Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Santo Tomás de Aquino Vida y Obra
Santo Tomás de Aquino Vida y Obra
Licenciatura en Derecho
Nació entre 1224 y 1225 en el castillo Roccasecca (hoy en ruinas), en el Reino de Nápoles,
a mitad de camino entre Roma y la ciudad de Nápoles. Hijo del Conde Landulf y la Condesa
Teodora de Theati, Aquino pronto se relaciona con la dinastía Hohenstaufen de emperadores
romanos. De hecho, la familia de Aquino esperaba que éste siguiera el camino benedictino,
ya que era el destino esperado para cualquier hijo de la nobleza italiana. La familia gozaba
de importantes conexiones políticas, y los padres de Tomás alimentaban la esperanza de que
se convirtiera en una persona influyente, quizás incluso abad del cercano monasterio
benedictino de Monte Casino, como su tío paterno. Alrededor de los cinco o seis años, fue
enviado allí como oblato para comenzar su educación en artes liberales. Se dice que siendo
aún muy joven, asediaba a su tutor con la pregunta “Quid sit Deus?” ¿Qué es Dios?
2
su tío al frente de la abadía de Montecasino. Por consiguiente, en cuanto tuvo noticia de las
intenciones de su hijo, Teodora se dirigió a Nápoles para traerse con ella al joven novicio.
Pero sus superiores ya habían enviado a Tomás al Convento de Santa Sabina de Roma. Al no
encontrar a su hijo ni en Nápoles ni en Roma, y enterada de que Tomás se iba a dirigir a
Bolonia para participar en un capítulo general de la orden, y que posteriormente sería enviado
a París para continuar sus estudios, mandó aviso a los hermanos de Tomás (que se
encontraban en Toscana al servicio de Federico II) para que lo apresasen y llevasen a
Roccasecca. Así lo hicieron: Tomás fue raptado por sus hermanos y retenido durante más de
un año en el castillo familiar de Roccasecca, con la intención de disuadirlo de su ingreso
definitivo en la orden de los dominicos. Querían hacerle abandonar la vida de religioso
mendicante que había elegido, pero no lograron hacerle cambiar de idea. A finales de 1245
se fugó de Roccasecca (descolgándose por una ventana) y regresó a Nápoles para terminar
su noviciado.
Tomás de Aquino comenzó su labor como profesor en Colonia bajo la dirección de Alberto
magno, pero allí ejerció la docencia por poco tiempo, ya que en 1252 fue nombrado para
3
regentar la cátedra de extranjeros que tenían los dominicos en su Estudio General de
Santiago, adscrito a la Universidad de París.
Primero impartió clases como Bachiller bíblico (1252-1253) y después como Bachiller
sentenciario (1254-1255); a este segundo período corresponden sus comentarios sobre las
sentencias de Pedro Lombardo. En febrero de 1256 recibió la licentia docendi, que le
habilitaba para ejercer como maestro in sacra página, es decir, enseñar en la Facultad de
Teología.
A pesar de las turbulencias que agitaban por aquellos años la Universidad de París, su
enseñanza, durante tres años seguidos (1256-1259), y su actividad de escritor, fueron de una
extraordinaria fecundidad. En 1259 abandona la Universidad de París para volver a Italia,
donde permaneció hasta 1268, con el encargo de enseñar teología en la Corte pontificia.
Tomás de Aquino acompañaba a la corte pontificia, en sus diferentes y sucesivas residencias,
como profesor de su Estudio General y como teólogo-consultor del Papa. Así pues, a lo largo
de estos años residió en varias ciudades italianas, como Anagni (1259-1261), Orvieto (1262-
1265), Roma (1265-1267) y Viterbo (1267-1268), siendo invitado a dar conferencias en las
universidades de Nápoles y Bolonia.
En esta época conoce, entre otros personajes ilustres, a Guillermo de Moerbeke, el famoso
helenista traductor de las obras de Aristóteles, quien puso a su disposición varias de sus
traducciones. Entre dichas traducciones se encontraban algunas que estaban prohibidas en la
época (De Anima, De Sensu et Sensato y De Memoria et Reminiscentia) y que Santo Tomás
comentará (total o parcialmente), junto con otras obras de Aristóteles como: De la
Interpretación, Del alma, Del cielo, Física, Metafísica, Ética y Política (…) el Gobierno de
los Príncipes, entre otros.
4
prestigio. Después de una polémica actividad, regresa definitivamente a Italia en 1272 y
enseña en la Universidad de Nápoles hasta 1273. Estaba entonces terminando de redactar la
Suma teológica. El seis de diciembre de ese año, durante la celebración de la misa, fue
arrebatado por una experiencia mística que le absorbió por completo. Quedó como fuera de
sí y, a partir de entonces, no volvió a escribir. Su compañero Reginaldo de Priverno le insistía
para que terminara la Suma, a la que le faltaba ya muy poco; pero Tomás de Aquino siempre
contestaba lo mismo: "No puedo". Se le mandó que tomara un descanso, pero no se reponía.
Reginaldo volvió a insistirle: "Dígame, por amor de Dios, por qué no puede", y entonces fue
cuando le contestó: "Después de lo que el Señor se dignó revelarme el día de San Nicolás,
me parece paja todo cuanto he escrito en mi vida, y por eso no puedo escribir ya más".
Murió el 7 de marzo de 1274 en la Abadía de Fossanova, cuando se dirigía, por orden del
Papa Gregorio X, a tomar parte en el Concilio de Lyon. Numerosos milagros atestiguaron su
santidad. Los monjes de Fossanova querían a toda costa quedarse con sus sagrados restos,
pero Urbano V ordenó que el cuerpo fuera entregado a sus hermanos Dominicos, siendo
trasladado solemnemente a la Iglesia Dominica de Toulouse (Francia), el 28 de enero de
1369. La magnífica capilla erigida en 1628 fue destruida durante la Revolución Francesa.
Actualmente sus restos reposan en la Iglesia de los Jacobinos de Toulouse. Fue canonizado
por Juan XXII, el 18 de julio de 1323. San Pío V proclamó a Santo Tomás Doctor de la
Iglesia en 1567. En la Encíclica "Aeterni Patris", del 4 de agosto de 1879 sobre la restauración
de la filosofía cristiana, León XIII le declaró "príncipe y maestro de todos los doctores
escolásticos". El mismo pontífice, mediante una Breve del 4 de agosto de 1880, le designó
patrono de todas las universidades, academias y escuelas católicas de todo el mundo una
Breve del 4 de agosto de 1880, le designó patrono de todas las universidades, academias y
escuelas católicas de todo el mundo
Dentro de este ámbito, el dominico Santo Tomas de Aquino realizo aportes interesantes.
Puede ser considerado como el principal expositor teórico de lo que hemos llamado
mentalidad romanista. Sin duda alguna su actitud se debe también a su aristotelismo ético.
Ahora bien, su aporte radica en visión dinámica alterativa, que consiste en:
5
Una acción tríadica. Por ello los romanos distribuían el saber jurídico en la triada: “Sujetos,
Cosas y Acciones”. Esto habría aprendido Tomas de Aquino de su contacto con el Corpus
Iuris Civilis de Justiniano, posiblemente con la guía del jurista romanista y canonista
dominico Raimundo de Peñafort, antiguo universitario de Bolognia, reconocido Maestro del
Derecho en los Estudios de la orden de predicadores.
Varios teóricos y jus-filósofos definirán el derecho como la norma jurídica que regula las
conductas humanas en la sociedad, inspiradas en el bien común. Sin embargo, para el
Aquinate, dicha definición explicará certeza, pero no denotan la concepción de derecho en
“orden objetivo”, es decir, todos que el derecho es un conjunto de normas necesarias para
regular las conductas entre los sujetos, donde las normas permiten, prohíben, castigan o
mandan, estás tienen un orden jerárquico, emanadas de una autoridad competente, vigentes
en un espacio y tiempo determinado. Pero para Tomas de Aquino, se explica que esto tan
sólo es una minúscula parte del “todo” en derecho, pues los sujetos y las normas solo pueden
evocarse de las “cosas justas”. Mauricio Beuchot nos dice lo siguiente:
“Santo Tomas tiene una noción objetiva del derecho, lo que se ha llamado derecho objetivo.
Pero parece que también tiene la del derecho subjetivo. El derecho objetivo es la cosa justa,
es decir, la relación justa y el subjetivo es una garantía o facultad de la persona, una libertad
que se tiene”.
“El Derecho es la Res Iusta (del latín Res: cosas, objetos o realidades. Iusta: Justicia o
Justas) Cosas, objetos o realidades materiales o inmateriales, corpóreas o incorpóreas,
acciones y omisiones de lo que se puede decir mío, tuyo, suyo y de ahí nacen las relaciones
intersubjetivas entre los sujetos”
El derecho no es más sino las cosas justas, lo que nombramos anteriormente como la alteridad
tríadica del uno-el otro-las cosas. Dentro de esa relación intersubjetiva entre las personas ya
evocamos obligatoriamente una realidad y partimos de la necesidad de enmarcar parámetros
justos para los otros. Recordemos que el derecho no es sólo la norma positiva que se enmarca
en nuestros códigos, sino también, las cosas justas que nacen de estas relaciones
intersubjetivas.
6
Pensamiento político de Santo Tomás de Aquino
Ahora bien, el pensamiento del Doctor Angélico en cuanto a la justicia, sigue la misma
estructura teleológica de la concepción aristotélica, dado que aquél “ha creído que el fin o
bien de cada una de las acciones que componen la vida humana es evidente la felicidad”, la
cual ha denominado beatitud, basada en la idea de felicidad del estagirita, pero agregándole
algunas virtudes más (conocidas como teologales) las cuales son: la fe, la esperanza y el amor
caritativo. Esta última virtud del amor, configura la afirmación de Tomás de Aquino: “el
hombre por naturaleza es amigo del hombre (homo homini naturauter amicus)”, asi mismo,
el Aquinate le dio la denominación de “agapao”, lo cual quiere decir, amor por los demás,
amor unidireccional, gratuidad; además, es la virtud esencial en la idea de una justicia política
y base fundamental para la conformación de un buen Estado, así pues, el individuo que
adquiere dicha virtud procura y se esfuerza en hacer el bien a los demás, todo esto para
contribuir e incitarlos para que sean buenos seres humanos, a través de una vida virtuosa.
Con la apropiada estructuración de un Estado, se tiene como fin lograr el bien no de algunos
(privilegiados) o de la mayoría de los ciudadanos, sino de absolutamente todos los individuos
que conforman la sociedad.
7
Referencias bibliográficas