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Una de las herramientas más utilizadas para este fin es el indicador ADX. De hecho, el
ADX es el indicador que se suele usar para confirmar, en última instancia, la formación
de la tendencia de un mercado. Es por eso por lo que sirve como una parte crucial del
análisis técnico. Mientras existen herramientas que ayudan a predecir cambios en el
mercado, el indicador ADX será el encargado de asegurar al operador que el movimiento
en el precio del valor se mantendrá por cierto plazo en la misma dirección, gracias a la
fortaleza de la tendencia.
La característica más importante que debe conocerse del ADX es que, a diferencia de
otros indicadores como el estocástico, el ADX no identifica si una tendencia es alcista o
bajista. Lo que determina el ADX es la fortaleza de una tendencia. Por tanto, una
tendencia fuertemente alcista presentará los mismos valores en este indicador que una
tendencia fuertemente bajista, y lo mismo sucederá con tendencias débiles en
cualquiera de los dos sentidos.
Por este motivo, el ADX es el indicador que se utiliza para determinar si un mercado
está en una situación lateral, oscilando en un rango determinado o, por el contrario, si
ese mercado está comenzando una nueva tendencia.
Sin embargo, es necesario el complemento con otro indicador que termine de verificar
la dirección de la tendencia. Así, el operador podrá saber si la tendencia es alcista o
bajista y, también, su fortaleza. Con esa información, estará mucho más cubierto a la
hora de tomar una decisión sobre sus inversiones.
Con este objetivo, es muy común que se vean también otros dos indicadores que
complementan al ADX. Uno es el indicador direccional positivo y otro es el indicador
direccional negativo. En conjunto, ambos ayudan a descubrir si la tendencia es alcista o
bajista.
El cálculo del ADX se basa en un promedio móvil, a partir de la expansión del rango de
precios de un activo en un período de tiempo determinado. Normalmente se utiliza como
período de cálculo 14 días.
Como se mencionó anteriormente, el ADX se representa como una línea cuyos valores
oscilan entre 0 y 100, e indica la fortaleza de una tendencia en el valor de un activo.
Cuanto mayor sea el valor que indica el ADX, mayor será la fortaleza de la tendencia del
precio, que puede ser tanto alcista como bajista. De la misma manera, valores bajos
indican tendencias débiles o incluso ausencia de tendencia.
Si el ADX se mantiene durante un tiempo por debajo de este valor, es muy probable
que el precio del activo termine oscilando dentro un intervalo determinado, con un
patrón definido. En este caso, un operador podrá sacar ventaja de este movimiento
aplicando estrategias de trading de rango, principalmente a corto plazo, o de day
trading, al saber que es poco probable que el valor se despegue de sus últimas
cotizaciones.
Cuando el ADX se sitúe por encima de 25, el operador cambiará su anterior estrategia
de rango o de day trading y aplicará estrategias de trading basadas en el seguimiento
de tendencias. Estas se pueden acomodar a tendencias en distintas direcciones, así
como tener en cuenta qué tan fuertes son, dependiendo de la cercanía del indicador
ADX al 100.
Como se puede ver en el gráfico, la tendencia alcista que comenzó en enero del año
2018 tiene su reflejo en el ADX. El indicador superó el valor de 25 a comienzo del año
y llegó hasta 60 los primeros días de febrero. En ese momento el ADX comenzó a
bajar, señalando un progresivo deterioro del impulso ascendente del precio.
Es común confundir la caída del indicador ADX con un cambio en la tendencia. Sin
embargo, es importante recordar que el ADX muestra los mismos valores para una
tendencia alcista y una tendencia bajista, puesto que solo tiene en cuenta su fortaleza.
Un cambio de dirección en la tendencia, de hecho, no se vería necesariamente en el
ADX, sino en una variación en los indicadores direccionales positivos y negativos. Por
eso, una caída del ADX significará, como en este caso, una estabilización del valor en
un rango determinado.
Esto se puede ver con más claridad en el siguiente gráfico, en el que se han
representado mediante dos líneas verdes horizontales los límites de dicho intervalo. Con
el ADX estabilizado en valores tan bajos, un operador podría haber empleado
estrategias de rango tomando en consideración estos límites.
En el gráfico también se ha señalado con una flecha de color naranja el momento en el
que el par EUR/USD rompió a la baja el rango establecido, entre los meses de abril y
mayo. Como se puede comprobar, esta rotura estuvo precedida de un aumento del ADX,
confirmando en este caso el establecimiento de una tendencia bajista.
Esto puede ser un riesgo si solo se toma en cuenta ese valor. Si un trader detecta una
tendencia fuerte y supone que será alcista, puede decidir invertir en ese activo. Pero si,
a fin de cuentas, el valor sufrió una tendencia bajista de aquella fortaleza, el operador
habrá perdido su dinero. Lo mismo podría suceder de forma contraria: un trader puede
vender sus acciones esperando una tendencia bajista, y perderse las ganancias luego
de que el valor haya aumentado.
Por eso, al ADX se lo suele complementar con dos líneas en su gráfico. Estas son el
indicador direccional positivo (+DI) y el indicador direccional negativo (-DI).
Generalmente, sus líneas se representan con color verde y rojo, respectivamente, para
diferenciarlas de la línea negra del ADX.
De forma similar al propio ADX, los indicadores direccionales también muestran la
fortaleza de una tendencia. Por lo que, probabilísticamente, la dirección estará dada por
cuál de los dos presenta un valor superior.
Por ejemplo, al detectar un aumento en el valor del ADX, un trader querrá saber qué
dirección tomará la tendencia, para actuar al respecto. Entonces, mirará la evolución de
las líneas de los indicadores. Si el indicador direccional positivo (+DI) se encuentra por
encima del negativo (-DI), esto significará que la fortaleza de una tendencia alcista
supera a la de una tendencia bajista. Por lo tanto, el operador podrá suponer que la
tendencia será alcista.
Un gráfico como este le advertirá al operador que la tendencia que se está por formar
en ese activo será, con mayor seguridad, alcista. Por lo tanto, su decisión se orientará a
sacar beneficios de ese aumento en el valor. Podrá invertir en él con mayor confianza y
obtener las ganancias que se deriven de esa posición mantenida durante la tendencia
positiva.
En caso contrario, se da de igual manera. Una tendencia bajista podrá ser anticipada
por el trader si observa que, al aumentar la fortaleza del ADX, indicando una tendencia
futura, el indicador direccional negativo (-DI) supera la positivo (+DI). Esto se ve en el
siguiente gráfico.
En este caso, el operador buscará no sufrir las pérdidas derivadas de la tendencia bajista
de aquel valor. Por lo tanto, se orientará a deshacerse del activo durante su pérdida de
valor.
La información que proporciona el ADX permite usar este indicador para definir
estrategias de trading. A la hora de definir estas estrategias es importante señalar que
el ADX debe utilizarse siempre de manera conjunta con el estudio del comportamiento
del precio del activo sobre el que se esté operando.
El estudio conjunto del comportamiento del precio y del ADX es la mejor manera de
obtener el máximo resultado de este indicador. Esto se debe a que el ADX aporta
información adicional al mero análisis de precios, como por ejemplo:
• Anticipación de una posible rotura de una tendencia si el ADX comienza a disminuirdisminuir, aunque
el precio todavía no señale un cambio de momento.
• Señal de una rotura de rango, con la consiguiente oportunidad de trading.
Hay que tener en cuenta que, por lo general, después de que un activo se mueva dentro
de un rango determinado suelen aparecer tendencias muy fuertemente definidas. La
tendencia bajista del ejemplo que se ha explicado sobre el par EUR/USD es una prueba
de ello. Por lo que, si un valor se mueve dentro de un rango sin una tendencia definida,
es probable que tarde o temprano su indicador ADX aumente y se vea un alza o una
caída importante en el gráfico
Una de las principales amenazas de cualquier operador que desee obtener un beneficio
de una situación de rotura de rango es que se produzca lo que se denomina una “rotura
en falso”.
• Si la rotura del rango coincide con una subida del ADX de menos de 25 a más de 25, el movimiento
del precio es lo suficientemente fuerte como para continuar en la dirección en la que se produce la
ruptura. Por eso es importante el indicador ADX. Si este, en cambio, no sube por encima de 25, es
probable que tal tendencia no sea tan fuerte o no se desarrolle de la forma esperada, y por lo tanto
puede ser un riesgo para el operador.
En el ejemplo comentado del par EUR/USD se comprueba esto. Como se puede ver en
la imagen la rotura bajista del rango señalado vino acompañada de un movimiento del
ADX de menos de 25 a más de 25, confirmando que no se trataba de una “rotura en
falso”.
Teniendo en cuenta esto, un operador podría haber abierto una orden de venta del par
EUR/USD para sacar partido del movimiento bajista.
Se ve, entonces, cómo el indicador ADX puede ser una gran herramienta para el
inversor. Si bien es posible obtener ganancias en corto plazo a partir de la inversión en
activos cuyo precio se mueve en un rango, la estrategia más efectiva es encontrar
tendencias fuertes gracias al ADX y operar a tiempo para obtener ganancias a partir de
ellas.