DETERMINACIÓN

(Santidad)
Acabamos de ver lo importante que es la decisión al momento de identificarnos con
nuestro señor Jesucristo, sin embargo, esto es solo el principio. Luego que ya
hemos tomado esta decisión, viene algo que es de suma importancia y esto es la
determinación.
La determinación se puede definir como la capacidad de insistir y persistir en un reto
sin darse por vencido.
Actuar con determinación es uno de los secretos del éxito en todos los proyectos
que emprendamos, A lo largo de la infancia, dada la influencia que ejercen en
nosotros los mayores es casi imposible tomar decisiones y escoger un camino
propio; si bien la personalidad de cada uno aporta ingredientes únicos, estamos
sujetos a tantas normas que no es normal hacerse a un costado y redirigir la vida.
Sin embargo, ahora que somos adolescentes, somos nosotros quienes ya debemos
ir forjando lo que queremos ser. Esto resulta muy tentador para la mayoría de los
adolescentes, que desean «liberarse» de una vez por todas y convertirse en dueños
de sus propias vidas. Pero de nada sirve tanto espacio si no sabemos qué hacer
con él. Es entonces que la determinación juega un papel crucial en el desarrollo.
Pongámoslo de esta manera, si alguien quieres destacar en algún deporte y ser de
los mejores, debe no solamente tomar la decisión, con el simple hecho de que digas
voy hacer esto, no quiere decir que cumplas con tus objetivos, tendrás entonces
que tener a arduas jornadas de entrenamientos, tendrá que abstenerse de muchas
de las cosas que pueden dañar su cuerpo, e incluso tendrá que abstenerse de hacer
cosas que las demás personas que le rodean normalmente hacen, debe también
preparar su cuerpo y exigirlo para cumplir ese propósito que tiene, para ello es
indispensable tener una determinación, eso es precisamente lo que el apóstol Pablo
nos enseña en (1 Corintios 9:24-27)
Hoy, estamos ante múltiples propuestas para que adoptemos una identidad, con
modas, músicas, culturas, y la gran mayoría de ellos en contra de nuestra identidad
como cristianos.
Debemos como adolescente identificando alejarnos de todo lo que nos quiera robar
esa identidad, hoy es el momento de tener la determinación de decirle que no al
pecado y determinar tomar el lugar que te corresponde como adolescente que es,
la de ser hijo de Dios.