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4
Imagen del cuerpo
y espejo sonoro
Anne-Marie MAIRESSE
No se puede hablar de la imagen del cuerpo sin evocar a Narciso, pren-
dandose para siempre de su imagen y pereciendo por ello, y sin recordar
20, J. Lacan, D. Anzieu y F. Dolto, intentaremos mostrar que la imagen
del cuerpo es inseparable del espejo tanto visual como sonoro que la ma-
ra en el diccionario de psicoandlisis de J. Laplanche
agen del cuerpo es un concepto muy moderno, ya
30 tiempo ignorado por el psicoanilisis, y a
a relacién a la imagemrdel otro semejante en
resentacién que el individuo se hace de su cuerpo.
Escaneado con CamScanneros Comunicacién preverbal
En primer lugar vamos a situar la nocién de cuerpo en la perspectiva
histérica del psicoandlisis, y a continuacién la de imagen del cuerpo y la
de fase del espejo. Luego, intentaremos mostrar como el yo especular es
tun yo que se constituye tanto a partir del espejo sonoro como del visual.
Desde este punto de vista, el yo-piel y la envoltura sonora de D. Anzieu
convergen curiosamente con el concepto de imagen inconsciente de cuer-
po de F. Dolto.
El propio Freud y, més tarde, H. Wallon, J. Lacan y R. Zazzo, cada
uno a su manera, habian presentido la importancia del espejo sonoro y
del lenguaje para el devenir del ser humano,
Antes de tratar de la imagen del cuerpo,
ciones, ala vez indisociables y especificas
al esquema corporal:
—la representacién de si mismo.
La imagen dei cuerpo se halla, en efecto, en la encrucijada de estas
dos nociones, de la realidad somatica, enraizada po biolégico,
y de Ia realidad psiquica considerada como representacion, como imagen,
producto del trabajo del aparato psiquico.
fentaremos definir dos no-
imagen del cuerpo, a saber:
El] esquema corporal
Por lo comtin, sueie oponerse el esquema corporal, nocién mas bien neu-
rolégica, a la imagen del cuerpo, referida mas bien al campo de la psico-
ogia y del psicoandlisis. El esquema corporal ¢s, pues, el substrato neu-
rologico de la imagen del cuerpo. Se trata de una nocién utilizada
‘sencialmente por os neurdlogos. Es el resultado de
regiones posteriores de los dos hemisferios cerebrales,
are retion proplocepuvos ete No eel esulado de un abajo ps
‘quico, sino un dato de la experiencia mocriz, vineulada a las sensaciones
sma DOS
el espacio,
La representacién de si mismo
La represemacin de s mismo se reflere al cuerpo que se muestra
LARPS nocign en la que se enuecruzan a experiencia nar
Serra ueeo ATT INI CMR HT
3
Imagen del cuerpo +» espejo sonore 6
ida relacional. Tal cepresentacién va a condicionar nuestra relacién
demés.
‘A partir de nuestro «yo-cuerpo», y de los fantasmas inconscientes en
que se halla inmerso, entramos en relacién con los demas a través de esta
representaciOn de si mismo, que de alguna manera es un cuerpo «objeta-
.do» que mostramos a los otros. Ya se ve, desde al principio la dificul-
tad que existe para disociar estas nociones.
La imagen del cuerpo
libro L'image inconsciente du corps propone la siguiente
igen del cuerpo es propia de cada uno; esta vinculada
su historia (a diferencia del esquema corporal que ¢s el mis-
ismo tiempo, es actual,
uerrelacional (el subra~
relacién aqui y ahora,
1ujo, modelado, invencién
i eae: «si el lugar fuente de las pulsiones es el es-
uema corporal, el lugar de su representacin es la imagen del cuerpo,
‘A. Sanglade, en un artiulo sobre imagen del cuerpo imagen de #
Rorschach, subraya que, cuando se habla de «la imagen del
cuerpo designa ‘un principio unificador, continente, que de-
ad eer nemo, etrpo membrana gue separa a
vez pone en contacto, que funda la unidad de uno mismo'y al
po coe la diferencia del otro...». ae
in embargo, el cuerpo no ha sido desde el comienzo un principio un
? un principio uni
Seador yla notin de imagen del cuerpo se ha formad lentamente
Origen del concepto
Desde la Amtigledad, aumerosos autores —entre oteles
inresaron pot clenos aspects de la imagen del cuerpo pre donee ace
empo lo que se ha estudiado han sido las alteraciones de cows ina
or tanto, 28 una nocidn que se ha elabo Sree
dela psicopatologia.
—En efecto, a partic
insecin fist
Ia insercign fi
Fado poco a poco a partir
as alteracones se ha pode determina
:
ign de homuncula ha lacie sae
igen del cuerpo. Los trabajos del cirujano
Escaneado con CamScanner6 Comuntcactonpreve=
'W. Penfield y sus dibujos de hominculos han tenido mucha importaz=.
en la popularizacion de la imagen del cuerpo.
—Desde hace muchisimo tiempo ha existido tambien interés po:
miembro-fantasma 0 ilusion de los amputados: las numerosas invests
ciones hechas sobre el tema desde el siglo xvi, empezando por Ami
Paré, demuestran que la imagen del cuerpo no ¢s estabie, siendo el r
ducto de nuestras sensaciones internas: eso no obsta para que la cene=:
sia sea una de las bases de la salud mental.
—A. Bonnier, en 1893, sac la conclusion de que existe un modelo r:
tural que constituye la base de las posturas en un marco espa:
topografica del cuerpo que cada uno tendria
El trabajo principal, que representa una sin
gen del cuerpo, es la obra de! psicoanalista vie
La imagen del cuerpo esti teniendo un nuevo periodo de
ccias, por una parte, a las patologias lamadas «psicosom:
mente gracias a los trastornos del narcisism:
estados limite, etc. Poco a poco, el cuerpo
Jas envolturas, del continente y no sélo de lo
de numerosas investigaciones, de tal manera que psicdlogos o psicoz=
listas, como H. Wallon, J. Lacan, R. Zazzo, seguidos por D. Anzie:
F. Dolto, han contribuido a restituir el valor heuristico y practico de x
concepto.
La nocién del cuerpo
‘Antes de finales del siglo xxx, la concepcién que se tenia del cuerpo e:
la de algo que debia controlarse y mantener a distancia,
escritores como F. Nietzsche o a médicos escritores como S. Freud, voin
4a ocupar el primer plano de la escena.
F. Nietzsche, a partir de 1881 con su obra Asi habld Zaratustra, afir=
{que el alma no es mas que una pequefia parte del cuerpo, que la raz6n ¥ -
jateligencia son cosas pequefias en Ja superficie de ne
‘el hombre es ante todo un ser de instintos; ahora
Ia palabra del cuerpo: conviene, pues, escuchar al cuerpo.
va'a influir en toda una corriente literaria, como ¢s el caso de A. Gic
para quien el conocimiento s6lo es completo con la experiencia Corpor
‘mage! euerp y espejo sonore a
2 DELSLawrence, segiin el cual la separacién de carne y espiriru es pura
sipocresia. Igualmente, esta influencia alcanzaré a todo un pensamiento
ssicolégico, como el'de C. Rogers, cuva terapia y pedagogia no directivas
‘uentam reparar la separacion cuerpo-espiritu y los perjuicios que esto ha
srodueido, o el de F. Perls, fundador de la terapia de la gestalt, quien ex-
siica que uno debe escuchar a su cuerpo para saber quién es.
“ambitn Freud transformara profundamente el lugar que se hat
servado al cuerpo, al conceder la importancia, por todos conoci
exualidad y al inconsciente.
de los suefios) que se enriqu
inarias de la experiencia del
fe es lenguaje sobre el cuerpon,
»» sino «construidon.
La aproximacién freudiana, en vez de construir la imagen del cuerpo
+ trata de algo «cons
orienta esencialmente a descifrar
esquemas o model
fantasmas corporal
lun «otro», que existe un intercambio
Por una parte, el espiritu no es mas
iritu corporal: «el yo es ante todo
no ¢s otra cosa que la proyeccién men-
ymo la pulsién que, teniendo su origen
-i6n en el psiquismo de una excitacién cor-
id como un «concepto limite entre lo psiqui-
coral eonsiderada por S.
‘= ylo somatico» (Tres ensayos sobre la sexualidad). Por otra parte, todo
‘cuerpo esta impregnado de psiquismo. Esta ha sido la contribucién mas
is en «la invencién del cuerpon, al hacer com-
arse de un cuerpo construido y no simplemen-
3po que el psicoandlisis recreaba el cuerpo, tam-
42 o ignoraba, y asi se ba podido afirmar que el Cuerpo era el gran ausen-
Escaneado con CamScanner8 Comunicacién preverial
te del psicoandlisis ortodoxo. Es cierto que Freud se ocupé del cuerpo desde
Angulos muy diversos (a partir ya de su obra Proyecto de una psicologia
para neurdlogos, precursora de la corriente psicosomatica), pero progre-
sivamente se distancié del cuerpo como tal. El psicoanalisi 0 el cam-
po de la palabra y poco a poco se olvidé del cuerpo sobre el que al princi-
pio se apoyaba. Los psicoanalistas que continuaron ocupandose del cuerpo
fueron declarados disidentes (G. Groddeck, F. Alexander, J.H. Schultz,
|W. Reich), pero a partir de ellos se han inventado las nuevas terapias cor-
porales.
El éxito de estas terapias introduce de nuevo el cuerpo en €l psicoana-
lisis y es un tema que se ha puesto de moda... Pero, sea cual fuere e!
que se conceda al cuerpo, el psicoandlisis se hace por I ra
i
guaje, y el cuerpo no puede tener en él mas que un rol de obj
‘nunca de sujeto.
™M. Klein, a pesar de que concede prioridad ala
del cuerpo, nos describe. sin embargo, un cuerpo vivido por el niflo como
potencia peligrosa, como amenaza interna. El lactante se experimenta y
‘experimenta su cuerpo ante todo en la divisin, la tensién, y no en la uni-
dad y la plenitud. En suma, existe evidentemente una agresividad origi-
ral que afecta | id fantasmatica del cuerpo del nifio.
M. Klein habla igualmente de cuerpo troceado, re
no a una realidad bioldgica y organica del cuerpo sino a fantasmas. Estas,
hipétesis permitieron proponer a J. Lacan un nuevo enfoque sobre
cubrimiento del nifio de su imagen en el espejo. M. Klein habia demos-
trado, en efecto, que una agresividad original de naturaleza fantasmatica
afectaba nuestra experiencia corporal y nuestra relacién con los demas
cuerpos. En su misma nea, J. Lacan propone a continuacion la hip
sis siguiente: puede que esta agresividad resulte de la capacidad de I
jarse captar en imagenes «rostro dei otro e imagen de
especificamente humana. Sin embar
ia «mandonguera genial» es un cuerpo
seado, un cuerpo tal que el nifio lo habla a través de sus juegos, sus dibu-
jos, sus modelados; por tanto, se trata de un cuerpo imaginario.
‘La imagen del cuerpo y lo imaginario:
HL Wallon, J. Lacan, R. Zazz0
‘Examinaremos la cuestién de la imagen del cuerpo, recordando lo que
cianitibn debe a las claboracionesteérias de J Lacan sobre la fase del
espejo en su obra, Le stade du miroir comme formateur de la fonction
Gu je, pero antes 10s ocuparemos de los trabajos que prefiguran los de
‘Lacan es decir, los de H. Wallon, en especial los que ha desarrollado en.
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Imagen del cuerpo y espejo sonore eo
su obra Les origines du caractére chez enfant. Trataremos luego de la
constitucién del yo del nifio a partir de la imagen de su semejante, tenien-
do en cuenta sobre todo su prematuridad bioldgica en !a perspectiva de
J, Lacan. A continuacién, citaremos los trabajos mas recientes que reto-
man el problema de la imagen especular y de su desarrollo en un contexto
psicol6gico, recordando algunos aspectos de las investigaciones de R. Zaz~
zo, Para ello hemos utilizado el trabajo especializado de E. Jalley, H. Wa-
lon et la psychanalyse (Tesis de Doctorado, 1986). Lo que intentamos des-
racar de #stos trabajos sobre la imagen especular es que el espejo que