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La bioética Cristiana - Visión Teológica

Aborto. ¿Qué piensas sobre el aborto? ¿Estás a favor del aborto o en contra? Porque? En nuestro país está penado
(CP 263 – 269) Aborto impune 266 «..consecuencia de un delito de violación, rapto, estupro o
incesto….practicado con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre. Tiene que haber el
consentimiento de la mujer».
¿Qué es el Aborto? El aborto procurado es la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un
ser humano en la fase inicial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento.(EV n° 58).
La gravedad moral del aborto procurado se manifiesta en toda su verdad si se reconoce que se trata de un
homicidio y, en particular, si se consideran las circunstancias específicas que lo cualifican. Quien se elimina es un
ser humano que comienza a vivir.
Catecismo 2270: La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la
concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ser reconocido sus derechos de
persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida (Instr. Donum vitae, 1, 1). «Antes
de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses te tenía consagrado» (Jeremías 1, 5).
Catecismo 2271: Desde el siglo primero, la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado. Esta
enseñanza no ha cambiado; permanece invariable. El aborto directo, es decir, querido como un fin o como un
medio, es gravemente contrario a la ley moral. «No matarás el embrión mediante el aborto, no darás muerte al
recién nacido» (Didajé, 2, 2; Epistula Pseudo Barnabae, 19, 5; Epistula ad Diognetum 5, 5; Tertuliano,
Apologeticum, 9, 8). Catecismo 2273: El derecho inalienable de todo individuo humano inocente a la vida
constituye un elemento constitutivo de la sociedad civil y de su legislación.
Evangelium Vitae y el aborto. N° 58: Entre todos los delitos que el hombre puede cometer contra la vida, el
aborto procurado presenta características que lo hacen particularmente grave e ignominioso «crímenes nefastos».
N° 59: En la decisión sobre la muerte del niño aún no nacido, además de la madre, intervienen con frecuencia otras
personas: padres, familiares y amigos, médicos y personal sanitario, legisladores, instituciones internacionales,
fundaciones y asociaciones que luchan sistemáticamente por la legalización y la difusión del aborto en el mundo.
Estamos ante lo que puede definirse como una «estructura de pecado» contra la vida humana aún no nacida.
N° 60: Algunos intentan justificar el aborto sosteniendo que el fruto de la concepción, al menos hasta un cierto
número de días, no puede ser todavía considerado una vida humana personal. En realidad, «desde el momento en
que el óvulo es fecundado, se inaugura una nueva vida que no es la del padre ni la de la madre, sino la de un nuevo
ser humano que se desarrolla por sí mismo. Jamás llegará a ser humano si no lo ha sido desde entonces. A esta
evidencia de siempre... la genética moderna otorga una preciosa confirmación. Muestra que desde el primer
instante se encuentra fijado el programa de lo que será ese viviente: una persona, un individuo con sus
características ya bien determinadas. Con la fecundación inicia la aventura de una vida humana, cuyas principales
capacidades requieren un tiempo para desarrollarse y poder actuar».
N° 61: Sagrada Escritura “No mataras”, Tradición. La vida humana es sagrada e inviolable en cada momento de su
existencia, también en el inicial que precede al nacimiento. El hombre, desde el seno materno, pertenece a Dios que
lo escruta y conoce todo, que lo forma y lo plasma con sus manos, que lo ve mientras es todavía un pequeño
embrión informe y que en él entrevé el adulto de mañana, cuyos días están contados y cuya vocación está ya escrita
en el «libro de la vida» (Sal139.138, 1.13-16). Incluso cuando está todavía en el seno materno, —como testimonian
numerosos textos bíblicos— el hombre es término personalísimo de la amorosa y paterna providencia divina.
N° 62: El Magisterio pontificio más reciente ha reafirmado con gran vigor esta doctrina común. En particular, Pío
XI en la Encíclica Casti connubii rechazó las pretendidas justificaciones del aborto; Pío XII excluyó todo aborto
directo, o sea, todo acto que tienda directamente a destruir la vida humana aún no nacida, «tanto si tal destrucción
se entiende como fin o sólo como medio para el fin»; Juan XXIII reafirmó que la vida humana es sagrada, porque
«desde que aflora, ella implica directamente la acción creadora de Dios».
N° 62: Magisterio, El Concilio Vaticano II, como ya he recordado, condenó con gran severidad el aborto: «se ha de
proteger la vida con el máximo cuidado desde la concepción; tanto el aborto como el infanticidio son crímenes
nefastos». El Código de Derecho Canónico establece para el aborto la pena de excomunión latae sententiae.
Argumento en pro y en contra sobre el aborto: 1. Es inhumano no legalizar el «aborto terapéutico». R. El
término "terapéutico" es utilizado con el fin de confundir. "terapia" significa curar y en este caso el aborto no cura
nada. 2. Es brutal e inhumano permitir que una mujer tenga el hijo producto de una violación. R. Los embarazos
que siguen a una violación son extremadamente raros. El aborto no va a quitar ningún dolor físico o psicológico
producido en una violación. 3. Es necesario eliminar a un niño con deficiencias porque él sufrirá mucho y le
ocasionará sufrimientos y gastos a los padres. R. Se basa en el falso postulado de que "los lindos y sanos" son
quienes deben establecer el criterio de valor de cuándo una vida vale o no. 4. El aborto debe ser legal porque todo
niño debe ser deseado. R. El "deseo" o "no deseo" no afecta en nada la dignidad y el valor intrínseco de una
persona. 5. El aborto debe ser legal porque la mujer tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo. R. Pero no
cuando el sentido común y la ciencia moderna reconocen que en un embarazo hay dos vidas y dos cuerpos. 6. El
aborto es una operación tan sencilla como extraerse una muela o las amígdalas. R. Las cifras desmienten esta
afirmación. Después de un aborto legal, aumenta la esterilidad en un 10%, los abortos espontáneos también en un
10%, y los problemas emocionales suben del 9 al 59%. 7. Con la legalización del aborto se terminarían los abortos
clandestinos. R. La gran mayoría de abortos no son por un motivo "sentimental", "terapéutico" o "eugenésico", sino
por un embarazo considerado "vergonzoso", no es extraño que la mujer -especialmente si es adolescente o joven-
busque igualmente métodos abortivos clandestinos por la sencilla razón de que una ley, aunque quite la pena legal,
no quita la vergüenza y el deseo de ocultamiento.
La Eutanasia. Etimológicamente la palabra «eutanasia» procede de dos conceptos griegos: «eu», que quiere decir
«bien», «bueno», «dulce», «feliz»; y «thanatos», que significa «muerte». Se trata por tanto de conseguir una buena
muerte, una dulce muerte o una muerte feliz.
Diccionario de Lengua Española, «acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados,
acelera su muerte con su consentimiento o sin él». O sea, La Eutanasia es el proceso mediante el cual se lleva a
cabo de manera intencional la muerte de las personas, bien sea por parte de ellos mismos o de terceros,
argumentando que es con fines generalmente plausibles, como el alivio del dolor y el sufrimiento.
Catecismo de la Iglesia Católica: 2276: Aquellos cuya vida se encuentra disminuida o debilitada tienen derecho a
un respeto especial. Las personas enfermas o disminuidas deben ser atendidas para que lleven una vida tan normal
como sea posible. 2277: Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin
a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable. Por tanto, una acción o una
omisión que, de suyo o en la intención, provoca la muerte para suprimir el dolor, constituye un homicidio
gravemente contrario a la dignidad de la persona humana y al respeto del Dios vivo, su Creador. El error de juicio
en el que se puede haber caído de buena fe no cambia la naturaleza de este acto homicida, que se ha de rechazar y
excluir siempre (Decl. Iura et bona).
Declaración Iura et Bona, 1980: «es necesario reafirmar con toda firmeza que nada ni nadie puede autorizar la
muerte de un ser humano inocente, sea feto o embrión, niño o adulto, anciano, enfermo incurable o agonizante.
Nadie además puede pedir este gesto homicida para sí mismo o para otros confiados a su responsabilidad ni puede
consentirlo explícita o implícitamente. Ninguna autoridad puede legítimamente imponerlo ni permitirlo. Se trata en
efecto de una violación de la ley divina, de una ofensa a la dignidad de la persona humana, de un crimen contra la
vida, de un atentado contra la humanidad».
Evangelium Vitae N° 64: «Lo que podría parecer lógico y humano, al considerarlo en profundidad se presenta
absurdo e inhumano. Estamos aquí ante uno de los síntomas más alarmantes de la «cultura de la muerte», que
avanza sobre todo en las sociedades del bienestar, caracterizadas por una mentalidad eficientista que presenta el
creciente número de personas ancianas y debilitadas como algo demasiado gravoso e insoportable. Muy a menudo,
éstas se ven aisladas por la familia y la sociedad, organizadas casi exclusivamente sobre la base de criterios de
eficiencia productiva, según los cuales una vida irremediablemente inhábil no tiene ya valor alguno»
N° 65: «De acuerdo con el magisterio de mis predecesores y en comunión con los obispos de la Iglesia católica,
confirmo que la eutanasia es una grave violación de la Ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y
moralmente inaceptable de una persona humana. Esta doctrina se fundamenta en la ley natural y en la Palabra de
Dios escrita; es transmitida por la Tradición de la Iglesia y enseñada por el Magisterio ordinario y universal.
Semejante práctica conlleva, según las circunstancias, la malicia propia del suicidio o del homicidio».
Amoris Laetitia N° 48. «La eutanasia y el suicidio asistido son graves amenazas para las familias de todo el
mundo. Su práctica es legal en muchos países. La Iglesia, mientras se opone firmemente a estas prácticas, siente el
deber de ayudar a las familias que cuidan de sus miembros ancianos y enfermos».
Argumentos para no aceptar la Eutanasia: - La eutanasia quebranta el mandamiento "No matarás". - La
eutanasia es una falta grave de amor hacia uno mismo. Una falsa piedad. - La vida es un don de Dios del que el
individuo no puede disponer, sino sólo Dios. - El dolor en la vida bien llevado es un bien espiritual y se transforma
en dolor cristiano. - El bien de mantener la vida se fundamenta en la dignidad de la persona humana, hecha a
imagen y semejanza de Dios.

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