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SISTEMA REPRODUCTOR MASCULINO

Está formado por los genitales externos, ubicados fuera de la cavidad abdominal, están compuestos por
el pene y los testículos. Los genitales internos, situados dentro de la cavidad abdominal, están
formados por una serie de conductos (los epidídimos y los conductos deferentes) y glándulas internas
(la próstata, glándula de Cowper y las vesículas seminales) que participan en la formación del semen y
en su transporte desde los testículos hacia el exterior.
Los testículos actúan como glándulas, ya que fabrican la hormona testosterona, que participan en la
formación de los espermatozoides o células sexuales masculinas y en el desarrollo de los caracteres
sexuales secundarios durante la pubertad. Están formados por unos conductos muy finos, largos y
enrollados denominados tubos seminíferos.
Entre ellos, se encuentran unas células glandulares especiales llamadas células intersticiales o de
Leydig, que secretan la hormona testosterona. En las paredes de los túbulos seminíferos se forman los
espermatozoides.
Los espermatozoides se producen dentro de los testículos, envueltos por una capa o bolsa de piel
llamada escroto. Estos pasan de los testículos al epidídimo, un tubo largo y replegado, ubicado sobre
cada testículo, en el que maduran y quedan almacenados
Cuando los espermatozoides abandonan el epidídimo viajan por el conducto deferente que se
continúa en la uretra, otro conducto que recorre el interior del pene que conduce y elimina el semen en
el momento de la eyaculación y por el que también circula la orina, y está relacionado con el sistema
excretor. En su camino hacia el exterior los espermatozoides forman parte de un líquido llamado
semen, que contiene, además de esas células sexuales, secreciones que permiten su nutrición y que
proporcionan un medio adecuado para su desplazamiento. A medida que los espermatozoides avanzan
reciben las secreciones de la glándula de Cowper o glándula bulbo uretral, la vesícula seminal y la
próstata.
La vesícula seminal, produce aprox. el 60% del líquido seminal, posee fructuosa y otros nutrientes que
nutren a los espermatozoides en su trayecto en busca del óvulo.
La próstata, constituye el 20% del volumen del semen, cuya función es darles movilidad a los
espermatozoides y ayuda a neutralizar la acidez la acidez de la vagina y de la uretra.
La Glándula de Cowper, que segrega mucus, es la encargada de lubricar y facilitar la penetración del
pene en la vagina durante el coito o acto sexual.
El pene es el órgano copulador que expulsa el semen y la orina. Internamente está formado por tres
masas de tejido, dos de ellas denominados cuerpos cavemosos, muy vascularizada, y la tercera,
llamada cuerpo esponjoso, que se continúa en el extremo del pene con el glande.
Durante la excitación sexual, una gran afluencia de sangre llena los cuerpos cavernosos, lo que
provoca el aumento de volumen y consistencia del pene, fenómeno llamado erección.
La extremidad del pene está dilatada y se denomina glande, que a su vez está recubierto por una piel
móvil llamada prepucio.
Gameto Masculino
Los espermatozoides son las células largas, diferenciadas que tienen como finalidad desplazarse para fecundar
al óvulo femenino, se originan en los testículos Son mucho más pequeños, mide aproximadamente 14
micrómetros de largo y tienen forma recta. Se producen desde la pubertad en grandes cantidades y continúa
durante toda su vida su producción, aunque disminuye en la vejez. Tienen una vida útil más prolongada
pudiendo sobrevivir de 3 a 5 días en el útero. Las partes de un espermatozoide son:
1.- Flagelo Es la estructura responsable de la movilidad del espermatozoide para llegar hasta el óvulo.
2.- El cuello Contiene numerosas mitocondrias que dan energía para dar movilidad al flagelo.
3.- Cabeza Contiene el núcleo y el acrosoma.
• El núcleo tiene la mitad de la dotación genética de nuestra especie, 23 cromosomas.
• El acrosoma, es una vesícula que contiene enzimas que sirven para romper las envueltas protectoras del óvulo
SISTEMA REPRODUCTOR FEMENINO
El sistema reproductor femenino, está formado por órganos externos o vulva, situados por fuera de la
cavidad abdominal, están compuestos por los labios mayores, los menores y el clítoris.
Los genitales internos, ubicados dentro de la cavidad abdominal, están compuestos por los ovarios, las
trompas de Falopio y el útero.
La función de la vulva es proteger al orificio por donde sale la orina a la vagina. Habitualmente, la
vagina se abre al exterior en un orificio vaginal, cubriendo dicho orificio se encuentran unos pliegues
de piel gruesos denominados labios mayores por dentro de estos y protegiéndolos se encuentran los
labios menores (son repliegues, pero más pequeños y delgados) que se continua por arriba en una
masa de tejido blando recubierta de vello llamado Monte de Venus. En la unión superior de los labios
menores se encuentra el clítoris, órgano muy sensible con una estructura similar a la del pene, que está
formado por tejido eréctil que, al ser estimulado, induce la producción de una sustancia mucosa en la
vagina, que permite la lubricación de esta, lo que facilita el ingreso del pene.
Los ovarios son dos pequeñas órgano con forma de almendra, ubicadas a ambos lados del útero,
producen a los ovocitos o células sexuales femeninas a partir de las cuales se desarrollarán los óvulos
y producen las hormonas femeninas: estrógenos y la progesterona, que intervienen en el desarrollo
de los caracteres sexuales secundarios y estimulan la ovulación.
Cada ovario se relaciona estrechamente con un conducto llamado Trompa de Falopio, que tiene su
extremo ensanchado en forma de embudo, y que desemboca en el útero y conduce los ovocitos hasta
allí. Las paredes internas de las trompas están recubiertas de cilias que facilitan el transporte del óvulo
en su interior, y es allí, donde se produce la fecundación, es decir, la unión entre una célula sexual
femenina y otra masculina.
El útero es un órgano hueco del tamaño de un puño cerrado y con forma de pera invertida, de paredes
gruesas, elásticas y musculares que se estira durante el embarazo y cuyas contracciones facilitan la
expulsión del bebé durante el parto. También las contracciones uterinas permiten el desplazamiento de
los espermatozoides hacia el óvulo luego del acto sexual o coito. Su interior está recubierto por tres
capas de tejido: externa o ectometrio: que lo protege y mantiene la forma; media o miometrio: gruesa,
muscular, la que se contrae activamente durante el parto para expulsar al feto; externa o endometrio o
mucosa uterina: muy vascularizada y glandular, en la cual se fija y anida el embrión. En su sector
inferior, se encuentra el cuello del útero o cérvix, que se comunica con el exterior a través de la
vagina.
La vagina, es un conducto donde se introduce el pene y es depositado el semen durante el acto sexual;
conduce la exterior la menstruación y es el canal de parto por donde sale el bebé al finalizar el parto.
La vagina es la desembocadura del sistema genital y no del urinario, que posee su propio orificio al
exterior: meato urinario. Las paredes de dicho órgano están tapizadas por un tejido eréctil, muy
vascularizado. En la vagina desembocan las glándulas de Bartholino que segregan abundante
cantidad de mucus, que actúa como lubricante de los órganos genitales externos.
En la porción inferior de la vagina hay un engrosamiento anillante que reduce el diámetro del orificio
vaginal llamada himen. Esta membrana cubre total o parcialmente el orificio vaginal y se rompe
durante las primeras relaciones sexuales o durante algún ejercicio físico intenso.
Las glándulas mamarias forman parte del sistema reproductor femenino. Están conformadas por
pequeñas glándulas productoras de leche que liberan su secreción a través de conductos que
desembocan en el pezón. La función que cumplen es secretar leche para alimentar al recién nacido y
está estimulada por la acción de las hormonas originadas durante el embarazo.

Gameto Femenino:
Los óvulos se forman en los ovarios. A partir de la menarca (primera menstruación) la mujer comienza su vida
fértil y producirá un óvulo por mes. La producción de los mismos, continúa hasta una etapa llamada menopausia
en la que, finalmente, cesan de producirse, alrededor de los 50 años. Tiene un período de vida limitado y una
vez que es liberado de los ovarios, sólo puede permanecer vivo durante 12 a 24 horas y si permanece sin
fertilizar se disuelve en la trompa de Falopio. El óvulo carece de movilidad propia, por lo tanto al ser liberado,
es llevado hacia el útero por medio de las Trompas de Falopio. Posee un gran tamaño, su forma es esférica y
tiene un diámetro de 100 micrómetros aproximadamente. Está formado por:
• El núcleo con la mitad de los cromosomas, que contiene la información genética.
• El citoplasma donde se encuentra el vitelo: sustancias de reserva y nutritivas para permitir el desarrollo
embrionario hasta que se forma la placenta.
El óvulo está rodeado de la membrana celular o vitelina que consta de dos envolturas:
• La membrana pelúcida: capa gelatinosa que envuelve y protege al óvulo.
• La corona radiada: capa formada por células foliculares que acompaña al óvulo y que colabora en la
formación de la placenta y de las hormonas sexuales femeninas.
Ciclo menstrual

Es un conjunto de procesos controlados por hormona, que se extiende a lo largo de 28 días


aproximadamente, y durante el cual ocurre una serie de eventos que se repiten mensualmente.
El ciclo menstrual se divide en dos fases: la folicular y la luteínica, las cuales están controladas por
medio de hormonas específicas segregadas y reguladas a través de la glándula hipófisis. Estas
hormonas son la hormona folículo estimulante o FSH y la hormona luteinizante o LH.
Se toma como inicio del ciclo menstrual, el día en que aparece la menstruación. Durante este periodo,
se produce el desprendimiento de la pared del útero (endometrio) que se elimina a través de la vagina
junto con la sangre que se vierte al romperse los vasos sanguíneos que le irriga.
A los pocos días, durante la fase folicular, un folículo ( que es el conjunto de un óvulo con sus células
circundantes) comienza a madurar por la acción de la hormona folículo estimulante (HFE). A medida
que el folículo se agranda (llamado folículo de GRAAF), comienza a secretar cantidades mayores de
estrógeno que estimulan el engrosamiento del endometrio, preparándolo para recibir al embrión, si
llegara a producirse la fecundación.
A los 14 días del ciclo, se produce un marcado aumento de la hormona luteinizante (LH), provocando
que el folículo se rompa y se libere un ovulo maduro hacia la trompa de Falopio y luego hacia el útero,
proceso conocido como ovulación.
Luego de la ovulación se inicia la fase luteínica. La hormona LH transforma a las células del folículo,
una vez que liberaron al óvulo, en el cuerpo lúteo (también llamado cuerpo amarillo), y comienza a
producir progesterona, además de estrógenos. La progesterona colabora con el estrógeno en la
preparación del endometrio para una posible fecundación. Las altas concentraciones de estrógenos y
progesteronas inhiben la producción de hormonas en la hipófisis por lo que se nota una disminución en
la concentración de HFE y de HL después de la ovulación. De esta manera, se evita la maduración de
otro ovulo.
En caso de que no se produzca la fecundación, el cuerpo lúteo se atrofia y desaparece al cabo de dos
semanas.
En consecuencia, decrece la producción de progesteronas y estrógenos, provocando que el endometrio
se destruya y se libere en la menstruación. Paralelamente al disminuir la cantidad de estrógenos y
progesterona la hipófisis reanuda la producción de hormonas HFE y HL, lo que estimula la
maduración de un nuevo folículo. De esta forma se inicia un nuevo ciclo menstrual.
En el caso, que en su trayecto del ovulo por las trompas de Falopio se encuentra con un
espermatozoide y se produce la fecundación, el cuerpo lúteo no se reabsorbe y permanece en el ovario
durante los primeros meses del embarazo, lo que ayuda a mantener el endometrio, donde está
implantado el embrión.
Pasado este periodo, el cuerpo lúteo desaparece y la placenta se encarga de la producción de
progesterona.
La placenta es un tejido muy irrigado que se forma en el útero y a través del cual se nutre al nuevo
individuo que se está gestando.
La producción continua de progesterona inhibe la producción de hormonas HFE y HL, durante los
nueve meses que dura el embarazo. Esta es la razón por la cual, a lo largo de ese periodo, no ocurre la
maduración de otro folículo, ni la ovulación ni la menstruación.
Consideramos al periodo de fertilidad de la mujer como los días en los que puede producirse la
fecundación si mantiene relaciones sexuales. Debemos tener en cuenta que los espermatozoides tienen
un tiempo medio de vida de 72 horas, y el ovulo puede ser liberado antes o después del día 14. Es por
estos motivos que se considera que el periodo de fertilidad se extiende desde el día 10 al día 16 del
ciclo.
En la mujer, el inicio de los procesos de menstruación, se denomina menarca,suele ocurrir entre los 11
y los 13 años de edad. La duración de cada menstruación suele ser de cuatro a cinco días, si bien hay
variabilidad individual, tanto en la duración del período como en el intervalo en el que ocurre.
El tiempo de vida fértil de la mujer se prolonga hasta aproximadamente los 50 años de edad, momento
en el que deja de ovular y comienza la etapa denominada menopausia,momento en que el ovario entra
en un período de insuficiencia y disminuye la producción de hormonas sexuales.Por lo tanto los ciclos
mentruales de la mujer comienzan en la pubertad y terminan en la menopausia.

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