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Toxina Del Veneno de Serpiente
Toxina Del Veneno de Serpiente
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Identificadores
Símbolo Toxin_1
Pfam PF00087
InterPro IPR003571
PROSITE PDOC00245
SCOP 2ctx
Familia OPM 55
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Estructuras PDB disponibles:
Índice
1Química
2Toxinas
o 2.1Neurotoxinas
o 2.2Citotoxinas
3Evolución
4Inyección
o 4.1Vipéridos
o 4.2Elápidos
o 4.3Colúbridos
o 4.4Mecánica de la mordedura
o 4.5Mecánica de escupir
5Algunos efectos
o 5.1Serpientes proteroglifos
o 5.2Víboras
o 5.3Colúbridos con colmillos traseros
o 5.4Serpientes aglifas
6Inmunidad
o 6.1Entre serpientes
o 6.2Entre otros animales
7Véase también
8Referencias
9Enlaces externos
Química[editar]
En 1843, Charles Lucien Bonaparte, hijo de Lucien Bonaparte, el hermano menor
de Napoleón Bonaparte, fue el primero en establecer la naturaleza proteica del
veneno de serpientes. Las proteínas constituyen el 90-95% del peso seco del
veneno y son responsables de casi todos sus efectos biológicos. Entre los cientos,
incluso miles de proteínas que se encuentran en el veneno de serpiente,
hay toxinas, neurotoxinas en particular, así como proteínas no-tóxicas (que
también tienen propiedades farmacológicas), y muchas enzimas, especialmente
las enzimas hidrolíticas.2
Las enzimas (peso molecular 13-150 kDa) forman 80-90% de los venenos
de viperidos y 25-70% de los venenos de elápidos: hidrolasas digestivas, L-
aminoácido oxidasa, fosfolipasas, pro-coagulantes parecidas a trombina, al igual
que proteasas de serina parecidas a calicreína y metaloproteinas (hemorraginos),
que afectan el endotelio vascular. Toxinas polipeptídicas (peso molecular 5-10
kDa) son citotoxinas, cardiotoxinas, y neurotoxinas postsinápticas (por ejemplo, α-
Bungarotoxina y α-Cobratoxina), que se unen a los receptores de acetilcolina en
las uniones neuromusculares. Entre los compuestos de bajo peso molecular
(hasta 1,5 kDa) se incluye metales, péptidos, lípidos, hidratos de carbono,
nucleósidos, aminas, y oligopéptidos, que inhiben la enzima convertidora de
angiotensina (ACE) y potencian la bradicinina (BPP). La variación inter- e intra-
especie en la composición química del veneno es geográfica y ontogénica. 3
Las fosfodiesterasas interfieren con el sistema cardíaco de la presa, sobre todo
para bajar la presión arterial. La fosfolipasa A2 causa hemólisis por lisis de
las membranas celulares fosfolípidos de las células rojas de la sangre.6
Aminoácido oxidasa y proteasa se utilizan para la digestión. Aminoácido oxidasa
también activa algunas otras enzimas y es responsable del color amarillo del
veneno de algunas especies. Hialuronidasa aumenta la permeabilidad del tejido
para acelerar la absorción de otras enzimas en los tejidos. Algunos venenos de
serpiente contienen fascículos, como el de la mamba (Dendroaspis), que inhiben
la colinesterasa para que la presa pierda el control muscular.7
Principales enzimas del veneno de serpiente 2
Oxidorreductasa
lactato deshidrogenasa Elapidae
s
Lisofosfolipasa* Elapidae, Viperidae
Acetilcolinesterasa Elapidae
Deinagkistrodon
Fosfatasa ácida
acutus
Quininogenasa Viperidae
Heparinasa Crotalinae
Colagenasa Viperidae
Elastasa Viperidae
Toxinas[editar]
Neurotoxinas[editar]
Densidad
postsináptica
Canales de Ca++
dependientes
de voltaje
Vesícula
sináptica
Bomba
recaptadora de
neurotransmisores
Receptor
Neurotransmisor
Axón terminal
Espacio sináptico
Dendrita
Fosfolipasas:
Fosfolipasa es una enzima que convierte la molécula de fosfolípido en un
lisofosfolípido (jabón) ==> la nueva molécula atrae y une grasas y rompe las
membranas de las células.
Ejemplo de serpiente: Habu japonés
Cardiotoxinas:
Cardiotoxinas son componentes que son específicamente tóxicos para el corazón.
Se unen a sitios específicos en la superficie de las células musculares y causan
despolarización, es decir, la toxina impide la contracción muscular. El efecto de
estas toxinas es que el corazón late de forma irregular o deja de latir, causando la
muerte.
Ejemplo de serpientes: cobra real, Mambas, y algunos miembros del género Naja
Hemotoxinas:
Las hemotoxinas producen hemólisis o destrucción de los glóbulos rojos de la
sangre (eritrocitos).
Ejemplo de serpientes: la mayoría de los viperídos y los miembros del
género Naja
Citotoxina de serpiente IPR003572
Evolución[editar]
Anteriormente se creía que la presencia de enzimas en el veneno de serpientes
era una adaptación para ayudar a la digestión. Sin embargo, estudios del crótalo
diamante occidental, una serpiente con veneno altamente proteolítico, muestran
que el veneno no influye el tiempo requerido para que el alimento pase por el
intestino. Se necesitan estudios adicionales para determinar las presiones
selectivas que resultan en la evolución del veneno y de los mecanismos de
entrega de veneno.10
En un estudio realizado por Bryan Fry, investigador del Australian Venom
Research Unit de la escuela de medicina de la Universidad de Melbourne en
Australia, se analizó el origen y la evolución del veneno de las serpientes,
incluyendo un análisis filogenético de las secuencias de aminoácidos presentes en
las toxinas y las proteínas relacionadas. Las toxinas de las serpientes resultaron
de eventos de reclutamiento de genes dentro de las familias
proteicas: acetilcolinesterasa, ADAM (desintegrina/metaloproteasa), AVIT,
complemento C3, crotasina, defensina, cistaina, endotelina, entre otros. Estos
eventos de reclutamiento en las toxinas ocurrieron al menos unas 24 veces en la
evolución del veneno en las serpientes. Dos de estas derivaciones tóxicas parecen
ser más bien el resultado de modificaciones en proteínas salivares, que eventos
génicos de reclutamiento. Por último este estudio demostró que los tipos de
toxinas en las cuales la proteína ancestral forma una extensiva retícula con
cisteína, eran las que llegaban a ser nuevas familias de toxinas multigénicas,
funcionalmente diversas.11
Bothrops asper serpiente de la familia de las víboras (Viperidae), temida por su fuerte veneno.
Aunque bien es cierto que gran parte de esta variación en las familias proteicas
que dan lugar a las toxinas que generan este veneno en las glándulas de las
serpientes, es el resultado de la dieta de los organismos, siendo que el nivel de
toxicidad de las serpientes puede ser en gran parte mediado por la presión de
selección ejercida por las presas de las mismas. 12 Por tanto es muy probable que
el desarrollo del veneno en las serpientes haya estado mediado por factores
evolutivos, y más exactamente por selección natural. Donde el agente que regula
la selección en este caso es, o son, las presas de las distintas serpientes, lo cual
puede dar una cierta plasticidad en los niveles de toxicidad y distintos orígenes
proteicos en las toxinas encargadas del veneno.
Inyección[editar]
Vipéridos[editar]
Entre las serpientes venenosas, los vipéridos tienen el aparato de entrega de
veneno más desarrollado. La glándula del veneno es muy grande y está rodeada
por el músculo masetero o músculo temporal, que consiste en dos bandas, el
superior se extiende de detrás del ojo, el inferior se extiende desde la glándula de
la mandíbula. Un conducto lleva el veneno de la glándula al colmillo. En los
vipéridos y elápidos, esta ranura está completamente encerrada, y es algo
semejante al tubo de una aguja hipodérmica. En otras especies, las ranuras no
están cubiertas, o sólo parcialmente cubiertas. Desde el extremo anterior de la
glándula, el conducto pasa por debajo del ojo y por encima del hueso maxilar, al
orificio basal del colmillo de veneno, que está envainado en un pliegue grueso
de membrana mucosa. Por medio del hueso maxilar móvil, articulado al hueso
prefrontal y conectado con el hueso transversal el cual es empujado hacia
adelante por los músculos que entran en acción al abrir la boca, el colmillo se
erige y el veneno se descarga a través del orificio distal. Cuando la serpiente
muerde, las mandíbulas se cierran, los músculos que rodean la glándula de
veneno se contraen, y el veneno es expulsado por los colmillos.
Elápidos[editar]
En los elápidos, los colmillos son tubulares, pero son cortos y no poseen la
movilidad que se observa en los vipéridos.
Colúbridos[editar]
Algunos colúbridos tienen dientes agrandados y acanalados situados en el
extremo posterior de la maxilar, donde una pequeña porción posterior de la
glándula salival o labial superior produce veneno.
Mecánica de la mordedura[editar]
Vipera berus, un colmillo con una pequeña mancha de veneno en el guante, el otro todavía en su lugar.
Algunos efectos[editar]
Hay cuatro tipos diferentes de veneno que actúan sobre el cuerpo de manera
diferente.
Inmunidad[editar]
Entre serpientes[editar]
La cuestión de si una serpiente es inmune a su propio veneno aún no está
definitivamente resuelta, aunque existe un caso conocido de una cobra que se
envenenó a sí misma, resultando en un gran absceso que requirió intervención
quirúrgica, pero que no mostró ninguno de los demás efectos que habrían sido
letales en sus presas o en los seres humanos.14 Por otra parte, ciertas especies
inofensivas, como el Lampropeltis getula norteamericano y Rhacidelus brazili de
Brasil, han demostrado que pueden resistir al veneno de los crotalinos que habitan
las mismas zonas, y que son capaces de someterlos y de comerlos. Experimentos
han demostrado que la culebra de collar, una serpiente inofensiva bastante común
en Eurasia, no es afectada por la mordedura de Vipera berus y Vipera aspis. Esto
se debe a la presencia en la sangre de la culebra de principios tóxicos secretados
por sus glándulas parótidas y labiales, que son análogos a los del veneno de estas
víboras.
Entre otros animales[editar]
Un número de animales que se alimentan de serpientes son inmune a una cierta
dosis de veneno de serpiente. Incluye al erizo, la mangosta, el tejón de miel, el ave
secretaria y algunos otros aves. No se sabe hasta que grado el cerdo puede ser
considerado inmune, bien que su gruesa capa de grasa subcutánea a menudo
hace que la mordida no tiene efectos perjudiciales. El lirón careto ha sido añadido
a la lista de animales refractarios al veneno de la víbora. Algunas poblaciones
de ardilla terrestre de California son al menos parcialmente inmune al veneno de
la serpiente cascabel como adultos. Los gatos también presentan algún tipo de
inmunidad a la ingesta del veneno (Talmud babilónico, shabat 128B)