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Jesús Abad Colorado: la mirada por excelencia

Septiembre 10, 2019


Nació en Medellín el sábado 22 de abril de 1967, pertenecía a una familia
campesina desplazada por la violencia. La guerrilla de la Farc estaba empezando.
“Según los periódicos de la época, la orden del presidente Carlos Lleras Restrepo
fue contraatacar a sangre y fuego y crear una nueva brigada del Ejército en Neiva
“para contener el avance sedicioso hacia el Huila”. Esa ciega Violencia que figura
con mayúscula en nuestros libros de historia y que se repetiría, día a día, con el
poder de una maldición, cinco décadas más”. (Padilla, 2019)
En esta época los reporteros no podían acercarse a las zonas de los hechos y la
única versión que se hacia publica era la de las autoridades.
Muchos de los familiares de Jesús Abad fueron víctimas de la violencia.
 “Por eso y por mi historia familiar entré a la Universidad de Antioquia pensando
que le podía aportar algo al país y lo entendí desde segundo semestre, ante el
asesinato selectivo de 21 profesores y estudiantes en 1987, una generación
defensora de la justicia y los derechos humanos. Yo estaba en clase de fotografía
y supe que a través de imágenes iba a contar la historia de Colombia” (Padilla,
2019). En el año 1990, estaba revelando las fotografías de los candidatos
presidenciales, quienes fueron asesinados días después de que las fotos fueran
tomas por la extrema derecha, por esto Jesús decidió concentrarse en el conflicto
colombiano.
“Vi que sus fotos y método eran distintos al de todos los periodistas que corríamos
de un lado a otro sin darnos tiempo para entender el fondo de cada tragedia.
Haciendo reportajes para la revista Cromos, desde 2001aprendí de su paciencia,
perseverancia, manejo de fuentes, independencia y, sobre todo, humanidad.”
(Padilla, 2019)
“Este es el retrato de una familia. Jesús Abad con quien fuera su esposa, Patricia
Builes, “mi compañera”, la llama todavía y la admira, y sus hijos, Manuela y
Santiago, de los que se siente orgulloso. Los conozco y sé los esfuerzos que han
hecho, el miedo que han enfrentado por el trabajo de Chucho, que incluyó dos
secuestros por parte de las guerrillas de las Farc (1997) y ELN (2000) aparte de
muchos riesgos como el día que casi muere con un colega a manos de los paras
en San Carlos Antioquia. Su familia, simboliza la dignidad frente a la violencia.”
(Padilla, 2019)
 

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