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Capítulo 1
Capítulo 1
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El sol ardía en el cielo, tan brillante y ardiente como siempre, pero parecía
más lejano, como si se hubiera retirado detrás de una cortina de humo y ceniza. El
mundo ya no era lo que solía ser, y eso era algo que todos sabían, aunque nadie
sabía exactamente qué había pasado.
Aún me parece curiosa la manera en que llegamos aquí: despertar aturdido, ver
cómo tus alrededores están prácticamente destruídos y tu cuerpo exhausto, aún
más que al haber asistido a un maratón.
La rutina era simple, siempre estar alerta de tus alrededores, checar la alacena,
conversar el cómo pudimos haber sido mejores personas cuando todo era “normal”,
cuestionar el por qué todo se encontraba devastado y al final, tomar una
reconfortante siesta.
Louis es lo que me mantiene cuerda dentro de este hogar -si es que puede llamarse
así-, es un hombre sensato y tranquilo. Samantha y yo creímos que sería alguien
duro de tratar por su aspecto: alto, facciones duras, voz grave y de pocas palabras.
A pesar de ello, conforme las semanas pasaron, este era cada vez más cálido y
abierto con sus pensamientos.
Cuando la situación se complica, quisiera huir o Sam está teniendo un ataque, Louis
sabe qué hacer, me conforta y al menos sé que si tiene incertidumbre, trata de
buscar el lado objetivo sólo para proveernos tranquilidad a Sam y a mí.
“Si venía una nota, ¿por qué no nos dijiste?” pregunté tratando de sonar lo más
tranquila posible.
“No quería alarmarlos…” susurró la chica mientras garabateaba trazos sin sentido
en los bordes de la hoja, “...además,” continuó “seguro tú y Louis dirían que estaba
mintiendo o tomando ventaja de la situación”.
Intenté mantener una postura erguida y serena, a pesar de que esta chica me
estaba poniendo los vellos de la nuca de punta. No teníamos tiempo para esta clase
de juegos. Aunque si fantaseaba un poco con la situación, ¿y si hablaba en serio?, a
fin de cuentas, ¿realmente tiene sentido lo que estoy viviendo en estos momentos?
Un día estaba tomando mi Té Verde con soya en la biblioteca para el examen de
políticas públicas y al siguiente desperté en una cama desconocida y toda la ciudad
parecía haber pasado por una guerra con duración mínima de un año.
“Muéstrame la nota” dije extendiendo mi mano. Sam caminó hacia uno de los
cajones que se encontraban bajo la alacena, sacando un papel arrugado y
manchado de suciedad.
Me lo extendió, insistiendo con su mirada que echara un vistazo.
Abrí la nota y a pesar de no estar en tan buenas condiciones, tenía un mensaje
escrito a mano con una letra muy prolija y hasta cierto punto elegante. “Ya es hora
de salir por un paseo. Los invitados no deben esperar mucho” leí en voz alta.
Mi cara de confusión era notable, volví mi vista a la chica sentada frente a mí que
seguía garabateando en el pedazo de papel, “¿Que se supone que significa esto
Sam?”, le cuestioné con la frente arrugada.
“No lo se Juls, creí que tú podrías adivinarlo” respondió sin despegar la vista de la
hoja.
Volví a leer la nota como si fuera a descifrar el mensaje esta vez, “Ya es hora de
salir por un paseo. Los invitados no deben esperar mucho” repetí en mi mente, me
preguntaba quienes son los invitados y porque tendrían que salir a pasear. ¿En
verdad alguien nos hizo llegar esa nota o era sólo una broma de Samantha?
Al ser aún temprano Samantha seguía dormida, tenía pensado dormir un poco
más pero no lo logré, así que para distraerme un poco empecé hacer el desayuno
para Sam y para mi. Mientras sirvo nuestras porciones Samantha llega a la pequeña
cocina donde me encuentro, camina arrastrando los pies como si estos le pasarán
“¿Preparaste desayuno?” pregunta mientras toma una botella de agua del gabinete
y bebe un trago de él, luego vierte un poco de agua en la palma de su mano para
proceder a arrojárselo a la cara por un intento de despertar por completo.
“Si, el que ya no tengamos tantas provisiones como antes no significa que dejemos
de comer” repetí las mismas palabras que me dijo Louis.
“Toma este es para ti” le extiendo el plato a Samantha quien lo recibe agradecida
“Gracias Juls”.
Me dirijo a ver la parte trasera de la casa mientras daba pasos cautelosos y con los
sentidos en punta, aprieto el arma entre ambas manos, mantengo los ojos bien
abiertos a cualquier movimiento súbito.
Repentinamente veo movimiento en un arbusto cerca de un gran árbol, así que sin
pensarlo alzo mi arma apuntando a esa dirección. “¿Quien anda ahí?” pregunto con
voz firme. Rodeo el gran árbol con intención de llegar a la parte de atrás del arbusto
y descubrir quién se oculta. Lo que veo no era justamente lo que me esperaba, era
un conejo.
Bajo el arma mientras la gran tensión en mis hombros disminuye, sin haberme dado
cuenta también había estado aguantando la respiración así que me tomo un par de
minutos para dar unas profundas respiraciones. Fue entonces hasta que sentí una
mano tocar mi hombro, me doy la vuelta apuntando con el arma bien sujeta entre
mis manos y con mi dedo en el gatillo lista para disparar.
“¡Hey, Julia, soy yo! ¿Qué demonios haces?” Dijo Louis alarmado por mi reacción.
“¡Dios, por unos centímetros y te exploto la cabeza!” Exclamé alterada.
“Tranquila Julia soy yo, tarde mas de lo habitual porque estaba revisando las
trampas que dejé ayer, no obtuve mucho pero algo es algo. Pero ahora dime, ¿qué
sucede y por qué traes el arma cargada?” preguntó confundido Louis mientras me
tomaba de los hombros por un intento de calmarme.
“Tenemos que entrar a la casa, Samantha y yo encontramos un sobre extraño en la
entrada de la puerta y creemos que pueda estar relacionado con la nota de ayer”
Dije mientras lo apresuraba al interior de la casa.
“Creí que el tema de la nota ya había quedado claro. No estoy para juegos Julia”
Samantha nos abre la puerta cuando nos ve llegar. “¿Qué pasó, está todo bien?”
“Por un momento casi le disparo a Louis.” Digo apresurada sin tomarle mucha
importancia.
“¡Que!” La ignoro y me dirijo hacia Louis para explicarle.
“¿De qué demonios se trata esto Julia?, ¿Es este otro correo del que hablas, Sam?”
Pregunta confundido Louis, puedo notar que comienza a irritarse.
“Creeme Louis, esto es todo menos un juego o truco de Sam o mio.”
Le explico lo que sucedió a Louis desde que partió de la casa a dar su caminata por
el bosque.
“Espera espera, ¿me estás diciendo que escucharon un golpe fuerte en la puerta,
no ven a nadie y cuando sales a revisar qué ha sido te encontraste un sobre con
aparentemente algo dentro?” asiento a su cuestionamiento.
“Esto es inusual, ¿Como alguien deja un sobre y ser tan rápido para no lograr ser
visto, o siquiera encontrarlo en el camino?” Raro lo se, pero mas raro aun es haber
despertado en un lugar hecho ruinas de la noche a la mañana.
“Sam ¿En dónde quedó el sobre?” le pregunto para mostrárselo a Louis.
“La puse en la mesa, no me atreví a abrirla sin ustedes aquí dentro” Señaló
Samantha el sobre que yacía en la mesa de la sala.
“No tiene nada escrito por fuera, pero lo que lo hace más extraño aún es el material
del sobre, no es papel común ni fácil de conseguir en estos tiempos.” Explica
Samantha cuando Louis toma el sobre entre sus dedos para inspeccionar.
“¿De qué se trata esto?” Se preguntó Louis mientras se deshace del sello que
mantiene el sobre cerrado.
Samantha y yo nos ubicamos a los lados de Louis al ver que del sobre sacaba una
hoja doblada perfectamente. Al desdoblarla se pudo leer un mensaje:
25°48′50″N 108°57′43″O
Los tres nos quedamos en silencio mientras leíamos el contenido de la hoja. De
nuevo menciona a los invitados, pero ¿Quiénes son? ¿Qué es lo nos quieren decir?.
En vez de conseguir respuestas solo nos sembró más dudas.
“Si solo van a estar sentados sin comer mejor guarden la comida para que no se
desperdicie.” Rompo el silencio que hay en la mesa logrando sacar a ambos de sus
pensamientos.
“Perdona Julia, me dejé llevar por mi mente.” Dice Louis despegando por fin la vista
de la ventana.
“Yo no tengo tanta hambre, lo guardaré para mañana.” Comenta Sam.
“Oigan, se que estamos en una situación difícil, y no lo digo nada más por lo que
está pasando con los mensajes anónimos y el que tengamos que movernos, lo digo
porque desde que despertamos en esta realidad ya nada a sido igual, todo se a
complicado a un nivel mucho mayor de lo que antes nos hubiéramos imaginado. Es
cansado, lo sé, pero aun así hemos logrado sobrevivir a pesar de las
complicaciones, se que resolveremos esto como lo hemos hecho antes, juntos.”
Ambos me observan con un semblante ya más relajado.
El tratar de encontrar respuestas nos tiene tensos, todo parece llevarnos a nada
cierto. A Veces me sigo preguntando hasta cuándo encontraremos una solución o
milagro que nos llegue a sacarnos de esta realidad.
“Tienes razón Julia, tenemos que mantenernos con la mente fría y seguir adelante,
sé que no es fácil pero aquí solo queda no rendirse” concuerda Louis. “Para mañana
empezaremos los turnos de vigilancia, Samantha tu tomaras los turnos de la
mañana, Julia los de la tarde, yo me encargare de los turnos de noche.” Todos
estuvimos de acuerdo con ello y después de unos minutos más nos retiramos a
descansar.
La noche era tranquila solo se escuchaba como el viento hacía que las hojas de
los árboles se movieran de lado a lado. Aunque por fin se sentía un ambiente más
pacifico no lograba conciliar el sueño, tenía una sensación extraña, como un mal
presentimiento, inmediatamente trato de suprimir aquella sensación, no era
momento de tener este tipo de pensamientos negativos.
Por fin cierro los ojos y me enfoco en descansar.
Han pasado tres días aproximadamente desde que recibimos aquel sobre,
tres días llenos de cansancio, estar siempre alerta nos ha estado consumiendo, más
de lo que creí. Tenemos tiempo que no concordamos los tres dentro de la casa, ni
siquiera en la hora de comida, nuestros turnos de vigilancia no nos lo permitía,
Samantha vigilaba por las mañanas mientras Louis y yo dormíamos, por la tarde
Louis y Samantha descansaban mientras que yo vigilaba, y por las noches era lo
mismo Samantha y yo descansamos mientras Louis se disponía a vigilar.
…
Solo era la caja, elaborada del mismo material que aquel sobre, decidimos
tomarla y abrirla dentro de la casa, la colocamos sobre la mesa en la que
estábamos cenando tan pacíficamente hace unos momentos, la comida
verdaderamente no nos importó en ese momento. Samantha se dispuso a abrir la
caja con delicadeza.
“¿Que podrá tener adentro?, ten cuidado Sam” Le digo a Sam mientras observo
como la abre cuidadosamente.
Cuando lo termina de abrir por completo, un sobre negro igual que el de hace unos
dias es lo primero en divisarse.
“Es un otro sobre, igual al anterior” comenta Sam, dentro del sobre venía una
nota, con una hoja muy blanca, tan blanca como el moño que tenía la caja por la
parte de afuera, era tan limpio y reluciente todo que me horrorizaba tanta perfección,
al desdoblarla el mensaje decía:
25°48′50″N 108°57′43″O
“¿Es todo lo que contiene el paquete? Déjame echar un vistazo.” Digo mientras
tomo la caja y empiezo a buscar entre la suave base de seda que estaba debajo del
sobre.
“¿Es esto un arma?” Pregunté mientras le desenvolvi de la base una pistola.
“Esto es una locura.” dice Louis perplejo al ver que también contenía un arma.
“¿Por qué nos darían un arma? ¿Qué quieren que hagamos con ella? No a
cualquiera le regalan una pistola Smith & Wesson” Exclama Sam.
“¿Cómo sabes que arma es esta, Sam?” Pregunté ingenua.
“Mi padre solía coleccionar calibres, y este modelo es uno de los más caros de su
colección, es imposible no reconocerla al verla en el cristal de la vitrina de nuestro
sótano.” Respondió Sam.
“Saben que, hay que ponerle un fin a esto, ya me canse de estas tonterías.” Me
quita el arma de las manos y la carga.
Louis harto y enfurecido sale de la casa con el arma entre sus manos, estaba tan
enfurecido que no le importaba ser cauteloso. Solo caminaba enfurecido por el
bosque tratando de encontrar a aquella persona que había dejado la caja.
“¡Quien quiera que seas sal ya maldito, ¿te crees muy gracioso eh?!” Louis estaba a
otro nivel de enfurecido, jamás lo había visto así.
Sam y yo íbamos detrás de él tratando de calmarlo, era peligroso salir a estas horas
solo y además con esa actitud podría pasar algo malo.
“¡Deberías calmarte Louis! dudo que aquello que nos dejó esa caja siga aquí.”
Comenta Sam en un intento de tranquilizarlo.
“Si deberías mantener la calma, no creo que siga en los alrededores, sino ya lo
habríamos encontrado.” Comenté, pero fue en vano Louis no se veía dispuesto a
calmarse.
Me levanto como puedo pero al incorporarme veo una silueta en la cocina que no
reconozco. Tomó la lámpara y el arma de la mesa y me acerco sigilosamente.
“¿Quién eres?” le pregunto, “¿y cómo demonios entraste aquí?”
Al verme se pone en alerta y se aleja del fogón, era un chico alto y en buena forma,
parecía estar en sus veintes aunque tenía arrugas marcadas en la frente, tal vez por
estar en bastante estrés.
“Ey ey, baja eso.” Dice mientras alza las manos para mostrar que está desarmado.
“Soy Rick Owens, y de no ser por mi estarían todavía en medio de la carretera, así
que por favor cálmate y baja el arma.”
Bajo la lámpara lentamente pero el arma no. “¿A quienes encontraste y como que
en la carretera?”
El tal Owens baja las manos pero sigue sin despegar la vista del arma apuntando.
“No sé sus nombres, siguen dormidos en la otra habitación, yo solamente estaba
tratando de llegar al río para recolectar agua y con suerte provisiones, pero ustedes
estaban tirados en la carretera, comprobé que seguían vivos y trate de al menos
acercarlos a un lugar más seguro y me tope con este lugar.”
Hace señales alrededor del refugio “Con suerte aquí contamos con un techo y
comida, estaba haciendo compresas calientes ya que no despertaban.”
“¿Cómo que no despertamos? ¿Cuánto tiempo llevamos inconscientes?” Pregunté
consternada, ¿Qué tanto tiempo ha pasado?.
Sentí como perdía el color ante la respuesta. “Llevan inconscientes 2 días”
respondió.
…
Cuando Louis despertó fue todo un caos, arremetió contra Owens pensando que
era el tipo que nos ha estado enviando notas, tuve que meterme a tranquilizarlo ya
que lo alzó hasta casi asfixiarlo.
“¿Ya estás mejor?” le pregunto después de un tiempo.
“No.” Responde. “Sigo sin recordar nada después de que me comencé a sentir mal
y me desmayé.” Dice malhumorado.
“Ninguno de los 3 lo recuerda, ni tampoco el porqué nos desmayamos, Sam ya
despertó y está igual de desorientada que nosotros.” Le conteste.
“¿Y entonces él qué hace aquí?” dice mientras señala a Owens.
“Ey, tranquilo, él es Rick Owens y fue la amable persona que nos trajo aquí después
de que colapsamos.”
Owens hace un pequeño gesto en modo de saludo mientras tiene una compresa
alrededor de su cuello, no parece estar emocionado de saludar a quien acaba de
intentar asfixiarlo hasta la muerte.
“¿Y casualmente nos trajo a nuestro refugio? ¿Cómo sabría que nosotros vivimos
aquí si no es el mismo que nos ha estado enviando todas esas notas extrañas?”
menciona Louis.
“Para tu información, este era el lugar más cercano de donde los encontré, no suelo
adentrarme tanto a esta zona pero me estaba quedando sin provisiones ni agua, así
que al tratar de llegar al río me los encontré aún con pulso y respiración, además si
fuera yo quien los molestaba no me habría quedado a ver como tratan de
asesinarme en cuanto despertarán.”
Esto último hace que Louis emita un pequeño gruñido junto con una disculpa, a lo
que Owens solo responde con un “como sea” tratando de restarle importancia.
En ese momento Sam llega con bebidas calientes para todos, y comienza el
interrogatorio hacia Owens.
“¿Por qué nos ayudaste si no nos conoces? pudimos ser asesinos .” Le pregunta
Louis.
“¿No creen que hay muy poca gente como para darnos el lujo de asesinar a los
demás? Los ayude porque no tengo un grupo y es mejor trabajar en equipo que
esperar el fin solo.” Bebe un poco de la taza y respira profundo.
“Escuchen, se que no me conocen y no se de que cartas hablan, pero en estos
últimos meses he estado moviéndome de aquí para allá por los animales, agua y
provisiones, creanme cuando les digo que es mucho mejor tener personas que te
respalden a tratar de no volverte loco tratando de sobrevivir sin siquiera alguien con
quien hablar.” Parecía genuinamente dolido con esto último.
“¿Has estado solo todo este tiempo?” Pregunté desconcertada. Es extraño que una
persona ande por sí sola en estos tiempos.
“Al inicio tenía un compañero, pero cayó enfermo por una tonta gripe, algo tan
simple, y sin el medicamento y sin las atenciones adecuadas se puede complicar
hasta la neumonía, ¿sabían?” Un silencio sepulcral se asentó en la habitación.
“Escuchen no quiero que me acepten por lastima o para que me ataquen mientras
duermo, así que iré a recoger mis cosas mientras ustedes discuten aquí.” Después
de eso Owens emprende camino hacia fuera de la casa.
Sam se levanta de un brinco. “No podemos dejar que vuelva a estar solo.” Dijo.
“Tú más que nadie debería ser consciente que toda esa historia puede ser falsa, ¿y
si en realidad nos quiere hacer algo?” Señaló Louis.
“En ese caso lo hubiera hecho mientras estábamos inconscientes. ¿No crees?”
Louis se pone rígido de solo pensarlo.
“Opino que le demos una oportunidad, viene de otra zona por lo que debe conocer
un camino más seguro a las coordenadas, es mejor que irnos a ciegas buscando
otro refugio, además si solo nos quería por el lugar se llevará una gran desilusión al
saber que nos vamos y que cada vez hay menos animales en este bosque.” Dije.
Ambos lo piensan por un momento hasta que Louis vuelve a cuestionar. “¿Y si es el
mismo de las notas?”
“Entonces ya sabemos que quiere de nosotros.” Dice Sam.
Louis asiente, los tres vamos a darle la noticia a Owens y el deja salir un gran
suspiro aliviado por nuestra decisión.