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a, Por qué no ser arquitecto Sicitar razones para no ser arquitecto puede dar la impresin de ser una hereji 0 una traicion para la profesién de la arqui- tectura, mucho peor parecerfa dedicar un ca pitulo completo al tema. Pero la historia e: staria incompleta y seria engafiosa si dejara de incluir los aspectos “menos maravillosos” de ser ar- quitecto. Siempre que se nos dice por qué deberiamos de ha- cer algo, podria haber razones no declaradas de por qué no habriamos hacerlo. La experiencia refuerza este hecho, en ocasiones de manera dolorosa. Pintar el cuadro completo de convertirse en y ser un arquitecto ofrece al menos al lector la oportunidad de tomar una decision informada, de acepta- ci6n 0 rechazo, sin sentir que ha habido una tergiversacion. Las razones para no ser arquitecto son una cuestin de crite- rio. Por lo tanto, lo que sigue son mis propias observaciones e interpretaciones de los riesgos que es comin encontrar, los obsticulos en el camino y las fuentes de frustracién. Algunas son tipicas de todas las ocupaciones o profes ones y otras son mas particulares y endemicas de la arquitectura. En uno u otro momento, virtualmente todos los arquitectos han sufrido alguno de estos problemas, o todos, y se han sentido abruma- dos o desilusionados. Por desgracia, conocerlos o anticiparse a ellos no los hace menos obstructivos. A Las probabilidades de conseguirlo Cualquier persona que considere hacer carrera en la arquitec- tura debera saber que, de acuerdo con datos estadisticos, las probabilidades de llegar a ser finalmente un arquitecto regis- trado (en Estados Unidos) pueden ser menores del cincuenta por ciento. Muchos estudiantes universitarios que eligen la carrera de arquitectura nunca terminan el programa profe. sional ni reciben un titulo acreditado de arauitecto. Los esty- diantes de esta carrera se quedan en el camino por varias razones, como el cambio de intereses, la cantidad y dificultaq del trabajo requerido o Ia pérdida de motivacion. Ademés, no todos los que terminan la escuela con titulos profe. sionales acreditados se convertiran en arquitectos registrados y en ejercicio. Algunos cambiaran de campo por varias razones, por lo general relacionadas con sus sentimientos acerca de sug perspectivas como arquitectos. Pueden sentirse atraidos hacia otros campos por razones econémicas 0 porque tienen talentos més apropiados para otras carreras. Algunas mujeres gradua. das en arquitectura suspenden su trabajo para tener tamilia, al encontrar aincu conunuar su carrera en ta arquitectura y eaucar ninos al mismo tempo. Lamentabiemente, algunas ae estas mujeres nunca vueiven a ejercer ta arquitectura. A pesar de que en Estados Unidos la tasa de desercién y abandono escolar es elevada, no hay deticit de arquitectos, en particular en las areas metropolitanas, donde se construyen Ja mayoria de los proyectos. Muchos arquitectos, y algunos educadores, piensan que en realidad hay demasiados arqui- tectos y demasiados despachos de arquitectos. Ademas, estu- dios realizados por el American Institute of Architects. (AIA) indican que aproximadamente entre una cuarta y una tercera parte de los arquitectos que trabajan en despachos son due- fos 0 jefes (propietarios, socios o ejecutivos corporativos). En otras palabras, ia mayoria de los arquitectos activos son em- Pleadores, no empieaaos. Estas estadisticas indican una baja probabilidad de que al- guien que se prepara para ser un arquitecto en ejercicio termi- ne siéndolo, y una probabilidad todavia menor de que lleguea ser en realidad dueno 0 jefe en un despacho. Estas probabili- dades no son muy alentadoras. No obstante, sabemos que la desercion y las metas no alcanzadas son normales en cualquier compromiso 0 carrera académica; las personas cambian de opinion y de especializacién con facilidad y regularidad. Sin embargo, ia desercion en la arquitectura es extraordinaria- mente elevada, y quienes logran abmirse paso y ejercer, a pesat de las probabilidades. enfrentan atin serios retos. carrera de arquitectura nunca terminan el programa ene sional ni reaiben un titulo acreditado de arauitecto, Los esi dantes de esta carrera se quedan en el camino, POF va ' ravones, come el cambio de intereses, la cantidad Y ica del trabajo requeride o la perdida de motivacion Ademas. no todos los que terminan la escuch con titulog Pro sionales acredilados se convertiran en arquitectos, "eBIstradys yos cambiaran de campo por variag ravong? en ejercicn, Al por lo general relacionadas con sus sentimientos acerca de s, atraidos f, Is ; cia dtros campos Por razones ccononricas © porque tienen talento, mas apropiados para otras carreras. Algunas mujeres Bradua das en arguitectura suspenden su trabajo para tener familia, ay encontrar aincu conunuar su carrera en ta arquitectura y Cauca nuns ai musmo tempo. Lamentablemente, algunas ae esiae mujeres nunca vuelven a eyerver la arquitectura. perypectivas como arquitectos. Pueden sentirs A pesar de que en Estados Unidos la tasa de desercign abandono escolar es elevada, no hay déficit de arquitectos, en particular en las areas metropolitanas, donde se construyen la mayoria de los proyectos. Muchos arquitectos, y algunos educadores, piensan que en realidad hay demasiados arqui- tectos y demasiados despachos de arquitectos. Ademas, estu- dios realizados por el American Institute of Architects (AIA) indican que aproximadamente entre una cuarta yuna tercera Parte de los arquitectos que trabajan en despachos son due. Nos 0 jefes (propietarios, socios 0 ejecutivos corporativos). En otras palabras, ia mayoria de los arquitectos activos son em- Pleadores, no empieaaos. Estas estadisticas indican una baja probabilidad de que al- gulen que se prepara para ser un arquitecto en ejercicio termi- ne siéndolo, y una probabilidad todavia menor de que lleguea ser en realidad dueno 0 jefe en un despacho. Estas probabili- dades no son muy alentadoras. No obstante, sabemos que la desercién y las metas no alcanzadas son normales en cualquier compromiso 0 carrera académica; las personas cambian de opinion y de especializacién con facilidad y regularidad. Sin embargo, la desercién en la arquitectura es extraordinaria- mente elevada, y quienes logran abnirse paso y ejercer, a pesat de las probabilidades, enfrentan ain serios retos. Falta de trabajo De todas las dificultades que enfrentan los arquitectos, quiza la mas frustrante sea la falta periédica de trabajo. La incapaci- dad de los individuos para encontrar empleo, o de los despa- chos para obtener contratos, es una de las principales causas de sufrimiento econdmico y psicolégico para los arquitectos en ejercicio. El empleo para despachos e individuos guarda una relacién directa con las circunstancias econémicas tanto locales como nacionales. Cuando los tiempos son buenos y hay crecimiento econdmico, se incrementa el ingreso, el ahorro y la inversion. La inversi6n en la construccién aumenta, lo que significa mas empleo para los arquitectos. Por el contrario, la falta de creci- miento econémico, la recesién, la inflacion y las tasas de in- terés altas merman el ingreso, el ahorro y la inversién, en particular en bienes raices. La actividad en la construccién también disminuye, junto con el numero de contratos arqui- tect6nicos. Por lo tanto, la cantidad global de trabajo para los encuentra determinada por las volatiles e im- arquitectos predecibles circunstancias de la economia, sobre las que los arquitectos no ejercen control alguno. El arquitecto debe en- frentar de manera permanente la posibilidad de ser subem- pleado o desempleado de un ano a otro. La falta de trabajo también puede ser el resultado de circuns- tancias mas localizadas sobre las que el arquitecto tampoco puede influir. Aun cuando la economia general sea fuerte, las circunstancias econémicas municipales 0 estatales pueden ser inestables o estar en descenso. Puesto que los arquitectos trabajan sobre la base de proyecto en proyecto, su destino la- boral esta intimamente ligado al destino de cada cliente y proyecto. Los clientes contratan arquitectos cuando se conci- ben proyectos, y los mandan a descansar cuando los proyec- tos se suspenden o concluyen. Los proyectos son financiados por instituciones de crédito ° cias gubernamentales, los construyen contratistas, vel publico es quien los compra, renta 0 utiliza. Asi, el proceso de construccién es complejo, y por muchas razones los pro- ectos pueden iniciarse e interrumpirse de manera abrupta. dependeni Debido a que puede invertirse tal cantidad de tiempo y dine. ro en el trabajo del arquitecto en un solo proyecto, incluso Jy perdida de uno o dos proyectos puede constituir un desastrg acho. Silos arquitectos prestaran sy, economico para un desp: clientes al mismo tiempo, este servicios a cientos 0 miles de riesgo se reduciria en gran medida. Pero como la mayoria de los despachos trabajan sdlo en unos cuantos proyectos por varios meses 0 anos, el riesgo de no tener trabajo se incre. menta En ocasiones el trabajo puede desplomarse de manera dram. tica, En Estados Unidos, por ejemplo, en 1974 la expansion econémica que habia continuado de manera regular durante casi tres décadas, con breves periodos de recesion, terming abruptamente. Fueron despedidos arquitectos en una propor. cidn no vista desde la época de la Depresion de la decada de 1930. En mi propio despacho me vi obligado a dejar ira la ma. yor parte del personal profesional una docena de arquitee. tos— cuando el trabajo se interrumpio de pronto a tines de 1973 y en 1974, Fue un agonizante acto de recorte Algunos despachos se convirlieron en meras sombray de lo que alguna vez fueron, pues se redujeron en un 7 u 80 por cento chusetts, en un dia conocido como “el En Cambridge, Mas viernes negro”, uno de los despachos de arquitectos mas grande y prestigiado despidio a cerca de cen empleados de- bido a que los proyectos en marcha se detuvieron de manera abrupta. Por fortuna, éste no es un suceso de todos los dias. Ademés, los arquitectos jdvenes tienden a mostrar movili- dad; pasan de un despacho a otro segun suben y bajan las cargas de trabajo, asi como por razones personales. El empleo viene después de los proyectos, hecho ineludible en la vida del arquitecto. ES SE Competencia La amenaza de no tener trabajo se agudiza por otro factor siempre presente: la intensa competencia. Como si la incerti- dumbre econémica no fuera suficiente, existe el problema de demasiados arquitectos detrés de muy pocos trabajos. Lz competencia en el campo de la arquitectura es incisiva e in- terminable: Empieza en la escuela, se prolonga a los prime- Tos anos de busqueda de trabajo y en el empleo, y continéa en el mercado del ejercicio profesional. Desde luego, la competencia no es privativa de la arquitectu- Fa, pues es parte integral de cualquier sistema de libre empre- Sa, pero en la arquitectura puede alcanzar proporciones sorprendentes. Por ejemplo, en el periodo que siguié al em- bargo petrolero y la recesion de 1973-1974, no era raro ver hasta cien despachos compitiendo por un solo proyecto gu- bernamental pequeno en respuesta al anuncio de una de- pendencia en el que solicitaba arquitectos. Cuando los tiempos se tornan dificiles, los arquitectos pueden pasar me- ses buscando trabajo sin éxito, debido a que el numero de competidores es demasiado grande en comparaci6n con la cantidad de trabajo disponible La intensidad de la competencia es producto no sélo de una aparente sobreoferta de arquitectos sino también de los mé- todos mediante los cuales los arquitectos compiten entre si. Los arquitectos reciben el desatio de sus colegas en dos for- mas: por su gran numero y por su habilidad y disposicién en muchos casos para montar efectivas y agresivas campafias para conseguir clientes. Competir con éxito hoy en dia re- quiere tanto las Ilamadas ventas suaves como las duras —las tacticas de mercadotecnia y relaciones publicas, que pueden resultar desagradables para algunos arquitectos. Remuneracion inadecuada Es posible, pero poco probable, que los arquitectos generen grandes ingresos —la clase de ingresos que obtienen médi- cos, abogados, atletas protesionales, ejecutivos corporativos y corredores de Wall Street. De hecho, nadie deberia elegirla carrera de arquitectura con la idea de hacer mucho dinero. Se es arquitecto por muchas razones, pero no para hacerse nico. Dado el numero de arquitectos y la competencia, la remune- racién economica en esta carrera puede no serla més eleva- da. En general, la mayoria de los arquitectos opinan oe no reciben la remuneracién adecuada, y sin lugar a dudas, qi no estan bien compensades por lo que hacen. Cuando ¢4 American Institute of Architects presuntoa arquilectos repig, trados st sentian que, en comparacion con eltAs profesiones, : adlecttadoss por sus seryi” los arquitectos reciluan honorar : ued ios, e1 85.7 por ciento respondiv que no. Cuando se les pre. gunte si sentian que fos empleadores remuneraban a: sys empleados arquitectos de manera adecuada, © 07 por cent también respondio que no. Los arquitectos pueden ganar |g suficiente para vivir con comodidad la mayor parte del tiem. po, pero pocos igualaran alguna vez los ingresos y bienes de sus contemporaneos que ejercen las profesiones mejor paga. das o de quienes poseen negocios prosperos. Los arquitectog pueden tener mas diversin, pero probablemente tendran, menos dinero. Para muchos duefios de despachos de arquitectos, los ingre. sos anuales fluctian en un amplio rango. Después de afos buenos pueden venir anos malos, anos en los que los ingre- sos de un jefe podrian estar en el nivel de la pobreza o ser ne- gativos (una pérdida). La dependencia de los arquitectos de las circunstancias econdmicas y de los proyectos diferencia su patron de ingresos del de la mayoria de los demas profe- sionistas, cuyas entradas aumentan consistentemente con el tiempo y quienes se mantienen ocupados sean los tiempos buenos 0 malos. Ademas, la mayoria de los arquitectos no tie- nen ingresos que excedan de manera signiticativa la media nacional, que no es el caso de los profesionistas establecidos en muchos otros campos. El problema de la remuneracién no es nuevo. Décadas atras, durante un periodo particularmente inflacionario en Estados Unidos, el problema fue destacado por un estudio de la AIA, Architects Compensation in Perspective: La remuneracién nominal total se ha incrementado 59 porciento enel periodo 1970-81 para los jefes, 80 por ciento para los super- Visores, 66 por ciento para el personal téenico |, 37 por ciento para el personal técnico II v 70 por ciento para el personal técnico IIL. Lainflacién medida porel Indice de Precios al Consumidor (IPC) ha aumentado 140 por ciento desde 1970... Es evidente que el in- gTes0 real de los jefes y del resto del personal de los despachos de arquitectos ha declinado tanto a nivel nacional como regional. Al comparar los incrementos de la remuneracién de los jefes con los aumentos de sueldos y salarios en el ramo de la construc- cion y con la remuneracion por servicios profesionales varios para el periodo 1970-81... de nueva cuenta, la remuneracion de los arquitectos no ha seguido el ritmo de los incrementos de la re- muneracidn de otros trabajadores de la industria de la construc- cidn, asi como de otros profesionales, incluyendo ingenieros, topdgrafos, contadores y auditores. Por diversas razones, los arquitectos en su conjunto no tie- nen la capacidad para exigir una remuneracion adecuada a su funcién y proporcional a sus responsabilidades. Siempre se plantean los mismos puntos: iTantos aftos de educacién! iCompetencia demostrable y unica! iUna profesién universi- taria reconocida y regulada por la ley! {Una actividad que in- cluye riesgos legales y financieros sustanciales que a su vez justifican una remuneracion justa y utilidades! Entonces, épor qué hay tantos arquitectos a los que aparentemente se les paga muy poco? Las relaciones de oferta y demanda son el factor principal del problema: una cantidad muy limitada de trabajo para dema- siados arquitectos. Los honorarioy por trabajos arquitect6ni- cos con frecuencia son muy bajos, tluyendo en corrientes impredecibles, justo como los proyectos. Pero, épor qué serén tan bajos los honorarios, dada la preparacién, los riesgos y los fuerzos del arquitecto? La respuesta es la competencia. En el mercado siempre hay presion para cotizar honorarios que sean al menos comparables con las tarifas vigentes y, con frecuencia, para recortar los honorarios abajo de éstas, con lo cual se baja otro escalon la tarifa vigente. Los clientes salen a “comprar” arquitectos y rara vez dudan en preguntar el costo de los servicios. Si un despacho de arquitectos esté ansioso por asegurar el contrato para un proyecto, la tentaci6n de proponer honorarios rebajados puede ser abrumadora, aun cuando esto signifique recortar presupuestos, poner en riesgo la calidad de los servicios, ocupar menos tiempo del necesa- rio y pagar sueldos de esclavos a los empleados. Muchos arquitectos en ejercicio se sienten atrapados. Por una parte, como profesionistas competentes les gustaria invertir todo el tiempo y los recursos necesarios para investigar a fon- do, para descubrir v describir el meior disefio posible, v para Al comparar los incrementos de la remuneraci6n de los jefes con los aumentos de sueldos y salarios en el ramo de la construc ion y con la remuneracion por servicios profestonales varios para el pertodo 1970-81... de nueva cuenta, la remuneraci6n de los arquitectos no ha seguido el ritmo de los incrementos de la re- muneracion de otros trabajadores de la industria de la construc- cin, asi como de otros profesionales, incluyendo ingenieros, topdgrafos, contadores y auditores. Por diversas razones, los arquitectos en su conjunto no tie- nen la capacidad para exigir una remuneracién adecuada a su funcién y proporcional a sus responsabilidades. Siempre se plantean los mismos puntos: iTantos afios de educacién! iCompetencia demostrable y tnica! (Una profesién universi- taria reconocida y regulada por la ley! {Una actividad que in- cluye riesgos legales y financieros sustanciales que a su vez justifican una remuneracidn justa y utilidades! Entonces, épor qué hay tantos arquitectos a los que aparentemente se les paga muy poco? Las relaciones de oferta y demanda son el factor principal del problema: una cantidad muy limitada de trabajo para dema- siados arquitectos. Los honorarios por trabajos arquitectoni- cos con frecuencia son muy bajos, fluyendo en corrientes impredecibles, justo como los proyectos. Pero, ¢por qué seran tan bajos los honorarios, dada la preparacién, los riesgos y los esfuerzos del arquitecto? La respuesta es la competencia. En el mercado siempre hay presién para cotizar honorarios que sean al menos comparables con las tarifas vigentes y, con frecuencia, para recortar los honorarios abajo de éstas, con lo cual se baja otro escalén la tarifa vigente. Los clientes salen a “comprar” arquitectos y rara vez dudan en preguntar elcosto de los servicios. Si un despacho de arquitectos esté ansioso por asegurar el contrato para un proyecto, la tentacién de proponer honorarios rebajados puede ser abrumadora, aun cuando esto signifique recortar presupuestos, poner en riesgo la calidad de los servicios, ocupar menos tiempo del necesa- rio y pagar sueldos de esclavos a los empleados. Muchos arquitectos en ejercicio se sienten atrapados. Por una parte, como profesionistas competentes les gustaria invertir todo el tiempo y los recursos necesarios para investigar a fon- do, para descubrir y describir el mejor diseno posible, v para TOS iy (ac pprnens ney OS | DEL 6%... HE PLATICADO CON \ A OTROS ARQUITECTOS. f DEL ANO PROXIMO. ! cSABED LA TARIFA GENTE I | PARA ESTE TIPO DE EDIFICIO ES "PALA VA LA GRETIFICACIC ver que se lleve a cabo correctamente. Esto implica que los clientes deben compartir las metas y vision del arquitecto, y estar dispuestos a compensarlo plenamente por el valor de todos los servicios requeridos. Por otra parte, la experiencia de muchos arquitectos en el mundo real les ensefia que los clientes pueden verlos tan sdlo como a un proveedor mas entre varios que compiten; clientes que consideran que los honorarios por servicios arquitecténicos son excesivos, no obstante quieren un trabajo impecable y completo a un costo menor. Es improbable que en el futuro los arquitectos puedan espe- rar mejorar de manera significativa su nivel de ingresos sin cambiar las relaciones de oferta-demanda y sin insistir en una remuneracion completa y adecuada, a pesar de lo que haga la competencia. En un sistema de libre mercado, el consumidor de servicios arquitectonicos —y cl empleador de arquitec- (os— sin lugar a dudas encontraré un ntmero suficiente de individuos deseosos y despachos ansiosos y dispuestos a tra- bajar por honorarios mas que minimos. Sin importar el precio propuesto, siempre habra un arquitecto en alguna parte que hard el trabajo por menos y que prometa lo mismo 0 més. Para el arquitecto o el despacho establecido, esta situacién es una bendicién combinada. Aun cuando la competencia in- tensa por proyectos hace més dificil sobrevivir, la amplia oferta de arquitectos, tanto jévenes como mayores, les permi- te a los despachos mantener sus costos laborales y los hono- rarios en un nivel tan bajo como es posible, ya que la mayor parte de los ingresos brutos arquitect6nicos se gastan en sala- rios del personal. De hecho, la estructura econémica actual de la practica arquitectonica depende de esta explotacién de la mano de obra para brindar servicios que por su propia na- turaleza requieren la participacién de mucha gente. Un pro- yecto puede consumir miles de horas-hombre. Vale la pena recordar, antes de concluir esta exposicién sobre la remuneracién, que los puntos aqui planteados son relati- vos. En otras palabras, los arquitectos sdlo parecen mal paga- dos cuando se les compara con otras profesiones en nuestra sociedad. Pueden ganar mas de lo que algunas personas jamas esperarian devengar, y con frecuencia ganan més que profe- sores, investigadores, musicos, actores y artistas que realizan trabajos que pueden ser igualmente creativos y satisfactorios. Incluso es posible que su nivel de ingresos supere el de los oficios mejor remunerados 0 de profesiones normalmente bien pagadas, si esa es nuestra meta como arquitectos —pero noes facil. TT Vulnerabilidad del ego: perdido en la multitud El grado de involucramiento del ego ena arquitectura es ele- vado, lo cual puede derivar en una gran frustracién, pero también proporcionar el impetu necesario para alcanzar el éxito, Para la mayoria de los arquitectos, el éxito si ignifica, en- tre otras cosas, aleanzar cierta posicion y repULACION profesig, nal. si no es que la fama, Existe un anhelo vehemente de reconocimiento dentro de la profesion, fucra incluso de fa clientela personal, por haber progresado, por ser excepcionay de alguna manera No obstante, en realidad muchos arquitectos sienten, correc. ta o equivocadamente, que no han podido aleanzar la posi. cion social o el reconocimtiento que se merecen. Se afanan como empleados, asociados o jefes de despachos, llevando a cuestas el demandante trabajo cotidiano de producir arqui- tectura, en tanto que un puiiado de sus colegas recibe la ma- yor parte de la atencion y del crédito. Algunos se ven a sj mismos como engranes anénimos en un sistema gigante so- bre el que tienen un control limitado. Sienten que se les trata de manera injusta y que no se les toma en cuenta. Si uno visitara un despacho donde trabajaran més de cin- cuenta arquitectos, muchos de ellos se describirian como arquitectos no realizados, subapreciados, subpagados y so- bretrabajados, con una cantidad enorme de talento y poca suerte. Algunos se sienten explotados, encadenados a sus escritorios y trabajos, incapaces de abrirse paso a la inde- pendencia e inciuso al estrellato. La mayoria contara con educacién profesional terminada con éxito, muchos seran arquitectos registrados y todos tendran diferentes pero im- portantes formas de talento, indispensables en la practica ar- quitect6nica. Algunos se sentiran engafiados 0 despojados por fuerzas externas. Otros sentiran que sufren de alguna combinaci6n de insuficiencias personales que les impide ha- cer o conseguir mds, y se resignaran al anonimato y se confor- maran tan solo con realizar su mejor esfuerzo. Otros mds sonaran y aguardarén el momento apropiado, la oportuni- dad idénea para emerger de la multitud. i LA a RS TS Los riesgos de la envidia ¢Por qué los arquitectos deberian sentirse o pensar asi? éPor qué esto suena como la descripcién de aspirantes a actores en Nueva York 0 Hollywood y no la de un grupo de profesiona- les con esmerada formacin y registro? Esta circunstancia es particularmente marcada en la arquitectura? Como se dijo en el primer capitulo, la fama y la posicion social, una especie de estrellato 0 distincion, parecen ser aspiraciones en la arqui- tectura —y su ausencia implica que el trabajo de uno es in- competente, falto de interés, anticuado, o bien indigno de ser notado. Por Io tanto, existe una presién ineludible que moti- vaa los arquitectos pero que también puede producir en ellos sentimientos de celos 0 envidia. Los celos profesionales ocu- rren en todos los campos de trabajo, pero pueden sentirse con mayor intensidad en la arquitectura. Dada la competen- cia y los egos predominantes, es facil entender por qué los ar- quitectos caen victimas del pecado de la envidia. La envidia y los celos rara vez se exteriorizan en ptiblico. Mas bien se experimentan y manejan en privado. Pueden apare- cer siempre que un arquitecto observe a otro arquitecto ganar mientras que el observador esta perdiendo o es excluido. Re- basan los sentimientos normales de frustracion o desilusion y pueden manifestarse en una forma sutil pero corrosiva, un tanto rencorosa, en ocasiones acompanada por indicios de mala voluntad y resentimiento por el exito comparativo de ot Paraddjicamente, los arquitectos pueden experimentar en a sentimientos de respeto y admiracién por sus competidores v colegay envidiados. Los celos profesiona- les son un desatortunado componente del alma del arquitec- je manera externa, pero forma simultane. to, sobre el que rara vez se actua d capaz de precipitar danos internos al ego. Cualquier cosa puede detonar tales sentimientos, en especial en momentos de vulnerabilidad: otros tienen trabajo mientras que uno no, otros ganan Premios o concursos mientras que les publica o son objeto de comentarios favorables en la prensa mientras que uno no, otros reciben s mientras que uno no, otros hacen dinero mientras gativos pueden ser intermina- del que uno se considera uno no, a otros ascens que uno no. Los estimulos ne; bles. Perder un trabajo o contrato merecedor, 0 pasar de moda cuando las modas cambian, puede causar irritacion y amargura. Estos sentimientos no se limitan a los arquitectos jévenes, inmaduros 0 sin éxito. Cualquier arquitecto es susceptible y, de hecho, entre més spiraciones personales, mayor seré la suscepti- altas sean | bilidad. Falta de poder e influencia algo mas que Ia eali2AC16n baggy, i familiar en su carrera y en su vida Personal Puede, ona oar reconacimiento pablico, distincién, Poder” a srirencia deseando ser respetados y admirados porn a influencia, desea propios clegas y clientes Buscan con® ene low promotores yanimadores dé st comunidad Sonwultadossobre cuestiones fuera del reino de laarguite” ra. Quid si son invitados a servi en juntas 0 comsiones im portantes, puedan ayudar a conformar la politica piiblieg Algunas personas buscan Si una persona muestra esta inclinacion, entonces tal yey la arquitectura no sea para ella. Los arquitectos Tara vez alcan. zan tal posicién social. De hecho, enla sociedad de Estados Unidos, por ejemplo, los arquitectos gozan de cierta posicign como disenadores y especialistas técnicos, pero rara vez es. tan entre los personajes prominentes que toman l nes, por lo general politicos, abogados, dueiios de Negocios, ejecutivos corporativos y gubernamentales y Personas de gran riqueza. Lamentablemente. a los arquitectos suele con. siderarseles personas de intereses y competencia estrechos, que se limitan sobre todo a cuestiones estéticas y de construc. cién, aun cuando pueden poseer habilidades, conocimientos y criterio de cardcter general. Los Propios arquitectos han re. forzado esta percepcidn al mantenerse con frecuencia al margen y sin participar. Por desgracia, el perfil publico relativamente bajo de los arquitectos, su Participacién minima para tratar con la sociedad en su conjunto, es un problema Persistente. La arquitectura no es una Profesion de poder. Ansiedad, desenganio y depresion La depresién relacionada con el ejercicio profesional por lo general es causada por el fracaso o la expectativa del fracaso. as decisio. fee BUENAS Y ERO rental HALAS NOTICIAS QUIERO CONTRATARLO CCUALES QUIERE PARA DISENAR UN consequre et PRIMERO? GRAN PROYECTO PARA FINANICIAMIENTO. MI IDERE SER POETICO EN SU CONCEPCION, DIGAME CON INSPIRACION las ESTETICA, SENSIBILIDAD BUENAS AMBIENTALY NOTICIAS REALIZACION METICULOSAL TGRANDIOSO! COUALES SON LAS HALAS NOTICIAS? rechazo 0 miedo al tracaso, ya que las desilusiones y los reve- ses recurrentes estan garantizados en esta profesion. Por supuesto, la ansiedad y la depresion por cuestiones mo- netarias no son privativas de la arquitectura. Pero como dise- fadores profesionales, los arquitectos producen trabajo que de manera continua es objeto de escrutinio, prueba y critica, que a menudo hay que rehacer y que con frecuencia es recha- zado. Trillado como suena, el rechazo forma parte del terre- no. A nadie le agrada, pero los arquitectos deben tener una capacidad especial para aceptarlo y hacerle frente. Conseguir esto no siempre es ntimientos que pueden aflorar en un ar- uizA cientos o miles de u trabajo es medio- la desilu- ro todo Imaginemos los se! quitecto cuando, después de invertir q horas en un diseno, se le comunica que st cre, inaceptable o, peor aun, desastroso. El rechazo, sion y el fracaso son medicinas amargas de tragar, Pe in ella. arquitecto las ha probado, con justificacion 0 si oer U1N0 SE! cara. Elrechazo no significa necesariamente que no se hayan apy, cado talento y esfuerzo extraordinarios para crear 1in disey\g arquitectonico. | odo el tempo se rechazan proyectos brilian. tes, junto con los mediocres. Sin embargo, emitir uN juicio so. bre la arquitectura puede ser un acto en alto grado subjetivg, pasado en los valores y gustos de quien |Uzga. Los dictame. nes se hacen por razones politicas, sociales y economicas to. talmente tuera de las tacultades de anticipacion y contro} det arquitecto, por lo que este apenas tlene otra opcion que so. preuevar estas circunstancias recurrentes, dando siempre jg mejor ae si, 0 bien retirarse. La renuncia pareceria la mejor a4. ternativa a fin de evitar la depresion si los €xitos compensato. rios aemuestran ser inalcanzables. scam SST Ibstaculos personales La arquitectura demanda asumir riesgo. Demanda una gran inversién de tiempo, esfuerzo y energia emocional v tisica para alcanzar cualquier cosa que valga la pena Para poder aprovechar las oportunidades que se presentan o perseguir metas no convencionales, se requiere tanto recursos persona. les como liberarse en cierta medida de los obstaculos o trabas personales En particular, establecer un despacho de arguitectos a menu- do implica un gran riesgo, sobre todo finanaiero. No obstan- te, es el objetivo de la mavoria de los arquitectos que se inician en la practica despues de la escuela, objetivo que sélo algunos alcanzaran. Si un arquitecto mantiene una familia con su trabajo, sin ninguna otra fuente sustancial de ingresos o bienes, entonces renunciar a un salario regular y seguro Para aventurarse como profesionista independiente puede intimidar un poce Vaajar y realizar estudios de POsgrado son otras actividades que pueden reportar grandes benencios Para un arquitecto. Tambien es diftcil lievarlos a cabo si uno se ve obstaculizado Por la obligacion hacia tamiliares que dependen de uno, por deudas o por dudas. Obviamente, cuentan con una clara ventaja quienes empiezan con un sistema de apoyo financie- TO 0 No entrentan impedimentos personales. Ayuda heredar Par ane nn ser aren tert dinero 0 estar casado con una vareia que trabaia. Y ensenar arquitectura puede proporcionar tanto tiempo como ier Sos para aue los iovenes Drospectos de arauitectos inicien el elercicio protesional mientras ensenan. Un arquitecto para et que aiguna ve7. rabaje me do un con- sejo memorable cuanay partia de mi trabajo de verano para voiver a ia escuela de arquiectura. Despues de amarme a su oncina para aespeairse, apunto con un dedo hacia el cuarto ae arpuro. ocupado en ese Momento vor UNa docena ae ar- auitectos inctinados sopre sus restiradores. v deciaro aue ae- beria tener presente una cosa si no queria terminar como ellos: “iNo te cases ni tengas hiios muv pronto!” Lo aue en Teattaad me estapa aicienao era aue st aleun qua queria viaiar 0 iniciar el eiercicio profesional. en el camino no podia haber demasiados compromisos prematuros. Los obstaculos tinan- cieros v personales pueden mantener a los arauitectos traba- iando en los talleres de dibuio. RES Falta de talento Algunas personas fracasan Dor carecer de talento. O no al- canzan todas sus metas poraue no cuenta con los recursos esenciales para hacerlo. Los asvirantes a arauitectos deberian considerar esta vosibilidad. Si talta aleuno de los atributos in- telectuales. emocionales v personales ue se mencionan en el anterior, 1a arquitectura puede ser una empresa inciuso para las personas Muy inteligentes. Cada ano ios protesores ae arquitectura se encuentran con estudiantes briliantes que, NO opstante, parecen seguir 1a Ca- rrera equivocada porque sus aptitudes estan a todas quces en otra parte. Aigumos se sienten incomodos 0 torpes con e1 bujo o las graticas. Otros mas carecen de habilidad anaiitica y técnica. Utros mas muestran escasa creanvidad, imaginacion o sensibiiidad visual. Estos pueden ser serios impedimentos ean ser arquitectos. capnulo cuesta arriva, para quienes des e avtitud para la ar- tural esta en los ee- mentarse. pero NO nales. este talento Ser inteligente no es ninguna garantia d quitectura. Una eran dosis de talento nal nes: el talento puede procrearse 0 0! ensenarse. Como ciertas cualidades verso 2 » lebido a, la e . puede desarrollarse a pesar de, y no debido a, la educag iy an. el ) y la inventiva son indispe formal. La intuicion, cl instinto ¥ dispensy : > necesitan conocimie bles en el diseno arquitectonico; se nec Miento,, inteligencia, pero no son suficientes Falta de pasion y dedicacion También indispensables para aleanzar el &xito en la arquiteg. tura son los niveles muchas veces extraordinarios de pasign, dedicacidn v esfuerzo. Sin ellos, el arquitecto en clernes ¢ gp, ejercicio con toda seguridad enfrentaré el recha70 y el fraca, so. Puesto que la arquitectura es tan demandante de tiempo y energia, la falta de disposicin para trabajar duro y para acep. tar con frecuencia recompensas minimas, es una raz6n de peso para no ser arquitecto. Los estudiantes descubren por primera vez este axioma en |g escuela de arquitectura. Alimponer enormes cargas de traba. jo, pues se requieren innumerables horas de esfuerzo mental y manual para hacer dibujos y crear modelos fisicos y basa. dos en computadora, los estudios de arquitectura sirven de preparacién para lo que se avecina en el futuro: mucho més trabajo duro y siempre la posibilidad del rechazo. Quienes asumen un compromiso total con su trabajo y se apasionan con su misién profesional, se benefician de una especie de sentido religioso de determinacién que los inspira y ayuda a sortear los momentos mas escabrosos. Practicamente todos los arquitectos consumados a lo largo de la historia han sido motivados ante todo por el amor al disefio. a Riesgos legales y financieros Los arquitectos que son duefios de despachos y cuyos dise- fos llegan a construirse, se encuentran expuestos a riesgos le- gales y financieros considerables. El principal riesgo legal, la negligencia profesional, puede ocasionar que los clientes u otras personas sufran dafios monetarios. En general, los ar- quitectos son Ilevados a los tribunales por demandantes que piensan que el arquitecto cometi¢ un error que derivé en per- Por aue no st anquier juicios o pérdidas financieras para ellos. Cuando se hacen tales demandas legales en contra de un arquitecto, con fun- damentos o sin ellos, este puede verse obligado a compensar al demandante en alguna proporcién por los presuntos da- Nos despues de negociaciones, arbitrate o higio._¥ sin IMpOT- tar cual sea ef resultado, por Jo general es necesario pagar cuantiosos honorarios iegaies ‘Como otros protesionistas de nuestra sociedad que se dedi- can a los Hamados servicios personales independientes (medicos, abogados, dentistas, ingenieros), los arquitectos asumen la responsabilidad por negligencia protesional a ttu- lo personal, en calidad de individuos. No pueden proteger sus bienes en una sociedad anonima. Pueden adquinr segu- ros que cubriran la mayor parte de los costos por la detensa y resolucion de las demandas por negligencia, pero el seguro es costoso. Incluso con un seguro, la negociacién, el ltigio y el arreglo de las demandas son intrusivos, consumen tiempo y provocan tension. Las demandas y los juicios se han incrementado de- bido a las expectativas crecientes, a menudo poco realistas, que albergan clientes y consumidores y que los llevan a de- mandar a arquitectos aun cuando las evidencias de incompe- tencia arquitectonica sean escasas 0 nulas. Asi, un arquitecto bir la afrenta de un juicio a pesar de su inocencia. puede re Ademis, la simple existencia del seguro es una invitacion para los litigios. Si los arquitectos estuvieran arruinados y no contaran con seguros, rara vez serian demandados. Otra desafortunada consecuencia de la marea creciente de juicios es la practica cada vez mas generalizada del disefio de- fensivo y del exceso de documentacion —a creacién de un rastro de papel— que presuntamente protege al arquitecto contra la amenaza siempre presente de los tribunales. Pero esto induce a los arquitectos a ser menos innovadores, a que- darse con lo probado y seguro, y a dedicar mds tiempo a la pseudoabogacia que al diseno. Si se quiere evitar el campo minado de las responsabilidades legales y los tribunales, en- tonces la practica arquitectonica es terreno inseguro a menos que uno se mantenga como empleado para siempre. 56 Ser ono ser. carquitecio” financiero existe un riesgo atin mayor que - : do por negligencia profesional 7 Tiesgo de tm recibir el pago POT los servicios presta a ye i o la Neces;, dad de emprender acciones legales para cobrar los honon rios, Potencialmente, el arquitecto ae sufrir peridas de ingresos y de tiempo, a lo cual puede pecs la tensign de probar el caso ya que, en calidad de deman ante, elargu, tecto debe asumir la carga de la demostracisn. En este caso, Ios verdaderos ganadores son Ios abogados. En el plano ser demanda‘ ee Desilusion Los obstéculos en el camino, los riesgos y las incertidumbres ya identificadas producen frustracion y desilusion —acaso e} mayor riesgo global de convertirse en arquitecto. Cuando e| arquitecto ha satisfecho los requerimientos de la preparacion iales, ha conjun- profesional, ha pagado sus tributos prov Ies CON SUS aSpIracio. tado sus talentos, y se encuentra ces) nes e ideales en entredicho 0 con el rechazo de sus tdeas, puede sobrevenir la desilusion. Por lo general ni stauiera existe el consuelo compensatorio de haber Conseysuido mu cho dinero. De hecho, los arquitectos manitiestan que en oca siones se sienten como rameras, trabajando en una protesion en la que es un lugar comun la prostitucion de las metas y normas personales. Una vision en verdad sombna Los arquitectos periddicamente se sienten explotados 0 usa- dos. En ocasiones proporcionan servicios por poca o ninguna paga, con la esperanza de conseguir algo en el futuro pero terminando con las manos vacias. Muchos ven su carrera como una gigantesca concesidn, a la que le han dado més de lo que obtienen y de la que han aceptado menos de lo que merecian. Qué diferente, se dicen a si mismos en retrospecti- va, de lo que imaginaron la primera vez que pusieron el lapiz sobre el papel en el taller de disefio. Algunos aceptan esta condicién como parte del negocio dela arquitectura. Encuen- tran retribuciones suficientes para compensar las desilusio- Nes, o incluso pueden ser capaces de hacer caso omiso de los problemas en su conjunto. Otros abandonan la Profesion en busca de terreno mas firme. Por qué no ser arqui Una cosa es cierta: para cualquiera que considere hacer una carrera de arquitectura 0 acabe de iniciarla, no hay nin- guna forma de predecir adonde conducira la eleccion. Sin lugar a dudas, habra tanto recompensas como frustraciones, momentos de complacencia y de depresi6n. El arquitecto en potencia slo puede esperar que la suma de los activos exce- ja la suma de los pasivos para tener al final un balance neto positivo.

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