Está en la página 1de 10
a Bibliografia ‘Comunicacin preverbai ANDERSON LR. — The architecture of cognition. Harvard University Press, Cambrid- ge Mass, 1985, BLANC-GARiN J. — Recherches récentes sur les images mentaes: Jer [BRUNER J. — Comment les enfants apprennent @ parler. Retz, Paris, 1987. Bruen J.S. — Le développement de 'enfanc savoir fair, savoir dire. PUF, Paris, 1983, ‘— Image et cognition. PUF. Paris, 1989. “ Dusois D. — La représentation cognitive: quelques modes récens. année tique, 76, $41-562. 1976. GALIFREFGRaNION N, — Natssance et évoiuion dela eprésentation che: l'enfant. PUF. In: Penser-apprencre (P. MAZET et. TRERGHIEN G. — Les modeles copnitfs de la memoire. Neuro-Ps du changement. Jn: Penser-opprendre (P. MAZET «tS. LEBOM Vantia FJ. — Connaire les sciences cognitive. Seul, Pais, WALLON H. — Lévolution psychologique de enfant. Armand Watton H. — Les oripines de le pensée chez enfent. PUF. Paris. 1942. he | “ut 4 Imagen del cuerpo y espejo sonoro Anne-Marie MAIRESSE No se puede hablar de la imagen del cuerpo sin evocar a Narciso, pren- dandose para siempre de su imagen y pereciendo por ello, y sin recordar 20, J. Lacan, D. Anzieu y F. Dolto, intentaremos mostrar que la imagen del cuerpo es inseparable del espejo tanto visual como sonoro que la ma- ra en el diccionario de psicoandlisis de J. Laplanche agen del cuerpo es un concepto muy moderno, ya 30 tiempo ignorado por el psicoanilisis, y a a relacién a la imagemrdel otro semejante en resentacién que el individuo se hace de su cuerpo. Escaneado con CamScanner os Comunicacién preverbal En primer lugar vamos a situar la nocién de cuerpo en la perspectiva histérica del psicoandlisis, y a continuacién la de imagen del cuerpo y la de fase del espejo. Luego, intentaremos mostrar como el yo especular es tun yo que se constituye tanto a partir del espejo sonoro como del visual. Desde este punto de vista, el yo-piel y la envoltura sonora de D. Anzieu convergen curiosamente con el concepto de imagen inconsciente de cuer- po de F. Dolto. El propio Freud y, més tarde, H. Wallon, J. Lacan y R. Zazzo, cada uno a su manera, habian presentido la importancia del espejo sonoro y del lenguaje para el devenir del ser humano, Antes de tratar de la imagen del cuerpo, ciones, ala vez indisociables y especificas al esquema corporal: —la representacién de si mismo. La imagen dei cuerpo se halla, en efecto, en la encrucijada de estas dos nociones, de la realidad somatica, enraizada po biolégico, y de Ia realidad psiquica considerada como representacion, como imagen, producto del trabajo del aparato psiquico. fentaremos definir dos no- imagen del cuerpo, a saber: El] esquema corporal Por lo comtin, sueie oponerse el esquema corporal, nocién mas bien neu- rolégica, a la imagen del cuerpo, referida mas bien al campo de la psico- ogia y del psicoandlisis. El esquema corporal ¢s, pues, el substrato neu- rologico de la imagen del cuerpo. Se trata de una nocién utilizada ‘sencialmente por os neurdlogos. Es el resultado de regiones posteriores de los dos hemisferios cerebrales, are retion proplocepuvos ete No eel esulado de un abajo ps ‘quico, sino un dato de la experiencia mocriz, vineulada a las sensaciones sma DOS el espacio, La representacién de si mismo La represemacin de s mismo se reflere al cuerpo que se muestra LARPS nocign en la que se enuecruzan a experiencia nar Serra ueeo ATT INI CMR HT 3 Imagen del cuerpo +» espejo sonore 6 ida relacional. Tal cepresentacién va a condicionar nuestra relacién demés. ‘A partir de nuestro «yo-cuerpo», y de los fantasmas inconscientes en que se halla inmerso, entramos en relacién con los demas a través de esta representaciOn de si mismo, que de alguna manera es un cuerpo «objeta- .do» que mostramos a los otros. Ya se ve, desde al principio la dificul- tad que existe para disociar estas nociones. La imagen del cuerpo libro L'image inconsciente du corps propone la siguiente igen del cuerpo es propia de cada uno; esta vinculada su historia (a diferencia del esquema corporal que ¢s el mis- ismo tiempo, es actual, uerrelacional (el subra~ relacién aqui y ahora, 1ujo, modelado, invencién i eae: «si el lugar fuente de las pulsiones es el es- uema corporal, el lugar de su representacin es la imagen del cuerpo, ‘A. Sanglade, en un artiulo sobre imagen del cuerpo imagen de # Rorschach, subraya que, cuando se habla de «la imagen del cuerpo designa ‘un principio unificador, continente, que de- ad eer nemo, etrpo membrana gue separa a vez pone en contacto, que funda la unidad de uno mismo'y al po coe la diferencia del otro...». ae in embargo, el cuerpo no ha sido desde el comienzo un principio un ? un principio uni Seador yla notin de imagen del cuerpo se ha formad lentamente Origen del concepto Desde la Amtigledad, aumerosos autores —entre oteles inresaron pot clenos aspects de la imagen del cuerpo pre donee ace empo lo que se ha estudiado han sido las alteraciones de cows ina or tanto, 28 una nocidn que se ha elabo Sree dela psicopatologia. —En efecto, a partic insecin fist Ia insercign fi Fado poco a poco a partir as alteracones se ha pode determina : ign de homuncula ha lacie sae igen del cuerpo. Los trabajos del cirujano Escaneado con CamScanner 6 Comuntcactonpreve= 'W. Penfield y sus dibujos de hominculos han tenido mucha importaz=. en la popularizacion de la imagen del cuerpo. —Desde hace muchisimo tiempo ha existido tambien interés po: miembro-fantasma 0 ilusion de los amputados: las numerosas invests ciones hechas sobre el tema desde el siglo xvi, empezando por Ami Paré, demuestran que la imagen del cuerpo no ¢s estabie, siendo el r ducto de nuestras sensaciones internas: eso no obsta para que la cene=: sia sea una de las bases de la salud mental. —A. Bonnier, en 1893, sac la conclusion de que existe un modelo r: tural que constituye la base de las posturas en un marco espa: topografica del cuerpo que cada uno tendria El trabajo principal, que representa una sin gen del cuerpo, es la obra de! psicoanalista vie La imagen del cuerpo esti teniendo un nuevo periodo de ccias, por una parte, a las patologias lamadas «psicosom: mente gracias a los trastornos del narcisism: estados limite, etc. Poco a poco, el cuerpo Jas envolturas, del continente y no sélo de lo de numerosas investigaciones, de tal manera que psicdlogos o psicoz= listas, como H. Wallon, J. Lacan, R. Zazzo, seguidos por D. Anzie: F. Dolto, han contribuido a restituir el valor heuristico y practico de x concepto. La nocién del cuerpo ‘Antes de finales del siglo xxx, la concepcién que se tenia del cuerpo e: la de algo que debia controlarse y mantener a distancia, escritores como F. Nietzsche o a médicos escritores como S. Freud, voin 4a ocupar el primer plano de la escena. F. Nietzsche, a partir de 1881 con su obra Asi habld Zaratustra, afir= {que el alma no es mas que una pequefia parte del cuerpo, que la raz6n ¥ - jateligencia son cosas pequefias en Ja superficie de ne ‘el hombre es ante todo un ser de instintos; ahora Ia palabra del cuerpo: conviene, pues, escuchar al cuerpo. va'a influir en toda una corriente literaria, como ¢s el caso de A. Gic para quien el conocimiento s6lo es completo con la experiencia Corpor ‘mage! euerp y espejo sonore a 2 DELSLawrence, segiin el cual la separacién de carne y espiriru es pura sipocresia. Igualmente, esta influencia alcanzaré a todo un pensamiento ssicolégico, como el'de C. Rogers, cuva terapia y pedagogia no directivas ‘uentam reparar la separacion cuerpo-espiritu y los perjuicios que esto ha srodueido, o el de F. Perls, fundador de la terapia de la gestalt, quien ex- siica que uno debe escuchar a su cuerpo para saber quién es. “ambitn Freud transformara profundamente el lugar que se hat servado al cuerpo, al conceder la importancia, por todos conoci exualidad y al inconsciente. de los suefios) que se enriqu inarias de la experiencia del fe es lenguaje sobre el cuerpon, »» sino «construidon. La aproximacién freudiana, en vez de construir la imagen del cuerpo + trata de algo «cons orienta esencialmente a descifrar esquemas o model fantasmas corporal lun «otro», que existe un intercambio Por una parte, el espiritu no es mas iritu corporal: «el yo es ante todo no ¢s otra cosa que la proyeccién men- ymo la pulsién que, teniendo su origen -i6n en el psiquismo de una excitacién cor- id como un «concepto limite entre lo psiqui- coral eonsiderada por S. ‘= ylo somatico» (Tres ensayos sobre la sexualidad). Por otra parte, todo ‘cuerpo esta impregnado de psiquismo. Esta ha sido la contribucién mas is en «la invencién del cuerpon, al hacer com- arse de un cuerpo construido y no simplemen- 3po que el psicoandlisis recreaba el cuerpo, tam- 42 o ignoraba, y asi se ba podido afirmar que el Cuerpo era el gran ausen- Escaneado con CamScanner 8 Comunicacién preverial te del psicoandlisis ortodoxo. Es cierto que Freud se ocupé del cuerpo desde Angulos muy diversos (a partir ya de su obra Proyecto de una psicologia para neurdlogos, precursora de la corriente psicosomatica), pero progre- sivamente se distancié del cuerpo como tal. El psicoanalisi 0 el cam- po de la palabra y poco a poco se olvidé del cuerpo sobre el que al princi- pio se apoyaba. Los psicoanalistas que continuaron ocupandose del cuerpo fueron declarados disidentes (G. Groddeck, F. Alexander, J.H. Schultz, |W. Reich), pero a partir de ellos se han inventado las nuevas terapias cor- porales. El éxito de estas terapias introduce de nuevo el cuerpo en €l psicoana- lisis y es un tema que se ha puesto de moda... Pero, sea cual fuere e! que se conceda al cuerpo, el psicoandlisis se hace por I ra i guaje, y el cuerpo no puede tener en él mas que un rol de obj ‘nunca de sujeto. ™M. Klein, a pesar de que concede prioridad ala del cuerpo, nos describe. sin embargo, un cuerpo vivido por el niflo como potencia peligrosa, como amenaza interna. El lactante se experimenta y ‘experimenta su cuerpo ante todo en la divisin, la tensién, y no en la uni- dad y la plenitud. En suma, existe evidentemente una agresividad origi- ral que afecta | id fantasmatica del cuerpo del nifio. M. Klein habla igualmente de cuerpo troceado, re no a una realidad bioldgica y organica del cuerpo sino a fantasmas. Estas, hipétesis permitieron proponer a J. Lacan un nuevo enfoque sobre cubrimiento del nifio de su imagen en el espejo. M. Klein habia demos- trado, en efecto, que una agresividad original de naturaleza fantasmatica afectaba nuestra experiencia corporal y nuestra relacién con los demas cuerpos. En su misma nea, J. Lacan propone a continuacion la hip sis siguiente: puede que esta agresividad resulte de la capacidad de I jarse captar en imagenes «rostro dei otro e imagen de especificamente humana. Sin embar ia «mandonguera genial» es un cuerpo seado, un cuerpo tal que el nifio lo habla a través de sus juegos, sus dibu- jos, sus modelados; por tanto, se trata de un cuerpo imaginario. ‘La imagen del cuerpo y lo imaginario: HL Wallon, J. Lacan, R. Zazz0 ‘Examinaremos la cuestién de la imagen del cuerpo, recordando lo que cianitibn debe a las claboracionesteérias de J Lacan sobre la fase del espejo en su obra, Le stade du miroir comme formateur de la fonction Gu je, pero antes 10s ocuparemos de los trabajos que prefiguran los de ‘Lacan es decir, los de H. Wallon, en especial los que ha desarrollado en. nya 5 E é 2 snc ines «estan nw - ee Imagen del cuerpo y espejo sonore eo su obra Les origines du caractére chez enfant. Trataremos luego de la constitucién del yo del nifio a partir de la imagen de su semejante, tenien- do en cuenta sobre todo su prematuridad bioldgica en !a perspectiva de J, Lacan. A continuacién, citaremos los trabajos mas recientes que reto- man el problema de la imagen especular y de su desarrollo en un contexto psicol6gico, recordando algunos aspectos de las investigaciones de R. Zaz~ zo, Para ello hemos utilizado el trabajo especializado de E. Jalley, H. Wa- lon et la psychanalyse (Tesis de Doctorado, 1986). Lo que intentamos des- racar de #stos trabajos sobre la imagen especular es que el espejo que

También podría gustarte