encontrarlo vacío. Voló y voló a los alrededores. Voló alto. Voló bajito. Voló a la derecha. Voló a la izquierda. Pero no lo encontró. En la pampa, una familia de vicuñas pastoreaba. Mama cóndor, se acercó al jainachu, el jefe de la familia. - Mi huevo se ha extraviado. Se debió caer del nido cuando yo no estaba-. ¿No lo han visto ustedes? - Aquí nadie ha visto nada, señora, lo siento ––Pero nosotros vamos al rio, podríamos buscarlo por el camino -- dijo el jainachu. - ¡Muchas gracias, señor Jainachu – dijo la mamá cóndor y se fue volando a continuar su búsqueda! En su búsqueda la mamá cóndor se encontró con las vizcachas, las llamó --: Mi pobre huevo se ha extraviado. Se debió haber caído del nido en mi ausencia. _ dijo la mamá cóndor – ¿No lo han visto ustedes? _ No hemos visto ni medio huevo, señora, lo siento – Pero podríamos buscarlo por el camino mientras subimos al pico de la loma -- dijo la vizcacha. ¡Claro, como ustedes son tan veloces, me ayudarán a encontrar pronto mi huevo – dio las gracias y se fue volando! Beeeee…. Mientras volaba, la mamá cóndor se encontró con unas ovejas. - Buenos días – Saludó mamá cóndor. - Bueeeeenos dííííías – Contestaron las ovejas - Mi huevo se ha extraviado-, Cuando volví al nido ya no estaba. ¿No lo han visto ustedes? - No, querida. Pero vamos de regreso a la casa de los pastores. Es un buen lugar para buscar. Te avisaremos. _¡Les agradezco mucho! _ dijo más calmada. UNA AYUDA VELOZ Buscando su huevo, mamá cóndor llegó a un jardín llegó a un jardín y encontró un pequeño colibrí. Quien le dijo – Buenos Días, señora cóndor. ¡Qué pena lo de su huevo! Mamá cóndor sorprendida le dijo - ¿Cómo lo sabes? - Me dijeron las Vizcachas. Ellas son muy chismosas -dijo el colibrí. Mamá cóndor al ver que el colibrí era veloz. – le dijo -¿Me ayudarías a buscarlo?, tu eres muy veloz – dijo la mamá cóndor. -Con mucho gusto la ayudaré. –dijo el colibrí sintiéndose importante. Llenó de aire su pechuguita y partió como una flecha. ¿A la zorra?.... hum A lo lejos vió a Doña Zorra - Buen día, Doña Zorra, mi huevo se ha extraviado. ¿No lo ha visto usted? - Buen Día, querida. ¡Qué terrible noticia! ¡Un huevo extraviado! –dijo imaginando que sería un delicioso bocadillo-. Lo siento mucho, querida, no lo he visto, pero con mucho gusto te ayudaré a buscarlo -Gracias, espero que con su gran olfato pueda encontrarlo –dijo y partió sin rumbo. Al rescate del huevo Mientras mamá cóndor volaba lloraba desconsoladamente. Apareció el pequeño colibrí revoloteando y muy le dijo: -¡Señora Cóndor! ¡Señora cóndor! Las vizcachas dicen que a zorra escuchó a las ovejas hablando con las vicuñas sobre una gallina en el granero que había puesto un huevo gigante. ¿No será su huevo perdido? ¡Un huevo gigante! La zorra estaría encantada de comérselo. ¡Debemos llegar! Mamá cóndor y el pequeño colibrí volaron hasta la casa de los pastores. Las vicuñas, las vizcachas y las ovejas estaban afuera. Nadie sabía dónde estaba la zorra. -¡Está cerrado! ¿Qué hacemos ahora? –dijo la vizcacha. -Por su tamaño debe entrar colibrí –gritó la vicuña. El colibrí feliz por ser elegido. Asomó el piquito y luego entró. Al poco rato se escucharon terribles ladridos. La zorra despavorida del granero, los perros la persiguieron. -¡La zorra llegó antes para comerse el huevo! –dijeron la vicuña, la vizcacha y la oveja. Salió el colibrí y todos preguntaron a coro. -¿Y el huevo? -Ya no hay huevo… -dijo el colibrí -En su lugar ¡¡¡hay un precioso pichón que nació calientito. Todos se pusieron contentos cuando vieron salir del granero a una gallina empujando con la cabeza a un pichoncito desnudo que graznaba llamando mamá. La mamá muy agradecida con todos, fue a reencontrarse con su pequeño para llevarlo al nido, abrigarlo, alimentarlo y cuidarlo de otra posible caída.