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Poder judicial de la nación

Juzgado nacional de primera instancia en lo civil nº1 Secretaria única. Paso Texas. 714 piso 6º
Ciudad del paso Texas. Juez: Diana Laura Gómez Salinas, perito psicológico de oficio,
matricula Nº 7111998, con domicilio ciudad Renacimiento M.7 L.11. S1 Ciudad Acapulco
de Juárez, teléfono 7442915180 mail. Dianalaugs8@gmail.com. Designado en el expediente
12345, daños y prejuicios VS. Respetuosamente digo: Que en cumplimiento de lo ordenado
he procedido a realizar la evaluación psicológica del joven Ricardo Leyva Muñoz Ramírez.
Remitiéndose el presente dictamen parcial. Datos. Nombre: Ricardo Leyva Muñoz Ramírez
Nacimiento: 29 de febrero de 1960. El Paso, Texas, Estados Unidos. Dirección: El Paso Texas.
Nacionalidad: estadounidense. Escolaridad: Jefferson High School Ocupación: Trabaja en un
Hotel. Religión: Satanismo criado como Anglicano.

Motivo de informe.

La presente Investigación sobre el caso de Richard Ramírez, un asesino serial, que radicaba en
el Paso Texas, Estados Unidos. Su forma de atacar no era precisa, ni tenía un patrón el cual
seguía, su forma de ataque solo era en causar daño y miedo a sus víctimas, no era como otros
asesinos seriales que tenían un solo patrón, su forma de actuar era imprecisa. El motivo es
buscar las causas de este crimen que el cometió, cuál era su forma de actuar ante sus
víctimas, investigar su niñez, adolescencia, cuáles fueron los motivos por el cual el decidió
cometer esos asesinatos, lo importante de esta investigación es que quedo claro que hubo antes
de todas esas muertes, de todas las torturas que el cometía a sus víctimas, el informe se
requiere para establecer y tener en claro su forma de pensar, su formación cognoscitiva,
si tenía algún trastorno o déficit que lo hacía actuar de tal manera.

Metodología.

TÉCNICAS EMPLEADAS.

En base a la información obtenida hasta ahora, se le aplicara una prueba psicométrica a


Ricardo Ramírez, esto ayudara a recabar información más extensa en base al caso que se está
presentando, la prueba que se le aplicara se basa en la relación del caso, en poder obtener una
precisa respuesta y pueda ser de ayuda para el informe, se explicara cómo es que se aplicara e
información del test:

Prueba de Bender.
Se trata de una prueba de filtro, que identifica aquellos casos donde existe una muy alta
posibilidad de presentar alteración cerebral orgánica, pero no discrimina el tipo de lesión, su
extensión, localización o etiología. Por otra parte, las evidencias detectadas por medio de
este instrumento requieren de ser contrastadas con la información diagnóstica obtenida a
partir de otras pruebas psicológicas, tales como la Escala de Inteligencia de Wechsler para
Adultos (WAIS), el Dibujo de la Figura Humana, etc. (Groth-Marnat, 1990). Diagnóstico
diferencial entre cuadros amplios de trastornos mentales, a través de métodos de
interpretación cualitativos y cuantitativos Detección de patrones de ejecución que se
correlacionan con rasgos específicos de la personalidad. Interpretación de la prueba de Bender.
sebe iniciarse con la descripción de los indicadores conductuales, observados durante la
aplicación y gráficos, que se aprecian sobre la ejecución final. Los indicadores conductuales se
refieren a aquellas manifestaciones verbales o motoras, actitudes y métodos de trabajo
desplegados por el individuo mientras realizaba la tarea. Para detectarlos es necesaria una
observación cuidadosa por parte del examinador; ésta debe ser completa pero no intrusiva, se
recomienda que no constituya una amenaza o un distractor, por lo que, si se decide tomar notas
durante la aplicación, deberá hacerse con discreción y sin darle una importancia excesiva.
Es importante que el examinador esté familiarizado con la interpretación de los indicadores
conductuales, de tal manera que su descripción se centre sobre aquellos que son significativos,
evitando reportar conductas intrascendentes.

Información recabada - Primeros años.

Ramirez nació en un matrimonio bastante conflictivo y disfuncional. Su padre, un obrero y


expolicía originario de Ciudad Juárez (México), era sumamente violento con todos sus hijos, a
quienes propinaba brutales palizas, en especial al propio Richard. Cuando era niño, este quedó
inconsciente tras golpearse la cabeza con un columpio mientras jugaba en el parque, lo que
provocó que sufriera ataques de epilepsia hasta la pubertad. Su adolescencia estuvo marcada
por su relación con su primo Miguel Mike Ramirez, un Boina Verde y veterano condecorado de
la guerra de Vietnam, quien, con orgullo, le mostraba a Richard numerosas fotografías en las
que salía él cometiendo crímenes de lesa humanidad y violando, torturando, asesinando o
posando junto a cadáveres mutilados de mujeres vietnamitas. Además, Mike le contaba a
Richard los escabrosos detalles de sus crímenes de guerra y le enseñaba técnicas para asesinar
con sigilo que había aprendido en el ejército. Richard estuvo presente también cuando, en 1973,
Mike asesinó a sangre fría a su esposa con un disparo de escopeta, luego de una violenta
discusión. Parte de la sangre de la mujer salpicó a Richard y no se sabe a ciencia cierta si
experimentó terror o placer, dado lo que sucedió en su infancia, Miguel llevaba a Richard a
caminatas nocturnas las cuales eran que estos entrasen por la ventana de casas sin saber quien
vivía allí. Historia criminal. Ramírez fue un joven problemático durante su adolescencia: a los 9
años comenzó a robar y más tarde a consumir drogas en Texas, su estado natal. Trabajando en
un hotel, solía entrar a las habitaciones para robar a los huéspedes; en una ocasión intentó violar
a una mujer que se encontraba sola en su habitación, hecho que fue impedido de forma fortuita
por el marido de ésta, quien golpeó a Ramírez, pero el matrimonio más tarde rehusó volver
al hotel para ponerse en contacto con la administración, por lo que no se presentaron cargos.
Una vez establecido en Los Ángeles, Ramírez empezó a asesinar, sin pautas concretas, lo
cual hacía más difícil su detención: mataba a personas sin importar su sexo, raza, edad o
condición. Las armas utilizadas iban desde un bate de béisbol a un puñal, pasando por varios
tipos de pistolas. Su modus operandi también oscilaba, ya que podía asesinar de una manera
organizada sin dejar pista o matar sin ningún cuidado creyéndose amparado por Satanás,
dibujando signos satánicos en las paredes, comiendo en casa de sus víctimas, robándoles
el dinero que llevaban encima o dejando las armas homicidas en el lugar del crimen. Su juego
preferido era salir de caza, acompañado por un walkman. Al principio, solo golpeaba y violaba,
dejando incluso a la mayoría de sus víctimas con vida, pero después se hizo más sádico. Por
ejemplo, mataba a los esposos y violaba a las mujeres y después las mataba (con excepción de
dos casos).

Arresto, juicio, condena y muerte.

Richard Ramirez fue capturado gracias a su última víctima, la cual sobrevivió al ataque y tuvo
la fortaleza, tras ser su marido asesinado y ella violada, de asomarse por la ventana. Vio escapar
a Ramirez en una furgoneta Toyota de color naranja, y se lo comunicó a la policía
inmediatamente. Casualmente un adolescente, vecino de la víctima, había anotado la matrícula
de la furgoneta, puesto que ésta le había parecido sospechosa. La policía localizó la furgoneta
y tomaron las huellas dactilares, dando con la ficha policial de Ramirez. La ciudad de Los
Ángeles se llenó de carteles con el rostro del «acechador nocturno», que en aquellos días estaba
fuera de la ciudad, ajeno a la orden de busca y captura. A su vuelta, su rostro ocupaba
todas las portadas de los periódicos locales. Preso del pánico huyó e intentó sin éxito robar
tres vehículos, fue golpeado con una barra de hierro en la persecución y finalmente estuvo a
punto de morir linchado. Tuvo que ser la propia policía la que le salvara del linchamiento. Fue
acusado de 14 asesinatos, 5 intentos de asesinato, 9 violaciones (entre las cuales tres fueron
a menores), 2 secuestros (solía secuestrar a niños para abandonarlos a cientos de kilómetros
de su casa, solo por el placer de hacerlos sufrir), 4 actos de sodomía, 2 felaciones forzadas, 5
robos y 14 allanamientos de morada. A pesar de estos datos, se estima que actuó en muchas
más ocasiones, dado que su modus operandi no era fácilmente identificable y él nunca colaboró
con la policía dando datos de sus crímenes. Finalmente, el 3 de octubre de 1989, tras cuatro días
de deliberaciones, el jurado votó por la pena de muerte para Richard Ramírez, y el 4 de
noviembre fue ratificada la sentencia de 19 penas de muerte, la cual se supone se llevaría a cabo
en el corredor de la muerte de la cárcel de San Quentin. En 2009, fue encontrado culpable de la
violación y asesinato de una niña de nueve años. Ramírez murió de insuficiencia hepática
en el Hospital General de Marín en Greenbrae, California, en la mañana del 7 de junio de 2013,
con 53 años de edad. En el momento de su muerte, Ramírez llevaba más de 23 años
condenado a muerte y esperando su ejecución por el estado de California. Dado que su
matrimonio se deterioró con los años, Doreen Lioy desapareció y nadie reclamó su cuerpo.
Por ello, sus restos fueron incinerados

Inimputabilidad.

A pesar de muchos aplazamientos, algunas apelaciones que argumentaban inimputabilidad


por incapacidad mental, el jurado nunca las acepto, y nunca cambio el fallo de la pena de muerte
dado inicialmente. Ricardo Ramírez fue abusado, agredido, emocional y físicamente por su
padre, mal influenciado por la crueldad del primo, afectado cuando niño físicamente por golpes
accidentales, desviado conductualmente por las drogas, pero nada de ello comprobó ser
un indicio de discapacidad mental que alegaba su defensa. Antes de su muerte por cáncer, ya
tenía una fecha establecida para su ejecución.

Conclusión.

Richard Ramírez fue un asesino es serie, dado que mató bastante más que tres veces, guardando
períodos de descanso. Su cociente intelectual no se acercaba a ser elevado, más bien medio,
socialmente inmaduro, con nula calificación laboral, hijo menor; con una disciplina exigida por
la fuerza bruta del padre, características que lo identifican más con ser un asesino desorganizado
que organizado. Hay versiones que afirman que había sido organizado hasta que se sintió
demasiado seguro de no ser descubierto, pero no hay hechos que lo compruebe. Parece haber
sido contagiado por el primo, respecto al gozo por hacer sufrir a los demás, sintiendo de esa
forma un enaltecimiento de su ego, o de que falta de autoestima que seguramente su
padre se la había puesto por los suelos. Su perfil criminológico se salía de los esquemas
conocidos por los investigadores, debido a que, al escoger al azar a sus víctimas, estas podían
ser de cualquier género, edad, etnia, ocupación. Parecía su deleite residir solo en el hecho de
sentir tener poder sobre sus víctimas, llegando a perdonar sus vidas si le adulaban, o, por el
contrario, castigarlas sacándoles los ojos por tan sólo percibir en ellas una mirada retadora y de
repudio. Todo esto respalda el calificativo de hedonista y sádico. Él no se preocupaba por
manipular, alterar o deshacer la escena del crimen, más bien lo que predominó fue dejarla tal y
como la ocasionó. Esto reitera una vez más que él fue del tipo desorganizado. Las pruebas
fueron contundentes. Fue un azar del destino que muriera de cáncer antes de cumplirse su
pena de muerte. Su creencia en el demonio no lo caracteriza ser un visionario (quien ve o
escucha voces o tenga alucinaciones o fantasía). Tampoco es un orientado por misión. Sí se
apega bien, como se escribió antes, al hedonismo. Se percibió claramente cómo los indicios de
las balas calibre 22, más las huellas de sus zapatos tendían a ser evidencias clave hasta que las
hace públicas la alcaldesa de San Francisco. La huella dactilar en el retrovisor fue determinante
para que los investigadores lograran identificar al asesino en serie, obteniendo después
mayores evidencias en un vehículo que le pertenencia del <Merodeador= (otra pistola, balas,
etc.)

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