Está en la página 1de 4

1.

BREVE CARTA A UN CONGOLEÑO

Querido REFUGIADO del Congo: sabes que nadie va a decorar con esperanzas tu catedral
de barro, fiebre y heces.
Sabes que nadie tiene tiempo ni coraje para mirarte a los ojos con la franca ira con que tú
traspasas al fotógrafo y decirte que, probablemente, tus hijos correrán la suerte de los
fugitivos. Huir, llorar, tiritar, pasar hambre, enfermar bajo la lluvia y seguir huyendo de una
guerra que enfrenta a desgraciados e ignorantes soldados en el este de tu patria. Estas solo,
como África entera, como las tumbas de tus antepasados. Ya no te esfuerzas en gritar. ¿Para
qué?

Estas cansado de maldecir. Te han arrebatado hasta el odio, que mantiene en pié a los
hombres destruidos. Pero debes seguir sosteniendo esa bicicleta, como si fuera la pluma
con que podrías escribir palabras de reproche y desprecio. Que los verdugos se sientan
turbados al verte avanzar. Poco valor tienen estos consejos. Soy de los que roncan en cama
caliente y se animan con vino caro. Sin embargo, nuestros órganos se hermanarán algún día
bajo tierra. Entonces se habrá hecho justicia. Resiste... Alberto Martín Aragón (tiempo no
1566)

1.- ¿A quién va dirigida esta carta?

2.- ¿Quién es el autor del Texto?


3.- ¿A qué continente hace referencia? 4.- Piensas ¿Qué el color de la piel puede
hacerte desgraciado?

5.- ¿Por qué crees que en África hay tanta pobreza?

6.- Explica cómo erradicarías tú tantas diferencias como existen hoy en día entre las
personas ricas y las pobres

7.- ¿Crees que el mundo es justo e igual para todo-as?

8.- ¿Cuándo y dónde dice el autor que se hará justicia?

9.- Comenta esta frase: “ todos-as somos iguales y el color de la piel no importa”

10.- ¿Qué sentimientos te provoca el texto?

También podría gustarte