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CULTURA (KRESCH)

La relación entre la cultura y el individuo no es de tipo lineal, sino que las influencias
operan en distintos planos. Los influjos culturales son masivos y por eso contribuyen a
estabilizar la sociedad y a darle una cierta continuidad. Pero a su vez la persona influye en
la cultura a la que pertenece y, por lo tanto, determina ciertos cambios.

TRANSMISION CULTURAL

Al enfrentarse con ciertos problemas comunes, los miembros de una sociedad intentan
llevar a cabo varias soluciones, algunas de las cuales terminan estableciéndose y se
transmiten a generaciones sucesivas en forma de cultura de dicha sociedad.

La cultura de una sociedad consiste, en parte, en una determinada serie de soluciones para
resolver los problemas comunes. Algunos de esos problemas son peculiares de los
miembros de una determinada sociedad, y otros, en cambio, son universales.

Las soluciones o compromisos que se adoptan en último término son el producto histórico
de las interacciones de miles y miles de individuos que se hallan sometidos al mismo medio
físico y que trabajan codo a codo dentro de una sociedad. Una vez que el grupo acepta una
determinada solución, o una vez que dicha solución se convierte en un instrumento típico
para resolver un problema, es transmitido a los nuevos miembros de la sociedad como algo
aprobado y muy frecuentemente como la única solución «decente» o «civilizada».

PERFILES ESPECIFICOS DE CONDUCTA

La cultura de un pueblo consiste en sus perfiles específicos de conducta y en las creencias,


premisas, normas y valores subyacentes.

Para poder ver cómo se integra una cultura y en qué consiste, es necesario hacer la
diferenciación entre cultura explícita e implícita. La cultura explícita consiste en una serie
de regularidades directamente observables en la conducta verbal y no verbal de los
miembros de una sociedad. La cultura implícita, por su parte, consiste en las creencias, en
los valores, normas y premisas que el antropólogo infiere o inventa para explicar las
regularidades que se observan en la conducta y para comprender la estructuración de
determinados elementos parciales del comportamiento.

Cultura explícita

La cultura es lo que un pueblo desea. La cultura de una sociedad, en cuanto descrita por un
antropólogo es una descripción de la conducta de un miembro típico o modal de la sociedad
en cuestión. La cultura explícita de un grupo consiste, pues, en los perfiles típicos de la
conducta de las personas que lo integran.

Cultura implícita

La cultura implícita son los conocimientos, deseos, respuestas interpersonales y actitudes


morales o típicas de una sociedad. Se puede discutir de manera conveniente la cultura
implícita en una sociedad en términos de creencias, premisas, normas y valores culturales.

Creencias culturales

El sistema de creencias de una sociedad incluye todos los conocimientos, ideas,


supersticiones, mitos, leyendas, compartidas por la mayor parte de los miembros de otra
sociedad y por los representantes «típicos» de las diversas posiciones que integran dicha
comunidad.

Valores culturales

Un valor es una clase especialmente importante de creencias compartidas por los miembros
de una sociedad o por los «ocupantes típicos» de todas las diversas posiciones de una
comunidad y que se relacionan con lo que es deseable o «bueno».

Normas culturales

Son las reglas standard aceptadas por los miembros de una sociedad y por los «ocupantes
típicos» de una posición que especifica los detalles de una conducta adecuada e inadecuada
en un elemento de comportamiento standard.

Premisas culturales

Son aseveraciones tácitas que deben ser consideradas como una «metafísica del pueblo».

Formas institucionalizadas

Los elementos de comportamiento standard y sus correspondientes estructuras reguladoras,


se organizan frecuentemente en otros perfiles más amplios que son denominados formas
institucionalizadas.

Las formas institucionalizadas pueden ser consideradas como un sistema de elementos de


conducta standard que se relacionan con sus correspondientes creencias, valores y normas y
representan la solución de una sociedad ante los problemas más importantes de su
existencia. Entre las formas institucionalizadas, más importantes, se incluyen las
relacionadas con la procreación, la distribución de bienes y de servicio, la fijación de
necesidades estéticas, la educación de los jóvenes, los medios coactivos, los ritos funerarios
y religiosos.

Relación entre el individuo y la cultura como relación compleja

Existe una relación compleja entre el individuo y su cultura. Puede actuar como un
elemento de la cultura de su grupo, pero también como un creador de esta cultura.

Como creatura, el individuo muestra una gran conformidad, se halla intensamente


motivado para comportarse de una manera adecuada en cada situación; pero como creador,
el sujeto juega un papel más activo y más positivo. Intenta ofrecer un paradigma de
deseabilidad de los modos de conducta sancionados y, además, procura enseñárselos a su
prójimo.

El manipulador de una cultura utiliza actitudes, valores y perfiles de conducta comunes


para mejorar sus bienes privativos. En cuanto al papel de creador, lo que se intenta es
cambiar las normas culturales. Estas variaciones son, pues, el resultado de la conducta de
ciertos individuos que no son capaces de desmoronar el «statu quo». El principal papel de
esta descripción de los diferentes roles que el individuo juega en relación con su cultura
consiste, pues, en subrayar que la relación entre un individuo y su cultura es algo activo y
como un «toma» y «daca».

CAMBIOS CULTURALES

La cultura de una sociedad no es una construcción estática en el tiempo y en el espacio. Es,


más bien, algo que cambia continuamente. Cuando los miembros de una cultura ponen en
tela de juicio las soluciones tradicionales e inventan otras nuevas ante los problemas de la
existencia con los que se enfrentan, la cultura cambia

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