Cémo los nifios supieron muchas cosas sobre los arboles
Lee y sabras muchas cosas curiosas sobre los Grboles
Hatiamos salido de excursion, y después de una maiiana transcurrida ale-
gremente, nos dispusimos a almorzar; al concluir nos sentamos unos debajo de
los Arboles, en tanto que otros se pusieron a dar vueltas por el campo. De pron-
to, oimos la voz del maestro que decia:
—¢Por qué has golpeado ese arbol, Fermin? {No ves que lo lastimas?
Fermin, avergonzado, solté el palo con que estropeaba una mata de mangos.
~Y a propésito, maestro, diganos algo de las plantas —rog6 Manolo.
—Vengan, que el tema es muy interesante —repuso el maestro.
Para comenzar he de decirles que las plantas, al igual que las personas,
necesitan alimentarse para poder vivir.
El alimento de las plantas es de dos clases; liquido y gaseoso. Absorbiendo
el agua toman las sustancias que en ellas hay disueltas. Como las raices unica-
mente pueden absorber liquidos, las plantas podrian vivir teniendo sus raices en
agua que contenga los minerales que ellas necesitan; pero no podrian vivir en
una tierra seca. El segundo alimento de las plantas son unos gases, los cuales
absorben del aire.
-yComo puede ser eso? —pregunté Raul al maestro.
~Muy facilmente -repuso éste.Las hojas de las plantas estan preparadas para la respiracién, esto es, para
absorber gases.
El mas importante de los gases que necesitan las plantas es el bidxido de car-
bono, que en cambio, es muy perjudicial al hombre y a los animales.
El bidxido de carbono esta compuesto de oxigeno y carbono, y las plantas,
con ayuda del sol, lo descomponen, reteniendo el carbono y dejando escapar el
oxigeno. Es por esto por lo que la vida del campo es tan beneficiosa, ya que en
él abundan las plantas; el bidxido de carbono se halla en proporciones mas
Pequefias que en las ciudades, pues dichas plantas lo recogen. En cambio, como
las plantas desprenden oxigeno, tan necesario a la vida del hombre, este gas
abunda en el campo.
—Maestro, {las hojas de las plantas vienen a ser sus pulmones? —pregunté
Leonardo.
—Si, efectivamente, asi es —respondié el maestro.
Y lo mismo que las personas, exhalan vapor de agua por los poros.
Una planta de girasol exhala unos dos litros de agua diarios, y un arbol de
extensa copa humedece el aire que le rodea.
Ya les he dicho como las plantas expelen oxigeno durante el dia; pero cuan-
do llega la noche respiran como nosotros y entonces despiden biéxido de carbono.
De aqui que sea muy perjudicial el dormir en una habitacién donde haya
muchas plantas.
—Maestro. {las plantas tienen enemigos? —pregunté Antonio.
—jOh!, si; pero ellas tienen diversos medios de combatirlos. Por ejemplo,
para que la especie se conserve siempre, hay ciertas plantas que producen milla-
res de semillas; la verdad es que tienen que luchar contra el viento, contra las
raices de otras plantas y contra el mas formidable de sus enemigos: el hombre.
Este hace caer, bajo el peso de su hacha, los mas corpulentos arboles, olvidan-
do que estos son sus mejores amigos, ya que facilitan con su evaporacion la pre-
cipitacién de las Iluvias, regularizando el clima y permitiendo el desarrollo de
los frutos.
Siendo los arboles los grandes purificadores de la atmésfera, ustedes com-
prenderan cudntos perjuicios recibimos con sus constantes talas. Como un
medio de evitar esto, cada ciudadano debia proponerse sembrar, de tiempo en
tiempo, por lo menos un arbol.
Y levantandose, el maestro dijo:
—jArriba, muchachos, que ya es hora de_ marcharnos!Pienso, escribo y aprendo.
respiran por
compuesto de
durante