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La Bella Durmiente de Tingo María

INICIO DE LA HISTORIA:
La princesa Nunash (princesa de la selva), hija de un antiguo curaca de la
región, había sido el objeto de amor de un joven guerrero de un pueblo
vecino, de nombre Cuynac (líder de la tribu). Él llegó hasta ella después
de atravesar la selva peruana y en nombre de su amor levantó un palacio,
al cual llamó Cuynash.

Vivieron juntos y felices, eventualmente cimentando su poder como nuevo


curaca de la comarca. Sin embargo, los celos de su padre, quien veía
mermado su territorio por el joven, decidió que era suficiente el tiempo
que lo había tolerado y recurrió a los servicios de una hechicera para
convertirse en una culebra gigante, de nombre Amaru.

El curaca Cuynac, al ver que Amaru se acercaba con sus huestes, decidió
pedir ayuda a los magos para convertir a Nunash en una mariposa y que
ella huyera del lugar para salvar su vida. Ella voló hacia la selva en
búsqueda de ayuda de otros curacas enemigos de su padre y a los pocos
días regresó con un gran ejército que derrotó a los invasores.

Salvada, Nunash pudo volver a su forma humana y buscó a su esposo por


todos los lugares que se imaginó. No lo encontraba.  Él había sido
convertido en piedra para esperarla y no pudo recuperar su antigua
apariencia. Ella, cansada de buscarlo, se echó a dormir al pie de una gran
roca y en sueños escuchó la voz de Cuynac que le decía:

“No me busques más. Fue mi voluntad convertirme en piedra para


esperarte. Mi deseo fue complacido, pero ahora soy sólo una piedra. Si tú
en verdad me sigues queriendo todavía, así como siempre me has querido,
mi deseo es que permanezcas aquí a mi lado toda la vida sobre este cerro y
que sólo a la luz de la luna nuestro pueblo pueda verte dormir a mi lado.”

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