Está en la página 1de 7

El aborto

Un aborto es un procedimiento para interrumpir un embarazo. Se


utilizan medicinas o cirugía para retirar el embrión o el feto y la
placenta del útero. El procedimiento es realizado por un profesional de
la salud con licencia.

La decisión de interrumpir un embarazo es muy personal. Si piensa


someterse a un aborto, la mayoría de los profesionales de la salud
sugieren asesoría psicológica.

La pérdida espontánea del embarazo antes de la vigésima semana de


gestación, que puede causar dolor físico y emocional.
El tipo más común de pérdida del embarazo ocurre debido a que el
feto no se desarrolla normalmente.
Los síntomas incluyen la eliminación de fluidos, sangre o tejido por la
vagina, y dolor en el estómago o la zona lumbar. También es común
sentir tristeza y aflicción.
Desafortunadamente, una vez que se inició un aborto espontáneo, no
hay tratamientos para detenerlo. Sin embargo, se pueden usar
medicamentos o procedimientos (como la dilatación y el legrado) para
evitar complicaciones. También se recomienda asistir a terapia y a
grupos de apoyo.
La pérdida del embarazo podría producirse por muchas razones, y en
ocasiones la causa sigue siendo una incógnita incluso después de que se
realicen pruebas adicionales.

Causas posibles
La pérdida del embarazo a menudo se produce cuando un embarazo no
se desarrolla normalmente.

En muchos casos, los abortos involuntarios son producto de un problema


con los cromosomas en el feto.1 La cantidad de cromosomas que tiene
un feto ─demasiados o muy pocos— puede afectar su supervivencia.

Entre otras causas posibles de la pérdida del embarazo se incluyen las


siguientes:
 Exposición a las toxinas del ambiente
 Problemas de la placenta, el cuello uterino o el útero2
 Problemas con el esperma del padre2

En muchos casos, no obstante, un proveedor de atención médica no


puede identificar la causa o las causas de la pérdida del embarazo.

Factores de riesgo
Los problemas con cromosomas se producen con mayor frecuencia en
los fetos de padres más grandes, en particular entre las mujeres que
tienen más de 35 años.1 Por este motivo, el riesgo de pérdida del
embarazo aumenta a medida que los padres envejecen; es mucho más
alto a los 45 que a los 35 años de edad.1

Las mujeres que tuvieron abortos involuntarios anteriormente también


tienen un mayor riesgo de pérdida del embarazo.2

Los problemas de salud, como las enfermedades crónicas, de la madre


que también pueden aumentar el riesgo de embarazo incluyen los
siguientes:

 Enfermedades crónicas, tales como presión arterial alta, diabetes,


enfermedad tiroidea o síndrome de ovario poliquístico (SOP)
 Problemas con el sistema inmune, tales como trastornos
autoinmunes
 Infecciones (como gonorrea o Zika sin tratar)
 Problemas hormonales
 Peso extremo, tales como obesidad o delgadez excesiva
 Factores del estilo de vida, como consumir drogas3 o
alcohol,4 fumar5 o consumir más de 200 miligramos de cafeína por
día (igual a alrededor de una taza de café de 12 oz)6,7

Los hallazgos de un estudio del NICHD sugieren que las mujeres que
tienen un mayor riesgo de pérdida del embarazo debido a dos o más
pérdidas anteriores podrían aumentar sus posibilidades de llevar un
embarazo a término tomando una aspirina de dosis baja todos los
días   si tienen niveles altos de inflamación.
La investigación reciente también ha descubierto que las náuseas
matutinas —náuseas y vómitos durante el embarazo— están vinculadas
a un menor riesgo de pérdida del embarazo. Los investigadores del
NICHD siguen su investigación para encontrar otros factores que podrían
indicar un menor riesgo de pérdida del embarazo.

En Ciudad de México, desde la aprobación de la ley en 2007 y hasta


el pasado 30 de junio, se realizaron 237.643 interrupciones legales del
embarazo, según datos de las autoridades capitalinas .

Asesinato
El asesinato es una forma de homicidio que constituye
un delito contra el bien jurídico de la vida de una persona física, de
carácter muy específico, que consiste en matar a una persona
incurriendo en ciertas circunstancias específicas, dependientes del
legislador, tales como la alevosía, el precio, la recompensa,
la promesa o el ensañamiento aumentando deliberada e
inhumanamente el dolor del ofendido. Es un tipo
de homicidio calificado. Se considera asesinato cuando una persona
causa la muerte de otra y lo lleva a cabo con alguno de los tres
supuestos (o los tres juntos) de ‘alevosía’ (se realiza a traición o
cuando se sabe que la víctima no va a poder defenderse),
‘ensañamiento’ (aumentando deliberada e inhumanamente el
sufrimiento de la víctima) o ‘concurrencia de precio’ (cometiendo el
crimen a cambio de una retribución económica o material).
Cometer un asesinato está castigado con una pena que va desde los
15 a los 20 años de prisión como mínimo, elevándose hasta los 25
años si concurren dos o más circunstancias específicas del delito: se
cometió con ensañamiento y alevosía, con concurrencia de precio y
alevosía, con cualquier combinación de las tres o con los tres
supuestos al mismo tiempo. En algunos países se sanciona
con cadena perpetua o incluso con la pena de muerte.
Artículo 329

Aborto es la muerte del producto de la concepción en cualquier


momento de la preñez.

Artículo 330

Al que hiciere abortar a una mujer, se le aplicarán de uno a tres años


de prisión, sea cual fuere el medio que empleare, siempre que lo haga
con consentimiento de ella. Cuando falte el consentimiento, la prisión
será de tres a seis años y si mediare violencia física o moral se
impondrán al delincuente de seis a ocho años de prisión.

Artículo 331

Si el aborto lo causare un médico, cirujano, comadrón o partera,


además de las sanciones que le correspondan conforme al anterior
artículo, se le suspenderá de dos a cinco años en el ejercicio de su
profesión.

Artículo 332

Se impondrán de seis meses a un año de prisión, a la madre que


voluntariamente procure su aborto o consienta en que otro la haga
abortar, si concurren estas tres circunstancias:

I.- Que no tenga mala fama;

II.- Que haya logrado ocultar su embarazo, y

III.- Que éste sea fruto de una unión ilegítima.

Faltando alguna de las circunstancias mencionadas, se le aplicarán de


uno a cinco años de prisión.

Artículo 333

No es punible el aborto causado sólo por imprudencia de la mujer


embarazada, o cuando el embarazo sea resultado de una violación.

Artículo 334

No se aplicará sanción: cuando de no provocarse el aborto, la mujer


embarazada o el producto corran peligro de muerte, a juicio del
médico que la asista, oyendo éste el dictamen de otro médico, siempre
que esto fuera posible y no sea peligrosa la demora.

LAS CONSECUENCIAS DEL ABORTO 


Médicos Sin Fronteras (MSF) se esfuerza por reducir la mortalidad y el
sufrimiento en las poblaciones afectadas por conflictos y crisis. La
organización médico-humanitaria está decidida a luchar contra
las principales causas de mortalidad materna, incluyendo el aborto
no seguro.

El aborto no seguro es una de las cinco principales causas de


mortalidad materna –junto con las hemorragias, las infecciones, la
presión arterial alta (preeclampsia y eclampsia) y el parto obstruido–, y
además es la única de las cinco que es casi totalmente
prevenible. Estas cinco causas son responsables del 75% de las
muertes maternas en todo el mundo; el aborto no seguro, por su parte,
es responsable de al menos 1 de cada 12 muertes maternas.

Según un estudio liderado por la Organización Mundial de la Salud


publicado en 'The Lancet', de los 55,7 millones de abortos que se
solicitaron aproximadamente cada año entre 2010 y 2014, alrededor
de 25 millones fueron abortos no seguros. El aborto no seguro tiene
consecuencias médicas que en muchos casos son irreversibles y que
pueden causar la muerte de la mujer embarazada. MSF es testigo una
y otra vez de cómo, cuando no hay servicios accesibles de aborto
seguro, muchas mujeres recurren a métodos no seguros a pesar de
los considerables riesgos que entrañan.

Se calcula que, cada año, al menos 22.000 mujeres adultas y


jóvenes mueren a causa de abortos no seguros, el 97% de ellas en
África, Latinoamérica y el sur y oeste de Asia*; además, siete
millones de mujeres tienen que ser hospitalizadas cada año por
complicaciones tras someterse a este tipo de prácticas a manos de
personal sin la cualificación necesaria y en entornos sin los mínimos
estándares médicos. Algunas de estas mujeres sufrirán algún tipo de
discapacidad permanente y otras nunca podrán tener más hijos. En
todo caso, estas cifras son solo estimaciones ya que muchas mujeres
y jóvenes no pueden buscar atención médica aunque sufran
complicaciones y nadie sabe cuántas mueren.

Médicos respondiendo a una cuestión médica

Prevenir la mortalidad y el sufrimiento causados por un aborto no


seguro requiere tres acciones principales: proporcionar
anticonceptivos para evitar embarazos no deseados, ofrecer servicios
de interrupción sin riesgos (incluyendo proporcionar asesoramiento a
la mujer) y tratar las complicaciones resultantes del aborto.
Médicos Sin Fronteras incluye los servicios de atención para la
interrupción voluntaria del embarazo dentro de sus programas de
atención materna, después de estudiar las disposiciones legales y la
percepción de la comunidad y del personal sanitario.

MSF no tiene una posición política ni ética sobre el aborto; como


organización médico-humanitaria, considera las consecuencias de los
abortos no seguros como una cuestión médica a la que hay que
responder. Los riesgos de un aborto no seguro son bien conocidos y
pueden prevenirse prestando una atención adecuada a estas mujeres.

Las muertes a causa de abortos no seguros se reducen enormemente


cuando la mujer puede acceder a servicios médicos. Por ejemplo, tras
la legalización del aborto en Sudáfrica en 1996, diversos estudios
confirmaron que, para el año 2000, la mortalidad materna por abortos
no seguros se había reducido en un 91%; además, el número de
mujeres con infecciones causadas por estos procedimientos se había
reducido a la mitad.

Complicaciones del aborto no seguro

MSF no alienta el aborto en absoluto. La interrupción del embarazo es,


exclusivamente, elección de la mujer. El único objetivo de MSF es
evitar las consecuencias del aborto no seguro.

Cuando una mujer está decidida a interrumpir su embarazo, buscará la


forma de someterse a un aborto independientemente de si el
procedimiento es seguro y legal o no. Y si no le es posible acceder a
un aborto en condiciones médicas seguras, arriesgará la vida para
interrumpir el embarazo. Cuando ocurren complicaciones derivadas de
un aborto no seguro, la mujer suele renunciar a buscar ayuda médica
profesional por temor a las consecuencias sociales que esto le pueda
acarrear.

Las principales complicaciones de un aborto no seguro son


hemorragia grave, infección, peritonitis y lesiones en vagina y útero;
también pueden darse consecuencias a largo plazo que afecten a
embarazos futuros, entre ellas la infertilidad.

MSF y el aborto no seguro


No todos los proyectos de salud sexual y reproductiva de MSF
cuentan con un componente de atención a las consecuencias de
abortos no seguros. Sin embargo, dado el impacto que los abortos no
seguros tienen en la mortalidad, MSF quiere implementar todas las
medidas posibles para responder a esta cuestión.

En 2019, en sus proyectos en todo el mundo, MSF atendió 329.900


partos, de los cuales 27.300 fueron con cesárea. También atendimos a
28.800 víctimas de violencia sexual y a 25.800 mujeres y niñas por
complicaciones sufridas tras someterse a abortos en condiciones no
seguras; a cerca de 21.500 mujeres y niñas que lo solicitaron MSF les
proporcionó un servicio seguro de interrupción del embarazo. En
algunos de los hospitales donde trabaja MSF, hasta el 30% de las
complicaciones obstétricas atendidas se deben a abortos no seguros.

También podría gustarte