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CAPITUL la historia de la literatura argentina Los origenes CAPITULO la historia de la literatura argentina Introduccion |. Los origenes por Roger Pla Cada fasciculo de esta Historia sera pre- parado por especialistas, redactado en el Departamento Literario del Centro Editor de América Latina y con una lectura final a cargo del profesor Adolfo Prieto, fasciculos, una Historia ‘Argentina desde la Conquista y la Colonia hasta nuestros dias, ilustrada, ademas, de tal manera que, mediante una fusion de texto y material grafico, los lectores ten- an acceso a una visién viva y amena de Nuestra literatura y del pais, Cada fascicu- lo serd, a su vez, un trabajo orgénico muy completo sobre’ un aspecto, tendencia, Perlodo 0 autor de nuestra literatura, En el préximo mimero de esta Introduc- cién (CAPITULO NO 2): EL DESARROLLO — EL MODERNISMO — UN GRAN POETA: LEOPOLDO LUGONES — LOS NOVELISTAS: LARRETA, PAYRO, GUIRALDES — RENOVACION EN EL TEATRO: SANCHEZ Y LAFERRERE. — EL MOVIMIENTO MARTIN FIERRO — LOS GRUPOS DE FLORIDA Y BOEDO — LA ARGENTINA DE 1880 A 1940 — PESIMISMO Y POSGUERRA y junto con el fasciculo, La gallina “2: degollada y una seleccién de los me- jores cuentos de Horacio Quiroga Arcniy S C I-Los origenes (1536 -1880) 1. LITERATURA COLONIAL En estas piginas el loctor veré des- filar a partir de los primeros eapitu- los de esta Historia Tustrada de la Literatura Argentina, todo el pano rama de nuestra vida spiritual como ha quedado fijada en las obras de nuestros excrtores. Pero es preciso hacer una aclaracién previa. Estes obras no tienen en sf mismas historia ‘Tenemos que comprender bien esto fo tienen historia, i por historia se ‘entiende una serie de hechos que se enlazan los unos 2 Tos otros, como past con las criaturas vivas, las plantas, © aun los episodios de una guerra 6 lun proceso social, dentro de ciertos limites. Es decir, que tienen un po- sado, Cada obra literaria existe 10 jrque tiene un. pasado sino un valor. King lector debe pensar que una bra literaria (sobre todo la gran obra literaia) puede ser reducida Ta sola Comprensién de los elementos histori cos que intervienen en ella, Por el contrario, en tanto que tal, existe por ese valor mismo. La obra de arte se produce dentro de un contexto histé- rico, pero su valor perdura més allé de ese contexto, por més que su erea- dor se haya nutrido de su tiempo, st época, su nacién, La Tlada no es el pasado de ninguna otra epopeya, asi como Don Quijote no es el pasado de ninguna novela posterior. Pero io ‘que si tiene historia, pues de alguna manera se enlazan unas con otras, son las estructuras que asumen estas obras y en las que se aloja ese valor. Es desir, el modo en que se expresan mediante el Tenguaje. Estos modos son los que amamos géneros. Y es- tos si, debido a la creacién y el es- fuerza de los poetas y escritores, se an modiiemfo, oréiendo al que sigue la experiencia del que trabai ates, de thodo que puede decise {que evolucionan, que hacen posible ‘en un momento dado, cuando ya mo- hos han agumulado‘experienias do toda clase, lo que no habria si sible antes. Los géneros literaios sen, Archivo Historico eentonces, para Ia literatura, los me- dios erendos por el exuerz continso le muchas generaciones de poetas, Ya través de los cuales se ya expres Zando el espiritu de un pais. Por lo tanto, para que este epi pueda expresarse, es preciso que se produzea avuna historia dvante la cual so vvan formando estos géneros. Asi ha ‘currido en todas partes, y asf oes ri6 en la Argentina. Y una ripida ojeada sobre este desarvollo seri la jue daremos en estas piginas antes de empezar a relatar fe historia. de Ja Titeratura argentina, que ella si deberd tener en cuenta el andamiaje historico total en que se produse. No seri esta historia una historia de los iKéneros, entiéndase bien. Pero el lec- tor atento descubrird debajo de la sucesién eronolégica a esos géneros fen su desarrollo, y en ellos alojado el valor que la critica es ln encargada de setalar. Los géneros literarios: Dijimos que seria absurdo afirmar que £1 Outjote es el pasado de una novela moderna cualquiera. Pero, en cambio, el gé- nero usado por Cervantes, y que él cred sobre I base de o que le orecia ya el género narrative desu época ant a novela de eal, coe la picaresca—, s{ es el pasado del tnoro novelesco presente Ash como Ia lirica 0 Ia dramttica de los Siglos de Oro som. géneros que de alguna tnanera constituyen el pasado del gé- nero lirieo 0 dramdtico contemporé- neo, sin que por eso pueda deciese que una poesta de Garcilaso o La Vi- da es Sueno de Calderén sean el pa- szdo de un pooma 0 do una pieza dra- mitica determinada de la actualidad. Ya vemos que tampoco estos géne- 108, es decir, esa. serie de recursos Ungistios tdnios estructura, de ue se vale el poeta para dar forma 4 bem soon on ey gue la definirse de una vez por todas, ons se ereia en el sglo pasado. Es, por lo contrario, algo’ vivo, que s6 modifica, se transforina, se expande, por Ia accién ereadora que sobre ellos fjercen los mismos poctas. En soma: EI pasado esta 0 ‘Una naciéin —se ha dicho— no exist para el mundo hasta que no muestra su propio espiritu en su literatura. Es en el arte y la literatura donde ta idiosinerasia de un pais, ol espiritu de stt ‘modalidad, se rmuestran de un modo agudo y perfilado. Pero esto es algo que no ocurre de golpe y de tuna vex por todas. Es, en realidad, el resultado de todo un proceso viviente que Ya desarvollindose a través del tiempo, de modo que pensar en nuestra literatura es pensar en la biografia del espiritu de nuestra misma nacién, Por eso la historia de ‘nuestra literatura no es otra cosa que la historia de nuestra biografia nacional; cen resumen, la historia de nuestra propia vida, Esto no quiere decir-que esa historia de la Iiteratura viva como una planta o un 3c biolégico dotado de una ciegs fimiea natural. Por lo contrario, esta. historia Iiteraria no vive como no sea inventindose perpetuamente a si misma. Para el poeta nada esti dado ciegamente en cl pasado. ‘Al contrario. El creador debe a Mapa de América de 1597, por-Comely. de Revistas Argentinas | www.ahira.com.ar cada momento inventarse € misrio sus niles; nutrido, es cierto, de todo su pasado y aun del mundo que lo ‘rodea. Pero colocado siempre ante la ventura de cada maera obra como si 50 hallara ante Ta primera, El pasao mo én pasado que ha niver pare termina, como el grano de los vangeliot Es un pastdo viv Y Jo 6, porque en rigor forma parte de To que llamamos presente, Un presente qué sia ese pasado no podria exists, aun fuando nos hayamos olvidado de ello. No dlebemos, pues, pensar en mesros ‘rigenes, en ln Colonia, en el vireinsto, oro en wn pasado muerte. Esté ah, dentro de nuestra literatura, Si lo estudlamos, lo descubriremos vivo y Yeremos que esti dentro de mucsto Copirtu, de miestra literatura, como el carozo nla fruta, No seve. Pero ocupa su ‘ento, Sera primero espaol, hasta se Aiscutird sf se puede gon derecho Iamarse parte de nuestra literatura. Lo 5 no lo es, Porque siege pesado es espaol, también el posta, bajo el infljo y le presién de nuestra tierra, ha ido introdciendo allo que luego ford To srgentino: temas, diferenciacon del Tengusj, eereacon de los géneros Fasciculo tras fasfoul, asstiremos a ese fascinante desarrollo de una Ierstura aque serh argentina, jastamente a medida due vaya trazando diferencias y soumiendo St propia idiosinerasi, su propio espirtu, Es decir, el eoprtu de toda Heicida en niin no son algo que le sea dado al crea dor de una vez por todas, como una herramienta de ferreteria, que tanto pede usaea una mano como otra, y diferencia de cuyos frutos esté solo en la diferente habilidad de la mano que la use. Por lo contrario, es- te género, sin romper del todo ciertos mites por elistioos que sean, que le conservan su personalidad, se van for- mando en el tiempo, debido justa- ‘mente a que cada autor debe recrear- los. Se puede hablar entonces de un género pico, litico, narrative, dra ritico, de mezelas entre ellos, tales, a veces, que es dificil precisar a cuil pertenece una obra determina da. Pero todos ellos tienen su histo- 2s ¥ como es mediante ellor que se van produciendo las obras que expre= sarin el espity, al fin de cuetas, de un pais, la’ Argentina tambien se ha ido expresando mediante estos sgéneros. De donde la historia de mies- fos. géneros literarios se confunde con Ia de nuestro mismo espiritu; y, por lo tanto, con Ia formacién, a tra: ‘vés del tiempo, de nuestro nacionali- dad. Y esto es particularmente im- portante, para que comprendamos a Ja vez muestra literatura y veamos en toda su realidad viviente nuestro pa- sado, en. este primer gran. periodo que va desde Wt Colonia hasta fines del spo sx, Porque es justament on esta larga etapa ‘cuando estos géno- ror debleron fecomensar su hikers entre nosotros. Recomenzaela, porque como en rigor estaban ya. maduros en Europa debian volver a formarse ‘en nuestra tierra —ya se ha dicho que es falso que puedan utilizarse como una herramienta transferible— para {que fuera posible expresar esta nueva realidad que nacia: la de un troz0 de continente destinado a convertirse en tna nueva nacién, la de un proceso que implicarfa el nacimiento de una rueva nacionalidad, cuyo carééter jus- famente tenia que ser expresdo por su literatura, No es extrafio que fn este periodo lo que caracterice a la literatura sea el dominio de los grandes ideales colectivos: Icom avista, Espafa, la Iglesia, primero, La independencia y Ia organizacién na- ional, después. De ahi si tono épieo, al principio; religioso despues; exal- tadamente cfvico 0 ideoldgico, més tarde, La Colonia, Radieacién de los géner0s. — For lo tanto, espafiola o Dre-argentina, considerada con dere cho o sin él-segin diseta y afirme ada especialista— como parte le muestra literatura, exearse. Géneros que, como dijimos, al iniciarse la conquista del Rio de la Plata deroa - 10s Aires, por ejemplo, se produce en 1506, exactmente'en'6l mismo ao fen que mora Gareilaso, tino de los tas lrioos_mas grandes de todos 8 tiempos. Debe tenerse en cuenta, entonces, una particularidad muy im: Portante de muestra. literatura. Yes que ol trasplante a nuestra tierra de sgéneros literarios ya maduros y muy Evolucionades, no” podia. producirse como 10 ‘i gran literatura de antes, Lope de Vega, Quevedo, Cal- derén, solo podia tener en estas nue- vas tierras un escenario remoto en el es Pore RES nivel, ya que'el posible ea ol inden ‘ia Bere Eee Archivo Histdérico de Revistas Argentinas | www.ahira.com.ar F : Archivo Hist Buenos Aires en 1536 (grabado pertencciente a una edicién alemana del “Viaje” de Schmidel). nira.com.ar “Allé levantamos una ciudad que se Wamd Buenos Aires esto quiere decir buen viento. También traiamos de Espaia, sobre nuestros buques, setenta y dos caballos y yeguas, que ast legaron a dicha ciudad de Buenos Aires. (...)" Ulrico Schmidel. ARGENTINA Y CONQVISTA DEL RIO} DE LA.PLATA, CON OTROS ACAE,| ‘imigncos de los Reynot del Pers, Tucurany ela ‘do de Bralllpor ct Arcedtno den Martin del apr . annie: ses, Pero de cualquier modo, esta re alidad 'y este palsaje se insertarin en la prosa esparola y" hardin notar su diferene o que ra Cawenea, piace trp CPR. ys nary Catone Pon sleet Ry thpe i Sie et? Las primeras poesias. — Asi se verd parecer origen de. Buenos ‘Rives th ln primers leg Bion, te comoce wha Soa s tiin de Buenos Aires’ de ls dra it oe a. Soompaturen rile y soldat, re: 2 epost us a] esl, ca a ne tacién de los octosiabs de ple que: brado de Mansigue. Ee una cactoo: #ién que no enfguoce para sade a Ia gran lien expats dela Spee ee doe fnuigats en cambio, eet Er latiudes, Una temdtten, ie seek toda una millogia nacional ‘De sore ruodo, a Meytege empieza esctbice dove en austen Grea por itadores 0 dssipulor de lor griaiee mactoe | gue deteveln en ta sctngct soe Micionado espana cl que ecb a €l Rio dela Bata, un hit d Tithores yet tuetaten aa tra Iteratara “0 dela prhistriex na } Cooticecisfen Lisbon Por Primera edicin de la “Argentina”, de Barco Centenera, Peo Crarbech. 1608 Por otra parte, muy ural en una colonia que tiene su metrépoli del otro Tado del mar. Ya a partir de aqui, el espiritu erea- dor del que escribe en nuestras tie- ras, espafiol ono, deberd Tuchar contra este conflicto, Pues el mundo Archivo Histérico de Revistas Argentinas | american, el sell que este mands imprine en ol alma’ del poeta lo imprime sin duds en el mishro Mirane da produced ‘on matic, una disonan: cia eh esta Ieratura expanola de eo. Toni, que primero parted solo im rasgo regional, pero fue poco a poco itd-mostrindose como algo mas tas: cendentoyentratable. Es lo que tam: Bien se verd en otro expatol, nacido instamente para Is misma, epoca. en due era destruida la primera Buenos épico sobre el Rio de la Plata, que el lector estudiaré ex) su oportunidad, Sl ves ae toman nuestra tierr ma de una epopeya. Ex- cilla habia tenido un gran éxito con La Araucana, y él imita a su colega eee cai piste de 5 porns pate pi eeieapeates Pi dau sdiconade "a vac tedioso, el titulo de su poema, al con- vertirse mis tarde en el nombre de Crénica_y narrativa. — Lo que ocurre con la lirica, sucede tambien con la prosa, y especialmente en aqué- la que de algont maneia serd el ori gen de crelario de Alvar Niitez Cabera de Vaca, y autor de los Comentarios de Alear Nites’ Cabesa de’ Voce esr tos en defensn dl. conquistador. Es una erdniea espaiola, Pero, a la vez, no puede impetlir que sea “an cuadeo Celerido como die Ricardo Rojirs de To que fue Ia vida argentina dal Silo av Io lrgo de los Hos Parand y Uroguay”. Esto quiere decir que www.ahira.com.ar El romance elegiaco y la historia “Romance Elegiaco”, parecen ajustarse a la verdad histérica. Tal es el episodio de | antropofagia provoeado por | ‘el hambre, cuando Ia primera fundacién de Buenos Air Alleg6 Ia costa a tanto Que, como en Jerusalén, Ta came de hombre también 1 comieron, Ulrieo Schmidel, cronista y iajero alemin que fue testigo de esos hechos, relata estos sucesos de este modo: *Sucedié que tres espafioles robaron un caballo y se Io comieron a escondidas; y asi que esto se supo se les endiéy se les dio tormento para que confesaran. Entonces se pronuneié Ia sentencia de que se ajusticiara a Tos tres les y se los colgara horea. Asi se cumplis Tas ahores. No hien se les habia ajusticiado y se hizo Ta noche y cada uno se fue a su casa, algunos esparioles fortron lor muss y otros pedazos del cuerpo de los ahorcados, se los Tlevaron a sus ‘casas y alli se los eomieron.’ Archivo Historico AL hacerlo, Ja realidad americana empicza a te- fir ya, de alguna manera, el lengua: je. ¥ cuando nuestra Historia ahonde ‘en cada época, en cada autor, en cada periodo, se vera de paso efmo se va iniciando y desarrollando esa lenta absorcidn por nuestra realidad de un idioma que, al fin, irk diferencidndo- se, sin dejar de ser él mismo, para asumir un tono particular; en suma, nuestro suelo. los. géneros_literarios europeos. Y si el ailtimo fenémeno se a de un modo casi invisible en los escritores espafoles, el primero, el de nuestra temitica, se iré reforzando no sélo con ellos sino con los cronistas eyelet nuestro paisaje das: ncleo. comdn al fondo'de mvesta historia. Regina do Liztrage es, en cambio, spat Y'si bien su Desonpeidn Brove ie t- da la tora del Pert, Tucumén, y Rio ae ta Plata y Chile slo se. publicd Siglos después de su muerter debis crito. Son, al marge de la literatara propiamente dich pease las ue f'hueva temten argentina va to. ‘nando forma en el lengua, creando tse fondo de documentacion de le- Yenda, a veees= sin el cial no sera posble el desanollo posterior de una lado con ls crdnics, a veces eon os mismos intentos de’ Historla, Pasar mucho lempo hasta que podames ver en nesta tera desprenderse de alli tna fora que pueda ser Hamada no- velese Los primeros escritores criollos. undo nuestra Historia prosga su marcha del siglo xvi al xvi, y a me. Vershiinis, DMIRAND& CVIVS, lam nauigationis,quam Hul- rites Schall SrmbingenebAnnon ices mntgitita nasa nieces al i.itnaert ainsi gm mins etd Abi pcan NonipEnca, Tnpents Levin Hlth 1 $9.95 Edicién del s. XVI det “Viaje”, dle Schmidel. de Revistas Argentinas | www.ahira.com.ar “También ocurrié entonces que un espaiiol se comié a su propio hermano, que habia muerto. Esto ha sucedido en el aio 1535, en el dia de Corpus Christi, en la referida ciudad de Buenos Aires.” Ulrico Schmidel. ida que avance esta itima centura, al lector sensible iré viendo, debajo del estudio particular de cada autor, de cada periods, cémo en Ins bas ese tiempo, 0 en sus mas jugosos frogmentos, sigue. reyistrindose esa curiosay_progresiva_diferenciacion, No sélo'en hv temética, sino en cl Tenguaje, cosas ambas que serén jus- tamente la rafz, 0 las raices, de nues- fra literatura, Metidas primero. bajo tierra, estas raices llegarin un dia a salir a Ta luz, a rasgar la corteza y a rmostrase. Ahora aaa eae ocurrié con el Renacimiento, No solo Jo hace en los poetas y cronistas, sino que va filtrindose en la prosa de los saverdotes que vienen ya documentar- do la vida americana. Asi, se ver’ que en las Actas y Protocolos, Infor maciones y Probaneas, Cartas y Me- morales, Descripciones y Relaciones, no sélo hay cosas interesantes para el fudita en historia sino para ef iste riador de la literatura. Pero donde esto se nos hard mis evidente, sera fen una crdniea que sobre nuestres tierras se escribe en 1612, y que, co- mo la epopeya de Gentenera, se Hans La Argentina suncién, hijo de un hidalgo espaol ¥ nleto de india. Es, pues, mestizo. Sx Gxbnica deja asomar ya cierta inten- ida literaria, y constitaye una de lis obras capitales del pasado de nuestra pra Se In co nome ie porque circld me ee nwrt, y para dstnguila dela de Genteners, Gunndo ef lector esto fn meta Historia esta obra, ver aque en ella ssoman ya, tomas. due, toryo el de Lacia Miranda, sein le: vador al teat por Lavardén mis de un siglo y medio después. Encontraré ii eth igeaesetlcey de tipo narrativo, ya de rasgos no- velestos. Se verd también que-parcce evidente que Guzmén habia leido a Contenera y a Pero Hernandez, de modo que fos eslabones se van trea zando. Mis que comenzar el siglo Som, Gorman‘ parsor cena el slo xvi. No deja aqui también, por eler- to, de asumir cierto carieter de sim- bolo, el hecho de que haya sido un escrtor criollo y mestizo quien eulini- nara Iterariamento esa etapa heroica de la conguista, que seré sucedida or tina nueva €poca, Za “conquista espiritual”. — Too esto, con rasgos diferentes, prosigue en al siglo xvi Ahora, conelaidas las aventuras y expediciones azarosas de Ia primera época de cuyo asunto se habia. mutrido la literatura, Ia. tarea intelectual se hard mis pacifica, Cen- trada sobre todo en la labor de los jesuitas, que entraron en el pafs en 1586, las Srdenes religiosas se empe- fiarin en To que se ha Iamado “la conquista espiritual”. Fs la epoca de ayos milagros y hechos inaudites 36 comer toy irs de tos hag yates. Las gramtieas eseritas, fara {er indi, y estudio de Tos ices Jndigenas, como el quechoa o el gua rani, ooupan buena parte de I tea intelectual de este perodo, Cordoba sh convertido en el centro de ex tas actividades, y eval onde In pos. ‘sia, siguiendo los moldes barrocos de Ia époce, dar 5 cc ce pcs Mogefice, ponnencco tito Rasta 1816 fecha cn que Ricard Ro. Jas deseubié los orgies y ligase 20 ). es un frail iscipulo de Géngora, a quien imita. Es éste otro poeta que deberd ser El idioma nacional El estudio de Ia literatura argentina no puede emprenderse —como seria imposible estudiar, por lo demés, ‘ninguna literatura nacional en el mundo~ sin_una correspondiente referencia al idioma que le dio base y sustento vital, El idioma nacional de los paises de la América hispana, y por tanto el de Ta Argentina, es el castellano o espaol (en seguida se vera por qué, sexin las ocasiones, se prefiere uno w otro de estos nombres); y entonces cabria decir que nuestro idioma literario es sencillamente una de las formas vivas, ‘evolucionadas, de ese espaol o castellano ‘que, no por resultar constantemente Visco por reginaismos y pparticularismos lingiisticos que en cada pais le dan un sabor especial, ha perdido su cardeter y estructura pristinos. De las dos designaci cextranjero que hasta entonces habia dominado politicamente a esos pafses); ppero aun hay que hacer notar que, ppor ejemplo, en México y en la Argentina, han exstid series esfueros por dar mncia aun idioma nacional bien Aferencado, en el que se diesen legitimidad © inclusive proferencia a usos léxicos y sintécticos locales. En nuestro pais, Ia tentativa tuvo Iugar alrededor de 1880, paralelamente con la consolidacién definitiva de la literatura gauchesca, por tantos motivos representativa de este-nacionalismo en la Tengua, Angel Rosenblat caracteriza bien esta situacién en Las generaciones argentinas del siglo XIX ante el roblema de la lengua: ‘Corresponden, pues, all los dos hech centre si— que Archivo Historico de Revistas Argentinas ira.com.ar En las dos ailtimas décadas del siglo, en efecto, se propugné con energia un ioma argentino”, y hasta en los programas de ensefanza oficiales Ia asignatura de “idioma nacional” (1855, 1865, 1876, 1884, 1887, 1888, 1898 y 1900) altema con “idioma castellano”, “lengua castellana” y también, en 1901'y 1908, “idioma patrio”. Un eseritor francés, Lucien Abeille, publicé en 1900 La lengua nacional de los argentinos, obra de grandes rensiones aunque de escaso fundamento en ln que, de acuerdo con ta_hispanofobia entonces harto difundida, se pretendia que un pais independiente necesitaba una Tengua propia tanto como un escudo o una bandera. No por todo ello el idioma nacional dejé de ser el castellano; y no por ello tanto Ia lengua literaria como el idioma hablado dejaron de permanecer en Io fundamental, asimiladas, desde luego, las respectivas cexperiencias locales, fieles al tronco primigenio, La opinién de Amado Alonso, formulada en Castellano, espatiol, idioma nacional, vale para cerrar esta discusion: “El simple afin de dliferenciacién, el de los de «cada nacién independiente’ requiere su lengua independiente» aunque para ello se tenga que hundir en la jerga mas plebeya y dislocada, es algo vulgar y disolvente del pleito. Pero hay otra tendencia constructiva, culta y noble: Ia de ser agentes en el perpetuo evolucionar de la lengua culta, legitimando los buenos usos de casa y dindole la més alta di Archivo Historico de Revistas Argentinas www.ahira.com.ar estudiado detenidamente, y con el cual eulinin est etapa cordobesa cen trada en la Universidad, Fundada en 1612 por Trejo Sanabri bia coneluir con Ta expulsion de os jesulas on 1787, prcticamente en Vi peras de sor creado el virinato del inde ta Pats, que daria preeminen- cia de ciudad capital « Buenos Acs. vy que de- La literatura virreinal, — Ahora, el Rio de Ia Plata constituye ya nina ‘unidad independiente, con un vitrey Yuma Corte en Buenos Ares, La ex pulsiOn de los jesuitas he pesjudicado en parte a Ia cultura, pues ellos hae bian dado comienso, dentro del es Pit teoeritico que caracterizaba a Cércoba, a Ia cienoia natural, «la filosofiay a la historia argentinas, Li hhegemonia jesutiea es sustituida, en tonces, por el liberalismo.borbénico Y esta libertad compensara en posibic Tndades de exprsion, en prog y avance, To que se perdié. con In pan lancion de I obra jestien, El drrey Vértiz introduce una sevie de refor amas liberales, Tegan a nuestras ti 2s Joe Hos del men pension, ropio del sig avi frances e inglés, Feat pensancoto dar las bases pr fo siguiente El Sewtanario de. Agr- culturt, Industria y Comercio), lai. Drenta es trasladada a Buenos. Aires, se crea en esta ciudad el Colegio de San Carlos, en el que estudiarin muchos préceres, poetas y escritores de la Revolucion de Maya. Pronto se forma en torno de estos nivevos centros cle cultura, y eon ras. gos ya de un _pensamiento eral feda bina pléyade de intelectuales El movimiento Iitersrio. Tego la poesia gauchesca, género que nace dento de la Iterture popular cand todavia no se wa palabra gaucho", término que aparece slo fines del sigh avn Y entze todos Estos pools Y esertores —Pantalen Riviroa, Juan Balt Maciel, el ex pull José Prego de Oliver, y otros Aeseuclla por sn talento no que ser hi Se evigié en un sitio anchor stado en To que hoy es fa esquina de Peri y Ale sina. Lavardén (1754-1810) vineulé por eso su nombre a los ovigenes de nuestro teatro, pues hasta entonces s6- In se habian cfectuado representacio- nes aisladas, con un sepertorio tom do sobre todo de Calderén, Eseribio un drama, Siipo, del que s¢ conserva solamente un fragmento, Cuando tudiemos esta figura notable, veremos que an Sino se retoma un tone de Ruy Diaz de Guzmin: el episodio de Lucla Miranda que éste relata_en La Argentina Manuscrita, A Juan Bal- tarar Maciel, a su vez, se atribuyé tuna pieza de teatro, El amor de la es tanciera, de autor anénimo, en la que sama ya el tema gauchesco, La lite ratura dramstica empieza a. insiniar= se como génevo, mientras Ia Ivica 1 Fa su existe, El mismo Laver én se hace famaso con una Oda al Parand, donde ahora se imita al soudo lasicisino espaol, representado en Ia feninsula por poctas como Quintana, Livardén defiendo, también en una famosa Sdtira, a los eseritores argen- tinos contra ataques despectivos que Tes fueron formulados por colegas ruanos. EI espirita. local en las Tee tras ya revela su propia singularidad, ante ese Peri al que durante tanto tiempo estuviera politicamente inte- srado. En Lavardén, sin duda alguna, convergieron todos los frutos dados @ través del tiempo por el teatro primi- tivo, Ia Tirica, y la escast literatura atesorada hasta entonees entre nose tros. Sigue sometido a la peristente Influencia de Espana, pero dentro de Lea serene sien ene AGRICULTURA er La Universidad de Cér Portada del N? 1 del “Telég Portada del N? 1 del “Semanario de Agricultura”, cesta heroica de la de} y de la reconquista de Buenos Aires durante las invasions inglesas mottod un vasto cancionero popular y culto, en el que renovadas muestras de fidelidad a la corona espaio se mezclaban ya con vigorosos cantos a la tierra americana. ese sometimiento los géneros van ceumnpliendo, en estado muchas veces de conflieto y lucha, su propio des- arrollo, Desarrollo que, para ak le energias La'lirica de las invasiones.— ‘Ahora, ya no es s6lo el paisaje y las aventuras de la conquista fisca 0 es- pista Io que dar tema @ le Tice sentimiento de orgullo ante el re chazo de las invasiones inglesas ine funde a la lirica un tema mievo, que si bien aperece formulado como es- patil mo dea de encerrar gérments en locales. Si el lector echa una ojeada al cuadto que figtira en estas piginas yen el que resumimos el proceso a través del tiempo de las Obras producidas entre nosotros y de los autores de esas obras, vemos que Jas columnas de cada género se iin haciendo pronto mls tupidas, y ae ‘ya lo son en lo que respecta a la ie que resp es Sat na y, proliferan las sétiras, las illas andnimas, inclusive los versos latins en loo a Liniers,a ox que se ailade un Auto patridtico anéaimo, Pagade de alusiones mitologics yr: scadas alegorias. Se trata de plezas is bien mediocres, de tono afecta- do, donde la sincevidad del entusias- ‘mo auténtico que las inspira se ve frustrada a cada paso por el afan imi- tativo y pedantesco de igualar a los oetas seudoelésicos esparoles de la ea, como Quintana o Gallego, este iiltimo autor de wna oda titulada’A la Defensa de Buenos Aires, que refleja cl sentimiento espaol ante nuestra esta sentida como propia. En ri- or, todos estos versos expresan a una provincia de Espaia que se siente orgullosa de haber defendido a su suelo y a su rey. Pero entre lineas, Aebajo de esas invocaciones a lo his: panico, se advierte, ya lo dijimos, que el sentimiento de orgullo por el triun- fo se identifica muy estrechamente ‘on Tas invocaciones a lo argentino. 2. LA INDEPENDENCIA. POLITICA La Revolucién de Mayo. —Estas invoeaciones a lo argentino seguirin, ya lo sabemos, en estado latente, en ‘mascaradas bajo una presunta fideli dad al “rey eautivo", én los primeros tiempos de la Revolucion de. Mayo. ‘Los poetas cantan sus glorias en el ism lenguaje seudoclasicista, re Duseado y artificial, con que habian cantado las gestar de las iovasiones fngless. Dot colecciones de poomas rednen para entonces lo mas sigufi cativo de esa produce. La lie or gentina de 152, y In Coleciin de poesas partic, queen buena par uruguayo fen pero cl literaria se realiza casi tot de este margen del Plati y Vicente Lépez y Planes. Archivo Historico de Revistas Argentinas | www.ahira.com.ar *... {/ El cielito de la Patria / hemos de cantar, paisanos, / porque cantando el cielito / se inflama nuestro entusiasmo. // Cielito, cielo y mas cielo, / cielito del cores, / gue el ceo os dal pa | el cela nos da la unidn.” (Fragmento de uno de los Cielitos de Hidalgo). Tres grandes figuras La Revolucién de Mayo se ha Juan Maria Gutiérrez lo da a luz ccumplido, En medio de los mis en Ta “Revista del Rio’ de In Plata”. ete Snecma male ya formando toda una generacion, oan Crue Virsa (SES) y Deelond Hace: (reenaeey pe ean wees ae Era mee aera eee o Ig pits, Ge tae fe (Gada win Go exs obra y cada una faeearenae aires ieee cere eee eee See Blphas te ae ares ee telerlicaator Sis Care aia Gen once ree Ginger ts oe re tl emer eae Sea eee as as fenerices sent, hecha conclenla ls sepuraion ote tien con Expaia y la eonsuren en marcha de nuestra independencia, ue es preciso sacudir este somett thiento cultural, Esto ocurid co lg tuevas generaciones romiutica,y es Decialmente bajo el liderazgo de uno Ale sus espiitus mayores! Esteban Echeverria Los roménticos. Ruptura con Es- Wiajedo a Paris Ali ha triunfado el romanticismo que desalojaré dela es- cena a ese viejo y falso clasicismo es. tereotipado ya en sus formas acade- micas, Echeveria se convierte en 10. mantico, y-Hlega en 1830. Buenos 5 | www.ahir Mustracién para “Aniceto el Gallo” com.ag ‘Matadero de Buenos Aires (litogr. de Dulin, 1860). Jar, y aun del pasado medieval. Cree en Al “genio de los "yen a Ianticismo la busca deliberadamente, ¥-de abi saldrén, junto, con el misino Echeverria, esa manera, trazarin el surco que desem- bocari ‘en el poema genial de. José Hemindez (1834-1886): el Martin Fiero Por otro lado, el origen francés de! romanticismo, unido al deseo de rom- per con Espatia, leva a los roménti- fos ala deliberada quicbre ‘de la to- dicién espaiola. Es cierto que este corte de tijeas —que no fue total, naturalmente, en nuestra titra con Ia influencia espafiola, no sigaifica, en ‘modos, este cambio libera al lenguaje de un espaiiolismo ya forzade, ayuda jaeaeiis estampa, pricticamente, Bartolomé Mitre ‘que eseribe una novela, y, Echeverria un teérico y un versificadar que eseribe tun euento. Pero si ambos registran la influencia francesa, EI matadero bri- Ta en un nivel el pro- ceso de diferenciacién se acentia. Y esto ocurre, con diferencias de grados y calidades, con. todo el romanticis: foo. Se escrben novelas, y no dejan yy Juan fan im Archivo Historico de Revistas A L “gentinas Tres siglos sin novela Debian pasar “tres siglos hasta que pudiéramos hablar de un género narrative caltivado en la Argentina, Y mucho mis ain de un género novelesco. Era, i embargo, la Gpoca en que Ia narrativa daba un glorioso nacimiento a Ia novela con “Don Quijote", en Espaia, surgide sobre toda una tradicién narrativa en la que Ia picaresca espafiola esempetiaba el papel del fermento moderno ensamblindose sobre Ia tradicién de las novelas de caballeria, y en que Francia daria en su siglo XVI un modelo de novela clisica tan importante como “La Princesa de Clives", de Madame de La Fayette, En el Rio de la Plata, sin embargo, no se encuentra ninguna expresin de ia literatura narativa. No se trata yn de una expresién importante. En la Iiriea © la épica tampoco hay lo importante, pero el género se cultiva. En narrativa, simplemente, no se cultiva en absolute: Desde 1536 hasta 1788, no se se encucntra en todo el Rio de la Plata una sola novela, ni buena ni mala, Se ha tratado de explicar este fenémeno por tuna disposicion de las Leyes de Indias que prohibia expresamente toda fabula de imaginacién o fantasia, y consigulentemente por la’ aversiin ceclestistiea hacia erte géncro, Pero parte del hecho de que muchas Asposiciones de estas Leyes de Indias enistian, slo en el papel es evidente aque no habria bastado ese detalle legal ni la oposicign religiosa para impedir el cultivo de ese género si tal cosa hubiera sido posible. Debe verse, en rigor, esta ausencia-de literatura novelesca durante esos siglos, como un hecho ‘explicable sélo estrictamente por Ia historia literaria_y aquf radicada en el fenémeno de la evolucién de los géneros. La novela, justamente, es el género que aparece més tarde en la historia de cualquier literatura nacional, asi como’ la pica y la lien som los que aparecen primero, sin que importe cudl fuera www.ahira.com.ar José Mérmol el grado de desarrollo que ese género tuviera para ese mismo tempo en Ia literatura de otros paises. Entre nosotros, Sebia formas printero el eerpo general de una narrativa, segtin un proceso Aue en sus lineas generales es también Comin a toda literatura, y este cuerpo para, que ei to i ona intemalizado y de icolbgica propia como un desarrollo de formas festructures aptas dentro de una dinémica a, fenbmmeno que s6lo se produce tesa nts estas eel Adesarollados, surge precisamente tanto de los elementos narrativos quo se desprenden de Ia épica, como de la ‘rénica y de la prosa en general. Los sgéncros traidos de Espaita deblan echar Sus ralces muy pofundamente en la misma materia dinémica del desarrollo de nuestra nacionalidad, antes de ‘que pudiera aparecer, no s6lo tna literatura de ficeién realist o fantistia, sino siquiera una psicologia de narrador y novelista, por dcbil y confusa que fuese. ¥ esto es fo que ocurre solo en 1851, algo mis de tres silos después de Ta primera fundae:in de Buenos Aires, con “Amalia”, de José Mérmol; en realidad, si se exceptia una pieza casi deseonocida de Miguel Learte escrita en 1788, a pekncra novela argention Aschivo Historico de portantes después para noestra vida politic; el primero impulsando ade- ans todo este proceso, se ver’ que Ia co- Jumna dedicada a la narrativa es tan tupida como la de la liriea, y que el teatro da comienzo a los primeros in- tentos de la nueva nacién, aunque so- bre el papel, con Mirmol. Asi como antes lo hiciera Varela con la Colonia mente desde al Fase, este fcereamienta del idlome ‘esta realidad, a muestro tono mental, el tono de’ unn idlosinatiaToeal que eae eee aL enya gua barca artes expiacin el cao mera de fu literatar, Proceso que, Gamo pue de presume, no ha concido toda- pean ae ne eee superficie para iniciar su desarrollo felopendioste, Fone lao que el Soleil exper Eoinoieaioo la mise once de eee eeeectioss ea eel ae Re eee mds acuciante nuestros pensadores, {fulsg plano Ja cartons le theided do cn ieroture saclay to et exrio, ences, quo 0 nile Ia critica litera cates fa de un género. specialmente, a\ tor taml genero dad lite- oie de traparte y ln concienia de sus fines. Revistas Argentinas | www.ahira.com.ar Los novelistas. La generacién del 80. — La. poesia, Is prosa bio grifica y autoblogréfica, atin Ia lte- ratura dramética, el ensayo, la citi a, han ido madurando sus petfiles en eg pea en gue pls ta vés de guerras civles, desgarramien- tos y conflictos, avansa hacia st or mnzacién. Cuando ésta se produce, O iqieds més exuctamente”coand sienta las bases paar iniclat su des- arollo, los hombres del romanticismo {que hicharon por ella comienzan a coder el paso & nuevas generaciones. as que escriben sus obras hacia 1880, reciben por este hecho el nom- thre de generacién del 80, Pero son fen rigor roménticos de las ltimas épocas, aun los. primeros antix mdnticos. La nacién esta organizada, Jos ideales colectivos aflojan, la ite: ratura reelama sos derechos. En Francia y Europa se expande el na- turalismd, nacido en realidad del re- alismo romdntico y destinado a liqui- alo. Entonces aparecen novelistas Que, como Eugenio Cambaceres (1818-1888) 0 José Mir6, que eseribe con el seudénimo de Jolin Martel (1867-1896), dan a luz novelas donde 4 naturalismo se aplica a la realidad oplatense. Pertenecen a toda una Zomo ellos, hombres cultivados, de cultura, refinada, que visitan Paris y traen de alt las tltimas novedades de los salones literarios. Y antes, otro de conversador ex ist, reias paginas deserptvas en Si elsto Uno excursion a los india ranjutles. Bl cuerpo de nvestra Ite atura apa ‘ = od generacién tendré su de novelistas expeciticos. Ya Sp berkn pocts,histritdores 6 tl. entanTe-novela, como Alberdi. Ser bee mente entregedos al bres. vocacions género, creadores psicolégicamente redispuests y formados para la ce- fain novelescn. Por u party el tex. to, a fines dal siglo, cobraré tambien clerta vida orginica, ya no como ite- ratura excita por pocasailados, si ome hombres que levan su creacion S'ias tab Hetines a ,cuyO personaje Juan Moreza HMR whe Specs ie weds i polar en los escenais, primero de os circos, después de los teatros, se vir falan con a oigen de esta taven esa nica continvads, Interesante proceso que nuestra Historia estudian «30 fhino detenkdamente. Ya fines de Siglo y comienzos de esta centri, este teatro emperars a organizarse ya fn una continaidad que impulsaré desarrollo hacia adelante, eumplign- dose desde entonces sin pausa sin fracture , La madurez en marcha. —He- mor Hlegado al_ punto en que, dewic cumienzos de siglo, nuestce Meratra con sus géneros formato, quebraba In sujciénimitativa a Espa y fet Bilzado su lengua, “aigentiotends™ en buena medida por este. cambio, Rep seta alex por fo mo olos de Francia y Eunops, evana en tun desieollo que, si bien no ext ya dominado por los grandes ideales egos o's: so al dual le la propia. personalidad nacional, Esa ‘tina tambien, en toda see tructura, necestada de formas ro. Bl, bad por enemas ee sm Ajenos, perturbada. por los restos de aquella colonia que! nin no han des aparecido del todo, Es una primera B Archivo H Octosilabos de pie quebrado 1Los versos se clasifican segtin el nimero de sus slabas, en este orden: 1M silabas, alejandrinos; 12, dodecasflabos; Ul, endecisiabos; 10, decailabos, 8, ‘eneasilabos, 8, octosilabos; 7, heptaslabos; 6, herasllabos; 5, pentasilabos; 4, tetrailabos; 5, trisilabos; 2 diilabos. Tas famosas coplas de Manrique, que imita Miranda en su “Romance Elegiaco”, estén compuestas por estrofas formadas por 12 versos, ocho de los cuales son ‘octosilabos y cuatro (el 3%, el 6%, 1.9% y el 129) con Ia ritad de silabas. Estos versos donde el ctosilabo se parte en la mitad, se Maman de pie quebrado, Ast, Ia estrof dle Manrique empieza con dos octosilahos seguidos de un pie quebrado: Reeuerde el alma. dormida avive el seso y despierte, ‘ontemplando. Y Ios de Miranda, con tres octoslabos y uno de pie quebra En las partes del Poniento Es el Rio de Ia Plata Conquista la més ingrata 2 su sefor, Este texto de Miranda, completo, fue copiado en el Archivo de Indias por el historiador chileno Morla Views para sus “Estudios Historices”. Ricardo Rojas lo introdujo por primera vez en la historia de muestra literatura, en su famosa “Historia de la Literatura Argent ‘curva, que ocupari algo mas de los | veinte primeros fasciculos de nuestra historia, la que hemos comentado en estas lineas de introduccién. Porque durante esta curva se forman ye instalan con todas las posibilidades de un inicial desarrollo propio. los Aistintos géneros, Ia hemos llamado la etapa de formacién de los géneros, " 0 vemos, va ualizar esta larga curva en el cuadro sinéptico que ilus- tra estas paginas, y asociar a él las reflexiones que hemos estadi riéndole. A partir de aqui, ser4 ya desarrollo, sss de a jana cién realista, tanto francesa, la reduciré en eambio y, de todos modos, no dejard de imprimir en ella su sello de renovacié vas experiencias. Esta parte esta. Introdue. cidn, en el préximo faseiculo, Asi como el tercero marcaré, siempre como ahora, a grandes rasgos que no Abe ser tornados como. exquemas rigidos, sino enriquecidos después con las leeciones que ira dandc 5 José Miré (Julién Martel) fos sepaarse devo universal sng al conrano,inegrarve en 6] en un nivel de igualdad, Todo ello, naturalmente, dentro de la influence de las ideas, lon cambios solales y politicos vii dos por el pals ls cotentes eset 5 cs, fyo sentido y naturalezs seri fu fumo, motivo de ands y estudio Archivo Historico de Revistas Argentinas | www.ahira.com.ar aoa Escena de una de las primera: representaciones d 3 principios de la formacién del teatro nacional. 19 Desarrollo de los géneros literarios Epoca Colonial Siglos Poesia Literatura dramatica XVI —|— {UIS DE MIRANDA, spt. Romance eleiaco, 15 MARTIN DEL BANCO CENTENERA (1535-1605, espa). ‘La Avgentna, 1987 (pub. 1602), XVII LUIS DE TEJADA (cordobés, 1604-1690). EY peregring on Babilona, acl 1660-1670 (pub. en 1916). Loss a la Visgen 0 al Rey Representacones esporidicas do teatro espa fol y elisco en fa Universidad de" Cérdoba, kiduct dba XVIII XIX Epoca Virre MANUEL JOSE DE LAVARDEN (17s1800)) 1788) ‘un guaso... los trunjos de Cevallos. VICENTE LOPEZ ¥ PLANES (1785-1859), Elin eentina, 1807. IN RIVAROLA (1770-1820), io, Herolca defense, Savery lett’ endninas, eros latinos en loor @ Liniers Loe inte (represeatada en Cérdoba, 1761). inal Siro, 1789." MACIEL (ctribuido), El amor de ta estancera, 1788, Auto patitico (anénimo, 1807). NV ira.com.ar en la Argentina (1536-1880) ) Narrativa + Crénica en prosa, historia, ensayo PERO HERNANDEZ. (espafol), Comentarios do Alear Nees Cabeza de Vaco, (585). REGINALDO LIZARRAGA (espatol), Descripcién breve del Perd, Tucumar, bo de 1a Plata y Chile, 1500. Hechos historicos y culturales importantes Primer Renacimient, Prinera fundscidn de Buenos Aires (1548). ec de Arey centuo. de In conguista "(1597 Fundacin de Cirdaba (1573) Segunda fundacién de Buenos Aires (1580), Entada de foe jeruitas (1588). Soqundo Rengeniento © La feforma La eraicana (1580-1518-1589), por Alonso de Eres espa). lementos namativos importantes en GUZMAN (1613) RUY DIAZ DE GUZMAN (mestize.asuncefo, 15587-1029), De Argentina manuserita, 1613 Dal Renacimiento al Baroco Siulo de Oro espa Comentarios reales (1600-1616), por Inca Garellao dela. Veea (mestian peruano, 1539-1616). Fundaetén de la Universidad de Cérdoba (asi). Centro intelectual jraitico en Céndoba. Ciencias Hosta, “Labor de Tos jeaitas en Cirdaba, forsteos, Y7S1-1782-1785, ALONSO GARIUG DE LA VANDERA (espatol, 17150-17757), Lazaro do clegos caminants, 1775. ines del Basroco y comienzos al Neodlasicim, La imprenta en Cedoba (1768) Enxpulsiin de‘los jenstas (1767). CCrtuciin ‘det viereinato en Buenos Alves ar) Imprenia en Buenos Aites, ‘Teatto de la Hancheria (1781), al primero en lu Argentina Archivo Historico de GREGORIO (dein) FUNES (279-1880), fein as Histor Csi El Telégrafo (1801-1802) Semanario de Agricallaren Atsdo por Hipaito Vevtes (2800) Las invationesfnglecas (1800-1807). Corre de Comercio, dlirgido por Manuel Belgrano (1810). ‘Hleas liberates. El encilopedsmo, tevistas Argentinas | www.ahira.com.ar La Revolucién de Mayo Siglos Poesia XIX a ira argentina, 3891. Goleccdn de podsar patriétices, 1827. BARTOLOME HIDALGO (1765.1823), Didioges parlticos, Celts, 1810-1820. ESTEBAN DE LUCK (1794-1838), Pocdas, JUAN CRUZ VARELA (1704-1830), Elotre, 1817; Possar patrdvics, 1818-1820; Poerae cfoilar, 1520-1890 "LOPEZ Y'PLANES, CAYETANO RODRIGUEZ, TAN CnisosTOMO LAFINUR, DOMINGO DE. AZCUEN JOSE ANTONIO. MIRALLA, ESTEBAN ECHEVEARIA (1605-1851), Hora ©-ta novia del Plato, 183% Los consuclos, 1894 Las timas (Le cautiva), 1837. JOSE MARMOL. (1817-1871), Cantoe del perezrino, 1844; Armonia, 1854 HITARIO ASCASUBI (1807-1875), Sanior Vene, 1851-1872. CARLOS GUIDO Y SPANO (1827-1018). ESTANISEAO DEL CAMPO (1804-1850), Fausto, 1886, JOSE HERNANDEZ (1834-1886), Ma Flore (Primera payte, 1872; Vuala, 1879) ‘OLEGARIO VICTOR ANDRADE (1836-1882), arpa pordide, 18TT: Prometeo, 1877; La noche de. Mendoza, 1880, Obras pottces (El nid de cindates, et), 1887. RIGARDO GUTIERREZ (1896-1806); Poesies excoatdas, 1578. RAFAEL OBLIGADO (1851-1920), Santor Vege, 1885. CALIXTO OYUELA (1857-1945), Peso B, Palacios, ALMAFUERTE (1854-1917) MARTIN GARCIA MEROU (1862-1905); DOMINGO MARTINTO. (1859-1808), CARLOS MONSALVE, LEOPOLDO DIAZ, ‘ADOLPO MITRE los primeros modemistas. Se fnicla un nuevo erode, Af chivo Histérico de Revistas Argentinas Literatura dramética JAN CRUZ VARELA, Dido, trazedia, 1823; Area, id, 1804 Le dectin de aip, MARMOL, Fl poet, drune, 182; El crv, 18? (no fueron reperetado). © it CUENCA Cala see), Muse’ (xo fe represetada gente Amapolas, 184, el osismo. ALBENDLEL ‘Teatro oficial EDUARDO GUTIERREZ (1853-1890), Tuan Moreze, 1884, adaptado a las tables MARTIN’ CORONADO (1860-1819), | a piedra del esoindalo, 1902: a chacra de don Lorenco, 1918, La Generacién del 8O MARTINIANO LEGUIZAMON (1858-1935), Calandra, 188. NICOLAS GRANADA (1840-1015), 'A compel, 1003 Savi Peisa Cises-028), Pacino, 1906. Se organiza Ta vida teatral argentina, Contin Gad del género dramitic. www.ahira.com.ar Narrativa Crénica en prosa, historia, ensayo 7 Hechos histéricos y culturales importantes ECHEVERRIA, ECHEVERRIA, El matadere, 1838, el primer cusato argentino, ‘MARMOL, ‘Amalie, 151-1855, ln primera novela argentina. IWAN ‘BAUTISTA AEBERDT (1810-1884), Fengrneln de Liz del Da, 1, ovale slegérica VICENTE FIDEL LOPEZ. (1615-1903), La novia del here, 1844, JUAN MARIA CUTTERKEZ, (1809-1878), El coptin de Paticioe (1843, pub, en 1874), BARTOLOME MITRE (1821-1505); Soledad, 1847, Importantes elementos novelstioos en Facendo, LUCIO V. MANSILLA (1851-1913), Une excursién « Tos tndioe rangueles, 1870, relate histérco. JUANAMANUELA CORRITI (1618-1692, DEAN FUNES, Historia cic, 1816-1817. MARIANO MORENO. (1771811), articulos periodsticos BERNARDO MONTEAGUDO (1765-1805), fcticlos periodico, JOSE MARIA PAZ (1701-1854), Memoria, 1855, Dogma socialite, 1846, PEDRO DE ANGELIS’ (iliano, 1784-1850), Ensayo histérico vobre la vida de Rosas, 1830; Golecidn de obras docmentos, 185 ALBERDE, Bruen, 1852 VICENTE FIDEL LOPEZ, Historia de la Repibien Argentina, 1855-1899, Citca Iteraria de JUAN MARIA GUTIERREZ. 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Aires Desarolo del proletriad, ‘Una nueva clase mela et ascenso, Ticks al modernism, Rubén Darfo en Buenos Ales (1890) Las Archivo Historico de Revistas Argentinas | www.ahira.com,ar Clasificacién tradicional de los géneros Verso I. GENERO OBJETIVO Epiea (narrativa): reflejo del mundo ‘exterior al espiritu del eseritor, = 1) FABULA O APOLOGO. Compasiciin breve que enciera una a menudo seres irracionales 0 abstractos, Antiguamente, se Mamaba también ensiemplo, cenxemplo 0 ejemplo. 2) PARABOLA. Tgual que la anterior, pero de tono mis grave, ensefianza més profunda y con tema de la vida humana. 3) ROMANCE, Narracién versificada en combinacién miétriea de versos octosilabos, donde los impares son libres y los pares llevan Ia misina asonaneia fen toda Ia pieza, 4) EPOPEYA, Composicion extensa, narrativa, de asunto grandioso, con intervencién de lo maravilloso, Es la principal especie épica, 5) LEYENDA. Narracién mis 9 menos fantistica fundada en tradiciones opulares. 6) BALADA. Narracién sencilla de alguna breve Teyenda de fondo sentimental, I. GENERO SUBJETIVO Lirica: expresa Ios sentimientos ‘mis profundos del poeta. 1) pa. Composicién de gran elevacién y transporte. Puede ser sagrada (religiosa), civil (patridtica), heroica (guerrera, ete), moral o anacreéatica de amor 0 sensualidad, 2) CANCION. Oda de estrofas largas (estancias), ‘con excepeién de Ia iltima, que puede ser mas breve. 3) EPITALAMIO. Cancién de bodas. 4) HIMNO, Alabanza de un suceso 0 persona ‘memorable en tono de ¥ entusiasmo, GIA. iti por desastres de caricter personal 0 colectivo (se divide en intima, pica, heroics) 6) SATIRA, Censura dspera que ridiculiza personas o cosas: 7) EPISTOLA, Carta en verso de asunto moral, satirico, pedagbgico, de tono directo ¥ personal. 8) SONETO. Expresién de un pensemiento © sentimiento nico y dominante; se ‘compone de catorce versos de Jonce silbas cada uno, 9) LETRILLAA, Extrofas de tipo saticieo, cada una de las cuales es sucedida or un estibillo, siempre el mismo, {hie Sintetin 1a Soon gence 6 i0) EGLOGA, Cuadro rural pastoril de gran dulzura y serenidad, en el que los personajes intervinientes dislogan, 11) IDILIO, y asunto campestre, pastoril 0 aldeano, 12) MADRIGAL, Expresién elegante y graciosa, no profunda, de un pensamiento generalmente amoroso y lisonjero, 18) ANACREONTICA Canto més bien libre y sensual, ‘a manera de imitacién del poeta griego Anacreonte, que celebra los placeres del vino y del amor. 14) ENDECHA, Cancién breve de asunto generalmente funesto, usualmente expresada en versos de seis, © Siete silabas, 15) EPICRAMA, Estrofa que desarolla un solo pensamiento agudo, generalmente ingenioso y de caracter satiric II. DRAMATICA Puede estar expresada en prosa ‘en verso, o en ambas formas a la vez. Archivo Historico de Revistas Argentinas Se expresa en forma dialogada y or interme de personas ramatis personae) que Teprcrenh ln sce 1) COMEDIA. Representa un enredo cuyo desenlace es siempre festivo © gractoso. 2) TRAGEDIA. Representa tuna accin_extraordinaria de elevado asunto, en estilo clevado, y cuyo desenlace es casi siempre Iuctuoso. Es algo ast ‘como el opuesto de In comedia. 3) DRAMA, ‘Obra de asunto més serio que el de la eomedia, donde lo grave y lo cémico se combinan, Tiene caracteres propios de Ia comedia y de la tragedia, 4) AUTO, Pieza en tn acto donde se representan acciones biblieas, alegéricas imblicas, generalmente con fines religioos, especialmente ceucarsticos. Puede ser tambin de asunto paristco, 5) ENTREMES, Acto breve y jocoso de asunto popular que se intereala por To general entre los actos de otra pieza ims importante 6 SAINETE Pier de tema y caricter generalmente muy popular con fines festivos. 1) FARSA. Obra de gran efecto grotesco que se propone fundamentalmente provocar la risa 8) ZARZUELA Pieza donde el aislogo o la dleclamacién se alternan con el canto, 8) OPERA Representacién busada totalmente en la misica y el canto 10) MELODRAMA. Drama musical de asunto menos clevado y cominmente aflictivo, Por extensién, drama de sensibleria cextremada y chacabana, www.ahira.com.ar SeB1 9}2e9 emodiy 9p eyesdony (sony souang ep sesquimsoa K séBeny) e017? en Este fasciculo, con el libro MARTIN FIERRO de José Hernandez, ) constituye la entrega n?1 de CAPITULO CAPITULO La historia dela literatura aigentna wwe s 150 He aqui el plan de la obra icteatinn Rech ope ENTREGA FASCICULO Introduccién: Los origenes Intreduccién: El desarrollo Introduccién: Los contempordneos Primera parte Epoca colonial del Renacimiento al Barroco Epoca colonial: la llustracién y el Seudociasicismo La epoca de Mayo Nacimiento de la poesfe gauchesca La época de Rosas y el romanticismo Echeverria y la realidad nacional EI nacimiento de la novela: Marmol I nacimiento de la erica: J. M. Gutiérez La prosa roméntica: memorias, biografis, historia ensayo en la época romantica El ensayo: Domingo Faustino Sarmiento Desarrolla de la poesia gauchesca José Hernénde2: of Martin 10 La segunda generaciin roméntica: 1a poesia Lucio V. Mansila La generacién del ochenta: las ideas y el ensayo La generacion del ochenta: Ia imaginacién La “prosa ligera” y la ironia: Cané y Wilde El naturalisme: Eugenio Ci La literatura social: José Mrs FASCICULOS QUE APARECERAN POSTERIORMENTE: Prottyamente se eupiistari,portailas con titiof Ye tonos.yscapltles ara. aveos tsricuog quodan epaagerasy ro Martin Fierro - J. Hernandez ~ 192 pégs. La gallina degollada y otros cuentos - H. Quiroga 128 pas. perseguidor y otros cuentos - J, Cortzar - 144 ples. Los fundadores -Antilogla - 96 pégs. La literatura virreinal- Antlogia - 120 pées. La lira argentina ~ 95 pags. 1 dltiogos pariticos - Hidalgo - 80 pigs. La &poca de Rosas -Antologia - 120 pags 1 matadero y La cautva - Echeveria - 120 pags. fal one pautl Mend = 0 he to P Amalia (segunda parte) - Marmol - 300 pégs. Memarias del General Paz -Seleccin- 120 pégs. EL ensayo roméntico- Antologia - 108 pégs. Facundo - Sarmiento - 200 pags. Santos Vega - Ascasubi - Fausto ~ Del Campo 108 pis. Escitos en prosa - Hemnéndez - 92 pégs. Versos roméntioes - Antologia de Gutiérrez y An dade 120 pigs. Une excursion 2 log indios ranqueles (primera parte) - L. V, Manse - 320 pps. (ol. Esp) Una excursion los indios ranqueles (segunda parte) - LV. Marsila- 240 pégs. La ran ala - Lucio V. Lope ~ 160 pags. Jwerilia- Cané - 128 pigs Sin rambo - Cambaceres- 144 pigs. La bolsa- José Mirb - 190 pags. Sami Eepeoaum — 45 cl sys mates. Eau! ries Ets — bytes cha = 48. La vat nmrcion itermeia on entra tan indegenintes tee

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