de alcanzar_ (esperanza) 0 alejamiento del mismo bien én cuanto considerado imposible de lograr (desesperaci6n o desdnimo profundo). Sto. Toms distingue de este modo las siguientes pasiones: 1) Enel apetito ¢ a )nacienda-abstaccidn de [presencia © susencia del glamor uel bien y el odio hacia el mal: el amor ¢s la p: , porque es el modo en que inicialmente el hom- bre se siente afectado por un bien; b) respecto a un objeto ausente: deseo del bieay+-aversigno huidgdelmal; c) respectade un objeto presente o pose(do: 8220 (0 alegria) del bien y (risteza.ante-el.mal, Bene 4 OCs deseo G ttre 30. Chr. $.7h., LIL, qq. 22-48. fe 4 Goxo tr rlerye Escaneado con CamScanner 170 \hK EL SUJETO MORAL 2 Enel apaite irascible; s)-respeeto-2_un-bien arduo ausente.considerado 10 posible de alc: 7 Ta esperanza; si considerado_imposible de alcanzar: la desesperacign;.b) respecio.del mal ausente, considerado posible de evitar; audacia, siconsiderado.imposible de eyilat:.temar;.c) respecto.a.un. mal presepte: la ira. Esta clasificacién presenta a primera vista el inconveniente se ser algo abs- tracta y formal, en el sentido de que desatiende Ia diversidad de los bienes dese- ados y Ia de los miales temidos (no es lo mismo el deseo de ser alabado que el deseo sexual; es muy diverso el temor de pasar algo de hambre que el de perder la vida). Sin embargo, se ha de considerar el punto de vista desde el que ha sido establecida. Mientras que la Psicologia quiere describir los contenidos de la vida ica, descripcién que Ia Filosofia puede utilizar sin dificultad alguna, la Eti- ca centra su atencién en el acto libre, ysexamina las pasiones segtin su posible relacién con él. La Etica considera las pasiones atendiendo a la tarea que plan. teaala razén y ala voluntad si Titeg ion en'taconducia libre yen su recta ordenacién nioral-Ast; por ejemplo, hay pasiones.qiie empujan ala accidn (et deseo, la ira) y que frecuentemente hal rd.que frenar; hay otras que paralizan 0 — Mevan a.huir-de Ja accién debida (desesperacién, miedo), y que obligan-etaca- zon y ala voluntad-einsistirendaaccién a, pesar del obstdculo que esas pasjones Tepresenian. Su incidencia en la libertad y responsabilidad del querer es también — distinta--asi_por ejemplo, el deseo y el miedo influyen de muy dive sa. manera carla libertad del acto-con.él gue se contrae el matrimonio: el miedo, cuando Tetine ciertas Condiciones, puede constituir una verdadera coaccién que hace nulo el matrimonio; Feo ese de.contraer matrimonio, por_eLcontrarig, no atentia.en absoluto Ia fibertad con que se convae, ~ Se ha de afiadir, por otra parte, que Santo Tomas, al tratar de las virtudes gue ordenan las pasiones, introduciré ulteriores distinciones segtin los diversos Uipos de bienes y males, y asf distinguiré, por ejemplo, la virtud que regula el de- seo y el gozo sexual (castidad) de la que ordena el deseo y el gozo ligado a la bebida (sobriedad) y de la que modera el deseo y el gozo ante la propia excelen- cia (humildad). Ello demuestra que en el estudio detallado de las virtudes éticas se tiene presente de algtin modo el tema especifico de cada impulso o tendencia, como hace normalmente la Psicologia. TV. La INTEGRACION DE LA AFECTIVIDAD EN LA CONDUCTA LIBRE 1. La ordenacién moral de la afectividad: el problema de la integracién Los sentimientos o pasiones ponen de manifiesto que las cosas 0 las perso- € os rodean no nos son’indiferentes, puesto que «nos afectan»-y-«nos 31. Lescu, Pu, La estructura de la personalidad, cit., p. 187. Escaneado con CamScanner td iets Swe INCLINACIONES, TENDENCIAS Y PASIONES YEON WI modifican», Causan en.nosotros reacciones interiores que nos permiten valorar on nuestra intimidad y en nuestras tareas: la alegria ante una per- sona querida, el miedo ante una situaci6n desconocida, la vergiienza ante un error, son manifestaciones de nuestro modo de sentir y vivir el encuentro con el mundo y con nuestros semejantes. En los sentimientos «lo que se recibe del mundo externo aparece bajo el signo del valor, del significado que posee para la tematica de las tendencias»*!. Por eso, los sentimientos se modulan entre lo po- sitivo y lo negativo (placer-dolor, simpatia-antipatia, respeto-burla), y estén Ia- mados a desempefiar un importante papel en Ja percepcién humana de lo bueno y de lo malo. Los sentimientos contienen una primera valoracign, esbozan una toma de posicién y sugieren wid PORTETe linea de conducta ante lo percibido. Por eso, consideréndolos en s{ mismos, su valor moral depende de lavver- dad o falsedad de la valoracién que contienen y de la correccién o incorreccién _moral de la toma de posicién que esbozan y de la linea de conducta que sugien reno a la que impulsan. Es decir, el problema reside no en el sentirse afectado, sino en la cualidad de lo que modalidad segtin la cual nos afecta, Sentirsé afeetado positi , "To que realmente €¢ bueno _y.nega nie (disgu ‘stimisr unhien-y-predispone al buen ejerci i de Ja libertad; lo contrario debe decirse de quien se siente atraido por el mal y experimenta disgusto ante el bien. En todo caso, el poder «ser afectado» por lo bueno y lo.malo.es parte esencial de la con- dicign humana, por leg Ta Véitimos enseguida, y para ello debe = libertad y.objetividad-del Fjizio.pedatico. Los Tendienos afectives no tienen la posibilidad de determinar directamense la accién voluntaria, pero pueden hacerlo indirectamente, a través de la inteligencia que presenta a la vo- luntad su objeto (ex parte obiecti™). La experiencia demuestra que 1 pasién Puede llevar a la persona a no apartar la imaginacién y el pensamiento de deter- Escaneado con CamScanner gusto, aversion) por 16 que es MALO, éS'enstmismo ~~ 222? 220n00n. s 7 tte 172 EL SUJETO MORAL minados objetos, y por esa via la pasién puede condicionar dispositivamente el juicio prictico de la raz6n, esto es, el modo de considerar y de valorar una deter- minada situacién. El juicio de la raz6n practica estima la conveniencia de algo para mf, y al hacerlo ha de atender a los dos términos de la relacin de conve- niencia: a las cualidades del objeto y a las disposiciones actuales del sujeto. Es evidente que la venganza no es valorada de la misma manera por una persona mientras esta fuertemente irritada por la ofensa recibida que cuando, pasado un to tiempo, ha recuperado la serenidad interior”. En la medidaen que la afectividad va adquiriendoma-conformidad establ con la raz6n, a través de Jas yirtudes morales, se obtiene un segunda gbjetivo de su educacign mOFAT Ta potenciacién-e uiilizacion positivade sus funciones propias. este propésito hay que considerar, en primer lugar, que la dimensign cognoscit va aesetieads, eS decir, (Lhecho de que las virnides éticas sean necesa- rias no sélo para hacer lo que es bueno, sino también, y antes, para saber qué es lo teranticipador de Ia interrogacidn contenida en las tendencias y en la valoracion contenida en_los sentimientos. Vas iendencias y los sentimientos debidamente edycados permiten encontrar com rapidez, penetracio acierto la so- Iucién moralmente correcta aos problemas. que hic et nunc se-nospresentan, Con Palabras de Aristotélés, el hombié Virtuoso

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