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CAPÍTULO 1

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El sol ardía en el cielo, tan brillante y ardiente como siempre, pero parecía
más lejano, como si se hubiera retirado detrás de una cortina de humo y ceniza. El
mundo ya no era lo que solía ser, y eso era algo que todos sabían, aunque nadie
sabía exactamente qué había pasado.
Aún me parece curiosa la manera en que llegamos aquí: despertar aturdido, ver
cómo tus alrededores están prácticamente destruídos y tu cuerpo exhausto, aún
más que al haber asistido a un maratón.
La rutina era simple, siempre estar alerta de tus alrededores, checar la alacena,
conversar el cómo pudimos haber sido mejores personas cuando todo era “normal”,
cuestionar el por qué todo se encontraba devastado y al final, tomar una
reconfortante siesta.

Este día en específico se sentía ciertamente intrigante (a pesar de hacer lo


mismo una y otra vez), Samantha no paraba de hacer anotaciones con un
carboncillo y libreta que había encontrado hacía un par de días.
“Podemos iniciar un diario, Julia. Contemos los días para no perder el hilo”, inquirió
Sam esa vez, pero siendo sincera, no podía confiarle todas las actividades a la
morocha. Comienzo a sospechar que ha estado mintiendo conforme pasan los días.
Al inicio, todo indicaba que Sam era una chica común, decía vivir en un loft
compartido con varias estudiantes mientras trabajaba de medio tiempo en una
cafetería. Era muy lista con los números y deducciones, pero constantemente
alardeaba cosas sin sentido como que su familia tenía influencias fuertes en los
bancos nacionales o que estudiar biomedicina le ayudó a reconocer la función de
los fármacos y el cuerpo (cosa que sonaba muy coherente en su momento, sin
embargo Louis y yo no lo dudaremos si constantemente no se mostrará como una
mujer hipocondríaca).

Louis es lo que me mantiene cuerda dentro de este hogar -si es que puede llamarse
así-, es un hombre sensato y tranquilo. Samantha y yo creímos que sería alguien
duro de tratar por su aspecto: alto, facciones duras, voz grave y de pocas palabras.
A pesar de ello, conforme las semanas pasaron, este era cada vez más cálido y
abierto con sus pensamientos.
Cuando la situación se complica, quisiera huir o Sam está teniendo un ataque, Louis
sabe qué hacer, me conforta y al menos sé que si tiene incertidumbre, trata de
buscar el lado objetivo sólo para proveernos tranquilidad a Sam y a mí.

Me limité a tomar asiento al lado de Sam, esta se encontraba muy absorta de


su entorno haciendo demasiadas cuentas y fórmulas. Tomaba datos aquí y allí
como si alguien se lo estuviera indicando.
Di un golpe suave pero suficientemente fuerte como para parar en seco a la chica y
captar su atención. Esta última abrió los ojos confundida, esperando que dijera algo.
“¿Son anotaciones para tu diario?” evidentemente no lo eran, pero la manera en que
la chica escribía me estaba asustando.
Sam entornó su cuerpo hacia mí como si quisiera decirme un secreto, lo cual, al
parecer, lo era.
Sus brazos escuálidos tomaron la mesa dándole más impulso hacia mí decidida a
decirme lo que fuera a contestar; “Son coordenadas que recibí, Juls”. Confundida
arqueé una ceja, “¿a qué te refieres?” respondí intrigada.
Louis había salido en busca de papel sanitario, por lo que el ambiente dentro de la
casa se sentía más juguetón.
“Alguien dejó el correo hace un par de días” aquí no recibimos correo “había una
nota y varias coordenadas. Traté de localizarlas porque es un punto cercano y al
parecer nos lleva a un sitio pasando el lago Aberdeen. Aunque personalmente la
nota fue la que me dejó aún más intrigada”.
Mi ceño se fruncía conforme Samantha hablaba, no sabía si estaba mintiendo o
siendo sincera, pero siendo objetivos, no hay nadie a kilómetros de este lugar. Al
menos que tengamos consciencia de ellos. Mucho menos carteros.

“Si venía una nota, ¿por qué no nos dijiste?” pregunté tratando de sonar lo más
tranquila posible.
“No quería alarmarlos…” susurró la chica mientras garabateaba trazos sin sentido
en los bordes de la hoja, “...además,” continuó “seguro tú y Louis dirían que estaba
mintiendo o tomando ventaja de la situación”.
Intenté mantener una postura erguida y serena, a pesar de que esta chica me
estaba poniendo los vellos de la nuca de punta. No teníamos tiempo para esta clase
de juegos. Aunque si fantaseaba un poco con la situación, ¿y si hablaba en serio?, a
fin de cuentas, ¿realmente tiene sentido lo que estoy viviendo en estos momentos?
Un día estaba tomando mi Té Verde con soya en la biblioteca para el examen de
políticas públicas y al siguiente desperté en una cama desconocida y toda la ciudad
parecía haber pasado por una guerra con duración mínima de un año.

“Muéstrame la nota” dije extendiendo mi mano. Sam caminó hacia uno de los
cajones que se encontraban bajo la alacena, sacando un papel arrugado y
manchado de suciedad.
Me lo extendió, insistiendo con su mirada que echara un vistazo.
Abrí la nota y a pesar de no estar en tan buenas condiciones, tenía un mensaje
escrito a mano con una letra muy prolija y hasta cierto punto elegante. “Ya es hora
de salir por un paseo. Los invitados no deben esperar mucho” leí en voz alta.

Mi cara de confusión era notable, volví mi vista a la chica sentada frente a mí que
seguía garabateando en el pedazo de papel, “¿Que se supone que significa esto
Sam?”, le cuestioné con la frente arrugada.
“No lo se Juls, creí que tú podrías adivinarlo” respondió sin despegar la vista de la
hoja.
Volví a leer la nota como si fuera a descifrar el mensaje esta vez, “Ya es hora de
salir por un paseo. Los invitados no deben esperar mucho” repetí en mi mente, me
preguntaba quienes son los invitados y porque tendrían que salir a pasear. ¿En
verdad alguien nos hizo llegar esa nota o era sólo una broma de Samantha?

Por estar absorbida en mis pensamientos tratando de descifrar aquel acertijo no


me di cuenta que Louis ya había llegado por fin con más provisiones, “Hey Louis,
como te fue con la búsqueda de papel sanitario” le pregunté en tono juguetón.
“No muy bien esta vez Julia” con ese tono más serio de lo normal puedo entender
perfectamente que no está nada bien, “Solo pude conseguir pocas cosas, se está
volviendo cada vez más complicado encontrar algo útil en los alrededores, cazar se
vuelve más complicado pareciera que los animales se están alejando, por suerte el
agua del río sigue fluyendo”
No puedo evitar preocuparme, si se están acabando las provisiones ¿que otra
solución tenemos?, “¿Qué quieres decir con que los animales se están alejando
Louis, por que lo harían?” mi tono delata lo extrañada que estoy.
Louis se acerca a la mesa donde nos encontramos la morocha y yo “Hace unos días
lo he estado notando, trampas vacías, casi no hay aves en los árboles, los venados
están tomando otro rumbo, los peces ya casi no fluyen en el río” todos nos
volteamos a ver simultáneamente, si es cierto lo que nos dice Louis lo más
probables es que … “Si esto sigue así lo mejor es que nos vayamos o pronto nos
quedaremos sin nada”... Esta no sería la primera vez que nos mudamos de refugio,
lo hemos tenido que hacer un par de veces por distintas razones, pero esta pequeña
casa escondida entre el bosque nos ha servido bastantes meses como refugio e
innegablemente le hemos tomado cierto cariño.
Nuestro silencio hace eco en la sala, personalmente no encuentro que decir, solo
me quedo mirando a un punto fijo en la mesa.
“¿No podemos esperarnos unas semanas más Louis? Probablemente los animales
vuelvan, quizás esto es momentáneo” sugiere Samantha.
“Llevamos un mes así Samantha, si nos esperamos es muy probable que nos
quedemos sin provisiones” lo dice serio con la mirada fija en Samantha. Louis tiene
razón, si no encontramos provisiones para el siguiente mes no tendremos nada con
que sobrevivir.

Después de estar un momento en silencio Samantha se levanta de su silla


repentinamente “¡Quizás por eso recibí aquellas coordenadas junto con la nota!” con
eso comienza a escribir de nuevo y a hojear sus anotaciones con cierto entusiasmo.
“¿De qué estás hablando Samantha?” le pregunta Louis con cierta confusión en su
pregunta.
“De la nota que nos llegó” con mirada obvia Samantha se entorna a Louis que este
le sigue viendo con expresión extraña en su rostro, lo más probable es que crea que
es otro de sus delirios. Con la nota aún entre mis dedos se la extiendo a Louis para
que la lea, “Esta es la nota a la que se refiere Sam, dice que estaba junto con unas
coordenadas que recibió”.
Conforme Louis va leyendo su contenido puedo ver una mezcla de desconcierto y
molestia reflejada en sus ojos.
“¿Qué carajos significa “Ya es hora de salir por un paseo. Los invitados no deben
esperar mucho " de donde sacaste esto?”, pregunta Louis tratando de averiguar si
era una broma o una trampa típicas de ella, “Estaba al pie de la puerta cuando salí
esta mañana” dice Samantha con inocencia, Louis se ve que está empezando a
perder la paciencia con Sam, yo solo trato de mantener una postura tranquila
mientras le explico que ni yo ni Samantha sabemos exactamente qué es lo que
quiere decir.
“Si este es uno de tus juegos o mentiras Samantha no pienso caer, no estamos en
una buena situación como para empezar a lidiar con tus trucos, así que basta con lo
que sea que tengas en mente” Louis concluyó dejando a Samantha pegada en su
lugar, seria y sin nada más que decir, se sentía el ambiente tenso y pesado, Louis
decidió que la nota no tenía importancia y la dejó a un lado.

Louis se encontraba en la alacena haciendo un conteo de provisiones, aunque


aún lo siento tenso y preocupado ya se encontraba más sereno, no es usual que
Louis se moleste de aquella manera, pero considerando la situación y que
Samantha seguramente lo estaba vacilando en un muy mal momento, puedo
entender el estrés por la que está pasando, se que para él también es difícil irnos de
este lugar aunque no lo exprese abiertamente.
Aquella nota me ha dejado cuestionando si en verdad es parte de uno de los juegos
de Sam, lo cual podría ser cierto, pero ¿Y si hablaba en serio? ¿Alguien en verdad
nos hizo llegar aquel mensaje?, sería imposible considerando que no hay nadie más
en kilómetros y la casa no es fácilmente visible por el bosque que nos rodea, pero al
igual de que suena imposible puede ser posible, desde que desperté en este mundo
arruinado ya no se que creer.

Samantha ahora estaba absorta en sus pensamientos, seguía observando los


garabatos que había estado haciendo por horas, pero ahora con absoluta
desmotivación.
Me dirijo hacia donde está Louis, me recargo en la pared mientras lo observo
detenidamente por un par de minutos, lo suficientes como para escuchar un suspiro
de recelo de su parte.
“¿Qué piensas?” le digo con tono suave, pero aun así no pude evitar que la
preocupación se asomara en mi voz, “No queda mucha comida enlatada, nos
quedan pocos medicamentos, aún queda carne seca y algunos frutos pero aún así
no nos alcanzaría para más que un par de semanas, necesitamos movernos no
podemos quedarnos estancados aquí”.
No sabía que decir, solo escuchaba el sonido de sus pasos vagos y sin dirección
por la alacena.
“¿Tienes alguna idea de hacia dónde nos deberíamos dirigir?” le pregunto cuando
se voltea a verme, me sostiene la mirada por unos segundos y luego, mientras
agacha la mirada me da una respuesta, “No… no lo sè, si bajamos encontraremos
la ciudad la cual ya hemos pasado, allá la cantidad de personas podría ser mayor,
no me agrada la idea de estar en contacto con mucha gente, podría traer
problemas. Pero si vamos arriba, más a fondo del bosque, podríamos encontrar una
cabaña deshabitada… o nada, menos animales, menos seguridad y más lejos de
los supermercados ... da igual, es un tiro al azar”.
Tiene razón, sería un tiro al azar, no puedo evitar sentir miedo, ¿Que pasara si no
encontramos donde refugiarnos? la pregunta se ha estado asomando en mi cabeza
desde que Louis llegó.
¿Cuánto tiempo duraremos durmiendo bajo árboles? ¿Cuánto tiempo sobreviven
esas comidas enlatadas? ¿O qué tanto sobreviviremos sin medicinas o el fuego? no
sè nada y esto me esta poniendo ansiosa… mientras tengo este bombardeo de
pensamientos en la cabeza, uno en específico se dio lugar entre todos…lo que me
dijo Samantha… las coordenadas, al parecer nos lleva a un sitio pasando el lago
Aberdeen…
Tal vez esas coordenadas nos lleven a un lugar más seguro, con comida, animales,
fuego, agua y todo lo que necesitamos o al menos lo indispensable. No estaríamos
en busca de algo que a lo mejor no hay o no existe cercanamente, ¿Como se lo
planteo a Louis? él está completamente negado a creerle a Samantha y la idea de
que hayan otras personas cerca de nosotros no es de mucho agrado para él, ni para
mi.
Hemos pasado demasiado tiempo juntos, sobreviviendo. Brindarle nuestra confianza
a alguien o algo desconocido, que al parecer ya nos ubica, me suena bastante
agobiante y presionado… ¿pero quienes son? lo único que tengo en mi mente son
dudas, dudas que quiero aclarar lo más pronto posible.
Al día siguiente, Louis es el primero en despertar, el siempre suele levantarse
antes que nosotras ya que frecuenta tomar caminatas alrededor del bosque, es una
costumbre que siempre a tenido desde hace tiempo, incluso desde mucho antes de
despertar en este mundo que fue completamente arruinado en un abrir y cerrar de
ojos, al igual que yo, al igual que todos. El nos contó que solía tomar caminatas y
salir a correr con su esposa por las mañanas, era su actividad preferida, decía que
le ayudaba a tomar energías, pero desde que ya no despertó con ella a su lado sus
mañanas ya no son igual, pero aun así él continúa saliendo a tomar esas caminatas
temprano por las mañanas para seguir recordando aquellos buenos tiempos.

Todos dormíamos en la misma habitación ya que la casa era pequeña, me


acostumbré estos últimos meses a estar compartiendo espacio juntos, pero aun asi
aveces yo dormía en el sofá de la sala, suelo quedarme dormida aquí en ocasiones
pues me gusta tener mi propio espacio por unos momentos y pensar en algunas
cosas, esta era una de esas veces ya que no me desidia en sí mencionarle a Louis
sobre el lugar de las coordenadas o no.
Me levanto del sofá mientras estiro los brazos en cuanto veo a Louis salir de la
habitación listo para partir a dar su caminata matutina.
“Buenos días Julia” saluda Louis mientras yo seguía estirandome en mi lugar
“Buenos días Louis ¿Ya vas a salir?” digo a la vez que suelto un bostezo.
“Si, en un rato vuelvo. Desayunen por favor, no porque ya no haya tantas
provisiones como antes quiere decir que dejen de comer” Dijo mientras colgaba su
mochila al hombro.
“Está bien, cuídate allá fuera ¿si? no tardes demasiado” Dije, Louis asintió con la
cabeza “Protejanse, el arma está donde mismo, en el tercer cajón del gabinete” dice
por último y se va.

Al ser aún temprano Samantha seguía dormida, tenía pensado dormir un poco
más pero no lo logré, así que para distraerme un poco empecé hacer el desayuno
para Sam y para mi. Mientras sirvo nuestras porciones Samantha llega a la pequeña
cocina donde me encuentro, camina arrastrando los pies como si estos le pasarán
“¿Preparaste desayuno?” pregunta mientras toma una botella de agua del gabinete
y bebe un trago de él, luego vierte un poco de agua en la palma de su mano para
proceder a arrojárselo a la cara por un intento de despertar por completo.
“Si, el que ya no tengamos tantas provisiones como antes no significa que dejemos
de comer” repetí las mismas palabras que me dijo Louis.
“Toma este es para ti” le extiendo el plato a Samantha quien lo recibe agradecida
“Gracias Juls”.

Ambas tomamos asiento en la mesa. Nos encontramos calladas mientras


comíamos, hasta que Samantha interrumpe ese silencio.
“Juls, ¿Tienes idea a donde nos moveremos?”
Elevo la mirada de mi plato para ver a Sam, “No aun no lo sé y sinceramente Louis
tampoco.” No tenía una idea segura de hacia dónde nos tendremos que dirigir
ahora, igual Louis. Ese lugar de las coordenadas podría ser una opción aunque no
sea muy segura.
“Oye Sam, ¿Recuerdas aquellas coordenadas que dices que recibiste ayer junto
con la nota?” le pregunto dudosa sin despegar la mirada de ella.
“Si. ¿Acaso tú también crees que es uno de mis juego? me dice mientras alza una
ceja, se que recordar la discusión que tuvo ayer con Louis le molesta, pero necesito
saber si este no fue algún truco, ademas no puedo estar de lado de Louis o
Samantha, se supone que estamos los tres juntos para salir de esto, no para
ponernos el uno contra el otro.
“Solamente quiero confirmar si son de verdad Sam, no estoy de parte de ninguno de
los dos sino de todos.”
Samantha suelta un suspiro, “Se que no tiene mucho sentido, pero si son reales
Juls, la nota solo estaba ahí en la puerta justo cuando quería salir un momento al
bosque, cuando revise las coordenadas deban a un punto pasando al otro lado del
lago Aberdeen, creo que daban en un pueblo o en el bosque, no estoy segura, pero
sea lo que sea que hizo que nos llegará aquel mensaje no fue cosa mía.”
“Esta bien, te creo Sam.” Considerando la forma tan seria y su mirada fija en mis
ojos debe ser más que verdad. Samantha podrá mentir sobre algunas cosas de su
vida, pero cuando algo lo dice de aquella forma es más que honesta. “Si las
coordenadas dan por ese lugar, Samantha ¿Crees que a lo mejor encontremos
donde refugiarnos por aquel sitio?, se que por ahí hay bosque quizás los animales
se están moviendo hacia allá”
“Mmm… no lo se Juls, quizás tengas razón, quizás no, ya nada es cierto en este
mundo.” Hemos pasado meses sin saber qué es lo qué exactamente nos trajo a
esta situación, es difícil estar en la posición en la que nos hallamos.
Nunca encontrar respuestas certeras es frustrante.
Ambas nos quedamos calladas por otro momento meditando nuestras palabras.
De pronto, un sonido como un ‘toc’ en la puerta irrumpió nuestros pensamientos,
ambas volteamos a la vez hacia dónde provino aquel ruido.
“¿Escuchaste eso?” preguntó Samantha volteando hacia mi. “Creo que vino de la
puerta.”
Lo escuché, fue un toque seguro y fuerte, como si alguien hubiera tocado la puerta
una sola vez. No puedo evitar sentir la presencia de una persona detrás de la
puerta, Louis no es, de eso estoy segura. “Creo que hay alguien fuera, pero no es
Louis”
“¿Quieres que revise por la ventana?” pregunta Sam ajustando su tono de voz a uno
más bajo. Sam se levanta de la silla, yo hago lo mismo, me acerco a donde está ella
y la detengo antes de que dé un paso con dirección a la ventana.
“Espera, deja y voy por el arma” me apresuro a tomar el arma, la sujeto entre mis
manos y cargo el cartucho con balas, me posiciono detrás de la puerta mientras que
Samanta se asoma por un pequeño hueco descubierto que tiene la ventana. La veo
mientras espero que me de una señal para abrir.
“No hay nadie.” dice desconcertada.
“¿Qué?, ¿cómo que no hay nadie Sam?, ¿qué provocó ese ruido entonces?” Le
pregunto más desconcertada aún.
“No lo sé, simplemente no hay nadie, mira.” Me asomo por el hueco de la ventana y
es cierto, no había nadie frente a la puerta, tampoco se lograba ver algo que hubiera
provocado ese ruido. Esto es extraño.
“Voy a abrir la puerta, veré si hay algún indicio de donde provino aquel golpe.” Abro
cautelosamente la puerta, con una mano en la perilla y la otra en el arma.
Cuando la abro por completo doy un paso fuera con todos mis sentidos alerta, doy
un vistazo alrededor sin dejar mi lugar y aun aferrada al arma. No percibo ningún
movimiento fuera de lo normal, decido dar un paso más.
Justo cuando doy ese paso siento algo extraño bajo uno de mis pies así que voltee
mi cabeza hacia abajo y lo que veo me deja perpleja. Es un sobre negro.
Dudosa me agacho a tomar el sobre, ¿de dónde proviene?, ¿será esta la razón de
aquel fuerte golpe en la puerta?. Inspecciono sus lados para ver si tiene algo escrito.
Nada, solo está sellada esperando ser abierta.
“¿Que pasa Juls, encontraste algo?” Samantha sale a donde yo me encuentro, se
da cuenta que tengo algo entre mis manos aparte del arma. “¿Y ese sobre?”
“Lo encontré justo delante de la puerta” Le digo mientras mi vista sigue en el
misterioso sobre. “Parece que tiene algo dentro”.
“¿Y si es otro mensaje? así encontré la anterior nota pero sin un sobre, abrelo Juls,
hay que ver qué es lo que contiene.” Me sugiere Samantha con cierta emoción en
su voz.
Estoy por abrirlo cuando en eso súbitamente se escucha un movimiento entre los
arbustos, volteo alarmada a ver a todas direcciónes, dejando lo que iba a hacer le
doy a Samantha el sobre, “No lo abras hasta que yo vuelva, ve dentro de la casa y
espérame ahí, iré a revisar los alrededores, tengo que asegurarme que no haya
nadie y estemos a salvo”. Asiente sin protesta y vuelve al interior de la casa.

Me dirijo a ver la parte trasera de la casa mientras daba pasos cautelosos y con los
sentidos en punta, aprieto el arma entre ambas manos, mantengo los ojos bien
abiertos a cualquier movimiento súbito.
Repentinamente veo movimiento en un arbusto cerca de un gran árbol, así que sin
pensarlo alzo mi arma apuntando a esa dirección. “¿Quien anda ahí?” pregunto con
voz firme. Rodeo el gran árbol con intención de llegar a la parte de atrás del arbusto
y descubrir quién se oculta. Lo que veo no era justamente lo que me esperaba, era
un conejo.
Bajo el arma mientras la gran tensión en mis hombros disminuye, sin haberme dado
cuenta también había estado aguantando la respiración así que me tomo un par de
minutos para dar unas profundas respiraciones. Fue entonces hasta que sentí una
mano tocar mi hombro, me doy la vuelta apuntando con el arma bien sujeta entre
mis manos y con mi dedo en el gatillo lista para disparar.
“¡Hey, Julia, soy yo! ¿Qué demonios haces?” Dijo Louis alarmado por mi reacción.
“¡Dios, por unos centímetros y te exploto la cabeza!” Exclamé alterada.
“Tranquila Julia soy yo, tarde mas de lo habitual porque estaba revisando las
trampas que dejé ayer, no obtuve mucho pero algo es algo. Pero ahora dime, ¿qué
sucede y por qué traes el arma cargada?” preguntó confundido Louis mientras me
tomaba de los hombros por un intento de calmarme.
“Tenemos que entrar a la casa, Samantha y yo encontramos un sobre extraño en la
entrada de la puerta y creemos que pueda estar relacionado con la nota de ayer”
Dije mientras lo apresuraba al interior de la casa.
“Creí que el tema de la nota ya había quedado claro. No estoy para juegos Julia”
Samantha nos abre la puerta cuando nos ve llegar. “¿Qué pasó, está todo bien?”
“Por un momento casi le disparo a Louis.” Digo apresurada sin tomarle mucha
importancia.
“¡Que!” La ignoro y me dirijo hacia Louis para explicarle.
“¿De qué demonios se trata esto Julia?, ¿Es este otro correo del que hablas, Sam?”
Pregunta confundido Louis, puedo notar que comienza a irritarse.
“Creeme Louis, esto es todo menos un juego o truco de Sam o mio.”
Le explico lo que sucedió a Louis desde que partió de la casa a dar su caminata por
el bosque.
“Espera espera, ¿me estás diciendo que escucharon un golpe fuerte en la puerta,
no ven a nadie y cuando sales a revisar qué ha sido te encontraste un sobre con
aparentemente algo dentro?” asiento a su cuestionamiento.
“Esto es inusual, ¿Como alguien deja un sobre y ser tan rápido para no lograr ser
visto, o siquiera encontrarlo en el camino?” Raro lo se, pero mas raro aun es haber
despertado en un lugar hecho ruinas de la noche a la mañana.
“Sam ¿En dónde quedó el sobre?” le pregunto para mostrárselo a Louis.
“La puse en la mesa, no me atreví a abrirla sin ustedes aquí dentro” Señaló
Samantha el sobre que yacía en la mesa de la sala.
“No tiene nada escrito por fuera, pero lo que lo hace más extraño aún es el material
del sobre, no es papel común ni fácil de conseguir en estos tiempos.” Explica
Samantha cuando Louis toma el sobre entre sus dedos para inspeccionar.
“¿De qué se trata esto?” Se preguntó Louis mientras se deshace del sello que
mantiene el sobre cerrado.
Samantha y yo nos ubicamos a los lados de Louis al ver que del sobre sacaba una
hoja doblada perfectamente. Al desdoblarla se pudo leer un mensaje:

Los invitados necesitan su participación inmediata,


aquí encontrarán la respuesta.
¡Segunda oportunidad!

25°48′50″N 108°57′43″O
Los tres nos quedamos en silencio mientras leíamos el contenido de la hoja. De
nuevo menciona a los invitados, pero ¿Quiénes son? ¿Qué es lo nos quieren decir?.
En vez de conseguir respuestas solo nos sembró más dudas.

“¿Qué pretenden con nosotros?. Rompe el silencio Louis.


“Déjame echar un vistazo.” Le pide Sam mientras toma la hoja entre sus dedos. Sus
ojos se mueven inspeccionando su contenido, en eso Sam se mueve apresurada
hacia uno de los cajones que se encontraban bajo la alacena, sacando un pedazo
de papel. Era la primera nota que recibimos, arrugada y manchada a diferencia de la
hoja prolija y bien doblada de esta vez. Posiciona ambas notas en la mesa una al
lado de la otra.
“Miren, miren la letra, es idéntica, ambas fueron escritas a mano y por la misma
persona. Y las coordenadas son las mismas, siguen indicándonos el mismo punto al
otro lado del lago Aberdeen.” Sin duda ambos mensajes fueron escritos por un
mismo sujeto, ¿pero quien?.
“Louis, Sam y yo lo hemos estado pensando, ¿qué tal si las coordenadas nos
dirigen a un lugar seguro para refugiarnos?, es muy probable que de ese lado del
lago los animales no se hayan ido.”
“Cómo sea chicas, la cuestión es… si nos quisieran ayudar o pedir aliados, o
cualquier otra cosa, lo mas optimo seria con un mensaje directo no con estos
acertijos, ¿Por qué tendrían que darnos coordenadas anónimamente con mensajes
confusos? ¿Quiénes son esos invitados?” Exclama Louis.
“¿Deberíamos cruzar el lago?, realmente me intriga qué hay de aquél lado, además
no tenemos otras opciones hacia donde movernos.” Dice Sam mientras revisa una
libreta con sus anotaciones del día anterior.
“No sería muy seguro dirigirnos a un lugar que nos indica una persona anónima”
Responde Louis. Puedo ver que está tenso, todos lo estamos en realidad, todo fue
tan repentino que ya no tenemos de qué pensar.
“Desde hoy comenzaremos a vigilar, si llega otra carta atraparemos a esa persona
que nos las ha estado haciendo llegar, así resolveremos esta situación de una vez
por todas, veremos que es lo que quieren de nosotros.” Sam y yo concordamos con
la idea de Louis.

A la llegada de la noche Louis se encarga de preparar la cena, mientras que


Sam y yo estamos etiquetando y apartando las provisiones para los siguientes días.
Para cuando hemos terminado Louis nos llama para cenar, siempre procuramos
comer juntos y cuando lo hacemos casi siempre lo acompañamos con pláticas y de
vez en cuando risas para evitar el silencio, pero esta ocasión no fue así, el asunto
de las pocas provisiones y las notas nos tienen pensativos y en silencio, el estrés se
hace presencia en nuestros rostros aunque queramos aparentar lo contrario
tratando de parecer relajados.
Puedo observar que Samantha está más que sumida en sus pensamientos, solo
está con la vista fija en su plato mientras mueve los alimentos sin probar bocado,
Louis por otra parte, solo mira por la ventana, como si esperara que alguien pasara
por enfrente de la casa.

“Si solo van a estar sentados sin comer mejor guarden la comida para que no se
desperdicie.” Rompo el silencio que hay en la mesa logrando sacar a ambos de sus
pensamientos.
“Perdona Julia, me dejé llevar por mi mente.” Dice Louis despegando por fin la vista
de la ventana.
“Yo no tengo tanta hambre, lo guardaré para mañana.” Comenta Sam.
“Oigan, se que estamos en una situación difícil, y no lo digo nada más por lo que
está pasando con los mensajes anónimos y el que tengamos que movernos, lo digo
porque desde que despertamos en esta realidad ya nada a sido igual, todo se a
complicado a un nivel mucho mayor de lo que antes nos hubiéramos imaginado. Es
cansado, lo sé, pero aun así hemos logrado sobrevivir a pesar de las
complicaciones, se que resolveremos esto como lo hemos hecho antes, juntos.”
Ambos me observan con un semblante ya más relajado.
El tratar de encontrar respuestas nos tiene tensos, todo parece llevarnos a nada
cierto. A Veces me sigo preguntando hasta cuándo encontraremos una solución o
milagro que nos llegue a sacarnos de esta realidad.
“Tienes razón Julia, tenemos que mantenernos con la mente fría y seguir adelante,
sé que no es fácil pero aquí solo queda no rendirse” concuerda Louis. “Para mañana
empezaremos los turnos de vigilancia, Samantha tu tomaras los turnos de la
mañana, Julia los de la tarde, yo me encargare de los turnos de noche.” Todos
estuvimos de acuerdo con ello y después de unos minutos más nos retiramos a
descansar.
La noche era tranquila solo se escuchaba como el viento hacía que las hojas de
los árboles se movieran de lado a lado. Aunque por fin se sentía un ambiente más
pacifico no lograba conciliar el sueño, tenía una sensación extraña, como un mal
presentimiento, inmediatamente trato de suprimir aquella sensación, no era
momento de tener este tipo de pensamientos negativos.
Por fin cierro los ojos y me enfoco en descansar.

Han pasado tres días aproximadamente desde que recibimos aquel sobre,
tres días llenos de cansancio, estar siempre alerta nos ha estado consumiendo, más
de lo que creí. Tenemos tiempo que no concordamos los tres dentro de la casa, ni
siquiera en la hora de comida, nuestros turnos de vigilancia no nos lo permitía,
Samantha vigilaba por las mañanas mientras Louis y yo dormíamos, por la tarde
Louis y Samantha descansaban mientras que yo vigilaba, y por las noches era lo
mismo Samantha y yo descansamos mientras Louis se disponía a vigilar.

Samantha y yo nos encontrábamos cenando en la mesa como era de costumbre,


mientras que Louis se encontraba haciendo sus rondas de vigilancia.
“Hace mucho frío afuera, ¿Deberíamos hablarle a Luis para que que entre un rato? “
Me pregunta Sam.
“Tienes razón, últimamente ha estado haciendo más frío de lo normal, llámalo para
que por lo menos entre en calor un momento y coma algo.” Samantha se levanta de
su lugar y abre la puerta de la entrada para llamar a Louis.
“¿Qué sucede?” Pregunta Louis desde la entrada aun sin dar un paso dentro de la
casa.
“¿Qué tal si te tomas un descanso?” Le sugiere Samantha.
“Entra Louis, anda, está haciendo mucho frío afuera.” Le digo, pero aun no se ve
muy convencido a abandonar su puesto de vigilancia.
“Aún no ha acabado la noche, sigue siendo mi turno” Sabía que no iba a aceptar a
la primera.
“Solo será por un momento, para que entres en calor y cenes algo, ya después
vuelves a tu puesto.” Le trata de convencer Samantha.
“Además tenemos días sin recibir nada o tener algún indicio de alguien rondando
por el bosque.” No hemos recibido nada de aquel día del sobre, ¿será que ya se
rindieron con nosotros?, creí que recibiriamos algo más después de aquel sobre,
pero aun nada.
“Esta bien, solo será un momento” Louis acepta por fin. Entra a la casa y se acerca
a la mesa en la que cenábamos Samantha y yo. Sam le da algo de comer, nos
tomamos nuestro tiempo por lo que comenzamos a charlar. Hace días que no
podíamos entablar una conversación sin estar tensos, pero esta vez era diferente, la
plática fluía, inclusive hacíamos algunos chistes.

Tras unos minutos de charla y unas cuantas risas, escuchamos un sonido en


seco, proveniente de la puerta. Todos guardamos silencio de forma abrupta.
No, no puede ser lo que yo creo que es, no puede ser posible, después de tanto
tiempo porque hasta ahora, tiene que haber sido mi imaginación.

Todos estábamos en la mesa, no había forma de que alguno de nosotros lo haya


provocado, Louis se levanta se su asiento de forma abrupta dejando caer la silla en
la que estaba sentado.
“¿Qué fue eso?” dice con la vista directa a la puerta. “¿Acaso eso indica la llegada
de una de esas notas? ya estoy harto, iré a ver qué fue eso” dice Louis decidido.

Toma paso hacia la puerta de la casa mientras que Samantha y yo intentamos


detenerlo ya que cualquier movimiento brusco puede terminar en tragedia.
“Espera Louis esto puede ser peligroso, espera por lo menos un momento” comenta
Samantha.
Louis abre la puerta en seco sin importarle quien estuviera afuera. Cuando abre la
puerta automáticamente baja la mirada, lo que encuentra ya no es un sobre, ahora
era una caja totalmente negra con un listón blanco.


Solo era la caja, elaborada del mismo material que aquel sobre, decidimos
tomarla y abrirla dentro de la casa, la colocamos sobre la mesa en la que
estábamos cenando tan pacíficamente hace unos momentos, la comida
verdaderamente no nos importó en ese momento. Samantha se dispuso a abrir la
caja con delicadeza.
“¿Que podrá tener adentro?, ten cuidado Sam” Le digo a Sam mientras observo
como la abre cuidadosamente.
Cuando lo termina de abrir por completo, un sobre negro igual que el de hace unos
dias es lo primero en divisarse.
“Es un otro sobre, igual al anterior” comenta Sam, dentro del sobre venía una
nota, con una hoja muy blanca, tan blanca como el moño que tenía la caja por la
parte de afuera, era tan limpio y reluciente todo que me horrorizaba tanta perfección,
al desdoblarla el mensaje decía:

¡Deberían apresurarse!, a los invitados no les gusta esperar,


el tiempo se agota…. Tic, tac.

25°48′50″N 108°57′43″O

“¿Es todo lo que contiene el paquete? Déjame echar un vistazo.” Digo mientras
tomo la caja y empiezo a buscar entre la suave base de seda que estaba debajo del
sobre.
“¿Es esto un arma?” Pregunté mientras le desenvolvi de la base una pistola.
“Esto es una locura.” dice Louis perplejo al ver que también contenía un arma.
“¿Por qué nos darían un arma? ¿Qué quieren que hagamos con ella? No a
cualquiera le regalan una pistola Smith & Wesson” Exclama Sam.
“¿Cómo sabes que arma es esta, Sam?” Pregunté ingenua.
“Mi padre solía coleccionar calibres, y este modelo es uno de los más caros de su
colección, es imposible no reconocerla al verla en el cristal de la vitrina de nuestro
sótano.” Respondió Sam.
“Saben que, hay que ponerle un fin a esto, ya me canse de estas tonterías.” Me
quita el arma de las manos y la carga.

Louis harto y enfurecido sale de la casa con el arma entre sus manos, estaba tan
enfurecido que no le importaba ser cauteloso. Solo caminaba enfurecido por el
bosque tratando de encontrar a aquella persona que había dejado la caja.
“¡Quien quiera que seas sal ya maldito, ¿te crees muy gracioso eh?!” Louis estaba a
otro nivel de enfurecido, jamás lo había visto así.
Sam y yo íbamos detrás de él tratando de calmarlo, era peligroso salir a estas horas
solo y además con esa actitud podría pasar algo malo.
“¡Deberías calmarte Louis! dudo que aquello que nos dejó esa caja siga aquí.”
Comenta Sam en un intento de tranquilizarlo.
“Si deberías mantener la calma, no creo que siga en los alrededores, sino ya lo
habríamos encontrado.” Comenté, pero fue en vano Louis no se veía dispuesto a
calmarse.

Algo no estaba bien, ya nos encontrábamos muy alejado de la casa y eso me


preocupa. No debemos alejarnos tanto, especialmente de noche.
“¡Oigan, alto!, ya estamos bastante alejados de la casa, deberíamos de volver.”
“No, no hasta que encuentre a aquello que nos están haciendo esto.” Nunca creí
que en este modo Louis fuera tan terco, bueno, es un hombre a fin de cuentas, su
ira no se calmará tan fácil con unas simples palabras.
“¡Lo digo enserio Louis tenemos que volver ya, algo no anda bien, no tengo un buen
presentimiento, hablaremos de esto en la casa!” Grito perdiendo ya la paciencia.
“Louis escuchala, tenemos que volver ya.” Le dice Sam mientras lo toma del brazo
para detenerlo.
Louis se safa la mano de Sam, da unos pasos más y se detiene, no dice nada más y
solo aprieta el arma con furia mientras suelta un suspiro profundo de resignación.
“Esta bien, pero esto no acabara a-” Louis no logra terminar lo que iba a decir
cuando sin aviso le dio un ataque de tos.
“Louis ¿estas bien, que pasa?” La tos no le permite darme una respuesta.
“Juls no me siento bien, me duele mucho la cabeza” Se queja Sam mientras se
sostiene la cabeza con sus manos.
Louis deja caer el arma al piso, ahora se encontraba sobre sus rodillas tratando de
controlar la tos que lo atacaba. De un momento a otro se desploma en el suelo.
“¡Louis! Sam ayúdame con Louis” voltee a ver a Sam quien también yacía tirada en
el suelo.
“¡Samantha!” En eso cuando intento acercarme a Sam siento un dolor punzante en
mi en mi cabeza lo que hace que caiga a mis rodillas, mi cabeza se sentía como si
fuera a explotar como si mil agujas atravesaran mi cabeza. De pronto comienzo a
ver todo oscuro, y pierdo la razón.

Me despierta el sonido de una tetera calentándose mientras la cabeza no para


de darme vueltas, ¿qué fue lo último que pasó? recuerdo a Sam y Louis
desmayándose, pero no el haber vuelto al refugio.

Me levanto como puedo pero al incorporarme veo una silueta en la cocina que no
reconozco. Tomó la lámpara y el arma de la mesa y me acerco sigilosamente.
“¿Quién eres?” le pregunto, “¿y cómo demonios entraste aquí?”
Al verme se pone en alerta y se aleja del fogón, era un chico alto y en buena forma,
parecía estar en sus veintes aunque tenía arrugas marcadas en la frente, tal vez por
estar en bastante estrés.
“Ey ey, baja eso.” Dice mientras alza las manos para mostrar que está desarmado.
“Soy Rick Owens, y de no ser por mi estarían todavía en medio de la carretera, así
que por favor cálmate y baja el arma.”
Bajo la lámpara lentamente pero el arma no. “¿A quienes encontraste y como que
en la carretera?”
El tal Owens baja las manos pero sigue sin despegar la vista del arma apuntando.
“No sé sus nombres, siguen dormidos en la otra habitación, yo solamente estaba
tratando de llegar al río para recolectar agua y con suerte provisiones, pero ustedes
estaban tirados en la carretera, comprobé que seguían vivos y trate de al menos
acercarlos a un lugar más seguro y me tope con este lugar.”
Hace señales alrededor del refugio “Con suerte aquí contamos con un techo y
comida, estaba haciendo compresas calientes ya que no despertaban.”
“¿Cómo que no despertamos? ¿Cuánto tiempo llevamos inconscientes?” Pregunté
consternada, ¿Qué tanto tiempo ha pasado?.
Sentí como perdía el color ante la respuesta. “Llevan inconscientes 2 días”
respondió.

Cuando Louis despertó fue todo un caos, arremetió contra Owens pensando que
era el tipo que nos ha estado enviando notas, tuve que meterme a tranquilizarlo ya
que lo alzó hasta casi asfixiarlo.
“¿Ya estás mejor?” le pregunto después de un tiempo.
“No.” Responde. “Sigo sin recordar nada después de que me comencé a sentir mal
y me desmayé.” Dice malhumorado.
“Ninguno de los 3 lo recuerda, ni tampoco el porqué nos desmayamos, Sam ya
despertó y está igual de desorientada que nosotros.” Le conteste.
“¿Y entonces él qué hace aquí?” dice mientras señala a Owens.
“Ey, tranquilo, él es Rick Owens y fue la amable persona que nos trajo aquí después
de que colapsamos.”
Owens hace un pequeño gesto en modo de saludo mientras tiene una compresa
alrededor de su cuello, no parece estar emocionado de saludar a quien acaba de
intentar asfixiarlo hasta la muerte.
“¿Y casualmente nos trajo a nuestro refugio? ¿Cómo sabría que nosotros vivimos
aquí si no es el mismo que nos ha estado enviando todas esas notas extrañas?”
menciona Louis.
“Para tu información, este era el lugar más cercano de donde los encontré, no suelo
adentrarme tanto a esta zona pero me estaba quedando sin provisiones ni agua, así
que al tratar de llegar al río me los encontré aún con pulso y respiración, además si
fuera yo quien los molestaba no me habría quedado a ver como tratan de
asesinarme en cuanto despertarán.”
Esto último hace que Louis emita un pequeño gruñido junto con una disculpa, a lo
que Owens solo responde con un “como sea” tratando de restarle importancia.

En ese momento Sam llega con bebidas calientes para todos, y comienza el
interrogatorio hacia Owens.
“¿Por qué nos ayudaste si no nos conoces? pudimos ser asesinos .” Le pregunta
Louis.
“¿No creen que hay muy poca gente como para darnos el lujo de asesinar a los
demás? Los ayude porque no tengo un grupo y es mejor trabajar en equipo que
esperar el fin solo.” Bebe un poco de la taza y respira profundo.
“Escuchen, se que no me conocen y no se de que cartas hablan, pero en estos
últimos meses he estado moviéndome de aquí para allá por los animales, agua y
provisiones, creanme cuando les digo que es mucho mejor tener personas que te
respalden a tratar de no volverte loco tratando de sobrevivir sin siquiera alguien con
quien hablar.” Parecía genuinamente dolido con esto último.
“¿Has estado solo todo este tiempo?” Pregunté desconcertada. Es extraño que una
persona ande por sí sola en estos tiempos.
“Al inicio tenía un compañero, pero cayó enfermo por una tonta gripe, algo tan
simple, y sin el medicamento y sin las atenciones adecuadas se puede complicar
hasta la neumonía, ¿sabían?” Un silencio sepulcral se asentó en la habitación.

“Escuchen no quiero que me acepten por lastima o para que me ataquen mientras
duermo, así que iré a recoger mis cosas mientras ustedes discuten aquí.” Después
de eso Owens emprende camino hacia fuera de la casa.
Sam se levanta de un brinco. “No podemos dejar que vuelva a estar solo.” Dijo.
“Tú más que nadie debería ser consciente que toda esa historia puede ser falsa, ¿y
si en realidad nos quiere hacer algo?” Señaló Louis.
“En ese caso lo hubiera hecho mientras estábamos inconscientes. ¿No crees?”
Louis se pone rígido de solo pensarlo.
“Opino que le demos una oportunidad, viene de otra zona por lo que debe conocer
un camino más seguro a las coordenadas, es mejor que irnos a ciegas buscando
otro refugio, además si solo nos quería por el lugar se llevará una gran desilusión al
saber que nos vamos y que cada vez hay menos animales en este bosque.” Dije.
Ambos lo piensan por un momento hasta que Louis vuelve a cuestionar. “¿Y si es el
mismo de las notas?”
“Entonces ya sabemos que quiere de nosotros.” Dice Sam.
Louis asiente, los tres vamos a darle la noticia a Owens y el deja salir un gran
suspiro aliviado por nuestra decisión.

A pesar de estar todos de acuerdo con la decisión, todos seguíamos en alerta y


con desconfianza, pues no sabíamos nada de este extraño sujeto que por obra del
destino nos ayudó… ¿Cuál será el precio de su rescate?...

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