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Jack el Destripador
Desde hace mucho tiempo los asesinos en serie o serial killers son objeto de
estudio. Se analizan las causas que mueven a un individuo a perpetrar los más
horribles crímenes de forma reiterada.
Rasgos Psicológicos
Muchos de los asesinos en serie presentan un pasado problemático, con
frecuencia han sido víctimas de malos tratos o abusos en la infancia (físicos o
psicológicos). Es también habitual que exista una relación entre los abusos
recibidos y los crímenes por ellos cometidos.
Harrison Graham: 7 asesinatos
Para entender a un asesino en serie es clave su capacidad para fantasear
sobre el acto del asesinato. Con frecuencia sueñan compulsivamente con el
sometimiento, la dominación, el maltrato. En la mayor parte de casos disfrutan
nutriéndose de historias relacionadas con el sadismo, las violaciones, las
torturas y los crímenes.
Algunos rasgos clave pueden apreciarse en su infancia, considerándose signos
de alerta:
La piromanía
La crueldad hacia los animales
La enuresis o presencia de micciones incontroladas a partir de la edad
normal en que los niños superan tal comportamiento
Se considera que cuando el asesino en serie comienza con su actividad
criminal no es frecuente que pueda frenarla, no consigue dominar sus impulsos
homicidas.
William Suff: 22
asesinatos
Ejemplos
Ted Bundy
Ted Bundy, acusado del rapto, violación y asesinato de más de treinta mujeres
(aunque la Policía estima que pudo haber asesinado a cerca de cien),
concuerda con el perfil de asesino en serie organizado. Con un nivel formativo
superior, siendo un buen estudiante en las Universidades de Tacoma y
Washington, donde cursó Psicología y Derecho. Poseía un gran carisma, la
gente le miraba con una mezcla de respeto y temor. Comenzó su actividad
como asesino en serie en 1974 con el asesinato de Lynda Ann. Su actividad
como asesino perduró durante los años 74 y 75. Tras fugarse en dos ocasiones
volvió a asesinar, volviendo a ser detenido en 1978.